El movimiento del 19 de abril de 1910; levantamiento de la aristocracia caraqueña
- Algunas
consideraciones sobre el 19 de abril de
1.810 - La
sociedad colonial - Los
antagonismos - Bibliografía
Introducción
El estudio histórico de procesos o
momentos históricos ocurridos en nuestro devenir
evolutivo, debe estar acompañado invariablemente de un
enfoque eminentemente crítico de ese acontecer, o se corre
el riesgo de caer en
el abismo, por darle un calificativo, que han caído
algunos escritores de historia, de falsear los
contenidos en función de
darle sentido a sus planteamientos.
Eso ocurre generalmente en este proceso de
construcción, cuando se escribe una
historia interesada que intenta en cierto sentido justificar un
momento o un proceso ideológico, pues como bien lo expresa
Adam Schaft en su obra "Historia y Verdad" que…"el
historiador vulgar y mediocre que cree y pretende que su actitud es
puramente receptiva, que se somete a lo que le es dado, en
ningún momento es pasivo en su pensamiento,
ya que aporta sus categorías y contempla los hechos a
través de estas". (1.984.p 335).
Partiendo de ésta premisa se debe pensar que la
objetividad histórica es una grandísima
hipocresía real, en los contenidos que algunos escritores
de historia desarrollan, pues deben asumir invariablemente una
postura en sus planteamientos y generalmente esa postura va a
determinar los "hilos" que van a mover y sesgar sus
categorías y conclusiones, el tratamiento que le dé
a los contenidos de ese hecho histórico que
trata.
Nunca se puede entonces exigir del historiador la
imparcialidad en el sentido estricto del término. Solo el
hecho histórico que el historiador estudia puede ser
imparcial. Pero el historiador, si quiere valorar este hecho,
debe tomar posición, pero esa posición del
historiador puede y debe ser científica, puede ser
elevada, incluso cada vez más, pero siempre será
una posición, un punto de vista. El sucesor , que se
situará en una posición aún más
elevada, tendrá un horizonte más amplio,
emitirá un juicio más imparcial y más
fundado, pero a su vez, encontrará a alguien que le
sobrepasará. El historiador que tendiera a lo imposible,
es decir que deseara ser absolutamente imparcial y no adoptara
posición alguna, se parecería al hombre que
vaga por un bosque, golpea los arboles, los
toca, huele su aroma, contempla los troncos y las raíces
pero no consigue captar una cosa; el bosque
mismo.
Entonces lo que se denomina la imparcialidad del
historiador, en el sentido positivo y favorable del
término, lo constituyen sólo los esfuerzos que
despliega para guardar sus distancias en sus juicios, con
respeto a
fines ajenos a la verdad histórica, extraños a su
convicción científica. Esta obligación es la
más penosa y pesada. Así lo que puede definirse
como la imparcialidad del historiador es únicamente su
tentativa sincera coronada con mayor o menor éxito.
Nos dice Adam Shaft que es …" un saber profundo, un buen
método de
estudio y un trabajo
perseverante ayudan al historiador en esa tentativa, pero su
éxito nunca será completo, porque el historiador es
siempre un hombre"…
Es necesario aclarar este aspecto pues el tema que se
trata sobre el movimiento de
1.810, que condujo en aquel 19 de Abril, a exigir al
Capitán general Vicente Emparan a presentar su renuncia en
publico a su cargo es un hecho que se ha tomado y ha llegado a
enseñarse en las aulas de clase y a
todos los niveles como un proceso "revolucionario" generado por
la ebullición de las discusiones candentes que se generaba
en ciertos grupos y
ambientes en la provincia de Caracas, ¡producto!
Generado por los movimientos o levantamientos anteriores en
contra de la Corona española, donde se relacionan con el
movimiento de los negros y zambos liderados por José
Leonardo Chirinos, el intento de Gual y España y
más cercano a este suceso los intentos expedicionarios del
Don Francisco de Miranda. Es necesario hablar entonces de
posicionamiento y enfoque científico pues,
la historia epopeyica, la historia heroica y la que se
enseña cotidianamente en aulas nos dice que lo que
ocurrió aquel 19 de Abril de 1.810 es la explosión
de esa efervescencia revolucionaria y de rechazo al dominio español en
las Provincias americanas y en este caso en la Provincia de
Caracas, y como la historia que se ha enseñado es la
historia de la Provincia de Caracas y mas allá, una
megahistoria patriotíca y mitica, donde los personajes
protagónicos fueron endiosados y condujo a explicar desde
una visión positivista ese hecho, así como la
reacción palpable del desarrollo de
eventos
anteriores. Decir lo contrario es escribir casí historia
antipatriota y casi antirepublicana y
antirevolucionaria.
Plantear que esos hechos particulares que ocurrieron un
"jueves santo", pero que estaban inducidos por otros intereses
alejados e esos momentos de la intención de crear un
gobierno
independiente, una república nueva y una patria nueva, es
grosso modo en intento que en este breve ensayo se
intenta determinar.
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