Transformaciones del accidente geográfico – histórico Punta Santa Catalina (página 2)

Según Gómez Luaces, los almacenes se
asentaban "sobre 21 solares de 1800 varas cada uno, con un total
de fabricación de 22 000 varas cuadradas con muelles en
sus tres lados (en términos marinos: en la proa y por
babor y estribor para carga y descarga de los buques). Se
recibían a depósito frutos, efectos y valores de
toda especie así de importación y exportación, incluso metales preciosos
en barras o acuñados; se empleaban a todos los medios a
cualquier parte de la bahía, lo mismo por mar que por
tierra;
facilitaban fondos y hacían negociaciones de todas clases
y especies que se las proponían con las garantías
necesarias al juicio del administrador Don
Domingo Bueno y el director Don Francisco González de Osma
y la Junta Directiva. En sus almacenes podían albergarse 2
000 cajas de azúcar
de 18 000 m arrobas de peso incluso el envase".

La muestra
fotográfica indica el sitio sobre el que se establecieron
los almacenes.

Fig. 5

Fotos tomada en
el año 1940 desde los terrenos donde estaban asentados los
Almacenes Santa Catalina.

Fig. 6

Antigua línea de costa y las
transformaciones sufridas por los arcos que rellenados conforman
el actual litoral. En la 5b aparece descubierta parte de uno de
estos arcos.

Un aviso de la época reza:

"Almacenes Punta Santa
Catalina"

"Se avisa a los individuos que tenían negros en
alquiler y a los mas que quieran ponerlos en este
establecimiento, que habiendo cesado completamente el motivo por
el cual fueron remitidos a sus amos, se admiten de nuevo, desde
esta fecha. Se solicitan trabajadores blancos a
sueldo"

Firma J. Mendive

Estos almacenes albergaron a los colonos chinos que
trabajaban en los mismos y aunque asalariados, no constituyeron
más que una nueva forma de esclavitud. El
anterior aviso y el sometimiento de los chinos revelan la
naturaleza
racista época.

Los almacenes Punta Santa Catalina fueron destruidos por
un ciclón en 1906.

Actividad socio-económica Antes
del

Triunfo de la Revolución

A partir del siglo XX junto a las operaciones
marítimas y de transporte,
las actividades de señalización marítima e
hidrográfica han sido fundamentales. Entre 1925 y 1926 el
Negociado del Servicio de
Faros y Auxilios a la Navegación analizó la
necesidad de disponer de un terreno en el litoral de la
bahía de La Habana, amplio y capaz para establecer en
él un depósito de boyas. El mismo debería
estar amaleconado y provisto de muelles con calado suficiente
para que pudieran atracar a él los vapores del servicio.
En este lugar se levantaría un almacén
(depósito de boyas), una carrilera y plataforma y
grúa para facilitar el servicio de carga y descarga del
material de las boyas. Estas obras se calculaba que
tendrían un costo aproximado
de $ 100 000.

Aunque no todo lo que se planificó se
realizó, estas actividades tienen coincidencia con las
realizadas actualmente en el lugar.

Actividad socio-económica
Después del

Triunfo de la
Revolución

Dada la situación de la
señalización marítima y de la hidrografía del país a partir de
1969 se comienza a pensar en la
organización y reglamentación de sus tareas y
funciones, y
es el 29 de septiembre de 1969, por la Ley 1227 del
Gobierno
Revolucionario, que se creó el Instituto Cubano de
Hidrografía, pasando en 1995 a Estudios Marinos que
ejecuta estudios hidrográficos, de
señalización marítima para el occidente
país, estudios oceanográficos en general y
confecciona cartas
náuticas.

Fig. 7 Carta de la
Bahía de La Habana

La Empresa
Constructora de Obras Marítimas situada en el flanco este
de Punta Santa Catalina se dedica a la proyección y
ejecución de obras en el mar.

El
Transporte

Esta actividad ha estado siempre
presente en la Punta; se tiene conocimiento
de un antiguo ferrocarril que llegaba hasta el frente de la
iglesia,
quedando el apeadero en el edificio posterior a esta
última.

Continuando esta tradición, hoy es la base de los
ómnibus del municipio y de la emblemática "Lanchita
de Regla".

Fig. 8

Morfología y
Medio Ambiente

Aún antropizada, Santa Catalina cuenta con una variada
flora. Están presentes uva caleta, casuarina, y variedades
cultivadas como árboles
frutales, plantas
ornamentales, palmas (real, cocoteros y otras), y ceibas y
otras.

Fig. 9 Una muestra de la flora de Santa
Catalina

Del mismo modo se encuentran presentes diferentes aves, entre
ellas migratorias como gaviotas y pelícanos, además
de totíes, gorriones y palomas torcazas. A sus costas,
aún con el insuficiente saneamiento de la bahía,
arriban palometas, bonitos, cojinúas, sardinas, etc.

Fig.10 Gaviotas y manchas de peces
avistadas desde punta Santa Catalina

La entrada de la bahía y la apariencia actual de Punta
Santa Catalina y su entorno se destacan en estas vistas.

Bibliografía
Consultada

Cosme Baño, P., 1998. Los chinos en Regla,
Editorial Oriente.

Duquesne, N., T. Díaz Peña y V. Estrada, 2003.
La interrelación geográfico – histórica en
el patrimonio
cultural del municipio Regla, La Habana. II Simposio
Provincial de Historia.

de la Torre , J. M.,1857. Lo que fuimos y lo que somos o La
Habana Antigua y Moderna. Imprenta de
Spencer y Compañía.

Gómez Luaces, E. 400 años de Historia en Regla.
Archivo Museo
de Regla. (Inédito)

Sosa Chongo, I. K., 2003. Historia de la Hidrografía en
Cuba.
(Inédito)

TRANSFORMACIONES GEOAMBIENTALES Y ANTRÓPICAS
DEL ACCIDENTE GEOGRÁFICO – HISTÓRICO PUNTA SANTA
CATALINA EN LA BAHÍA DE LA HABANA

Autores: N. Duquesne Barroso; V. Estrada Sanabria y T.
J. Díaz Peña

(1,2)GEOCUBA Estudios Marinos. Punta Santa Catalina
s/n. Municipio de Regla CP 1200. Ciudad de La Habana:
,

(3) Museo Municipal de Regla. Martí
158 e/ Facciolo y La Piedra. Ciudad de La Habana

Resumen

Se ha compilado la trayectoria de las transformaciones
geoambientales y antrópicas del accidente
geográfico punta Santa Catalina, que separa las ensenadas
de Marimelena y Guasabacoa en la bahía de La Habana,
devenido histórico por su participación en el
desarrollo
socioeconómico y cultural del pueblo de Regla, la
que hubo de observar Humboldt cuando arribó a Cuba en los
albores del siglo XIX. Geológicamente yace sobre un
basamento serpentinítico cubierto por depósitos de
edad neógeno – cuaternario y antropogénicos. Se
exponen las disímiles etapas por las que ha transitado la
Punta, ya sea como puerta de entrada de la "civilización"
europea, carenero, emplazamiento militar durante la
ocupación inglesa, almacenes de mercancías,
soportados entonces por los arcos de ladrillo rojo hoy vestigio
arqueológico de la sociedad
comercial Santa Catalina, exponente de la propiedad
industrial de la época, taller de
señalización marítima e hidrográfica,
terminal ferroviaria, hoy de ómnibus y marítima de
la lancha de Regla. Con el Santuario de Nuestra Señora de
Regla en la retaguardia, Santa Catalina también ha sido y
es sede investigativa a través primero del Instituto
Cubano de Hidrografía (ICH) y actualmente de Estudios
Marinos.

A pesar de las transformaciones, la punta mantiene una
singularidad ambiental como punto de avistamiento y
conservación de la biota costera. Están presentes
uva caleta, casuarina, variedades frutales, y ornamentales,
palmas (real, cocoteros y otras), ceibas. Del mismo modo se
observan aves, migratorias como gaviotas y pelícanos
además de totíes, gorriones y palomas torcazas. A
sus costas, aún con el insuficiente saneamiento de la
bahía, arriban palometas, bonitos, cojinúas,
sardinas y otras especies.

Autor:

N. Duquesne Barroso

V. Estrada Sanabria

T. J. Díaz Peña

Robier Pupo Pupo

rpupo[arroba]emarinos.geocuba.cu

(1,2) GEOCUBA Estudios Marinos. Punta Santa
Catalina. Ciudad de La Habana

(3) Museo Municipal de Regla. Ciudad de La Habana museoderegla[arroba]cubarte.cult.cu