Monografias.com > Filosofía
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

La voluntad en Salomón Ibn Gabirol



Partes: 1, 2

    Voluntad: en sentido propio, metafísico y
    psicológico, es el apetito racional. Se trata, pues, de la
    facultad o potencia de
    "querer" y se distingue del apetito sensitivo por sus caracteres
    específicos de racionalidad y albedrío.
    Entiéndese en tal caso que la voluntad es la facultad o
    fuerza que
    realiza las voliciones, como actos de tendencia consciente
    dirigidos hacia un objeto propuesto por el
    conocimiento intelectual. La tendencia superior, intelectual
    o racional del hombre, es
    así, la voluntad, cuyos actos son irreductibles al
    conocimiento,
    al sentimiento y a las tendencias
    sensitivas[1]

    También se entiende voluntad como potencia del
    alma, que
    mueve a hacer o no hacer una cosa. Acto con que la potencia
    volitiva admite o rehuye una cosa queriéndola, o
    aborreciéndola y repugnándola. Y se entiende el
    concepto
    voluntad como un decreto, determinación o
    disposición de Dios.

    En filosofía el término voluntad se
    identifica con el apetito racional. Designa la actividad
    determinada por motivos o móviles de índole
    superior; algunas veces, sin embargo, se ha dado a esta palabra
    un sentido o significación más amplia, ya
    extendiéndola a los fenómenos de la vida animal,
    con el nombre de voluntad sensitiva; o a los hechos sociales, con
    la denominación de voluntad general.

    Se considera que la voluntad es la facultad
    anímica por excelencia; ella representa el aspecto
    dinámico de la vida psíquica. La iniciación
    de la actividad consciente, o sea el momento de dar entrada a la
    conciencia, las
    modificaciones orgánicas, la duración o
    persistencia de ciertos estados, los cambios de adaptación
    de los sentidos para
    recibir sus excitantes propios, la detención de la
    corriente psíquica, el constante ir y venir de las
    representaciones, la profundidad de las afecciones placenteras o
    dolorosas…,en una palabra, toda la vida consciente humana
    en sus diversas etapas y grados, dejaría de realizarse sin
    la intervención mayor o menor de la voluntad.

    Hay una acepción general y otra estricta de la
    voluntad. En la primera es el equivalente de apetito o tendencia,
    y en la segunda es privativa del hombre.

    Todavía cabe establecer una distinción de
    más importancia, que es la que los escolásticos
    hacían entre la voluntad como naturaleza y
    la voluntad como potencia; ella es la clave de la solución
    de la polémica suscitada entre intelectualistas y
    voluntaristas. La índole de las diversas clases de
    apetición es la misma. Existe un apetito natural, que se
    da en todos los seres, y es la tendencia que manifiestan hacia
    todo lo que les conviene y perfecciona. Hay un apetito vital, que
    se da en las plantas,
    manifestado, entre otras formas, por los tropismos, y un apetito
    sensitivo de mayor complejidad en los animales. En el
    animal y en el hombre el
    ejercicio de la apetición va precedido de alguna forma de
    conocimiento, y por lo mismo, se llama elicitivo.

    En los fenómenos de apetición sensible
    señalaban, además, los antiguos dos formas
    distintas y aun contrapuestas: el appetitus concupiscibilis y
    el irascibilis
    . Objeto del primero es el bien material,
    aprehendido por los sentidos y fomentado por la
    imaginación. Objeto del segundo es éste mismo bien
    en cuanto es arduo y difícil de obtener. Por más
    que se consideraran ambos apetitos como distintos, en realidad se
    trata sólo de una diferencia de grado o de funciones
    positivamente complementarias. Basándose en esta
    distinción fundaron los escolásticos su teoría
    de la vida afectiva[2]

    La voluntad humana es un apetito racional, y por ser
    racional lleva aparejada en su mecanismo la presencia de impulsos
    o motivos de índole superior a la apetición
    meramente orgánica. La voluntad, en este sentido, es la
    tendencia superior, intelectual o racional, del hombre, es
    así, la voluntad, cuyos actos son irreductibles al
    conocimiento, al sentimiento y a las tendencias
    sensitivas[3]

    Se ha entendido el término "voluntad", en los
    varios autores y escuelas filosóficas, de diversas
    maneras, principalmente en estos tres modos: a)
    psicológicamente, como facultad cuyo carácter principal se halla en la tendencia
    intelectual, y como conjunto de fenómenos psíquicos
    de la vida activa; b) éticamente, como actitud o
    disposición moral para
    querer algo, es decir, aptitud moral a querer, o a querer de tal
    o cual manera, sea en general o ya sea en un caso determinado; c)
    metafísicamente, como entidad psíquica
    absolutamente subsistente, sustrato común de todos los
    fenómenos psíquicos, es decir, el alma en cuanto
    capacidad activa o sujeto de
    actividad[4]

    Existen muchas teorías
    de la voluntad, he tenido la oportunidad de leer un poco sobre el
    tema abordado, por ejemplo, en autores como Schopenhauer y
    Nietzsche. En
    Schopenhauer la voluntad no tiene nada que ver con lo que
    entendemos por voluntad tradicionalmente: no hay decisión
    consciente, ni intencionalidad, ni capacidad
    resolutiva.

    La voluntad de que habla Schopenhauer es una
    creación suya: uno de los dos grandes pilares de su
    pensamiento.
    Thomas Mann, escritor Alemán nacionalizado Estadounidense,
    de quien se dice que fue el último gran novelista del
    siglo XIX, un profundo lector de Freud, Nietzsche
    y Schopenhauer sintetiza de la siguiente manera el concepto de
    voluntad en Schopenhauer: La cosa en sí es (era) la
    voluntad. La voluntad es (era) la fuente de todos los
    fenómenos, (era), el engendrador y productor de todo el
    mundo visible y de toda la vida, presente y actuante en cada uno
    de los fenómenos, pues es (era) la voluntad de vivir. La
    voluntad es (era) enteramente voluntad de
    vivir
    …[5]

    Partes: 1, 2

    Página siguiente 

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter