Primer estudio diplomático de la Real provisión de 22 de enero de 1574 y la fundación de la Villa de San Bernardo de Tarija
- A manera de
prólogo - Antecedentes
que impulsaron al Virrey Francisco Álvarez de Toledo y
Figueroa, Virrey del Perú, a emitir la real
provisión de 22 de enero de 1574 instruyendo la
fundación de la villa de "San Bernardo de
Tarija" - Las
Encomiendas y fundaciones - Las
autoridades españolas: el Rey y los
Virreyes - Breve
biografía de Francisco Álvarez de Toledo y
Figueroa - Observaciones
- Clasificación
del documento indiano - Conclusiones
del estudio diplomático de la Real Provisión
expedida en la ciudad de La Plata el 22 de enero de
1574 - Epílogo
- Bibliografía
"CURSO INTERNACIONAL DE
DIPLÓMÁTICA DEL DOCUMENTO
INDIANO"
La Paz, julio de 1999
A manera de
prólogo
El hallazgo el 9 de octubre de 1987 de restos humanos
fósiles en la Cuenca Cuaternario de "San Luis"
por los profesionales Bethuel Arózqueta P. (boliviano), y
H. J. Siber (suizo), en cercanías de la carretera a la
Ciudad de Bermejo y a las Provincias O"Connoir y Gran Chaco
respectivamente y; que luego de los trabajos científicos
realizados en el Laboratorio
del Instituto Físico de Energía Mediana de la
Universidad de
ETH en Zurich (Suiza), con la técnica AMS (Acceletaor
Mass Spectometry), éstos arrojaron una
antigüedad de 7640 +- 400 años a.C., nos demuestra de
manera irrebatible, que el Valle de "Tarija" fue un
amplio territorio que fue recorrido por hordas de paleoindios
desde épocas difíciles de precisar y; que
éstos cohabitaron con la megafauna del Pleistoceno
Tardío: mastodontes, gliptodontes, megaterium y
otros.
En la actualidad, los restos del "Homo
Tarijensis" se encuentran en los depósitos del
"Museo Nacional de Arqueología y Paleontología"
dependiente de la Universidad Autónoma "Juan Misael
Saracho" de la ciudad de Tarija. Los documentos
probatorios, los tengo en mí poder.
Por lo tanto, y sin duda alguna, durante miles de
años antes de 1539, el Valle de "Tarija" fue un
mosaico, un hervidero de pueblos, culturas y religiones. La
presencia hasta esta fecha de comunidades autóctonas y
advenedizas esmaltó la geografía del Valle
de "Tarija". Sin embargo, y a pesar de todo, de
aquéllas y éstas conocemos muy poco. Los trabajos
elaborados por cronistas como Juan Gonzáles y su escribano
Francisco de Torres, quizá sea el más importante,
pues nos da cuenta de sus visitas a "Tarija" los
años 1556 y 1560 respectivamente, trabajo que se
constituye en el primero de carácter etnohistórico sobre los
"Churumatas" en los Valles de "Tarija". Esta
etnia,
desarrolló su propia cultura,
practicó sus costumbres y su religión y
desarrolló su vida social en estrecho contacto con otras
comunidades en los Valles de "Tarija" como los
"Tomatas" y una advenediza, como los
"Chiriguanáes".
La riqueza de esta realidad, de estas realidades
plurales, es una herencia
común, un patrimonio
colectivo de muchos pueblos y comunidades que se establecieron en
tiempos pretéritos en los Valles de "Tarija". Una
cultura arraigada física y
espiritualmente e identificable en multitud de documentos
todavía desconocidos pero guardados en archivos del
interior y exterior del país, en textos, en piezas
arqueológicas, topónimos, costumbres, leyendas y
textos religiosos así lo atestiguan.
Sin embargo, esta herencia ha quedado durante mucho
tiempo
eclipsada, diluida y en algunos casos, proscrita. De ahí
que no sea aventurado de mi parte, afirmar que hasta fechas muy
recientes los tarijeños hemos aceptado vivir, convivir,
con una cierta mutilación de nuestra propia historia.
Recién a partir de 1574, la cuatro veces
centenaria Ciudad de "Tarija" –otrora Villa y
erigida en Ciudad mediante Decreto promulgado por Antonio
José de Sucre el 3 de enero de 1827-, posee un propio y
rico Patrimonio Documental, cuyo origen se remonta al 4 de julio
de 1574 y meses tiempo después de su fundación por
Luis de Fuentes y
Vargas con el nombre de Villa de "San Bernardo de
Tarija" por Real Provisión expedida por el quinto
Virrey del Perú, don Francisco Álvarez de Toledo y
Figueróa.
Muchos investigadores, como Dick Edgar Ibarra Grasso,
Raimund Schramm, Ana María Presta, Mercedes del
Río, Jorge Arellano y otros, que venidos de lejanas
latitudes, desarrollaron diversos trabajos con diferentes fuentes
documentales. Sin embargo, ha sido escasa la difusión de
los mismos. Además, el "Archivo Histórico de
Tarija" en la actualidad cuenta con apenas 30 metros
lineales de nuestra memoria escrita.
Y a pesar de haberse conservado íntegramente algunos de
ellos, debemos lamentar que otros documentos, estén en
franco proceso del
deterioro total por la acción
de los hongos, la
humedad y otros agentes climatológicos.
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