- La frontera
Latinoamericana - Acontecimientos
de la guerra - Frontera Socio
económica - El tercer
factor - A modo de
conclusión - Bibliografía
Abordar los conflictos
limítrofes Latinoamericanos, teniendo como telón de
fondo los diferentes procesos de
integración regional, es buscar elementos
de análisis para dichos procesos. Los
diferentes factores de integración de los países
andinos tienen su base en la necesidad común, hacer frente
a las consecuencias avasallantes de un mercado
globalizante. En este campo es necesario seguir trabajando sobre
aspectos como la misma condición de
frontera.
En este texto
histórico se pretende describir algunos de los
acontecimientos desarrollados durante el conflicto
entre Perú y Colombia
(1932-1934), siendo esta el área geográfica de
tráfico constante de productos, lo
fue para la extracción del oro negro y
hoy lo es para el tráfico del oro blanco.
La frontera
Latinoamericana
La configuración geográfica es el
resultado de los diferentes procesos de definición
nacional. Los países Latinoamericanos después de
las guerras de
independencia
han establecido diferentes modos de delimitación para sus
fronteras, éstas fueron construidas administrativamente
desde la división realizada durante la época
colonial.
La bula de Alejandro VI (1494), establece la primera
frontera[1]Para los españoles y los
portugueses, los territorios americanos significaron el
territorio virgen, susceptible de ser aprovechado y explotado.
Bajo el precepto res nullius la autorización de
la exploración de los territorios fue promovida y
justificada.
La segunda constitución de límites
fue establecida bajo la presión de
los países europeos que también deseaban participar
de la aventura colonizadora en América. El tratado establecido en la
pequeña ciudad de Tordesilla (1580), delimita los
territorios, deja espacios vacíos para el aprovechamiento,
y condiciona administrativamente regiones interiores.
La ocupación colonizadora supuso la
regulación de los territorios. La
administración colonial supo adaptar la
división de esta ocupación de acuerdo con las
necesidades que se presentaron y partiendo de una división
extensiva, paulatinamente fue fragmentándose. Los
virreinatos de Nueva España y
de Perú fueron las grandes divisiones iniciales. Las
subdivisiones se promovieron al paso del control
colonizador y del establecimiento de actividades
económicas.
Otros tratados y
acuerdos definirán geográficamente los territorios,
entre ellos el firmado en el palacio de San Ildefonso (1777) que
define los límites entre las provincias españolas y
portuguesas, como también ratifica otros, ayudando a la
estructuración limítrofe posterior.
Después de lo procesos de independencia, se
reformuló el principio de uti possidetis,
establecido desde 1750, disponiendo que los países que
forman el continente americano tienen dominación y son
considerados como poseedores de los territorios que les
pertenecían de iuris en el momento de su
declaración de independencia, respectivamente.
Durante el siglo XIX, las desavenencias entre los
países nacientes fueron constantes. La definición
de la frontera
nacional estuvo muy vinculada a la de constitución
nacional. Los conflictos fueron numerosos. La cuenca del Amazonas
significó también punto de encuentro entre las
naciones. 1822 Colombia – Perú El problema de
Loreto, 1830/1853 Ecuador
– Perú sobre la posesión de Mainas y
Jaén, 1825 Bolivia
– Perú sobre el territorio de Charcas, 1830-1845
Brasil– con
todos los países
limítrofes[2]
Fue en 1829 cuando se estableció el primer
tratado bilateral relativo a los límites entre Colombia y
Perú. Este tratado se basó en la antigua
demarcación colonial, basada en el principio de uti
possidetis. Lo difícil de dicho tratado fue la
ambigüedad de la demarcación.
Pero el desarrollo de
los tratados
internacionales, se presenta paralelo a los intereses y las
capacidades de negociación de los gobernantes de cada
país. La gestión
desarrollada en la primeras dos décadas del S.XX entorno a
la definición limítrofe entre estas dos naciones
cuenta con sellos políticos demarcados y con intereses
medianamente geoestratégicos influenciados desde la
política
de protección de fronteras de
Washington[3]
A continuación se enumeran los diferentes
tratados establecidos sobre el área de estudio en las
primeras décadas:
El tratado de 1906. Ambos países acordaron
retirarse de la zona, mientras que la propiedad del
territorio en disputa se resolverá mediante arbitraje.
Colombia revocó el tratado durante el año
siguiente, sin embargo, y las tropas de ambos países se
trasladaron de nuevo a la región.
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