La génesis del comercio moderno y las Cámaras de Comercio. El caso particular de Cuba
- Principales
teorías sobre el surgimiento y evolución del
comercio - Surgimiento
y desarrollo de las Cámaras de
Comercio - Mercadotecnia
- Mezcla
de mercadotecnia - Campaña
- ¿Qué
es Comunicación de Mercadotecnia? - Modelo
sugerido para la creación de la
estrategia
Principales teorías sobre el
surgimiento y evolución del comercio
Con el advenimiento del capitalismo en los albores de
siglo XVII, se desatan las fuerzas, hasta esos momentos inertes,
que conducen a la civilización de la actual sociedad moderna.
Esos profundos cambios que comienzan a acontecer en la
vida socioeconómica del mundo, responden a la dinámica que imprimen las
nuevas leyes económicas objetivas
del régimen de producción capitalista y
a las contradicciones que se generan al interior de sus fuerzas
motrices.
Los fenómenos que se fueron sucediendo a partir de
los siglos XIV y XV en las economías de algunos países
europeos, dieron lugar a la aparición de las primeras
interpretaciones teóricas acerca del leitmotiv del nuevo
modo de producción en ciernes.
Así las ideas mercantilistas, fueron predominantes
sobre todo en la práctica de los gobiernos de países
europeos, que veían en el comercio la fuente de las
riquezas. Es así como en la etapa del mercantilismo temprano en el
siglo XVI, lo importante era la exportación y no la importación de
mercancías, pues esta última hacía decrecer los
ingresos obtenidos en metales preciosos. La riqueza de
una nación era concebida como
la acumulación de oro y plata, por lo cual
cualquier entrada de esos metales hacía más rico a un
país. En el mercantilismo tardío, ya en pleno siglo
XVII, los conceptos cambiaron, pues lo importante no era el
balance monetario, sino el balance comercial. O sea, un país
podía importar mercancías hasta el punto que sus
importaciones no superaran las
exportaciones. Aquí hay un
punto crucial en el pensamiento mercantilista,
puesto que ya se ve el dinero como capital. El dinero si se invierte reporta
más dinero. No consigue concebir a la producción como
fuente de riqueza, ella es un mal necesario, porque en definitiva
la riqueza parece ser que surge de la esfera de la
circulación. Todas estas concepciones se arraigaron en las
élites de gobierno, que definían los
mecanismos necesarios para defender el incremento de la riqueza.
Uno de esos mecanismos fue el establecimiento de los aranceles a las importaciones,
medida impositiva que grava el precio de los productos extranjeros en los
puntos fronterizos y los hace menos competitivos en el mercado interno. Pero ello trae
aparejado entonces un incremento de los costos de producción de
los fabricantes nacionales y por tanto un encarecimiento de sus
productos que se destinan a la exportación, haciendo menos
competitivos los mismos y provocando una disminución de los
ingresos.
Surgen así las primeras contradicciones entre el
libre cambio y el proteccionismo,
que condujeron a la formación de agrupaciones gremiales y
mercantiles que por una parte, representaban los intereses
empresariales y al mismo tiempo que defendían la
prosperidad económica del país.
Esta es la génesis de la aparición de las
Cámaras de Comercio tal y como se conocen hoy, primero en
ciudades y regiones y luego a escala de todo el
país.
El capital, que surge inicialmente como capital
comercial, no tardaría mucho tiempo en convertirse en lo que
realmente estaba llamado a ser: Capital Industrial, el mismo que
revolucionó a la sociedad hasta sus cimientos,
transformándolo todo bajo las leyes ciegas del
mercado.
Nuevas interpretaciones surgirían con la nueva
realidad, pero nunca otra más importante que las de la
Escuela Clásica Burguesa
inglesa, con sus líderes Adam Smith y David Ricardo, primeros en
descubrir que la fuente de la riqueza no es otra que la
producción.
Carlos Marx, continuador del pensamiento
clásico, pero con raíces dialéctico –
materialistas, interpretó las leyes del nuevo sistema de producción
capitalista, su alcance y sus límites, desde su
concepción dialéctico – histórica del
desarrollo de la
sociedad.
Las concepciones marxistas sobre el capitalismo
permitieron comprender sus interioridades, a la luz de posiciones de clases y
vislumbraron las contradicciones fundamentales del
sistema.
El desarrollo de las relaciones de producción
capitalistas motivó no solo el desarrollo de la
producción, sino con ella y junto a ella, el desarrollo del
comercio y del comercio exterior propiamente
dicho. Es este último, tal y como existe hoy, fruto del
capitalismo y activo mecanismo de su
expansión.
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