- Preparación
de las muestras clínicas - Control
de calidad de equipos y materiales de trabajo - Control
de calidad de equipos automatizados - Control
de calidad en mycobacteriología - Control
de calidad en micología - Control
de calidad de fórmulas lácteas y
mamaderas - Control
de calidad del agua destilada - Control
de calidad de la sangre de carnero - Supervisión
del personal - Proformas
de reporte del control de calidad - Glosario
de términos - Bibliografía
de referencia
Introducción
El laboratorio
clínico de microbiología moderno, requiere para su
correcto funcionamiento de un adecuado y constante control de
calidad sobre todas las etapas operativas que incluyen
materiales,
insumos, reactivos, equipos, metodología, y por supuesto todo lo que
implica el recibo, manejo y reporte de los especimenes
clínicos.
En general este control debe
identificar, monitorear, evaluar y aprobar metodologías
relativas al cuidado del paciente. En este contexto el control de
calidad en
microbiología clínica envuelve el monitoreo de los
medios de
cultivos, reactivos, instrumentos, procedimientos y
el personal, para
asegurar una adecuada práctica en el aislamiento,
identificación y caracterización de agentes
etiológicos y su correspondiente prueba de susceptibilidad
como una guía de la terapia.
El programa
evalúa y documenta el desempeño de todos los aspectos de un
procedimiento.
Esto incluye la calidad del espécimen, la eficiencia de los
reactivos, medios e instrumentos y verifica los resultados del
test por errores.
La colección y transporte de
la muestra es
esencial para una buena calidad de los resultados
microbiológicos.
El más importante factor en la
generación de reportes microbiológicos de calidad
corresponde al personal. El personal del laboratorio de
microbiología debe ser escogido en base a sus cualidades
académicas y personales. Debe poseer habilidad para
ejecutar pruebas
complejas, la mayoría de las veces manuales,
interés
en mantenerse al día en las ejecutorias y taxonomía
bacteriana, excelente concepto de
protección de grupo y
bioseguridad en general y la suspicacia de saber que está
trabajando con microorganismos vivos que pueden modificar su
conducta mediante
mutaciones, con diferentes requerimientos de crecimiento y muchos
altamente patógenos.
Es por ellos que muchos expertos consideran que
el control de calidad en microbiología, es mas un
arte que una
ciencia.
El control de calidad en resumen, es un elemento
vital en el laboratorio, ya que ayuda en la confiabilidad de las
pruebas, su reproducibilidad, asegura la calidad de los
materiales, reactivos y equipos empleados, mejora la auto
confianza del personal, detecta fallas que pueden reflejarse en
el informe de
muestras clínicas y en general provee un entorno de
excelencia en todos los aspectos del trabajo.
Por lo anterior, ponemos a la
consideración de todos los colegas el siguiente Manual de Control
de Calidad en Microbiología, el cual esperamos llene las
expectativas y necesidades en nuestro laboratorio.
Lic. Eric Caballero J.
Preparación de las muestras
clínicas
1. CRITERIOS PARA LA OBTENCION,
TRANSPORTE Y
RECIBO DE MUESTRAS CLINICAS:
En términos de la efectividad del
laboratorio de microbiología, nada es más
importante que la apropiada selección,
colección y transporte de las muestras
clínicas.
Por ello todo el personal que tiene que ver con
estas responsabilidades, debe comprender lo determinante que es
el mantenimiento
de la calidad de la muestra, en la evaluación
e informe de un espécimen clínico. Es responsabilidad del laboratorio proveer
ésta información en forma clara y que sea
fácilmente incorporada en la metodología de trabajo
de todas las salas de atención y hospitalización, el cual
debe estar siempre accesible al personal de enfermería
y médicos como una referencia.
Independientemente del hecho de que algunos tipos
de muestras requieren metodologías de colección muy
especiales, podemos enumerar algunos aspectos generales que deben
ser tenidos en cuenta al coleccionar las muestras
clínicas:
Cuando se va a proceder a tomar un
espécimen clínico, es importante evitar la
contaminación con microorganismos saprofitos del
área. Esta flora normal puede interferir con la
interpretación del cultivo y enmascarar la presencia
del verdadero agente etiológico de la enfermedad.
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