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Orientaciones para el tratamiento psicopedagógico al escolar con cáncer desde el contexto educativo de la escuela primaria (página 2)



Partes: 1, 2, 3

La esencia de sus investigaciones
está relacionada con brindar los conocimientos necesarios
acerca de sus características, el tratamiento que debe
recibir este escolar, el dominio de su
mundo como escolar enfermo, las potencialidades y oportunidades
que deben ser brindadas. Además de las estrategias de
preparación a maestros, para enfrentar la
conducción de la enseñanza de este tipo de escolar en
función
de sus nuevas necesidades.

El Ministerio de Educación Cubano
cuenta con una estrategia de
superación del personal docente
que se concreta en cada centro. Muchas son las investigaciones
dirigidas hacia esta prioridad. En la última década
autores como: Bell (2000), Laborda (2000), Lucio (2001),
López Machín (2002) han abordado la
preparación de maestros para la enseñanza
integrada, proyectos de
formación integral a docentes, que
permitan enfrentar con éxito
los retos que impone la pedagogía de la diversidad.

En este sentido la autora considera que en el
ámbito nacional son insuficientes las investigaciones
relacionadas con la preparación del personal docente para
el tratamiento del escolar con cáncer. En relación
con lo anterior se debe señalar además que la
literatura
nacional relacionada con el tema es escasa.

Estos hechos hacen que este sea un campo difícil,
por la falta de conocimientos y preparación de los
profesionales, relacionados con características de ese
escolar, las secuelas de los tratamientos y el modo de respuesta
que debe tenerse en el orden psicopedagógico. Por lo que
se infiere la necesidad urgente de ocuparse de la
preparación de estos docentes, sobre todo si se tiene en
cuenta que esta categoría de escolares constituye una
especialidad dentro de las necesidades educativas
especiales.

Para constatar el estado
actual de esta problemática se recogió que hasta el
mes de diciembre del 2007 fueron atendidos 127 pacientes en
edad escolar
de la provincia Holguín, en la sala de
Oncohematología. De esta población se tomó una muestra de
docentes y directivos del municipio Holguín que atienden a
estos escolares y se le aplicaron encuestas,
(ver anexos finales No. 1 y No. 2). En las mismas se
valoró el nivel de preparación que estos poseen
para enfrentar el proceso
psicopedagógico del escolar diagnosticado con
cáncer y las entregas pedagógicas realizadas por
los docentes de las escuelas de procedencia.

De la consulta realizada se evidencian como elementos
positivos:

  • El carácter multidisciplinario que asume el
    personal del servicio de Oncohematología hacia el
    paciente con cáncer.

  • La permanencia del maestro hospitalario durante todo
    el curso escolar en la sala.

  • El aula hospitalaria cuenta con la totalidad de los
    equipos de los Programas de la Revolución (TV, Video y
    Computadora) propiciando una potencialización en el
    aprendizaje de cada escolar.

  • En los escolares con cáncer se observa gran
    motivación e interés por asistir al aula
    hospitalaria muchas veces en condiciones de salud aguda,
    manifestando buen rendimiento en el aprendizaje.

Como insuficiencias se recogieron que:

  • Pérdida del vínculo con la escuela,
    maestro y compañeros por un periodo largo de tiempo
    (en una primera fase de tratamiento que suele durar de 45 a
    60 días en aislamiento).

  • Es insuficiente el proceso de entrega
    pedagógica y la caracterización de cada
    escolar, por parte del centro de procedencia.

  • Poca preparación y disposición del
    personal docente para el tratamiento psicopedagógico a
    los escolares con este tipo de NEE.

  • No se realiza un rediseño de las respuestas
    pedagógicas del escolar una vez reincorporado al
    aula.

  • Falta remodelación en el curriculum general,
    las adecuaciones y adaptaciones necesarias al programa del
    grado para evaluar este tipo de escolar con sus nuevas
    necesidades educativas especiales (desde el nivel
    ministerial).

  • Poca sistematicidad en la atención a la
    familia durante el período de tratamiento.

De acuerdo con las insuficiencias encontradas y por todo
lo expresado anteriormente se requiere resolver el
problema:

¿Cómo favorecer la preparación del
personal docente en el tratamiento psicopedagógico al
escolar con cáncer para mejorar la atención integral a los mismos desde el
contexto educativo?

Tema: El tratamiento psicopedagógico al
escolar con cáncer desde el contexto educativo de la
escuela
primaria.

Objetivo: Elaboración de orientaciones que
favorezcan la preparación del maestro en el tratamiento
psicopedagógico al escolar con cáncer desde el
contexto educativo de la escuela primaria.

Se definen las siguientes Tareas
investigativas
:

  • 1. Sistematizar los fundamentos teóricos
    que sustentan el proceso educativo del escolar con
    cáncer en el contexto escolar.

  • 2. Caracterizar las particularidades
    psicopegógicas del escolar con
    cáncer.

  • 3. Elaborar orientaciones dirigidas a la
    preparación del maestro en el tratamiento
    psicopedagógico al escolar con
    cáncer.

  • 4. Valorar la efectividad de las orientaciones
    elaboradas para favorecer la preparación del maestro
    en el tratamiento psicopedagógico al escolar con
    cáncer a través del estudio de caso y el taller
    de reflexión y opinión crítica con
    especialistas.

Durante el proceso investigativo se utilizaron los
siguientes métodos teóricos y
empíricos.

Teóricos:

Inducción-Deducción: en la determinación
de tendencias, posiciones teóricas, que caracterizaran las
concepciones actuales acerca de la preparación del
personal docente en el tratamiento psicopedagógico al
escolar con cáncer en el contexto educativo. En la
elaboración de las orientaciones y la valoración de
su efectividad.

Análisis y Síntesis: Para caracterizar las
particularidades psicopedagógicas del escolar con
cáncer así como el tratamiento educativo que se
brinda desde el contexto escolar. En el análisis e interpretación de todos los resultados
obtenidos.

Empíricos:

La observación: a los escolares para
caracterizar sus particularidades como escolar enfermo en sus
diferentes contextos. A la dinámica del proceso docente educativo para
constatar la continuidad del tratamiento psicopedagógico
orientado.

Encuesta: aplicada durante el proceso de
fundamentación del problema investigado. A personal
docente de las escuelas primarias para obtener criterios sobre
el
conocimiento que poseen acerca del cáncer infantil, de
sus manifestaciones en los niños y
el tratamiento psicopedagógico a este tipo de escolar. A
jefes de ciclo para constatar el nivel de preparación que
poseen, para orientar, dirigir y controlar a sus docentes en
cuanto al tratamiento psicopedagógico con estos
escolares.

Entrevista: a maestros y jefes de ciclo
seleccionados para el estudio de caso, con el objetivo de
obtener información acerca del nivel de
preparación que poseen para realizar el tratamiento
psicopedagógico del escolar con cáncer, y recoger
elementos desde su práctica pedagógica que
sirvieran para conformar la caracterización de los
escolares. A los familiares de los escolares enfermos para
conocer aspectos relevantes y nuevos que han aparecido en el
transcurso de la enfermedad.

Estudio de documentos:
para estudiar los documentos y normativas generales que
establecen el trabajo con
la variante de escolarización en aulas hospitalarias. Se
estudiaron además los expedientes acumulativos, entrega
pedagógica e historias clínicas
(caracterización psicológica que emite el
especialista) para obtener información sobre las
particularidades en el área afectiva y cognitiva de los
escolares y otros datos
complementarios.

El estudio de caso observacional para
caracterizar la preparación del personal docente en el
dominio acerca del cáncer, sus características y
repercusión en el escolar. Y valorar la efectividad del
conjunto de orientaciones propuesto.

Los Talleres de reflexión y opinión
crítica
con especialistas:
valorar la efectividad de las de
orientaciones elaboradas para favorecer la preparación del
personal docente de las escuelas primarias que atienden escolares
con cáncer.

  • Desde el punto de vista práctico se
    aportan orientaciones para favorecer la preparación
    del maestro de las escuelas primarias en el tratamiento
    psicopedagógico al escolar con
    cáncer.

  • La novedad científica de la
    investigación reside en la forma de concebir las
    orientaciones al incluir las concepciones más actuales
    para la atención en el tratamiento al escolar con
    cáncer visto desde una perspectiva
    psicopedagógica. Se describen las acciones que deben
    ser contempladas en el trabajo metodológico,
    curricular y de superación de los docentes.
    Además se aporta un libro electrónico para
    lograr una mayor distribución y acceso a la
    información que brinda el material.

DESARROLLO

En el desarrollo se
exponen los aportes teóricos más actuales acerca
del proceso docente educativo del escolar con cáncer: la
integración
escolar y social, retos de la pedagogía hospitalaria,
aspectos educativos de la intervención familiar, las
necesidades educativas especiales de este escolar, las
adaptaciones curriculares, así como sus particularidades
psicopedagógicas.

I. Consideraciones generales acerca del proceso de
atención integral al escolar con
cáncer.

La mayoría de los niños y niñas con
cáncer que ingresan en un hospital están
escolarizados. La escuela, junto con la familia,
constituye el medio natural donde ellos se desenvuelven. La
escolarización es la tarea primordial a desarrollar como
medio específico de formación, desarrollo y
socialización.

La primera idea que surge cuando se conoce el diagnóstico es de desconexión,
separación de su ambiente de
convivencia cotidiana, paréntesis en la formación
educativa. Asalta ineludiblemente la imagen de un
niño o una niña convalesciente en una cama
esperando, sin más, a que su salud le permita reorganizar
su vida en todos los aspectos (Ortigosa Quiles, J.M. y
Méndez Carrillo, F.J.
(2000))[1].

La suspensión temporal de la escolaridad a causa
del surgimiento de la enfermedad supone la alteración en
el ritmo de aprendizaje, lo
que tendrá numerosas repercusiones a corto y largo plazo.
En algunos de los casos se agravan a consecuencia de las secuelas
de la enfermedad que el escolar padece, de los efectos
secundarios de los tratamientos y de su impacto sobre sus
capacidades de aprendizaje (Baysinger y otros, 1993).

La separación escolar en estos niños se
produce de manera traumática, el tiempo de
ausencia a la escuela es demasiado largo en algunas enfermedades. Por otra parte
las secuelas físicas, psicológicas,
neurológicas, estéticas y afectivas les producen
una baja autoestima.
Además les sitúan en una situación de
desventaja escolar respecto a sus compañeros, que les
produce valoraciones desproporcionadas de su verdadera
situación. Finalmente, el trato incorrecto por parte de
los adultos (pena), les lleva, a veces, a tomar decisiones de
inapetencia, inadaptación ostentosa, y a reclamar
más atención sobre sí mismos (Mijares,
1993)[2].

Por ello se hace necesario buscar vías de
comunicación para que esta ruptura total no
aparezca. Según Mijares (1993) la visita del maestro de la
escuela en la medida de sus posibilidades al hospital, las
cartas
periódicas de los compañeros de aula, las llamadas
telefónicas para mantenerse actualizado de la evolución del escolar, el contacto directo
con el maestro hospitalario, el intercambio de ejercicios,
pruebas,
evaluaciones, son algunos de los medios que
debe utilizar la escuela para favorecer la integración escolar de este
alumno.

La autora durante la
investigación corroboró que la
desconexión que hace, la escuela y algunos maestros
repercuten en los escolares y la familia, al no
sentir apoyo, ni interés
ante la situación que presenta el escolar. Se pudo recoger
en conversaciones con la familia que directivos de escuelas,
manifestaban que el menor debía de causar baja de la
matrícula del centro al ser diagnosticado con
cáncer.

Por tanto, no se puede renunciar, a que el escolar viva
el regreso a la escuela como el que regresa de un largo viaje y
tiene muchas cosas que contar. El maestro no debe desperdiciar
esta gran oportunidad. Chiroque (1993), en su investigación con 52 niños escolares
con diagnóstico de cáncer en un Hospital de Ciudad
México
concluyó que los niveles de adaptación al hospital
en los escolares eran poco significativos, como también la
aceptación del tratamiento, y reflejaban sufrimiento
emocional. Por lo que necesitaban una mayor conexión con
aquellas vivencias que le eran de agrado y bienestar (escuela,
amigos, maestro y familia).

La implementación de la integración
escolar del niño con cáncer es un tema importante y
difícil. Importante porque la integración social
posterior va a depender de cómo se realizó su
integración escolar. Difícil, porque va a ser una
tarea que implique a profesionales del ámbito sanitario,
educativo, psicológico, a padres, familiares, hermanos,
compañeros y comunidad.
Asimismo, tiene implicaciones curriculares y organizativas para
atender las necesidades educativas especiales que se
presenten.

La escolarización del niño con
cáncer encuentra su continuidad en la pedagogía
hospitalaria. Esta está más allá de la
medicina y
más allá de las Ciencias de la
Educación. Se ofrece como una Pedagogía
vitalizada, de la vida y para la vida, que constituye una
constante comunicación experiencial entre la vida del
educando y la vida del educador, y aprovecha cualquier
situación, por dolorosa que pueda parecer, para enriquecer
a quien la padece, transformando su sufrimiento en aprendizaje
(Lynch, E. W.; Lewis, R.B. and
Murphy,1992)[3].

Se parte de la premisa de que la Pedagogía
Hospitalaria intenta paliar, compensar, curar los efectos de la
enfermedad en el niño y en su entorno familiar. De esta
manera se contrarresta en lo posible los efectos derivados de la
permanencia en un medio hostil, por ser desconocido y estresante,
por la confluencia de tantos factores implicados y por la
interacción de tantas fuerzas.

Aparece así en el panorama educativo la
orientación a la familia en relación a la actitud que
debe tener ante la enfermedad, con la conducta
más adecuada para favorecer la actitud del niño en
el hospital. Además se perfila la necesidad de programas de
información para los padres, del establecimiento de
relaciones con los profesionales y del intercambio de
experiencias entre los propios acompañantes de los
niños (Kiepenheuer K. 1995)[4].

Este tipo de programa consiste
en su gran mayoría en brindar una forma diferente de
educación. Esta educación puede ir desde una
conversación personal e informal entre la familia y el
médico, a un programa más elaborado,
diseñado, organizado y ofrecido por educadores y
profesionales de la salud. El objetivo de este tipo de
educación es ofrecer información a la familia,
sobre la causa de la enfermedad y la necesidad de tratamiento
médico del niño, y así de esta manera tratar
de reducir los posibles problemas
psicológicos que pudieran derivarse (Lizasoáin,
2000).

Los aspectos educativos de la intervención
familiar deben centrarse en dos líneas
fundamentalmente:

  • En la información que reciben los padres
    sobre la enfermedad (etiología, síntomas, curso
    o pronóstico), y en el procesamiento de la misma. Es
    necesario ayudar a la familia a anticiparse a los cambios en
    el estilo de vida que requiera la enfermedad, aumentando con
    ello la capacidad de afrontamiento.

  • En el apoyo psicológico y
    afectivo.

La práctica pedagógica realizada demuestra
en este sentido, que el niño enfermo y su familia deben
ser ayudados, orientados y educados en la medida de lo posible
para reestablecer el equilibrio del
sistema familiar
y lograr de este modo la autorrealización de la familia
tras una circunstancia de enfermedad y hospitalización. La
ayuda, orientación y educación que pueden
proporcionar diversos profesionales tanto médicos como
educativos al niño y a la familia se basa en el trabajo hacia
las áreas, psicológico, social y educativo (Polaino
1998)[5].

La organización internacional
Asociación por el Cuidado de la Salud del Niño
(ACCH) fundada en 1965, promueve el bienestar psicológico
de los niños y de sus familias en los contextos
hospitalarios, a través de la educación, la
interacción multidisciplinaria y la investigación.
Los programas que diseña van encaminados a ofrecer
preparación y apoyo emocional al niño y a su
familia antes, durante y después del tratamiento
médico o quirúrgico.  Todo ello basado en los
principios de
aprendizaje
significativo e intervención educativa que a
continuación se detalla: 

  • Asegurar la relación de actividades de
    enseñanza y aprendizaje con la vida real del alumnado
    a partir de las experiencias que posee.

  • Facilitar la construcción de aprendizajes
    significativos, al diseñar actividades de
    enseñanza-aprendizaje que permitan al alumnado
    establecer relaciones entre los conocimientos previos y los
    nuevos aprendizajes.

  • El enfoque globalizador que caracteriza esta etapa,
    requiere organizar los contenidos en torno a ejes que
    permitan abordar los problemas, las situaciones y los
    acontecimientos dentro de un contexto y en su
    globalidad.

  • La interacción alumno-profesor y
    alumno-alumno es esencial para que se produzca la
    construcción de aprendizajes significativos y la
    adquisición de contenidos de claro componente cultural
    y social.

  • Tener en cuenta las peculiaridades de cada
    niño y sus ritmos de aprendizaje para adaptar los
    métodos y recursos a las diferentes
    situaciones.

  • Proporcionar continuamente información al
    alumno sobre el momento del proceso de aprendizaje en el que
    se encuentra, clarificando los objetivos por conseguir,
    haciéndole tomar  conciencia de sus posibilidades
    y de las dificultades por superar y propiciando la
    construcción de estrategias de aprendizaje
    motivadoras.

  • Impulsar las relaciones entre iguales,
    proporcionando pautas que permitan la confrontación y
    modificación de puntos de vista, la
    coordinación de intereses, la toma de decisiones
    colectivas, la ayuda mutua y la superación de
    conflictos mediante el diálogo y la
    cooperación.

La autora asume estos principios en la práctica
pedagógica que se realiza en el hospital, al dar un lugar
muy importante a la participación de las familias en la
toma de
decisiones relativas a la escolarización y desarrollo
del proceso educativo de sus hijos. Ya que muchas veces la propia
familia por miedos a la desestabilización de la enfermedad
en el niño, actúan como barreras para que el
escolar asista al aula hospitalaria y a la propia
escuela.

La pedagogía hospitalaria es el primer
eslabón para que estos elementos de la intervención
familiar se realicen. Ella necesita de determinados
requerimientos para su puesta en práctica:

Organizativos:

  • Remitir la documentación escolar necesaria
    para la intervención educativa con el
    alumno.

  • Facilitar la coordinación con el profesorado
    del aula hospitalaria en las actuaciones relacionadas con la
    evaluación y el seguimiento del alumno atendido en la
    misma, teniendo en cuenta las necesidades educativas
    específicas de dicho alumno.

  • Arbitrar procedimientos que faciliten la
    evaluación del alumnado, teniendo en cuenta las
    necesidades educativas que manifiesta.

 Pedagógicos

  • Hay que elaborar programas flexibles y sobre todo
    individualizados, en los que el punto de partida sean los
    intereses, expectativas y nivel de competencia curricular que
    presenta cada niño.  

  • Deben establecerse las medidas necesarias para que
    el niño pierda lo menos posible, el contacto con sus
    compañeros, maestro y otros, del centro de
    origen.

  • Debe procurarse mantener viva la inquietud por
    aprender y ejercitar el hábito de trabajo.
     

  • Hay que favorecer la ocupación constructiva
    del tiempo libre, mediante actividades estructuradas que
    contribuyan al desarrollo integral del niño.
     

  • Es importante motivarles constantemente para que
    establezcan relaciones positivas con el medio desconocido y
    hostil en el que se encuentran.  

  • Se han de organizar actividades terapéuticas
    y específicas en casos concretos. 
      

Psicológicos:

  • Hay que contribuir a disminuir las vivencias
    negativas, de ansiedad y angustia que el niño/a
    experimenta en su proceso de
    hospitalización.

  • Con la información adecuada y respondiendo a
    las inquietudes e intereses del niño se
    aclararán, con un lenguaje sencillo, todas aquellas
    dudas que puedan plantear.

Sociales:

  • Crear un ambiente de humanización en el
    hospital, basado en relaciones de confianza y
    seguridad.

  • Crear y dar origen a distintas situaciones de
    relación, tanto en el aula, como en la sala que
    favorezcan las relaciones interpersonales entre los distintos
    niños ingresados en el centro hospitalario.

A partir de lo analizado se reconoce el papel
protagónico que asume la pedagogía hospitalaria en
la continuidad de estudio del escolar enfermo. Esta se implica en
la dirección del proceso pedagógico que
se desarrolla en la escuela, al orientar y asesorar a directivos
y docentes sobre el tratamiento psicopedagógico a seguir
con este escolar.

I.1 La dirección del proceso pedagógico
en el escolar con cáncer.

En las últimas décadas, como resultado del
perfeccionamiento continuo de la educación, de las
demandas sociales a la práctica educativa escolar y de la
construcción teórica que se lleva a
cabo en las ciencias
pedagógicas, se ha producido en Cuba una
profunda reconceptualización del vínculo entre los
procesos de
enseñanza, aprendizaje y desarrollo. Se enfatiza el
carácter socializador, formativo y
desarrollador del proceso de enseñanza-aprendizaje. Toda
esta transformación unida al tratamiento a la diversidad,
conjugando las necesidades sociales con las demanda de
cada escolar.

El panorama educativo actual evidencia diversas miradas
entorno al planteamiento de educar en y para la diversidad. Este
panorama ha exigido del maestro una práctica coherente que
logre ajustar un mensaje educativo, en correspondencia con las
condiciones histórico-concretas de la sociedad, sin
olvidar la individualidad de cada escolar, la modelación
protagónica del papel familiar y la calidad de
vida.

La calidad de vida
debe ser valorada desde la presencia de condiciones materiales y
espirituales de vida imprescindibles para facilitar el desarrollo
biológico y social del escolar. Tales planteamientos
permiten que se argumente que esta tiene un aspecto objetivo y
otro subjetivo. El aspecto objetivo significa la
utilización del potencial intelectual, emocional y creador
de este; en tanto el subjetivo viene dado por el grado de
satisfacción y de la percepción
que tenga de sus condiciones globales de vida,
traduciéndolos en sentimientos positivos o
negativos.

La gran variedad interindividual en las aulas conlleva a
una gran diversidad de demandas educativas. En la
dirección del proceso pedagógico del escolar con
cáncer se hace necesario que el docente domine las
diferentes formas de diversidad psicológica que lo
caracterizan. Estos escolares de forma general con
diagnóstico oncológico cualquiera que sea el tipo,
forman parte de una población heterogénea y es
difícil atribuirles características únicas.
Los mismos presentan una gran diversidad de problemas que afectan
de muy distintas formas a sus necesidades educativas.

Tipos de necesidades educativas
especiales.

Las necesidades educativas de los niños enfermos
de cáncer son fundamentalmente de tres tipos:

a) las relacionadas con la asistencia sanitaria, a fin
de favorecer el autocontrol del niño sobre la enfermedad e
informar a los padres de los cuidados que precisa.

b) las relacionadas con la adaptación emocional
del niño y la familia a la enfermedad.

c) las relacionadas con las adaptaciones curriculares
tanto de acceso para evitar el retraso o fracaso escolar, como
las significativas para niños con secuelas permanentes
derivadas de su
enfermedad.

Por interés de la autora se abordarán las
necesidades relacionadas con la adaptación emocional del
niño y la familia a la enfermedad; y las adaptaciones
curriculares.

La adaptación emocional del niño y la
familia a la enfermedad:

El diagnóstico de cáncer supone un enorme
impacto emocional tanto para el niño enfermo como para
todos los miembros de su familia. Este implica una brusca
alteración del ritmo de vida, con serias consecuencias en
cada uno de sus miembros.

Las intensas reacciones emocionales que aparecen en la
familia ante el diagnóstico se encuentran condicionadas en
gran medida por la concepción tan negativa del
cáncer a nivel social, por conceptos erróneos en
torno a la
enfermedad y por el desconocimiento de las posibilidades
terapéuticas existentes en la actualidad.

La adaptación a la enfermedad va a depender de la
gravedad, de los efectos de los tratamientos, del nivel de
información y de la forma en la que la recibe.
Además del apoyo psicológico, social y familiar que
reciba y de las características personales del paciente.
Asimismo, el proceso de adaptación a la enfermedad del
niño y de los padres pasa por las siguientes
etapas:

  • La etapa de negación: se caracteriza por
    incredulidad ante el diagnóstico o pronóstico
    de la enfermedad.

  • La etapa de ira: se caracteriza por un alto grado de
    sufrimiento emocional y por el enfado con el mundo ante una
    situación tan injusta. La ira puede ir dirigida hacia
    el equipo médico o puede ir asociada a una crisis
    espiritual.

  • La etapa de pacto: los padres intentarán
    cambiar o retrasar el curso de la enfermedad.

  • La etapa de depresión: las actividades
    cotidianas dejan de tener sentido y afloran sentimientos de
    culpa por no haber puesto remedio a la enfermedad
    anteriormente. Domina un sentimiento de tristeza y
    sufrimiento emocional.

  • La etapa de aceptación: se reconoce la
    gravedad de la enfermedad, las posibilidades de
    curación y las secuelas. Ambos se implican en el
    proceso de tratamientos.

Las adaptaciones curriculares para evitar el retraso
o fracaso escolar:

Se considera que las adaptaciones curriculares para este
tipo de escolar deben tener como punto de partida una profunda
caracterización individual una vez reincorporado a la
escuela, unido a las recomendaciones realizadas por el maestro
hospitalario en su entrega pedagógica final. Para precisar
el nivel de desarrollo, sus potencialidades y debilidades y en
consecuencia con ello realizar los ajustes necesarios.

La autora considera que la práctica
pedagógica en el contexto de las nuevas necesidades
educativas especiales de escolar con cáncer, exige la
realización sistemática de adaptaciones a todos los
componentes (modelos
didácticos, los métodos,
los procedimientos,
medios de enseñanza, la aplicación de diferentes
niveles de ayuda, y otros) que se aplican en el proceso docente
educativo. Del mismo modo, deben quedar expresados en la
estrategia de intervención, todas las acciones que
se diseñen y las personas que participen en este sistema
de influencias.

No siempre las respuestas a las necesidades educativas
especiales al currículo serás temporales. Se
encuentran las necesidades educativas especiales de otros
escolares con secuelas permanentes, y en algunos casos graves y
están derivadas de los déficits sensoriales,
motores, intelectuales
y afectivos producidos por la magnitud de la enfermedad y su
tratamiento.

Un ejemplo de ello lo constituyen los niños con
leucemia, tratados con
radiación
craneal y quimioterapia combinada tienen secuelas
neurológicas que se manifiestan en dificultades de
aprendizaje, provocadas por problemas en el desarrollo del
lenguaje,
coordinación motora fina y gruesa, memoria a corto y
largo plazo, y lapsos de atención. Estas dificultades del
aprendizaje se manifiestan en la lectoescritura, matemáticas, audición, y
lenguaje.

Para las adaptaciones curriculares según el
tipo de cáncer se recomienda:

  • Los niños con tumores cerebrales
    necesitarán de tratamientos educativos
    específicos para compensar las secuelas
    neurológicas y las alteraciones sensoriales, motrices,
    cognitivas, emocionales y comportamentales. Diseñar
    acciones para estimular el desarrollo de la memoria y la
    atención con el objetivo de mejorar las funciones: de
    registro (agudeza perceptiva), organización,
    fijación y de recuerdo.

  • En los niños con trastornos visuales a
    consecuencia de tumores se recomiendan dos tipos de
    tratamientos pedagógicos diferentes, según el
    grado de deficiencia visual:

a) los niños ciegos necesitan adaptaciones del
currículo escolar para atender a las necesidades
educativas derivadas de la falta de visón: la
incorporación de contenidos alternativos o complementarios
de los objetivos
generales (aprendizaje de la lectoescritura en Braille, programas
de movilidad y orientación, y de la vida diaria) y la
utilización de recursos,
materiales y metodología en las otras áreas del
currículo, aunque se mantengan los mismos contenidos y
objetivos curriculares del resto de los alumnos.

b) En los niños con baja visión se
afectarán los aprendizajes de la lectura,
escritura,
operaciones
matemáticas, dibujo, entre
otras. En estos casos habrá que tener en cuenta las
dificultades que puedan surgir, intentando rehabilitar la
visión para utilizarla lo mejor posible y presentar los
estímulos de manera que el niño los pueda captar
mejor.

  • El niño con problemas auditivos
    necesitará adaptaciones curriculares que den respuesta
    a sus necesidades educativas. La rehabilitación
    logopédica es imprescindible. Se harán las
    adaptaciones necesarias en las otras áreas
    curriculares, de manera que la información se apoye en
    elementos visuales que compensen la ausencia de
    estímulos auditivos.

  • Las alteraciones motrices de los niños con
    tumores cerebrales afectan tanto a la motricidad gruesa como
    a la fina e inciden en el aprendizaje de la lectura,
    escritura, lenguaje, cálculo, dibujo, plástica,
    educación física. Para elaborar las
    adaptaciones curriculares es imprescindible evaluar las
    posibilidades de expresión y comprensión, grado
    de control postural y movilidad, la motivación, la
    competencia curricular y la evaluación del contexto.
    Asimismo, se utilizarán ayudas técnicas y
    eliminarán las barreras arquitectónicas en los
    centros escolares y en las aulas. En muchos casos
    necesitarán de rehabilitación
    fisioterapéutica y logopédica.

En este sentido la respuesta educativa a estas
necesidades, derivadas de la enfermedad, implica: la
colaboración de equipos interdisciplinarios, tanto en el
ámbito hospitalario como en el escolar. Así como la
atención a los problemas emocionales del niño y de
la familia.

II- Orientaciones para el tratamiento
psicopedagógico al escolar con cáncer desde el
contexto educativo de la escuela primaria.

El material cuenta con el siguiente
sumario:

  • I-  INTRODUCCIÓN

  • II-  DESARROLLO

1.1 Consideraciones generales acerca
del cáncer infantil y su tratamiento.

Contenidos clínicos que debe conocer
el personal docente.

– Tipos de cáncer infantil
más frecuentes.

– Tratamientos clínicos para
el
cáncer infantil.

Actuación del docente durante el proceso de
diagnóstico clínico.

1.2 Orientaciones
psicopedagógicas para el personal
docente.

Particularidades del escolar con
cáncer.

Sugerencias para favorecer una buena comunicación
cuando el escolar va a la casa en períodos de
pase.

La integración del escolar con cáncer
después del alta médica.

Cómo enfrentar el proceso educativo en los
escolares con cáncer.

  • Orientaciones generales para el uso del libro
    electrónico.

  • Glosario de términos.

III- CONCLUSIONES DEL
MATERIAL.

IV- ANEXOS DEL
METERIAL.

INTRODUCCIÓN

En la actualidad el niño con cáncer tiene
una gran probabilidad
de curarse, por lo que se debe reforzar sus expectativas de
futuro iguales a las de los demás niños. La
enfermedad es sólo un paréntesis que implica una
suspensión temporal de las actividades, pero no tiene por
qué interferir en su desarrollo
personal, pedagógico ni social.

En las enfermedades oncológicas, los tratamientos
pueden prolongarse durante meses e incluso años. Una
rápida conexión a la vida escolar, es de vital
importancia para el bienestar del niño. La escuela es una
parte importante en su mundo, es el camino de las amistades, del
aprendizaje y de su futuro. El contacto con la escuela, su
maestro y sus compañeros le permite mantener su vida
cotidiana y refuerza la esperanza de sentirse bien y de
curarse.

Es función de todas las personas que rodean al
niño propiciar un entorno acogedor, sensible y tolerante
ante la problemática que la enfermedad le supone. Una vez
que pueda ir a clase el
maestro tiene como objetivo principal favorecer la
adaptación escolar del niño, evitando que se
perciba diferente y menos capaz, y a su vez facilitar su
integración
en la sociedad y más concretamente
en la escuela como parte de ella.

En este sentido, el maestro es el protagonista por
excelencia. Aceptar que uno de sus alumnos ha sido diagnosticado
de cáncer no es fácil. Inicialmente pueden aparecer
muchas emociones,
temores y preguntas… ¿Qué va a pasar?,
¿Qué decir?, ¿Cómo ayudar al
niño enfermo?, ¿Cómo explicar los posibles
cambios físicos que pueden aparecer por los tratamientos?
¿Qué ayuda psicopedagógica se puede
brindar?

Estas interrogantes y otras surgen como consecuencia de
la falta de preparación que hoy tiene el personal docente
para enfrentar la educación de esta diversidad en sus
aulas. Para ayudar a encontrar respuesta a algunas de estas
cuestiones se han elaborado estas orientaciones. En ellas se
abordan sugerencias para hacer frente a esta situación
desde la labor como docente sin olvidar que cada escolar es
único y presentará sus propias
características.

DESARROLLO

Estas orientaciones se conforman a partir del
análisis de las concepciones teóricas consultadas a
escala
internacional y los fundamentos teóricos de la Educación
Especial en Cuba. También resultaron importantes los
elementos que arrojó la propia práctica
pedagógica en el aula hospitalaria. No se puede dejar de
mencionar los referentes del paradigma
Socio-Histórico Cultural con la connotación
humanista que lo caracteriza y su figura más
representativa L.S.Vigotsky. La
autora al concebir las orientaciones propuestas asume algunos de
los postulados de este paradigma, que resultaron útiles
para fundamentar las mismas en el orden
psicopedagógico.

Estos postulados se concretan en que para comprender las
diferentes situaciones relacionadas con la educación del
escolar con cáncer hay que tener en cuenta las condiciones
socio-históricas, y de desarrollo que se tengan de este.
De la necesaria diferenciación entre lo innato y lo
cultural, lo natural y lo histórico, lo biológico y
lo social. El proceso de enseñanza y educación debe
proyectarse hacia lo que puede lograr en el futuro este escolar
enfermo, al tener en cuenta las posibilidades con que cuenta
él mismo, en el proceso de integración a su
contexto escolar después de su alta
médica.

Al explicar que cualquier función del desarrollo
aparece dos veces, primero como algo social y luego como algo
psicológico no se puede olvidar el papel del adulto, los
padres, el maestro y compañeros como el par social de
intercambio y colaboración para comprender el proceso de
desarrollo de este niño enfermo. Es por ello que la
interrelación del escolar con cáncer y el grupo-clase,
así como, con el maestro, propicia que interiorice nuevos
aprendizajes en la situación concreta este
escolar.

Los postulados antes analizados permiten a la autora
fundamentar y estructurar las orientaciones
psicopedagógicas propuestas sin dejar de mencionar los
principios que sustentan el proceso de integración de los
escolares con determinada necesidad educativa. A
continuación se abordan algunos de estos.

  • ? Principio de normalización, que
    implica poner a la disposición de todos los derechos a
    una vida normal de la que se deriva una posición
    económica normal y conlleva a facilitar condiciones de
    vida similares a las de los demás ciudadanos en
    relación con la educación, salud,
    formación profesional, entre otros.

  • ? Principio de sectorización, que
    proporciona un enfoque ecológico al desarrollo de cada
    persona en el contexto más próximo a su hogar y
    familia. Sin desintegrarle de su ambiente natural:
    físico y social, alejándoles de la vida
    ciudadana.

  • ? Principio de individualización, para
    brindar la máxima atención a las
    particularidades individualidades, intereses y posibilidades,
    implica ver al niño ante todo como niño y
    después como niño con determinada necesidad.
    Esto determina que la atención a la diversidad sea un
    proceso dialéctico de evaluación y respuesta
    educativa a ellas.

  • ? Principio de integración, este
    constituye una finalidad, una meta, es el derecho de toda
    persona a gozar de una forma no discriminada de todos los
    servicios de la sociedad. Como estrategia, es la
    opción educativa para potenciar el desarrollo en el
    entorno escolar más próximo, y constituye un
    medio para la integración social. Y como
    práctica, son todas las alternativas que se adoptan
    para ello.

1.1 Consideraciones generales acerca del
cáncer infantil y su tratamiento.

Contenidos clínicos que debe conocer el
personal docente.

La oncología pediátrica se ocupa del
diagnóstico y tratamiento de las diferentes neoplasias que
se dan en la edad infantil. La palabra cáncer es un
término muy amplio que abarca más de 200 tipos de
tumores. Cada uno de ellos posee unas características
particulares, pudiendo considerarse enfermedades independientes,
con sus causas, su evolución y su tratamiento
específico.

Tipos de cáncer infantil más
frecuentes:

Leucemias

  • Leucemia linfoblástica aguda (LLA). Es el
    cáncer más frecuente en
    niños.

  • Leucemia mieloblástica aguda (LMA): Se
    presenta con más frecuencia en
    adolescentes.

Tumores infantiles más
frecuentes

  • Tumores del Sistema Nervioso Central.

  • Linfomas.

  • Neuroblastoma.

  • Osteosarcoma.

  • Tumor de Wilms.

  • Sarcomas de partes blandas.

  • Retinoblastoma.

Tratamientos clínicos para el cáncer
infantil.

Para el tratamiento clínico al cáncer
infantil son usados en el mundo diferentes procederes
médicos. En Cuba los más utilizados son la
radioterapia, la quimioterapia, la cirugía y en menor
escala el transplante de médula ósea. Por
interés de la autora se explicarán los más
usados.

Radioterapia: exposición de una zona
determinada del organismo a una fuente de radiación
ionizante; se suele utilizar para el tratamiento del
cáncer. La radiación puede provenir de una fuente
natural como los isótopos radiactivos, o de una fuente
artificial como los rayos X. El
tratamiento incluye la localización precisa del tumor y la
utilización de dosis fraccionadas múltiples,
diarias o periódicas, de irradiación durante un periodo de tiempo
determinado.

Los efectos secundarios generales son:

  • Sensación de cansancio no asociado a la
    actividad física realizada, es temporal y desaparece
    algún tiempo después de finalizar la
    radioterapia.

  • Reacciones en la piel.

  • Pérdida de cabello.

La radiación provoca irritación de la
piel
únicamente en la zona de tratamiento. A las dos o tres
semanas de iniciar la terapia puede apreciar un enrojecimiento de
la misma (eritema). Según avanza el tratamiento, esa
área de la piel va adquiriendo una coloración
más pigmentada y oscura, que desaparecerá en uno o
dos meses tras finalizar la radioterapia.

Quimioterapia: es la utilización de
fármacos vía intravenosa o vía oral, para el
tratamiento del cáncer. Se administra en forma de ciclos,
alternando periodos de tratamiento con periodos de
descanso.

Dependiendo del tipo de cáncer la quimioterapia
puede administrarse por alguna de estas vías:

Vía oral: Se administra en formas de pastillas o
jarabe por boca.

Vía intravenosa: Los fármacos se
introducen en el organismo a través de una
vena.

Vía intratecal: Los fármacos se inyectan
en el espacio que rodea a la médula espinal.

Los efectos secundarios de la quimioterapia
son:

  • Náuseas y vómitos.

  • Caída del cabello.

  • Descenso de los glóbulos rojos.

  • Descenso de los leucocitos.

  • Descenso de las plaquetas.

Cirugía Paliativa: Para los tumores
sólidos la cirugía es la primera opción de
tratamiento. Consiste en la extirpación local del
cáncer. En la mayoría de las ocasiones se hace
necesario extirpar una zona de tejido sano alrededor del tumor y
los ganglios más cercanos. Por lo general se administra
quimioterapia antes de la cirugía para reducir el
tamaño del tumor y facilitar la misma.

Los efectos secundarios de la cirugía
dependerán en gran medida del tipo de intervención
que se realice, del estado general
del niño y de la localización del tumor. No es lo
mismo que éste se sitúe en el cerebro o en un
hueso ya que, varían tanto el procedimiento,
como las secuelas que pueden quedar tras esta.

En resumen debe quedar claro que:

  • El cáncer, a pesar de ser una enfermedad
    grave, se puede curar.

  • El cáncer no es contagioso.

  • El niño no ha hecho nada malo. La enfermedad
    no es un castigo por un mal comportamiento.

  • Los tratamientos requieren mucho tiempo y pueden
    provocar cambios físicos y emocionales.

  • El niño enfermo se ausentará en
    periodos largos de tiempo de la escuela.

  • Este pasará por momentos difíciles y
    necesita la comprensión y la ayuda de
    todos.

Actuación del docente durante el proceso
de diagnóstico clínico.

Cuando un niño es diagnosticado de cáncer,
lo habitual es que abandone su vida cotidiana y sea hospitalizado
para realizarle un gran número de pruebas e iniciar el
tratamiento. A continuación se brindan sugerencias que
pueden ayudar a favorecer la
comunicación con los padres en estos primeros
momentos:

  • Demostrar interés.

Tanto para los padres como para el niño el
maestro es una de las personas más significativas de su
entorno. Por ello este debe seguir de cerca la evolución
del niño. Es recomendable facilitar el desahogo emocional
con las visitas al hospital y entrevistas
con los padres. Escuchar y compartir sus sentimientos y
emociones. Sentir que los demás comprenden la
situación constituye un apoyo importante que ayuda a
amortiguar y aplacar las emociones negativas.

En los primeros contactos no se debe abrumar a los
padres con preguntas que quizá no estén preparados
para contestar. Sin embargo, es importante obtener una serie de
información que permita saber cómo actuar a partir
de ese momento, como por ejemplo:

  • Tipo específico de cáncer y
    cómo será tratado.

  • Conocimiento del alumno acerca de su
    enfermedad.

  • La asistencia a clase durante el
    tratamiento.

En este momento en que el niño permanece
hospitalizado, es necesario mantener contacto con el maestro
hospitalario. Los padres del niño pueden actuar como
puente entre el aula hospitalaria y la escuela.

Se hace necesario que el maestro de la escuela colabore
para que la continuidad del proceso educativo sea posible. La
caracterización psicopedagógica le permitirá
actuar partiendo de una base mucho más firme al maestro
hospitalario. Por ello es importante informar sobre la
situación escolar del alumno, de sus intereses y actitudes,
así como de los objetivos y contenidos más
importantes que se están trabajando en el curso al que
pertenezca el escolar.

La comunicación fluida con los padres continua
siendo de vital importancia. Ya pasado un tiempo habrán
superado el impacto emocional inicial y es el momento de obtener
mayor información sobre aspectos relevantes
como:

  • Posibles cambios en la apariencia y en el
    comportamiento.

  • Cómo se le está informando al
    niño acerca de su enfermedad.

  • Cuántos deseos tiene de volver a la escuela y
    que necesitan de esta.

Durante el proceso de diagnóstico el niño
permanece hospitalizado. Cuando es confirmado este y el
tratamiento inicial no es la cirugía, pasa a una etapa de
aislamiento o inducción de tratamiento que dura
aproximadamente de 30 a 45 días. En este período el
niño sólo tiene contacto físico con sus
padres y el personal médico.

Se recomienda en esta etapa que al escolar se le hagan
llegar vivencias de su propio medio, de sus compañeros,
maestros, con el fin de no romper ese vínculo tan
importante que era hasta ese momento.

Por ejemplo:

  • Envío de cartas y mensajes individuales o
    colectivos de sus compañeros de aula mientras
    está hospitalizado y durante su estancia en
    casa.

  • Preparar un diario elaborado entre todo el grupo y
    en el que cada niño realizará su aporte
    especial: dibujos, chistes, cuentos, poesías,
    anécdotas de clase, etc.

  • Enviar Casettes o videos grabados en clase, en
    excursiones o fiestas.

  • Enviar las revistas pioneriles que reciben en la
    escuela.

1.2 Orientaciones
psicopedagógicas para el personal docente.

Uno de los elementos que requieren de una especial
atención en el desarrollo del proceso docente-educativo lo
constituye la atención a las diferencias individuales de
los estudiantes. El docente debe tener claro que este alumno
después del diagnóstico clínico puede
presentar alguna necesidad educativa especial. Es por ello que
procurará identificar específicamente en qué
orden aparecerán las mismas, ya sea en su dimensión
cognitiva, afectiva y social, a partir del conocimiento
de las particularidades de este escolar.

Particularidades del escolar con
cáncer.

Los escolares de forma general con diagnóstico
oncológico cualquiera que sea el tipo, forman parte de una
población heterogénea y es difícil
atribuirles características únicas. Estos presentan
una gran diversidad de problemas que afectan de muy distintas
formas a sus necesidades educativas.

En Cuba el escolar con diagnóstico de
cáncer no es informado sobre la gravedad de su enfermedad,
aunque esto no significa que no sea consciente del mismo. Los
niños saben que están enfermos, aunque
evidentemente ello va a depender de su madurez y de la actitud de
los padres.

Durante el proceso investigativo se consideró
oportuno brindar a los docentes las particularidades que presenta
este escolar, en función de reorientarlos, para llevar a
cabo un mejor tratamiento psicopedagógico. Para ello se
utilizó la observación del escolar durante las
actividades docentes en el contexto hospitalario y en el contexto
de la escuela primaria (ver anexos finales No.3 y No.4), la entrevista
a familiares (ver anexos finales No. 5), y la revisión de
documentos como la historia clínica y el
expediente acumulativo del escolar (ver anexo finales No.
6)

Se pudo comprobar que según su edad comprender la
gravedad de su enfermedad. Algunos son capaces de entender que
tienen una enfermedad agresiva aunque desconozcan el
diagnóstico, así como el tratamiento.

A medida que los medicamentos y sus reacciones
(vómitos, nauseas, decaimiento, inapetencia) actúan
sobre los mismos, manifiestan irritabilidad ante cualquier
situación, ansiedad, ira o tristeza o desarrollar
conductas regresivas como enuresis diurna y nocturna ocasional.
Culpan muchas veces a la madre de estar así, con ofensas y
recriminaciones. Al mismo tiempo sienten ansiedad por la
separación del padre y de hermanos, del grupo-clase y
amistades. Se preocupan por la amenaza a su integridad física, así
como a su apariencia e imagen corporal, la sexualidad y
los planes futuros.

La autora considera que este impacto psicológico
del cáncer puede ser más devastador durante la
adolescencia
que a cualquier otra edad, ya que la enfermedad y su
convalescencia les alejan por un tiempo de su ambiente y provocan
cambios en su físico. Es por ello que sin un adecuado
apoyo, todo ello puede repercutir en su autoestima, con
consecuencias tanto a nivel emocional, social, relacional y de
rendimiento.

De forma general los escolares con diagnóstico
oncológico sufren trastornos comportamentales asociados a
la ansiedad y depresión.
En los padres y en el niño enfermo las pruebas
diagnósticas, la espera de los resultados, los
tratamientos, el miedo a las recaídas y los efectos
físicos y psicológicos del tratamiento le producen
ansiedad. La hospitalización puede provocar también
miedo a morir, culpabilidad y
sensación de castigo, ira y resentimiento, conductas
regresivas, disminución de la autoestima y sentimientos de
impotencia.

Se ha descrito en la literatura que los niños
enfermos de cáncer sufren problemas de depresión.
Para el diagnóstico de la depresión del niño
se pueden utilizar los siguientes criterios: estar tristes,
cambios en el apetito, no dormir o dormir demasiado, mostrarse
inactivo o demasiado activo, perder el interés por las
actividades normales, estar cansado o tener poca energía,
sentirse inútil, crítico de sí mismo o
culpable, no poder
concentrarse, y estar pensando en la muerte o
suicidio.

El niño con cáncer puede tener
además de las alteraciones emocionales abordadas, cambios
comportamentales. Los trastornos del comportamiento
más comunes son: impaciencia e irritabilidad;
apatía, indiferencia ante el entorno y depresión;
perturbaciones emocionales (impulsividad, suspicacia, euforia y
desinhibición, y ansiedad y agitación); anormal
deseo de descansar y estar acostado; y dependencia de los adultos
y falta de cooperación.

Estas alteraciones comportamentales tienen una
influencia negativa en la experiencia y ajuste social. Las
dificultades se manifiestan en un pobre autoconcepto, baja
autoestima, aislamiento social, insatisfacción respecto a
las relaciones con sus compañeros, y falta de capacidad
para tener amigos.

A partir de lo analizado se resume que la
atención a esta diversidad de escolares constituye un reto
para cada colectivo pedagógico, en los que estos se
encuentren. Es en este escenario donde se organizarán,
planificarán y ejecutarán las acciones
diseñadas para lograr una atención integral a los
mismos. Como condición imprescindible para alcanzar este
reto se hace necesario contar con claustro de docentes preparados
en este sentido.

Sugerencias para favorecer una buena
comunicación cuando el escolar va a la casa en
períodos de pase.

Una vez que se ha establecido el tratamiento a seguir y
que la enfermedad se encuentra controlada, el niño puede
volver a casa y ser tratado mediante estancias hospitalarias
cortas. Esta fase se caracteriza por una cierta «normalización». El niño pasa
períodos más largos en casa y tiene un mayor
contacto con su entorno. Comienza progresivamente a retomar sus
actividades habituales y aunque aún no pueda incorporarse
a la escuela, conviene que participe, siempre que sea posible, en
aquellas actividades que potencien la relación con sus
compañeros.

¿Qué información se debe tener en
esta fase?

  • Cambios físicos y de comportamiento en el
    niño (pérdida de pelo, pérdida o aumento
    de peso.

  • Limitaciones en las actividades
    físicas.

  • Necesidad de algún cuidado
    especial.

Se recomienda realizar visitas escalonadas de los
compañeros de aula y maestro a su domicilio, en la medida
que la enfermedad y la edad de los niños lo permita. Estas
visitas serían de mucho agrado y atención hacia el
escolar. No son aconsejables cuando el escolar enfermo muestre su
rechazo a recibirlas o su estado físico no lo
permita.

Por otra parte la escuela tiene la responsabilidad de la atención
pedagógica de este escolar en su hogar, durante el
período de tratamiento. Esta debe analizar los recursos
básicos que dispone como: personal, materiales, espacios y
colaboración de la comunidad, para llevar a cabo
actuaciones organizativas y curriculares que propicien la
atención a los mismos.

  • La integración del escolar con
    cáncer después del alta
    médica.

Una vez que el escolar está de alta y se orienta
por parte del médico la integración a la escuela
culmina el proceso de entrega pedagógica. En este momento
que el niño va a volver de una manera estable al grupo se
hace conveniente preparar al colectivo para esta
integración. Algunas de las actividades que se proponen
estarán dirigidas a todos los escolares del centro,
mientras que otras serán apropiadas para realizar en el
aula.

Se recomienda preparar un espacio de reflexión,
compartido por todos los especialistas que intervienen en la
atención directa o indirecta con el escolar. Aquí
se valoran y diseñan estrategias de intervención
basadas en la caracterización que procede del maestro
hospitalario brindando tantos apoyos sean necesarios en el orden
psicopedagógico y planificando el tiempo para luego
evaluar y controlar las mismas.

En el momento que ya el alumno puede asistir a la
escuela es posible que aún no quiera debido a su aspecto
físico, al miedo a enfrentarse a los otros, a sentimientos
de inferioridad o a sentirse diferente. Se debe animar y orientar
a la familia sobre la importancia de incorporarse a la escuela.
En algunos casos son los padres los que se resisten por temor a
las infecciones u otros posibles problemas que puedan
surgir.

Si el niño ha seguido relacionándose con
sus compañeros y se ha mantenido una cierta
dinámica de trabajo, la integración a la escuela
será algo sencillo y deseado tanto por él, por su
maestro y compañeros. Lo importante es ayudarle a superar
situaciones cotidianas que puedan ser problemáticas con el
objetivo de conseguir la normalización lo antes
posible.

Para lograr lo antes expresado se recomienda:

  • No destacar al escolar excesivamente.

  • Exigirle como a los demás, siempre que sea
    posible. Le corresponden los mismos límites de
    comportamiento que a sus compañeros de
    aula.

  • Integrarlo en los grupos o equipos formados para
    trabajos independientes, actividades extra clase, entre
    otras.

En los primeros días se necesita prestar
atención para detectar las posibles actitudes y
comportamientos negativos que puedan surgir. Si se detecta que el
resto de los compañeros, o algunos de ellos, se burlan,
humillan o aíslan al niño enfermo, se debe actuar
con agilidad.

Sin duda, para los padres del niño enfermo
resulta muy difícil mantener la disciplina
durante el proceso de enfermedad. Los padres pueden tratar de
compensar lo que el niño está pasando con regalos o
permitiéndole un comportamiento que no tolerarían
en otras circunstancias. Además el miedo puede llevarle a
sobreproteger al niño.

Si los padres, de forma generalizada, han mantenido
estos comportamientos durante todo el proceso de enfermedad es
probable que el niño cuando vuelva a la escuela presente
comportamientos que provoquen el malestar de los demás
(caprichos, rabietas, conductas agresivas frente a los
compañeros, entre otras).

Para afrontar este tipo de situaciones se proponen las
siguientes pautas de actuación:

  • En el caso de que sus compañeros sientan que
    el niño está recibiendo una atención
    diferente, es importante reflexionar para saber si tienen
    razón. Es posible que el interés del maestro
    por ayudar al niño y por lograr que se sienta bien lo
    esté llevando a sobreprotegerlo en exceso. Si no
    existe tal sobreprotección, explicar al resto de los
    alumnos el porqué del comportamiento con el
    compañero enfermo.

  • En los casos en los que el comportamiento del
    escolar provoque el rechazo de los demás
    compañeros es necesario hablar con él y
    señalarle cuáles de sus comportamientos no son
    adecuados. Además explicarle como debe modificarlos y
    qué consecuencias tendrá si no los
    cambia.

Cómo enfrentar el proceso educativo en los
escolares con cáncer.

Es de particular importancia la toma de conciencia por
parte de los maestros y directivos de cada centro educacional que
presentan este tipo de escolar que el mismo constituye una
diversidad. La escuela debe reconocer, comprender, estar
dispuesta a darle atención a las diferencias que pueda
aparecer en el escolar enfermo.

Este tipo de escolar necesita armonía en su
desarrollo físico, cognitivo, afectivo, moral y
social. Posee fortalezas y debilidades, potencialidades y
dificultades pero el diagnóstico clínico, el
tratamiento y sus secuelas han dejado lagunas que se deben
compensarse con estrategias pedagógicas.

Las estrategias diagnósticas y desarrolladoras
deben tener una naturaleza
participativa y cooperativa,
basada en la implicación de la familia y el grupo. Se hace
necesario combinar el carácter remedial y compensatorio de
la atención o ayuda, con el carácter enriquecedor,
desarrollador, de la intervención educativa.

Con respecto al proceso educativo será el momento
para que se realice una evaluación
de la situación del alumno y, en consecuencia, se debe
tomar las decisiones oportunas para que pueda acceder a los
aprendizajes que le corresponden por edad y currículum. En
muchos casos será necesario realizar adaptaciones
curriculares no significativas.

Esto significa que únicamente se
necesitará un reajuste de los objetivos derivados de los
contenidos curriculares mínimos, una ayuda extra y
flexibilidad en la temporalización y la
evaluación.

¿Cuales adaptaciones curriculares no
significativas pueden desarrollarse?

  • Adaptar la metodología.

  • Recortar algunos contenidos no
    imprescindibles.

  • Proporcionar materiales de apoyo.

  • Elaborar un calendario para evaluar los contenidos
    que sus compañeros ya han trabajado y realizar un
    programa de clases de recuperación.

Las dificultades en el aprendizaje en
estos escolares.

Los déficits cognitivos derivados del tratamiento
son múltiples y diferentes, dependiendo de cada escolar,
del tipo de cáncer, ubicación de las lesiones y los
tratamientos recibidos. Las respuestas educativas que se
diseñen deben estar respaldadas por el grupo de
especialistas que interactúan con el escolar y asesorada
por la escuela especial que como centro de recurso y apoyo
atiende el centro.

Por otra parte el docente debe tener en cuenta las
diferentes situaciones en las que este tipo de escolar
desplegará sus acciones de aprendizaje. Creará
espacios activos y
diferentes apoyos que facilitarán el acceso a nuevos
niveles de adquisición de los conocimientos.

La dirección del proceso docente debe adquirir
también un carácter mediado, cooperativo y
contextualizado por parte de maestro y alumno. Se
instrumentarán situaciones diversificadas que ayuden a
corregir el déficit en todas las áreas o
sólo en algunas de ellas, aún cuando el esfuerzo y
el empeño del escolar sean cada vez mayores.

Es frecuente encontrar dificultades para concentrarse,
en el razonamiento lógico-matemático, problemas
para asimilar y retener información nueva, problemas de
coordinación visual y motora así como
hiperactividad e impulsividad. Estas dificultades pueden producir
frustración en el alumno, al no poder responder ante las
demandas académicas. También pueden manifestar baja
autoestima y dificultades en las relaciones con sus
compañeros. Por todo ello es importante adecuar los
objetivos a la situación del niño.

En resumen, se puede afirmar que el modo de
enseñanza-aprendizaje de este tipo de escolar constituye
un referente esencial para comprender y estructurar el proceso
como sistema. Esto implica proyectar adecuadamente las relaciones
entre todos los componentes del mismo.

Sugerencias de cómo actuar cuando aparece
déficit cognitivo.

  • Evitar las distracciones durante las explicaciones,
    sentarlo en aula con un compañero que le sirva de
    apoyo.

  • Antes de ofrecerle información nueva
    asegurarse de que está preparado para
    atender.

  • Utilizar un lenguaje claro y conciso, con frases
    cortas y expresiones familiares.

  • Pedir al alumno que repita la información
    para comprobar que la comprensión ha sido
    adecuada.

  • Valorar el esfuerzo del niño y reforzar sus
    avances así como su interés y
    entusiasmo.

  • Prever refuerzo externo centrado en los
    déficits observados (actividades dirigidas a
    incrementar la atención, capacidad de
    concentración, razonamiento lógico, entre
    otras).

  • Incorporarlo a todas las actividades extraescolares
    y extradocentes del grupo- clase.

  • Las evaluaciones se deben realizar
    sistemáticamente, con el fin de ir analizando el logro
    de los objetivos.

  • Entrenarlo en utilizar diferentes estrategias de
    aprendizajes para adquirir, comprender y utilizar el nuevo
    contenido de manera asequible.

  • Involucrar a la familia para el apoyo
    pedagógico que necesita.

  • Incorporarlo a las casas de estudios.

Estas son algunas de las sugerencias que el docente
puede utilizar. Para ello siempre tendrá en cuenta las
particularidades psicopedagógicas de estos escolares,
así como las diferentes formas de dirigir el
proceso.

Como interés de la autora para que las
orientaciones elaboradas fuesen consultadas por un número
mayor de docentes de la Educación Primaria y haciendo uso
de la tecnología, se creó un libro
electrónico
con el objetivo de elevar la
preparación en la atención a esta diversidad
educativa. Se considera necesario agregar a este material un
epígrafe que oriente a los docentes en el uso eficiente
del mismo.

  • Orientaciones generales para el uso del libro
    electrónico.

El libro electrónico es una multimedia que
permite concentrar todo el conocimiento de un tema dado.
Constituye una potente herramienta de trabajo para hacer llegar
la información a millones de personas. Proporciona una
gran ventaja para quien lo consulta debido a que ahorra tiempo en
búsqueda de información. Además hay una
interacción con el usuario y con los medios de
enseñanzas que se apoyan en la informática lo que permite se sienta
motivado y no se sitúe pasivamente ante un libro o
documento.

Por otra parte, aumenta su memoria visual, la
explicación, la pregunta, la corrección y la
evaluación se hacen de modo inmediato, con lo que la
eficacia
pedagógica alcanza un alto nivel y por último la
individualización, ya que permite a cada usuario aprender
a su propio ritmo.

Ventajas del uso de los libros
electrónicos.

  • Gran facilidad en la distribución.
    Esto se debe a que puede ser publicado en la red sin costo
    alguno. De esta forma puede ser leído por un
    público más amplio que aquel que puede tener
    acceso a un libro tradicional.

  • Menos espacio, más
    información
    . Puede acoger en las dimensiones y
    peso de un libro tradicional una biblioteca
    entera.

  • Público más amplio. Las
    personas con problemas de visión encuentran en
    él una solución que le permite ajustar el
    tamaño de la letra.

  • Acceso rápido a la
    información
    . La opción de búsqueda
    presente en los libros electrónicos permite encontrar
    la información de interés de forma más
    rápida y efectiva.

  • Más barato. Se puede ahorrar entre
    un 30% y un 50% con respecto al precio de una edición
    de bolsillo; con los libros electrónicos, los costos
    de impresión, transporte y distribución
    disminuyen.

  • Rápida actualización. Son
    útiles para presentaciones corporativas, balances,
    resumen de cuentas, anuarios, informes confidenciales,
    documentos de trabajo, libros de texto, manuales de
    instrucción, publicaciones para profesionales y otros
    escritos que requieran una actualización y
    revisión continua.

Ecología: este tiene un importante
impacto en el medio
ambiente. Con su implementación se ahorra una gran
cantidad de papel y de combustible que representa el dejar de
producir libros y eliminar así los gases que se
desprenden hacia la atmósfera. Además sería
un alivio para los ríos donde van a parar todos los
desechos del resultado final de la obtención del
papel.

Funcionamiento del libro
electrónico.

Una vez ejecutado el sistema aparecerá la ventana
inicio del libro electrónico, el mismo comienza con una
presentación donde aparece el título, el autor, y
en la parte inferior derecha aparece una foto que al desplazar el
Mouse encima
de ella aparece el botón Índice. En
la parte superior derecha aparece un cuadro con una cruz (x) que
al ser pulsado finalizará la aplicación, (ver anexo
No. 1 del material).

A continuación se muestra la pantalla del
Índice, desde la cual el usuario podrá acceder a
los contenidos generales del libro al dar clic en los botones que
se muestran. En la parte inferior aparecen los botones:
Inicio, que al pulsarlo se regresa a la portada
del libro; Atrás, para ir a la pantalla
anterior; Adelante, para ir a la siguiente
pantalla, estos botones de acceso aparecerán en todas las
pantallas del libro electrónico, (ver anexo No.2 del
material).

Si se desea acceder a la pantalla Contenidos
Clínicos que debe conocer el personal docente, se da clic
sobre este botón y se podrá encontrar lo referente
al cáncer y su concepto, tipos y
tratamientos para esta enfermedad, (ver anexo No.3)

De forma similar aparecerán el resto de las
pantallas en cada uno de los temas generales que se encuentran en
el Índice principal del libro. Así se puede ir
accediendo a: Glosario de
términos (ver anexo No.4 del material) y Galería de
fotos (ver anexo
No.5 del material)

1. 4 GLOSARIO DE TÉRMINOS UTILIZADOS EN EL
MATERIAL.

Cáncer: Crecimiento tisular
patológico originado por una proliferación continua
de células
anormales que produce una enfermedad por su capacidad para
elaborar sustancias con actividad biológica nociva, por su
capacidad de expansión local o por su potencial de
invasión y destrucción de los tejidos
adyacentes o a distancia. El cáncer, que puede originarse
a partir de cualquier tipo de célula de
los diferentes tejidos del organismo, no es una enfermedad
única sino un conjunto de enfermedades con manifestaciones
y curso clínico muy variables en
función de la localización y de la célula
de origen.

Fármaco: Medicamento

Ganglio: Ganglio linfático. Quiste
pequeño que se forma en los tendones y en las aponeurosis.
Cada uno de los órganos intercalados en el trayecto de los
vasos linfáticos, que actúan como filtros para la
linfa y en la maduración de los linfocitos.

Glóbulos Rojos: Células
rojas de la sangre que
transporta el oxigeno a los
tejidos.

Leucemia: Enfermedad neoplásica de los
órganos formadores de células sanguíneas,
caracterizada por la proliferación maligna de
leucocitos.

Leucocitos:
Las células o glóbulos blancos de la
sangre son de dos tipos: los granulosos y los no granulosos. Los
leucocitos granulosos o granulocitos incluyen los
neutrófilos, que fagocitan y destruyen bacterias; los
eosinófilos, que aumentan su número y se activan en
presencia de ciertas infecciones y alergias, y los
basófilos, que segregan sustancias como la heparina, de
propiedades anticoagulantes, y la histamina que estimula el
proceso de la inflamación. Los leucocitos no granulosos
están formados por linfocitos y un número
más reducido de monocitos, asociados con el sistema
inmunológico. Los linfocitos desempeñan un papel
importante en la producción de anticuerpos y en la inmunidad
celular. Los monocitos digieren sustancias extrañas no
bacterianas, por lo general durante el transcurso de infecciones
crónicas.

Plaqueta: También denominada trombocito,
fragmento citoplasmático de un megacariocito (la
célula de mayor tamaño presente en la médula
ósea), que se encuentra en la sangre periférica,
donde interviene en el proceso de coagulación de la
sangre

Tumor: Cualquier aumento localizado de
tamaño de carácter patológico de un tejido u
órgano.

CONCLUSIONES DEL
MATERIAL.

  • 1- El rol del docente en la dirección
    del proceso de enseñanza- aprendizaje con estos
    escolares adquiere un carácter mediador, para ello
    debe crear un ambiente de intercambio, cooperación e
    implicación afectiva de todos sus
    escolares.

2- Para organizar la respuesta educativa en el marco de
esta diversidad las adaptaciones curriculares no significativas y
de acceso al currículo constituyen premisas para evitar el
retraso o fracaso escolar en estos alumnos.

3- El grupo- clase constituye el espacio por excelencia
para lograr la integración del escolar con cáncer,
es en él donde se ofrecen las condiciones idóneas
de participación, colaboración, respeto y el
lugar donde se aprende a convivir y se aprende a ser.

ANEXOS DEL
MATERIAL

Anexo No. 1

Portada del Libro Electrónico

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Anexo No. 2

Índice del Libro Electrónico

Monografias.com

Anexo No. 3

Contenidos Clínicos que debe
conocer el personal docente.

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Anexo No.4

Glosario de
términos.

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ANEXO No.5

Galería de fotos

Monografias.com

III. Evaluación de las
orientaciones propuestas a través del taller de
reflexión y opinión crítica con
especialistas.

El Taller de reflexión y opinión
crítica con especialistas tuvo como propósito
general corroborar y enriquecer el material elaborado. Para ello,
se convocó a un grupo de especialistas, entre docentes y
profesionales de salud que interactúan con estos
escolares.

En su selección,
fueron tomados a consideración los siguientes
elementos:

  • Experiencia profesional vinculada a la
    Educación Primaria.

  • Experiencia profesional del personal médico
    vinculado con el tratamiento oncohematológico a estos
    pacientes.

  • Años de experiencia profesional en la
    Educación Especial.

  • Nivel profesional y categoría
    docente.

Participaron 22 especialistas (1 metodólogo
municipal de Educación Especial, 1 metodólogo de la
Educación Primaria, 1 representante de la ACLIFIM
municipal, 4 directivos de la escuela especial "Reynerio Almaguer
Paz", 1 médico oncólogo, 5 maestros de la
Educación Primaria que atienden escolares con
cáncer, 7 maestros ambulatorios, 2 maestros hospitalarios.
De los docentes el 90 % son licenciados (18) y 1 Máster; 1
cuenta con la categoría docente de auxiliar y 12
instructores. Con más de 10 años de experiencia en
su desempeño.

Los objetivos del taller fueron los
siguientes:

  • 1- Buscar puntos comunes y diferentes en las
    visiones de los participantes referidas al material
    expuesto.

  • 2- Enriquecer las sugerencias propuestas a los
    docentes en el material desde las recomendaciones hechas por
    los especialistas.

  • 3- Corroborar la factibilidad del material
    propuesto para el tratamiento psicopedagógico al
    escolar con cáncer, con el fin de mejorar el proceso
    de enseñanza- aprendizaje de estos.

La metodología empleada para el desarrollo
del taller se sustentó sobre la valoración
cualitativa, a partir de considerar la interpretación de
cada uno de los participantes. Los mismos emitieron sus
criterios, de acuerdo con sus puntos de vistas, realizaron
preguntas e hicieron recomendaciones y sugerencias a los aportes
fundamentales expuestos en la investigación. Los
procedimientos metodológicos seguidos en su desarrollo
fueron:

  • Se realizó una exposición oral de 25
    minutos por parte de la investigadora frente al grupo de
    especialistas, donde se explicaron los principales resultados
    aportados en la investigación.

  • Se propusieron las ideas que guiaron el debate, las
    que fueron argumentadas por los especialistas, (ver anexo
    finales No. 7).

  • La socialización favoreció el proceso
    de construcción reflexiva, lo que permitió un
    mayor nivel enriquecimiento interpretativo desde la
    integración grupal.

  • Se propició el intercambio acerca de las
    principales fortalezas y debilidades de los aportes.
    Así como las sugerencias y recomendaciones para el
    perfeccionamiento de los mismos.

  • De la exposición de cada uno de los
    especialistas se tomaron las regularidades, las que fueron
    recogidas en el informe de relatoría por parte de un
    compañero que fue seleccionado al inicio del taller.
    Estas fueron aprobadas por unanimidad.

Los resultados del taller quedan expresados a
continuación:

Partes: 1, 2, 3
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