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Objetivos e importancia de una empresa (página 2)



Partes: 1, 2

Funciona bajo una razón social y/o
denominación. Después de la razón social, se
deben constar las siglas E.I.R.L, por ejemplo, "Joyería el
Diamante E.I.R.L".

Los órganos de mando son el titular
(dueño o propietario), que sería el órgano
máximo de la empresa, y la
gerencia
(órgano encargado de la
administración y representación de la empresa) que
puede estar conformado por el titular mismo u otra persona.

Sociedad Colectiva (S.C)

Es una empresa
asociativa constituida por más de una persona o socio,
comprometidos a participar en la gestión
de la empresa con los mismos derechos y obligaciones.
Obligaciones que se limitan sólo al aporte de capital que
hayan realizado.

Generalmente está formada por
grupos
homogéneos unidos por intereses comunes, existe en ella
una relación familiar y de confianza.

Funciona bajo una razón social, no
tiene denominación. La razón social puede estar
conformada por los nombres de todos, o sólo de alguno o
algunos de los socios; en los dos últimos casos,
añadiendo las siglas S.C., por ejemplo, Arias y Villa
S.C.

El capital está conformado por
participaciones sociales, no tiene acciones.

El órgano de mando está
compuesto sólo por la Junta General de Socios, no tiene
Directorio ni Gerencia. Todos los socios administran y
representan la sociedad.

Sociedad Comanditaria o En comandita (S en C)

Empresa conformada por más de un
socio, en donde igualmente, las obligaciones sólo se
limitan al patrimonio con
que cuente la empresa.

Funciona bajo una razón social, no
tiene denominación.

El capital está conformado por
participaciones sociales o por acciones (Sociedad Comanditaria
por acciones).

El órgano de mando está
compuesto sólo por la Junta General de Socios, no tiene
Directorio ni Gerencia. Los socios comanditos administran y
representan la sociedad.

Sociedad de Responsabilidad Limitada (S.R.L)

Empresa jurídica constituida por un
mínimo de 2 socios y un máximo de 20, en donde
igualmente, las obligaciones se limitan al capital
aportado.

Funciona bajo una razón social y/o
denominación. Después del nombre deben seguir las
siglas S.R.L., por ejemplo, "Restaurante el Taco
S.R.L".

El capital está representado por
participaciones (no tiene acciones) iguales, acumulables e
indivisibles, las que no puede ser incorporadas en títulos
ni valores.

Los órganos de mando están
compuestos por la Junta General y la Gerencia, no tiene
Directorio. La administración y representación
está a cargo de uno o más gerentes, pudiendo ser
socios o no.

Sociedad Anónima (S.A.)

Se le denomina anónima no porque se
desconozca quién es el titular o propietario de las
acciones, sino porque como las acciones son negociables y
transferibles, éstas pueden ser endosables o negociables
una y otra vez, pero siempre se va a saber quién es el
propietario de las acciones.

Funciona bajo una razón social y/o
denominación, seguido de las siglas S.A.

El capital está conformado por
acciones, no por participaciones sociales.

Los órganos de mando están
compuestos por la Junta General, Directorio (en el caso de la
S.A. Cerrada es opcional), Gerencia y Consejo de Vigilancia (se
da sólo en las S.A. Abierta cuando el número de 50
accionistas es mayor de 50). El presidente del Directorio es el
representante legal, la Gerencia General se encarga de la
administración.

Finalidad de la
empresa

Los tres elementos reunidos describen de
manera fácil y lógica
cuál es la finalidad de la empresa y sus actividades para
alcanzarla, esta diseñada para periodos oscilantes de
cinco a diez años por lo que su flexibilidad y objetividad
son primordiales. La misión
puede ser una frase o un párrafo
siempre y cuando cumpla con los tres elementos
principales.

Planificación: Proceso de
visualización futura de las actividades a realizar para
lograr un objetivo;
dentro del proceso
administrativo la planificación conlleva además a la
asignación de recursos para
tales actividades, integra además las diferentes medidas
de contingencia ante las posibles desviaciones que pudiera tener
al momento de su ejecución; entendiéndose como
desviaciones cualquier error, imprevisto, deficiencia,
déficit o superávit que se pudiera tener durante el
desarrollo de
las actividades. La planificación de actividades parte de
tres estructuras
básicas dentro de toda empresa una visión, una
misión y objetivos que
hagan ver el ¿qué? se espera alcanzar con la
utilización de los recursos puestos a
disposición; además la planificación se
limita y se estructura en
las políticas
empresariales que orientan el ¿cómo? se
realizarán tales actividades, por último dentro de
este primer proceso quedan los valores
que dicen tanto a los administradores como a sus colaboradores el
¿por qué? se ha seleccionado esa forma de operar y
no otra. Objetivos: Distribuidos y clasificados de diferentes
maneras, los objetivos constituyen las metas que la
administración espera lograr con la utilización de
los diferentes recursos; existen muchas formas de clasificarlos
la más conocida es la Temporal que determina que los
objetivos están distribuidos por tres categorías:
la primera de Corto Plazo, donde se establecen los objetivos a
cumplirse en el lapso de un año –algunos autores
dicen que debe ser en menos de seis meses- a partir de la puesta
en marcha de los planes, la segunda de Mediano Plazo donde se
agrupan los que se deben cumplir en el periodo de un año a
cinco y la última de Largo Plazo donde los objetivos deben
ser cumplidos en el lapso de cinco en adelante. Otra
clasificación reconocida es la diferenciación por
su Origen, la cual diferencia que los objetivos pueden ser
clasificados dependiendo de la actividad o giro de la empresa, de
tal manera que una empresa de producción o del sector industria
puede tener los siguientes objetivos: de Ventas,

Administrativos, de Producción, de
Distribución, de Mercadeo entre
otros, la clasificación hace énfasis que cada
departamento o función de
la empresa debe plantear sus propios objetivos derivados del
objetivo primordial. Ambas clasificaciones y muchas otras son
totalmente válidas e inclusive pueden conjuntarse de tal
forma que los objetivos determinados por su Origen estén a
su vez diferenciados de forma Temporal.

Lo que no debe olvidarse al momento de
establecer los objetivos de la empresa es la raíz o
fundamento que da vida a cada uno de ellos: La Productividad de
la Empresa.

Administrador

Introducción:

Administrar significa: gobernar,
regir,
aplicar. Son sinónimos de administrar:
dirigir, cuidar, regentar, tutelar, mandar,
apoderar.

La Academia de la Lengua anota:
"administrador. Que administra. Persona que
administra bienes
ajenos".
Lo anterior expresa la posibilidad de que el
administrador se ocupe de bienes propios (primera
acepción) o bienes ajenos (segunda
acepción).

El significado y los sinónimos
de la palabra administrador son totalmente vigentes.
En la
práctica los significados que reconoce la Academia de la
Lengua se encuentran en el uso generalizado y cotidiano del
lenguaje. Lo
anterior se prueba en el hecho de que cuando hablamos de la
"administración" de una entidad, cualquiera que
sea, estamos refiriéndonos, en primera instancia, a su
gobierno o
dirección: el máximo titular de la
administración de la Universidad
Autónoma Metropolitana es el Rector; el titular de la
Administración del Estado es el
Presidente de la
República; el titular de la administración del
Distrito es el alcalde; el titular de la administración de
un departamento o área cualesquiera de un organismo es el
jefe o gerente de la
misma.

Es un hecho que existe una gama muy amplia
de jerarquías para gobernar o dirigir las instituciones:
presidentes, vicepresidentes, gobernadores, etc., donde cada
cargo específico tiene su propia connotación pero
donde todos ellos administran, es decir, gobiernan, aún
cuando en general reportan a instancias superiores,
también son, de una u otra manera, subordinados. Pero el
rasgo que les es común es el mando, la autoridad; la
diferencia expresa fundamentalmente jerarquía y
facultades.

El Consejo de
Administración
se ocupa de la planeación
y control
estratégico de la empresa. El "Administrador Único"
(lo cual es una denominación legal) es el responsable ante
las instancias superiores y ante las autoridades por los actos de
la empresa, por tal motivo debe notificarse oficialmente su
nombramiento; con frecuencia los socios mayoritarios, los
dueños de las empresas, los
empresarios mismos, ocupan esa posición. Los
Directores de Área colaboran en la
administración de la empresa responsabilizándose
por un departamento o función específico. En las
empresas suele existir una gerencia o dirección
"administrativa" o de "administración", encargada
de la contabilidad,
tesorería, impuestos,
auditoría, personal,
intendencia, etc., es decir de las funciones no
sustantivas,
complementarias al ramo o giro del organismo.
Sucede que la dirección de una institución, sea
pública o privada, ha de responsabilizarse de actividades
que no siendo principales son, sin embargo, delicadas y de gran
responsabilidad; e incluso aquellas que sin serlo se ubican mejor
bajo el control de un responsable al margen de las operaciones
principales. Eso ha propiciado que la administración sea
identificada con lo no sustantivo, con lo secundario y
complementario; pero en todo caso esto no es toda la
administración ni su esencia; la pregunta es: el estudio
de la dirección de los organismos ¿a qué
profesionales compete si no es a los administradores?

Nexos entre el administrador y el
empresario.

Aún cuando algunas veces el
empresario funge como administrador es el propietario de
las
empresas y, salvo ese caso, el administrador es un
empleado,
con más o menos facultades decisorias, pero
siempre con funciones
directivas,
gerenciales, de jefatura o supervisión, sobre el resto del personal,
sobre inmuebles, valores o sobre actividades
determinadas.

El administrador de empresas es
colaborador cercano al empresario y para el buen
desempeño de su trabajo
requiere de un conocimiento
muy claro de la visión y necesidades empresariales; la
diferencia es la posesión de capital, pero en cuanto a
capacitación el administrador profesional
requiere poseer los mismos y más conocimientos que el
empresario, para colaborar o sustituirle en la
administración de las empresas: requiere una acentuada
formación empresarial.
Sin embargo, por otro lado
el administrador tiene relación estrecha con los
trabajadores,
de lo cual depende el buen funcionamiento de
la empresa o dependencia gubernamental bajo su cargo. Es
mediador,
parcial innegablemente, entre las exigencias de
una y otra parte, incluso en casos de conflicto
laboral. Como empleado que es, se encuentra sujeto a las
exigencias patronales
las cuales le toca representar. Por
ello requiere desarrollar sensibilidad, capacidad negociadora
y de persuasión
para lograr equilibrio en
las relaciones
laborales, equilibrio que para ser productivo y estable
habría de fincarse en el beneficio equitativo de las
partes. Para el administrador resulta necesario el
conocimiento del conflicto
económico, histórico e ideológico entre
patrones y trabajadores, y del sindicalismo
oficial, que suele fungir como mediatizado.

Precisiones respecto del
administrador

Los títulos: presidente, gobernador,
rector, son reservados para los más altos niveles de
gobierno de entidades públicas y privadas. Ministro,
director, gerente, regidor, síndico, administrador, suelen
emplearse para mandos superiores pero subordinados a otras
instancias. A mayor jerarquía mayor connotación
jurídico política; el
"gobernante" accede al poder
más frecuentemente por vía de elección y el
"directivo" por vía de designación. El gobernante
tiende a ser un líder
que mediante la persuasión obtiene consenso y de ese
consenso depende su permanencia en el poder. Incluso los
gobiernos autocráticos requieren buscar el consenso y
minimizar el uso de la fuerza la cual
denota debilidad política.

Se argumenta y desde luego pudiera ser
deseable que el directivo fuera también un
líder, pero en la práctica su papel es de autoridad
que se hace obedecer y su permanencia depende de sus superiores,
esto es lo que con frecuencia le hace ir en contra de los
intereses de sus colaboradores y dificulta sea verdadero
líder, por más persuasión o "carisma" que
pueda emplear.

Las pocas personas que no se encuentran
subordinadas a instancias superiores son los poseedores de
capital. Los más altos gobernantes formalmente se
subordinan a la ciudadanía, a las instancias
parlamentarias; en la práctica se subordinan más a
las exigencias del capital, principalmente del externo, a efecto
de atraer inversiones al
país.
Administradores públicos y
administradores de empresas se subordinan al capital.

Diferencia y nexos entre administrador
público y administrador de empresas.

En el sentido vulgar se considera que la
Administración de Empresas es
sinónimo de administración privada; sin embargo
académicamente esto es un grave error: propicia que al
estudiar las empresas se dejen fuera las que son propiedad
pública y las que pertenecen al sector social,
mismas
que tienen gran importancia incluso para la sobrevivencia de las
empresas privadas. Así mismo propicia que al estudiar
la Administración
Pública se omita el estudio de las empresas,
de
innegable importancia en la actividad gubernamental.

Administración de Empresas no es
sinónimo de administración privada por la sencilla
razón que no todas las empresas son privadas;
además la administración de empresas
también es asunto de gobierno,
tanto por las empresas
que son propiedad del Estado, como por la estrecha
relación que existe entre la actividad gubernamental y la
actividad empresarial.

Para el administrador debe ser claro que
existe una intersección entre la administración
pública y la administración de empresas, y esa
intersección es precisamente la administración de
empresas públicas. Pero lo más importante es que si
la Administración Pública es responsable de la
economía nacional, a nivel general, y las
empresas realizan directamente la actividad económica, de
ninguna manera puede justificarse que sean ajenas ambas
administraciones.

A la administración de empresas
también interesa enormemente la actividad gubernamental,
en la medida que le afecta o beneficia intensamente. Las
administraciones no son ajenas entre sí. Sin embargo
debe distinguirse entre administración pública y
administración de empresas,
ya que en cuanto a su
naturaleza son
muy diferentes: la administración pública se ocupa
de funciones de gobierno y la administración de empresas
se ocupa de actividades industriales, comerciales, financieras y
de servicios.

El administrador público es
más cercano al gobernante; desempeña funciones
directivas en dependencias del Estado, donde una
orientación político social de conservación
del poder son la clave. El administrador de empresas se
desempeña en industrias,
comercios e instituciones financieras
algunas de las cuales
son del Estado, pero en todo caso su problemática es
más de carácter técnico
económico.

En ambos sectores se prestan necesariamente
servicios
públicos, casi todas las empresas lo hacen, si bien
las empresas privadas requieren obtener beneficios
económicos (lucrar) para subsistir, y las dependencias
gubernamentales se financian con los impuestos. En todo caso el
administrador está obligado a operar con eficiencia
económica cualquier organismo bajo su
responsabilidad.

El administrador profesional y el
técnico.

En México se
obtiene calidad de
técnico cursando los estudios correspondientes a nivel
medio superior (después de la instrucción
secundaria); los estudios profesionales se cursan posteriormente
a la "preparatoria" o equivalente. El nivel
técnico
se ocupa, en principio, de la
capacitación en el conocimiento aplicado, que
pretende la preparación para el trabajo
práctico; el nivel técnico es, por sus objetivos
generales, más modesto y de menos alcances que los
estudios de licenciatura.

La instrucción superior
capacita para el trabajo pero supone además el estudio del
conocimiento básico referido a la realidad
relativa a la disciplina de
que se trate, así como la explicación
científica teórica de esa realidad. Esto pretende
que el profesional esté en posibilidad de ejercer, pero
también de resolver problemas de
mayor complejidad y derivar de ello nuevos conocimientos.
¿Cómo desarrollar profesión alguna
Medicina,
Derecho, Física— si no lo hacen sus propios
profesionales?; de ahí la necesidad de la formación
científico metodológica como piedra angular del
desarrollo de las mismas. Si no se cumple con la
preparación en esos tres aspectos se propicia el
estancamiento de la profesión de que se trate y el
desplazamiento por otros especialistas.

Ser profesional supone,
entonces:

1) Dominio, en mayor
grado, del conocimiento técnico.

2) Conocimiento básico de la
especialidad, para comprender y explicar con bases
científicas el comportamiento
de los fenómenos
que le competen.

3) Capacidad de influir en la
transformación e innovación
de los fenómenos del
caso, como resultado de la comprensión científica
de los mismos.

4) Capacidad de aportar nuevos
conocimientos,
derivado de las innovaciones realizadas y de
lo conveniente al desarrollo de la disciplina.

En materia de
administración el conocimiento aplicado y el conocimiento
básico corresponden a lo siguiente:

a). El conocimiento aplicado se refiere a
cómo administrar.

b). El conocimiento básico se
refiere a la situación de empresas y gobiernos, así
como la comprensión y explicación
teórico científica
al respecto.

Conjuntando, tenemos que la diferencia
entre los administradores técnico y profesional es, por
principio, el nivel de formación:

1) El administrador técnico posee
estudios para administrar y su conocimiento es limitado
respecto del administrador profesional.

2) El administrador profesional, en
principio, domina de manera superior la técnica de
administrar y, además, es experto conocedor de la
situación de empresas o gobiernos (según su
especialidad), la cual puede explicar con bases
científicas. Además está capacitado para
innovar las organizaciones y
producir nuevos conocimientos, es decir para contribuir a
desarrollar la profesión.

Complementario al nivel licenciatura
existen las maestrías, orientadas a profundizar el dominio
de la disciplina y capacitar para la
comunicación del conocimiento; existen los
doctorados cuya finalidad es, en esencia, desarrollar la
capacidad de innovación y la producción de nuevos
conocimientos.

En consecuencia también es
administrador quien posee el conocimiento, profesión u
oficio de administrar. En esto deberá actualizarse el
significado del término.

Al ampliarse el concepto del
administrador se amplía el campo de acción
correspondiente. Además de administrar, el administrador
profesional puede desempeñarse como docente, investigador,
asesor, prestador de servicios de su especialidad, escritor y
periodista en materia de empresas y gobiernos, etc.

Estas posibilidades profesionales deben ser
tomadas en consideración al diseñar los planes de
estudio correspondientes. La diferenciación precisa de los
niveles de formación de los administradores servirá
para definir con claridad y exactitud los objetivos de cada nivel
de instrucción, así como el perfil de conocimientos
necesarios al administrador profesional o
técnico.

Impacto social de la actividad de los
administradores.

Como se ha visto, los administradores
profesionales habrían de formarse para administrar, para
contribuir a la evolución de las organizaciones y para que
desarrollen el conocimiento administrativo. Sin embargo visto
así, limitadamente, hasta ahí llegan las
necesidades de los gobiernos y de las empresas. Pero debemos
preguntarnos: ¿Los gobiernos y las empresas existen para
servirse a sí mismos?. Definitivamente no. Antes de
definir el perfil del administrador profesional conviene resaltar
lo siguiente:

La sociedad necesita indispensablemente
de los gobiernos y de las empresas.
Si alguna vez se ha
planteado la posibilidad de desaparición del Estado, lo
cual parece cada vez menos factible, la desaparición de
las empresas no es ni remotamente posible. Las empresas son las
células
económicas de la sociedad y basta el mal funcionamiento de
las mismas para traer graves trastornos. No existen otras
entidades que sustituyan a las empresas como los instrumentos
básicos para el aprovechamiento de los recursos
naturales, organización y aprovechamiento de la fuerza
de trabajo, provisión de satisfactorios para la población, etc.

Objetivamente, entonces, la razón de
ser y el sustento de gobiernos y empresas es la sociedad. Sin la
sociedad perderían su sustento y sin servirla no tienen
justificación alguna para existir. El problema radica
entonces en qué hacen con esas instituciones quienes las
administran y cómo concurre a ello la población y
la
educación.

El discurso de
gobernantes y empresarios, en esencia, gira en torno a que su
razón de ser es servir a la sociedad. Pero es inocultable
que con frecuencia se sirven más a sí mismos y no
cumplen, o no lo hacen suficientemente, con la sociedad. Los
ciudadanos y los trabajadores suelen tener una pésima
impresión de los gobernantes, de los empresarios, y
consecuentemente de los administradores, tanto por razones
justificadas como por motivos de desinformación. En todo
caso ello deteriora las posibilidades de obtener
cooperación de los ciudadanos y de los trabajadores, la
cual es indispensable para los administradores.

Resulta imperativo que la sociedad conozca
las posibilidades de superación y aprovechamiento de
empresas y gobiernos; así mismo resulta indispensable la
colaboración de ciudadanos y trabajadores, y es
aquí donde encontramos las razones y orientación
para la formación de los administradores.

Para el administrador debe ser muy claro
que gobiernos y empresas son instituciones de altísimo
impacto e importancia social, que requieren ser manejadas y
evolucionadas por especialistas competentes, escrupulosos, con
gran responsabilidad, ética,
compromiso social, ecológico e histórico.
Además los administradores requieren ser capaces de
convocar al concurso consciente y democrático de los
ciudadanos. El manejo deshonesto, arbitrario, inepto o
irresponsable de empresas y gobiernos, el ocultamiento de la
información, y la negación de la
participación ciudadana y de los
trabajadores, que tan frecuentemente suceden, se traduce en
severos daños a la población, a la ecología y al
patrimonio social.

La formación de administradores,
entonces, requiere incluir el interés de
la sociedad en su conjunto. Para ello es necesario el estudio
científico acerca del comportamiento de empresas y
gobiernos, lo cual permitirá identificar principios y
leyes que lo
rigen, elaborar explicaciones teóricas, así como
técnicas y estrategias para
su mejor manejo. Este conocimiento debe integrarse al acervo de
las Ciencias
Sociales y ser público, buscando con ello la
comprensión y participación ciudadana para la
evolución de empresas y gobiernos en beneficio de la
sociedad.

En consecuencia, es necesario formar
administradores que desde luego sirvan a las empresas y a los
gobiernos, pero sobre todo sirvan a la sociedad en su
conjunto,
con un elevado sentido ético,
ecológico e histórico; administradores
comprometidos con el desarrollo humanístico y de la ciencia. No
hacerlo es contribuir inconsciente e irresponsablemente al
deterioro económico, político y social que
padecemos.

Conclusiones y
recomendaciones

Podemos concluir que administrador es el
que gobierna o dirige y que el administrador profesional
deberá estar capacitado gobernar o dirigir, para
evolucionar las organizaciones y para desarrollar el conocimiento
relativo a la profesión.

Para que el estudioso de la
administración logre una formación realmente
adecuada en el contexto hasta aquí descrito, pero sobre
todo una formación que le permita participar
competitivamente en el mercado de
trabajo, deben tomarse en cuenta adicionalmente a los elementos
planteados las exigencias de las instancias empleadoras,
así como la situación actual de globalización de la actividad empresarial y
gubernamental que vivimos.

En otras palabras, en el perfil del
administrador profesional y el consecuente plan y programa de
estudios ha de considerarse que una vez cursado el nivel superior
los egresados deberán estar capacitados para
desempeñarse, es decir trabajar, profesionalmente en su
especialidad al más alto nivel, y por ello los
requerimientos de las instancias empleadoras deben ser atendidos.
Conforme lo anterior recomendamos adoptar el siguiente
perfil:

1. Administrador profesional competente
es aquel que tiene capacidad de dirigir eficazmente organismos
industriales, comerciales, financieros y de servicios, ya sean
públicos, privados o del sector social, al más alto
nivel, en el ámbito nacional, o
internacional.

El título de administrador se
justifica, sí y sólo sí, incluye la
capacidad de dirigir y lo hace de manera general respecto de los
organismos industriales, comerciales, financieros y de servicios,
en los ámbitos público, privado y del sector
social. Si acaso cubre solamente una parte de los campos
señalados deberá aclararse, como requisito de
seriedad académica elemental (no ofrecer lo que no es
real); crear expectativas infundadas sólo deteriora el
prestigio de la profesión.

Incluir el ámbito nacional e
internacional responde a que ningún profesional se forma,
en principio, para desempeñarse solamente en su
país; pero además dado el fenómeno de
la
globalización de las empresas la dirección de
las mismas tiene necesariamente que remitirse al campo
internacional; con mayor razón procede incluirlo si se
trata de administradores públicos. El administrador
profesional competente debe de estar profundamente capacitado
para realizar exportaciones y
promover el comercio
exterior.

Referirse "al más alto nivel"
debiera parecernos natural, ya que si se trata de formar "mandos
medios", esto
debería también especificarse, y naturalmente ese
nivel también requiere atenderse.

2. El administrador profesional
competente posee conocimiento experto de las actividades y
situación industrial, comercial, financiera, y de
servicios, respecto de los países con mayor crecimiento en
los últimos años, y respecto del país en que
haya de desempeñarse. Así mismo posee conocimiento
experto de los recursos naturales, de los mercados,
infraestructura y fuerza de trabajo, específicos del
país o localidad.

El aprovechamiento de la naturaleza se
realiza mediante la infraestructura pública y empresarial,
así como con el concurso de la fuerza de trabajo
calificada, capaz de manejar eficientemente dicha
infraestructura. Estos son los recursos principalísimos de
los administradores para la producción de satisfactorios
para la población y para el comercio
internacional. Conocer a fondo tales recursos y cómo
desarrollarlos, es indispensable al administrador profesional
competente.

3. El administrador profesional
competente está capacitado para generar nuevos
conocimientos así como para actualizar, validar y
desarrollar los existentes, en su disciplina. Está
capacitado para impulsar y conducir el desarrollo
científico técnico necesario a las corporaciones,
para lograr el liderazgo de
las mismas.

El administrador profesional debe
contribuir al desarrollo de su propia disciplina, so pena de que
otros profesionales con mayor capacitación lo hagan y,
como es natural, lo desplacen. El desarrollo de una ciencia
cualquiera que ella sea, está íntimamente
relacionado con la capacidad de sus profesionales para producir
innovaciones y desarrollar nuevos conocimientos; y esto depende a
su vez de la formación científica y
epistemológica que se les provea. De ahí que la
formación y capacitación en investigación y desarrollo deba ser
prioritaria en la curricular de las licenciaturas en
Administración.

Además de desarrollar su propia
profesión, el administrador competente debe ser capaz de
impulsar el desarrollo científico técnico del
organismo bajo su cargo. La ciencia y
tecnología son punta de lanza en el crecimiento,
liderazgo e incluso sobrevivencia de todo organismo; son el
más poderoso instrumento competitivo de empresas y
gobiernos, de ahí que los más visionarios realicen
cuantiosas inversiones en investigación y desarrollo, y
guarden celosamente sus resultados. Ninguna empresa o gobierno
podrá, entonces, acceder a la ciencia y tecnología más
avanzada si no la produce por sí mismo; creer que otros se
la proporcionarán es error, ingenuo en extremo, que se
traduce en dependencia, atraso, explotación y
empobrecimiento para la empresa o país que se
gobierna.

Quien quiera gobernar o dirigir
deberá estar ampliamente capacitado para impulsar el
desarrollo científico técnico del organismo a su
cargo.

4. El administrador profesional
competente posee conocimiento experto en lo referente al orden
económico, jurídico, político, social y
laboral de su
país y contexto.

¿Se podría gobernar o
conducir empresas sin el conocimiento arriba referido?;
¿podría ser, dicho conocimiento, leve o
superficial?. Desde luego que no. La administración es un
fenómeno eminentemente
económico-jurídico-político, así como
laboral y técnico; el administrador profesional competente
debe tener una clara comprensión de la Economía, el
Derecho, y la situación sociopolítica laboral,
naturalmente en cuanto a la teoría
y la realidad actual, de su país y del contexto mundial.
Con ese contexto viven estrechamente vinculados e
interactúan gobiernos y empresas. El administrador puede
tener asesores expertos pero requiere entenderlos y comprender
por sí mismo las situaciones, o será desplazado por
los mejor preparados que él.

5. El administrador profesional
competente domina las técnicas de negociación y expresión en
público.

He aquí la médula del trabajo
del administrador: comunicarse con los demás, negociar y
lograr acuerdos. Existe toda una tecnología al respecto.
El administrador no sólo debe conocerla, sino dominarla y
practicarla con maestría.

6. El administrador profesional
competente domina dos o más idiomas.

El administrador profesional competente en
la actualidad debiera ser políglota. Si bien en el pasado
reciente la actividad gubernamental y empresarial se
restringió al interior del país, esto ya no sucede
más. Especialmente los países en desarrollo
requieren de personas capaces de abrir espacios de acción
y obtener beneficios en el extranjero. Es un hecho que en el
futuro cercano, tal vez ahora mismo, quienes no dominen
más de dos idiomas tampoco podrán obtener un puesto
como administradores. El dominio de dos o más idiomas
debiera ser requisito de admisión para los estudios de la
administración.

7. El administrador profesional
competente conoce y puede servirse ampliamente de los sistemas
informáticos.

Los sistemas informáticos son sin
duda la herramienta de trabajo y de negocios
más poderosa que existe; ninguna organización o
persona pueden prescindir de ellos sin grave detrimento en su
capacidad competitiva. Ciertamente sólo en caso de
pretender dirigir el área especializada se
requerirá dominio de tales sistemas; sin embargo, incluso
para quienes aspiren a dirigir otras áreas de las
organizaciones, el conocimiento y la comprensión de los
sistemas informáticos es requisito indispensable, que
además ampliará considerablemente el campo y las
perspectivas de trabajo del administrador profesional.

8. El administrador profesional
competente posee, y se conduce con, elevada conciencia
ética, de servicio, y de
responsabilidad
social y ecológica.

Esta es una de las características a
la que menos atención se ha prestado y las consecuencias
están a la vista: administradores que primero se sirven a
sí mismos; que se sirven de las empresas y de los
gobiernos para sus fines personales; administradores a los que la
sociedad, la ecología y desde luego la ética les
tiene absolutamente sin cuidado. Naturalmente los administradores
son parte y producto de la
propia sociedad; su moralidad
refleja la moralidad imperante, pero en todo caso las
instituciones educativas tienen al respecto una gran
responsabilidad, en la medida que, por las razones que se quiera,
no se ocupan de estudiar objetivamente esta
problemática.

Es claro que los administradores tienen
acceso a amplios poderes, que manejan dinero y
decisiones, que frecuentemente son presionados o "tentados" a
actuar ilegal o deshonestamente, expuestos a abusar del poder y
la autoridad. Por tales circunstancias es que los administradores
tienen mayor necesidad de estar preparados para no incurrir en
faltas; estar
muy conscientes de la grave responsabilidad que les concierne, de
las penas a que se exponen, pero sobre todo, los administradores
profesionales deben estar conscientes del ejemplo que proyectan
hacia sus colaboradores cercanos y remotos.

La corrupción y el abuso del poder han
derribado imperios, han causado guerras, han
terminado también con muchos administradores consignados;
la corrupción
es una de las causas de la deplorable situación que
vivimos en muchos países: todos los profesionales, no
sólo los administradores, debieran formarse con amplios
conocimientos objetivos acerca de los daños causados por
la corrupción. Es claro que la calidad de las
organizaciones es simple y llanamente el reflejo de la calidad de
sus integrantes; pero más que de su calidad
técnica, lo es de la calidad humana de los mismos; no
podemos esperar acciones o productos de
calidad, de ninguna clase, de
organismos administrados por personajes de dudosa calidad humana;
siempre pondrán su beneficio personal por encima del
interés común.

Por último, una de las más
graves consecuencias del manejo irresponsable de empresas y
gobiernos es el deterioro ambiental, por cierto estrechamente
ligado a lo mencionado líneas arriba. Las empresas, sus
productos y desechos son los principales responsables directos de
las alteraciones ecológicas, si bien los administradores
públicos son los responsables por la legislación,
instrumentación y puesta en práctica
de las medidas para preservar el ambiente.

El administrador profesional requiere
conocer y comprender ampliamente el problema ecológico,
así como los recursos técnico científicos
para enfrentarlo, y mejor aún, debe ser capaz de convocar
a la participación ciudadana como parte importante
también a este respecto.

9. El administrador profesional
competente posee amplia cultura y
practica excelentes relaciones
humanas.

La capacidad de relacionarse adecuadamente
es importante para el administrador en la medida que requiere
obtener la colaboración de los demás, cosa que
puede lograr con el uso de autoridad, pero que es más
productiva si se obtiene por reciprocidad. Además, la
capacidad de relacionarse con base al respeto y
empatía previene al administrador del abuso del poder en
sus relaciones con los gobernados y subordinados, algo frecuente
en las organizaciones. Ese abuso del poder, en el caso de los
gobernantes puede llegar, y así sucede, a situaciones
más extremas.

Sin embargo, al aludir al dominio de una
amplia cultura y excelentes relaciones humanas estamos pensando
en ello no sólo como elementos para abrirnos paso en el
mundo de los negocios o el poder, a los que diversos autores han
hecho alusión. Creemos que tales características
pueden contribuir a que el administrador profesional desarrolle
la sensibilidad humanística que le permita comprender
mejor el mundo y el tiempo que le
ha tocado vivir, y a partir de dicha comprensión pueda
contribuir a conducirlo a estadios superiores.

10. El administrador profesional
competente es capaz de obtener capital, ingresos y
utilidades, de y para desarrollar y ampliar la capacidad
operativa del organismo a su cargo.

En la empresa privada esto es evidente,
pero no así en los organismos públicos, debido a la
tradición de financiarlos con los impuestos, con deuda
pública o emisión de dinero. Esto tarde o
temprano habrá de desaparecer en los países que
deseen progresar: Toda actividad gubernamental o privada
habrá de ser financiada por sí misma; cada usuario
o beneficiario deberá pagar por lo que recibe, a crédito
si es necesario, y no a costa de los demás, salvo
verdaderos casos de asistencia pública, los que
habrán de ser realmente excepcionales. Esto es
indispensable para evitar el beneficio privado a costa de la
población; así mismo es instrumento para medir la
eficiencia y para evitar la corrupción del administrador,
cosas frecuentes en el capitalismo.

Obtener capital, ingresos y utilidades,
así como aprovecharlos óptimamente, es la mayor de
las responsabilidades económicas de todo administrador, en
todos los niveles y funciones de los organismos, incluso en
aquellos que aparentemente se encuentran desvinculados de tal
función, donde lo procedente es ser coadyuvante. De que
esto se entienda depende el desarrollo y crecimiento presente y
futuro de los organismos y ello significa ampliación de
los servicios que prestan, empleo,
abasto, progreso, etc. También de ello depende la
permanencia y progreso del administrador.

Comentario Final:
Necesidad y oportunidades de
especialización

Como podrá apreciarse, el
administrador general como el médico, abogado o cualquier
otro profesional de carácter general, resulta
necesariamente limitado, debido a la amplitud y complejidad de
los diversos objetos de estudio. De ahí que resulte
indispensable para el administrador continuar estudiando y
especializarse, Las licenciaturas no resultan competitivas en el
mercado de trabajo: ya no hay trabajo para quienes
sólo tienen la licenciatura y un idioma.

Las oportunidades de especialización
para los administradores son:

a). Las áreas funcionales de las
organizaciones: finanzas,
operaciones, comercialización, recursos
humanos, informática, o investigación y
desarrollo; así como las subsunciones dentro de las
funciones mencionadas. Esto tanto en el ámbito
público como en el empresarial.

b). Los ramos de gobierno:
gobernación, educación, hacienda,
comercio,
etc., así como los niveles de gobierno: federal, estatal y
municipal.

c). Los ramos de actividad empresarial: las
diversas industrias, sectores del comercio, de las instituciones
financieras y de los servicios (comunicaciones, transportes, minería,
construcción, hotelería,
banca, comercio
internacional, etc.).

Al efecto las instituciones educativas
deberán ampliar y desarrollar especialidades, diplomados,
maestrías y doctorados, con especial énfasis hacia
el impulso de las exportaciones y al intercambio internacional
más conveniente.

Como podrá observarse, de las
oportunidades de especialización es posible desprender los
ejes para estructurar los planes de estudio, con lo cual se
logrará imprimir verdadera solidez a la formación y
capacitación profesional. Esto es, que las áreas
funcionales y los ramos de actividad empresarial y gubernamental
son las bases idóneas para sustentar la composición
de la currículo para la formación de
administradores.

Gerente

Es el encargado de máxima autoridad
de la gestión y dirección administrativa en una
empresa, organización o institución. Aunque en las
empresas pequeñas es habitual que el puesto de presidente
y del director ejecutivo recaiga en la misma persona, no siempre
es de esta manera, siendo el presidente quien encabeza
el gobierno corporativo (estrategias generales), y el
Director Ejecutivo la  administración de la
empresa (la fase operativa de las estrategias).

Habilidades de un gerente

Tener capacidad de
atención

En las investigaciones
de Goleman sobre la Inteligencia
Emocional, llega a la siguiente conclusión "Ahora
se nos juzga según normas nuevas: ya
no importan sólo la sagacidad, la preparación y
experiencia, sino cómo nos manejamos con nosotros mismos y
con los demás…. "El Centro de Liderazgo Creativo estima
que más de la mitad de los gerentes y administradores
tiene algún tipo de dificultad en las relaciones con la
gente… Una encuesta de la
Revista
Fortune reveló que la mayor razón para el fracaso
de directivos eran sus inadecuadas habilidades interpersonales
.¿Le sorprendería saber que es muy probable que se
despidan más administradores por la pobreza de sus
habilidades interpersonales que por la carencia de habilidades
técnicas en el puesto
?".

Identificado el centro de atención,
el segundo aspecto a analizar son las esferas con las que se
relaciona un directivo, que pueden resumirse en lo
siguiente:

  • El Entorno, constituido por las
    personas o instituciones que están fuera de la
    organización como son: proveedores, clientes,
    instituciones bancarias, ministerios, organizaciones de la
    comunidad donde radica la entidad.

  • El Consejo o Equipo de
    Dirección, que constituye el órgano en el que
    se formulan o aprueban las estrategias, objetivos,
    políticas y otras decisiones, se analizan resultados,
    y se coordina la ejecución de las tareas.

  • La Organización propiamente
    dicha, que aunque funciona con una determinada estructura,
    tecnologías, sistemas, procedimientos, etc.,
    constituye el principal objeto de trabajo del directivo.
    Desde el punto de vista de las habilidades directivas, la
    esfera fundamental de sus relaciones se producen con el
    personal, es decir, los recursos humanos, que son los que
    realmente garantizan la conversión de insumos en
    resultados.

Las habilidades principales que pueden
contribuir a un mayor impacto y mejores resultados en sus
relaciones con cada una de estas esferas pueden resumirse en lo
siguiente:En sus relaciones con el entorno, el directivo debe
proponerse dos grandes objetivos.

  • El primero, identificar las principales
    tendencias, (tecnológicas, económicas,
    políticas, sociales), que puedan constituir
    oportunidades o amenazas para el desarrollo actual y futuro
    de su organización.

  • El segundo, proporcionar al entorno
    toda la información que posibilite identificar las
    posibilidades de su organización, en el suministro de
    productos y servicios que satisfagan las necesidades y
    demandas en mejores condiciones (calidad, costo, tiempo) que
    los de la competencia. Lograr en el entorno lo que Benedetti,
    en su poema Táctica y Estrategia, plantea como
    objetivo de su estrategia "…que al fin me
    necesites
    .", es decir, que el entorno no sólo
    identifique las posibilidades de la organización en la
    satisfacción de sus necesidades, sino acuda a ella
    para satisfacerlas.

En esta esfera, las habilidades que
consideramos de mayor impacto son las relacionadas con: el
enfoque de la dirección estratégica, las
comunicaciones y las requeridas para lograr negociaciones
efectivas.En sus relaciones con el equipo de dirección, el
directivo hace varias cosas: informarse de situaciones y enfoques
que puedan ayudarlo a tomar decisiones, presentar sus criterios y
propiciar un intercambio, resolver situaciones de conflicto entre
integrantes del equipo y entre diferentes unidades organizativas;
finalmente, propiciar consenso y compromiso en la toma de
decisiones.Las habilidades que, en nuestro criterio, son
más importantes en el trabajo del directivo en esta esfera
son las relacionadas con: las comunicaciones interpersonales, el
manejo de conflictos, el
trabajo en
equipo, liderazgo y motivación, diagnóstico de problemas y toma de
decisiones, y la conducción de reuniones productivas.Las
relaciones del directivo con la
organización, es decir con todos sus integrantes,
juegan un papel importante en los resultados de su trabajo. Le
permiten recibir retroalimentación sobre la forma en que se
han interpretado y se aplican las orientaciones y
políticas definidas, conocer los estados de opinión
existentes, identificar nuevos problemas que requieren
atención. Además, poder ejercer una influencia
directa sobre los ejecutores de "primera línea", promover
entusiasmo y motivación, generar iniciativas, propiciar
relaciones afectivas, resolver conflictos, entre otros
resultados.En su investigación sobre las
características diferenciales de las empresas
líderes, que resumió en el best-seller
"Pasión por la Excelencia", Tom Peter, identificó
lo que llamó "gestión itinerante", que se
trata precisamente de la práctica de los líderes de
estas empresas de realizar visitas y sostener encuentros
frecuentes con personal de la planta (además de los
clientes y
proveedores) y
de diferentes niveles de la organización. Una
conclusión de Tom Peter es que esta práctica
"Facilita la innovación y permite inculcar la idea de
ciertos valores a cada miembro de la organización"
y
se pregunta "¿no será esto el liderazgo?",
para concluir "La gestión itinerante es la
tecnología del liderazgo
". Dos habilidades que no han
sido mencionadas, pero que no pueden faltar en un programa de
desarrollo de habilidades directivas son: administración
efectiva del tiempo y gerencia del cambio. El
tiempo es el medio dentro del cual el dirigente realiza todas sus
actividades. El directivo que no sepa administra bien su tiempo
es difícil que pueda administrar bien otras cosas, plantea
Drucker.Finalmente, la velocidad con
que se modifican las condiciones del entorno en el que se mueven
las organizaciones- nuevas
tecnologías, nuevos competidores, clientes más
exigentes- demandan del dirigente un comportamiento y unas
habilidades que le permitan realizar los cambios- en estrategias,
programas,
estructuras, etc.- que le permitan que su organización se
adapte- preferiblemente que se anticipe- a los cambios que pueden
afectarle. "Las especies necesitan adaptarse y cambiar,
según varía el entorno donde viven, si quieren
sobrevivir. Aquellas especies que cambian, sobreviven y
prosperan; las que permanecen en el mismo estado, se
extinguen
…". Estas conclusiones formuladas por Darwin hace
más de un siglo tienen absoluta vigencia en el mundo
empresarial contemporáneo.

Conceptos
básicos de administración

Administración: la
administración consiste en la unión eficiente,
lógica e inteligente de los procesos de
planificación, organización, ejecución,
dirección, control y evolución de los recursos que
destinados para un mismo objetivo u empresa, que se emplean bajo
un mismo liderazgo.

Tomado literalmente de "El Arte de la
guerra de Sun Tzu"

Hay tres formas en que un soberano puede
llevar a la derrota a su ejército: Si, ignorante de que el
ejército no debería avanzar, ordena un avance; o
si, ignorante de que no debería retirarse, ordena una
retirada. Esto se conoce como desequilibrar al
ejército.

Si, ignorante de los asuntos militares,
interfiere en su administración. Esto causa perplejidad
entre los oficiales.

Si, ignorante de los problemas del mando,
interfiere en la dirección de la lucha. Esto engendra
dudas en la mente de los oficiales.

Con el fin de ofrecer a los
administradores, empresarios, estudiantes, interesados y lectores
de cultura en general una herramienta más en la
compresión de la administración de empresas someto
a su evaluación
el siguiente glosario del tema
en cuestión.

Es un proceso muy particular consistente en
las actividades de planeación, organización,
ejecución y control, desempeñadas para determinar y
alcanzar los objetivos señalados con el uso de seres
humanos y otros recursos.

Koontz y O"Donnell nos da la siguiente
definición: "La dirección de un organismo social y
su efectividad en alcanzar objetivos, fundada en la habilidad de
conducir a sus integrantes".

V. Clushkov: "Es un dispositivo que
organiza y realiza la trasformación ordenada de la
información, recibe la información del objeto de
dirección, la procesa y la transmite bajo la forma
necesaria para la gestión, realizando este proceso
continuamente".

E. F. L. Brech: "Es un proceso social que
lleva consigo la responsabilidad de planear y regular en forma
eficiente las operaciones de una empresa, para lograr un
propósito dado".

J. D. Mooney: "Es el arte o
técnica de dirigir e inspirar a los demás, con base
en un profundo y claro conocimiento de la naturaleza
humana". Y contrapone esta definición con la que da
sobre la organización como: "la técnica de
relacionar los deberes o funciones específicas en un todo
coordinado".

Peterson and Plowman: "Una técnica
por medio de la cual se determinan, clarifican y realizan los
propósitos y objetivos de un grupo humano
particular".

F. Tannenbaum: "El empleo de la autoridad
para organizar, dirigir, y controlara a subordinados responsables
(y consiguientemente, a los grupos que ellos comandan), con el
fin de que todos los servicios que se prestan sean debidamente
coordinados en el logro del fin de la empresa".

Henry Fayol
(considerado como el verdadero padre de la moderna
Administración), dice que "administrar es prever,
organizar, mandar, coordinar y controlar".

F. Morstein Marx la concibe
como: "Toda acción encaminada a convertir un
propósito en realidad positiva"…"es un ordenamiento
sistemético de medios y el uso calculado de recursos
aplicados a la realización de un
propósito".

Brook Adams. La capacidad de coordinar
hábilmente muchas energías sociales con frecuencia
conflictivas, en un solo organismo, para que ellas puedan operar
como una sola unidad.

Es el proceso de planificación,
organización, dirección y control del trabajo de
los miembros de la organización y de usar los recursos
disponibles de la organización para alcanzar las metas
establecidas.

Mi concepto personal de la
Administración es "Es el proceso de lograr que las cosas
se realicen por medio de la planeación,
organización, delegación de funciones, integración de personal, dirección y
control de otras personas, creando y manteniendo un ambiente en
el cual la persona se pueda desempeñar entusiastamente en
conjunto con otras, sacando a relucir su potencial, eficacia y
eficiencia y lograr así fines determinados".

 

 

 

 

 

Autor:

Elizabeth Andia

Partes: 1, 2
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