Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

La honestidad y la honradez en el pensamiento de Rómulo Betancourt (página 2)



Partes: 1, 2

La anotación y comentario de esta conducta la
considero de gran importancia, puesto que culminado su Gobierno,
¿cuántas veces más ha solicitado un
Presidente de la
República al Fiscal General
de la Nación,
una investigación de esta naturaleza?
Todo lo contrario, desde Betancourt a la fecha, dos Presidentes
de la República han sido enjuiciados ante la Corte Suprema
de Justicia,
ambos, por el uso indebido de la Partida Secreta, gastos
éstos que por cierto fueron también eliminados por
Betancourt cuando estuvo al frente de la Junta Revolucionaria de
Gobierno, según Decreto No. 25, fechado el 30 de octubre
de 1.945 y publicado en la Gaceta Oficial No. 21.847 del mismo
día y el cual fue comunicado al país en la noche de
ese mismo día en su primera alocución. Las
ironías del destino han mostrado que dos de sus
discípulos de Acción
Democrática, son los Presidentes enjuiciados.

Bien en la oposición, bien en el Gobierno, o bien en su
vida privada, Rómulo Betancourt queda Venezuela y el
mundo como un extraordinario ejemplo de los conceptos que
aquí estamos considerando. Un ejemplo que debemos seguir y
procurar hacer trascender en la mente de los ciudadanos,
más en aquellos cuya actividad principal en estos
días es la de la búsqueda de los votos por alcanzar
el Poder
Político. La Historia de
Venezuela está llena de muchos ejemplos buenos y muy
válidos de como pueden y deben ir acompañados los
conceptos éticos y morales con el manejo de la cosa
pública. Para lograr ello, debe contarse con un patrimonio
valorativo, con una escala de
valores sin
distorsión, enriquecedora del espíritu y
útil en la acción de gobierno. Que quede este
mensaje en la mente de quienes pretendan gobernar este
país, sin mitos, sin
tabúes y con sentido de trascender en su historia.

Preliminar:
Aproximación a una acepción de
"ETICA"

No pretende este ensayo
realizar un esbozo de las distintas corrientes que a lo largo de
la historia de la
filosofía han pautado distintas concepciones y
consideraciones de lo que es la ética. Sin
embargo, podemos apreciar de modo muy general, que unas veces se
ha identificado la ética con la moral, y
otras, se ha supeditado la primera a la segunda o a la inversa.
Hoy día, algunos consideran, "que la ética
estudia el problema del bien y del mal y el de la conducta
humana
, independientemente del conjunto de normas que de
hecho rigen esa conducta en un momento dado, en tanto que la
moral
estudiaría esas normas y las distintas formas que cobran
en las comunidades humanas" (4). Haciendo un
brevísima referencia histórica en la obra
recién señalada, podemos determinar por ejemplo,
"que la ética como disciplina
filosófica surge con las escuelas socráticas, donde
lo que más importaba era la obtención de la
sabiduría, entendida ésta como conducta en el mundo
y no como simple saber acerca de él; Platón
funda la ética en el amor que,
mediante la purificación de las pasiones, hace que el
espíritu ascienda a la contemplación del soberano
bien, identificado con la verdad y la belleza; Aristóteles echa las bases de la
ética intelectualista, y llama virtudes precisamente
éticas a aquellas que resultan de la aplicación de
la inteligencia a
la conducta"; en el siglo XIX surgen las doctrinas éticas
a las que se les añaden un gran contenido político
y social y ya en el presente siglo por concluir, surgen las
concepciones espiritualistas, entre cuyos máximos
exponentes podemos encontrar a Bergson con su obra "Las dos
fuentes de la
moral y de la religión"; a Croce; a
Max Scheler dentro de la filosofía de los valores;
sólo por citar algunos.

Para intentar aproximarme a los aspectos éticos que
pueden derivarse de las conductas asumidas por el Presidente
Betancourt en su obra de gobierno, parto de la
concepción general que entiende que "la ética
estudia el problema del bien y del mal y el de las conductas",
por supuesto, haciendo un juicio muy subjetivo sobre las
conductas de gobierno del personaje, derivadas
éstas de sus documentos de
gobierno, y clasificadas (esas conductas) en algunos
parámetros simplemente identificatorios de las
áreas de acción de gobierno en donde principalmente
se dieron, ya como políticas
públicas concretas.

Puede el lector enjuiciarme por lo arbitrario de mi interpretación, pero como toda
creación humana está llena de la subjetividad de
los autores, la mía no es excepción, sino una
simple metodología de trabajo que
permite el análisis de conductas y actitudes
particulares para apreciarlas en el rango de las virtudes que
tuvo el gobernante, exaltando sus logros en ciertas áreas
de la gerencia
pública que acometió. No es más que una
técnica de razonamiento inductivo.

CAPÍTULO I:

Betancourt: su
ética y su valor

Al comenzar este punto, necesariamente tengo que tratar el
concepto de
"valor",
entendiéndolo como el "alcance de la significación
o importancia de una cosa, acción, palabra o frase"
(5). Al analizar las conductas éticas de
Betancourt, resalta de inmediato como pudo canalizarlas para
lograr acometer con entereza y abnegada entrega, su máximo
objetivo, cual
era el de propulsar el concepto de democracia en
Venezuela. Mucho fue lo que padeció, incluso, hasta un
atentado contra su vida, para cumplir con el "valor
vico"
que
tiene que tener todo líder
de un pueblo para impulsar sus creencias. Precisamente, esta
noción del "valor", se vincula a lo que muchos
llaman "la cualidad del alma, que
mueve a cometer resueltamente grandes empresas y a
arrostrar sin miedo los peligros" de las acciones
emprendidas. Y fue esta una característica de la lucha
política
de Rómulo Betancourt en las distintas posiciones
políticas que vivió: en la oposición del
régimen gomecista; ante los sucesos ocurridos el 18 de
octubre de 1.945; al frente del primer gobierno constitucional de
Venezuela una vez derrocado el dictador Pérez
Jiménez; y en otro sentido, cuando estuvo ya fuera de los
asuntos de gobierno y en su condición de Senador
Vitalicio.

A continuación, me aproximaré a algunos
parámetros éticos en donde incluiré el
análisis que hiciera de más de setenta y cinco
documentos de gobierno contenidos en la publicación que
antes cité (ver 1, up supra) y donde se puede
apreciar la exaltación de los valores
humanos que siempre hizo Betancourt: los de la democracia, la
libertad y la
institucionalidad; el valor y el rol de la educación, del
trabajo y de la cultura; el
respeto por los
poderes públicos y por las Fuerzas Armadas Nacionales; la
exaltación del recurso humano venezolano como valor
patrio; la fe y confianza en el futuro de la República, y
muy especialmente, los valores de la honestidad y la
honradez en las funciones de
gobierno, que formaron parte de su escala valoratriva personal. Los
referidos a la honestidad y a la honradez, corresponderá a
la segunda parte de este ensayo y se verá ampliado y
reforzado por sus posicionamientos en otras etapas de su vida,
más allá de su gestión
de gobierno. Así, pienso que se tendrá en
definitiva una visión bastante completa que puede ser
profundizada con la lectura de
la bibliografía que se
propone al final del análisis.

1) Democracia, Libertad e Institucionalidad
republicana:

El discurso de
Betancourt sobre la "democracia" estuvo signado por la defensa de
este tipo de régimen de gobierno, repudiando de manera
contundente a los regímenes de facto, y en especial, en
él se observa un ataque feroz contra el gobierno
instaurado por Fidel Castro
en Cuba.
Llegó a romper relaciones diplomáticas con
él y a proponer en la
Organización de Estados Americanos, acciones
internacionales concretas para aislar al régimen castrista
apoyado por las ideas sovietizantes. En este mismo sentido, y
para defender a la democracia en América
y el mundo, propiciaba el aislamiento económico contra los
gobiernos dictatoriales, así como la imposibilidad de
asilo político para sus dictadores a quienes consideraba
sencillamente, como prófugos de la justicia ordinaria. En
el discurso pronunciado por Betancourt al inaugurar el II
Congreso Interamericano Pro Democracia y Libertad, en 1.960
(6), puede verse prácticamente, un recetario de
acciones específicas que sostenía, y debían
ser tomadas a nivel internacional. Constituyó ello una
posición de defensa acérrima del sistema
democrático durante todo su mandato. En telegrama dirigido
al Secretario General de la O.E.A., Señor José A.
Mora (7) ratifica su posición ideológica
sobre las sanciones internacionales contra los gobiernos de
facto. Recomiendo leer además el telegrama dirigido al
Presidente de la República Argentina, Frondizi (8)
y en las declaraciones dadas durante la entrevista
personal que tuvo con él (9) a su paso por las
costas venezolanas y en donde expone ideas similares, y el
mensaje enviado a los Presidentes Latinoamericanos el 23.03.1.962
con motivo del derrocamiento del Presidente Frondizi
(10).

Vale la pena detenerse un momento ante la conducta de
Betancourt a causa del derrocamiento del Presidente argentino
Frondizi. En efecto, al igual que en el caso de Cuba, asume
una posición de no mantener relaciones diplomáticas
y de no reconocer al gobierno de facto que en ese entonces se
apoderó del poder en Argentina.
Demuestra en la
acción, su coherencia dentro de su pensamiento
político democrático. Ratifica su posición
internacional en este tema de modo absolutamente expreso y
dejando constancia escrita de ello, y ordena en consecuencia, el
regreso de todo el personal diplomático habido en la
delegación de Venezuela en Buenos Aires.

Otras lecturas de los documentos de gobierno de Rómulo
Betancourt, insisten en la defensa de la democracia atacando al
comunismo. El
lector puede profundizar más en detalles con la lectura de la
rueda de prensa dada en la
Casa del Gobernador de Nueva York, Señor Nelson
Rockefeller en el año de 1.963 (11) y en la cual
éste elogia a Betancourt por su lucha decidida por la
libertad y la dignidad
humana, siendo ello un ejemplo para la América
Latina. En esta ocasión, el Presidente Betancourt
destacó la aptitud y la capacidad del pueblo venezolano
para vivir dentro de la democracia, y volvió a fustigar al
régimen cubano. En esa misma gira presidencial a Estados Unidos de
Norteamérica, Betancourt llegó a Miami y dio su
mensaje a la población cubana en el exilio, donde pudo
ratificar los esfuerzos de su gobierno "para que termine lo
más pronto posible con la vergüenza de que una Patria
de Libertadores, esté ahora esclavizada por un
régimen instrumento de la U.R.S.S." (12). Una
posición aún más fuerte de ataque al
régimen de Castro, observó Betancourt en una misiva
dirigida al Nuncio Apostólico acreditado en Caracas ,
donde por primera vez introduce una presión
frente a la comunidad
internacional, "la cual habría de escoger entre comerciar,
invertir en Cuba o en Venezuela" (13). Venezuela será
inamistosa con quienes sean amistosos con el gobierno de
Cuba
.

Otros documentos presentan la actitud del
gobierno de Betancourt de respeto al diálogo
franco con las fuerzas vivas del país; de respeto al
régimen de libertades garantizado por la vigencia de un
Estado de
Derecho, regido por una Constitución, y con ocasión del acto
solemne en el Salón Elíptico del Capitolio, al
poner el ejecútese a la Constitución de la
República, el día 23 de enero de 1.961 (14),
Betancourt hace un fiel juramento a su cumplimiento y se muestra
absolutamente decidido a hacer uso de todos los instrumentos
dados por la Carta Magna
para impedir que el orden público se subvierta. Su
conducta es la de defensa franca al Estado de
Derecho frente a la conspiración totalitaria. En ese acto,
le pide a todos los venezolanos, independientemente de cual fuese
su apreciación subjetiva sobre los sistemas de
gobierno, que ajusten su conducta pública a la
Constitución Nacional. Aquí, se desprende un
profundo respeto por el ciudadano, pero también significa
un elocuente aviso del Imperio de la Ley Fundamental y
su decisión a hacerla respetar. Por eso, pidió al
pueblo que "la lea y la estudie debidamente".

Significado especial en cuanto al tema de la "defensa de las
instituciones"
en la que siempre insistió Rómulo Betancourt, se
contiene al telegrama dirigido a su viejo amigo, el Dr.
Joaquín Gabaldón Márquez el día
23.03.1962 (15) ante la insistencia de éste para
que el Presidente intercediera por unos jóvenes que
habían sido detenidos en un intento de rebelar a un
cuartel militar. En esa oportunidad, el Presidente Betancourt
expresa su temperamento y convicción por la clemencia,
pero también acierta en decir, que como Jefe de Estado,
debe garantizar la tranquilidad nacional y no debe dejarse guiar
por impulsos subjetivos cuando está en juego la
defensa de las instituciones
. Es un detalle más del
carácter decidido de Rómulo
Betancourt en su acción de gobierno.

Betancourt tenía clarísima la idea de que el
deber fundamental del gobierno era el de mantener y defender el
orden público
. Es así, como en el mensaje
enviado al Congreso Nacional con motivo de las suspensión
de las garantías constitucionales el día 25.03.1962
(16), expone que se ve en la necesidad de utilizar y de
aplicar leyes y
disposiciones vigentes, cualquiera que haya sido su origen,
cuando el legislativo no ha dotado al Ejecutivo de instrumentos
legales para mantener y preservar el equilibrio
social. "No hacerlo, significaría proceder al arbitrio o
apelar a triquiñuelas de rabulería, lejos de la
mentalidad y de la filosofía del gobierno que
presido".

Como corolario de este título, es preciso presentar la
postura ética de Betancourt en su intento de seguir lo
más exacto posible las enseñanzas de nuestro
Libertador Simón Bolívar.
Puede verse en su discurso oficial dado con motivo del Acto de
Graduación conjunta de oficiales de las cuatro fuerzas
armadas, el día 07.07.1961 (17), la remembranza que
hace de la doctrina bolivariana recogida en la voz del Libertador
ante el Congreso de Angostura en 1819: "No combatiendo por el
poder, ni por la fortuna, ni aún por la gloria, sino tan
solo por la libertad, títulos de Libertadores de la
República, son sus dignos galardones".
En esa misma
ocasión, señaló el Presidente Betancourt,
que la Fuerzas Armadas de la República estaban
subordinadas a su Gobierno constitucional y sus leyes, como una
línea indivisible de su conducta. Fue un gran mensaje de
libertad y en donde dejó en claro que el brazo armado de
la República debía ser respetuoso de la Carta Magna para
permitir el trabajo
provechoso del resto de la sociedad en
provecho de la nación;
concluyó.

2) El valor y el rol de la educación y de los
educadores:

Como casi todas las acciones de gobierno de Betancourt, por
supuesto que guardando las distancias espaciales y temporales, en
la materia
educativa también siguió los mandamientos derivados
de la doctrina bolivariana. Con frecuencia citaba los
pensamientos de Bolívar: "Moral y luces son nuestras
primeras necesidades"; "Un pueblo ignorante es ciego instrumento
de su propia destrucción". Y sin duda alguna, el apoyo a
la educación a inicios de la democracia desde 1.958, es
incuestionable. No es motivo del presente trabajo detallar
aquí la inversión económica y el salto
gigantesco que se dio en el campo de la educación del
pueblo. Tanto la educación
superior como la educación básica e intermedia
se vieron altamente beneficiadas en los inicios de la
democracia.

Se estimuló mucho la creación de nuevas
universidades en el interior del país, siendo la
política del gobierno, mejorar las ya existentes en la
provincia y no estimular su crecimiento exagerado, para evitar
los problemas
administrativos y presupuestarios.

El país se llenó de escuelas y se
fortaleció el Magisterio. Sólo una cuestión
siempre le preocupó a Rómulo Betancourt sobre los
educadores, y era la responsabilidad que éstos debían
tener en las aulas de clase para con
los alumnos: "La responsabilidad no acaba con impartir buenas
lecciones del pensum escolar"; se requiere "responsabilidad
para acabar con la escuela
política" (18
), haciendo alusión evidente a que
algunos maestros, desviando sus caminos, le inculcaban ideas de
odio en contra de la democracia y en pro de las ideas comunistas,
castristas y soviéticas.

Para que el lector tenga una idea más exacta de la
transformación educativa de Venezuela en el quinquenio de
Betancourt, le sugiero la lectura del último discurso por
él pronunciado con motivo de la celebración del
"Día del Maestro" en el Teatro Municipal
de Caracas el día 15 de enero de 1.964 (19).

Son contundentes las cifras en todas las áreas de la
educación: básica, técnica, media y
universitaria. También, los organismos de apoyo al
personal docente en ellas, fueron auxiliados como no lo ha hecho
ninguna administración anterior o posterior que
haya regido los destinos de la Patria. Como una pequeña
prueba de ello, es necesario reflejar la siguiente
situación: lo que se hizo en el período de gobierno
entre los años de 1.959 y 1.964 representa un hito
histórico, porque se construyeron 6.300 aulas para alojar
a 315.000 alumnos, en contraposición a las 5.600 aulas
para 284.000 estudiantes que fueron construidas entre 1.904 y
1.958. Justo es reconocer también, la asesoría del
Doctor Luis Beltran Prieto Figueroa, adalid de la
educación nacional y latinoamericana, al gobierno de
Betancourt. Sin duda, fue una verdadera revolución
que se hizo con los libros,
resaltando los valores de libertad, democracia, de la
República. Esa Revolución aún está
pendiente y quizás su nuevo líder sea el Doctor
Luis Alberto Machado
, cuyo planteamiento político de
fondo, quizás sea el más importante para la
supervivencia de Venezuela como Estado: "La
Democratización de la Inteligencia
".

La exacta coherencia entre lo que pensaba Rómulo
Betancourt sobre la educación y su fiel seguimiento de la
doctrina bolivariana, y lo que realmente hizo, confirma y
ratifica su posicionamiento
ético en el campo social más vital de la Patria,
lejos de toda hipocresía y de cualquier
politiquería; y lo más importante, demostrando
que en el régimen de las libertades públicas, la
democracia que el construyó, arropó con creces,
tanto en infraestructura física como en
valorización del recurso humano docente, al oscurantismo
educativo que existió en las varias dictaduras que ha
padecido Venezuela en toda su historia
. Me atrevo a decir que
la ética del Presidente Betancourt tiene su máximo
parámetro en la transformación educativa que
logró en la sociedad venezolana. Es un ejemplo que hay que
traer al presente, en especial cuando el actual Ministro de
Educación de la segunda presidencia de Rafael Caldera, ha
declarado y aceptado públicamente que la
"¡educación en Venezuela es un fraude!" Le dejo
a su imaginación, amigo lector, la decisión que
habría tomado el Presidente Betancourt ante una
declaración de esta naturaleza. ¿La gestión
del Presidente Caldera, ha erradicado el fraude educativo o
más bien se ha hecho cómplice del él?

El balance educativo del gobierno de Rómulo Betancourt
debería ser imitado por quien aspire a gobernar a
Venezuela. He allí su máxima lección
ética en la Presidencia de la República.

3) El valor del trabajo:

Son muy numerosos los documentos de gobierno de donde se
pueden desprender, no sólo la valoración del
recurso humano que construye a la república (una construcción no sólo en lo
físico o transformadora del medio
ambiente) sino que el Presidente Betancourt brindó una
lección pedagógica sobre la generación de la
riqueza a través del sincero y desvelador esfuerzo de sus
trabajadores, a quienes les pedía que se olvidaran de la
obtención de la riqueza fácil.

En virtud del contenido pedagógico y formador de sus
palabras pronunciadas con motivo de la celebración del
"Día del Trabajador" el primero de mayo de 1.961
(20), me permito abusar del lector para copiar
textualmente un párrafo
revelador del pensamiento del Presidente Betancourt: "He
insistido mucho, y seguiré insistiendo, con
intención si se quiere pedagógica, en que si algo
necesitamos en este país es olvidar el señuelo de
la riqueza fácil de la politiquería andante, y de
dedicarnos todos, cada uno en la esfera de su actividad, a
trabajar empeñosamente. El hecho de que hayamos recibido
en Venezuela el privilegio no esperado del petróleo, ha determinado un cambio en la
mentalidad de muchos venezolanos. Tendemos a esperarlo todo de la
especulación fácil o de los golpes de azar, de
sacarnos el premio gordo de la lotería o un millón
de bolívares en las carreras de caballos. Si algún
esfuerzo debemos hacer todos los venezolanos es el de crear la
clara conciencia en el
país de que las naciones se hacen fuertes mediante el
trabajo terco, laborioso, de sus hijos". Hermosas palabras
imprescindibles de releer en los tiempos que pasan hoy
día, donde desde 1.964 a 1.998, momento de redactar estas
líneas, los gobiernos habidos a partir de 1.974 al
presente, se han tragado los centenares de miles de millones de
dólares sin hacer verdaderos cambios como los hecho por el
Presidente Betancourt en el campo educativo o de la salud
pública.

Aunque probablemente no resulte tan cortés ni sea
sensato para la memoria del
homenajeado Rómulo Betancourt en estos noventa años
de su nacimiento, estar criticando a los gerentes
públicos, pienso que es pedagógico la
lección que él dio a la luz de los
resultados obtenidos en su gestión. Y desde luego, hubo
muchas cosas que se dejaron de hacer en su gestión, y
quizás otras más que se hicieron mal. Pero
Betancourt no se creía infalible y asumía sus
errores. La corrección de rumbos fue otra de sus
características como gobernante. Admitir
públicamente que se podía equivocar es otro de los
niveles éticos que en este análisis no se
profundiza pero que es bueno señalar
. Lamentablemente,
Rómulo Betancourt, a parte de atender los asuntos
administrativos cotidianos del quehacer de la República,
tuvo que gastar partes de sus energías en mantener el
orden público, pero sus resultados fueron óptimos
si consideramos que se lograron en un clima de
excepción y donde el acoso de las ideologías
comunistas y castristas fueron permanentes. Su espíritu
de lucha lo llevó a conservar su vida, a seguir trabajando
por el país, y en convertirse en ejemplo de trabajo para
su pueblo.

4) El valor de la cultura:

Metodológicamente, sobre este punto pudo reflexionarse
en el numeral "2", arriba comentado, pero lo hago aquí de
manera separada, por considerar que los planteamientos que sobre
la cultura hizo Rómulo Betancourt, son más
universales en este aspecto. Cultura es toda creación
humana, por lo que aunque las apreciaciones sobre la
educación, deberían estar inmersas aquí,
deseo citar, unas breves palabras suyas en el acto de la toma de
posesión de las autoridades rectorales de la Universidad de
Carabobo, en el año de 1.959 (21); dijo el
Presidente: "Alguien dijo una vez que había una
profesión universal: la de hombre.
Añadiría que la de hombre-ciudadano. Nuestro pueblo
lo que necesita, fundamentalmente, es cultura. Cuando se logre
adquirir un alto nivel cultural, si podremos llamarnos pueblo de
avanzada, pueblo pionero, pueblo baquiano de nuestra
América".
En este discurso se hace mención
también a la autonomía universitaria y al apoyo del
gobierno nacional en la construcción de la infraestructura
física de la planta universitaria del país; pero
ello forma parte del balance educativo de su gestión, cuya
lectura sugerí líneas más arriba.

Nunca desaprovechó Betancourt la oportunidad de
achacarle el atraso cultural y el analfabetismo
a los gobiernos dictatoriales. Así lo hace en su discurso
con motivo del acto de inauguración de la Universidad de
Oriente, pronunciado en la noche del día 29.05.1960
(22). La democracia, entre otros factores por lo hecho por
él en su gobierno en el campo educativo, sin ningún
temor, puede vociferar tal afirmación. Sólo que
estamos retrocediendo a niveles peligrosos y muy
rápidamente, poniendo severamente en peligro la calidad de
nuestra educación. Por interpretación de lo dicho
por el Ministro de Educación Cárdenas, de la actual
gestión del Doctor Caldera, ello constituye un serio
revés para la democracia ya cristalizado por su famosa
frase, antes comentada. Si algo bueno se ha hecho en la
educación venezolana en estos últimos diez
años, quedó opacado por los comentarios imprudentes
de este funcionario público.

Quiero asirme de toda la libertad que da la escritura para
invitarlos a todos a celebrar este nuevo aniversario del
natalicio de Don Rómulo Betancourt para profundizar en el
estudio de su política educativa y cultural y
también para decirle a nuestros actuales gobernantes, al
Presidente de la República, a su Ministro de
Educación y a los venezolanos con posición de poder
tanto en el sector público como privado, que desde ya
podemos reactivar la Revolución de la Educación;
allí están los planes de un venezolano reconocido
universalmente, el Doctor Luis Alberto Machado, cuyo
posicionamiento político sobre la educación y la
inteligencia me permito traer a colación por el gran valor
ético que contiene; dice Machado en algún
párrafo de su obra "El Derecho a Ser Inteligente"
(23)
una verdad del tamaño de un templo: "La obra
fundamental del Estado es la educación. Gobernar es
educar. Y no puede haber una tarea más importante para un
gobierno, que procurar que aumente la inteligencia del pueblo.
Hoy gobernar debe ser, pues, enseñar inteligencia. Toda la
acción social debe dirigirse hacia la consecución
de este objetivo prioritario: aumentar substancialmente el
cociente intelectual de los pueblos…La enseñanza de la inteligencia es un asunto
de Estado…"
Creo en los resultados educativos del gobierno
del Presidente Betancourt, ello me ha impresionado
infinitamente
; y también creo que el mejor regalo que
podemos hacerle a su memoria educativa
es rescatar los planes y programas del
Ministerio para el Desarrollo de
la Inteligencia. Ellos han dado luces en todo el mundo para el
progreso cultural de otras sociedades, y
como venezolano, grito y pregunto ante mi Venezuela: ¿por
qué en el extranjero reconocen a nuestros intelectos y
aquí reina la mediocridad más mezquina que impide
el progreso educativo? Piense el lector un momento,
¿qué más hubiese podido hacer Betancourt si
además de un Prieto Figueroa hubiese contado con un Luis
Alberto Machado?

5) El respeto por los Poderes Públicos y por las
Fuerzas Armadas Nacionales:

La convicción democrática de Betancourt queda
sellada sin medias tintas con su actitud de no permitir la
interferencia del Poder
Ejecutivo Nacional en aquellas áreas que no son de su
competencia
y
que les son atribuidas por ley exclusivamente, al Poder
Legislativo o al Poder Judicial.
Durante su mandato esto fue una constante: los miembros del
Gabinete Ejecutivo acudieron al Congreso cuando así les
fue solicitado. El Congreso hizo observaciones a proyectos de ley
presentados por el Ejecutivo Nacional, y en muchos casos fueron
modificados. Ello quedó ratificado en sus palabras para
responder a las Comisiones del Congreso que le participaron la
clausura de las sesiones ordinarias, el día 27.07.1959 en
donde además añadió: "Debo decir como
contrapartida, que el Poder Ejecutivo se siente profundamente
impresionado por la actitud del Poder Legislativo, que en
ningún momento pretendió invadir las esferas de
acción que constitucionalmente son privativas del
Ejecutivo. Es que estamos convencidos todos, de que en un Estado
moderno, la división de poderes no significa
contraposición y pugna de poderes, y de que el Ejecutivo,
Legislativo y Judicial debemos marchar unidos hacia el logro de
la Venezuela que todos deseamos" (24). Este tipo de
actitud se protagonizó durante todo su mandato. Más
allá de un simple elogio protocolar, en ese acto el
Presidente de la República salió en defensa del
Congreso Nacional, ente el cual según decir de Betancourt,
"ha sido objeto de críticas por parte de los inadaptados
al nuevo clima democrático del país, por parte de
impacientes o de personas con insuficiente información". La crítica
fundamental era que tanto el Ejecutivo como el Legislativo eran
"inmovilistas" a lo que el Presidente Betancourt
señaló que "el régimen democrático se
caracteriza por tomar decisiones pensadamente".

Referencia especial merece la ética del Presidente
Betancourt, quien estaba en contra de la parcialización
política de los jueces. Es más, en un mensaje
(25) enviado a varios ciudadanos encarcelados en la
Cárcel Pública de Coro, según sentencia de
un juez del Estado Falcón de tendencia política
"izquierdista" y quien decidió con un marcado perfil
político, se deriva la más absoluta imparcialidad y
deseo de no interferir del Presidente, aún cuando
manifiesta no estar conforme con esa decisión judicial. A
mi criterio, se denotan los siguientes aspectos éticos en
defensa de la institucionalidad democrática, altamente
importantes, a saber: a) respeta la autonomía del
Poder Judicial. Mantiene una posición respetuosa de los
poderes públicos. En esa ocasión escribió:
"Como gobernante respetuoso de los poderes nada puedo hacer
para impedir el cumplimiento de la decisión del
juez
…"; b) conserva su criterio como ciudadano de
criticar severamente a los jueces parcializados, "y quienes no
sentencian como árbitros imparciales, sino como ejecutores
de órdenes de comandos hostiles
al sistema democrático y representativo de gobierno,
porque ellos sólo anhelan para Venezuela un sistema
totalitario, a la rusa o a la cubana"; y c) como
Presidente de la República, pone empeño en el
perfeccionamiento del sistema democrático, y manifiesta su
"acuerdo con el Ministro de Justicia en la necesidad de ir
eliminando del ejercicio de la judicatura a quienes no puedan
aplicar unas leyes en las cuales no creen". Sobre los motivos de
la acción judicial en contra de estos ciudadanos, no
haré mayores comentarios, por lo que invito al lector a
leer el mensaje telegráfico referido. Sólo
agregaré, que el auto de detención lo dictó
el juez por un delito por
él calificado de difamación.

El Presidente Betancourt, exaltando al Poder Judicial en sus
palabras pronunciadas en el acto de condecoración a sus
miembros, dijo en Miraflores el día 17 de septiembre de
1.962 , ratificando la autonomía de los jueces: "…los
hombres que integramos el Poder Ejecutivo no tenemos
ningún inconveniente en que se sancione a quien incumpla
con las normas de ética que deben regir en toda la
administración pública, así
el Consejo Judicial tiene que agilizar los trámites para
que los jueces de dudosa ética no continúen
deshonrando la judicatura" (26). El problema de la
falta de ética de los jueces no es nuevo en el
país. El Libertador Simón Bolívar ya
había avizorado con suficiente tino el problema de la
corrupción administrativa en su
época.
Dos Decretos por él dictados, dan fe de
la gravedad de la situación y de lo severo e implacable
que era con las penas señaladas en tales normas. En ambos,
el primero, de fecha 11 de septiembre de 1.813 dictado en
Puerto Cabello
(27); y el segundo, de fecha 12 de enero de 1.824 suscrito
en el Palacio Dictatorial de Lima, en Perú (28),
señala que los jueces a quienes les correspondiere aplicar
la pena capital contra
los funcionarios públicos que tomaran para sí
fondos públicos y dejaren de aplicarla, sufrirían
la misma pena.

Aunque Venezuela se ubica en la corriente criminológica
mundial de países abolicionistas de la pena de muerte
como forma de castigar ciertos delitos y no
podría ya aplicarse este tipo de penas superadas
acertadamente históricamente sin contravenir nuestra
Constitución Nacional, es conveniente que los jueces
"caminantes de caminos sinuosos" divorciados de la línea
recta de la justicia, sean sancionados para evitar que la
impunidad como
concepto, sea una constante en la vida republicana y un mal
ejemplo para los ciudadanos. Entiendo que ese era el mensaje del
Presidente Betancourt en su mandato. Él, durante ese mismo
acto de condecoración a los miembros del Poder Judicial,
también coincidió históricamente con el
Libertador sobre la forma de proceder los jueces en el dictado de
sanciones contra el delito de peculado: "Los jueces en Venezuela
tienen que adaptarse a realidades nuevas. En Venezuela antes no
era un delito robar los dineros públicos y eso ha
determinado tal vez cierta lenidad en los jueces cuando se trata
de juzgar a reos de peculado. Parece que es más merecedor
de sanción el reo del delito de abigeato que se roba unas
cuantas reses en el Llano que quien desfalca dineros
públicos. Dentro de la nueva moral administrativa, que es
por otra parte la moral administrativa en todas las sociedades
democráticas bien organizadas, no hay delito más
vituperable, ni merecedor de mayor sanción, que el delito
de peculado…" Más adelante volveré sobre el tema,
aunque desde otra arista distinta a la responsabilidad de los
jueces que aquí trato.

En un sistema democrático, "la justicia es la reina
de las virtudes republicanas"
así nos lo enseña
Bolívar y la historia de aquellos países donde el
Poder Judicial ha dado grandes lecciones éticas con sus
decisiones. Un Poder Judicial que tome decisiones por
convicciones, haciendo respetar la moralidad
pública implícita en el espíritu de las
leyes y con ánimos de perfeccionar el ordenamiento
jurídico de la República a través de sus
interpretaciones dadas en sus diarias decisiones para resolver
los conflictos por
él conocido, ¡eso es lo que requiere Venezuela
con urgencia!
Pero, quiero dejar de nuevo una
reflexión crítica: ¿basta con el respeto que
pueda tener el Presidente de la República para con el
Poder Judicial, cuando el procedimiento de
selección de los magistrados de la Corte
Suprema de Justicia, por ejemplo, permite su interferencia
mediante la representación política del partido de
gobierno, o en todo caso, de los acuerdos que el propio Poder
Legislativo por su cuenta haga al momento de efectuar la
selección? Tenemos instaurada la hipocresía de la
política en los poderes públicos que continuamente
viola la virginidad y la pureza que requiere la "Reina de los
poderes", la Justicia, para que sea imparcial y sea capaz de
tomar decisiones por propia convicción y no atendiendo a
las consideraciones propias de las presiones políticas que
en un momento de la vida pública puedan existir en la
sociedad.

Por supuesto, el Presidente de la República, de manera
expresa puede contribuir con la transformación positiva
del Poder Judicial, adoptando posturas éticas como las
tenidas por el Presidente Betancourt en su época. En su
presidencia existieron circunstancias complejas que
también aquejaban al sector judicial, pero no son ni
siquiera similares a las de hoy día, donde el manto de las
sombras se ha adueñado del Poder Judicial en una buena
parte. Crisis
presupuestaria porque no se considera importante el sector
justicia, pero también crisis de hombres, porque no se ha
apostado a la formación de una sana, noble y verdadera
generación de jueces honorables, fuertes en sus
conocimientos jurídicos, más altos aún en lo
ético y moral. La lección de Betancourt
quedará como respeto del Poder Judicial.

6) Confianza en el futuro de la República y
exaltación del recurso humano venezolano:

Rómulo Betancourt siempre dio el estímulo
necesario y oportuno a sus conciudadanos para vivir y mantener el
régimen democrático. Luchó y venció a
sus opositores respetando y con aires de clemencia para sus
opositores, aún para aquellos que fueron los más
reaccionarios, siguiendo la doctrina bolivariana que lo
orientó y guió en el respeto de la vida humana.
Repugnó los métodos de
violencia para
mantener el orden público
. Ahora bien, también
señalaba, como lo hizo en su época Bolívar,
que el delito político no podía quedar impune y
abrigaba confianza en los tribunales juzgadores, marcando
así una diferencia con la política de fusilamiento
del régimen cubano. Ver mensaje a la nación con
motivo de la llegada del Año Nuevo, el primero de enero de
1.961 (29).

Como parte de ese estímulo, creo que debe tenerse en
cuenta el discurso dado por Betancourt, finalizando ese mismo mes
de enero de 1.961, cuando acude el día 31 al acto de
clausura de la Convención de Industriales de Caracas.
Estimo que en él se presenta un estímulo tendente a
la elevación de la autoestima del
venezolano, cuestión ésta que está asociada
a los procesos de
corrupción, a juicio del criminólogo
Juan Manuel Mayorca. La valoración del recurso humano
venezolano, quedó plasmada con las siguientes palabras:
"…el Presidente y los Ministros del Despacho ejecutivo, hemos
pugnado tercamente porque se cumpla el Decreto Compre Venezolano"
Y se asume que era una manera de estimular también a los
industriales para producir en el país y minimizar las
importaciones,
"porque tenemos lógico interés
nacionalista de que Venezuela consuma lo que produzca".
Allí ratifico desde luego, el deseo del gobierno de
promover la industrialización de Venezuela.

Esa confianza en su pueblo, en sus ciudadanos, siempre la
exaltó Betancourt. Lo hizo a cada momento. Vemos
así como valora nuevamente la riqueza humana venezolana al
referirse a los logros del país en la erradicación
de la endemia malárica que tantas víctimas
cobró, en el acto de inauguración del Segundo
Congreso Venezolano de Salud Pública en el
año de 1.961. Venezuela presentaba antes de esa fecha
(1.945), un millón de infectados por año; dijo el
Presidente: "…La cruzada fue iniciada con fervor misionero por
quien es hoy titular del Ministerio de Sanidad y Asistencia
Social, Dr. Arnoldo Gabaldón, y en 1.961 podemos
señalar con orgullo, cómo después de Estados
Unidos y de la Unión Soviética, Venezuela es el
tercer país del mundo donde proporcionalmente a su
población hay un mayor número de habitantes
protegidos contra el flagelo palúdico" (30). Su
creencia en lo que hacía le permitió a Betancourt
en el área de la salud, destinar el 9% del monto total del
presupuesto
nacional.

Otro acto donde Betancourt resalta el valor del gentilicio
venezolano, fue el realizado con motivo de la inauguración
del Hospital Luis Razetti de Barcelona, en el Estado
Anzoátegui. Hubo una especial preocupación por su
gobierno en cuanto a la salud del pueblo. Existió una
política sanitarista muy bien definida que apuntaba
también hacia los aspectos preventivos. La
valorización del recurso humano venezolano se daba, en la
política sanitaria del ejecutivo, tanto en sus medios como en
sus fines. En esa ocasión, Betancourt
señaló: "La democracia es un régimen de
honradez administrativa, en que los dineros públicos de
los contribuyentes se reinvierten en beneficio de la comunidad y
no sirven para enriquecer a los gobernantes" (31), esa fue
su máxima de respeto al ciudadano.

¿Qué nos ha pasado como pueblo en estos
años, donde las endemias han resucitado contra nuestra
población? ¿Falta de gerencia, de voluntad de
trabajo, de planes y programas especiales o de amor a la
Patria?
Posiblemente la respuesta esté dada por una
concurrencia de todos estos factores, que nos impide contar con
una visión de país que sea compartida por todos los
ciudadanos. Allí está el gran reto de los
líderes democráticos que deseen reanimar a la
República: hacer despertar un fervor nacional, en base a
una idea del país que realmente nos conmueva de tal
manera, que todos trabajemos unidos por el mejor presente y
futuro del país
. Como joven, mi principal
reflexión en el momento de conmemorar los 90 años
de Rómulo Betancourt es que los rostros de los actores
políticos que desde hace décadas conocemos los
venezolanos siguen siendo los mismos. Y ellos han demostrado su
incapacidad en darle la mayor felicidad al pueblo de Venezuela,
por lo que resultaría ético que se convencieran de
que su retiro es una cuestión de ética, a tenor de
lo que hemos venido diciendo hasta el momento. En ello,
Betancourt también mostró un gran acierto, cuando
como Ex-Presidente de la República se dedicó a la
escritura, al oficio del periodismo y
con ello, a dar su ejemplo de que los ex-mandatarios no
debían interferir en los asuntos de gobierno, para romper
así con esa negativa tradición histórica en
Venezuela, culminado en su máxima expresión, en su
rechazo a la reelección presidencial.

Esta actitud representaba en el fondo, su convencimiento y su
fe tanto en el sistema democrático como en la
generación de relevo político más que
necesaria, conveniente en el país. Significa ello, una
valorización más, una contribución
invalorable a la autoestima del venezolano, pisoteada por los
resultados históricos donde el relevo generacional ha sido
vulnerado por la repetición en la Presidencia de la
República de dos Ex-Presidentes. Sólo el ansia de
poder y la soberbia humana, pueden justificar tales hechos. Calzo
aquí, esa frase populachera dicha por el Ex-Presidente de
la República, Luis Herrera Campins y que en una
oportunidad lejana le escuché: "Líbrame Dios de
ser lo que ya he sido".

CAPÍTULO II:

Algunas notas y
comentarios sobre la honestidad y honradez de Rómulo
Betancourt

Ya en la introducción de este ensayo hice algunas
referencias sobre el contenido de los conceptos de "honestidad" y
"honradez" según la visión del criminólogo
Juan Manuel Mayorca. Tales conceptos a la luz de muchos,
representan y significan lo mismo y son tomados como
sinónimos, pero la diferencia es determinante en este
trabajo. A la concepción del Doctor Mayorca, es necesario
recordar lo que escribe el Diccionario de
la Lengua
"Argos": "Honestidad: decencia y moderación en la
persona,
acciones y palabras. Recato, pudor. Urbanidad, decoro, modestia".
"Honradez: calidad de probo. Proceder recto, propio del hombre
probo".
Y estas nociones estuvieron siempre sumamente
presentes en Betancourt cuando le correspondió ejercer las
funciones públicas en las distintas épocas de su
vida.

Para este trabajo, analicé muchos documentos de su
gobierno, los cuales por razones de tiempo y de
espacio, no puedo referirlos aquí en su totalidad; muchos
de ellos son referidos en obras de otros autores y del mismo
Betancourt. Pero lo importante no es sólo decirle al
lector cual es la posición del personaje estudiado, sino
además, extraer las conductas ejemplares e interpretarlas
a la luz del presente. Y cuando me refiero al presente, lo hago
no sólo en el ámbito de la
administración pública sino de lo que podemos
cada uno hacer en nuestro ámbito más íntimo,
nuestras familias y amistades para poner en práctica
conductas enaltecedoras de los conceptos antes
señalados.

Betancourt siguió con celo una línea
administrativa pulcra orientada por el pensamiento bolivariano.
Contó con Ministros dentro de su gabinete ejecutivo de
envidiables valores éticos y morales. Ni la mala jugada
que el destino le hizo a causa del atentado contra su vida que le
quemó sus manos y parte del rostro, levanta en lo
más mínimo, sospecha sobre su honestidad y honradez
en las funciones de gobierno
.

Como Presidente de la República, Betancourt
luchó contra el tráfico de influencias; impuso el
criterio de la austeridad en la inversión pública
en contraposición a las opulencias de la dictadura;
solicitó investigaciones
ante la Fiscalía General de la República por
noticias de
prensa por él leídas; en síntesis,
mantuvo un apego total durante su vida pública y privada a
estas nociones.

El discurso de Rómulo Betancourt en cuanto a su lucha
contra la corrupción administrativa no se limitó
simplemente a las palabras. Lo complementó con acciones y
de allí su coherencia. Ya en el anterior capítulo
he hecho algunas referencias a hechos y situaciones que tienen
relación sobre el tema que corresponde a este segundo
capítulo. No las citaré nuevamente, a menos que
sean necesarias. Gobernantes, Ministros y otras categorías
de funcionarios públicos posteriores a Betancourt, han
tenido que recorrer las amarguras de los procesos penales que han
puesto en tela de juicio la honestidad y honradez de sus
personas. Otros en cambio, sin llegar a estos extremos, hacen
alardes de su honradez administrativa pero han cometido omisiones
tan importantes que comprometen severamente su honestidad.

Pero no pretendo aprovechar estas líneas para hacer
críticas a los gerentes públicos del presente. De
ellos, la historia y quizás la justicia ordinaria, se
encargarán de juzgarlos. Pasemos pues, a las anotaciones y
comentarios que exaltan los valores de honestidad y de honradez
en Don Rómulo Betancourt.

1) Moralidad administrativa:

En los mensajes presidenciales, siempre Betancourt mantuvo un
apartado especial para referirse a los resultados concretos en su
lucha contra la corrupción administrativa. Algunos
extractos que haré en cada uno de los mensajes disponibles
para este estudio, permitirán poner de manifiesto su
posición ante este importante tema:

Segundo Mensaje Presidencial (32): "…La honradez
administrativa no le cede en rango a ninguna de las cualidades
requeridas por el empleado público
. Si bien en la
plana mayor del Gobierno no se hace alarde de ella por
considerarla atributo inherente a la
personalidad y al concepto social de nuestro equipo, es
preciso reconocer que no se ha logrado extirpar radicalmente en
ciertos escalones medios y bajos de la Administración Pública los vicios
del peculado, la malversación y el tráfico de
influencias. Con la colaboración de la mayoría sana
de la administración y de la colectividad se
redoblarán los esfuerzos para dejar atrás, como mal
recuerdo del pasado, esas taras administrativas…" Nótese
aquí el valor que le da al concepto de "honradez" como
atributo requerido por el funcionario público.
Curiosamente, también hace además una
tipología de "vicios administrativos" y confiesa las
dificultades de su erradicación. Algo interesante de
señalar, es el hecho de que el Presidente Betancourt
estaba muy seguro en cuanto
a que el atributo de la honradez lo tenían todos y cada
uno de los funcionarios del "alto gobierno", porque es muy
específico al ubicar los "vicios administrativos" en los
niveles medios y bajos de la administración
pública. Pide la colaboración de los funcionarios
"sanos" y de la colectividad en general.

Tercer Mensaje Presidencial (33): "Los personeros
más responsables de la gestión pública en
este Gobierno utilizan agua y
jabón en el manejo de los dineros fiscales. Es
aséptico su modo de comportarse en lo que a la moralidad
administrativa se refiere
. Nadie, a no ser un mentiroso
profesional, podría decir que en Miraflores, en los
despachos de los Ministros y en las gerencias o presidencias de
los Institutos Autónomos, se practica el tráfico de
influencias, el otorgamiento de contratos con
porcentaje de participación para quienes lo otorgan, la
confusión dolosa del peculio privado con los dineros del
común…" "…Se procede por propia honradez y por el
afán pedagógico de gobernar educando…" "…Una
vez más ante el país, a través de su
representación parlamentaria, ratifico el compromiso ya
hecho de que en un Gobierno por mí presidido la
inmoralidad administrativa será combatida en una guerra sin
cuartel
". Betancourt reitera la honradez administrativa en el
alto gobierno, y señala como parte de las
tipologías delictivas a combatir, la de las comisiones por
el otorgamiento de los contratos. En este mismo mensaje, aunque
no lo reflejo en el párrafo transcrito, el Presidente
vuelve a señalar la dificultad de exterminar con estos
males y pide una vez más, a la ciudadanía que denuncie con nombre y
apellidos a quienes estén incursos en estos delitos contra
la cosa pública. Culmina la parte de este tópico,
destacando su férreo ánimo de combatir la
"inmoralidad administrativa" sin tregua, dándole
perseverancia a su actitud, la cual mantendría hasta que
entregó la Presidencia a su sucesor.

Cuarto Mensaje Presidencial (34): ya aquí se
presentan cifras concretas sobre "la acción del
régimen democrático contra la inmoralidad
administrativa". Veamos el siguiente cuadro:

Monografias.com

En una parte de este mensaje, dice el Presidente: "La
campaña contra los remanentes de corrupción
administrativa que aún existen en determinados lugares,
especialmente en los cuadros medios de la administración
pública, habrá de seguir con un rigor que
ojalá tenga correspondencia adecuada en los
tribunales…Estoy convencido de que este objetivo no le cede en
importancia a ningún otro de la gestión
pública y el pueblo venezolano opina como yo en este
sentido. Y estoy resuelto a que la historia diga que mi
gobierno fue de manos limpias y alérgico al
peculado…"
Se ve en Betancourt una firme y obsesionada
disposición de pulcritud administrativa que lo diferencie
del vergonzoso pasado administrativo de lo público,
especialmente de las dictaduras. En esta oportunidad,
sitúa al fenómeno de la corrupción en los
cuadros medios del gobierno. Sin duda alguna, puede concluirse el
análisis, diciendo que los resultados presentados son
contundentes y que se distribuyen dentro de la tipología
de las irregularidades administrativas más comunes
detectadas: déficit; substracción de fondos;
avalúos imaginarios; cobro indebido de viáticos,
etcétera.

Quinto Mensaje Presidencial (35): el Presidente se
remite aquí a lo dicho en el pasado mensaje. Ahora bien,
acentuando su liderazgo de
lucha contra la corrupción administrativa insiste: "Si
algún empeño he tenido en mi vida pública es
el de demostrar con mi propio ejemplo y con la intransigente
manera con que vigilo la administración pública,
que en Venezuela debe establecerse la norma de que ningún
funcionario público se enriquezca ilícitamente a
costa del fisco y del patrimonio nacional".
Igualmente,
expone sobre la manera de combatir "estos residuos de vicios",
precisamente, denunciando seriamente; anima a "publicar con todos
los detalles posibles las gestiones dolosas de quienes no sean
leales a la ética y la pulcritud como funcionarios del
Estado, o enviarme a mí todos los datos y recaudos
de que dispongan, con la seguridad de que
no se quedarán archivados en Miraflores sino que
inmediatamente serán enviados a la Contraloría
General de la República". A diferencia de los anteriores
discursos, la
conducta de Betancourt se demuestra aún más
proactiva, cuando se coloca personalmente a la disposición
del ciudadano para emprender las acusaciones que fueren
necesarias. ¡Qué manera de un gobernante de dar el
ejemplo! Ya veremos más adelante, como el Presidente
actúa como denunciante ante la Fiscalía General de
la República, demostrando una vez más su coherencia
precisa entre lo que pensaba, decía y actuaba. Esa es la
mejor política preventiva que un gobierno puede imponer
contra la corrupción. Que su máximo líder
sea quien esté al frente del campo de batalla.

No puedo concluir la referencia a este mensaje sin mostrar al
lector las cifras arrojadas por la actividad de la
Contraloría General de la República sobre la
fiscalización de la actividad administrativa. Conviene
decir que las mismas obedecen a los cuatro años de
gobierno y no a un año en particular; ello, para evitar
confusiones innecesarias. Encontramos entonces:

Monografias.com

De estas cifras, dice el Presidente que 148 expedientes se
iniciaron a solicitud de los Ministros del despacho y de los
directores de institutos autónomos, es decir, el 43,27%
del total de los casos. Para ese entonces, el 25,14% derivaron en
causas judiciales; en cifras redondas, una cuarta parte del total
de los casos. De todas formas, este último porcentaje
seguramente pudo haber aumentado, puesto que los expedientes
pasados al Cuerpo Técnico de Policía Judicial, y
que representan el 16,66%, debieron tener algún final.

Sexto Mensaje Presidencial (36): al igual que en todos
los anteriores mensajes, el Presidente resalta su empreño
y decisión de combatir la inmoralidad administrativa.
Nunca se cansó de decirlo ni de actuar en consecuencia.
Siguiendo al Libertador Simón Bolívar, a él
siempre le importó muchísmo y valoró el tema
de la moralidad pública. En esta ocasión, vuelve a
insistir en las "malas herencias" de la dictadura derrocada el 23
de enero de 1.958 y que recibió el gobierno
constitucional. También sabía que su labor
profiláctica en el manejo de lo público,
debía continuar; comentó entonces: "Decir que en
estos años se ha logrado erradicar de Venezuela el
peculado y los subproductos que le acompañan y
complementan, sería una falsedad. Perviven los malolientes
signos de la
más indecente forma de robar, que es la apropiación
indebida de dineros públicos. Pero mucho trecho se ha
recorrido en la vía de la recuperación de la
ética administrativa".

En este momento del ensayo es oportuno señalar lo
escrito por el criminólogo, Dr. Juan Manuel
Mayorca
, quien en su obra antes citada, escribió sobre
Betancourt lo siguiente (37): "Una de las mejores
maneras de conocer a un gobierno corrupto, es por su
fariseísmo. De allí la tendencia a no ver sus
tumores propios y a esgrimir frases como: "males del pasado" o
"lacras de la administración anterior". Con Betancourt el
estilo fue otro: "Durante el período constitucional, la
Contraloría abrió y sustanció 422
expedientes de averiguaciones sobre irregularidades
administrativas, resultando implicados en dichas averiguaciones
1.477 funcionarios. De los expedientes substanciados, 154 lo han
sido a petición de los Ministros del despacho ejecutivo;
35 a petición de los institutos autónomos; 31 por
denuncias de particulares y 202 de oficio por la
Contraloría General de la República".
"Y no fue
una cuestión de oratoria
transitoria. Por eso se conduele, ya en 1.978, de la
pérdida progresiva de moral que ha sufrido la democracia y
propone su famoso Tribunal de Honor, el cual,
lamentablemente, nunca llegó a constituirse"(38).
La crítica criminológica del Doctor Mayorca
reconoce la actitud de Rómulo Betancourt en su pensamiento
y acción en la lucha contra la corrupción
administrativa.

2) Algunos ejemplos de la honestidad y honradez de
Rómulo Betancourt en el ejercicio de la Presidencia de la
República:

2.1) "Contra el tráfico de influencias y la
inmoralidad administrativa" (39):
mediante telegrama enviado
por el Presidente Betancourt desde Valencia le informa al
Presidente y a los demás miembros de la Comisión
Investigadora de Enriquecimiento Ilícito, que se ha
percatado por la lectura de la prensa, que dicha Comisión
"ha logrado precisar que una firma denominada Distribuidora Vemex
ha venido haciendo ventas a
algunos Despachos oficiales y obteniendo por ellas comisiones no
justificadas…Los insto a llevar estas investigaciones hasta
sus últimas consecuencias sin tomar en cuenta
consideraciones ni restricciones de ninguna clase
. Tengo
confianza en la honradez administrativa de los titulares de los
Despachos ejecutivos y estoy seguro de que si han habido manejos
ilícitos es sin su consentimiento".

En este mismo telegrama asegura el Presidente que a su llegada
a Caracas, designará "una comisión especial para
que haga por su propia cuenta una investigación a fondo de
los hechos por ustedes públicamente denunciados" y promete
elevar la denuncia ante la Fiscalía General de la
República. Asimismo, enrostra a la dictadura tales
perversidades públicas.

Nunca hubo pérdida de tiempo para así
actuar
. En estos tiempos, la actitud del Ejecutivo habida
bajo el mando de Betancourt, parece haber sido traspasado al
Poder Legislativo a través de sus distintas comisiones. Es
positivo que su función
contralora aumente en eficiencia y
eficacia, pero
lo que no es conveniente para la democracia, es que el Poder
Ejecutivo no asuma en iguales proporciones una conducta similar.
La actitud que puede desempeñar el Presidente de la
República personalmente, contra la corrupción
administrativa, es vital, insustituible e indelegable,
máxime si pensamos un momento en la excesiva
concentración de poder que constitucionalmente está
en sus manos
. Ese poder debe usarse contra los vicios
administrativos tal y como lo hizo Betancourt, si es que
realmente se comulga con la pulcritud en el manejo de los asuntos
públicos.

2.2) "Austero criterio administrativo"(40): esta carta
me ha impresionado notablemente. Me permitió observar
cómo el Presidente Betancourt, deslindando
perfectamente los compromisos de la amistad y de las
responsabilidades y conductas públicas que tiene que tener
un funcionario dentro de la coherente línea de un gobierno
que luchaba a muerte contra
los males administrativos
, le manifiesta a un viejo amigo
"que ha sido para mí particularmente dolorosa la
decisión que tomé de instruir al Ministro de Obras
Públicas sobre la inconveniencia de tu continuación
en la presidencia del Instituto Nacional de Obras Sanitarias. De
ti tengo el más alto concepto como profesional capaz y
ciudadano probo. Sé que haz puesto lo mejor de tus
desvelos y de tu esfuerzo al servicio
público…Tengo la convicción de que ningún
beneficio irregular has derivado de esa gestión en puestos
de confianza del Presidente de la República…Pero
surgió la infortunada circunstancia del aumento de sueldos
a algunos empleados del I.N.O.S.; cualesquiera que fueran las
razones que pudieran haberse invocado como justificativas de la
medida, precisamente al día siguiente de haberme
comprometido yo solemnemente con el Congreso y con el país
al reajuste de los emolumentos de los funcionarios del Estado, no
me quedaba opción. Estoy dispuesto a que el reajuste
fiscal se realice, porque el país lo necesita. Te reitero
la seguridad de mi estimación y amistad muy sinceras."

¡Que mensaje y convicción de ideas y de
acción tan contundente!
De esta misiva pueden
extraerse todos los elementos de los conceptos de honestidad y
honradez que antes señalé. Los aplicó
perfectamente y sin tapujos durante su gobierno. Pero
permítame el lector detenerme en algunos aspectos: se
observa tanto al inicio como en la despedida de la carta, el
valor sincero que le da a la amistad; ratifica en su amigo sus
atributos de civismo y probidad. Betancourt no los pone en duda
en la cualidad de su amigo; pero luego valoriza también la
coherencia derivada de sus compromisos ante la nación y
justifica la remoción del funcionario. Y es que no
destituir a este funcionario hubiese puesto en duda su
credibilidad, su liderazgo y sobre todo, la concordancia
esgrimida públicamente por el Presidente de la
República entre su discurso y la acción de su
gobierno.

Después de muchos años, la incoherencia en las
ideas y acciones de los funcionarios públicos se ha vuelto
una norma dentro del Poder Ejecutivo Nacional. Pero,
¿por qué ello ha ocurrido? Será por la
inversión en la escala de valores del país.
¿Es que acaso ya no importan las nociones de ética,
honestidad, honradez, amor a la Patria? ¡Busquemos la
respuesta, porque en ella seguro están muchas de las
rectificaciones que necesita la República en su gerencia
pública
.

2.3) "Pulcritud administrativa"(41): a
continuación, señalo otra demostración
contundente de Betancourt, que no viene más que a reforzar
lo que tantas veces he señalado en el transcurso de estas
líneas, una matriz de
conducta intachable cónsona con sus convicciones. Alguna
referencia de este caso hice en la introducción de este
ensayo. En esta oportunidad, refiero la denuncia que
personalmente dirige al señor Fiscal General de la
República el 14 de abril de 1.962 para que ordene abrir
una averiguación sobre los hechos que fueron denunciados
por un ciudadano y que fueron publicadas por el Diario El Mundo,
del 09 de abril de ese mismo año.

Aunque la misiva en cuestión es breve, sólo
citaré su párrafo central: "Como quiera que en mi
carácter de Presidente de la República soy el
encargado de administrar la hacienda pública nacional, me
dirijo a usted para que ordene abrir una averiguación
sobre los hechos a que se refiere la declaración del
Señor Berrisbeitia; que se pida a éste los nombres
de sus informantes y de los autores de los comentarios que
recoge; que se interrogue a dichas personas; y que se practiquen
todas las diligencias conducentes para determinar el destino que
se le dio al empréstito a que dichas informaciones se
refieren. Y si de la averiguación practicada resultare que
son falsas las imputaciones que se hicieren al Gobierno nacional,
pido a usted se sirva proceder al enjuiciamiento de quienes
resultaren responsables".

De esta carta se pueden hacer muchas interpretaciones,
sólo haré tres: a) Betancourt sabe
exactamente cuáles son sus responsabilidades como
máximo encargado de administrar la hacienda pública
nacional. Por tener siempre en cuenta su responsabilidad
constitucional, tuvo empeño desvelado en respetarla y
abrazarla con su espíritu democrático; b) al
solicitar él una averiguación sobre los hechos
denunciados por éste ciudadano, enseña que la
denuncia no debe hacerse alegre y sin fundamentos, porque ello
generaría más corrupción y
frustración en la población al ver que no se llegan
a resultados concretos sobre las mismas.

Su posición, es un freno evidente a la infundada
denuncia; y c) en concordancia con lo dicho anteriormente,
pide sanciones contra el falso denunciante si se comprobase
realmente que denunció irresponsablemente. Pues, el caso
siguió su curso normal, y el Fiscal General de la
República le responde al Presidente de la República
en fecha del 28 de enero de 1.963 diciéndole: "…El
Juzgado tercero de Primera Instancia en lo Penal de esta
Circunscripción Judicial, dictó decisión el
día 12 de septiembre de 1.962, confirmando la del Juzgado
Primero de Instrucción de fecha 13 de junio del mismo
año, en la cual se establece que se declara terminada la
averiguación sumaria por resultar falsa la
imputación de la pérdida o malversación de
un empréstito hecho al gobierno nacional…Asimismo, la
Fiscalía general de la República se permite
observar que el ciudadano José Mauricio Berrisbeitia,
alcanza una edad de setenta y tres años, por lo cual, dada
esta circunstancia, consulto a usted en su carácter de
denunciante, si sería oportuno someterlo a juicio, o si
por el contrario, desiste de la acción penal
instaurarse…" (42).

El Presidente Betancourt, le responde al Fiscal General de la
República en fecha del día 05 de febrero de 1.963
de esta manera: "…Las decisiones de los tribunales son
concluyentes y definitivas. Lo declarado en el vespertino El
Mundo por el ciudadano objeto de la
investigación es absolutamente falso. Se ha comprobado
en este caso, y podrá comprobarse en lo sucesivo, que la
apelación a la Fiscalía del Ministerio
Público, y de éste a los tribunales ordinarios, es
una vía eficaz para comprobar la veracidad o inexactitud
de acusaciones e imputaciones hechas a la administración
pública en relación con la forma como se manejan
los bienes de la
nación. Desisto de la acción penal contra el
señor Berrisbeitia, no sólo por la circunstancia
por usted apuntada de su edad, sino que el ánimo de
esclarecer imputaciones falsas y no de enjuiciar y encarcelar a
dicho ciudadano, fue lo que me guió para solicitar de esa
Fiscalía la apertura de una investigación
, que
ha culminado con el oficio y los anexos de usted recibido…"
(43).

También de esta respuesta saltan inmediatamente
aspectos interesantes. Por un lado, confirma su confianza en el
trabajo eficaz de las instituciones del Estado; cumplió el
Ministerio Público y lo propio hizo la justicia por
órgano de un tribunal penal. Destaca indirectamente el
concepto de la democracia, y lo puso a prueba de modo honesto,
actuando como denunciante, cualidad ésta que
confirma el Fiscal en su respuesta.

Pero por otra parte, Betancourt presenta aquí una
conducta de clemencia al desistir de la acusación penal
contra el falso denunciante, porque sabía que el objetivo
de su denuncia ya había sido alcanzado, "esclarecer las
imputaciones falsas". Fue honesto consigo mismo al divorciarse de
los ánimos de venganza o revancha que justificadamente
bien podía tener contra quien exponía a su gobierno
al escarnio público. La persecución no era
propia de su naturaleza, he allí un valor de su
honestidad; existió en él una coherencia entre sus
acciones y sus sentimientos como ser humano.

Con esta narración también se pone de manifiesto
el hecho de que el Presidente de la República estaba
pendiente hasta de lo más mínimo en relación
a la vigilancia de marcha de la administración
pública. Su compromiso moral iba más allá de
lo racional.

2.4) Eliminando las Partidas Secretas: cuando se
estudian estos temas en la vida de Betancourt, es imposible
apuntar hacia las conductas que tuvo en otras tiempos de su vida.
Si bien básicamente este ensayo refleja su posición
cuando fue Presidente Constitucional libremente elegido por el
pueblo, hay que complementar su visión, y para ello, vale
la pena remitirse al primer mensaje que dio al país por
radio, desde
el Palacio de Miraflores, en nombre de la Junta Revolucionaria
de Gobierno
, el día 30 de octubre de 1.945, cito
textualmente: "Por Decreto que publica esta misma noche la
Gaceta Oficial han sido eliminados el Capítulo VII y la
partida 909 del Capítulo XX del Presupuesto de Relaciones
Interiores, desaguaderos ocultos por donde corrían hacia
el patrimonio particular de los amigos y usufructuarais del
régimen, muchos millones de bolívares. Yendo
aún más lejos en esta pedagógica tarea de
demostrar cómo se puede gobernar sin prevaricar; y como se
puede administrar el erario colectivo sin confundirlo con el
peculio privado, la Junta Revolucionaria de Gobierno
impondrá a todos los funcionarios públicos de
determinadas categorías, comenzando por los Ministros y
por los miembros de la propia Junta, la obligación de
hacer, en plazo perentorio, una declaración jurada de sus
bienes ante un Juez y de realizar acto semejante al resignar sus
funciones"(44).

Con esta cita comienza el capítulo 14, titulado
"Teoría
y Paráis de la Honestidad", del libro "La
lección ética de Rómulo Betancourt", cuyo
autor es el Doctor Eduardo Morales Gil". En uno de sus
párrafos, señala el Doctor Morales Gil: "Entonces,
como ahora, a la "partida secreta" se le asignaba uso
polivalente. Una de las modalidades era el financiamiento
a las organizaciones y
activistas políticos afectos al régimen de
turno.

Otro uso era la donación a particulares, por cuya
vía se trasegaban cuantiosos recursos al
patrimonio privado de influyentes funcionarios públicos y
sus validos". Siguiendo la lectura de este extraordinario libro,
Morales Gil hace su proyección histórica sobre el
uso de las partidas secretas: "La Historia suele reservar
dolorosas ironías a las naciones y sus instituciones. Una
circunstancia dramática sufren en la actualidad Venezuela
y Acción Democrática, el partido creado por
Rómulo Betancourt, una institución política
enraizada en las entrañas de nuestro pueblo, cuya
trayectoria vital tiene profunda significación en el
devenir venezolano de la presente canturria. Esa organización irrumpió en la sociedad
venezolana desplegando las banderas de la moralidad
administrativa y política…Pero esas banderas
moralizadoras aparecen hoy agujereadas y desteñidas cuando
dos Ex-Presidentes de la República, militantes del partido
fundado por el arquitecto fundamental del sistema
político venezolano vigente, son enjuiciados
precisamente por presunta utilización indebida de la
"partida para gastos secretos""(45).

Con los párrafos precedentes espero haber colocado mi
esfuerzo al lado de la memoria de un líder indiscutible en
la historia política del país en el presente siglo.
Apenas son barnizadas que ojalá sirvan de guía a
quienes dirigen y pretendan dirigir el poder político del
país.

Pueden hacerse críticas y oposiciones al personaje en
muchas otras conductas de su vida, pero si algo creo que
está claro para los historiadores es la ética, la
honestidad y la honradez con que Rómulo Betancourt
manejó los asuntos públicos. Y como ello representa
un buen ejemplo para el pueblo, tiene y debe ser destacado por
todas las instituciones que estudian las políticas y
forman a los gerentes públicos de Venezuela. Por supuesto
que este ensayo representa apenas una visión general
bastante limitada en lo temporal, en razón de las
exigencias y del compromiso asumido para con los organizadores
del Foro:
"Rómulo Betancourt: Una Nueva Visión", acto central
de la celebración de su cumpleaños número
noventa. Si estas ideas dan pie a otras de mejores
confección que puedan comprender otros aspectos
éticos del personaje, me daré por satisfecho. Y si
por alguna casualidad algún lector se sintió herido
en sus susceptibilidades por los comentarios propios aquí
formulares, no ofrezco excusas puesto que he escrito estas
líneas con la rebeldía que da la juventud;
concluyendo así en uno de los más honestos de los
pensamientos de José Ingenieros: "JUVENTUD SIN ESPIRITU
DE REBELDIA ES SERVIDUMBRE PRECOZ" (Las Fuerzas Morales).

Notas
bibliográficas y documentales

  • 1.  La Revolución Democrática en
    Venezuela. Documentos del Gobierno Presidido por
    Rómulo Betancourt 1959-1964. Imprenta Nacional.
    Caracas, 1969.

  • 2.  La Lección Etica de Rómulo
    Betancourt, Eduardo Morales Gil. Editorial Centauro. Caracas,
    noviembre de 1994.

  • 3.  Nueva Criminología. Juan Manuel Mayorca.
    Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas,
    Universidad Central de Venezuela, 1995. Tomo II, p. 310.

  • 4.  Diccionario Enciclopédico Quilate. Tomo
    IV. Editorial Gloriar. New York, 1970, p. 3.

  • 5.  Ibídem, Tomo VIII, p. 429.

  • 6.  La Revolución Democrática en
    Venezuela…. "Por la democracia y la libertad en
    América", Tomo I, p. 250.

  • 7.  Ibídem… "Sólo el voto da
    legitimidad" , Tomo I, p. 416.

  • 8.  Ibídem… "Contra los regímenes de
    usurpación", Tomo I, p. 425.

  • 9.  Ibídem… "Fe en la democracia", Tomo II,
    p. 150.

  • 10.  Ibídem… "Repudio a los regímenes
    de facto", Tomo III, p. 39.

  • 11.  Ibídem… "Los gobiernos no electos por
    el pueblo engendran comunismo", Tomo III, p. 360.

  • 12.  Ibídem… "Cuba, una patria de
    Libertadores, ahora esclavizada", Tomo III, p. 368.

  • 13.  Ibídem… "Venezuela ha demostrado su
    aptitud para vivir en democracia y libertad", Tomo IV, p.
    324.

  • 14.  Ibídem… "Esta Constitución debe
    durar y durará", Tomo I, p. 480.

  • 15.  Ibídem… "La defensa de las
    instituciones", Tomo III, p. 23.

  • 16.  Ibídem… "Deber primario del gobierno:
    mantener y defender el orden público", Tomo III, p.
    25.

  • 17.  Ibídem… "Herencia de gloria que
    defender", Tomo II, p. 112.

  • 18.  Ibídem… "Responsabilidad del maestro
    con el país y con la escuela, Tomo III, p. 284.

  • 19.  Ibídem… "Impresionantes avances en la
    educación nacional", Tomo IV, p. 241.

  • 20.  Ibídem… "Exaltación del
    trabajador perseverante", Tomo II, p. 66.

  • 21.  Ibídem… "Necesidad de cultura", Tomo I,
    p. 117.

  • 22.  Ibídem… "Cultura a todo el
    ámbito de la patria", Tomo I, p. 371.

  • 23.  El Derecho a Ser Inteligente, Luis Alberto
    Machado, Editorial Planeta, Caracas, 1993, p. 162.

  • 24.  La Revolución Democrática en
    Venezuela… "El respeto al Poder Legislativo", Tomo I, p.
    97.

  • 25.  Ibídem… "Contra la
    parcialización política de un juez y
    opinión sobre Pablo Neruda", Tomo II, p. 18.

  • 26.  Ibídem… "Exaltación del Poder
    Judicial", Tomo III, p. 222.

  • 27.  Contra la Corrupción Administrativa.
    Libro-Homenaje. Ediciones Centauro, Caracas, 1981, "Ley
    contra defraudadores de la renta del tabaco" pp. 17-19.

  • 28.  Ibídem… "Aplicación de la pena
    capital a los funcionarios que hayan tomado dineros de los
    fondos públicos" pp. 22-23.

  • 29.  La Revolución Democrática en
    Venezuela… "Palabras de optimismo y conciliación al
    comenzar 1961", Tomo I, p. 463.

  • 30.  Ibídem… "Nuestra riqueza humana: la
    principal de Venezuela", Tomo I, p. 496.

  • 31.  Ibídem… "Nuestra principal riqueza es
    la gente venezolana", Tomo III, p. 271.

  • 32.  Ibídem… Segundo Mensaje Presidencial
    presentado al Poder Legislativo el 24 de abril de 1960,
    "Reforma Administrativa", Volumen I, pp. 346-347.

  • 33.  Ibídem… Tercer Mensaje Presidencial,
    "La Moralidad Administrativa", Tomo I, pp. 561-562.

  • 34.  Ibídem… Cuarto Mensaje Presidencial,
    "Reforma Administrativa", Tomo II, pp. 413-415.

  • 35.  Ibídem… Quinto Mensaje Presidencial,
    "Moralidad Administrativa", Tomo III, pp. 416-418.

  • 36.  Ibídem… Sexto Mensaje Presidencial,
    "Moralidad Administrativa", Tomo IV, p. 37.

  • 37.  Nueva Criminología… Volumen II, p.
    293.

  • 38.  Ibídem… Volumen II, pp. 293-294.

  • 39.  La Revolución Democrática en
    Venezuela, "Contra el tráfico de influencias y la
    inmoralidad administrativa, Tomo I, p. 387.

  • 40.  Ibídem… "Austero criterio
    administrativo", Tomo II, p. 83.

  • 41.  Ibídem… "Pulcritud administrativa",
    Tomo III, p. 46.

  • 42.  Ibídem… "Carta enviada por el Dr.
    Rolando Salcedo Delima, Fiscal General de la República
    al Ciudadano Presidente de la República", Tomo III, p.
    47.

  • 43.  Ibídem… "Carta del Presidente al Fiscal
    General de la República", Tomo III, p. 48.

  • 44.  Rómulo Betancourt. Alocución
    dirigida por radio a la Nación, desde el Palacio de
    Miraflores, en nombre de la Junta Revolucionaria de Gobierno
    y del Gabinete Ejecutivo, el día 30 de octubre de
    1945. Citado en "La Lección Etica de Rómulo
    Betancourt"… p. 273.

  • 45.  Ibídem… pp. 296-297.

 

 

 

 

Autor:

Rafael Ángel Viso Ingenuo

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter