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Diagnóstico de plagas insectiles y su incidencia en dos pedestales de la zona central de Cuba (página 2)



Partes: 1, 2

Este es un aspecto al cual no se le ha prestado una correcta atención, pues los productores en su desconocimiento siempre han asociado la calidad nutricional de los pastos con las condiciones edafoclimáticas, los tipos de suelos, las prácticas de manejo, la fertilización y nunca han valorado la importancia de la incidencia nociva y la severidad de las enfermedades y las plagas inséctiles

Actualmente los pedestales se encuentran afectados, en mayor o menor grado, por la incidencia de estos agentes y las plagas constituyen uno de los factores de mayor significación dentro de este amplio grupo, las cuales influyen en la calidad de las plantaciones que lo conforman y por ende en el consumo animal. Es valido puntualizar que a nivel mundial y en Cuba existen escasos informes relacionados con el diagnóstico, la incidencia e identificación de las principales plagas que más afectan a las plantas asociadas a pedestales, de ahí la importancia de profundizar en dicho estudio.

DESARROLLO

MATERIALES Y MÉTODOS

( Lugar donde se llevaron a cabo las investigaciones: En dos hectáreas de pedestales pertenecientes a la vaquería "Niña Bonita", en la Empresa Pecuaria "La Vitrina", provincia de Villa Clara.

( Sistemas de pedestales en estudio

Pedestal 1: Asociación Neonotonia wightii (glycine) y Brachiaria híbrido cv. Mulato I.

Pedestal 2: Asociación Neonotonia wightii (glycine) y Pennisetum purpureum CT – 115.

( Descripción de la vaquería: Esta compuesta por un área de 112 ha, de las cuales 99 son cultivables. Por otra parte, la vaquería cuenta con 11 ha de pedestales (de ellas, 9 ha dedicadas para vacas en ordeño) donde cada área está dividida en 26 cuartones de 375 m2 (5 x 75 m). La cargas promedios que se utilizaron en el área de pedestal fueron de 5,9 y de 5,3 vacas/ha para el primer y segundo período, respectivamente.

( Clima: Los datos climáticos se tomaron de la Estación Meteorológica del Yabú, cercana a las áreas donde se llevaron a cabo los experimentos.

En la figura 1 se muestra el comportamiento de las temperaturas para el periodo evaluado 2006-2007, donde se puede observar que existieron variaciones de las mismas detectándose valores medios por encima de los 20°C y en los meses de verano (julio-agosto) en ambos años estuvieron cercano a los 25°C. Es de destacar que también hubo periodos de descensos de las temperaturas, fundamentalmente en los meses de septiembre a octubre, durante los años de evaluación.

Con relación a la humedad relativa (HR) (figura 2) se pudieron observar valores máximos por encima de los 96%, mientras la mínima fluctuó hasta un 63 aproximadamente en los meses de noviembre a diciembre. Con relación a los valores medios estos se comportaron por encima del 70% llegando a alcanzar valores hasta 85% de HR.

En cuanto a las precipitaciones la media anual durante el primer año de evaluación fue de 864 mm, con un promedio de 681 mm en la época de lluvia y 183 mm en la seca. En el segundo año de evaluación, máxima en las precipitaciones fue de 1 445 mm con una media 1 296 mm en la época de lluvia y 149 en la seca.

( Tipo de suelo: El suelo de los pedestales se caracterizó por ser Sialítico mullido Inceptisol según Hernández, Morales, Ascanio y Morell (2006) y con un relieve ligeramente ondulado.

( Frecuencias de los muestreos: Las observaciones se realizaron con una frecuencia semanal tanto para la determinación de las lesiones en las plantas evaluadas como para el diagnóstico de los insectos presentes.

( Diseño experimental y análisis estadístico utilizado en las investigaciones: El diseño que se empleó en las investigaciones fue totalmente aleatorizado y los datos se procesaron mediante el uso de la estadística descriptiva.

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Figura 1. Comportamiento de las temperaturas durante el período evaluado.

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Figura 2. Comportamiento de la humedad relativa en la zona de estudio.

Determinación de la intensidad y distribución de las lesiones en plantas asociadas en dos sistemas de pedestales en estudio

Para determinar la intensidad y distribución de las lesiones en las plantas en estudio se tuvo en cuenta la metodología de señalización descrita por INISAV (2003) y Rodrigo y Vergara (2004). En tal sentido, se tomaron al azar 5 hojas por cultivo (glycine, pasto mulato y king grass) en 10 puntos de cada diagonal evaluada en el campo, para un total de 100 hojas/cultivo en la doble diagonal del sistema de pedestal en estudio.

La escala y la formula propuesta para evaluar la intensidad de las lesiones se describe a continuación:

Escala para lesiones por insectos masticadores

Grado Observaciones

1 Hojas sanas.

2 Perforaciones independientes en el limbo de la hoja (de 1-2).

3 Perforaciones independientes en el limbo de la hoja (de 6 a 10).

4 Perforaciones grandes producto de la unión de varias pequeñas, el limbo aparece perforado fuertemente (de 11 a 16).

Escala para insectos chupadores

Grado Observaciones

1 Ausencia de daño: follaje con color normal, no hay ninfas ni adultos.

2 Daño leve: plantas con pocas manchas largas o rayas de color amarillo pálido; se encuentran algunas ninfas y/o adultos.

3 Daño moderado: plantas con abundantes manchas largas o rayas de color amarillo; algunas hojas con coloración parda o marrón. Se encuentra una mediana población de ninfas y adultos.

4 Daño grave: plantas con coloración parda o marrón en casi todo el follaje, se encuentran algunas plantas muertas.

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Valor de la escala= lV

Valor de la escala mas alto= ?

Número de hojas investigadas= n

Número total de hojas investigadas= N

Para determinar el % de distribución de las lesiones se utiliza la formula:

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a. Cantidad de hojas afectadas

b. Número de hojas muestreadas

Diagnóstico e identificación de los insectos asociados a dos sistemas pedestales

Los muestreos se realizaron en dos sistemas de pedestales de 1 ha cada uno (Pedestal 1 y Pedestal 2) donde cada sistema estuvo formado por 28 hileras. Los estudios comenzaron a partir del mes de septiembre del año 2006 hasta el mes de noviembre del año 2007.

Para la recolección de los insectos de poca movilidad (donde se incluyen los estados inmaduros, específicamente) se utilizó como método de evaluación la doble diagonal y el de muestreo fue el de la recolecta con conteo (Faz, 1990). En el pasto mulato se lanzó diez veces un marco de 0,5 m2; para el king grass se tomaron 5 vástagos/plantón al azar en 6 puntos y en el caso de la glycine se muestrearon 5 hojas en 20 puntos.

En cuanto a los insectos de mayor movilidad (adultos, fundamentalmente), se utilizó como método de muestreo el Jamo entomológico (10 pases del jamo en 10 puntos en la diagonal del campo. El tamaño del jamo fue de 30 cm. de diámetro y 73 cm. de profundidad. La confección del mismo se realizó con una tela de algodón siguiendo la metodología (según Faz, 1990).

Los insectos recolectados se trasladaron en bolsas de nailon a los laboratorios de Protección de Plantas de la EEPF "Indio Hatuey" y al de Taxonomía de Insectos de la UCLV "Martha Abreu", los cuales primeramente se asfixiaron con éter etílico y se conservaron en frascos pequeños de cristal con alcohol etílico al 70%, etiquetados por fecha de muestreo; para su ulterior identificación.

La clasificación de los insectos fue realizada con la contribución de los especialistas Grillo, H., Gómez, J. y Pozo, E: de la UCLV y Alonso, O. de la EEPFIH, además de la comparación con los especimenes de la colecciones depositadas en ambas instituciones.

Determinación de la incidencia poblacional de las principales plagas detectadas y del índice ecológico abundancia y frecuencia relativa

El estudio de la incidencia poblacional de las principales plagas se llevó a cabo desde septiembre del año 2006 hasta noviembre del año 2007 y los muestreos se realizaron con una frecuencia semanal en los sistemas de pedestales en estudio. Se tuvo en cuenta para esta investigación los métodos de muestreos descritos anteriormente en el acápite II.2 referente al estado de los insectos y su movilidad. Es de destacar que para el caso de los insectos de poca movilidad se halló el promedio de las larvas y/o ninfas/m2 y por punto de muestreos, y con relación a los de mayor movilidad se promediaron los insectos adultos/jamada.

Las escalas propuestas para determinar el grado de ataque causado por miones o salivitas, Mocis sp. y Empoasca sp. fueron:

Escala para miones o salivitas

Grado Observaciones

Ligero Menos de 10 ninfas/m2

Medio De 10 a 11 ninfas/m2

Intenso Más de 11 ninfas/m2

Para la determinación del número de ninfas/m2 se utilizó la fórmula: Número de espumas x 1.8 (Factor).

Escala gradológica para insectos móviles según metodología del jamo y puntos de Muestreo.

Grado Observaciones

Ligero menos de 1 insecto/jamada

Medio 1 a 2 insectos/jamada

Intenso más de 2 insecto/jamada

Escala para Mocis sp.

Grado Observaciones

Ligero Menos de 2 larvas/m2

Medio De 2 a 3 larvas/m2

Intenso Más de 3 larvas/m2

Escala para Empoasca sp. (jameo)

Grado Observaciones

Ligero Menos de 1,5 salta hojas/jamada.

Medio De 1,5 a 2 salta hojas/jamada.

Intenso Más de 2 salta hojas/jamada.

Para la determinación de la frecuencia relativa se utilizó la fórmula: FR= (fi/ft) x 100 (Odum, 1989).

donde:

fi= Cantidad de veces que aparece cada insecto por mes

ft= Cantidad de veces que se evaluó

Escala:

Muy frecuente > 30

Frecuente = 10 = 29

Poco frecuente < 10

La abundancia relativa se calculó: (Odum, 1989)

AR: (n / N) X 100

Donde

n: Cantidad de individuos de una especie por mes.

N: Cantidad total de todos los individuos de las diferentes especies encontradas.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Intensidad y distribución de lesiones en plantas asociadas en dos sistemas de pedestales

Pedestal #1: Asociación N. wightii (glycine) y Brachiaria híbrido cv. Mulato

En este sistema de pedestal se pudo observar la presencia de tres lesiones diferentes, dos de ellas asociadas a afectaciones en hojas de glycine (N. wigthii) y una vinculada al follaje del pasto mulato.

En la figura 3 se muestra la lesión #1, la cual se caracterizó por presentar orificios más o menos circulares en las hojas de glycine (N. wightii), que propiciaron reducciones del área foliar. Dicha lesión se encontró asociada a tres especies de crisomélidos (A. ruficornis, D. balteata y C. brunnea). Lesiones similares ocasionadas por estos coleópteros, han sido informadas anteriormente por Calderón y Varela (1982) en leguminosas forrajeras tales como: Pueraria phaseoloides (kudzú), Centrosema sp., Desmodium sp. y Macroptilium sp. y por Barrientos y Miret (1979), Tang, Hernández y Hernández (1987) y Murguido, Vázquez, Elizondo, Neyra, Velásquez, Pupo, Reyes, Rodríguez y Toledo (2002) en el cultivo de la soya (Glycine max (L) Merril). Por otra parte, también Martínez, Concal, Rovesti y Santos (2007) hacen referencia a dicha lesión en el cultivo del pimiento (Capsicum annuum L.) y el fríjol (Phaseolus vulgaris L.) (figura 4) .

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Con relación a la intensidad de la lesión # 1, se debe destacar que aunque los valores obtenidos no fueron de elevada consideración algunos mostraron un comportamiento superior durante el periodo evaluado, lo que se evidenció en el mes de septiembre de los años 2006 y 2007 donde los porcentajes superaron el 27% de incidencia (29 y 28%, respectivamente); en cambio, el valor más bajo fue observado en el mes de marzo del último año (16%) (figura 5). También es de destacar en dicha figura que existió una tendencia a aumentar los valores de incidencias en los meses lluviosos (desde mayo hasta septiembre/07) y a disminuir a partir del mes de septiembre/06 hasta marzo/07 (época donde se inicia prácticamente y desarrolla el periodo poco lluvioso).

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Figura 5. Intensidad y distribución de las lesiones por crisomélidos en N. wightii.

En cuanto a la distribución de dichas lesiones se pudo comprobar que estuvieron dispersas en glycine dentro del pedestal, pues los valores alcanzaron alrededor del 60% destacándose los meses de septiembre del año 2006 y octubre y julio del año 2007 correspondientes al periodo lluvioso, no así en el mes de marzo/07 donde el porcentaje fue inferior (38%). En resumen, la tendencia de la distribución de las lesiones fue a disminuir a partir del mes sep/06 hasta el de marzo/07 y a aumentar con irregularidad a partir del mes del abril/07 hasta el mes de octubre/07.

Por tanto, el índice de distribución alcanzó un patrón similar al de intensidad, lo que pudo estar relacionado con algunos factores climáticos como la temperatura y las precipitaciones que propiciaron un ambiente favorable para el desarrollo de esta plaga durante el periodo evaluado, lo que coincide con Barrientos y Miret (1979), CIAT (1981 y 1986), Rodrigo y Vergara (2004) quienes informan que las mayores intensidades de estos insectos y sus lesiones se observan en el periodo lluvioso, incluso con notable repercusión en el periodo poco lluvioso, donde las plantas no tienen la capacidad necesaria de recuperarse fácilmente del ataque dado por las condiciones adversas en dicho período.

Lesión # 2: Las hojas de glycine (N. wightii) son pegadas unas con otras con hilos de seda por las larvas, las cuales se refugian en su interior para alimentarse del mesófilo, dejando zonas totalmente transparentes (figura 6a y b). Esta lesión se encontró asociada a larvas de H. indicata.

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Resultados similares en cuanto a las descripción de las lesiones así como del agente causal que la origina fueron informados por Alonso (2008) en N. wigthii, Centrosema sp. y otras leguminosas herbáceas, y anteriormente por Chong y Marín (1975), Mendoza y Gómez (1982) y Suárez et al. (1989) en la soya (G. max), una leguminosa forrajera también de utilidad en la alimentación animal.

En la figura 7 se muestra los valores alcanzados de intensidad y distribución de las lesiones ocasionadas por H. indicata en las hojas de N. wightii. Evidentemente se denota como las curvas siguen un patrón similar al informado por la lesión # 1, donde además persisten valores bajos de intensidad [menos del 27%, con picos máximos en el mes de septiembre y octubre del año 2006 y julio y junio del año 2007 con 27, 26, 24 y 23%, respectivamente y mínimos como el observado en el mes de marzo/07 (10%)] y medios o altos de distribución [entre 45 y 67%, con un pico máximo en el mes de septiembre del año 2006 y uno mínimo (localizado) en marzo del año 2007, este ultimo con porcentajes de 23%)]. De manera general, con estos resultados se pudo observar lo planteado por Southwood (1968) quien señaló que cuando existen bajos niveles de intensidades de lesiones producidas por los insectos se observa valores superiores de distribución. Por otra parte, se ratifica lo informado por Barrientos y Miret (1986); Pozos (1989) y Alonso y Docazal (1994) quienes informan que es en los meses lluviosos donde ocurren las mayores explosiones de lepidópteros, de ahí que exista un estrecho vínculo con el aumento del nivel de intensidad de las lesiones en esta época. Sin embargo, trabajos realizados por Martínez et al. (2007) en G. max, indican lo contrario, donde los ataques de estos insectos se hacen menor en el periodo lluvioso, lo que puede estar aparejado al cultivo en cuestión, entre otros factores bióticos y abióticos.

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Figura 7. Intensidad y distribución de las lesiones por H. indicata en N. wightii.

Lesión # 3: Se encontró asociada a las hojas del Pasto Mulato. Dicha lesión fue ocasionada por las larvas del lepidóptero Mocis sp., el cual consume toda la lamina foliar de la gramínea dejándola solamente en la nervadura central. Una lesión similar originada por Mocis latipes fue observada anteriormente por Subirós (1995) en hojas de la caña de azúcar (S. officinarum) (figura 8). Informes de la presencia de este insecto y sus lesiones en otras gramíneas han sido señalado por Alonso y Docazal (1994) en el cultivo de Brizanton (Brachiaria brizantha), Sánchez, Lamela, Valdés y López (2005) en P. purpureum CT-115 y Martínez et al. (2007) en los pastos, Sacharum officinarum y Sorghum halepense.

En la figura 9 se muestran los bajos porcentajes de intensidad y distribución alcanzados por la lesión # 3 durante el periodo evaluado, donde solamente se observó su aparición en el último trimestre del año 2007, siendo octubre el mes en el que se mostraron ligeros incrementos en los índices analizados (4 y 17%, respectivamente). Martínez et al. (2007) obtuvieron resultados similares en cuanto a la aparición de esta plaga y refieren que en los meses de junio a noviembre es donde Mocis es capaz de producir pérdidas sensibles en la masa verde de las gramíneas.

Es valido señalar que aunque existieron condiciones climáticas favorables (precipitación y temperatura) para observar un aumento considerable de las lesiones ocasionadas por esta plaga así como de las poblaciones de la misma, esto no ocurrió, lo que pudo estar dado a la resistencia que muestra este tipo de pasto a la acción de este insecto, corroborándose lo planteado por (Guiot y Meléndez 2002). Por otra parte, se ratifica lo informado por Veiga y Serrao ,1987; Cardozo et al. (1991) y Olivera, Ramírez y Cepero (2006), en cuanto a la resistencia que presentan las especies género Brachiaria a la incidencia de plagas inséctiles.

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Figura 8. Larvas de Mocis latipes alimentándose de hojas de S. offcinarum.

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Figura 9. Intensidad y distribución de las lesiones por Mocis sp. en pasto mulato.

Por otra parte, es prudente puntualizar que aunque no se encontraron lesiones producidas por Prosapia bicincta fraterna, en el pasto mulato si se detectó asociado al mismo la presencia, en pequeña cuantía, de una masa espumosa, característica típica de este insecto en su estado ninfal. Es posible que la ausencia de lesiones en este pasto pudo estar dada, entre otros factores, por la resistencia que muestra la planta ante el ataque del salivazo, lo que corrobora lo informado por Veiga y Serrao (1987); Cardozo, Sánchez y Ferguson (1991); Guiot y Meléndez (2003); Peck (2002); Cardona, Sotelo y Miles (2006), Olivera et al. (2006) y Rivas y Holmann (2007).

Pedestal # 2: Asociación N. wightii P. purpureum CT-115.

En el sistema evaluado se pudo observar la presencia de dos lesiones asociadas a N. wightii: una ocasionada por crisomélidos (Lesión # 1) y la otra por H. indicata (Lesión #2). En el caso de P. purpureum CT-115 no se detectaron lesiones, lo cual pudo estar dado a la resistencia y rusticidad que muestra esta planta ante el ataque de diversas plagas, lo que hace que sea menos apetecible a la acción de las mismas, aspecto este informado en la literatura consultada por Barrientos (1990).

Lesión # 1: La descripción y el comportamiento de esta lesión originada por los organismos pertenecientes a la familia Chrysomelidae se corresponde con la informada para la lesión # 1 en el primer sistema de pedestal. En la figura 10 se puede observar que también existió un bajo porcentaje de intensidad de dicha lesión en el cultivo de glyicine (menos de un 30%), con valores relativamente superiores en los meses de septiembre-octubre de los años 2006 y 2007 y julio del último año (27, 27, 29, 27 y 28%, respectivamente). En cambio, los porcentajes más bajos fueron observados en el bimestre marzo-abril/2007 con 15% de intensidad. La distribución mostró una elevada dispersión con valores que alcanzaron 58, 66 y 63% en los meses de julio, septiembre y octubre del 2007 y octubre del 2006 con 59% comprendidos dentro del periodo lluvioso. El porcentaje más bajos se detectó en el mes de marzo con 38%. De manera general se constata nuevamente la tendencia que mostraron las curvas de intensidad y distribución de disminuir en el período poco lluvioso y aumentar en el lluvioso, resultados que coinciden con lo planteado Barrientos y Miret (1979), CIAT (1981 y 1986) y Rodrigo y Vergara (2004).

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Figura 10. Intensidad y distribución de las lesiones por crisomélidos en N. wightii.

Lesión # 2: La descripción de esta lesión coincide con señalada para la lesión #2 en el sistema de pedestal # 1, y sus valores de intensidad y distribución se pueden observar en la figura 11, donde se ratifica los bajos porcentajes de intensidad (menos de un 30%) alcanzados por este índice en el cultivo de glycine y el comportamiento similar mostrado por la distribución de las lesiones en el mismo cultivo, con respecto al pedestal # 1. En el índice de intensidad se denota un aumento (a pesar del bajo porcentaje) en los meses sep-oct/06 (27 y 28%), jun-jul/07 (25%) y sep-oct/07 (25%) siendo este valor mínimo en el bimestre mar-abr/07 (12%). En cuanto al índice de distribución, este se presentó marcado por una curva típica de disminuir sus porcentajes en el periodo poco lluvioso (en el bimestre mar-abr/06 (27%)) y de aumentar en el lluvioso, como se observó en los meses sep-oct/06 y oct/07 con valores que superaron el 60% respectivamente. Esto corrobora lo planteado anteriormente por Barrientos y Miret (1986); Pozos (1989) y Alonso y Docazal (1994).

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Figura 11. Intensidad y distribución de las lesiones por H. indicata en N. wightii.

Identificación de los insectos asociados a los pedestales evaluados

Durante la investigación realizada se identificaron 10 especies insectiles pertenecientes a siete órdenes, ocho familias y 10 géneros, las cuales se muestran en las tablas 3 y 4. De estas 10 especies identificadas, en el Pedestal # 1, cinco se encontraron asociadas a lesiones (Andrector ruficornis (Oliv), Colaspis brunnea (F), Diabrotica balteata (Lec), Hedylepta indicata (L) y Mocis sp.), tres se detectaron sin ocasionar daños (Prosapia bicincta fraterna Uhl, Oebalus pugnax (F.) y Empoasca sp. y las dos restante se identificaron como enemigos naturales (Cicloneda sanguinea Limbifer (Casey) y Eniscopilus purgatus (say)).

Tabla 3. Ordenes, familias y especies inséctiles asociadas al Pedestal # 1.

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Con respecto al pedestal # 2 se evidenció igualmente la incidencia de seis especies insectiles, las cuales se encontraron asociadas o afectando la glycine también en el Pedestal #1, entre las que se citan: D. balteata, A. ruficornis, C. brunnea y H. indicata. Con respecto a Empoasca sp. no se detectó ocasionando lesión, pero sí asociada a dicha leguminosa. Por otra parte, se evidenció la presencia del enemigo natural C. sanguínea, tal como se observó en el primer pedestal.

Tabla 4. Ordenes, familias y especies inséctiles asociadas al Pedestal # 2.

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Características morfológicas más notorias de las plagas inséctiles identificadas

Andrector ruficornis: El insecto en estado adulto se caracterizó fundamentalmente por ser pequeño, con alas de color anaranjado y manchas negras, característica esta última que resultó de vital importancia para su identificación, lo que coincide con Mendoza y Gómez (1982) y Martínez et al. (2007), los cuales además refieren que las patas del adulto son de color amarillo arcilloso y que su cuerpo es ovalado y mide de 4 a 6 mm (figura 12).

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Figura 12. Adulto de A. ruficornis

Diabrotica balteata: Se observaron adultos de pequeño tamaño (aproximadamente de 5 mm) con alas (élitros) de color verdoso, cada uno con manchas amarillas, donde las dos del medio son alargadas alargadas, característica que permitió destacarla del resto de las especies estudiadas, coincidiendo con lo planteado por Martínez et al. (2007), quien refiere también que su cabeza es de color rojizo, con antenas muy largas y visiblemente segmentadas (figura 13).

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Figura 13. Adulto de D. balteata.

Colaspis brunnea: Los adultos se caracterizaron porque su cuerpo y pronoto presentaron una coloración pardo amarillenta, la cabeza fue más oscura que el cuerpo y su tamaño es equeño tamaño, elementos que corroboraron lo informado por Grillo (1979), el cual además refirió que este coleóptero mide de 4,60 a 5,00 mm de longitud total con una anchura de 2,20 a 2,50 mm en la base de los élitros y presenta seis hileras de punturas dobles en cada élitro y sus patas son de color pardo amarillentas (figura 14).

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Figura 14. Adulto de Colaspis brunnea.

Hedylepta indicata: En las figuras 15 a y b se muestran las características más notables de estos insectos en estado de larva y pupa. La larva es de color verde translucido y mide hasta 15 mm de largo y reacciona de forma muy activa cuando se le toca. La pupa es de color carmelita lustroso y generalmente se encuentra en el envés de las hojas o dentro de la madriguera que hacen con ellas, lo que coincide con las descripciones de autores tales como Mendoza y Gómez (1982) y Martínez et al. (2007).

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Figura 15a y b. Estados inmaduros (larva y pupa) de H. indicata presentes en hojas de N. wightii.

Mocis sp.: Las larvas poseen una cabeza ancha en relación con el cuerpo y su color en estado larval fue café rojizo, con dos líneas más oscuras a lo largo de todo su cuerpo (figura 16a y b), encorvándose al caminar, característica esta muy distintiva en esta especie. Lo antes expuesto reafirma lo referido por Mendoza y Gómez (1982) y Martínez et al. (2007), los cuales señalan, además, que las larvas llegan a medir hasta 45 mm de longitud y que son de gran movilidad teniendo tres pares de falsas patas (figura 16a); por otra parte, el adulto es una mariposa de color grisáceo y la pupa se forma al amparo de las hojas dobladas o entretejidas.

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Figura 16a y b. Larvas de Mocis sp. (Fuente: Martínez et al., 2007).

Prosapia bicincta fraterna: La característica más notable durante los muestreos de este insecto es que las ninfas se encontraron cubiertas de una sustancia espumosa (figura 17). Dichas ninfas son de color amarillo pálido en los primeros estadios y cremoso rojizo al final, similar al adulto. Las hembras alcanzan cerca de un centímetro de longitud y los machos son algo más pequeños. Martínez et al. (2007) especifican que los huevos son de un color amarillo pálido y tienen forma oval.

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Figura 17. Larva de Prosapia biscincta fraterna.

Principales características de los enemigos naturales identificados

C. sanguinea: Cuerpo de forma esférica o casi esférica y ligeramente oval. Los élitros son lisos y pulidos en la superficie; la base de los mismos es de color rojo (figura 18). El protórax es de forma oval con una concavidad frontal donde se inserta la pequeña cabeza, con una franjilla de color blanco que ribetea el pronoto en toda la parte externa y a cada lado tiene un punto de color blanco sobre el fondo negro. Otras características las describe Gómez, Jorge (2008, comunicación personal) quien plantea que en los machos aparece una franja de color blanco en el centro del pronoto que alcanza dos tercios del borde superior del mismo. La cabeza es negra con dos franjas blancas paralelas que parten del clípeo y llegan hasta el vertex. Los ojos son compuestos y están junto al borde externo del pronoto. Las antenas son capitadas, casi imperceptibles a simple vista. En la hembra no aparece la franja de color blanco en el centro del pronoto y su tamaño es generalmente mayor que el del macho, aunque en el campo pueden encontrarse algunas hembras de tamaño menor. El tamaño promedio de los insectos es de 4,21 mm de largo por 3,79 mm de ancho en posición de reposo. Están pegados a las hojas por un extremo, quedando perpendiculares a la superficie y juntos unos a otros. Los sitúan en puestas de 2-37 huevos, pudiendo llegar a 68. Presentan entre un 89,69 y 100% de fertilidad. La larva mide al nacer 1,6 mm y permanece en este estado de 2 a 3 días. Según Milán, Cueto, Plá y Hernández (2003 y 2005) señalan que C. sanguinea es enemigo natural de plagas en el país, elemento este que corrobora lo informado por otros investigadores como Vázquez, Rodríguez, Blanco, de la Torres y Rijo (1999); Murguido (2000); Suris, Plana, Martínez, López, Piedra, Jiménez, Trujillo, Cortinas, Chiang y González (2000); Rojas (2000); Lee (2001) y Mederos (2002) quienes lo han encontrado asociado a leguminosas.

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Figura 18. Adulto de C. sanguinea.

Incidencia poblacional de las principales plagas evaluadas

El comportamiento de D. balteata asociado a N. wightii en los pedestales evaluados se observa en la tabla 5.

Tabla 5. Gradología del nivel de ataque de D. balteata en N. wightii.

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Es valido señalar que a pesar de este insecto ser muy frecuente y abundante durante el período evaluado, su grado de ataque en la glycine, en ambos pedestales, fue de ligero a medio (con los mayores valores en los meses de julio a septiembre y los menores de febrero a abril del año 2007, correspondientes al periodo lluvioso y poco lluvioso respectivamente).

El hecho de que el mayor grado de ataque haya ocurrido en el periodo lluvioso corrobora lo informado por CIAT (1981, 1988); Barrientos y Miret (1986) y Pazos (1989) quienes puntualizan que la presencia de D. balteata y sus mayores intensidades ocurren durante esta época. Por otra parte, ratifica lo señalado por Hutton (1962); Funes, Yepes y Hernández (1971); Barrientos y Miret (1979) y Mendoza y Pereira (1979), los cuales demostraron que este insecto afectó la leguminosa N. wightii en un alto grado de daño en el período lluvioso.

Con relación a A. ruficornis y su incidencia poblacional en N. wightii (tabla 6), se puede destacar que dicho insecto también se caracterizó por ser un crisomélido muy frecuente y abundante durante el estudio realizado, y a pesar que sus mayores poblaciones se evidenciaron en el mes de febrero/07 con un comportamiento similar y un nivel de ataque medio en ambos pedestales (1,2 y 1,3 adultos/jamadas), de manera general, la afectación fue ligera en dicho cultivo. Estos resultados fueron similares a los obtenidos anteriormente por Cabello (1966); Bruner et al. (1975) y González (1980), quienes ratifican, igualmente, que A. ruficornis dañan los cultivos en los meses de diciembre, enero y febrero devorando alrededor del 50% del follaje. Por otra parte, se coincide con lo señalado por Martínez et al. (2007), los cuales plantean que las mayores apariciones ocurren en la época de lluvia, elemento este que ratifica la investigación realizada.

Tabla 6. Gradología del nivel de ataque de A. ruficornis en N. wightii.

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En cuanto a C. brunnea, este coleóptero se comportó de manera muy frecuente y abundante en el período evaluado, y aunque, en sentido general, sus ataques fueron ligeros en la glycine (menos de 1 adulto/jamada) presentaron poblaciones superiores en el período lluvioso (en junio y julio con 1,3 y 1,2 adultos/jamada, en el pedestal 1 y 2, respectivamente) cuyos ataques fueron medios (tabla 7). Se repite la tendencia que siguen los insectos de aumentar las poblaciones en el periodo lluvioso y disminuir en el poco lluvioso. Estos resultados concuerdan con los citados por CIAT (1981 y 1982) y Pazos (1989), los cuales refieren que la mayor presencia de estos insectos en la glycine ocurre durante la época de lluvia, que es precisamente donde prevalecen las condiciones idóneas para su crecimiento y desarrollo.

Tabla 7. Gradología del nivel de ataque de C. brunnea en N. wightii.

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Con respecto a H. indicata, esta plaga se presentó muy frecuente en el cultivo de glycine en los dos sistemas de pedestales, siendo sus poblaciones abundantes en el transcurso del período evaluado, presentando su mayor grado de ataque en el período lluvioso (medio), especialmente en el mes de septiembre y octubre para ambos años. Dichos resultados son similares a los obtenidos por Miret (1986); Pazos (1989) y Alonso y Docazal (1994), autores que señalan a la época lluviosa en la cual ocurren las mayores explosiones de insectos lepidopteros. En cambio, los resultados obtenidos en esta investigación no coinciden con los informados por Hernández (2001) y Martínez et al. (2007), quienes ratifican que en la época poco lluviosa es donde ocurren la mayores incidencias de la plaga analizada.

Tabla 8. Gradología del nivel de ataque de H. indicata en N. wightii.

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Con relación a Mocis sp. (tabla 9) se pudo observar que apareció solamente en el último trimestre del año 2007, lo que corrobora lo informado por Castro (2006), y a pesar que fue frecuente en este período presentó poblaciones relativamente bajas (menos de 1 larva/m2), lo que trajo consigo el ataque ligero observado en el pedestal # 1 y particularmente en la Brachiaria, planta en la cual se detectó asociada. Se debe destacar que aunque las condiciones climáticas fueron favorables para la proliferación del insecto y el ataque superior de este el comportamiento no fue así, lo que pudo estar dado posiblemente a la resistencia que muestran las especies del género Brachiaria al ataque o la incidencia de las plagas y donde el Mocis no es una excepción, aspecto este que ratifica lo informado por Cardozo et al. (1991) y Alonso y Docazal (1994). No obstante, no se coincide con Guiot y Meléndez (2002) quienes plantean que las especies de Brachiaria no son atacadas por Mocis sp, aspecto este no observado en los estudios realizados.

Tabla 9. Gradología de Mocis sp. en Brachiaria hibrido cv. Mulato I.

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Como consideración general acerca del comportamiento de los insectos se puede plantear que a pesar de haber aparecido en mayor cuantía en el período lluvioso donde, a su vez, se presentaron las condiciones óptimas para su desarrollo (temperatura, humedad, entre otros), su grado de ataque e incidencia fue de ligero a medio, al igual que las lesiones causadas por estos, lo que puede estar relacionado a que los estudios se realizaron en sistemas de pedestales en asociaciones (donde se combina una leguminosa y una gramínea) y esto también pudo influir en las bajas poblaciones de los insectos así como de sus lesiones. Por otra parte, se encontró la presencia de dos biorreguladores que están relacionados con algunos de los insectos que constituyeron plaga (E. purgatus y C. sanguinea Limbifer). Según Velez (1985) E. purgatus es parásito es un control natural de Mocis sp.

CONCLUSIONES

  • Se identificaron 10 especies inséctiles pertenecientes a 7 ordenes, 8 familias y 10 géneros, los cuales se relacionan a continuación: Diabrotica balteata, Andrector ruficornis, Colaspis brunnea, Hedilepta indicata Mocis sp., Prosapia bicincta fraterna, Empoasca sp., Oebalus pugnax, Eniscopilus purgatus y Cicloneda sanguínea.

  • Las lesiones encontradas en Neonotonia wightii fueron ocasionadas por los crisomélidos (A. ruficornis, D. balteata y Colaspis brunnea) y el pega pega del fríjol (H. indicata). En el caso de Brachiaria híbrido cv. Mulato fueron las de Mocis sp. y en Pennisetum purpureum CT-115 no se hallaron lesiones.

  • Existió un comportamiento similar en Neonotonia wightii en la incidencia y distribución de las lesiones, así como en la incidencia poblacional de las especies inséctiles diagnosticadas en ambos sistemas de pedestales en estudio, cuya tendencia fue de aumentar en el período lluvioso y disminuir en el poco lluvioso.

  • Se identificaron dos enemigos naturales durante el estudio realizado Cicloneda sanguinea Limbifer y Eniscopilus purgatus.

BIBLIOGRAFÍA

  • 1. Sánchez, Tania; Lamela, L.; Valdés, R. & López, O. 2005. Producción de leche en una vaquería con un área de pedestales en condiciones comerciales. Pastos y Forrajes. 28:155

  • 2. Alarcón, L.; Cortiñas, J.; Jiménez, S.F.; Laguna, D.; Castro, J.A.; Carbonell, M. & Rodríguez, M. 2004. Zonificación de Mocis latipes (GUÃ

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