El ser humano rompe el régimen de la comunidad
primitiva cuando sacramenta[1]esclavitudes y
desarrolla con el excedente de las cosechas, una
institucionalidad llamada propiedad
privada que conduce a organizar la
guerra[1]
El ser humano, indómito, natural,
silvestre, salvaje, a perpetuidad, es denominado como un ser
social libre, independiente, autónomo. Ésta
cognición innata de su existencia insubordinada se
forjó en el trabajo[2]en la
recolección comunitaria –manutención
forzosa-, que viene a consolidarse en la transformación
terrenal y domesticación de semovientes. Verbos que en
tablas de la humanidad, constituyen la
personalidad de la guerra, de
ahí que su conducta
transforma y gobierna la paz.
Desde su origen, el ser humano siente como suyo aquello
que le hace falta para compensar sus esenciales
necesidades[2]Consuetudinariamente hurga en el
ambiente para
hallar nichos alimenticios geoestratégicos (manantiales de
energía vital); cuando los descubre, se sienta en y sobre
esos bienes[3]esto es, ejerce possessio, protege y
explota, sienta su dominación -Uti possidetis ita
possidiatis-
[4][5][6]porque
quiere dejar de sufrir atropellos que nacen de la escasez
(básicamente: hambre y frío). Quiere estar y
sentirse protegido. Al efecto:
a) edifica murallas, castillos, fortalezas;
b) marca su
territorialidad a través de heterogéneos lenguajes
simbólicos que manifiestan su personalidad
histórica de cultura y de
guerra –banderas[3]y escudos-;
c) busca el título más adecuado para
MANTENER SU RELACIÓN CON DIOS, por eso se declara
soberano, rey o primus inter pares, zar, emir, sultán,
monarca, príncipe, conde, califa, marqués,
vizconde, barón, duque o visir, de su burgo, feudo o
chacra, autoridad
suprema-divina, con potestad incondicional de plenos poderes para
juzgar y declarar el derecho -iuris dictio-
[7][8][9]
d) organiza su núcleo social en base a su
religio absolutista; y,
e) canta en voz de cosaco: "L'Etat, c'est moi"
[4]("El Estado soy
yo"[5]
[6][10][11][12]como
arquetipo ILUSTRE de reconciliaciones ceremoniales, ensalzados
entre señoriales codicias, fuerza legal y
partida de nacimiento de la desintegración
sociopolítica –equilibrio del
poder en el
mundo- y la división de los pueblos en clases
sociales todavía reinante: alieni juris y sui
juris[7][8]-periferias y
metrópolis[9]división internacional
del trabajo"-[10].
Paralelamente, ante esta EVOLUCIÓN DE LA CIVITAS,
las herramientas
de trabajo, defensa y conquista, son
perfeccionadas mediante técnicas,
experiencias, prácticas, ensayos, dudas
y errores[13]para conservar el imperium y SACRO
CETRO, untado de sacrificios humanos en tributo de omnipotentes
deidades, edificados de batalla en batalla. Todo esto, viene a
ser fuente que el ser humano APREHENDE a defender y conquistar,
elementos básicos que VERTEBRAN la guerra.
El EXCEDENTE de cosechas, el SOBRANTE del consumo, la
acumulación del excedente y sobrante,
"jurídicamente", poseídos a través del
saqueo privilegiado, engendra la
explotación[14]Aquel ser humano desprovisto
de sus herramientas para subsistir, siente vencida su voluntad a
causa de la necesidad imperiosa de vivir, somete su voluntad a la
voluntad de otro[15]para pellizcar migajas y
entregarse por entero a fatuos GRILLETES (concertación
para esclavizar, a causa de grupos
organizados que requerían de mano de obra), tal
averno no soportó por mucho tiempo su
NATURALEZA
INNATA, que le exige como único camino para ser
libre[16]hacer violenta rebelión, ejercicio
subversivo de libertad,
síntesis de contradicciones sociales,
CARÁCTER de guerra.
Abordando en el tiempo, desde que el ser humano
habita en comunidad, el hambre se convirtió en MOTOR y
SANGRE de la guerra, su resultado siempre ha sido el
EXTERMINIO SOCIAL de GRUPOS
VULNERABLES[11]sobre la base de custodiar
formas de poder y dominación,
CONSAGRADOS[12]por representantes de
omnipotentes voluntades del TODOPODEROSO (aristocracia
hereditaria), conducta que aún mantiene su
expresión en esferas CONSTITUCIONALES y en mandatos
del ordenamiento
jurídico[17]
En cada una de las etapas socioeconómicas de la
humanidad, la estructura
social esclavista –gobernabilidad-[18]
ha sido desestabilizada por AMBICIONES DE JERARCAS tribales
(pater famulus o paterfamilias[19]reinos,
principados, ducados…) y la REACCIÓN
SOCIAL[13](insurgencia, rebelión, lucha
social…), las formas de los enfrentamientos
políticos se han desarrollado de manera organizada y/o
espontánea, dependiendo de coyunturas políticas;
no existían antiguamente normas piadosas
para la integridad humana, porque el objetivo de
toda confrontación era, o el reinado o la libertad, es
decir, mantener dinastías y su soberano patrimonio
eclesial o subvertir el orden
esclavista[20]DUALIDAD que constituye la
guerra.[14]
Página siguiente |