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El surgimiento del Partido Comunista de Cuba (página 2)



Partes: 1, 2

Un elemento aglutinador de las tres organizaciones
político-revolucionarias existentes se puede encontrar en
la vocación unitaria del máximo dirigente de la
Revolución
reflejada antes del desembarco del Granma4 y en su
convicción según la cual desde el primer momento
debió permanecer "una sola organización revolucionaria"5, así
como en la propia obra de transformación que se iba
desarrollando y en la necesidad de enfrentar las acciones
contrarrevolucionarias.

En este contexto, un denominador
común se encontraba en los discursos de
Fidel Castro:
su insistencia en el combate por la unidad de todos los que
habían sufrido alguna injusticia, y su perseverancia en
concientizar a los trabajadores, en solicitarles sacrificios y
confianza, especialmente a obreros y campesinos; amén de
alimentar el optimismo acerca del cumplimiento del Programa del
Moncada.

En la etapa 1959-1961 el Partido Socialista Popular
desempeña un rol importantísimo en cuanto a la
contribución y formación de las Organizaciones
Revolucionarias Integradas (ORI), poniendo a sus cuadros
más experimentados al servicio de la
revolución u de la nueva organización que se
gestaba, sirviendo ellos a la vez como maestros y guías de
los cuadros menos experimentados, jóvenes
fundamentalmente. En este sentido desempeña un papel
destacado su líder
Blas Roca el cual pone en manos de Fidel a su partido y la
dirección de éste.

En entrevista
realizada a Blas Roca por Jorge B. Mendoza y Gabriel Molina
expresó:

"Yo me opuse a que el gobierno formado
en enero de 1959 fuera nuestro gobierno y entonces la
decisión fue así. Esta es nuestra revolución
porque ese correspondía a la idea de defender la
revolución y hacerla avanzar. Con aquel equipo no
podía avanzar la revolución más que unos
pasos… no podía ir muy lejos porque contaba con muchos
plattistas…y la revolución no podía desarrollarse
en nuestro país sin oponérsela dominio
neocolonial norteamericano. Era imposible… no bastaba librarnos
de la tiranía que era como si dijéramos el ejecutor
interno de la política de los
imperialistas… era decisivo, pero si no te deshaces del
dueño del ejecutor, te ponen otro… porque el gobierno
real, el gobierno verdadero estaba en el Ejército Rebelde
y en primer lugar en Fidel que no figuraba en el gobierno en
ningún cargo…"6

A través del propio proceso fueron
madurando las condiciones que hicieron posible esta
vertebración de las fuerzas revolucionarias que hoy
existe, y esa unión se forjó, precisamente y
tenía que forjarse necesariamente. Los elementos salidos
de los sectores populares, es decir que la clase obrera,
la clase campesina, los estudiantes, las capas de la
pequeña burguesía y los intelectuales,
los únicos sectores, y clases de la sociedad que
por su propia naturaleza y
por el lugar que ocupan, están llamadas a ser
revolucionarias se unen todas en una sola organización que
adopta la ideología obrera, el programa del socialismo.

Todas las fuerzas que estaban divididas entre esas
organizaciones se fundan en una sola organización, en una
sola dirección, que significa, sencillamente, un
fortalecimiento extraordinario de la
Revolución.

No aspiraba la dirección revolucionaria a la
formación de un frente único de diversas
organizaciones: sino a una unidad institucional,
programática, estratégica y
táctica.

Al respecto Blas Roca, en entrevista con Jorge E.
Mendoza y Gabriel Molina expresó:

"Nosotros, desde el Séptimo Congreso de la
Internacional Comunista (1935) habíamos elaborado
posiciones muy serias y muy profundas al respecto… desde el
principio era muy claro, por lo menos para mí, que nuestra
vía de desarrollo no
podría ser un frente único, la verdadera
solución nuestra tenía que ser ésta, la
unidad. Nada de frente único, de partidos. Un partido
único de todos los revolucionarios en el que estuviera
todo el mundo y desarrollarnos la lucha".7

Con el presupuesto del
incremento de los contactos entre el MR 26-7 y PSP en torno a las
medidas a implantar para el mejor desarrollo de la Revolución
Cubana, el 16 de agosto de 1960 comenzó la VIII
Asamblea del PSP, la que exhibía entre sus invitados
más significativos a militantes de las tres organizaciones
revolucionarias, y de cuya principal manifestación8 se
puede subrayar que: en la práctica, se convertía en
común el programa de acción
derivado de esa Asamblea, que tenía por eje central la
defensa enriquecida de la Revolución  —desde y
con las masas populares— en los planos ideológico,
militar y gubernamental; quedaban sentadas las bases para el
inicio del proceso orgánico de fusión
de las tres organizaciones vanguardias del proceso revolucionario
cubano de entonces; en correspondencia, de hecho comenzaba la
negación dialéctica del protagonismo particular del
MR 26-7, el PSP y el DR 13-M, para en su lugar continuar
trabajando en aras de la Revolución Cubana a partir de la
unidad de esas fuerzas revolucionarias en torno al
compañero Fidel Castro9.

En el mes de septiembre se crea el Buró de
Coordinación de Actividades Revolucionarias
a todos los niveles de dirección, lo cual permitió
un trabajo
más coherente y sistemático entre las tres
organizaciones e ir creando las condiciones para la integración.10

Por este camino, un momento decisivo se encuentra en el
Pleno del Comité Nacional del PSP efectuado el 24 de junio
de 1961, concebido para examinar lo relacionado con la
creación de una sola organización partidista,
ocasión para la cual fueron invitados los dirigentes
principales del MR 26-7 y el DR. 13-M., continuando lo acontecido
al respecto en la citada VIII Asamblea del PSP.

La médula del sentir de la unánime
aprobación por ese pleno de la resolución acerca de
la creación de un partido unido se puede hallar en el
documento del PSP que al respecto escribió Blas Roca,
algunos de cuyos puntos conceptuales es atinado no pasar por
alto:

"Fidel es ya el más alto dirigente socialista y
obrero cubano.

"Nosotros, viejos militantes del socialismo en nuestro
país, proclamamos la dirección de Fidel Castro y
tenemos plena confianza en que nos conducirá con acierto y
que se desarrollará aún más…

"Con las fuerzas revolucionarias integradas, con el
Partido Unido de la Revolución Socialista Cubana (sic),
bajo la dirección de Fidel, nosotros entramos a cumplir
las complejas tareas del período de transición, del
período de construcción del socialismo".11

De este documento del PSP, se puede subrayar, por una
parte, el elevado grado de desprendimiento personal que
existía en la Dirección Nacional de esa
organización —en especial, de Blas Roca—; por
otro lado, la idea de una fusión que partiera de una
integración con vistas a un objetivo
superior: la constitución del Partido, una
expresión de lo general en lo particular; y además,
el explícito reconocimiento a Fidel Castro como
líder que podía y debía conducir, por
derecho propio, los destinos del proceso revolucionario cubano,
elemento verdaderamente significativo.

A tenor con la mencionada resolución del PSP
sobre la creación de un partido unido, esa
organización se disolvería para pasar a concretar
tamaño empeño político-revolucionario,
asunto este que también tuvo lugar para el MR 26-7 y el DR
13-M.

Acerca de este trascendental pasaje de la Historia de Cuba, en el
VIII Aniversario de los asaltos a los cuarteles de Santiago de
Cuba y Bayamo, el 26 de Julio de 1961, el propio Fidel,
después de referirse a cómo el pueblo cubano para
esa fecha ya estaba mejor preparado y más cohesionado en
sus organizaciones de masas, destacó que se estaba
asistiendo a "un segmento que une y orienta a través de
los cuadros de las organizaciones revolucionarias integradas
(sic) que marchan hacia la formación del Partido Unido de
la Revolución Socialista de Cuba".12

También en esa ocasión, el Comandante en
Jefe, como un reflejo del estilo del liderazgo de
la Revolución Cubana en el sentido de consultar con las
masas las decisiones más significativas, en consecuencia
con lo antes dicho, expresó: "… y ahora, que
levanten la mano los que apoyan  la reunión de todos
los revolucionarios en el Partido Unido de la Revolución
Socialista de Cuba".13 Y fue unánime la respuesta de
quienes se encontraban en esos festejos por la efemérides
del 26 de Julio: con los brazos en altos la representación
del pueblo cubano que allí se había congregado
apoyaron el proceso de construcción de dicho
Partido.

A partir de ahí quedarían formadas las
organizaciones de base —Núcleos Revolucionarios
Activos
con las estructuras
municipales y provinciales en todo el país, proceso
concretado por dirigentes que del MR 26-7, PSP y DR 13-M, quienes
ya fungían como Organizaciones Revolucionarias Integradas
(ORI). La dirección revolucionaria del 26 de Julio
enfrascada en la solución de grandes problemas
internos y externos a que se enfrentaba, contaba con el apoyo
decidido y consciente del Partido Socialista Popular y el
directorio Revolucionario "13 de Marzo"; así como la
adhesión y firmeza de la clase obrera. Designó al
compañero Anibal Escalante, de militancia comunista, para
que dirigiera la estructuración inicial de dicho partido
para lo que contó con la plena confianza de la dirigencia,
de acuerdo con las tres organizaciones.

Las ORI tuvieron desde su inicio problemas que pudieron
dar al traste con la estructuración de un fuerte partido
Marxista leninista como necesitaba la revolución cubana,
precisamente en el momento en que se ha declarado su carácter socialista.

Dentro del proceso de las ORI, sin embargo, no todo fue
negativo. Tuvo aspectos positivos, ello se demuestra en el hecho
de que en 1961 surgen comisiones encargadas de los problemas
educacionales y de propaganda; de
orientar y dirigir la superación revolucionaria de todos
los compañeros, así como la publicidad de
todas las organizaciones tanto revolucionarias como sindicales.
Esta comisión tenía como objetivo además
planificar los estudios revolucionarios y calorizar su
iniciativa, no quedando exento este territorio de la
constitución de las demás comisiones, además
las ORI se encargaron de orientar y dirigir las tareas
fundamentales de la Revolución, desempeñando un
importante papel en el cambio de
moneda, superación de militantes y obreros en el impulso a
la campaña de alfabetización en losa inicios de la
aplicación de la reforma
agraria entre otras importantes actividades.

En el proceso de 1961-1962 se fueron eliminando algunas
manifestaciones de sectarismo, pero éste subsistía
con grandes errores en su estructura,
organización, y sobre todo, en el proceso de
dirección del trabajo revolucionario.

Escalante, falló a la confianza depositada en
él, imponiendo en la constitución de las ORI
principios y
métodos
antimarxistas; sectarios, ideológica y
políticamente, lo que hizo que el proceso de
integración se viera seriamente dañado, el
desacuerdo y la desaprobación de los revolucionarios
verdaderos, generalmente excluidos de la
organización, y de las masas trabajadoras, que no
veían seleccionados a sus mejores compañeros,
mientras la
administración sufría el desorden y la falta de
autoridad
determinados por la suplantación de que era objeto las
ORI.

Otros grandes errores fueron desvirtuar la
función
de los núcleos, desconocer la democracia
socialista y el centralismo
democrático, convirtiéndolos en meros ejecutores de
una política que se les señalaba. Al igual
suplantaba la dirección revolucionaria, intentando
someterla y convirtiendo a las ORI en instrumento personal de
dirección política y de gobierno.

De este segmento de la evolución de lo que definitivamente
sería la vanguardia
político-revolucionaria cubana expresada en una sola
organización, debe resaltarse la concepción
prevaleciente: la norma organizativa sería la selección
y la calidad de la
militancia, con un rigor ascendente, pues quienes eran encargados
de llevar adelante ese proceso no tenían la suficiente
capacidad. Por tanto, la exigencia iría aumentando y cada
vez sería necesario más requisitos para ser miembro
del Partido.14

La concepción sobre la
organización partidista se apoyaba además en
la   igualdad de
derechos y
consideraciones a toda la militancia, lo que equivalía a
decir que el presupuesto era que no habría discriminación alguna por la
afiliación de procedencia: no importaría los
años que se hubieran servido en el  MR 26-7, el PSP y
el DR. 13-M., sino el mérito en la lucha que estaba por
desarrollarse.

Como elemento rector, paulatinamente las ORI se hicieron
sentir en la dinámica de la estructura de la sociedad
cubana. Un ejemplo se aprecia en el hecho de que sus
representantes aparecieran presidiendo —junto a los del
Gobierno Revolucionario encabezado por su Primer Ministro—
la Reunión Nacional de Producción, efectuada apenas dos meses
después del último Pleno del PSP, de esta forma las
condiciones estaban creadas para que, en principio, el pueblo
viera en las ORI al elemento llamado a regir el avance de la
Revolución Cubana, tanto más, por cuanto en el
espíritu de ellas debían estas convertirse en una
escuela de
revolucionarios, en un vehículo destinado no a adoctrinar
sino a enseñar a pensar, a buscar en la historia lecciones
para el aprendizaje;
todo ello a partir de un programa representativo de la
aplicación del marxismo y del
leninismo a la situación histórico-concreta de
Cuba.

Reflexionando al respecto, el dirigente principal de las
ORI dijo en fecha tan temprana como el 1ro de diciembre de 1961:
"El Partido Unido de la Revolución es, en primer lugar,
una necesidad. ¿Por qué es una necesidad? En primer
lugar, no se puede hacer una Revolución
     —sobre todo, no se puede
llevar adelante una revolución (sic)— sin una fuerte
y disciplinada organización revolucionaria".15

Y poco después puntualiza: "un movimiento
puede ser más radical o menos radical. Lo que no puede
haber son dos, tres o cuatro movimientos revolucionarios. Eso es
absurdo. Además, esas son cosas propias de la
contrarrevolución".16

Relacionado con todo lo anterior, la tarea fundamental
de las ORI era no solamente organizar y dirigir a las
organizaciones de masas a través de sus núcleos,
sin inmiscuirse directamente en los asuntos de la administración en la base, sino
también en preparar al pueblo en la responsabilidad y en la dirección
colectiva, en aras de dejar atrás las decisiones
unipersonales. Su trabajo medular sería buscar en las
discusiones las mejores soluciones
—como estilo de labor partidista—, una manera de
evitar el culto a la
personalidad y, al mismo tiempo, un
modo de ver en el pueblo a las grandes virtudes.

Este primer eslabón de la cadena
Organizaciones Revolucionarias Integradas-Partido Unido de la
Revolución Socialista de Cuba-Partido Comunista de Cuba
estaba llamado a ser la base a partir de la cual una sola
organización vanguardia político-revolucionaria
cubana, a la vez que honrara en la práctica la
fusión científica de las ideas de Marx, Engels,
Lenin y Martí,
asimismo, garantizara una trayectoria ascendente. Sin embargo, en
la concreción de lo anteriormente expresado hubo
dificultades y deficiencias.

A partir del 8 de marzo de 1962, se tomó la
decisión de constituir oficialmente la Dirección
Nacional de las ORI, tras la unánime condena al sectarismo
y la ratificación del liderazgo de Fidel Castro. Catorce
días después, el 22, esa Dirección
nombró a Fidel Castro y Raúl Castro como Primer y
Segundo Secretarios, respectivamente, además de acordar
integrar su propio Secretariado, una Comisión de
Organización y otra Sindical, y designar a Blas Roca
director del periódico
Hoy; y el día 26, como ha sido costumbre, el máximo
líder informó a la población.17

Con estos presupuestos
se desarrolló prácticamente un nuevo proceso de
organización de la base partidista, a través de la
conformación de núcleos cuyos militantes
tendrían que estar avalados por tres requisitos
cardinales:

1ro.- Ser un trabajador ejemplar.

2do.-Tener una moral
probada.

3ro.- Poseer el visto bueno de las masas.18

Sobre la base de toda la experiencia, en mayo de 1963 se
optó definitivamente por llamar a la vanguardia
político-revolucionaria cubana PURSC en vez de ORI. Y no
se trataba solamente del tránsito formal de una a otra
denominación, sino de un cambio cualitativo que
provocaría un salto en la razón de ser del Partido
en Cuba: conducir cada vez más y mejor a todo el sistema
político y a la sociedad en sentido
general.

En discurso
pronunciado por el compañero Carlos Rafael
Rodríguez en la constitución de la primera
seccional del PURS en la Regional de Camaguey el 12 de mayo de
1963, expresó:

"No es posible hacer una revolución
socialista sin un partido marxista leninista. La
Revolución que comenzó en enero de 1959 con grandes
transformaciones, en el marco de la revolución
democrático-burguesa de contenido agrario y
antiimperialista; pero que tenía ya el rumbo de la
radicalización en las propias medidas de la
revolución agraria, en la histórica de mayo, al
transformarse en revolución socialista debía tener
como instrumento un partido unido y firme, partido de la clase
obrera, de los mejores hijos del proletariado, partido que
aglutinara a los elementos que junto al proletariado
combatían con la ideología revolucionaria, surgido
del seno del campesinado y de la intelectualidad
revolucionaria".19

En lo sucesivo, se iría perfilando el
funcionamiento del PURSC, de acuerdo con la percepción
de su Primer Secretario: "Nosotros hemos dicho que el Partido
gobierna, pero el Partido no gobierna en todos los niveles. El
Partido gobierna por conducto de su dirección nacional, y
por medio de la administración
pública… "El partido dirige las organizaciones de
masas en los distintos niveles. Es decir: dirige nacionalmente y
en las provincias el Partido dirige también las
organizaciones de masas, sin interferir las funciones que se
les asignen nacionalmente a una organización de masa, ni
la jerarquía dentro de la
organización".20

Las orientaciones dadas entonces respecto a la UJC
fueron precisas: si la máxima autoridad política es
el Partido con relación al Estado y las
organizaciones de masas, "con tanta mayor razón —se
acotó continuando el pensamiento
con relación al funcionamiento del PURSC— con
respecto a los jóvenes"21 porque —como ya se
señaló— la deformación de las ORI se
hizo sentir marcadamente en la organización juvenil, y
resultaba indispensable un perfeccionamiento en tal
sentido.

Además, el Partido también
estaría al tanto del perfeccionamiento de las JUCEI (Junta
de Coordinación, Ejecución e Inspección,
surgida el 22 de julio de 1960 pero concretadas en las provincias
a partir del año siguiente) y, especialmente, de lo que
vendría a ser la organización de otra experiencia
de gobierno a nivel intermedio: el Poder
Local.

Vale subrayar que tal dinámica del PURSC
tenía lugar sin dejar de atender asuntos
estratégicos como la aplicación de la Segunda
Ley de Reforma
Agraria o de la urgencia que demandaba el Ciclón Flora,
eventos que
simultáneamente tuvieron lugar en octubre de 1963.
Paralelamente, la vanguardia político-revolucionaria
cubana también encabezó la ejecución de una
nueva división político-administrativa,
razón por la cual los cambios en la vida partidista iban
acompañados de una nueva estructura orgánica: en
lugar del nivel municipal, aparecían los Seccionales y los
Regionales.

A partir de aquí, se observa que
el trabajo del
Partido en la nación
va a transcurrir marcado por la incorporación a su
accionar de la constante búsqueda de la no
reiteración de desviaciones en su razón de ser
—lo que no implica que siempre lo haya logrado— y,
por tanto, con una perspectiva potencialmente carente de
elementos convulsos tipo sectarismo.

En el año 1964, en correspondencia con la nueva
división político-administrativa, se
desarrolló el proceso de balance, renovación y/o
ratificación de mandatos del PURSC, desde las
organizaciones de base hasta los Comités Provinciales,
elemento este que sirve para evidenciar el inicio de una nueva
etapa en la labor partidista cubana. He aquí la base y el
porqué Fidel Castro, en el quinto aniversario de la
fundación de los CDR, el 28 de septiembre de 1965,
destacó la necesidad de concluir la organización
del partido a todos los niveles: el paso inmediato sería
la modificación del nivel nacional.

De esa forma entre los días 30 de septiembre y
1ro de octubre de 1965, La Habana fue escenario de importantes
reuniones de la Dirección Nacional del PURSC con los
Miembros de los Buroes Provinciales del Partido, los Secretarios
Generales de los Comités Regionales y dirigentes del
Estado a nivel provincial. Para estas ocasiones, respectivamente,
se analizó lo concerniente a la organización del
Poder Local y del Partido. Lo más significativo de esas
reuniones del PURSC a nivel nacional se puede encontrar en los
siguientes acuerdos: Constitución del Comité
Central del Partido, el Buró Político, el
Secretariado —encabezado por Fidel Castro y Raúl
Castro como Primero y Segundo Secretarios, respectivamente—
y las Comisiones de Trabajo.

Conclusiones

La creación del partido dirigente de
la Revolución Cubana debe asumirse como un proceso que
—si bien tiene un hito en los días alrededor del 16
de abril de 1961, fecha referente—, en retrospectiva
está concatenado con el desarrollo del acercamiento entre
las tres organizaciones de mayor participación en la lucha
contra la tiranía de Fulgencio Batista (1952-1958): el
Movimiento Revolucionario 26 de Julio (MR 26-7), el Partido
Socialista Popular (PSP, Comunista) y el Directorio
Revolucionario 13 de Marzo (DR 13-M) y en la perspectiva
está, a tenor con el trabajo de coordinación de
esas organizaciones después del triunfo revolucionario, la
construcción de las Organizaciones Revolucionarias
Integradas (ORI), la transformación de estas en Partido
Unido de la Revolución Socialista de Cuba (PURSC) y la
definitiva opción del nombre de Partido Comunista de Cuba
(PCC).

La complejidad de las condiciones a
través de las cuales tuvo lugar el proceso de inicio de la
construcción del socialismo en Cuba, constituye un aspecto
que no debe obviarse en el momento de analizar los problemas que
hubo en torno a las ORI.

El 8 de marzo de 1962, se tomó la
decisión de constituir oficialmente la Dirección
Nacional de las ORI, tras la unánime condena al sectarismo
y la ratificación del liderazgo de Fidel Castro. Catorce
días después, el 22, esa Dirección
nombró a Fidel Castro y Raúl Castro como Primer y
Segundo Secretarios, respectivamente, además de acordar
integrar su propio Secretariado, una Comisión de
Organización y otra Sindical.

Bibliografía

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los caídos en los bombardeos yanquis, preludio
invasión Girón.,16 abril 1961.

Castro, Ruz Fidel: Discurso en el XX
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Castro, Ruz Fidel Discurso por el VIII
Aniversario del asalto al Moncada. Revista
Bohemia. La habana 30 de julio 1961.p 88

Idem

Castro, Ruz Fidel Compendio cinco
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101-102

Idem, p 6

Idem, p 11

Idem, p 209

Idem, p 213

Castro, Ruz Fidel Discurso en el campamento
de Columbia 8 de enero de 1959.

Darushenkov, Oleg (1979): Cuba, el camino
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pp236-237.

Duarte, Martin La estrategia
unitaria de la Revolución cubana. Editora Historia. La
Habana 1997

Grobart, Fabio "El proceso de
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de diciembre de 1981,pp.77-79.

Malmierca, Isidoro. Revista Cuba
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Lenin, Vladimir "Enfermedad Infantil del
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Periódico Granma, págs 1, 2,
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Periódico Hoy 24 de 1960,p
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Revista Bohemia, La Habana, 1ro de abril de
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Roca, Calderío Blas. Entrevista
realizada por Jorge E Mendoza

Roca Calderío Blas .Entrevista
realizada por Jorge Mendoza y Gabriel Molina.

VII Asamblea Nacional. La revolución
avanza unida en torno a Fidel(pag.378). ediciones Populares. La
Habana.-

Rodríguez Carlos Rafael. Discurso en
la constitución de la primera seccional del PURS en la
regional de Camaguey el 12 de marzo de 1963. Ed de la COR.
Dirección Nac del PURS, abril 1963 No 12. pag
47

Trabajo de Diploma Apuntes para la Historia
del PCC en Cienfuegos 1959-1965. Colectivo de autores ISP
"Félix Varela" 1987-1988.

 

 

 

 

 

Autor:

Lic. Norma Mesa Piñero

Ing. Walquiria Fernández
González

Lic. Reinaldo Súarez Santiago

Coautora:

MS.c Tania Herrera
Achón

Escuela Provincial del Partido

"Alejandro Nápoles
León"

Cienfuegos.

[1] Lenin, Vladimir. "Enfermedad Infantil del
Izquierdismo en el Comunismo". Ob .citT,XXXI.
CapX.pág87.

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