- Atención
- Condiciones de la
atención - Fenómenos
atencionales - Atención y
conciencia - Atención y memoria
activa (Memoria a Corto Plazo) - Paradigma de
atención dividida - Procesos
automáticos y procesos controlados - Consumo de recursos en
los estadios de procesamiento - Consideraciones
finales - Trastorno por
déficit de atención e hiperactividad (TDAH):
descripción y diagnóstico - Bibliografía
Introducción
En un momento dado afluye a nuestros
receptores una considerable cantidad de información. Dicha información puede
ser muy heterogénea y compleja, y seguramente desborda
nuestras capacidades de procesamiento. Constantemente estamos
sometidos a una sobredosis de información y eso resulta
especialmente patente hoy en día, ya que nuestra sociedad
tecnológica nos bombardea con multitud de mensajes, y nos
exige habilidades complejas (Ej.: manejo de máquinas)
que demandan en máximo de nuestras capacidades cognitivas.
El hecho de que podamos adaptarnos a un entorno complejo
entendiéndolo y manipulándolo adecuadamente es
posible gracias a nuestras capacidades atencionales, que nos
permitan dirigir nuestros recursos mentales
sobre algunos aspectos del entorno y prescindir de otros, o bien,
repartir dichos recursos de un modo optimo entre dos o mas
tareas.
Atención
La atención es la capacidad
de aplicar voluntariamente el entendimiento a un objetivo,
tenerlo en cuenta o en consideración. (Diccionario de
la lengua
española de la Real Academia Española, edición
22 en línea (2001)) Desde el punto de vista de la psicología, la
atención no es un concepto
único, sino el nombre atribuido a una variedad de
fenómenos. Tradicionalmente, se ha considerado de dos
maneras distintas, aunque relacionadas. Por una parte, la
atención como una cualidad de la percepción
hace referencia a la función de
la atención como filtro de los estímulos
ambientales, decidiendo cuáles son los
estímulos más relevantes y dándoles
prioridad por medio de la concentración de la actividad
psíquica sobre el objetivo, para un procesamiento
más profundo en la conciencia. Por
otro lado, la atención es entendida como el mecanismo que
controla y regula los procesos
cognitivos; desde el aprendizaje
por condicionamiento hasta el razonamiento complejo.
En muchos casos actúa de manera
inconsciente iniciado en el hemisferio cerebral izquierdo y es
mantenida en el hemisferio derecho. El estar atento (o "poner
atención") tampoco es un comportamiento
único del ser humano. También se usa en apodo como
"alesajo de la atención" o persona que
cuando se aburre atrae la atención.
Condiciones de la
atención
Determinantes externos
Los determinantes externos son los que
proceden del medio y posibilitan que el individuo
mantenga la atención hacia los estímulos que se le
proponen, es decir, depende del medio
ambiente.
Potencia del estímulo. Es
evidente que un sonido de gran intensidad es capaz de atraer
nuestra atención. Lo mismo sucede con los colores
intensos con respecto a los tonos más
suaves.Cambio. Siempre que se presenta
un cambio que modifica nuestro campo de percepción,
nuestra mente es atrapada por los estímulos que
modifican la situación de estabilidad.Tamaño. La publicidad lo
emplea con gran eficacia este principio. Sin embargo, se ha
logrado descubrir que el tamaño posee menos atractivo
que el cambio o que la potencia del
estímulo.Repetición. Un estimulo
débil, pero que se repite constantemente, puede llegar
a tener un impacto de gran fuerza en la atención. Es
muy utilizado en anuncios comerciales.Movimiento. El desplazamiento de
la imagen (ya sea real o aparente) provoca una
reacción y tiene un gran poder para atraer la
atención.Contraste. Cuando un
estímulo contrasta con los que le rodean, llama
más la atención. Puede haber dos situaciones:
El contraste por aparición, en la que el
estímulo contrasta porque no estaba presente hasta ese
momento y, el contraste por extinción, donde el
contraste lo provoca el hecho de darse cuenta de que ya no
está.
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