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Iluminada Masonería Sionista (página 3)




Enviado por Tres Car



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En el mismo documento Pike hablaba como un sacerdote: El,
sí, Lucifer es Dios. Desgraciadamente Adonai (en

referencia al dios judeocristiano) también es Dios,
porque, según la ley eterna, no
hay luz sin
oscuridad, belleza sin fealdad, blanco sin negro. El absoluto
sólo puede existir en la forma de dos divinidades
diferentes, ya que la oscuridad sirve a la luz como fondo, la
estatua requiere una base y la locomotora necesita el
freno.

La religión
filosófica verdadera y pura es la fe en Lucifer, que
está en pie de igualdad con
Adonai. Pero Lucifer es el Dios de la luz, es bueno, él
lucha a favor de la humanidad contra Adonai, el oscuro y el
perverso
.

La masonería se vale de diferentes signos para
identificarse, como golpes con el pulgar al dar la mano, o
posiciones de los pies, o secuencias de pasos. Al escribir
también ponen señales
imperceptibles para los no iniciados y cuando hablan de
God no están utilizando la palabra inglesa de
Dios, sino una sigla tomando tres palabras del hebreo antiguo
G.O.D. : gomar que significa inteligencia,
Oz, fuerza y
dabar, belleza. Estos hitos, mojones o marcas, como les
dicen en jerga masónica, los hace acreedores a la ayuda de
la red más
extendida y poderosa de tráfico de influencias en el
mundo.

La masonería prohibe estrictamente que un masón
hable de la pertenencia de un hermano a la Sociedad de
Sociedades y
la prohibición de secreto o arcanum como la
llaman, se extiende a todo lo que se trate dentro de la logia.
Sino tuviesen nada que esconder, ese veto no tendría
sentido.

IV

La
persecución religiosa
La reforma, divide y
reina

Para quien aún se empeñe en sostener
ingenuamente el espíritu neutral de la masonería,
sólo bástele recordar lo antes aquí
consignado, que en uno de los ritos del grado 29 se pisotea y se
escupe un crucifijo o una cruz y que en el rito de
iniciación del grado 30 se exige al aspirante a caballero
Kadosch, pisotear la tiara pontificia.

El presidente de EUA Theodor Roosevelt, masón
confirmado y miembro de la orden Skull and Bones, dijo
en 1912 en Argentina: La asimilación de los
países latinoamericanos a los Estados Unidos de
América
será larga y dificultosa mientras continúen siendo
católicos
.

Más tarde el gobernador de Nueva York, miembro de la
CFR y Vice-presidente de EUA, Nelson A. Rockefeller,
tras haber recorrido Iberoamérica, presentó el
Informe Rockefeller al presidente Nixon en 1969, en el
cual se alude al cambio
experimentado en la Iglesia
Católica tras el Concilio Vaticano II y concluye:
La Iglesia Católica ha dejado de ser un aliado de
confianza para los Estados Unidos de América y la
garantía de estabilidad social en el continente
sudamericano
y hace énfasis en la necesidad de
substituir a los católicos por otros cristianos en
América
Latina, apoyando a los grupos
fundamentalistas cristianos y a iglesias tipo Moon y Hare
Krishna
.

Para muchos de quienes se hayan ocupado de estos temas no es
desconocido que la masonería sionista ha jugado
algún papel en los cismas dentro de la Iglesia
Católica, especialmente, en la Reforma de Martín
Lutero y de haber apoyado y facilitado la dispersión del
Cristianismo
en un sinnúmero de sectas.

La Reforma fue uno de esos protuberantes hechos
históricos al que por su naturaleza, su
significado y el precario estado de las
comunicaciones
de la época, fue fácil borrarle las huellas. Fue
como una preñez de piscina… ¿Quién fue? Un
hecho no deja de existir, porque sus autores hayan tenido la
habilidad de no dejar rastro. Hacer desaparecer pruebas, no es
demostración de la inexistencia de un acontecimiento.

Las circunstancias políticas
de la época en Alemania y en
Roma,
contribuyeron a precipitar los acontecimientos. Los
príncipes electores con Federico de Sajonia a la cabeza,
estaban descontentos con un emperador extranjero y ya se hablaba
de una falta de independencia,
temiendo que el país quedase subordinado a Castilla, por
una parte y a los dictados de Roma, por la otra.

Europa, y con
ella el mundo, estaba bajo la batuta de Carlos I (primero) de
España
y V (quinto) de Alemania, Emperador del Sacro Imperio
Romano-Germámico, descendiente de Maximiliano I de
Ausburgo, Emperador de Alemania y de los Reyes Catòlicos
de España; y por el Papa León X, hijo de Lorenzo el
Magnífico de Médicis.

Carlos descendía tambièn de los Archiduques de
Austria y de los Duques de Borgoña, pero no había
nacido ni en España, ni en Alemania, y en ambas naciones
no era considerado coterráneo, pues vino a la vida en
Gante.

Ya coronado emperador en su primera juventud,
estaba convertido en el hombre
más poderoso del planeta, pero como él mismo se
sentía comprometido con todos sus ancestros, fieles hijos
de la Iglesia romana, no se apartó de esa línea,
pero siendo siempre consciente de su poder
supremo.

En Roma el Papa León X y la curia parecían
más ocupados de los asuntos temporales que de los
trascendentes y vivían más pendientes de la
política y
del boato, que de las almas. Es cierto que Giovani de
Médicis (León X) poseía una cultura
superior como miembro de la familia que
en mayor grado había impulsado el renacimiento,
para lo cual mucho se apoyó en la Iglesia romana.

El detonante para profundizar el rechazo alemán a lo
que ocurría en Roma, fue la bula Taxa Camarae,
que aunque no fue reconocida como oficial, instauró la
venta de
indulgencias, pues las arcas de la Iglesia estaban vacías
por las inmensas erogaciones que demandaba la construcción de la basílica de San
Pedro y la vida espléndida de León y de muchos
miembros de la curia romana.

Carlos trataba de conciliar su fidelidad a Roma con el cada
vez mayor descontento de sus súbditos germanos con el Papa
y la curia romana, tarea nada fácil.

El iniciador y reformador Martín Lutero, quien
había nacido el 10 de noviembre de 1483 en Eisleben como
hijo de un minero, recibió una estricta educación,
visitó escuelas en Mansfeld, Magdeburgo y Eisenach y en
1505 obtuvo el título de Magíster Artium
en la Universidad de
Erfurt y por deseo de su padre se dedicó a las ciencias
jurídicas.

A causa de una promesa ingresó el 17 de julio de 1505
al Convento de los Agustinos Ermitaños en Erfurt y en 1507
recibió la orden sacerdotal. Después de un viaje a
Roma (1510/1511), recibió en 1512 el título de
doctor y a la muerte de
su amigo Johann von Staupitz, heredó en Wittenberg la
cátedra para Aclaración Bíblica.

Ya bien cimentado empieza a desarrollar su teoría
de la justificación y el 31 de octubre de 1517, en la
iglesia del castillo de Wittenberg fijó sus 95 tesis sobre el
perdón y exigió una discusión pública
sobre ellas. Luego empezó a cuestionar el origen del
papado como instituido por Jesucristo y negó su
infalibilidad y la infalibilidad de los concilios.

En la discusión de Leipzig de 1519
afirmó que el papado es una institución humana y
que también los concilios se equivocan. En 1520
concibió sus tres grandes documentos de la
reforma A la nobleza cristiana de la nación
alemana
, De la libertad de un
cristiano
y De captivitate Babylónica
(Del cautiverio babilónico de la iglesia).

En 1518 compareció ante el delegado del papa, Cardenal
Cayetano, pero no accedió, hasta que el 20 de diciembre de
1520 ante el portal de Elster en Wittenberg, quemó
públicamente la bula papal que lo alertaba acerca de que
su camino conduciría a la excomunión.

El rompimiento, pues, se dio y Martín Lutero fue
excomulgado el 3 de enero de 1521.

Como cautivo de Federico, Príncipe de Sajonia para
protegerlo del Edicto de Worms que lo condenaba a muerte, Lutero
hizo la primera traducción de la biblia al
alemán.

En 1525 formalizó su unión con la retirada monja
Katharina von Bora y ya siguió cuestionando todo, a los
profetas, a la religión del humanismo y
negó el libre albedrío y la libertad de conciencia.

El poeta judío converso Heinrich Heine (1797-1856),
nacido en Dusseldorf, Alemania, empezó su ceremonioso
himno de alegría dedicado al Reformador: Lutero,
tú, hombre
querido
.

Este mismo, supuestamente convertido al cristianismo, es quien
escribe en su poema "Disfruta": Su mesías no es cola
de cordero, ni un despreciador de los bienes de este
mundo, al contrario, es un perro rabioso.

El conocido judío sionista ruso Nahum Goldmann
expresó: "Lutero ha vuelto a reivindicar el honor del
Antiguo
Testamento".

Lutero, quien en 1523 había escrito un folleto
filosemita, se dio cuenta tarde y en 1546 publicó sus dos
principales escritos antisemitas: "De los judíos
y sus mentiras" y "Von Sachem Hamphoras".

A la muerte de León X, su primo Julio de
Médicis, Cardenal de Florencia, había movido todas
sus fichas y
conseguido que el Cardenal Adriano Florensz, quien no pudo
asistir al cónclave por encontrarse como Regente de
España comandando las tropas imperiales para rechazar el
ataque de Francisco I, rey de Francia, fuese
nombrado como Papa de transición y después de un
breve lapso ocupar él mismo, Julio, el trono de San
Pedro.

Adriano recibió la tiara como Adriano VI y para
desencanto de Julio y de los demás cardenales de la curia
romana, no resultó dócil ni se dejó manejar,
como creyeron que iban a poder hacerlo.

Hombre culto, ponderado y sabio, quiso detener el cisma y
prohibió la venta de indulgencias, acordó reunirse
con el emperador y con Lutero en Nuremberg y antes de salir al
norte a bendecir las tropas que combatían a Francisco I
para continuar al magno encuentro, asistió al banquete en
su honor que le ofreció el cardenal Bernardino de Carvajal
por insinuación de Julio, en el Convento de San
Martinillo, donde asistió el colegio cardenalicio y los
embajadores de los Estados que habían firmado la Alianza
con la Santa Sede.

Adriano fue envenenado en dicho banquete y pocos días
después fallecería el 14 de septiembre, festividad
de la Santa Cruz.

El 2 de octubre se reunió el cónclave con 33
cardenales y se comenta sotto voce que hubo
participación de nobles y príncipes, y hasta del
mismo emperador.

Después de mes y medio de deliberaciones fue elegido
Julio de Médicis como sucesor, con el título de
Clemente VII.

Clemente no asistió a encuentro alguno con Lutero,
confirmó su excomunión y no quiso convocar el
previsto concilio para limar asperezas y evitar el cisma, que por
supuesto se produjo y subsiste hasta hoy.

La masonería judía pudo ver complacida,
cómo el objeto de su odio, la iglesia de Jesucristo,
había podido ser dividida desde adentro. El hombre
más poderoso del mundo, el Emperador del Sacro Imperio
Romano-Germánico, Carlos I de España y V de
Alemania, poco pudo hacer ante la magnitud de los hechos. Los
sionistas que antes habían querido conquistarlo para su
causa, emplearon con él el mismo ardid que habían
usado con otros monarcas y trataron de hacerle creer con falsos
documentos que él, Carlos, era descendiente de
judíos. El emperador los desenmascaró y los
mandó a ejecutar, pero tuvo después que ver
impotente cómo lo más querido de su Imperio, la
Iglesia, se dividía y ello conduciría a la
división y al debilitamiento de sus dominios y
paulatinamente al debilitamiento y caída de casi todas las
monarquías, incluyendo las dinastías de su linaje,
el de los Habsburgos, quienes fueron a través de la
historia, tal
vez, la estirpe real más fiel a la Iglesia Católica
y su mayor defensora.

La posición de la Iglesia Católica en contra de
la masonería puede ser consultada en las siguientes
declaraciones papales, que no solamente los católicos
deberían conocer, sino todos los miembros de la sociedad,
incluyendo a los masones no iniciados, especialmente a los
engañados.

– Benedicto XIV, Providas. Mayo 18/1751

– Pio VII, Ecclesiam a Jesu Christo Septiembre
13/1821

– León XII, Quo Graviora. Marzo 13/1825

– Pio VIII, Encíclica Traditi. Mayo
21/1829

– Gregorio XVI, Mirari. Agosto 15/1832

– Pio IX, Encíclica Qui pluribus.
Novembre9/1846

– Pio IX, Quibus Quantisque. Abril 20/1849

– Pio IX, Encíclica Quanta Cura. Dicembre
8/1864

– Pio IX, Multiplices Inter. Septiembre 25/1865

– Pio IX, Apostolicae Sedis… Octubre 12/1869

– Pio IX, Encíclica Etsi Multa. Noviembre
21/1873

– León XIII, Encíclica Etsi Nos…
Febrero 15/1882

– León XIII, Encíclica Humanum Genus…
Abril 20/1884

– León XIII, Ab Apostolici… Octubre
15/1990

– León XIII, Praeclara Gratulationis… Junio
20/1894

– León XIII, Annum Ingressi… Marzo
18/1902

No obstante, muchos de los que se dicen católicos,
siguen militando en las filas de la masonería, unos
feriando sus conciencias para alcanzar ventajas, otros sirviendo
de muñecos de titiriteros.

Una de las características de la serpiente es la
sinuosidad y la masonería no es la excepción, menos
cuando de alcanzar sus propósitos se trata. Ahora que
tanto se habla de ecumenismo y de diálogo, y
estos dos términos han sido convertidos por muchos en
estereotipos, en palabras mágicas que todo lo resuelven,
la hermandad masónica se cobijó con ese ropaje y
continuó con sus ingentes esfuerzos por hacerle creer a la
masa, que ellos son una organización con fines exclusivamente
filantrópicos, que no interviene en política y que
respeta profundamente la libertad y las creencias de sus miembros
y de toda la humanidad, incluido el cristianismo.

Para los que han sucumbido al poder de la propaganda que
descalifica a quienes los ponen en evidencia con calificativos de
conspiranoicos, cazadores de brujas o débiles mentales, y
en fin, para todos los que insisten en no creer en lo que se
esconde detrás de la filantropía masónica,
se asientan aquí unas pruebas más en contra.

En los protocolos de las
Asambleas Generales del Gran Oriente de Francia de 1951 y 1952,
se encuentran las afirmaciones de su vocero Cheval, quien
ratificó, que el fin del Gran Oriente es la total
laicización, esto es, la completa expulsión de la
Iglesia de todos los ambientes públicos. Más
adelante y para que no quedaran dudas, ratificó: La
idea del laicismo no es para nosotros una idea objetiva, es
nuestro ser.
Cheval continuó acentuando que los
masones no podían hacer de la masonería una "
Filosofía dominguera ",
sino que
tenían que entregarse total y ciegamente a ese
sacerdocio.

Otro orador llamó a la masonería la Iglesia
del laicismo.

En la Asamblea que nos ocupa se tomaron las siguientes
resoluciones:

La Convención del Gran Oriente de Francia hace
constar, que la libertad de los seres humanos se halla amenazada
por las clericales intrigas del Vaticano, en Francia, en las
regiones de ultramar de la Unión Francesa y en todo el
mundo. Para darle la frente a la Iglesia, resuelve:

1. Desenmascarar por todos los medios el
juego
escondido de la Secretaría de Estado del Vaticano, cuyo
fin es el de imponerle a toda la humanidad la deshonrosa
sujeción a su dictadura
política y económica;

2. Hacer un llamamiento a todos los masones del Gran
Oriente de Francia, para que a toda hora y en todo lugar trabajen
por la unión de todos los laicos para exigir de aquellos
que desempeñan puestos importantes, que defiendan con
ahínco el ideal de las instituciones
laicistas;

3. Cerrar todas las alianzas necesarias en la lucha
irreconciliable contra el clericalismo romano, acorde con el
ideal masónico.

Ahora que no vengan con el trillado cuento de que
todas las logias son diferentes e independientes.

En Alemania, por ejemplo, durante la campaña electoral
de 1953, dirigentes masones como Thomas Dehler y Reinhold Maier
del Instituto de Industria
alemán y del servicio de
prensa del
Partido Socialista del mismo país, fieles a la curiosa
interpretación masónica de democracia,
lanzaron a los cuatro vientos la siguiente perla: El
católico que se someta a la Iglesia y que se ate a su
credo, no puede
ser un buen demócrata
.

No obstante y como ya se vio y se verá más
adelante, que al Magisterio de la Iglesia no le cabe duda acerca
de que los principios
masónicos son inconciliables con la doctrina de la
Iglesia; para quienes insistan en creer lo contrario, abundamos
en pruebas en contra de tan errónea opinión.

El masón J. Kahl, quien había sido
teólogo evangélico, publicó un
pasquín titulado La Miseria del Cristianismo o
Defensa por una Humanidad sin Dios. Este escrito cargado
de veneno apareció editado por primera vez en 1968 como
libro de
bolsillo en la editorial " Rowohlt – Verlag " de Reinbek,
cerca a Hamburgo, con una introducción del también
masón Gerhard Szczesny y bajo el título "
Perspectivas Postcristianas, Libertad Religiosa ".

En este libro, Kahl escribe textualmente: Es indispensable
que en primer término se elimine el bautismo para los
niños
y agrega: El bautismo para
los niños va en contra de la constitución
(Pág. 121) Kahl
exige la: Separación de Estado e Iglesia
(Pág. 122); la Separación de Universidad e
Iglesia, esto es, la eliminación de las facultades de
Teología en las universidades
(Pág. 125) y la
Separación de escuela e
Iglesia
(Pág. 127).

Sobraría mencionar aquí por ampliamente conocido
y evidente, que estos propósitos ya se han cristalizado en
muchos países y que gracias a la infiltración de
poderosas organizaciones
masonas, las demás naciones están cayendo una tras
otra, con las planeadas secuelas de desmoralización.
Vivimos ahora en una sociedad que no se explica el por qué
de la desbordada corrupción, de la desenfrenada violencia y de
la animalización de los instintos, sin darse cuenta que la
hermandad masona ha venido sustituyendo los valores
religiosos por sus antivalores materialistas y ha hecho de los no
iniciados en sus secretos, una masa de borregos fácil de
manipular, que es lo que finalmente han querido alcanzar en aras
de su dominio
universal.

Con la mayoría de los gobiernos cristianos a
sus pies, especialmente, los de grandes potencias, se pregunta
mucha gente: ¿Para qué quiere la masonería
sionista un monarca universal hebreo?

El sionismo se vale de toda suerte de organizaciones
marioneta, muchas con la máscara de la defensa de los
derechos
humanos, de instituciones, de varias religiones, de
sociedades políticas, artísticas,
científicas, etc., todas controladas por los aparatos
sionistas de conquista. A
las calumnias que lanzan sus miembros, les dan una abrumadora
difusión y resonancia a través de sus agencias
internacionales de noticias, de
prensa, radio, televisión, libros,
panfletos y demás medios de propaganda, sin escatimar el
teatro y el
cine bajo su
control.

Una de las organizaciones que mejores resultados le estaba
dando en países del Tercer Mundo fue el Instituto
Lingüístico de Verano
(ILV) fundado en
1934 por W. Cameron Townsend, predicador evangelical. Sus fines
reconocidos fueron los de encargarse de aspectos técnicos
educativos, lingüísticos y de antropología aplicada, pero su estudio y
enseñanza de las lenguas
indígenas era el traje de camuflaje para propagar sectas
protestantes y para difundir la masonería. El ILV
ha estado desde 1975 subvencionado por el Rockefeller
Center
.

El Instituto Lingüístico de Verano
tenía proyectos en 36
países, pero entretanto ha sido desenmascarado y expulsado
de Ecuador,
Perú, Colombia,
Panamá,
Nepal, Nigeria, Vietnam, India y, en
1979, de México,
aunque siguió actuando en el estado de
Chiapas a
través de una asociación civil.

A principios del siglo XX, el 60% de los protestantes
mexicanos eran masones (véase la Historia del
Protestantismo en América Latina
de Jean Pierre
Bastián, CUPSA, México 1990, 138)

Es una tarea humanamente imposible abarcar el panorama
completo del control judeo-masónico y aquí nos
hemos limitado a la peligrosa labor de abrir los ojos de los
desprevenidos, de la mano de algunos ejemplos; puesto que los
sionistas conocedores del instinto gregario de la inmensa
mayoría de los seres humanos, crearon una tan atractiva y
vasta red de logias, clubs, y organizaciones de todas
las denominaciones y objetivos,
capaces de enredar a prácticamente todos los hombres, o a
casi todos.

No han sido, ni la inteligencia, ni el saber, los medios de
que se han valido para hacer posible tal dominio, ya que esas
virtudes son también propias de muchos no masones, sino,
la ausencia de moral y de
escrúpulos.

Cuando se conoce el tamaño y el número de
tentáculos del pulpo masónico, causa perplejidad y
admiración ver cómo algunos, pocos, no masones ni
áulicos del sionismo, puedan todavía acceder a
posiciones de alguna importancia dentro de la actual
sociedad.

Las carnadas que emplea la masonería para el reclutamiento
de sus servidores son
las de abrir puertas para escalar socialmente, para obtener
ventajas en los negocios, para
detentar posiciones en los diversos campos del quehacer humano
(político, militar, financiero, etc.) vedadas a los no
masones. Estas promesas están implícitas en los
juramentos de los distintos grados.

La máscara con que se cubre la masonería de
propósitos caritativos o
filantrópicos no es inspirada por ideales
altruistas, sino, con la finalidad de atraer simpatías.
Además, los beneficiarios de la filantropía
masónica son sus futuros defensores.

También son ambiguas las declaraciones de las logias
masónicas respecto a Dios, pues los sionistas que
controlan las logias no se atreven a negar rotundamente a
Yahvé o Dios de los judíos, pero pretenden a
través de la dilogía que utilizan, que los masones
de otras religiones
distintas a la judía, especialmente los de las otras dos
monoteístas que son el objetivo
principal de su agresión, se sientan tambaleantes y
así más proclives a sustituirles su moral por
la moral
masónica para no judíos o moral de los
protocolos
.

Pero esto se logró y mucho más, gracias a la
más astuta, perspicaz, sutil, audaz, intrincada y
obstinada campaña que se haya escenificado jamás
contra el resto de la humanidad y esto no hubiera sido posible si
sus promotores no hubiesen logrado, a través de los siglos
y mediante las distorsiones políticas más grandes y
propagadas de la historia, como han sido su
interpretación
de los conceptos DEMOCRACIA Y LIBERTAD
DE PRENSA, poner al servicio de sus intereses a una inmensa masa
de incautos que aún no se percatan de que sirviendo a esos
intereses, aparentemente buenos, se están ellos mismos
enterrando el puñal y ayudando a enterrarlo en las
espaldas de sus hermanos.

La respuesta, pues, a la pregunta antes planteada, al
¿por qué?, al ¿para qué? y al
sentido, es la de que necesitan de esas herramientas
para lograr el reinado universal y se cumpla así la
promesa hecha por Yahvé a Abrahán.

No desconocemos que cada vez que algún Quijote ha
denunciado sus planes o sus métodos,
el corifeo de Sión, a través de sus medios, siempre
logró convertir a su pueblo de perseguidores en
perseguidos y como inocentes víctimas supieron
aprovechar para contraatacar y acometer con mayores
bríos.

De nuevo atrincherados y revestidos de un mayor poder
moral
, descalifican a sus críticos con
epítetos de envidiosos, amargados y
fracasados y otra vez los sumisos borregos de la
masonería y sus satélites
se unen al coro de los triunfadores.

Esos intelectuales
de panfleto y de frases altisonantes de cajón, consagrados
por otros mandaderos de los medios de masas, salen a los
proscenios mostrando en su rostro y en sus maneras la gravedad
del mulo que los hace aparecer ante sus congéneres como
prudentes, según comparación de un gran
espiritualista, y promulgan el veredicto final, anatematizando a
tan atrevidos resentidos que representan sólo un
peligro para el orden social
. La estridencia de los aplausos
de la masa lleva a recordar la sentencia de Séneca:
Las opiniones no deberían ser contadas, sino
pesadas
.

Justiniano, Emperador Romano del siglo VI, decretó en
su Código de Leyes:

… Los judíos no debían gozar de honores.
Su status debe reflejar la bajeza que en su corazón
han elegido y deseado.

Recordamos la traducción atrás citada del
Reverendo Justinus Bonaventura Pranaitis de algunos libros
talmúdicos, que hoy sólo son accesibles para
judíos iniciados y que sólo pueden causar
repugnancia, incluso a quienes no sean cristianos y tengan una
conciencia recta. En el Anexo 1 de esta obra aparecen las partes
más relevantes de esta traducción.

El ex-Rabino Paulin L.B. Drach afirma que en 1631 los pasajes
del Talmud que se refieren a Cristo y los Cristianos fueron
borrados para ser enseñados únicamente en forma
oral.

El Talmud ha sido condenado por los siguientes papas:

Gregorio IX – Inocencio IV – Julio III, Pablo IV
– Pio IV – Pio V – Gregorio XIII –
Clemente VIII – Alejandro VII y Benedicto XIV.

Al principio del siglo XVI (La Reforma), los judíos
empezaron a distribuir el Talmud abiertamente. La primera
edición
impresa del Talmud conteniendo todas sus vituperaciones contra la
Religión Cristiana fue publicada en Venecia en 1520, a
finales del siglo XVI y a principios del XVII; los judiós
temiendo, empezaron a borrar algunas partes del Talmud y
afirman:

Deje nuestras escrituras estar abiertas a toda la gente.
Déjelo ver cual es nuestro código
moral.En su actitud hacia
no judíos, la religión judía es la
más tolerante de las religiones en el mundo.
Declaremos por este medio, que el Talmud no contiene ninguna cosa
hostil a los cristianos.

Pero en contraste con ésta y otras afirmaciones, veamos
qué se dice en Leviticus 25: 44-45:

Por nuestras bromas y por nuestros ataques haremos a sus
sacerdotes ridículos y eventualemnte odiosos, su
religión como ridícula, como odiosa, como sus
sacerdotes. Haremos amos de sus almas, porque nuestro accesorio
piadoso a nuestra religión probará a ellos que
serán nuestra posesión.

No sin motivo la Iglesia Católica ha expedido
más de 200 condenas oficiales sobre la masonería.
Quince años después de la aparición de las
constituciones de la masonería, el papa Clemente XII
publicó su primera condena (In Eminenti
28.IV.1738).

V

La Revolución
Francesa y el entierro de las monarquías,
illuminaten

La masonería francesa muy pronto asumió el
espíritu revolucionario. En 1746 en el libro La
Franc-masonnerie, écrasée
se describe
cómo el verdadero programa
masón coincide en grado asombroso con el programa de la
Revolución
Francesa de 1789 y la divisa de la revolución, Libertad, Igualdad,
Fraternidad
, había sido proclamada por el Gran
Oriente de Francia.

De hecho, los principales de los enciclopedistas franceses del
siglo XVIII y de los líderes de la Revolución
Francesa, fueron masones de los altos grados. Los
Illuminati franceses contaban entre sus miembros al
Duque de Orléans.

Los Illuminati, o Iluminados de Baviera,
orden de culto satánico al ángel de la luz o
Lucifer, nacieron en la noche del 30 de abril al 1 de mayo de
1776, en la noche en que desde hace muchísimos siglos se
celebra la siniestra noche de Walpurgis.

Esta sociedad secreta, la peor reputada de los últimos
siglos, fue fundada por el judío alemán Adam
Weishaupt, catedrático de Derecho Canónico de la
Universidad de Ingolstadt, que había nacido el 7 de
febrero de 1748. Weishaupt fue educado por jesuitas,
quienes en vista de su sobresaliente capacidad intelectual le
impartieron orientación y más tarde lo ordenaron
sacerdote de su orden, pero una vez descubrieron sus actividades
peligrosas y, en contra de la ortodoxia, lo expulsaron. Weishaupt
se dedicó entonces a consolidar sus iluminados y a dar a
conocer en todo el mundo el símbolo que pronto se
volvería célebre: Una pirámide con un ojo
abierto en su interior (el ojo que todo lo ve).

Weishaupt y sus primeros cuatro adeptos se concentraron
entonces en reclutar únicamente a personas bien situadas
social o económicamente, ya que como solía repetir,
no deseaba presidir una organización numerosa sino
poderosa. Desde el principio recibió el apoyo
económico del banquero Meyer Amschel Rothschild,
tristemente célebre, no por haber sido tal vez el hombre
más rico del planeta, sino por aparecer una y otra vez
prohijando siniestras organizaciones secretas. A este banquero
alemán (Rothschild) se le atribuye la lapidaria
sentencia:

Permitidme fabricar y controlar el dinero de
una nación
y ya no me importará quien gobierne
.

También se incorporó el barón protestante
de Hannover, Adolph Franz Friedrich Ludwig Von Knigge, ya
iniciado en la masonería regular. Von Knigge introdujo a
Weishaupt en la logia Teodoro del Buen Consejo de Munich
y luego logró seducir a personalidades de rango, como
el
príncipe Ferdinand de Brunswick, el duque de
Saxe-Weimar, el de Saxe-Gotha, el conde de Stolberg, el
barón de Dalberg, el príncipe Karl de Hesse y hasta
las grandes figuras de las letras Herder, Lessing, Pestalozzi y
Wolfgang von Goethe, todos engañados por los postulados de
la orden.

Weishaupt preguntaba: ¿Cuál es nuestra
finalidad?
Y él mismo se respondía:
¡La felicidad de la raza humana! Y agregaba:
Cuando vemos cómo los mezquinos, que son poderosos
luchan contra los buenos, que son débiles… cuando
pensamos lo inútil que resulta combatir en solitario
contra la fuerte corriente del vicio… acude a nosotros la
más elemental de las ideas: debemos trabajar y luchar
todos juntos, estrechamente unidos, para que de este modo la
fuerza esté del lado de los buenos, pues una vez unidos,
ya nunca volverán a ser débiles
.

¿Quién podría resistirse ante intenciones
tan edificantes?

Este tipo de discursos que
emplean todas las organizaciones masónicas y
promasónicas del planeta como carnada, esconde los
verdaderos propósitos de la masonería, que en el
caso de los Illuminati sólo los conocían
Weishaupt y sus más inmediatos colaboradores.

Una vez fueron descubriendo los verdaderos propósitos,
Lessing se manifestó despectivamente acerca de la logia;
Goethe describió las asociaciones masónicas y sus
hechos como necios y pícaros y Herder
escribió el 9 de enero de 1786 a Heyne: Sostengo un
odio mortal a las sociedades secretas y como resultado de mi
experiencia, tanto dentro de sus círculos más
íntimos, como fuera de ellos, las mando todas al demonio
por las constantes conspiraciones para dominar y por el
espíritu de intriga que se arrastra bajo la
cubierta
.

Poco conscientes del amor propio,
los sionistas siempre quisieron congraciarse con los grandes de
este mundo, no importándoles qué pensaban acerca de
ellos. Schopenhauer
los llamaba "los grandes maestros de la mentira";
Immanuel Kant en
"Anthropologie in pragmatischer Hinsicht", Koenigsberg 1778 los
llamó: Una nación de estafadores y J. W.
von Goethe en "Wilhelm Maisterswanderfahre"
afirmó: No toleraremos a los judíos entre
nosotros;
en otra de sus obras "Das Jahrmarktsfest zu
Plunders Weiler" escribió: Su religión les
permite robar a los no judíos
y en "Tag und
Jahresfeste" declaró: Yo me abstengo de toda
cooperación con los judíos y sus
cómplices.
No obstante, ellos reaccionan para tratar
de encubrir tan prominentes conceptos, creando la Sociedad
Schopenhauer, La Sociedad Kant y la Sociedad Goethe, entre otras
y haciéndoles creer a los ingenuos con frases y adhesiones
inventadas, que estos maestros eran de los suyos, o por lo menos,
sus admiradores.

El mismo Santo Tomás de
Aquino comparaba nuestra relación con los sionistas
con un viaje en barco durante el cual, mientras los cristianos se
ocupan del timón, los judíos saquean la bodega y
abren agujeros en el casco.

Nesta Webster, profunda conocedora de este tema y autora,
entre otros, de El Complot contra la
civilización
, enumera así las seis metas de
los Illuminati, que coinciden como era de esperarse, con
propósitos de la masonería universal:

1°. Aniquilación de la monarquía y de todo gobierno
organizado según el antiguo régimen.

2°. Abolición de la propiedad
privada para individuos y sociedades.

3°. Supresión de los derechos de herencia en todos
los casos.

4°. Destrucción del concepto de
patriotismo y sustitución por un gobierno mundial.

5°. Desprestigio y eliminación del concepto de
familia
clásica.

6°. Prohibición de cualquier tipo de
religión tradicional (En el punto 6° hay que omitir
como es sabido, la del Antiguo Testamento).

La mayoría de edad y la presentación en sociedad
de los Iluminados de Baviera tuvo lugar en París
en la orgía de la Revolución Francesa. El ojo que
todo lo ve estaba incrustado en los boletines de los clubes
jacobinos.

La masa arrastrada al baño de sangre ignoraba
que sus sagrados símbolos de la Revolución, no eran
otra cosa que emblemas masones, como el gorro frigio, los
colores de la
bandera de la
república (azul, blanco y rojo que eran los
distintivos de los tres tipos de logias existentes en la
época), la escarapela tricolor (inventada por Lafayette,
francmason carbonario), la divisa Libertad, igualdad,
fraternidad
, e incluso La Marsellesa (himno compuesto por el
masón Rouget de L´Isle e interpretado por vez
primera en la logia de los Caballeros Francos de
Estrasburgo
).

Fueron masones, desde los teóricos y propagandistas
más destacados de la Revolución: Montesquieu,
Rousseau,
D´Alembert, Voltaire y
Condorcet, hasta los activistas más reconocidos de El
Terror, de El Directorio y hasta del Bonapartismo, como Mirabeau,
Desmoulins, Marat, Robespierre, Danton, Sieyès,
Fouché y el mismo Napoleón.

En Las Leyendas y
Archivos de La
Bastilla
, el experto Christian Funck Bretano asegura que los
alborotadores profesionales que instigaron y engañaron a
la masa para la toma de La Bastilla, fueron contratados
por los Illuminati y movilizaron a auténticas
bandas de criminales reclutados en Alemania y Suiza. Estos se
encargaron también de fomentar el desorden en París
en los días previos a la revolución.

La turba fue incitada a liberar a los muchos y torturados
presos políticos que agonizaban en La Bastilla
.
Según los historiadores más confiables, en el
momento del asalto y destrucción de la cárcel, esos
presos eran siete, a saber: Dos locos de nombres Tavernier y
Whyte que los republicanos luego encerraron en el manicomio de
Charenton; el Conde de Solages que era un libertino juzgado y
condenado por diferentes crímenes y cuatro estafadores,
Laroche, Béchade, Pujade y La Corrège, todos ellos
encarcelados por falsificar letras de cambio en perjuicio de los
banqueros en París.

Otros historiadores afirman que había un octavo
convicto, el libertino Donatien Alphonse Francois, más
conocido como el Marqués de Sade, quien precisamente en La
Bastilla escribió algunas de sus más famosas obras:
Aline y Valcour, Las 120 jornadas de Sodoma, Justine o los
Infortunios de la Virtud
.

Esto fue, pues, lo que los masones consagraron como el
heroico suceso popular de la toma de La Bastilla
.

Pero como todos los movimientos perpetrados por sinuosas
alimañas, la Revolución Francesa degeneró en
una cadena de traiciones. Herbert fue guillotinado con el visto
bueno de Danton y éste a su vez subió al
patíbulo empujado por Saint-Just y Robespierre.

Éste último había sido designado en
persona por
Adam Weishaupt para conducir la revolución. En la conjura
de Termidor (27-7-1794) también rodaron las cabezas de
Saint-Just y de Maximilien Robespierre, el destacado miembro de
los jacobinos y del convento, quien promovió la
ejecución de Luis XVI y llegó a ser
prácticamente el dictador de Francia durante el
régimen jacobino del Terror.

En la preparación de la Revolución Francesa, la
francmasonería selló la alianza con la
filosofía públicamente por la iniciación
solemne de Voltaire el 7 de febrero de 1778 y la recepción
de la túnica masónica, del famoso materialista
Hermano Helvetius.

Voltaire fue introducido con gran pompa en la logia Les
neufs Soeurs
por el masón Benjamin Franklin y fue
quien dirigió la revolución mundial anticristiana.
Su odio contra la Iglesia pasó a la historia con su lema:
Ecraséz l´infame, (Destruid la
infame).
Su saña anticristiana hizo escuela y fue
quien más influyó a los otros exponentes de
la
ilustración. Este exalumno del colegio
jesuítico Louis – le – Grand, varias
veces desterrado, hasta de la corte de Federico el Grande de
Prusia, dejó una marca indeleble
en los enciclopedistas franceses, entre ellos, en Diderot (1713
– 1784), quien influido por el empirismo
inglés,
por el materialismo y el
ateismo de la ilustración francesa, dejó la
lapidaria sentencia: El mundo no será más
feliz, hasta que el último rey sea ahorcado con las tripas
del último cura
.

Los derechos del hombre, que ha sido otra máscara de la
masonería para confundir, hacer falsas imputaciones y
agredir, fue programa de la Revolución Francesa,
después, exportado a todo el mundo.

Juan Pablo II en Memoria e Identidad
(Planeta, 1ª. Edición; Febrero 2005, capítulo
2, Ideologías del Mal, pág. 25) hablando del
comunismo, del
nazismo, del
aborto, de las
familias entre homosexuales, afirma:

Se puede, más aún, se debe, plantear la
cuestión sobre la presencia en este caso de otra ideología del mal, tal vez más
insidiosa y celada, que intenta instrumentalizar incluso los
derechos del hombre contra el hombre y contra la
familia
.

No es coincidencia que en la primera sesión –
acta n° 1 de Los Protocolos de los Sabios de
Sión
(Los Protocolos de los Sabios de Sión
6ª. Edición, Editorial Época S.A. Emperadores
No. 185, México 13, D.F.), se lea:

Un hombre destinado a reinar, aunque sea un imbé-
cil, si ha recibido la educación
necesaria, lo hará; mientras que otro aunque fuera un
genio, si no
la ha recibido, no comprenderá nada de la
política.

¡Todo esto se les ha escapado a los gentiles!

Sobre esas bases fue fundado el régimen
dinástico
(Pág. 48) Fuimos nosotros los
primeros en gritar al pueblo: LIBERTAD, IGUALDAD y
FRATERNIDAD
, (Pág. 47)

Más tarde en el siglo XIX, la masonería con su
organización satélite de los carbonarios,
impulsó el movimiento
revolucionario italiano y sus líderes Mazzini y Garibaldi
son elogiados como los miembros más distinguidos de la
masonería italiana.

Pero dada su importancia y su posterior influjo planetario,
volvamos a la Revolución Francesa.

La masonería oculta logró que el poco dotado e
ingenuo monarca absoluto de Francia Luis XVI se iniciara en una
logia y consiguieron que el rey llenara de masones su gobierno y
sus fuerzas armadas, que eran el sostén principal de la
corona. La policía también cayó en manos
enemigas.

Sabían que para hacer triunfar la revolución
deberían dividir a la nobleza y fue así como
supieron explotar el espíritu ambicioso del Duque de
Orléans y Chartres
, primo del rey, haciéndole
creer que a través de la masonería podría
él convertirse en el rey mediante el apoyo a la
revolución que derrocaría la monarquía
absoluta para suplantarla por una monarquía
democrática con él a la cabeza. Habían pues
enganchado con engaños al hombre más influyente de
Francia al carro de la revolución.

Para alcanzar sus propósitos, la Sociedad de
Sociedades
acordó federar los ritos masónicos
de Francia en un Gran Oriente y eligieron para la máxima
jefatura masónica de esos tiempos al Duque de
Orléans y Chartres
como El Gran Maestre del Gran
Oriente de Francia.

Pero en realidad, los judíos clandestinos como
Robespierre (familia que siglos atrás había
cambiado el nombre judío alemán Rubinstein por el
muy francés Robespierre) tenían ya decidido que la
instauración de una monarquía constitucional y
democrática sólo sería un paso transitorio
para pescar adeptos desprevenidos. Lo que pretendían no
era distinto a lo que siempre quisieron y que está
consignado en los Protocolos de los Sabios de
Sión
, o sea, derrocar toda monarquía e
instaurar repúblicas manejadas por las fuerzas secretas
del sionismo.

El Duque de Orléans cometió el crimen
de votar en la Convención por el asesinato de sus primos y
una vez fueron decapitados en la guillotina Luis XVI y
María Antonieta, creyó llegado el gran momento para
que la Convención, o sea la máxima instancia del
Gobierno Revolucionario, lo instaurara como nuevo monarca. Pero
el Gran Maestre del Gran Oriente de Francia no
intuía quiénes eran los verdaderos manejadores de
los hilos de las marionetas y debió constatar
desilusionado cómo los jerarcas masones empezaron a
fallarle y a conspirar en la Convención, en el
ejército y en la policía para que fuera abolida
definitivamente la monarquía e instaurada la
República.

Furioso el Duque de Orléans, que se
había dado el apelativo de Felipe Igualdad, en su
calidad de
Jefe supremo de la masonería, como Gran
Maestre del Gran Oriente
, declaró disuelta la orden
masónica, porque un poder oculto infiltrado, violaba sus
constituciones y la desviaba de sus verdaderos fines a fines
perversos.

El decreto de disolución del Duque fue desobedecido y
sus "leales hermanos de fidelidad y obediencia" votaron en la
Convención llevar a la guillotina al Duque de
Orléans
y Chartres y su cabeza fue
también cortada.

Felipe Igualdad, quien había gastado la
mayoría de su fortuna para financiar la revolución,
como idiota útil había ayudado a preparar su propio
cadalso.

Federico Nietzsche en
su obra Más allá del bien y el mal, en la
segunda parte, El espíritu libre No. 38 (Ver 3ª.
reimpresión de Febrero de 2003 de Editores Mexicanos
Unidos S.A.), dice:

De la misma manera que, en pleno siglo de las luces,
estalló la Revolución Francesa, acontecimiento tan
falso y siniestro como inútil, pero en la que los nobles y
los entusiastas espectadores de toda Europa han mezclado
apasionadamente y durante tanto tiempo sus
propias revueltas y sus propios entusiasmos, dándole
ilusorias interpretaciones, una noble posteridad podría
hacerse ilusiones respecto al pasado y quizá llegara a
interpretarlo de un modo tolerable. Pero, ¿no ha sucedido
esto ya? ¿no somos nosotros esa noble posteridad?

El pueblo francés fue engañado y no
intuyó que había reemplazado los excesos de su
monarquía, por un régimen masón
perverso.

Lejos de nosotros querer defender a rajatabla un sistema
político, tampoco una mala monarquía, como las
ha habido con frecuencia, pues ni a los monarcas se les borran
sus miserias humanas el día de su coronación. La
historia verdadera, y valga esta triste redundancia, ha
documentado suficientemente el boato y despilfarro,
acompañados de la vida hedonista e inmoral que se
vivía en Versalles. Tampoco desconocemos la frivolidad de
María Antonieta, una niña, que aún con olor
a leche
arrancó la política del seno de su imperial madre
para hacerla reina en un país extraño al lado de un
delfín débil y abúlico, que sólo
consumó su matrimonio
años después, cuando fue intervenido
quirúrgicamente. La reina venida del Danubio quiere
liberarse de las imposiciones de Versalles y hace del palacio de
Trianon su juguete preferido, donde sin sentido de las
proporciones bota el dinero a
raudales sin preocuparse, en un país agobiado por el
déficit y el hambre.

Como la masonería necesitaba su chivo expiatorio,
empezó una campaña de desprestigio y pronto, los
panfletos llenos de falsas imputaciones, pues la mayoría
eran calumnias, fueron llegando a manos de un pueblo desesperado
y después, a toda Europa. ¿Qué no se le
enrostró a esa pobre víctima? pues como
afirmó Mirabeau: "el único hombre con que cuenta el
rey, es su mujer" y quien
estaba con la Revolución, tenía que estar contra la
reina, hasta que el acontecimiento desencadenante de su desgracia
y la de la monarquía, fue el escándalo del
Episodio del Collar.

Esta increible estafa fue escenificada por una advenediza, que
por esos golpes del azar, conoció en un bar a un oficial
de la gendarmería para convertirse en Madame La
Motte
y después a través de intrigas, en una
Condesa de Valois. Enredó al Cardenal Rohan, un ambicioso
con sangre de las familias más nobles de Francia, quien
creyendo que al ganarse el favor de la reina se
convirtiría en Primer Ministro, accede a servir de fiador
de la reina ante los joyeros Böhmer y Bassenge, sin su
conocimiento
para que obtuviese el collar, la más valiosa joya conocida
por el desorbitante precio de un
millón seiscientas mil libras.

Aunque se pudo demostrar que la reina despreciaba a los
personajes involucrados, La Motte y Rohan, y nunca les
había dirigido siquiera una palabra, y que los esposos La
Motte habían vendido las piedras del collar en el mercado negro de
Londres, los maestros de la trapisonda movieron todos los hilos e
intrigas para hacer absolver libre de toda culpa al cardenal y
facilitar la huída de la estafadora La Motte de la
cárcel Salpêtrière y trasladarla a Londres,
desde donde empezó la más sucia campaña de
difamación de María Antonieta y la hizo aparecer,
hasta de amante de Rohan.

Quienes se quieran adentrar más en esta historia, lean
la estupenda biografía de Stefan
Zweig, MARIE ANTOINETTE, Herbert Reichner Verlag, Viena –
Leipzig – Zurich, edición 1936.

Lo que sí queremos aquí es llamar la atención de tántos incautos que
aún ignoran los golpes bajos de la masonería y
creen que una monarquía absolutista y derrochadora que
ignoraba las penurias del pueblo, fue reemplazada por una
panacea.

Parafraseando a un gran estadista podemos afirmar hoy, que la
monarquía es el menos malo de todos los gobiernos
conocidos y que sólo precisaba de unos ajustes necesarios.
Pero reemplazarla por el monumental engaño de la fementida
democracia masónica fue el verdadero azote de la
humanidad.

La Conjura de Termidor desembocó en el
Directorio constituido por masones y allí aparece otra vez
del lado de los salvados y, como no, el traidor Joseph
Fouché y el vizconde de Barrás, quien era,
según todo indica, miembro de los Illuminati y
fue el encargado de elegir a Bonaparte para comandar el
ejército de Francia, a pesar de su juventud y de su
inexperiencia, pero Napoleón ya había ingresado
durante su campaña de Italia en la
logia Hermes de rito egipcio.

El historiador británico Mc Nair Wilson coincide con
otros historiadores en afirmar que Bonaparte no fue más
que un instrumento en manos de los Illuminati y que lo
sacaron del juego cuando empezó a tomar decisiones por su
cuenta en lugar de acatar ciegamente las órdenes que
recibía en secreto. De todos modos está demostrado
que los hermanos Nathan y James Rothschild financiaron los
ejércitos del Duque de Wellington, vencedor de
Napoleón en Waterloo y que la casa Rothschild, en
uno de aquellos monumentales engaños financieros que tan
hábilmente perpetran, esparció en Londres la falsa
noticia de la derrota de Wellington, la cual derrumbó la
Bolsa de Londres, y que los Rothschild compraron a
través de terceros las devaluadas acciones y
papeles, obteniendo utilidades astronómicas. Otra vez
recuperaban con creces, como siempre, sus inversiones
políticas.

Aunque reza el aforismo que "entre bomberos no se pisan las
mangueras", fue Napoleón el único capaz de
chantajear al eterno Ministro de Policía, no porque no
fuesen ampliamente conocidos los crímenes de
Fouché, sino porque tenía el poder que se lo
permitió. ¿Contribuyó acaso Fouché a
la caída de Bonaparte?

Fouché, el despreciable e insuperable campeón de
la deslealtad, del disimulo, del artificio y de la falsedad,
murió en el exilio en Trieste el 25 de Diciembre de 1820,
después de haber sido un desterrado indeseable en Praga y
en Linz (Austria).

Quienes quieran adentrarse más en el siniestro
espíritu de un conspirador masón, lean el magistral
retrato que le hizo a éste trapacero el brillante escritor
judío vienés Stefan Zweig, bajo el título
Joseph Fouché.

"Le plus dégoütant reste de la revolution", "La
más repugnante basura de la
revolución", como fue llamado por la nobleza francesa este
oportunista que en Lyon hizo acribillar a cañonazos a
centenares de sacerdotes y de aristócratas y que
exigió en la Convención la muerte de su Rey Luis
XVI, consiguió de Luis XVIII, hermano del guillotinado
monarca, que como lo calificó Zweig, "el más digno
y el más indigno de los testigos" sirviera como primer
testigo en el contrato de
matrimonio de Foúché con la condesa de
Castellane.

El otrora mayor de los jacobinos, que en 1793 había
entrado a las iglesias empuñando el martillo para destruir
crucifijos y altares como "símbolos vergonzosos del
fanatismo", entró esta vez a la iglesia el primero de
agosto de 1815 con su noble prometida para recibir la
bendición de un portador de la mitra, mitra a la que en
1793 le había hecho colocar como burla, unas orejas de
burro.

"Traidor nato", "intrigante despreciable", "resbaladiza
naturaleza de reptil", "desertor de oficio", "inmoral mezquino",
"alma ruin" y
todos los apelativos con que se ha calificado a este
espécimen del género
humano, se quedaron cortos ante las prácticas de este
tristemente célebre y tardío Duque de Otranto.

Los Illuminati se dieron después de la
caída del pequeño Corso a la reordenación y
redistribución de los territorios conquistados y a
través del Congreso de Viena, que fue la careta de
secretas negociaciones, restauraron la débil
monarquía de Luis XVIII en Francia y escogieron a Suiza
como país neutral que sirviera sus intereses.

Nadie sospechaba que el Ministro de Exteriores de Austria que
presidió el Congreso de Viena y pasó a la historia
como "árbitro de la paz", el príncipe Klemens von
Metternich, era un agente de los Rothschild. Otra vez otro
aristócrata serviría engañado de idiota
útil de la masonería.

Ya afirmaba el gran Honoré de Balzac: "Hay dos
historias, la oficial, embustera, que se enseña ad
usum defini
y la real, secreta, en la que están las
verdaderas causas de los acontecimientos; una historia
vergonzosa
".

William Guy Carr, ex agente del servicio secreto
británico, en su libro Peones en el Juego,
publicó parte de la correspondencia mantenida entre
Giuseppe Mazzini y Albert S. Pike entre 1870 y 1871, que hoy se
conserva en los archivos de la biblioteca del
Museo Británico.

Pike le comunicó a Mazzini en una carta fechada el
15 de agosto de 1871, el plan que
tenían previsto los Illuminati:

Fomentaremos tres guerras que
implicarán al mundo entero. La primera de ellas
permitirá derrocar el poder de los zares en Rusia y
transformar a ese país en la fortaleza del COMUNISMO ATEO
necesaria como antítesis de la sociedad
occidental.

Los agentes de la Orden (Illuminati) PROVOCARÁN
DIVERGENCIAS ENTRE LOS IMPERIOS BRITÁNICO Y ALEMÁN,
A LA VEZ QUE LA LUCHA ENTRE EL PANGERMANISMO Y EL PANESLAVISMO.
Un mundo agotado tras el conflicto no
interferiría en el proceso
constituyente de la nueva Rusia, que, una vez consolidada,
sería utilizada para DESTRUIR OTROS GOBIERNOS Y DEBILITAR
RELIGIONES
.

Los Illuminati creyeron que al crear una nueva
sociedad contraria a la occidental, entonces regida por el
cristianismo, la monarquía y la libre empresa, lo
suficientemente poderosa como para arrebatar su lugar en el
mundo, aunque no tanto destruirla, y manteniendo una guerra entre
ambas durante varias generaciones (la guerra
fría), las masas de uno y otro bando se
agotarían y reclamarían a gritos la paz y el
entendimiento entre ambos mundos. Ello daría lugar a una
gran sociedad occidental globalizada cuyos principios e hilos
serían manejados desde la sombra por los
Illuminati.

Las dos Guerras Mundiales ya son cosa del pasado, con todas
las secuelas de pérdida de nacionalidades y de valores y con
el afianzamiento del poder masónico en casi todo el
globo.

La tercera y definitiva guerra la están preparando a
pasos de gigante contra el Islam, y ya en
casi todos los cerebros lavados del planeta los medios de masas
sionistas han grabado la falacia de que el Islam y el terrorismo son
una misma cosa y le han hecho creer al mundo que los inventores
del terrorismo fueron las organizaciones musulmanas de defensa y
no, como la historia lo demuestra, que los primeros inspiradores
de esos actos criminales de chantaje, fueron organizaciones
masónicas.

Continuando con los Protocolos:

Hace falta darse cuenta de que la fuerza de las masas es
ciega, desprovista de razón en su discernimiento y que,
oscila sin voluntad, de un lado para otro
. (Pág. 46
de los Protocolos citados)

Más adelante se lee:

Sin el despotismo absoluto es imposible la
civilización, porque la civilización no puede
avanzar más que bajo la protección de un jefe,
cualquiera que sea, con tal de que nunca esté en las manos
de las masas
. (Pág. 46)

En cuanto el pueblo cree que ha conquistado la libertad,
se da prisa para convertirla en anarquía, que es la
representación más perfecta de la barbarie
.
(Pág. 47)

En los países cristianos, el pueblo está
embrutecido por el alcohol, la
juventud está trastornada por la intemperancia prematura
en la que nuestros agentes la han iniciado cubiertos con
distintos disfraces: preceptores, criados, institutrices de las
casas ricas, empleados, prostitutas y es preciso añadir a
estas últimas las que se conocen con el nombre de femmes
de monde, sus imitadoras voluntarias en materia de
lujo y corrupción
. (Pág. 47).

Y más adelante en esta misma primera sesión en
las páginas 48 y 49 se lee:

Como luego veremos esto fue lo que nos dio la victoria y
nos proporcionó, entre otras cosas, la abolición de
privilegios, o en otros términos, la de la existencia de
la aristocracia de los gentiles, única protección
que tenían contra nosotros, las naciones y los
países
.

Sobre las ruinas de la aristocracia natural y hereditaria
nosotros levantaremos, sobre bases plutocráticas, una
aristocracia nuestra.

Esta nueva aristocracia es la riqueza, que siempre
estará bajo nuestra inspección, y la ciencia que
nuestros sabios nos han enseñado
. (Págs. 48 y
49)

Ocho años después de depositados, sin lugar a
dudas, estos textos en el Museo Británico, fue asesinado
en Sarajevo el Príncipe Francisco Fernando, heredero del
Emperador de Austria y Rey de Hungría, Francisco
José I, desencadenándose así la Gran Guerra
o Primera Guerra
Mundial que dio al traste con las monarquías de
Austria, Hungría, Alemania y Rusia y posteriormente, por
el efecto dominó, cuyas fichas eran colocadas
hábilmente por los sionistas y sus pajes, fueron cayendo
las monarquías de los Balcanes, del resto de Europa y poco
a poco, del resto del mundo.

Sólo Inglaterra
conserva una cabeza coronada pero sin poder político, ni
militar, ni económico y España pudo reinstalar un
rey, pero también carente de poderes.

VI

La Revolución
de octubre

El caso de Rusia constituye un capítulo aparte, pues el
asesinato de la familia imperial con el Zar Nicolás II a
la cabeza, marcó el
tal vez más grande complot sionista de la
historia para establecer un gobierno universal.

Karl Marx nació
en Trier (Tréveris), Alemania, el 5 de mayo de
1818, como descendiente por padre y madre de antiguas familias
judías de rabinos talmudistas de fuerte raigambre
imperialista. Su apellido judío era Mardochai. Su abuelo
fue rabino de Colonia, Alemania.

Cuando Marx tenía seis años, su padre y toda su
familia se convirtieron aparentemente al protestantismo, pero
seguían practicando en secreto el judaísmo. El
pequeño Karl fue enviado a clases de Talmud con los
rabinos y, a medida que fue creciendo, se fue despertando en
él la idea de buscar la forma de conseguir la
expropiación de los bienes de los no judíos para
ponerlos en manos de los judíos y, para realizarla, fue
decisiva la ayuda de uno de sus maestros, el rabino Baruch Levy
de la secta Neo-mesiánica.

Baruch Levy escribió a su discípulo Marx
la carta que
contiene un resumen de la doctrina revolucionaria del
Neo-mesianismo judío y que causó gran
escándalo en Europa.

Su texto,
según la obra Les Origines Secrètes du
Bolchevisme
de Salluste, (Edición Lules Tallandier,
País, 1930, páginas 33 y 34), dice:

El pueblo judío colectivamente tomado, será
su propio Mesías. Dominará al mundo entero,
logrando la unificación de las razas humanas, la
supresión de las fronteras y de las monarquías,
baluartes del particularismo. Establecerá una
República Universal, que dará en definitiva, carta
de ciudadanía a todos los judíos. En
esta nueva organización de la humanidad, los hijos de
Israel,
esparcidos por el mundo, hijos de una misma raza y de una misma
educación tradicional, se convertirán sin
oposición, en el elemento por todas partes dirigente,
sobre todo si logran imponer a las masas obreras, la dirección de algunos judíos. De esa
manera, con el amparo de la
victoria del proletariado, los gobiernos de las naciones
integrantes de la República Universal, pasarán
fácilmente a manos israelitas. La propiedad individual,
podrá ser entonces suprimida por los gobiernos de raza
judía, que administrarán en todas partes la riqueza
pública. Y así se cumplirán las promesas del
Talmud, de que al llegar los tiempos del Mesías, los
judíos tendrán en sus manos, las riquezas de todos
los pueblos del mundo
.

Obviamente también esta vez los judíos tratan de
ocultar y negar su autoría de estos hechos
endilgándole a Marx el atributo de "Judío
Renegado", cuando las pruebas de que Karl Marx
actuó como instrumento del sionismo, son apabullantes.

Su papel fundamental como uno de los inspiradores del socialismo y del
comunismo, animado por el materialismo hebreo, se lo atribuyen a
Marx el historiador judío, Doctor Marx Raisin en su libro
Historia del Pueblo de Israel, (Editorial La Verdad,
México D.F. 1942) y el escritor judío,
contemporáneo de Marx, Bernard Lazare, en su obra
L´antisemitisme, son histoire el ses causes,
(Edición León Chaylleyé, París,
1894).

En la página 57 del citado libro de Raisin Historia
del Pueblo Judío
reconoce la gran importancia que
tuvieron los judíos en la Revolución Liberal
Burguesa Alemana de 1848 y en cuanto al papel de Marx,
citamos:

El socialismo fue él mismo, hasta cierto grado, un
producto de la
mente judía. En el dominio de la teoría y del
análisis científico, fue la obra de
Carlos Marx
.

Citando también al mencionado Bernard Lazare sobre
Marx, leemos:

Este descendiente de una línea de rabinos y
doctores (del judaísmo), heredó toda la fuerza
lógica
de sus antepasados; fue UN TALMUDISTA lúcido y claro, al
que no embarazaban las cándidas minucias de la
práctica; UN TALMUDISTA que se ocupó de la sociología y que aplicó sus
cualidades de exégeta a la crítica
de la economía
política, estando animado por el materialismo
hebreo
.

En un discurso
pronunciado en Valladolid el 4 de marzo de 1934, José
Antonio Primo de Rivera, fundador de la Falange Española,
denunció que mientras Marx formulaba leyes implacables
sobre la producción y los intereses de los patronos
y los obreros, escribía cartas a su amigo
Federico Engels diciéndole que los obreros eran una plebe
y una canalla de la que no había que ocuparse sino en
cuanto sirviera para la comprobación de sus
intereses
.

También todos los partidos que intervinieron en la
Revolución
Rusa eran manejados por judíos, veamos:

Entre los Cadetes (Democráticos Constitucionales) que
derribaron al Zar, estaban:

Vinaver, Grusenberg, Jollos, Hessen, Herzenstein, entre
otros.

Entre los viejos Narodniki o Voluntad del Pueblo, los
anarquistas "moderados" Bramson y Nathanson.

Con los Mencheviques se encontraban: Martov, Trotzki,
Dan, Martinov, Liber (Goldman), Abramovich y Gorev.

Entre los internacionalistas: Steklov, Sujanov, y otros.

Con los Social-revolucionarios: Gotz, Bernstein, Bunakov y
Ruthenberg.

Entre los socialistas revolucionarios de izquierda:
Kapelinsky, Ehrlich, Linde, Steinberg, Proschian, Schlichter y
Schreider.

Y finalmente, con los bolcheviques: Kamenev,
Zirioviev, Radek, Litvinov, Borodin, Frumkin, Goloschekin,
Hanecky, Yarolausky, Lashevich, Liadov, Sokolnikov y Sverlov.

Según la hagada o ley judía,
Lenín fue un judío periférico de sangre
impura, porque aunque su madre fue judía, lo que le
confiere a los judíos el derecho a prestar los juramentos
de fidelidad, secreto y obediencia absoluta, su padre no fue
considerado en ese entonces como judío, aunque investigaciones
posteriores demostraron que el padre de Lenín
también fue judío de estirpe Tártaro-Khazar,
como fue confirmado por el historiólogo húngaro
Istvan Bakony, en el capítulo X de su libro
Imperialismo, Comunismo y Judaísmo, las tres fuerzas
que dominan al mundo
.

Este mismo autor investigó también acerca de la
madre de Lenín y afirma que era de la familia judía
alemana Blank de Lübeck (de esta misma ciudad del norte de
Alemania proviene la familia judía Frahm, uno de cuyos
vástagos, Karl Frahm, adoptó fingidamente el
cristianismo y como Willy Brandt llegó a la jefatura del
SPD, Partido Socialista Alemán y más tarde, a Jefe
de Gobierno o Bundeskanzler de la República
Federal de Alemania).

Antes de la Revolución de Octubre, los partidos que
aparentaban ser enemigos, unos de otros, profesaban obediencia a
sus rabinos y actuaban bajo una jefatura común que no
trabajaba, ni en beneficio de Rusia, ni de su pueblo, sino en
provecho de la nación judía.

Y todo se fue sucediendo según los planes sionistas:
Los partidos Centristas Moderados derrocaron al Zar e instauraron
una "democracia" dirigida por el Poder Oculto Judío.

Luego hicieron las maniobras que llevaron al gobierno del
centro a la izquierda moderada y más tarde el jefe de
ésta, el judío Alexander Kerensky (Kerensky fue el
nombre adoptado de su padrastro al casar su madre con el ruso
Kerensky a la muerte de su esposo el judío Adler)
entregó el poder al judío comunista Lenín en
la forma descarada que toda persona informada ya conoce.

Lo primero que hizo Lenín fue mandar a asesinar a los
comandantes de las Fuerzas Armadas, a los intelectuales, a la
nobleza y a la burguesía no judía. Después
se asesinaron a tres millones de obreros y a siete millones de
campesinos que tuvieron la osadía de exigir a los
judíos comunistas que le cumplieran al proletariado sus
falsas promesas, que sólo habían servido de anzuelo
para que las clases trabajadoras apoyaran una falsa
revolución.

Los bolcheviques hicieron prisioneros al Zar
Nicolás Alexandrovich, a la Zarina Alejandra Feodorovna y
a sus hijos, el 15 de abril de 1917 y los fusilaron.

La historia aún no ha podido establecer con exactitud,
si todos los niños de los zares fueron fusilados con sus
padres o si la pequeña Anastasia pudo escapar al
crimen.

Para no entrar en interminables detalles sobre la
autoría y el control judíos en la Revolución
Rusa, reproducimos el cuadro de la página 247 del
Judío Internacional de Henry Ford:

PRUEBA ESTADÍSTICA DEL PREDOMINIO
JUDÍO EN RUSIA ROJA

 

Miembros totales

Miembros judíos

Porcentaje judío

Consejo de Comisionarios Populares

22

17

77%

Comisión de Guerra

43

33

77%

Comisariado de Asuntos Exteriores

16

13

81%

Comisariado de Hacienda

30

24

80%

Comisariado de Gracia y Justicia

21

20

95%

Comisariado de Instrucción Pública

53

42

79%

Comisariado de Socorros Sociales

6

6

100%

Comisariado de Trabajo

8

7

88%

Delegados de la Cruz Roja Rusa en Berlín,

 

 

 

Viena, Varsovia, Bucarest, Copenhague

8

8

100%

Comisionarios de Provincias

23

21

91%

Periodistas

41

41

100%

Al conocerse en Nueva York el derrocamiento del Zar de Rusia,
un personaje no judío de renombre universal, alabó
en un discurso a un influyente judío, cabeza de la
poderosa casa bancaria Kuhn Loeb & Co, a Jacobo
Schiff, por haber facilitado el dinero para el derrocamiento del
Zar. Los asesinos de Nicolás Romanov, de su esposa, de sus
pequeñas hijas y de su hijo enfermo, fueron cinco
diputados sovietistas, todos judíos.

Sir Winston Churchil afirmaba en un discurso pocos años
después de la Revolución de Octubre:

Hay personas en este país –ellas
serían las primeras en rechazar el calificativo de
patriotas– que se alegrarían si Lenin y esa
extraña y tenebrosa banda de anarquistas y aventureros
judíos lograran, sin obstáculos ni rivales, subir
al elevado trono de los Zares, y al despotismo de un sistema
tirànico unieran una propaganda destructora. Se
apresurarían a ser los primeros en arrojarse a los pies de
estos nuevos tiranos.

…Esta terrible catástrofe ha sido producida por
una banda relativamente pequeña de revolucionarios
profesionales, la mayor parte judíos, que ha sorprendido
al desgraciado pueblo ruso en un momento de debilidad e
ignorancia, que han experimentado en ella con lógica cruel
todas las doctrinas comunistas que aquí en nuestro
país podemos proclamar tan libremente. En Rusia las han
realizado. Han convertido en efecto las palabras en hechos,
asesinando desconsideradamente a todo el que se les pusiera
delante.

…Es un espectáculo nunca visto, el que una banda
de conjurados sin patria, salidos del hampa de las grandes urbes
europeas y americanas, trabaje bajo la dirección
despótica de un país que un día fue el
poderoso e imponente imperio ruso.

En la pág 256 de Alerta a Occidente Editorial
Acervo, Alexander Solzhenitsyn escribió:

Pero yo me he limitado a dar los nombres de las personas
que dirigían entonces, los destinos del GULAG, de los
jefes de la NKVD, de los directivos de la Construcción del
Canal del Mar Báltico. Aquí están los
principales (Frenkel, Firin, Uspensky, Aron Solts, Jacobo
Rappoport, Matvei Berman, Lazar Kogan, Genrikh Yagoda). Yo no
tengo la culpa de que todos ellos sean de procedencia
judía. No se trata de una selección
artificial realizada por mí. La separación la ha
hecho la historia.

Pero para abreviar, dejemos que G. Edward Griffin en su obra
The Creature from Jekyll Island", American Opinion Books,
Appleton, Wisconsin, 1995 p.p. 124 y 125
nos ilustre acerca
de cómo el comunismo no fue otra cosa, que uno de los
engendros mazónicos en su desesperada búsqueda del
gobierno global:

(.)Pero, ¿cuándo se fue el comunismo? NO
podemos estar seguros;
sólo sabemos que una mañana leímos los
diarios y nos enteramos de que la hazaña se había
llevado a cabo. Había socialdemócratas por todas
partes y quedaban pocos comunistas. Los líderes rusos
hablaban como si ellos fueran enemigos tradicionales del antiguo
régimen. Había llegado la perestroika; el comunismo
había muerto. No había sido aniquilado por un
enemigo; se había botado a sí mismo fuera de la
existencia; ¡Se había suicidado!.

¿No parece extraño que el comunismo haya
caído sin ninguna batalla? ¿No resulta curioso que
un sistema que nació de la lucha de clases y de la
revolución, y que se mantuvo en el poder por la fuerza y
la violencia durante casi un siglo simplemente se retirara por
propia voluntad? El comunismo no fue derribado por el pueblo en
armas. No hubo
ninguna revolución y contrarrevolución;
ningún largo período de fragmentación;
ninguna lucha sangrienta entre facciones opuestas.
¡¡Puff!! Simplemente se fue. Semejante hecho
jamás se había producido en toda la historia. ya
que ha sido contrario a la manera en que los gobiernos
actúan; contrario a la propia naturaleza del poder el
cual jamás se rinde sin una lucha a muerte.
(El
resaltado es nuestro(. Ésta, en verdad, fue una gran
curiosidad que debería hacer que la gente lo medite un
poco más a fondo.

Para ahondar sobre el tema, copiamos nuevamente del citado
trabajo "El
Cerebro del
Mundo.", p.p. 324 y 325:

Ello permitiría comprender mejor el enamoramiento
de determinados círculos políticos e intelectuales
en Occidente desde mediados de los años ochenta con
Mikhail Gorbachev, a quien la revista Time
(controlada por miembros del CFR desde hace décadas), en
su afán por honrarlo lo nombró "Hombre del
Decenio", en 1990, apartándose de su propia
tradición de nombrar a la
personalidad (a su criterio) más importante del mundo
como apenas el "Hombre del Año". Hoy Gorbachev,
galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 1990 por "su rol en
el proceso de paz que hoy caracteriza importantes sectores de la
comunidad
internacional" (según el Comité Nobel, citado por
The New York Time 1999 Alamanc), sigue siendo un referente clave
en el camino hacia el globalismo, ejerciendo importante
influencia a través de la Fundación Gorbachev que
opera con la financiación de capitales occidentales y que
en 1995, por ejemplo, convocó a 500 figuras de
máximo prestigio y poder al elegantísimo hotel The Fairmont de San Francisco,
California. Entre los participantes se destacaron sus grandes
amigos George Bush, George Shultz (ex-Secretario de Defensa del
presidente Ronald Reagan), Margaret Thatcher, Kart Biedenkopf
(presidente del gobierno de Sajonia y miembro de la Trilateral
Comission), David Packard, Zbigniew Brzezinski y Jeremy Rifkind,
entre otros (ver Hans-Peter MARTIN y Harald SCHUMANN, La Trampa
de la
Globalización).

La Sociedad de Sociedades había enfrentado los dos
sistemas opuestos
en una lucha por la supervivencia, pero con un mismo objetivo y
ambos bajo control judeomasónico, para alcanzar el control
planetario. El comunismo debió cederle el paso al capitalismo
"triunfante" y obedeciendo órdenes superiores, tiró
la toalla sin ofrecer resistencia.

Para quienes quieran enterarse más amenamente acerca de
cómo unos cerdos manejan a los otros animales, se les
recomienda leer el cuento satírico de George Orwell,
"Rebelión en la granja" o ver la película del mismo
nombre.

La obra del mismo autor Orwell "Mil Novecientos Ochenta y
Cuatro" no es sólo una "novela de
política ficción distópica", sino que son
los aterradores presentimientos hechos hoy realidad por el
despotismo judeomasónico.

Transcribimos a continuación la información que aparece en la red:

Rebelión en la
granja

Rebelión en la granja (Animal Farm)
(1945) es un cuento satírico de George Orwell acerca de un
grupo de
animales en una granja que expulsan a los humanos y crean un
sistema de gobierno propio que acaba convirtiéndose en una
tiranía brutal. La novela fue
escrita durante la segunda guerra
mundial y, aunque fue publicada en 1945, no comenzó a
ser conocida por el público hasta finales de los
años 50. Rebelión en la granja constituye una
crítica velada de la Revolución Rusa y una
sátira sobre la corrupción
del socialismo soviético en los tiempos de
Stalin.

Argumento

Los animales de la granja Manor, alentados en su
día por el viejo cerdo Mayor, que antes de morir
explicó a todos los animales su visión, llevan a
cabo una revolución en la que consiguen expulsar al
señor Jones y crear sus propias reglas que escriben en una
pared.

  • 1. Todo lo que camine en dos piernas es
    enemigo.

  • 2. Lo que tenga cuatro patas o plumas es
    amigo.

  • 3. Los animales no deben usar ropa.

  • 4. Ningún animal debe dormir en una
    cama.

  • 5. Ningún animal beberá
    alcohol.

  • 6. Ningún animal matará a otro
    animal.

  • 7. Todos los animales son iguales.

Al principio la granja es mas próspera incluso que
cuando el señor Jones la administraba, pero con el paso
del tiempo, los cerdos, que se habían autoerigido como
líderes por ser más inteligentes, empiezan a abusar
de su poder y manipulan los mandamientos en su favor. Dos de
estos cerdos, Snowball y Napoleón, se muestran como los
líderes, pero empiezan a mostrar diferencias que acaban
cuando Napoleón lanza a los perros contra
Snowball, que huye de la granja. A partir de ese momento
Napoleón se erige como único líder,
manteniendo a todos los animales bajo su dictadura, mediante la
amenaza de los perros, y poco a poco los cerdos acabarán
adoptando todos los defectos del hombre por los cuales en su
día iniciaron la revolución, hasta que el
único mandamiento que queda escrito es:

– Todos los animales son iguales, pero algunos son
más iguales que otros.

Significado

Orwell satiriza el régimen comunista
soviético representado a través de los animales de
la granja. Mayor representaría a Marx, por ser el
ideólogo de la revolución. El señor Jones
sería Nicolás II de Rusia. Napoleón, con sus
medidas para administrar la granja (apropiadas de Snowball) que
servirán para llevar a ésta a la prosperidad,
aunque ésta sólo mejorará su propia
situación y la de los demás cerdos; y su
política de restricción de libertades, representa a
Stalin. Snowball sería Trotsky, líder militar que
posteriormente huye de la granja. Una vez establecido el poder de
Napoleón, todo animal que se considerara peligroso
sería ejecutado bajo la acusación de ser seguidor
de Snowball. Boxer, el caballo, siempre convencido de trabajar
más y traicionado a pesar de ello, representaría al
proletariado. Las ovejas, analfabetas y acríticas con el
régimen, personifican al campesinado.

En otras lenguas

El título original en inglés del libro es
Animal Farm, pero la obra fue traducida de modo no literal a las
diversas lenguas europeas. Se ajustaron al original la
edición alemana: Farm der Tiere, francesa: La ferme des
animaux, neerlandesa: Dierenboerderij e italiana: La fattoria
degli animali. Los traductores nórdicos se centraron en el
camarada Napoleón (danés: Kammerat Napoleon,
noruego: Kamerat Napoleon). Por último, el libro tuvo
nombres diferentes en los dos principales países de habla
portuguesa; O Triunfo dos Porcos en Portugal y A
Revolução dos Bichos en el Brasil.

Mil novecientos ochenta y cuatro

Mil novecientos ochenta y cuatro
(más conocida como 1984) (en inglés
Nineteen Eighty-Four) es el título de una novela de
política ficción distópica escrita por
George Orwell en 1948 y editada en 1949. En la novela el estado
omnipresente obliga a cumplir las leyes y normas a los
miembros del partido totalitario mediante el adoctrinamiento, la
propaganda, el miedo y el castigo despiadado. La novela introdujo
los conceptos del siempre presente y vigilante Gran Hermano,
de la notoria habitación 101, de la ubicua policía
del pensamiento y
de la nueva lengua de
políticos y burócratas. Muchos comentaristas
detectan paralelismos entre la sociedad actual y el mundo de
1984, sugiriendo que estamos comenzando a vivir en lo que se ha
conocido como sociedad Orwelliana. El término Orwelliano
se ha convertido en sinónimo de las sociedades u
organizaciones que reproducen actitudes
totalitarias y represoras como las representadas en la novela. La
novela fue un éxito
en términos de ventas y se ha
convertido en uno de los más influyentes libros del siglo
XX.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7
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