Nematodos fitoparásitos: Los nematodos formadores de agallas, tácticas para su manejo
Introducción
Los nematodos. Características generales
Los nematodos fitoparásitos y su importancia como plagas
agrícolas
Nematodos formadores de agallas (Meloidogyne spp.)
Manejo de nematodos formadores de agallas
Conclusiones
Referencias bibliográficas
Resumen
Entre los nematodos fitoparásitos, los formadores de
agallas pertenecientes al género
Meloidogyne son considerados los de mayor importancia
económica a nivel mundial, caracterizados por su amplia
gama de hospedantes y peculiares relaciones que establecen con
las plantas. En el
presente artículo se describen sus principales especies,
características fundamentales, biología, reproducción, hábitos y
sintomatología asociada. Además, se refieren las
alternativas actuales para su manejo y resultados obtenidos en la
búsqueda de nuevas opciones de manejo, efectivas y
ambientalmente seguras.
Palabras claves: nematodos fitoparásitos,
Meloidogyne, manejo.
Introducción
Los nematodos se encuentran distribuidos en todos los
ambientes donde haya posibilidad de vida y se ubican entre los
representantes más abundantes de la fauna del
suelo. Algunos
son parásitos de plantas superiores, animales y
el hombre;
mientras otros son de vida libre, comunes en la rizosfera e
importantes como reguladores indirectos de la
descomposición y liberación de nutrientes en el
suelo (1).
Si se comparan con aquellos de vida libre, solo unos pocos
nematodos están involucrados en el parasitismo de plantas;
sin embargo, afectan una amplia variedad de cultivos, desde
temporales hasta árboles
frutales y establecen en muchos casos relaciones
biotróficas de gran interés
científico (2), superadas únicamente por la
simbiosis.
Por esta razón, los nemátodos
fitoparásitos son considerados enemigos invisibles del
agricultor, y están catalogados como causantes de un
elevado nivel mundial de pérdidas en los cultivos (3). Si
añadimos que, además del daño
directo que estos organismos ocasionan, muchas veces dejan
puertas de acceso para el establecimiento de hongos, bacterias y
virus, estas
cifras pudieran alcanzar valores
aún mayores.
Entre los nematodos fitoparásitos, los formadores de
agallas pertenecientes al género Meloidogyne son
considerados los de mayor importancia económica a nivel
mundial por los daños que causan, caracterizados por una
reducción notable de los rendimientos y el gran
número de especies de plantas que atacan, que incluye la
mayoría de los vegetales, viandas, frutales, ornamentales
y flora arvense (4).
Aunque hoy se tiene claro el daño potencial que los
nematodos representan para la agricultura en
general, todavía existen dificultades con relación
a su control.
Tradicionalmente se han usado diferentes alternativas de control
dirigidas a reducir y/o eliminar las poblaciones de nematodos
(5). Durante muchos años, se han empleado de manera
irracional una amplia gama de nematicidas químicos, muchos
de los cuales son biocidas de impacto negativo sobre los
organismos benéficos presentes en el suelo. Asimismo, el
impacto nocivo que estos causan a la salud humana y el ambiente en
general, han limitado su uso a nivel mundial (6; 7).
Se han recomendado como sustitutos al empleo de
productos
químicos, la solarización, el uso de esquemas de
rotación de cultivos, plantas trampas y
biofumigación, entre otros (8) y se trabaja en la
búsqueda de nuevas opciones de manejo, efectivas y
ambientalmente seguras.
A continuación se describen las principales
características y comportamiento
de los nematodos fitoparásitos, con especial
énfasis en los nematodos formadores de agallas y
alternativas actuales para su manejo.
Desarrollo
Los nematodos.
Características generales.
Todos los nematodos comparten algunas características
comunes: no son segmentados, tienen simetría bilateral,
son triploblásticos, pseudocelomados y vermiformes, aunque
algunas especies se tornan redondeadas en sus últimas
fases. Tienen una cutícula exterior que es secretada
internamente desde la hipodermis. Los músculos se unen longitudinalmente a la
hipodermis del nematodo, permitiéndole moverse en dirección dorso ventral. Dentro de los
nematodos hay un tubo interno, el canal alimenticio, desde la
región cefálica hasta la cola. En la parte media
posterior de los nematodos están los órganos
reproductivos. Casi todas las especies poseen sexos separados y
por lo general, los machos son más pequeños que las
hembras. No tienen sistemas
circulatorio ni respiratorio definidos; dependen de la pared de
su cuerpo para la difusión del agua, gases y
metabolitos (9).
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