La utilización de los productos audiovisuales infantiles en el hogar
Objetivo: Demostrar al maestro cómo orientar a
la familia en
cuanto al uso de los medios
audiovisuales en el hogar para potenciar el aprendizaje de
los niños,
utilizando sus funciones
recreativas, instructivas y educativas.
La importancia que representan los factores asociados a
la escuela con el
fin de elevar la calidad de
la
educación en nuestros niños es evidente. Es por
ello que las relaciones entre la escuela, la familia y la
comunidad
cuando son satisfactorias, contribuyen a potenciar el aprendizaje a
través de un proceso
educativo multifactorial que logre el rendimiento
escolar.
La familia juega un papel muy importante en la educación de los
hijos. El hogar debe ser el espacio donde se prolongue el
aprendizaje escolar pero, para que esto se logre le corresponde a
la escuela y más específicamente al maestro,
cumplir con su función de
orientador, en este caso a los padres que son los agentes que
intervienen más directamente en el proceso de
formación de los hijos.
El maestro debe facilitar el derecho a los padres a la
formación de una cultura
pedagógica y psicológica que le permita conocer
cómo apoyar el aprendizaje de los niños en el hogar
o cualquier otro contexto en que se encuentren.
Una de las vías que se pueden seguir en el hogar
para contribuir a potenciar el aprendizaje que los niños
adquieren en la escuela puede ser, la observación de productos
audiovisuales. Esto requiere de la preparación a los
padres y otros miembros de la familia que conviven con el
niño para conocer cómo aprovechar estas
posibilidades que ofrecen los medios de
comunicación masiva para educar e instruir,
quizá de una manera menos formal que en la escuela, pero
siempre utilizándolos para aprender.
Los hogares cubanos, en su mayoría, cuentan con
un televisor y en muchos casos también poseen otros medios
audiovisuales como máquinas
reproductoras de video o DVD, videojuegos y
computadoras.
Podemos entonces hacernos las preguntas ¿contribuyen estos
medios en el hogar a potenciar el aprendizaje de los
niños?, ¿cómo puede la familia ayudar al
niño a observar activamente los productos
audiovisuales?
Para lograrlo es necesario que, en primer lugar, los
programas que
observen formen parte de la programación infantil que está
adecuada a las características de las edades de los
niños el tratamiento del vocabulario y el contenido de la
información del mensaje que transmite el
cual les permita criticar lo observado.
La recepción de la información debe ser
activa, crítica
y creativa, de modo que se evite una posición pasiva del
niño frente al medio audiovisual.
En muchas ocasiones sucede que reproduce simplemente lo
que observa convirtiéndose en un consumidor de
imágenes y sonidos que no lo llevan a
pensar y analizar.
O sea ven pero no observan y oyen pero no escuchan,
impidiendo la interpretación correcta de lo que se
muestra.
También ocurre que el niño no hace una
interpretación adecuada de esta información debido
a percepciones distorsionadas sobre hechos, personas o lugares,
repercutiendo negativamente en su aprendizaje. Tal puede ser el
caso cuando se observan películas del género
terror que le producen miedo o en otros casos se exhiban escenas
de violencia y
agresión que luego le provoquen una conducta exaltada
que manifiesta con sus amigos durante el juego porque
le han sido reforzadas actuaciones erróneas a
través de estos materiales,
incluyendo a los videojuegos y algunos dibujos
animados.
En el período de los seis a doce años en
los que transcurre la Educación Primaria, también
conocido como segunda infancia, se
produce el fenómeno de de la impregnación, el cual
ha sido estudiado, entre otros investigadores, por la doctora
Liliane Lurcat (1989) del Instituto Nacional de la Salud y la Psicología de
Francia,
refiriendo que es una forma de aprendizaje muy eficaz que tiene
la característica de que el sujeto aprende sin saber que
lo está haciendo. Señala que los medios
audiovisuales provocan esta impregnación en los
niños.
Atendiendo a este análisis se hace más evidente la
necesidad de que padres y familia en general, tengan en cuenta
que como parte de las actividades que realizan los niños
en el hogar, se encuentra la observación de programas
televisivos o en video, a los cuales le dedican muchas horas de
su tiempo y, por
tanto, se debe extraer de ellos el mejor provecho porque lo que
aprenden de estos programas, puede convertirse en un espejo para
el niño en el cual modelos
superficiales afecten la formación de sus valores
morales por la influencia negativa que en ocasiones ejercen
sobre ellos.
Cuando la familia está preparada para desarrollar
está actividad con sus hijos puede determinar si el
consumo de
productos audiovisuales contribuye a la instrucción y
educación.
Parte de esta preparación se refiere a conocer
qué actividades puede realizar con el niño para
reforzar el aprendizaje como puede ser una conversación
que les permita sistematizar algunos contenidos como la
expresión oral, la narración, la descripción, la valoración de un
personaje, manifestar sus opiniones y puntos de vista acerca de
lo observado, hacer comentarios. Algunas preguntas pueden ayudar
a la reflexión en estas conversaciones como son:
¿qué sucedió?, ¿quién lo
hizo?, ¿por qué lo hizo?, sin que el niño se
sienta que está formando parte de un interrogatorio.
Siempre son útiles los recursos del
lenguaje
audiovisual como los colores, el
vestuario y la música.
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