- La
alostasis, y su importancia en el equilibrio del ecosistema
cerebral - La
depresión y sus raíces evolucionarías y
darvinistas - Un
estado de ánimo que acarrea sus costos pero que trae
consigo sus propios beneficios - Las
causas de los trastornos afectivos - Causas
aceptadas para los trastornos afectivos - La
biología de la depresión - El
caso para las bases biológicas de las enfermedades
emocionales - Bibliografía
"La actividad más exaltada que un ser
humano puede lograr es aprender para poder
comprender. Porque el comprender es ser libre." Baruch
Spinoza (1632-1677).
Cuando los "expertos" nos dicen que las
depresiones u otros trastornos psiquiátricos, son
resultado de desequilibrios químicos cerebrales,
¿cómo explicamos a ellos — quienes hablan de un
asunto que aún no ha sido demostrado — que sus
asunciones pueden resultar siendo erróneas?
El cerebro
humano.
Cuando hablamos de trastornos emocionales, no se
puede pretender que, para que éstos existan, que los
elementos humorales que residen en el cerebro se han,
simplemente, desestabilizado, sin razón alguna — ya que
no existen patógenos para explicarlo — y que lo hacen de
manera idéntica para reproducir fidedignamente los
diversos cuadros clínicos de la
neuropsiquiatría.
Mejor, y aún más acertado,
sería describirlos como trastornos de la plasticidad
sináptica y neural de ese microcosmos que, en nuestros
cráneos reside, y que todo, en nuestras vidas, gobierna.
(Véanse mis artículos acerca de los
hologramas).
El cerebro como
ecosistema
Entender el cerebro, como ecosistema y
de sus funciones
bioquímicas y metabólicas en el desarrollo de
las enfermedades que
llamamos "mentales", es, en parte, el propósito de esta
lección. La otra parte consistirá en conducir una
revisión de lo conocido acerca de la patofisiología
de los trastornos emocionales.
¿En qué consiste un ecosistema?
Definiciones abundan, y muchas son torpes en su
expresión. Para nuestro propósito adaptamos la
ofrecida por The American Heritage Science
Dictionary:
"Un ecosistema es una comunidad de
organismos, considerados juntos con su entorno
físico.
"Representa un medio de relaciones
interdependientes e interactivas, incluyendo tales procesos como
son la circulación de energía a niveles
tróficos y el tráfico de elementos químicos,
y compuestos similares, a través de los mecanismos, vivos
e inertes, dentro de su estructura".
El cerebro, como todo ecosistema, es muy
complejo, no-linear, y auto-organizador.
Ambos, científicos especializados en el
estudio de las funciones cerebrales, y los ecologistas, describen
este elemento auto-organizador como "el principio
homeostático", donde el sistema mantiene
su propio equilibrio o
"punto determinado" (set point).
La alostasis, y su
importancia en el equilibrio del ecosistema cerebral
En seguida reproducimos una definición del
proceso de la
alostasis (provista, asimismo, por The American Heritage
Science Dictionary):
"Bruce McEwen, en el 1993, adoptó el
término "alostasis" para complementar nuestro uso de la
palabra estrés.
McEwen trató de reflejar con este término lo que
puede ser considerado como la manera más eficiente del
organismo para responder a las circunstancias medioambientales y
a los estímulos a que se exponen los individuos todos los
días.
"McEwen considera que la alostasis resulta de
un rápido e intrincado sistema de respuestas entre el
cerebro, el sistema nervioso
autónomo, y otros sistemas del
cuerpo, a través de las hormonas
liberadoras. Esta acción
coordina el cerebro, que se sensibiliza a la situación
nueva o amenazante, el sistema endocrino, que moviliza el resto
del organismo, y el sistema inmunológico que es esencial
para nuestra defensa interior.
"Una imagen
clásica de la alostasis es aquélla en la que un
animal huye de su depredador.
La sobrecarga alostática
Como sobrecarga alostática, estamos
hablando de una disrupción mayor afectando un ecosistema
como la que vemos en gran escala en el
calentamiento
global o con lo que sucede económicamente con la
crisis
financiera mundial.
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