- Anticonceptivos hormonales
(ACH) - Progestágenos
utilizados en los ACH comercializados en
España - Anticonceptivos hormonales
orales (ACHO) - Efectos
beneficiosos de los anticonceptivos
hormonales - Efectos Adversos
de los AH - Contraindicaciones
de los AH - Interacciones de
los AH - Anticonceptivos
sólo de progestágenos - Bibliografía
Introducción
El tema de la anticoncepción no
pierde interés
conforme pasan los años. Todo lo contrario. A un método
anticonceptivos le pedimos que sea simple, eficaz,
reversible y sin riesgos, es
por ello por lo que en el 2006, un 30% de las españolas en
edad fértil eligen los anticonceptivos hormonales como
principal método anticonceptivo; sin embargo de
éstas un 39% consideran que existe pérdida de
eficacia de
los mismos debido a su mala adhesión al tratamiento. Algo
está fallando.
Un gran número de las usuarias de
métodos
anticonceptivos hormonales orales reconocen no llevar
correctamente el tratamiento, sufrir olvidos en alguna toma y
pocas de ellas usan otros métodos barrera en esas
ocasiones.
Debido tal vez a estos problemas, al
nuevo estilo de vida
y a disponer de la posibilidad de abortar el número de
embarazos no deseados, especialmente entre la población más joven, es tan elevado.
En el 2006, en España se
llevaron a cabo más de cien mil interrupciones voluntarias
del embarazo,
siendo las mujeres entre 20 y 24 años las que lo hicieron
en mayor número.
Muchos autores consideran que el éxito o
fracaso de los anticonceptivos hormonales dependen del tipo y de
la calidad de los
consejos que recibe la usuaria, de ahí la importancia de
una buena información.
Por dicho motivo surge este trabajo en el
que hacemos una revisión amplia de los métodos
anticonceptivos hormonales que existen hoy en día
incidiendo en las diferentes formas de administración de los que disponemos en
España.
Anticonceptivos
hormonales (ACH)
La anticoncepción hormonal se basa en el aporte
exógeno de las hormonas
ováricas: estrógenos y progestágenos o bien
progestágenos solos para alterar el ciclo
menstrual y así impedir el embarazo (entre otros
fines).
Actualmente el estrógeno utilizado en
España corresponde al etinilestradiol (EE). El ir
disminuyendo la dosis utilizada (desde 150 a los 30, 20 y 15
mcg/día) ha permitido mejorar la tolerancia y
reducir los efectos secundarios. Hay que decir que aunque no hay
diferencias significativas en el control de
natalidad entre estas dosis si se ha visto que con 15 mcg el
control del ciclo es peor.
Derivan bien del hidroxiprogesterona
(ciproterona, acetato de medroxiprogesterona y acetato de
clormadinona) de la Nortestosterona (Linestrenol y Norestisterona
( 1ª generación) Norgestrel y Levonorgestrel (2ª
generación) y Desogestrel, Gestodeno, Etonorgestrel y
Norelgestromina (3ª generación) o por último
de la Espironolactona (Drospirenona es el que tiene el perfil
farmacológico más parecido a la progesterona
natural con un efecto antimineralcorticoide y
antiandrogénica reduciendo los efectos adversos de los
estrógenos sobre la retención de agua,
incremento de peso y edema. Presenta alta eficacia y escasos
efectos adversos, pero hay que tener en cuenta el posible
riesgo de
hiperkalemia en mujeres con insuficiencia
renal o adrenal, disfunción hepática o en
tratamiento con medicamentos ahorradores de potasio)
Progestágenos
utilizados en los ACH comercializados en España
Anticonceptivos
hormonales orales (ACHO)
Los ACHO más utilizados son los compuestos por
estrógenos y progestágenos ya sean en preparados
monofásico (dosis constante) o bien variable
(bifásico o trifásico). La eficacia anticonceptiva
se expresa con el índice de Pearl (número
embarazos/100 mujeres usuarias en un año)
Formas Combinadas: Índice de Pearl 0,12-0,34, si
bien el riesgo de olvido de la toma puede aumentar mucho este
valor. El
inicio del tratamiento ha de coincidir con el primer día
de sangrado.
Si dicho inicio se produce entre los días 2 y 5
del ciclo se han de tomar otras medidas anticonceptivas no
hormonales durante siete días. La hora de la toma no debe
variar en más de tres horas y se debe tomar
preferiblemente después de la cena (así
disminuiremos los vómitos
iniciales).
En el período de descanso se producirá la
hemorragia (suele ser dos o tres días después de la
toma del último comprimido y puede no haber terminado
antes de empezar el siguiente envase).
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