Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Eternos Principios de un Buen Gobierno (página 3)




Enviado por Frank Denke



Partes: 1, 2, 3

Nota también que en un país
democrático no toda la gente que vota ha oído todos
los argumentos (algo muy diferente de lo que pasa durante un
juicio). Usualmente se oye más la propaganda de
un lado u otro, dependiendo del dinero que
apoya un lado o el otro, y los argumentos de los que no tienen
suficiente dinero para introducir los no se oyen. Así,
entra un elemento de la ignorancia, que juega un rol grande en la
votación de los países
democráticos.

La votación puede también
trabajar bien en las comunidades PEQUEÑAS, cuando los que
votan conocen personalmente a los candidatos. La votación
puede trabajar bien como medio de elegir a un presidente de un
grupo de
artesanos (si los que votan conocen a TODOS los candidatos), o
como un medio de servir a los intereses comunes de éstos
en una comunidad
pequeña, como dónde construir un camino.

La "voluntad de la gente" y la
votación

La forma de un gobierno es como
el diseño
de una casa. Ambos son diseñados por gente. Ambos tienen
sus limitaciones. Sabemos, por experiencia, que un diseño
que trabaja bien para dos personas, no va a trabajar bien para
doscientas personas.

La votación sobre materias no
opuestas a la Fe o a los Diez Mandamientos, PUEDE trabajar bien
en una pequeña COMUNIDAD seglar o religiosa, o entre un
grupo de pares (tales como un grupo de representantes, o entre
los cardenales, para elegir a un nuevo Papa), pero extender el
voto para incluir a TODA la gente de una nación,
o de la Iglesia, puede
producir más problemas que
el usar un hogar de un solo cuarto para servir a una multitud,
sin cambiar el diseño de la casa.

Para comenzar, la experiencia ha demostrado
que, cuando hay que decidir un asunto al nivel NACIONAL, por la
votación de todos los que pueden votar, este asunto se
decide solamente contando los votos de los ciudadanos que
votaron, y no contando los votos de todos los que
PODRÍAN haber votado. Por eso, los elegidos y las leyes que se
aprueban en un país democrático resultan,
usualmente, de una minoría de la población, y ni el Estado, ni
La Iglesia, pidiendo año tras año a toda la
población que vote, han podido cambiar esto. Por esta
razón, cualquier cosa decidida por una elección
nacional, normalmente no es la expresión de la voluntad
"de la mayoría". ¿Quién sabe cuál era
la voluntad de todos los que no votaron?

Un buen ejemplo de esta falla del sistema
democrático al nivel nacional, es cuando en los EE.UU., en
1992, un hombre llamado
"Bill Clinton" (que está en favor de legalizar el aborto y otras
inmoralidades), fue electo presidente por los votos de menos del
25% de los ciudadanos estadounidenses que podían haber
votado.

Mientras que la gente PIENSA que son ellos
los que están "encargados" de su futuro, la realidad es
que los ciudadanos de los EE.UU. son gobernados, no solamente por
la votación, sino, entre otras cosas, por: (1) las
decisiones de varios jueces, de varias cortes, que aplican una
mezcla de la ley
constitucional y no-constitucional del país; (2) las
regulaciones hechas por los burócratas del gobierno (y no
por los ciudadanos); (3) las opiniones de los funcionarios
elegidos por una no-mayoría; (4) la fuerza de la
"opinión
pública", generada por los medios de
comunicación sobre los que votan; (5) la influencia
sobre los senadores y representantes, ejercida por varios
grupos con
mucho dinero e intereses especiales; y (6) las órdenes
ejecutivas, ("leyes presidenciales"), cuando hay una
"emergencia".

La "voluntad de la gente" y el pecado
original

Tomando en cuenta la falla de los que
podrían votar en elecciones nacionales, pero que no lo
hacen, algunas personas piensan que el Bien Común
sería servido, lo mejor posible, si toda la gente que
pudiera votar, votara. Ellos piensan que toda la gente es
"naturalmente buena", y por eso, que una mayoría de "gente
buena" podría decidir lo que debe ser lo mejor para todos.
Si eso fuera verdad, la gente de una nación
siempre elegiría lo mejor posible.

El problema con esta idea es que, en vez de
portarnos naturalmente bien, como resultado del Pecado original,
tenemos una tendencia de no siempre elegir la mejor opción
posible. Mientras que nuestra naturaleza
espiritual, (nuestra imagen de Dios),
se inclina hacia la verdad, nuestra naturaleza corporal,
desordenada, está inclinada hacia el vicio. La prueba de
ésto se ve alrededor de todos nosotros, y en las noticias y
periódicos de cada día.

La razón de que tengamos la
policía y nuestros ejércitos, es para protegernos
contra los defectos duraderos del Pecado original, que todos
sufrimos. El hecho de que los EE.UU. ha legalizado el aborto, hasta
cuando esté naciendo el niño, demuestra que, el
depender de la "bondad natural" de la humanidad, para dirigir a
los legisladores de un país, no es solamente absurdo, sino
es un FUNDAMENTO de gobernar. Al respecto de guiar la moralidad
nacional, la enseñanza moral de la
Iglesia Católica siempre será una mejor guía
que la "voluntad de la gente".

Más que al diablo que
combatir

No había TV, malos libros o
música,
educación
corrompida ni la mala presión de
grupos "pro aborto" en el jardín de Edén. Nuestros
primeros padres ni sufrieron de los malos efectos del Pecado
original. No obstante, nuestros primeros padres eligieron
desobedecer a Dios.

Los ciudadanos de países modernos no
solamente sufren por el Pecado original; ellos viven en un mar de
viciosa presión, que les influye a desobedecer las leyes
de Dios y a abandonar la práctica de virtud, por las
influencias de los malos libros, la TV mundana, los malos
programas de
la radio, las
actuales costumbres inmorales, el deseo de obtener la comodidad
material más allá de lo que realmente necesitan, y
por el resto de las influencias modernas del día, que
influyen en contra de la virtud, y POR las cuales muchas personas
votan cuando hay la oportunidad. Debido a todo esto, es muy
fácil entender cómo "la voluntad de la gente" puede
desear que su gobierno legalice lo que prohibiría
Dios.

Al contrario de la voluntad de Dios, la
"voluntad de la gente" es como la arena que cambia de un lugar a
otro con cada viento que pasa; un año puede preferir lo
que es mejor, otro año preferir lo que es peor. La
"voluntad de la gente", por ser, usualmente, nada mas que una
expresión de opiniones, no es un FUNDAMENTO firme
para CUALQUIER forma de gobierno.

Avaricia

La avaricia es otro síntoma de la
naturaleza
humana caída. Muchas veces la avaricia se anima a
votar, porque la votación da a la gente una ocasión
de elegir a un candidato que les prometa "algo por nada". Dada
una opción entre el votar por un candidato que promete
darle "algo por nada", y uno que dice que hay que pagar un
precio justo
por lo que quieren, ¿por cuál candidato
votarías tú? El hecho de que nada es "gratis" en
este mundo, no parece ser muy importante; a los que piensan que
pueden conseguir algo por nada, o que algún otro ciudadano
tenga que pagar el costo por ello,
es lo que es injusto.

La Ignorancia Puede Ganar

La votación a nivel nacional puede
herir al Bien Común por otra razón: la ignorancia.
Por ejemplo, la mayoría de los ciudadanos de una
nación, realmente no sabe nada sobre cómo manejar
sus bosques, su fauna y la
política
extranjera de su país, porque no tiene acceso a datos
importantes, ni la educación o
experiencia para manejar bien estos asuntos. El
conocimiento profundizado sobre muchos asuntos en un
país es compartido, generalmente, solamente por una
minoría, que tiene acceso a los datos y el entrenamiento y
la experiencia necesarios para entender bien y manejar bien estos
asuntos.

Debido a esta ignorancia, la
votación de la gente a quienes les faltan muchos datos,
educación y experiencia, no parece la mejor manera de
gobernar o de decidir muchos asuntos. ¿Cómo se
sentiría usted en un avión dirigido por la
mayoría de votos de sus pasajeros, en vez de la
educación y experiencia de su piloto y navegador? Los
aviones vuelan seguros porque
son reinos volando, y
no son democracias votando.

Cómo decidir asuntos sin
votar

Los gobiernos pueden decidir mejor muchos
asuntos legítimamente, por ciudadanos bien informados, que
por la preferencia general, expresada por la votación de
"la gente".

Las decisiones tomadas, usando
asesoramiento de expertos, serán sabias SOLAMENTE si no
están en conflicto con
el Bien Común. Por esta razón, SOLAMENTE las
personas motivadas por el Bien Común, y no por un grupo de
intereses egoístas, se motivan correctamente para tomar
buenas decisiones.

Desafortunadamente, algunos se designan a
las posiciones del gobierno por razones políticas
(por ej., porque pertenecen al partido que ganó), y no
porque tengan la capacidad y el deseo de servir verdaderamente al
Bien Común de su Nación.

¿Quién es
igual?

Algunos proponen que cada uno vote porque
"todos los hombres (y las mujeres) son iguales". En una
sección anterior, discutimos que somos solamente iguales
en lo que somos (seres humanos), pero no en QUIÉNES somos:
(aviadores, albañiles, doctores, maridos, esposas). Cada
persona, con
su propia especialidad, educación, experiencia, inteligencia,
habilidad, temperamento, etc., etc., es diferente.

Respecto a muchos asuntos para los cuales
se dice que es "la gente" la que debe de decidirlos al votar,
algunos conocen bien el asunto por el que están votando,
otros no. Algunos saben más. Algunos saben menos. Si toda
la gente fuera VERDADERAMENTE igual, todos los ciudadanos
votarían por lo mismo. La verdad es que, en cualquier
grupo, los que voten lo harán en tantas maneras diferentes
como opciones hayan.

Votando por el "menor de dos
males"

Hay muchas personas que dicen que, dadas
dos opciones malas, hay que votar por "el menor de los dos
males". En realidad, si los dos males se diferencian solamente
por ser una variación del mismo mal, escogiendo cualquiera
de las dos opciones va a llevarnos al mismo fin. No hay
diferencia en lo que va a pasar por votar entre manejar el coche
hacia el abismo a 10 o a 20 millas por hora, aunque el llegar al
precipicio menos rápido parece mejor.

Para hacer firme este punto, vamos a
relatar lo que pasó, en los EE.UU., con el progreso del
aborto legalizado en ese país. Cuando empezó la
batalla en contra de la vida, en los EE.UU., casi nadie hubiera
votado para permitir el aborto de un niño al momento de
nacer. En ese entonces, todas las leyes de los EE.UU. fueron en
contra del aborto intencional. Para conseguir el último
fin de los "pro abortos", usaron la estrategia de que
es mejor votar por el menor de dos males. Así lo
hicieron.

Primero, dijeron los "pro-abortos", que
sería mejor legalizar el aborto que forzar a una mujer a sufrir
con un niño no deseado, o morir tratando de procurar un
aborto ilegal en las manos de un doctor mal entrenado. Ofrecieron
dos opciones: el aborto no regulado por la ley, o el aborto
regulado por la ley. La gente, pensando que sería mejor
controlar los abortos intencionales por una ley, que no
controlarlos, votaron por permitir el aborto controlado por la
ley, como "el menor de los dos males". (Ahora la ley
permitía abortos intencionales).

Entonces ofrecieron los "pro-abortos" otras
dos opciones a la ciudadanía: o permitir el aborto durante
los primeros tres meses, o permitir el aborto durante los
primeros seis meses. La gente, pensando que el menor de los dos
males era el permitir el aborto solamente durante los primeros
tres meses, votaron así.

Entonces los "pro-abortos" ofrecieron dos
opciones más: permitir el aborto durante los primeros seis
meses, o durante todos los nueve meses. Otra vez, escogiendo el
"menor de los dos males", la gente votó permitir el aborto
hasta los seis meses. Así llegó la ley para
"controlar el aborto", en los EE.UU., hasta permitir el aborto
hasta que nazca el niño, que es la ley actual.

Se permite "elegir el menor de dos males"
solamente cuando usted no tenga NINGUNA otra opción.
Cuando hablan de votar, algunos dicen que dadas dos malas
opciones, hay que votar por una de ellas. Usted realmente tiene
una tercera opción. Usted puede elegir no
votar.

La Votación No puede Determinar
la Verdad

No tiene ningún sentido común
que la gente vote sobre lo que es verdad. Algo es verdad o no lo
es. Una mayoría de votos no puede cambiar eso.

Dos y dos o son cuatro. Dejar a la gente
votar sobre cuánto son dos y dos no va a cambiar
nada.

La Votación y la
Iglesia

Algunos piensan que la Iglesia
Católica, confiada por Dios con la responsabilidad del Bien Común Sobrenatural
del mundo entero, debe de funcionar como una democracia.
Después de la discusión anterior, el lector puede
entender mejor por qué la sabiduría de la Iglesia
dice "no", al funcionar en materias doctrinales y morales como
una democracia. El propósito de la Iglesia es
preservar las verdades contenidas en el "Depósito
de la Fe", confiado a Ella por Jesucristo Dios, para transmitir
estas verdades a toda la humanidad, hasta el fin del mundo.
La Iglesia, dirigida y protegida (solamente en su doctrina) por
la infalibilidad de Dios, nunca podría mejorarse por
sujetar sus decisiones morales o doctrinales a una mayoría
de votos de la humanidad caída.

En conclusión, parece que la
votación sirve mejor para decidir cuestiones de
conveniencia, si se confina la votación a la gente
directamente afectada por el asunto. Cuando el asunto está
relacionado a cosas de moralidad, mejor buscar la voluntad de
Dios, oyendo lo que dice la Iglesia, y no solamente las opiniones
de la gente que tan fácilmente cambian y, muchas veces, se
oponen a la voluntad de Dios.

*******************************

CAPÍTULO
VIII … La "
Calidad de Estadista" y la
JUSTICIA

DEFINICIÓN: La "Calidad de
Estadista" es el arte de gobernar
bien.

PROPÓSITO: El
propósito de esta calidad es resolver puntos en disputa,
solamente según el Bien Común de los ciudadanos de
un país.

FUNDAMENTO: El Fundamento de esta
"Calidad de Estadista" es la justicia y el
valor.

EJEMPLO: Santo Tomás Moro (de
Inglaterra)
tenía esta "Calidad de Estadista", porque tenía el
valor de oponerse a la injusticia y la inmoralidad de su
rey.

ABUSO: La "Calidad de Estadista" es
abandonada por los que piensan que es más importante
complacer a los que le eligieron, que complacer a
Dios.

DISCUSIÓN

Cualquier país tiene sus grupos de
intereses especiales. Muchas veces, estos grupos se oponen sobre
opciones. Es común oír al ganador de una
elección democrática decir que él
representará a "todos", pero eso no tiene ningún
sentido, cuando se relaciona a la representación de cada
uno los intereses individuales de los ciudadanos. Si una persona
elige no votar por un candidato, es porque piensa que el
candidato no representará su interés o
creencia en un área importante. ¿Cómo puede
la gente ser representada en algo por una persona que crea lo
contrario?

Por la misma razón podemos decir que
ningún grupo de gente puede representar los intereses
individuales de otros grupos. Dado cualquier tema o área
de interés, es seguro que van a
encontrar oposición entre algunos de estos grupos. Unos
grupos pueden desear utilizar los árboles
para construir casas. Otros grupos no quieren que los
árboles sean tirados, porque un búho vive en sus
ramas.

Como se puede ver, NINGUNA persona, ni
NINGÚN grupo de gente, puede representar los intereses
individuales de todos. La única manera que un hombre en el
gobierno pueda decir que él representa los intereses de
cada uno, es si coloca el Bien Común de todos los que
él representa sobre los intereses especiales de sí
mismo, y de los que lo eligieron. Tales personas tienen la
"Calidad de Estadista". Tales personas forman un especie de ser
humano verdaderamente en peligro de extinción.

Hombres con la "Calidad de
Estadista"

El reto de un hombre de "Calidad de
Estadista" es oír los argumentos de todos lados, respecto
a una situación y, como un juez justo, decidir cuál
es la mejor opción para servir al Bien Común de
todos los afectados, incluso si va en contra de los intereses de
los que lo eligieron. Por otra parte, alguien que no toma en
cuenta el Bien Común de todos los afectados, con sus
decisiones, sino que decide SOLAMENTE por los intereses de
aquellos que le eligieron, para mantenerse en su posición
de autoridad, se
le llama un "político".

Por Bien o por Mal, con Votación,
lo más Grande Triunfa

De un modo u otro, una nación es
gobernada por una mezcla de políticos, hombres de "Calidad
de Estadista", y por varios grupos de diferentes intereses
particulares. ¿Cómo es posible resolver las
diferencias entre estos grupos al votar?

El mejor ó peor resultado de dejar a
todos los miembros de estos grupos (o sus representantes) decidir
sus conflictos de
intereses al votar, será que los grupos más grandes
vencerán a los más pequeños. Esto presenta
una pregunta importante. ¿Si siempre triunfan los
intereses de los grupos más grandes en una democracia,
qué protegerá los intereses JUSTOS de los
"más pequeños"?

La Justicia Protege

La protección de las minorías
en una nación depende, en gran parte, de la justicia de
sus leyes y cómo las hacen cumplir. Por ejemplo, si la
justicia de una nación se basa sobre los Diez Mandamientos
de Dios, cada persona tendrá una verdadera base de
protección en la ley de su país, porque los Diez
Mandamientos ponen límites a lo que "la gente",
incluso el gobierno mismo, pueden tratar de imponer por su
"gusto".

Si la base de gobernar de un país
permite la injusticia, esta falla de tener un
límite justo a lo que se puede legalizar, aunque
sea impuesto por un
rey o por "la voluntad de la gente", daña no solamente a
los ciudadanos afectados, sino a la seguridad de
todos/as de una nación, porque nadie puede sentirse
protegido por las efímeras leyes de su
nación.

La Práctica de la
Justicia

La justicia, para servir al Bien
Común, no puede dejarse "dividir", es decir, servir a
algunos y a otros no. La justicia, para servir al Bien
Común, debe de servir y proteger a todos en una
nación, no solamente a algunos. Si los que gobiernan
pueden tratar a ALGUNOS de sus ciudadanos con justicia, pueden
decidir tratar a otros con injusticia, y nadie está
seguro. Es por eso que decimos que la justicia debe de ser
"indivisible". La justicia debe de servir a CADA UNO igualmente,
para proteger la inocencia o castigar la culpabilidad,
en quienes quiera que sea encontrada.

Sabemos, por experiencia, que las leyes
cambian en una nación. Si la base de su justicia es la
efímera "voluntad de la gente", esta base inestable va a
producir leyes a veces para lo mejor, y a veces para lo peor. Por
ejemplo, las leyes de los EE.UU., por muchos años,
protegieron fuertemente a los niños
nonatos, pero ahora protegen a los que matan a estos mismos
niños.

De esto podemos ver que se necesita algo,
aparte de la inestable "voluntad de la gente", para proteger los
inalterables derechos justos de todos los
ciudadanos. La única base que sirve para proteger a todos,
sin alterarse, es una base formada por las inalterables leyes de
Dios, y sostenida por hombres con "Calidad de
estadista".

*******************************

CAPÍTULO
IX… IGLESIA y ESTADO

DEFINICIONES: El Estado, como
la Iglesia, son "cuerpos perfectos", es decir, que cada uno tiene
todo lo necesario, en sí mismo, para cumplir con su
razón de existir. En la tierra, La
Iglesia es la parte visible del eterno Cuerpo Místico de
Cristo, instituida por Cristo mismo para la salvación de
la humanidad. El Estado es una institución temporal,
implícita en la Creación de Dios y formada por la
gente para lograr su Bien Común.

PROPÓSITO: La Iglesia y el
Estado sirven para satisfacer dos peticiones expresadas en el
Padre Nuestro: "Venga a nosotros tu reino. Hágase tu
voluntad así en la tierra como en
el cielo."

FUNDAMENTO: En cualquier Estado, la
relación entre la Iglesia y el Estado depende de la
relación con Jesucristo, entre los que gobiernan el
Estado, y los que gobiernan la Iglesia.

EJEMPLO: Un ejemplo de una buena
relación entre la Iglesia y el Estado era en el Ecuador
católico durante la presidencia de García Moreno.
Durante esa época, el Estado profesaba su fidelidad a
Jesucristo, y cooperaba con la Iglesia, para servir al Bien
Común de sus miembros.

ABUSO: La relación correcta
entre La Iglesia y el Estado (unión de principios
morales y separación de responsabilidades) puede ser
abusada por la mala conducta de los
representantes de cualquier lado. Los representantes de la
Iglesia no deben de usar el poder del
Estado para imponer la Fe, ni tratar de controlar los asuntos del
Estado, y el Estado no debe de fomentar un sentimiento
anti-católico entre sus ciudadanos, ni tratar de controlar
los asuntos de la Iglesia.

DISCUSIÓN

El Padre Nuestro hace dos peticiones:
"Venga a nosotros tu reino" y "Hágase tu voluntad
así en la tierra como en el cielo." El Reino de Dios Trino
no se confina solamente a su Iglesia. Por haber creado todo, todo
pertenece al Dios Trino. La Iglesia Y el Estado tienen la misma
obligación de conformarse a la autoridad Divina de su
Creador. Los que gobiernan al Estado tienen la misma
obligación de someterse al Creador, como los que gobiernan
a la Iglesia.

Es deber del Estado el convertirse en la
"Ciudad de Dios", donde se santifica el nombre de Dios, y se hace
Su voluntad "así en la tierra como en el cielo." Eso es
posible solamente cuando haya una buena relación entre
ambas "Sociedades
Perfectas": la Iglesia y el Estado.

La Iglesia y el Estado son "Sociedades
Perfectas"

Que la Iglesia y el Estado son "sociedades
perfectas", significa que cada uno tiene toda la autoridad y
todos los recursos
necesarios para: (1) servir a sus miembros, para (2) gobernarse a
sí mismo, y para (3) cumplir con su razón de
existir. En este sentido, cada uno es independiente. El
Estado no necesita otro Estado para cumplir con sus deberes, y la
Iglesia Católica no necesita otra iglesia para cumplir con
sus deberes.

Cada una de estas dos sociedades tiene su
propia área de responsabilidad. El Estado existe
principalmente para servir al bien temporal de
algunos hombres, y la Iglesia para servir al bien
espiritual del todos los hombres. De los dos,
la IGLESIA tiene una preeminencia, siendo fundada directamente
por Dios-Jesucristo para la salvación eterna de todos,
mientras que cada Estado se funda indirectamente por Dios
(directamente por hombres) para el bien temporal de
algunos.

La Iglesia misma enseña que ninguna
Sociedad
Perfecta tiene el derecho de controlar las cosas por las cuales
no es del todo responsable. Las religiosos no deben de ocupar
cargos de poder mundano. Nuestro Señor, mientras
reconoció el poder mundano de Poncio Pilatos, no
ocupó ninguna posición estatal para establecer sus
enseñanzas. Mas, nuestra experiencia nos enseña que
el deseo de poseer un poder mundano, o riquezas, aunque sea para
alcanzar algún propósito aparentemente bueno, muy
fácilmente corrompe a cualquiera. Por eso, la Iglesia
prohíbe a sus sacerdotes y monjas el ocupar posiciones de
poder político del Estado.

El propósito del Estado es buscar el
bien temporal de sus ciudadanos, de la mejor manera
posible, (ojalá poniendo en práctica los principios
de Nuestro Señor). Si no es correcto para la Iglesia el
manejar directamente las responsabilidades del Estado, es
también incorrecto para el Estado a manejar directamente
las responsabilidades de la Iglesia. Por eso, sería un
gran error si el Estado tratara de manejar los asuntos
espirituales de la Iglesia. Por ejemplo, sería
incorrecto que el Estado dijera a la Iglesia cómo
administrar los Sacramentos.

El propósito de la Iglesia es
proclamar, predicar, enseñar y vivir el evangelio de
Nuestro Señor. Mientras que la responsabilidad de la
Iglesia es la de predicar los principios de Nuestro Señor
al Estado, depende de los laicos el ponerlos en practica, si
ocupan un cargo de autoridad en el Estado. Sería un error
si los religiosos de la Iglesia trataran de controlar
directamente la manera en que el Estado pone en práctica
estos principios, para conseguir el Bien Común de sus
ciudadanos, en el orden temporal.

Al mismo tiempo, la
responsabilidad de la Iglesia y del Estado de fomentar el Bien
Común de los hombres crea campos de intereses mutuos. Un
área obvia del interés mutuo es la
perfección con la cual las leyes escritas del Estado
determinan la culpabilidad o inocencia del acusado (la justicia
de las leyes con respecto al asesinato, robo, aborto, etc., mas
la misericordia debida, según las circunstancias). Tales
áreas de responsabilidad mutua parecen mejor servidas con
la COOPERACIÓN entre la Iglesia y el Estado. Sin embargo,
una cooperación fructífera entre Estado e Iglesia
depende de la verdadera catolicidad de los ciudadanos (su
verdadero amor a Dios y
al prójimo), la de los que gobiernan el Estado, así
como la de los que representan a la Iglesia.

Debido a los efectos del pecado original en
toda la humanidad, las relaciones

entre la Iglesia y el Estado están,
a veces, lejos de ser perfectas, así que esto ha influido
a muchos Estados a creer que la separación "completa" de
la Iglesia y el Estado es mejor que una cooperación en
áreas de intereses mutuos. Curiosamente, para prevenir una
guerra entre
Estados, estos mismos Estados piden a la Iglesia su
cooperación.

La Relación Normal de la Iglesia
y el Estado

El trabajo de la
Iglesia, mientras que es, sobretodo, para el bien sobrenatural de
todos los hombres, también promueve el bien natural de los
hombres. La vida en la tierra es ciertamente más
pacífica para todos cuando los hombres desean tratarse con
caridad y justicia, por el amor de
Dios.

Por otra parte, el trabajo del
Estado, mientras que es sobretodo para el bien temporal de los
hombres, también puede promover su bien espiritual. Por
ejemplo, el Estado, por sus leyes, puede ofrecer a la Iglesia un
ambiente
tranquilo para predicar las enseñanzas de Nuestro
Señor Jesucristo y para distribuir los
Sacramentos.

El Estado, como la Iglesia, reciben su
autoridad del mismo origen, Dios. El Estado, como la Iglesia
trata con los mismos seres humanos, hechos de carne y
espíritu. Por eso, parece normal que busquen una manera de
cooperar para el bien de todos.

Puesto que los hombres no pueden ser
divididos en cuerpo y alma mientras
que viven en la tierra, el bien temporal del hombre (servido,
sobretodo, por el Estado) no se puede separar totalmente de su
bien espiritual (servido sobre todo por la Iglesia). Por lo
tanto, es natural que lo que Dios ha hecho responsable del bien
temporal del hombre coopere, en vez de oponerse a lo que Dios ha
hecho responsable por el bien espiritual del hombre.

Un católico es miembro de ambas
sociedades, Iglesia y Estado, y no debemos tratarlo como si fuera
dividido en dos partes (cuerpo y alma). El alma, con todas sus
potencias espirituales (el intelecto, la voluntad, etc.), sirve
al "ser humano" entero (alma y cuerpo) para que viva mejor en la
tierra y consiga su salvación. Semejantemente, la Iglesia,
con sus potencias espirituales (enseñanza divina, y
sacramentos) es para servir a todos los del "cuerpo social". El
impedir que la Iglesia ejercite su propia influencia en el Estado
para que todos vivan mejor (con más tranquilidad) en la
tierra, y que lleguen a su salvación, es poner en peligro
el Bien Común de una nación.

"Separación"

Para hablar de la relación correcta
entre la Iglesia y el Estado, hay que definir lo que significa la
"separación" entre el Estado y la Iglesia. La Iglesia
misma reconoce que estas dos sociedades son "perfectas", y como
tal, enseña que cada una tiene su propia área de
independencia.
Si el Estado, o la Iglesia, manejara las responsabilidades de la
otra, sería una forma de "sobre control" en
contra del orden correcto que debe de existir entre esas
sociedades perfectas.

Al mismo tiempo, la Iglesia enseña
que el alcance de la felicidad humana depende de poner en
práctica las enseñanzas de Nuestro Señor
Jesucristo, porque es Dios, y que el alcance del Bien
Común depende de la manera en que se les pone en
práctica. Por eso, la paz y tranquilidad que se encuentra
entre el Estado y la Iglesia, depende de la aceptación
entre sus miembros de los principios de convivir revelados por
Dios. Con eso entendido, podemos decir que la mejor
relación entre el Estado y la Iglesia es el reconocer la
separación de responsabilidades, pero la unión de
principios para convivir.

En lo actual, lo que se entiende por
"Separación" entre el Estado y la Iglesia no es la
separación de responsabilidades (como
enseña la Iglesia), sino que la mejor manera de gobernar
es con una separación de principios. La
"Separación" ahora significa que las enseñanzas de
Nuestro Señor no deben de influenciar a las decisiones del
Estado, de ninguna manera.

No Hay "Separación Total" entre
el Estado y Alguna Creencia

Cada Estado se deja manejar por algunos
principios filosóficos: que sean los principios de Nuestro
Señor, enseñados por su Iglesia, o los principios
del socialismo, o los
principios del humanismo, o
del comunismo, o la
"voluntad de la gente", etc., etc. Cuando haya una
separación total entre la Iglesia y el Estado (es decir
que el Estado no siente ninguna obligación de cooperar con
la Iglesia, en la formación de las leyes pertenecientes a
lo moral), eso siempre resulta en que el Estado imponga su estilo
de "fé" y "moralidad" con sus leyes, y con las
enseñanzas en las escuelas publicas, sobre el cuerpo
social que gobierna.

Por ejemplo, el gobierno de los Estados Unidos
REQUIERE que su dogma religioso oficial, el HUMANISMO, (evolución, los "derechos homosexuales",
etc.), se enseñe a todos los estudiantes dentro de las
escuelas públicas, pero prohíbe a esas mismas
escuelas presentar a los estudiantes las fallas del humanismo,
aún menos los Diez Mandamientos, formulados para toda la
humanidad por Dios, ni los hechos que demuestran que vivimos en
una creación hecha por un poder infinito que se llama
"Dios".

Donde existe la llamada "separación"
entre el Estado e Iglesia, los gobiernos "laicos" ahora animan el
aumento de la homosexualidad, el divorcio y la
práctica del aborto electivo, por hacer estas
prácticas legalmente protegidas, y por enseñarlas
como "opciones legítimas" en las escuelas públicas
de esos gobiernos, sin dejarles a los estudiantes una oportunidad
de estudiar "el otro lado de la moneda".

La única manera que una
relación normal entre Iglesia y Estado puede existir, es
por la conversión de los ciudadanos, incluyendo los que
gobiernan la nación, a la enseñanzas de Nuestro
Señor, mientras que los que representan la Iglesia
también practiquen las mismas
enseñanzas.

De estas realidades nos hacemos unas
preguntas: ¿si es impropio que la Iglesia imponga sus
creencias sobre cualquier población, por qué es
aceptable que el Estado imponga las suyas sobre la misma
población? ¿Qué es mejor para el Bien
Común de una nación: que la mayoría de los
estudiantes reciban sus enseñanzas morales del Estado, o
de la Iglesia?

"Separación Total" Y Unión
Falsa entre Estado/Iglesia, Ambas Malas

La cooperación apropiada entre la
Iglesia y el Estado sirve para refrenar lo malo. El resultado de
evitar que la Iglesia de Dios coopere con el Estado en la
formación de sus leyes, es que el mal se refrena menos.
Que el bien común de los ciudadanos de una nación
resulte dañado en la última instancia por una
"separación completa" entre el Estado y la Iglesia, se
puede ver por el nivel que la legalización del divorcio,
aborto y los falsos "derechos humanos"
están destruyendo la unidad familiar en naciones donde se
practican estas desviaciones y, consecuentemente, están
dañando a sus miembros. Si fuera posible tener una
relación propia entre la Iglesia y el Estado, tales vicios
trágicos no se habrían convertido en la "ley
común" de estas naciones.

Por otra parte, muy mal puede ser el
resultado si los representantes de falsas religiones se
unen con el poder de un gobierno.

La experiencia demuestra que las mayores
religiones
protestantes pierden sus valores
morales al pasar el tiempo, permitiendo que los mismos vicios
sean legalizados en países dónde se practica la
"separación completa" de la Iglesia y el Estado. La
Iglesia Anglicana, formalmente unida al gobierno de Inglaterra,
cuando al principio se separó de la Iglesia
Católica, sostuvo la enseñanza moral de la Iglesia
Católica en muchos temas, pero eso ya se ha
cambiado.

Por ejemplo, el gobierno de la Iglesia
Anglicana y de Inglaterra estaban una vez contra el aborto (como
el gobierno de los Estados Unidos). Pero ahora, porque la Iglesia
Anglicana permite el aborto, el gobierno de Inglaterra
legalizó el aborto, tan libremente como el gobierno de los
Estados Unidos, que no tiene ninguna unión entre la
Iglesia y el Estado.

El propósito de formar una
unión de cooperación entre la Iglesia y el Estado
es para preservar la moralidad cristiana en una nación,
para su propio bien. La inmoralidad del aborto está
prosperando en Inglaterra como dentro de los Estados Unidos. El
resultado de separar completamente la Iglesia (que enseña
según lo que enseñó Nuestro Señor
Jesucristo) del Estado, parece resultar tan malo como la
unión del Estado con una religión fundada por
los hombres.

En cualquier caso, el "menor de los dos
males" sigue siendo un mal. Sabemos por experiencia que cualquier
situación malvada, si no se corrige, conducirá a un
mayor mal al pasar del tiempo, tal como una infección
pequeña, si no se está limpiando, conducirá
a una infección extensa.

La experiencia de varias naciones
democráticas demuestra que, donde la Iglesia no puede
influenciar al gobierno del Estado en asuntos morales, esa
nación terminará, eventualmente, por legalizar el
divorcio, el aborto, y otras formas de licencia, exigidas por sus
ciudadanos, como los "derechos civiles de la
humanidad".

Infalibilidad y
Estabilidad

Dios dio a su Iglesia el regalo de la
infalibilidad para ayudar a toda la humanidad, a los hombres y a
sus gobiernos. Las naciones, en las cuales sus ciudadanos y
gobiernos se separan de esta dirección, niegan a sus países una
base necesaria de fuerza moral, de estabilidad pública, y
de unidad nacional.

Mencionamos "estabilidad pública"
porque en los asuntos morales, cuando son definidos por la
infalibilidad de la Iglesia, se quedan definidos para siempre.
Por otra parte, en los países "democráticos" los
asuntos morales que son definidos por la mayoría de votos,
realmente nunca son definidos. Cuando gana un grupo que propone
su estilo de moralidad (o inmoralidad), el otro lado trabaja
más enérgicamente, para asegurar su victoria en el
voto siguiente.

Por esta razón, los países
cuyas leyes se basan en "la voluntad de la gente" tendrán
una carencia de estabilidad, con respecto a asuntos morales, y
desarrollan el pensamiento,
entre sus ciudadanos, de que la moralidad es algo cambiable,
según lo que quiere una simple "mayoría de la
gente". Pero como hemos presentado anteriormente, esa
"mayoría de la gente" solamente refleja una mayoría
de los que votan, que nunca son todos, y por eso, el votar para
determinar la moralidad de algo, en vez de pedir una
definición infalible de la Iglesia, es llegar, solamente,
a una definición no confiable y, por ello,
inconstante.

Problemas que resultan de una
"Separación Total"

Un problema penoso conectado con la
separación de la Iglesia y el Estado, surge cuando los
hombres elegidos a una posición del gobierno, toman su
"juramento de hacer cumplir todas las leyes existentes". Si
algunas de estas leyes en su país se oponen directamente a
los Mandamientos de Dios, (tales como la ley en los Estados
Unidos que legaliza la matanza de un niño no nacido), los
que ocupan los cargos de autoridad en el gobierno se encuentran
sujetos a decidir como van a cumplir con las leyes civiles que se
oponen a las leyes de Dios. Si existiera una relación
apropiada entre la Iglesia y el Estado, ésto no
sucedería.

Otro problema penoso del que nos damos
cuenta por la experiencia es que la llamada "separación de
la Iglesia y del Estado" conduce a la separación de los
Mandamientos de Dios de las leyes del gobierno, desarrollando un
pensamiento de que ni los Diez Mandamientos de Dios deben influir
en el manejo de eventos diarios
en la vida pública. El resultado de ésto, en un
país democrático, es influir primero a los
representantes gubernamentales del pueblo, y luego a los miembros
de una nación, a pensar que es aceptable separar la
"Iglesia" del "Estado" en sus propias vidas; en otras palabras,
separar el manejo de la vida espiritual/personal (servir
a Dios) de la vida pública (servir al pueblo sin Dios),
viviendo una "doble vida" como si fuera posible separar el alma
del cuerpo y seguir viviendo.

Frecuentemente en los Estados Unidos se oye
a un político católico decir que se opone al aborto
como un "católico", pero apoyará al aborto
legalizado como un político. Es, debido a esa
división entre lo que un hombre DICE que cree como
individuo, y
lo que HACE el mismo hombre en su vida pública, que muchas
leyes malvadas están siendo aprobadas. Si lo que creemos
no influye en todas nuestras decisiones y acciones,
¿A dónde vamos?

¿Soldado o
Cobarde?

¿Cómo vamos a pensar de una
persona que dice que ama a Dios, pero no defenderá a Sus
Mandamientos, ni a los inocentes?

Imagina como será el día en
que llegue esta persona frente a Dios, y oiga a Nuestro
Señor Jesucristo, que va a juzgar a todos, decirle: "Te di
vida para ser mi soldado. Morí en una cruz para permitirte
ganar la recompensa más grande posible que un ser humano
puede ganar – la vida y felicidad eternas. Te di mi Iglesia para
enseñarte, mi Madre y los sacramentos para consolarte, y
un ángel de la guardia para defenderte. Permití que
te eligieran a un cargo público, para ser uno de los
privilegiados que llevan Mi autoridad. Pero, en vez de usar estos
regalos para defender a la más inocente de mis criaturas,
tú me abandonaste, cuando les negaste tu apoyo, para ganar
la aprobación y votos de los hombres. Tú
conseguiste tu recompensa cuando te eligieron….."

Los deberes del Estado hacia
Dios

Dios creó a la humanidad, de tal
manera, que un ser humano, además de la Iglesia, necesita
a la familia y
al Estado para conseguir su bienestar completo. Por eso, decimos
que Dios es el autor, no solamente de individuos, sino
también de la familia y del
Estado.

El hecho de que Dios sea el autor del
Estado, significa que el Estado, como cada ser humano creado por
Dios, tiene ciertas obligaciones
hacia su Creador. Puesto que los hombres tienen el deber de
obedecer los Diez Mandamientos de Dios, por las mismas razones,
el Estado, gobernado por hombres, tiene ese mismo deber. Puesto
que los cristianos tienen un deber de tratar de implementar las
enseñanzas de Nuestro Señor Jesucristo hacia todos
los hombres, un Estado formado por cristianos tiene la misma
obligación de implementarlas. Puesto que Cristo
prohíbe específicamente a los correctamente casados
divorciarse y casarse otra vez, el Estado cristiano tiene una
obligación de no oponerse a lo que Jesucristo (el Rey de
toda la humanidad, y de todas las naciones) enseñó
específicamente.

TODOS LOS ciudadanos tienen el deber de
agradecerle a Dios por su existencia, y el Estado comparte el
mismo deber de sus ciudadanos de agradecer y adorar a Dios. El
hecho actual de que entre los ciudadanos del Estado existan
varias creencias, no quita al Estado su obligación de
reconocer públicamente la soberanía de Dios sobre los miembros del
Estado, sobre sí mismo, ni de su obligación de no
oponerse a los Mandamientos de Dios. El Estado debe de reconocer
sus obligaciones para con Dios en su constitución, que es el fundamento de todas
su leyes.

La Dignidad de
una Nación Católica

Si una nación cristiana está
verdaderamente unida a Dios, se reflejará en sus leyes, en
la vida virtuosa de su gente, y en la fidelidad de los oficiales
de su gobierno en fomentar y no oponerse a las enseñanzas
de Nuestro Señor Jesucristo. Ya que la dignidad de un
individuo depende de hacer la voluntad de Dios en todos sus
quehaceres, privados y públicos, así es que la
dignidad de una nación depende de la fidelidad de su
gobierno, de buscar y servir a la Voluntad Divina, en todos sus
quehaceres, secretos y públicos.

Justicia y orden correcto

Según lo mencionado antes, solamente
hay dos tipos de "sociedades perfectas". En el orden natural,
cada verdadero Estado es una sociedad perfecta, porque es capaz
de servir al Bien Común, al nivel natural de sus
miembros.

En el orden sobrenatural, hay solamente una
sociedad espiritualmente perfecta, porque Cristo es su Creador y
Cabeza: la Iglesia Católica. Porque la Iglesia es
sobrenaturalmente perfecta (aunque sufre de la
imperfección de sus miembros), es capaz de responder a
TODAS las necesidades sobrenaturales de la humanidad.

Puesto que hay solamente una
religión fundada directamente por Dios Jesucristo,
posiblemente sería mejor llamar a las demás
religiones "asociaciones religiosas".

La base de la perfección en la
Iglesia Católica es totalmente divina, y por eso, es
completa. La base de todas las "asociaciones religiosas" es
imperfecta, siendo basada sobre una mezcla de la enseñanza
de nuestro Señor Jesucristo y de varias opiniones humanas
de sus fundadores. Es por eso que hay tantas religiones no
católicas, cada una diferente de las demás,
según las opiniones de sus fundadores.

Tomando todo eso en cuenta, uno puede ver
la injusticia de poner una sociedad perfecta, llamada Iglesia
Católica, al mismo nivel espiritual que una multitud de
"asociaciones religiosas" imperfectas. Aunque hay en el mundo
varios Estados independientes (naciones), y es justo tratar a
cada Estado independiente como a cualquier otro Estado, tratar a
la Iglesia (como la cual no hay igual), como si fuera una de las
muchas asociaciones religiosas, será tan injusto como
tratar al Estado como si fuera nada más uno de muchos
sindicatos
laicos.

En justicia, hay que respetar la
fundación de ambos, Iglesia y Estado, como son: sociedades
perfectas en su poder de cumplir con sus obligaciones hacia Dios
y los hombres en sus campos de responsabilidad. El grado en que
cada sociedad cumple realmente con sus responsabilidades, Dios lo
ha puesto en manos humanas. Así sea.

En Conclusión…

Solamente la Caridad puede transformar la
Ciudad del Hombre en la Ciudad de Dios.

El conformar su conducta a sólo
obedecer leyes, aunque por una temporada produce un
estándar aceptable de la conducta, no inflama su caridad.
Es hacer algo solamente porque TENEMOS que hacerlo. El deber de
obedecer formaba una gran parte del estándar de vida que
se encontraba en el "Antiguo
Testamento".

Jesucristo dio a la humanidad un nuevo
estándar de comportamiento, que podemos llamar el
estándar de la virtud. La virtud fluye por dentro de
nosotros. No se impone. No es caridad ayudar a alguien porque
TENEMOS que hacerlo. Es caridad, solamente, si el acto se hace
voluntariamente, por amor a Dios y al prójimo.

Por esta razón, podemos decir que
Cristo nos dio un estándar MÁS ALTO que el de
simplemente obedecer reglas. La práctica de la virtud nos
hace más felices que lo que podría hacernos el
simple obedecer reglas. Si los hombres desean vivir bajo la
más feliz de las condiciones, lo harán al ampliar
la práctica de la virtud. El Estado y la Iglesia, ambos,
tienen su papel en establecer este estándar más
alto de conducta entre sus ciudadanos.

Mientras que ni el Estado ni la Iglesia
pueden obligar a sus miembros a la virtud, sino solamente por la
ley, es, por la presencia de Jesucristo dentro de su Iglesia, y
así presente en el mundo, que hombres de buena voluntad
logran la práctica de las virtudes naturales y
sobrenaturales. Haremos nuestra parte como católicos si
vivimos nuestras vidas según el estándar de la
virtud, la expresión más grande de lo que es la
caridad.

Piensa cómo será vivir en una
sociedad en la cual el estándar de conducta entre todos
sus miembros es la práctica de la virtud, especialmente la
caridad.

Que Dios conceda a nuestra Nación
suficientes santos entre nosotros, aquí en la tierra, que
algún día la Ciudad de Dios sea más visible
que la Ciudad del Hombre.

"Si el Señor no edificara la
casa, en vano trabajan los que tratan de

edificarla"

¡Viva Cristo Rey!

**********************

.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,HAY DOS
CIUDADES…

EN LA CIUDAD DEL
HOMBRE………,.,.,,.,.,.,.,.,..,.,., EN LA CIUDAD DE
DIOS.,

.,.,.,.,. Se
Maneja::,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,,.,.,.,.,.,..,.,.,.,.,.,.,.,Se
Maneja:

.,La Voluntad de la
Gente….,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,. ,.,.,.,.,La Voluntad de
Dios

.,.,.,.,.,.,.,.,
|.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,..,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,
|

.,.,.,.,.,.,Errores.,.,.,.,.,.,.,.,.,…..,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,
Verdades

.,.,.,.,.,.,.,.,
|.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,..,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,
|

.,..,,Leyes
Permisivas.,.,.,.,.,.,.,……..,.,.,.,.,.,.,.,..,.,.,.,.,.,.,La
Ley Natural

.,.,.,.,.,.,.,.,
|.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,
|

.,.,.,.,Desobediencia.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,…….,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,
Obediencia

.,.,.,.,.,.,.,.,
|.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,
|

.,.,.,.,.,.
Licencia.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,…,.,.,.,.,.,.,.,.,
Verdadera Libertad

.,.,.,.,.,.,.,., | ,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,
.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,. |

.,.,.,.,.,.,.,Vicio.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,…..,.,.,..,.,.,.,.,.,.,.,.,
Virtud

.,.,.,.,.,.,.,., |
,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,
|

.,.,.,.,.,
Egoísmo.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,…….,.,.,.,.,.,.,.,.,Justicia

.,.,.,.,.,.,.,., |
,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,,.,.,.,.,.,.,
|

.,.,.,.,.,
Aspereza.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,,.,.,……,.,.,.,.,.,
Caridad

.,.,.,.,.,.,.,., |
,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,,.,.,.,.,.,.,
|

.,.,.,.,.,
Rebelión.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,…..,.,.,.,.,
Orden

.,.,.,.,.,.,.,., |
,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,,.,
|

.,.,.,.,.,.,.,Caos.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,.,……,.,.,.,
Paz

En La Ciudad del Hombre;

Para formular sus leyes, el gobierno busca
"LA VOLUNTAD DE LA GENTE," que contiene varios ERRORES humanos,
que resultan en la formulación de LEYES PERMISIVAS, que
animan a hombres a DESOBEDECER los Diez Mandamientos de Dios,
transformándose en hombres de VICIO, que reconocen
solamente a sus intereses EGOÍSTAS. Esto resulta en que la
gente empiece a tratarse con ASPEREZA, produciendo una
reacción de REBELIÓN, que es la fundación
del CAOS.

En La Ciudad de Dios:

Para formular sus leyes, el gobierno busca
la VOLUNTAD de DIOS, encontrando VERDADES DIVINAS que resultan en
la formulación de leyes según la LEY Natural y
Sobrenatural de Dios que, al ser OBEDECIDAS, conducen a una
LIBERTAD
verdadera, a través de la cual la práctica de
VIRTUDES, tales como la JUSTICIA y la CARIDAD, establece un ORDEN
en la sociedad, que permite que se alcance la PAZ.

BIBLIOGRAFÍA

Mucho de lo que fue escrito en este
libro fue
influido por las siguientes Encíclicas de la Iglesia
Católica:

Papa Pío IX: "Quanta Cura" y
"Sumario de Errores".

Papa Leo XIII: "Rerum Novarum" (La
Condición de los que trabajan); "Satis Cognitum" (La
Unidad de la Iglesia); "Immortale Dei" (La Base Cristiana del
Estado); "Humanum Genus"; "Libertas Humana" (Libertad
Humana).

Papa San Pío X: "Pascendi Dominici
Gregis" (Sobre la Doctrina de los Modernistas); "Lamentabili
Sane" (La Condenación de los Errores de los
Modernistas).

Papa Pío XI: "Quadragesimo Anno" (La
Reconstrucción del Orden Social); "Comunismo
Ateísta"; "Quas Primas" (El Reinado de Cristo); "Mortalium
Animos" (El Fomentar un Verdadera Unidad Religiosa); "Cassti
Connubii" (Matrimonio
Cristiano).

Papa Pío XII: "El Cuerpo
Místico de Cristo"; "Humani Generis" (Con Respecto a
Opiniones Falsas); "Sertum Laetitiae" (A la Jerarquía
Americana); "La Función
del Estado en el Mundo Moderno".

Las referencias a la historia Mexicana fueron
tomadas de:

"Our Lady of Guadalupe and the Conquest of
Mexico" ("Nuestra Señora de Guadalupe y de La Conquista de
México")
por Warren Carroll, Christendom Educational Corporation,
1983.

 

 

 

 

 

Autor:

Frank D. Denke

Biografía de Autor: Nacido en
Montclair, New Jersey, EEUU en 1934. Graduado de la Universidad de
St. Mary"s Collage, California, en 1962 (Matemáticas; Idiomas). Se casó con
Irene Villicaña Alcazar in 1962, y tienen nueve hijos y 46
nietos (la ultima cuenta).

Fue empleado por IBM por 27 anos;
Después de jubilarse, fue Maestro de Matemáticas al
nivel de preparatoria en los EEUU y en México.

Publicó artículos varias
veces durante los últimos 40 años en diferentes
publicaciones y revistas católicas en las EEUU. La
Cinta de Medir
, un texto de
civismo en ingles para estudiantes de la prepa, se usa en la
escuela
católica de correspondencia mundial llamada: Our Lady
of Victory
, ubicada en Post Falls, Idaho, EEUU.

Vive ahora en Zapopan, Jalisco,
México.

Partes: 1, 2, 3
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter