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Historia del derecho (página 2)



Partes: 1, 2, 3

Asimismo, como evolución del concepto, se ha
desarrollado el "Estado de
Derecho" por el que se incluyen dentro de la
organización estatal, aquellas resultantes del imperio
de la ley y la
división de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial) y
otras funciones
más sutiles, pero propias del Estado, como
la emisión de moneda propia.

El Derecho es el orden normativo e institucional de la
conducta humana
en sociedad
inspirado en postulados de justicia, cuya
base son las relaciones sociales existentes que determinan su
contenido y carácter. En otras palabras, es el conjunto
de normas que
regulan la convivencia social y permiten resolver los conflictos
interpersonales. Sin embargo, el concepto se caracteriza por su
vaguedad y ambigüedad, tal como lo señala el jurista
H. L. A. Hart en El concepto de Derecho. El
término puede sugerir diferentes significados atendiendo a
un contexto, y consiguientemente, es difícil precisar una
definición general. Así, diferentes expresiones
pueden contener la palabra derecho, y referirse a
conceptos distintos: "Tengo derecho a", "el Legislador crea
derecho", "existen diferentes ramas del derecho", "Juan
Pérez estudia un pregrado en derecho", etc.

La definición inicial da cuenta del Derecho positivo
o efectivo, pero no explica su fundamento; por ello juristas,
filósofos y teóricos del Derecho han
propuesto a lo largo de la historia diversas
definiciones alternativas, y distintas teorías
jurídicas sin que exista, hasta la fecha, consenso sobre
su validez. El estudio del concepto del Derecho lo realiza una de
sus ramas, la Filosofía del Derecho. Con todo, la
definición propuesta inicialmente resuelve airosamente el
problema de validez del fundamento del Derecho, al integrar el
valor Justicia
en su concepto.

Los conceptos de derecho positivo y el derecho vigente se
pueden reducir a que el primero es el que se aplica y el segundo
es el que el órgano legislativo publica para ser obedecido
en tanto dure su vigencia, mientras no sea sustituido por medio
de la abrogación o derogación. Por lo tanto no todo
derecho vigente es positivo, Es decir hay normas jurídicas
que tienen poca aplicación práctica, no es derecho
positivo, pero si es derecho vigente.

Desde el punto de vista objetivo,
dícese del conjunto de leyes,
reglamentos y demás resoluciones, de carácter
permanente y obligatorio, creadas por el Estado para
la conservación del orden social. Esto es, teniendo en
cuenta la validez; es decir que si se ha llevado a cabo el
procedimiento
adecuado para su creación, independientemente de su
eficacia (si
es acatada o no) y de su ideal axiológico (si busca
concretar un valor como la justicia, paz, orden, etc.)

  • 2. Inexistencia del Estado y el Derecho en la
    Comunidad primitiva

Por comunismo
primitivo, comunidad
primitiva, o modo de producción primitivo, se entiende, en la
teoría
marxista, una etapa del desarrollo de
las formaciones económico-sociales, caracterizadas por el
bajo nivel de desarrollo de las fuerzas productivas, la propiedad
colectiva de los instrumentos de producción
(rudimentarios) y la distribución igualitaria de los productos. Es
el primero de los modos de
producción que Marx
definió como estadíos de la evolución de la
historia económica.

Los hombres estaban organizados en bandas, dedicados a la
caza, pesca y
recolección, y la actividad laboral humana se
basaba en la cooperación simple. Para Marx, este tipo de
producción colectiva o cooperativa
era, naturalmente, el resultado del desamparo en que se
encontraba el individuo
aislado, y no de la socialización de los medios de
producción. Como consecuencia, el hombre
primitivo no concebía la posibilidad de una propiedad
privada de los instrumentos de producción, sólo
algunos de éstos, que les servían también
para defenderse de las fieras, les pertenecían en
propiedad personal.
Trabajo tan
primitivo no creaba excedente alguno después de cubrir las
necesidades más perentorias, y esa inexistencia
impedía la explotación del hombre por el
hombre. En ese régimen económico la
producción habría estado directamente determinada
por las necesidades colectivas, y entre el acto sustancial de la
creación y lo creado, no había ninguna
mediación social y, por tanto, ninguna ruptura
epistemológica.

Esta forma de vida corresponde al periodo que los
prehistoriadores han denominado Paleolítico, y no fue sino
con el descubrimiento de la agricultura y
la ganadería,
realizado durante el Neolítico que permitió una
primera especialización y división social del
trabajo, como describe el historiador Vere Gordon Childe con sus
conceptos de Revolución
neolítica (en la que las aldeas campesinas aún
conservaban buena parte del igualitarismo social) y la posterior
Revolución urbana (cuando ya aparecen claramente las
clases
sociales y el poder
político y religioso).

En el comunismo primitivo no había excedentes de
producción, por lo que no existía desigualdad de
bienes, ni la
necesidad de un Estado. Al ser una sociedad basada en el
autoconsumo, todas sus relaciones sociales eran comunitarias.

Este modo de producción fue sustituido, dependiendo del
lugar o la época, bien por el modo de producción
esclavista o bien por el modo de producción feudal.

  • 3. Formas de organización en la Comunidad
    primitiva

La comunidad primitiva es precisamente la primera forma en que
los hombres se organizan para satisfacer sus necesidades. La
comunidad primitiva surge con el hombre mismo.

El hombre fue nómada al principio, porque
dependía directamente de lo que la naturaleza le
proporcionaba; se dedicaba a la recolección de frutos y a
la caza y pesca, siguiendo al curso de los ríos.

La estructura
económica de la comunidad primitiva era, como su nombre lo
dice, atrasada y primitiva; como los hombres todavía no
dominaban la naturaleza, dependían mucho de ella.

En esta sociedad de comunidad primitiva existía
propiedad colectiva de los medios de producción, por lo
que la producción también se realizaba en forma
conjunta. Todo esto trajo como consecuencia la
distribución comunitaria de los bienes, y por lo tanto la
ley económica de la comunidad primitiva, que representa
las características fundamentales de dicho modo de
producción.

Al no existir la propiedad privada de los medios de
producción, tampoco existen las clases sociales y por lo
tanto, las relaciones sociales de producción de la
comunidad primitiva son relaciones de cooperación y ayuda
mutua, relaciones armónicas; es decir, no existe la
explotación del hombre por el hombre, porque se produce
apenas lo necesario para satisfacer las necesidades de la
sociedad; es una sociedad de autoconsumo, de auto
subsistencia.

Esta sociedad produce sólo bienes que se consumen casi
inmediatamente, no se produce excedente económico, por
tanto, no hay explotación ni clases sociales.

Los instrumentos de producción van desde la simple
piedra en estado natural (edad de piedra), luego tallada y
pulida; posteriormente se utilizan los metales (edad de
los metales): cobre, bronce
y hierro, hasta
llegar a elaborar hachas, arcos, cuchillos y otros
instrumentos.

Al mejorarse los instrumentos de producción, se crea la
división natural del trabajo, determinada por el sexo y la
edad. Las mujeres hacían ciertos trabajos, los niños
otros y desde luego, los hombres el suyo.

La mujer juega un
papel importante en esta sociedad, ya que es la encargada de la
distribución de la producción, lo que le da una
importancia económica y también política. Y esto nos
lleva al matriarcado, característica fundamental y
decisiva en los asuntos de la sociedad.

Continúan con su desarrollo hasta que llega la primera
división social del trabajo: los que se dedican a la caza
y a la pesca, y los que se dedican a la agricultura y el
pastoreo, división que permitió el aumento de la
producción y de la productividad.

Para el problema del agua se
elaboraron vasijas de barro, naciendo de ésta forma la
segunda división del trabajo, ya en la transición
de la comunidad primitiva al esclavismo.

Al continuar el desarrollo de la sociedad se produce
más de lo que se necesita para subsistir y se crea el
excedente económico, haciendo posible el intercambio y
surgen los mercaderes, lo que representa la tercera
división social del trabajo.

La propiedad colectiva de los medios de producción va
evolucionando y pasa de la propiedad colectiva a la familiar,
llegando hasta la propiedad privada de los medios de
producción.

A cada modo de producción le corresponde también
una superestructura; es decir, un conjunto de concepciones que el
hombre tiene de sí mismo y del universo.

A cada modo de producción le corresponde también
un periodo de transición, donde las características
del antiguo modo de producción van desapareciendo al mismo
tiempo que
aparecen las nuevas características de un modo de
producción más desarrollado.

El periodo de transición puede durar un tiempo largo,
según se vayan desarrollando las fuerzas productivas y las
relaciones sociales de producción. La importancia de
éste periodo está en la desaparición de
formas atrasadas y la aparición de formas sociales
más desarrolladas.

  • 4. Normas sociales y el poder social

Las Normas sociales son un amplio grupo de
normas socialmente reconocidas, como la moda, la
tradición, los usos y costumbres, etc. Su incumplimiento
no implica una sanción institucionalizada, aunque
sí algún tipo de recriminación o reproche
social. En las últimas décadas existe la tendencia
a conceptualizar estos comportamientos como diversos en vez de
como desviados.

Norma social es una regla que se debe seguir o a la que se
deben ajustar las conductas, tareas y actividades del ser humano.
La palabra moral proviene
del latín moralis, equivalente al griego
éfhos. Sin embargo, la traducción latina adquiere un matiz
distinto de la griega y pierde parte del significado inicial.
Moral quiere decir carácter o costumbre, en cuanto algo
que ha sido adquirido, y ya no tiene el sentido de estructura
originaria.

El sistema de
normas, reglas o deberes que regula las acciones de
los individuos entre sí es lo que llamamos moral.
Ésta, entonces, exige el cumplimiento de aquellas normas,
que se vuelven deberes morales adquiridos.

La sociedad es el origen de la moral. Cada
sociedad dicta las reglas que los individuos deben acatar para
vivir en ella y son la defensa de la estructura
social, que se vería quebrantada por el comportamiento
desordenado de sus miembros cuando obedece únicamente a
los intereses particulares. Las reglas morales representan
necesidades sociales y colectivas, por lo que también son
el origen del derecho, el cual aplicará la coacción
y la sanción, con el fin de que se cumplan las leyes

La sociedad que tenemos hoy en día no es muy diferente,
en lo que se refiere a normas sociales, a aquellas del periodo
romántico (siglo XIX). El sistema de normas sociales
relativas a los diferentes sistemas sociales
y a los papeles rol, según posición social y que
las personas identifican y asumen, lo estudia la sociología.

En toda relación humana que pone en juego la
práctica de diferentes voluntades, se llega a un acuerdo o
a una desavenencia. Si se busca el acuerdo, o puede imponerse una
de las voluntades sobre las otras, se configura una conducta que
representa, o pretende representar a las distintas voluntades en
que se origina la relación. Aparece entonces el poder que
puede observarse en todos los grupos humanos:
en el jefe de una familia, en el
profesor de
una escuela, líder
del sindicato,
etc.

El poder en estos casos, sin embargo, está sujeto o
condicionado a otro poder, más general y más alto
en jerarquía: el poder de toda una sociedad y que
está representado por el gobierno de una
nación.
Este es el poder por excelencia, el poder político,
representante de todas las voluntades de una sociedad y por lo
mismo soberano, es decir, supremo, no sujeto a ningún otro
poder.

El poder puede entenderse así como una voluntad
colectiva, pero esto supone en la realidad, la capacidad
individual de inspirar, instigar, mandar o exigir una conducta
ajena. Se establece así una relación entre la
libertad y el
orden. La sociedad está representada por el orden social y
la autoridad,
ella es la que manda y la que detenta el poder político.
El individuo que obedece está representado por la
libertad, es cierto que su personalidad
ha sido disminuida en aras de la convivencia humana, pero
conserva, a pesar de todo, una esfera propia de la cual es
dueño. Puede decirse entonces que el poder es la
relación que se da entre la libertad y el orden.

Éste poder ha nacido de la fuerza
física o
moral de los que se constituyen en representantes sociales para
gobernar, y del consentimiento de los gobernados. La
justificación no es otra más que conducir distintas
voluntades para obtener fines comunes.

El poder podrá entenderse mejor si vemos que
detrás de toda voluntad hay una manera de pensar y una
manera de sentir. Tratándose del poder político las
formas de pensar se expresan en las ideologías y las
formas de sentir en los mitos. Por
poder se entiende cada oportunidad o posibilidad existente en una
relación social que permite a un individuo cumplir su
propia voluntad.

La imposición no requiere necesariamente de la
coacción (fuerza o amenaza de fuerza). Así, el
"poder" en el sentido sociológico incluye tanto al poder
físico como al poder político, al igual que muchos
otros de los tipos de poder existentes.

Se podría definir el "poder" como la mayor o menor
capacidad unilateral (real o percibida) o potencial de producir
cambios significativos, habitualmente sobre las vidas de otras
personas, a través de las acciones realizadas por uno
mismo o por otros. Pero por otra parte, al decir de Paulo Freire,
el poder debe alojarse en la cabeza del dominado y llevarle a
considerar como natural lo que desde el nacimiento se le esta
imponiendo.

Las leyes del poder son una interpretación de la evolución usada
por individuos, con la finalidad de permitir al individuo
desarrollarse al más alto nivel de confort que pueda
alcanzar en su marco social.

  • 5. Extinción de la comunidad
    primitiva

La comunidad primitiva desaparece con la evolución de
los medios de producción, cuando comienza a darse la
división del trabajo y comienzan a organizarse.

La Edad de los Metales da inicio al fin del régimen de
comunidad primitiva.

El periodo Calcolítico se caracteriza por la
evolución de la agricultura y la ganadería y por la
iniciación de la metalurgia
(trabajo de los metales), comenzó también en el
Cercano Oriente, a mediados del V milenio a. de C. El primer
metal que se trabajó fue el cobre y por esta razón
este período se denomina también Edad del
Cobre.

Desde el Cercano Oriente, especialmente Anatolia, Siria,
Mesopotamia e
Irán,
el trabajo de
los metales se extendió hacia el Mediterráneo.

Debido a que el cobre era apenas más resistente que la
piedra, no pudo sustituirla en los trabajos agrícolas y en
la tala de árboles. Por esta razón se siguieron
utilizando herramientas
de piedra y madera.

El trabajo del bronce (aleación de cobre y estaño)
se inició a mediados del IV milenio a. de C., en zonas
montañosas del norte en el Cercano Oriente. Esta
región había entrado ya en la historia, puesto que
se había inventado ya la escritura en
Mesopotamia y en Egipto. En los
demás pueblos de Asia y Europa se
prolongó el régimen comunitario primitivo y se
vivieron sucesivamente la Edad del Bronce y la del Hierro. Esta
última se inició a principios del II
milenio antes de Cristo, en las tribus del Cáucaso y del
Asia Central.

El bronce primero y el hierro después constituyeron
grandes progresos en la evolución de la humanidad. La
necesidad de localizar y extraer estos metales hizo que surgiera
una mayor división del trabajo (variedad de oficios) y se
impulsaron el comercio y la
navegación. También se mejoraron las técnicas
agrícolas puesto que la rueda de piedra fue sustituida por
la rueda metálica, e igual sucedió con el
arado.

La organización militarista y los
ejércitos de los primeros estados, provistos con armas de bronce,
dominaron a los pueblos que tenían cultura
neolítica y calcolítica. Posteriormente, los
portadores de armas de hierro sometieron a los que aún
peleaban con armas de bronce. Las guerras
dejaban muchos prisioneros que fueron convertidos en esclavos en
aquellos primeros estados orientales.Con la aparición de
los primeros estados finalizó el régimen de clanes.
Una importante causa de estatransformación fue el
perfeccionamiento de las herramientas, lo cual trajo como
consecuencia un mayor desarrollo de la agricultura y la
ganadería y la producción de excedentes que
condujeron al surgimiento de diferencias sociales muy marcadas
entre los miembros de la sociedad.Al finalizar el
Neolítico y durante el Calcolítico y los primeros
tiempos de la Edad del Bronce se generalizó un tipo de
construcción religiosa hecha con
gigantescos bloques de piedra o megalitos. En Europa Occidental
estas construcciones se desarrollaron en el III milenio a. de C.
y comienzos del II. En el Cercano Oriente se construyeron en el
IV milenio antes de Cristo y en otras regiones asiáticas
en el III milenio a. de C. Estos monumentos megalíticos
son más conocidos como dólmenes, menhires y
cromlechs. Los dólmenes son cámaras formadas por
dos piedras verticales, cubiertas por una horizontal; los
menhires consisten en altas piedras levantadas desde el suelo y los
cromlechs son círculos formados por menhires.

  • 6. Características esenciales del derecho
    primitivo.

  • Organización social considerada de muy bajo
    desarrollo.

  • No existía propiedad privada, no existían
    clases sociales y todo era comunitario.

  • La división del trabajo se hacía de acuerdo
    a la edad y al sexo, lo cual significa que los niños y
    las mujeres realizaban trabajos que su estado físico
    les permitiera.

  • La teoría del matriarcado (hoy muy puesta en
    cuestión y matizada por la antropología
    moderna) consideraba que en este tipo de sociedad la
    autoridad del grupo la representaban las mujeres. Lo mismo
    ocurría con la práctica de la poliandria
    (múltiples compañeros sexuales para cada
    mujer).

  • Las herramientas de trabajo eran muy rudimentarias, pues
    estaban hechas de piedra, madera o hueso.

  • Está basado en la costumbre.

  • El derecho es de ámbito reducido y muy unido a la
    familia.

  • Localismo jurídico.

  • Respecto a los mayores.

  • Esta muy unido a la belicosidad
    (agresividad).

II UNIDAD

EL ESTADO Y EL
DERECHO EN EL ESCLAVISMO

  • 1. Estado y derecho en Roma

El Derecho Romano
está formado por un conjunto de principios de derecho que
rigió la sociedad romana en las diversas épocas de
su existencia, hasta la muerte del
emperador Justiniano. El estudio del derecho romano no ha cesado
ni siquiera luego de que fueran adoptados los códigos
napoleónicos por nuestro sistema legal, aunque pareciera
innecesario el estudio de estas leyes ya caducas, los
jurisconsultos, tratadistas, abogados y estudiantes; y por la
necesidad que tenemos de conocer la historia de la fuente
principal del derecho que nos ocupa, por esto debemos estudiar el
derecho romano.

La Antigua Roma designa al
Estado surgido de la expansión de la ciudad de Roma, que
en su época de apogeo, llegó a abarcar desde Gran
Bretaña al desierto del Sahara y desde la Península
Ibérica al Éufrates, provocando un importante
florecimiento cultural en cada lugar en el que gobernó. En
un principio, tras su fundación (según la
tradición en 753 a. C.) Roma fue una monarquía etrusca. Más tarde
(509 a. C.) fue una república latina, y en
27 a. C. se convirtió en un imperio. Al
período de mayor esplendor se le conoce como Paz romana,
debido al relativo estado de armonía que prevaleció
en las regiones que estaban bajo el dominio romano,
un período de orden y prosperidad que conoció el
Imperio bajo la dinastía de los Antoninos (96-192) y, en
menor medida, bajo la de los Severos (193-235). Marcó la
edad de oro de
Occidente y el despertar de Oriente.

La ciudad de Roma surgió de los asentamientos de tribus
latinas, sabinas y etruscas, siendo los primeros habitantes de
Roma en las siete colinas, en la confluencia entre el río
Tíber y la Vía Salaria, a 28 km del mar
Tirreno.

La naciente ciudad-estado es gobernada por un rey
(rex) elegido por un consejo de ancianos
(senatus). Los reyes míticos o
semi-míticos son (en orden cronológico):
Rómulo, Numa Pompilio, Tulio Hostilio, Anco Marcio, Lucio
Tarquinio Prisco, Servio Tulio y Lucio Tarquinio el Soberbio. El
último de ellos, Lucio Tarquinio el Soberbio, fue
derrocado en el año 509 a. C. cuando la
República Romana fue establecida.

La República romana fue establecida el año
509 a. C., según los últimos escritos de
Tito Livio, cuando el rey fue desterrado, y un sistema de
cónsules fue colocado en su lugar. Los cónsules, al
principio patricios pero más tarde plebeyos
también, eran oficiales electos que ejercían la
autoridad ejecutiva, pero tuvieron que luchar contra el senado
romano, que creció en tamaño y poder con el
establecimiento de la República. En este periodo se
fraguarían sus instituciones
más características: el senado, las diversas
magistraturas, y el ejército.

Los romanos sometieron gradualmente a los ocupantes de la
península itálica, la mayoría emparentadas
con las tribus itálicas (de origen indo-europeo; como los
samnitas) pero también etruscos. La última amenaza
a la hegemonía de Roma en Italia
llegó cuando Tarento, una gran colonia griega,
ayudó a Pirro de Epiro en 282 a. C.

Mientras, los conflictos entre patricios y plebeyos
caracterizaron la pugna política interna (ver Secessio
plebis) durante todo el periodo republicano, sólo
paulatinamente lograrán los plebeyos la plena
equiparación política (aunque no social).

La expansión trae consigo profundos cambios en la
sociedad romana. La inadecuada organización
política (pensada para una pequeña ciudad-estado y
no para el gran territorio que es ya Roma) se hace patente para
algunos, pero todos los intentos de cambio son
bloqueados por la ultraconservadora élite senatorial. El
enfrentamiento entre las diversas facciones produce en el siglo
I a. C. una crisis
institucional, que conducirá a diversas revueltas,
revoluciones y guerras civiles.

El vencedor ulterior de todas estas guerras civiles,
César Augusto, abolirá de facto la república
y consolidará un gobierno unipersonal y centralizado de
todo el territorio, conocido como Imperio Romano. A
partir de este momento, la estabilidad política del
imperio quedará ligada al carácter de los
emperadores que sucederán a Augusto, alternándose
los periodos de paz y prosperidad con las épocas de
crisis.

Augusto, que inaugura la dinastía Julio-Claudia,
representa el periodo de máximo esplendor del imperio. A
esta dinastía, terminada en el año 68 por el
infausto Nerón le seguirá el periodo de
inestabilidad conocido como el año de los cuatro
emperadores
, donde se impondrá Vespasiano, que
inaugurará la dinastía Flavia, de origen no
patricio. Les seguirán del año 96 al 180 los
llamados "cinco emperadores buenos" (Nerva, Trajano, Adriano,
Antonino Pío y Marco Aurelio), en la considerada "edad de
plata" del Imperio.

Septimio Severo comienza el periodo de monarquía
militar, y el fin de su estirpe llevará al periodo
conocido como anarquía militar, que se prolonga durante el
resto del siglo III, hasta la llegada de Diocleciano, un largo
periodo de luchas intestinas por el poder donde los emperadores,
nombrados por sus legiones, se suceden ininterrumpidamente.

La fundación de Roma se atribuye a tres tribus: los
Ramnes, los Ticios y los Lúceres. Estos tres grupos
fundaron la llamada Roma Quadrata en el Monte Palatino. Otra
ciudad fundada por otro u otros grupos en el Quirinal, se
unió a la Roma Quadrata, surgiendo así la
civitas ('ciudad') llamada Roma.

A los primeros ciudadanos romanos se les llama patricios (o
patres), porque o bien son padres de familia
(páter familias) o bien son hijos de padres de
familia vinculados a la obediencia paterna (los hijos varones no
alcanzaban la condición de padre de familia hasta que el
padre moría y se independizaban, pero se daba por
descontado que alcanzarían esta condición).

Los hijos de los patricios, al cumplir 17 años
(más tarde la edad fue rebajándose hasta los 14
años) adquirían la condición de ciudadanos
plenos (con tal motivo celebraban una festividad en que dejaban
de vestir la toga praetexta propia de los muchachos y se
colocaban la toga virilis, propia de los hombres), pero
continuaban sujetos a la potestad del padre hasta que este
moría.

A los patricios corresponde el derecho pleno de ciudadanía: forman el pueblo y son de entre
los habitantes los de clase social
más elevada. Sus derechos eran: el sufragio, el
desempeño de cargos públicos
políticos o religiosos, el derecho a asignación de
tierras públicas, los derechos civiles propios de las
gens (tutela,
sucesión, potestad, etc.), el derecho de contraer matrimonio con
otros miembros de las gens, el derecho de patronato, el derecho
de contratación (el único que se extendía
también a los no patricios libres) y el derecho a hacer
testamento (el conjunto de estos derechos constituía el
ius qüiritium o ius cívitatis).
Como obligaciones
citaremos: el servicio
militar, y el deber de contribuir con ciertos impuestos al
sostenimiento del Estado.

La jurisdicción se concentra en la ciudad, y en la fase
monárquica en el Rey, que tiene su "tribunal" y ordena en
los días establecidos sentándose en la llamada
"silla curul" auxiliado por los alguaciles, y frente a las partes
litigantes.

Algunos delitos tienen
jueces especiales:

  • Los duoviri perduellionis para la
    insurrección.

  • Los quaestores paricidii para el asesinato.

  • Unos funcionarios especiales, llamados los tres viri
    nocturni
    se ocupan de las cuestiones relacionadas con
    incendios nocturnos, policía de seguridad y vigilancia
    de ejecuciones.

La tortura sólo puede aplicarse a los esclavos.

La detención preventiva es la norma general.

La pena capital era
aplicable a quien alterara la paz pública, y por otros
delitos. Tenía varias formas:

  • A los testigos falsos se les arrojaba desde una altura (La
    Roca Tarpeya) era el destino de los traidores.

  • A los ladrones de mieses se les colgaba.

  • A los incendiarios se les quemaba vivos.

Existía el derecho de recurso (provocatio). El
indulto correspondía al pueblo.

Se daban además algunos tipos especiales de
indultos:

  • El que se arrodillaba ante un sacerdote de Júpiter
    no podía ser apaleado en veinticuatro horas.

  • El que entraba encadenado en su propia casa debía
    ser desatado.

  • El criminal que al dirigirse a una ejecución se
    tropezaba con una vestal (virgen, especie de sacerdotisa),
    era perdonado.

Las penas aplicadas más frecuentemente eran las multas
(pagadas con la entrega de bueyes u ovejas) y el apaleamiento.
Los juicios civiles eran juzgados por el rey o por un comisario
designado por este. La reparación se verificaba a menudo
por vía de transacción, y si no había
acuerdo la pena (poena) era fijada por el juzgador.

En caso de robo el ladrón podía pagar una
reparación satisfactoria. Si no podía o era
irreparable el ladrón se convertía en esclavo del
robado. En los casos de injurias se concertaba una
indemnización. En los casos de lesiones podía
reclamarse el Talión (es decir provocar el mismo daño).

Según el depósito era adjudicado a los
sacerdotes para sacrificios públicos. La parte perdedora
tenía treinta días para el pago de la
prestación o de la deuda reclamada; si no lo hacía,
se pasaba a la vía de ejecución y se le obligaba a
pagar salvo que aportara nuevos testigos que justificaran su
derecho (víndex).

Si se obstinaba en no pagar o no podía hacerlo, se
convertía en esclavo, pero durante un periodo de sesenta
días la sentencia quedaba en suspenso por si alguien se
compadecía de él y pagaba la deuda, en cuyo caso
quedaba libre. Si nadie se compadecía y pagaba, el
vencedor del juicio lo recibía en propiedad, y
podía matarlo, venderlo como esclavo en el extranjero o
guardarlo para sí (en tal caso, al pasar a ser esclavo,
esta condición se transmitía a sus descendientes),
pero siempre para usarlo fuera de los muros de Roma. Más
tarde desapareció el paso a la esclavitud en
favor del acreedor, y aquel que no podía o no
quería pagar era encarcelado en las llamadas
lautúmiae ('cárceles').

El Estado ejercía la tutela de los menores y de los
incapaces. Los esclavos podían ser manumitidos, esto es
liberados. La liberación podía ser privada (en cuyo
caso el amo tenía derecho a retractarse y recobrar al
esclavo), o pública (en cuyo caso era perpetua e
irrevocable).

  • 2. Rasgos generales del esclavismo.

Luego de la desintegración de la sociedad de comunidad
primitiva, las fuerzas productivas crean las condiciones para que
se modifiquen las viejas relaciones sociales de
producción. Ello da origen a una nueva organización
social con rasgos propios y que se conoce como esclavismo.

Las cultura egipcia, babilónica y fenicia, se
desarrollaron bajo el esclavismo, aunque las más
importantes fueron la griega y la romana por todos sus aportes
culturales a la humanidad.

En el esclavismo aparece y se desarrolla la propiedad privada
de los medios de producción. La propiedad se da sobre el
producto total
y sobre el propio productor.

Se definen dos clases sociales antagónicas y
fundamentales: los esclavistas que son los dueños de los
medios de producción y los esclavos que no son
propietarios de los medios de producción.

La aparición de estas dos clases se debe a la
producción y desarrollo del excedente económico del
cual se apropia una clase social convirtiéndose en
poseedora de los medios de producción. Esta
apropiación de los medios de producción permite la
explotación del hombre por el hombre y el aumento de la
producción y productividad.

La base de la producción es el esclavo que realiza las
actividades productivas. Las fuerzas productivas se desarrollan
ampliamente durante el modo de producción esclavista
algunas de las pruebas
son:

  • El desarrollo de la agricultura en Egipto alcanzó
    niveles muy altos, estableciéndose nuevos cultivos
    como el trigo, la avena y el mijo.

  • La construcción alcanzó grandes niveles;
    prueba de ello son las pirámides y las tumbas
    egipcias.

  • Se desarrolla la ganadería, cobrando auge la
    curaduría de pieles usadas para vestir, como ornamento
    y auxiliar en la construcción.

  • Es notable la utilización de piedras preciosas como
    rubíes y diamantes para producir taladros y otros
    instrumentos para cortar y perforar.

  • Los sistemas de riego fueron muy importantes en la
    época, abarcando la captación,
    conducción y distribución del agua para la
    agricultura y la ganadería.

El comercio se desarrollo ampliamente en el esclavismo,
apareciendo un grupo de gente que se va a dedicar a esta
actividad, los mercaderes. Asimismo, apareció y se
desarrollo la moneda que facilita el intercambio de productos.
Las relaciones sociales de producción esclavas fueron de
explotación, basadas en la propiedad privada de los medios
de producción, del producto total y del productor.

La sociedad esclavista alcanzó su máximo
esplendor en Grecia y
posteriormente, en el imperio Romano, el esclavismo duró
hasta la desintegración del imperio Romano aproximadamente
hacia el siglo V de nuestra era.

El trabajo de los esclavos no era altamente productivo debido
a su escaso interés
por el trabajo y porque nada les pertenecía. Se
requería una gran cantidad de esclavos para que fuera
rentable su explotación, todo esto originó
rebeliones de esclavos que no estaban de acuerdo con su
posición y querían cambiar para mejorar. En esta
etapa se da el periodo de transición del esclavismo al
feudalismo.

Surgió la necesidad histórica de sustituir las
relaciones de producción esclavista por otras que
modificasen la situación de los esclavos, la principal
fuerza productiva de la sociedad. Muchos esclavos fueron
liberados, repartiéndoseles la tierra para
que la cultivaran a cambio de un tributo. Estos esclavos
liberados son los colonos que son los antecesores de los
campesinos siervos medievales. Así comenzó el modo
feudal de producción.

  • 3. Organización gentilicia romana.

La característica fundamental del régimen
gentilicio consiste en que los individuos se hallan unidos entre
sí, en función de
los lazos que establece la consanguinidad, es decir, por el
parentesco, independientemente de los vínculos que la
condición de coterritoriedad pueda imponer.

En el seno de la comunidad, las relaciones de parentesco eran
muy complejas. Lo normal era una descendencia por línea
masculina; la onomástica indígena se mostró
reacia a desaparecer.

La vida gentilicia se manifestaba en las comidas en
común y por el hecho de que todos los parientes
dormían juntos, como arqueológicamente lo
atestiguan las casas de Numancia y Tiermes, donde se comía
en comunidad, sentados en bancos corridos,
adosados a las paredes, en torno a un hogar
central, donde también dormía el grupo. De los
estudios epigráficos sobre los celtíberos,
además de otros pueblos de la Meseta y del norte de la
Península Ibérica, se deduce que la pertenencia de
los individuos a la gens o gentilates era
más fuerte que a la familia
restringida. Es decir, que a la hora de expresar su nombre era
más importante pertenecer a un grupo amplio de parentesco,
que comprendería otros subgrupos, dentro de los cuales la
familia sería el menor. A mediados del siglo
I a. C., otros factores empiezan a tener importancia,
se hallan menciones a la ciudad a la que pertenece el individuo,
y aparece la filiación paterna por la influencia
romana.

En el estudio de la Prehistoria y en
este caso la de la Península Ibérica, existe un
problema fundamental que dificulta su investigación: la cronología exacta.
Sobre todo las fechas relativas a sus primeros habitantes, la
procedencia de los mismos y su enlace étnico con los
distintos tipos prehistóricos y su
localización.

La Historia de Iberia propiamente dicha, comienza con la
llegada de los pueblos colonizadores (fenicios,
griegos, cartagineses y, posteriormente, romanos). Estaban
culturalmente más adelantados que los habitantes
peninsulares nativos e impusieron sobre ellos su economía, sus costumbres y sus tradiciones.
Sin embargo, los testimonios que nos han dejado no han podido ser
interpretados de manera satisfactoria, por lo que su historia
resulta parcial.

La Prehistoria comienza con los primeros indicios del hombre
en España,
que corresponden a los períodos de la Edad de Piedra y
Edad del Bronce.

En el norte español,
se instala una cultura franco cantábrica (ciudad de
Santander), de origen europea. En la Edad de Piedra, en el sur de
España, existe una población de origen africana -cultura
africana o capsiense-. Estos tipos de culturas se desarrollan
económicamente a través de la caza y viven en
cavernas, para protegerse del frío y de los animales.

En la Edad del Bronce, aparecen culturas más
evolucionadas, como la de Almería, en el sur de
España, de origen africana; esta cultura obtuvo progresos
económicos significativos, así como en su
estructura política, dando origen a nuevas culturas, como
la de Argar, cerca de Granada. Todas estas poblaciones
sureñas poseen elementos comunes; es una población
de baja estatura, familia monogámica, con una
economía agrícola y minera. Nada se sabe acerca del
derecho de estas culturas.

La prehistoria de la Península Ibérica se
sitúa convencionalmente en el año 100,000 a.C.,
época en que vivió el llamado hombre de Neandertal.
A éste le siguió el hombre Cro-Magnon a partir del
año 40,000 a.C. —estos últimos se dedicaban
principalmente a la caza, y dejaron huellas indelebles de sus
actividades cotidianas en el arte rupestre que
todavía existe en varias localidades de la
península. Un ejemplo tardío de estas
manifestaciones pictóricas se encuentra en las
inmediaciones de Altamira, al norte del país.

Durante el período neolítico (5,000-2500 a.C.)
se forman pequeñas agrupaciones que sobreviven gracias a
la pesca, la agricultura y el pastoreo de animales. Comienza la
elaboración de armas y objetos decorativos confeccionados
con oro, plata y cobre. A partir del año 2,000 a.C.,
durante la llamada Edad de Bronce, aparecen asentamientos que
podrían considerarse ya poblados, y que lograron un
desarrollo más completo de la agricultura. En el interior
existía una gran variedad de comunidades, entre ellas las
de los lusitanos, cántabros, vascones, celtas e iberos. El
origen de los vascones es desconocido aún hoy, aunque se
sabe con certeza que su lengua no es
de origen indoeuropeo. Los iberos vivían en la
península desde tiempos prehistóricos, y los celtas
llegaron durante el último milenio antes de la era
cristiana. Los celtíberos, combinación de estos dos
últimos grupos, constituyen la comunidad más
significativa al momento de la conquista
romana de la península. La obra artística
más representativa e importante producida por este grupo
es la Dama de Elche.

La comunidad prerromana más desarrollada fue el reino
de Tartessos, situado en la desembocadura del río
Guadalquivir y que alcanzó su punto más brillante
hacia principios del siglo VI a.C., cuando dominaba el suroeste
de la península. La Biblia se refiere a ella como Tarsis.
Era una sociedad compleja tanto en su organización social,
como en su explotación económica de los recursos
circundantes. Tartessos cayó en manos de los cartagineses
en el siglo V a.C., y de éstos pasó a los
romanos.

Debido a su localización geográfica en el
extremo occidental del mundo conocido hasta entonces, la costa
mediterránea de la Península Ibérica fue
encrucijada de diversos pueblos que llegaron en oleadas
sucesivas: fenicios (Gadir), griegos (Ampurias) y cartagineses, y
que influyeron en la economía (el cultivo de la vid y el
olivo, el uso del hierro y la moneda) y en las manifestaciones
culturales (la escritura, el torno del alfarero) de los
habitantes primigenios del territorio. Los cartagineses fundaron
Carthago Nova (la Cartagena moderna) en la costa oriental como
satélite de la Cartago africana original. El general
cartaginés Aníbal usó como base de operaciones la
Península Ibérica para invadir Italia por el norte
después de cruzar los Pirineos con su ejército.
Aunque el avance de Aníbal fue detenido, Roma
entendió que la posesión de la península era
de importancia capital para su seguridad. Las
Guerras Púnicas (264-146 a.C.) que se desencadenaron entre
los cartagineses y el Imperio romano tuvieron como resultado la
invasión romana de la península en el año
218 a.C.

La resistencia de
los pueblos autóctonos a la penetración romana fue
dura y larga, y llegó a extenderse entre los años
218 y 19 a.C. (es decir, duró 199 años). En la
campaña contra Roma se distinguió la figura de
Viriato, líder lusitano de la resistencia indígena
que contuvo a las fuerzas romanas usando tácticas
guerrilleras que evitaban un enfrentamiento frontal con el
enemigo. Viriato se sublevó después de una matanza
traicionera efectuada por el general romano Galba, quien
había prometido tierras a los lusitanos a cambio de paz.
Éstos, indefensos después de haber depuesto las
armas, fueron rodeados por soldados romanos y más de 9,000
de ellos fueron ejecutados y cerca de 20,000 fueron vendidos como
esclavos en las Galias (hoy Francia).
Viriato pactó una alianza con los celtíberos, y
entre todos emprendieron la defensa del territorio contra Roma,
hasta que Viriato fue asesinado por tres de sus jefes en el
año139 a.C. El suceso más significativo de esta
lucha fue el cerco de la ciudad celtíbera de Numancia en
134 a.C. por parte del general romano Publio Cornelio
Escipión y su posterior caída final. Sus habitantes
resistieron durante casi dos años un asedio que
según los cronistas romanos los llevó al
canibalismo y finalmente al suicidio. Esta
resistencia tenaz fue inspiración de varias obras
artísticas posteriores, entre ellas la Numancia
de Miguel de Cervantes.

La prehistoria se divide en tres periodos:

El Paleolítico. Periodo de la piedra antigua o
tallada. El ser humano se dedica a una economía de
subsistencia o depredadora.

El Neolítico. Período de la piedra nueva
o pulimentada. Se descubren la agricultura, la ganadería y
la cerámica. Aparecen los primeros poblados
estables.

La Edad de los Metales. En función del metal se
divide en tres grandes períodos: cobre, bronce y hierro.
El hombre se dota de una organización social más
avanzada y compleja.

  • 5. La monarquía: organización
    política y fuentes del derecho

La monarquía romana (en latín, Regnum
Romanum
) fue la primera forma política de gobierno de
la ciudad-estado de Roma, desde el momento legendario de su
fundación el 21 de abril del 753 a. C., hasta el
final de la monarquía en el 509 a. C., cuando el
último rey, Tarquino el Soberbio, fue expulsado,
instaurándose la república romana.

La naciente ciudad-estado es gobernada por un rey
(rex) elegido por un consejo de ancianos
(senatus). Los reyes míticos o
semi-míticos son (en orden cronológico):
Rómulo, Numa Pompilio, Tulio Hostilio, Anco Marcio, Lucio
Tarquinio Prisco, Servio Tulio y Lucio Tarquinio el Soberbio. El
último de ellos, Lucio Tarquinio el Soberbio, fue
derrocado en el año 509 a. C. cuando la
República Romana fue establecida.

Cada tribu estaba dividida en diez curias que
comprendía cada una un cierto número de gentes, la
curia era una división artificial, las Gens eran un grupo
natural formado sobre la base del parentesco. Cada Gens
comprendía el conjunto de personas descendientes por
línea de varones de un autor común. A la muerte de
estos, sus hijos se convierten en jefes de familias distintas.
Estas familias conservan el distintivo de su común origen.
Cada familia era puesta bajo la autoridad de un jefe
paterfamilia. Estos patres y sus descendientes, componen las
gentes de las 30 curias primitivas, y forman la clase de los
patricios. Patricii, constituyendo una nobleza de raza y solo
ellos podían participar en el gobierno del Estado, gozando
de todos los privilegios del ciudadano romano.

Los clientes eran
personas que estaban agrupadas bajo la protección del
jefe, que era su patrón, creando derechos y deberes. El
patrón debía a sus clientes socorro y asistencia,
los defendía en justicia y les daba tierras para que la
cultivaran; por su parte el cliente
debía a su patrono abnegación, asistiéndole
con su persona,
siguiéndole a la guerra y
aportando de su fortuna, para pagar por su rescate en caso de
cautiverio, para dotar a sus hijas o para pagar las multas a que
el patrón fuese condenado. Eran órdenes
recíprocas enérgicamente sancionadas; de alguna de
las partes no cumplirlas era declarado sacer y podía ser
muerto impunemente.

El origen de la clientela y su desarrollo es fruto
todavía hoy de conjeturas. Estos debieron ser los libertos
y sus descendientes, luego los extranjeros llegados a Roma por
derecho de asilo que se ponían bajo la protección
de un jefe patricio y luego las comunidades conquistadas que
fueron trasladadas a Roma en su totalidad o en parte y que
acrecentaron el número de las clientelas.

Según los autores antiguos, al principio en Roma solo
existían dos clases: los Patricio y los clientes y luego
vino a sumarse una nueva clase de personas; Los plebeyos o la
plebe (plebis), quienes ocupaban un rango inferior en la ciudad,
no tenían participación en el gobierno, y no
podían acceder a las funciones públicas y no
podían casarse legítimamente con los patricios. El
origen de la plebe es desconocido, estos pudieron haber sido
antiguos clientes independizados de sus jefes, al extinguirse la
gens de su patrón, o, que hayan sido las mareadas de
extranjeros venidos de los pueblos conquistados que fueran
demasiado para poder engrosar las filas de la clientela. Los
vencidos de condición inferior aumentaron la muchedumbre
de plebeyos, quienes no tardaron entonces en hacer que sus
reclamos fueran escuchados, creando así la eterna lucha de
clases entre patricios y plebeyos.

La forma de gobierno es Monárquica, pero no una
monarquía absoluta el Rey en una especie de jefe de una
república aristocrática, la soberanía reside en las curias, quienes
ejercen el poder en las asambleas o comicios, las comitia
curiata. El rey es elegido de forma vitalicia y es conferido de
autoridad suprema; era a la vez jefe del ejército, sumo
sacerdote y Magistrado judicial, tanto para lo civil como para lo
criminal. A su muerte y mientras es elegido un nuevo Rey, el
poder es ejercido por un Inter. rex tomado del senado.

El senado estaba compuesto, al principio por los patres o
seniors, es decir los de más edad entre los jefes de
familias patricias. Hubo probablemente en los primeros tiempos
100 senadores. Bajo Tarquino el antiguo ese número
llegó a 300. El senado formaba un consejo para asesorar al
Rey.

III UNIDAD

ESTADO Y DERECHO EN
EL FEUDALISMO

  • 1. Rasgos generales del feudalismo

La desintegración del esclavismo tiene dos causas
principales:

  • La descomposición interna del régimen
    esclavista por sus contradicciones.

  • La invasión de los pueblos bárbaros del
    norte de Europa al Imperio Romano.

Estos elementos traen como consecuencia la implantación
del modo de producción feudal "régimen
característico de la edad media
europea"

Su importancia radica en que constituye la forma de la que
nació el sistema predominante hoy en la mayor parte del
mundo el Capitalista.

Los jefes militares de los pueblos conquistadores fueron
repartiendo las tierras a sus súbditos leales, los cuales
llegaron a dominar importantes porciones de tierra. Al
mismo tiempo, muchos pequeños campesinos libres se fueron
reuniendo alrededor de un gran señor para que les diera
protección. De esta forma surgen dos instituciones de
desarrollo feudal:

  • el feudo

  • servidumbre

 El feudo es una porción de tierra más o
menos amplia que le pertenece hereditariamente a un señor
(señor feudal), a cambio de que se presten servicios
militares al rey o a los jefes militares de más alta
jerarquía.

Este señor feudal ejerce un gran poder económico
sobre sus tierras, el señor feudal entrega porciones de
tierra a los siervos para que la cultiven a cambio de una renta o
tributo.

La servidumbre es la forma que asumen las relaciones sociales
de producción durante el feudalismo, se basa en la
existencia de dos clases sociales fundamentales:

  • Los señores feudales dueños de los
    principales medios de producción: la tierra, el
    molino, etc.

  • Los siervos que solo son dueños de sus instrumentos
    de labranza que tienen que pagar una renta al señor
    feudal.

 La servidumbre es una relación diferente al
esclavismo, si bien el siervo no es un hombre completamente
libre, tampoco es un esclavo. Más que pertenecer al
señor feudal el siervo está sujeto a la tierra y
cuando las tierras pasan a otro señor feudal, los siervos
siguen en su tierra.

La servidumbre implica una relación de
explotación basada en la propiedad privada de los medios
de producción. La forma que asume la explotación en
el feudalismo es la renta de la tierra que se da en tres
formas:

  • En especie, entregando una parte de la cosecha al
    señor feudal, llamada también censo de
    frutos.

  • En trabajo cuando los siervos van a trabajas durante
    algunos días de la semana a las tierras del
    señor feudal.

  • En dinero cuando los señores feudales empiezan a
    cobrar a sus siervos la renta en dinero. Cosa que ocurre en
    la transición del feudalismo al capitalismo.

También existe una combinación de las tres
cosas.

El tiempo de trabajo del campesino
siervo se dividía en dos partes: trabajo necesario y
trabajo adicional. Durante el tiempo de trabajo necesario, el
campesino producía el producto indispensable para su
propia existencia y la de su familia. Durante el tiempo de
trabajo adicional producía el plus producto, del cual se
apropiaba el señor feudal en calidad de la
renta del sueldo, (renta en especie y en dinero) la
explotación del señor feudal bajo el sistema de
renta constituyó el carácter fundamental del
feudalismo en la historia.

El feudalismo era un sistema natural, cerrado: se
producía para satisfacer las necesidades del feudo, para
no negociar o comerciar.

No se producían mercancías (bienes para
intercambiarse) en el feudalismo, por lo que casi no se
desarrolla el comercio en ésta época, el comercio y
el uso del dinero vuelven a ser importantes en la época de
transición del feudalismo al capitalismo.

Las ciudades surgen cuando se desarrollan los Burgos a orillas
de los feudos, representando centros comerciales y artesanales.
La producción artesanal de los Burgos se realiza en los
talleres artesanales, los cuales están organizados
jerárquicamente en maestros, oficiales y aprendices.

Además los oficios están organizados en gremios
representados por un santo patrono. El comercio está
organizado en gildas.

En los últimos siglos del feudalismo se dio una serie
de cambios importantes que sustituirían la estructura
feudal dominante por el capitalismo.

  • 2. Etapas rasgos comunes

El feudalismo es un sistema basado en una relación de
lealtad en la que el vasallo jura lealtad al señor feudal.
Este sistema aparece en la Edad Media.

La Edad Media es un período de la historia de la
humanidad que va desde el año 476 con la caída del
Imperio Romano de Occidente, hasta el 1492 con el descubrimiento de
América.

La Edad Media se divide en dos importantes etapas, la Alta
Edad Media y la Baja Edad Media.

  • En la Alta Edad Media suceden tres importantes
    acontecimientos. El primero, como he dicho al principio, fue
    la caída del Imperio Romano de Occidente; el segundo
    fue la invasión de los árabes en la
    Península Hispánica en el año 711; y por
    último en el año 1140 se escribe la primera
    obra de la literatura medieval española, el Cantar de
    Mío Cid.

  • La otra gran etapa fue la Baja Edad Media, la cual se
    caracteriza por el dominio de los cristianos frente a los
    musulmanes. Esta última etapa finaliza con el
    descubrimiento de América en 1492 por Cristóbal
    Colón y por la conquista de los reyes católicos
    de los reyes Católicos.

En la Edad Media existían varias clases sociales:

  • El Clero, formado por el papa, los obispos, etc. EL Clero
    vela por los aspectos espirituales de todo el mundo.

  • La nobleza, la cual estaba formada por el rey, los nobles
    y los caballeros. Los ideales de los nobles eran luchar en
    nombre de Dios y de su fe y proteger y defender a los
    débiles e indefensos.

  • Los Campesinos, que no eran más que campesinos y
    ciudadanos de pueblo, trabajaban las tierras del señor
    feudal.

En la Edad Media, los caballeros sueñan con el poder y
riqueza. Por este motivo, iban de corte a corte, eran
seminómadas.

Los caballeros eran guerreros, personas expertas en la lucha
de cuerpo a cuerpo y que se les daba muy bien la
caballería y luchar con su espada. La espada para los
caballeros era como una parte más de su cuerpo, con la que
batían luchas con sus enemigos. La espada era
suponía mucho, para un caballero de la Edad Media.

En ésta época, el feudalismo era una
relación de lealtad entre el vasallo y el señor
feudal. El vasallo juraba fidelidad al señor feudal, y
éste le daba parte de sus tierras para que las cosechara y
se las repartieran entre los dos.

En la Edad Media, los caballeros eran vasallos de otros
señores, y les protegían por todos sus medios. Al
mismo tiempo, los señores eran vasallos del rey. Por esto,
la cúspide del feudalismo era el rey, en torno al cual se
movía todo lo demás. El rey no era vasallo de
nadie.

En la época feudal, la ceremonia de la
prestación del homenaje constituía un elemento muy
personal para el feudo. Esta ceremonia consistía en que el
vasallo del señor feudal le juraba a éste
fidelidad, entonces el señor feudal le acoge.

El estilo de vida
de la mayoría de la gente era rústico, sencillo y
pobre. Esta gente era campesina, que principalmente se dedicaba a
la actividad agrícola y ganadera.

  • 3. Rasgos jurídicos de la relación
    feudo-vasallática

Dos instituciones eran claves para el feudalismo: por un lado
el vasallaje como relación jurídico-política
entre señor y vasallo, un contrato
sinalagmático (es decir, entre iguales, con requisitos por
ambas partes) entre señores y vasallos (ambos hombres
libres, ambos guerreros, ambos nobles), consistente en el
intercambio de apoyos y fidelidades mutuas (dotación de
cargos, honores y tierras -el feudo- por el señor al
vasallo y compromiso de auxilium et consilium -auxilio o
apoyo militar y consejo o apoyo político-), que si no se
cumplía o se rompía por cualquiera de las dos
partes daba lugar a la felonía, y cuya jerarquía se
complicaba de forma piramidal (el vasallo era a su vez
señor de vasallos); y por otro lado el feudo como unidad
económica y de relaciones sociales de producción,
entre el señor del feudo y sus siervos, no un contrato
igualitario, sino una imposición violenta justificada
ideológicamente como un quid pro quo de
protección a cambio de trabajo y sumisión.

Por tanto, la realidad que se enuncia como relaciones
feudo-vasalláticas es realmente un término que
incluye dos tipos de relación social de naturaleza
completamente distinta, aunque los términos que las
designan se empleaban en la época (y se siguen empleando)
de forma equívoca y con gran confusión
terminológica entre ellos:

El vasallaje era un pacto entre dos miembros de la nobleza de
distinta categoría. El caballero de menor rango se
convertía en vasallo (vassus) del noble
más poderoso, que se convertía en su señor
(dominus) por medio del Homenaje e Investidura, en una
ceremonia ritualizada que tenía lugar en la torre del
homenaje del castillo del señor. El homenaje
(homage) -del vasallo al señor- consistía
en la postración o humillación -habitualmente de
rodillas-, el osculum (beso), la inmixtio manum
-las manos del vasallo, unidas en posición orante, eran
acogidas entre las del señor-, y alguna frase que
reconociera haberse convertido en su hombre. Tras el
homenaje se producía la investidura -del señor al
vasallo-, que representaba la entrega de un feudo (dependiendo de
la categoría de vasallo y señor, podía ser
un condado, un ducado, una marca, un
castillo, una población, o un simple sueldo; o incluso un
monasterio si el vasallaje era eclesiástico) a
través de un símbolo del territorio o de la
alimentación que el señor debe al
vasallo -un poco de tierra, de hierba o de grano- y del
espaldarazo, en el que el vasallo recibe una espada (y unos
golpes con ella en los hombros), o bien un báculo si era
religioso.

  • 4. Deberes y derecho del vasallaje.

Entre los principales deberes del vasallo tenemos la
prestación militar, que era fundamental en el feudalismo,
pero estaba lejos de ser la única obligación del
vasallo para con su señor. Cuando el señor era
propietario de un castillo, podía exigir a sus vasallos
que lo guarnecieran, en una prestación denominada
"custodia del castillo". El señor también esperaba
de sus vasallos que le atendieran en su corte, con objeto de
aconsejarle y de participar en juicios que afectaban a otros
vasallos. Si el señor necesitaba dinero, podía
esperar que sus vasallos le ofrecieran ayuda financiera.

A lo largo de los siglos XII y XIII estallaron muchos
conflictos entre los señores y sus vasallos por los
servicios que estos últimos debían prestar. En
Inglaterra,
la Carta Magna
definió las obligaciones de los vasallos del rey; por
ejemplo, no era obligatorio procurar ayuda económica al
monarca salvo en tres ocasiones: en el matrimonio de su hija
mayor, en el nombramiento como caballero de su primogénito
y para el pago del rescate del propio rey. En Francia fue
frecuente un cuarto motivo para este tipo de ayuda
extraordinaria: la financiación de una Cruzada organizada
por el monarca. El hecho de actuar como consejeros condujo a los
vasallos a exigir que se obtuviera su beneplácito en las
decisiones del señor que les afectaran en cuestiones
militares, alianzas matrimoniales, creación de impuestos o
juicios legales.

Cada vasallo estaba obligado a aportar un número
especificado de hombres, armados en forma también
especificada, y cada barón mandaba a sus hombres. Los
ingresos del
reino (dejando aparte los que acreciesen directamente al rey
procedentes del dominio real) eran resultado de servicios o
ayudas que los vasallos del rey estaban obligados a pagar en
determinadas ocasiones más bien que de una
contribución general.

La concesión al vasallo podía comportar el
derecho a administrar justicia en su baronía, con
inmunidad frente a toda interferencia de los funcionarios reales.
La teoría del derecho feudal se expresa en el dicho de que
"el vasallo del vasallo no es vasallo del señor". Por
razones evidentes los reyes se mostraban remisos a otorgar tales
inmunidades siempre que podían evitarlo. Así, por
ejemplo, en Inglaterra los relativamente poderosos reyes
normandos exigían que en los juramentos de fidelidad se
incluyese la cláusula de "salvo la fe que debo al rey
nuestro señor".

Las obligaciones existentes entre un señor y sus
vasallos eran siempre mutuas. No eran exactamente iguales, ya que
el vasallo tenía unos deberes generales de lealtad y
obediencia que no tenía el señor. Estaba obligado
también a otros deberes más específicos,
tales como el servicio militar, la asistencia a la corte del
señor y diversos pagos que tenía que realizar en
ocasiones señaladas, tales como la sucesión de un
heredero en la posesión de la tierra. Es
característico de estos deberes específicos el
hecho de que eran limitados. Por ejemplo, la duración y
especie de servicio militar eran fijas, y más allá
de sus límites
predeterminados, el vasallo no estaba, estrictamente hablando,
obligado. Por otra parte, el señor estaba obligado a dar
ayuda y protección a sus vasallos, así como a
atenerse a las costumbres o a la carta que
definía los derechos e inmunidades del vasallo.

La relación entre señor y vasallo era distinta
de la que existe entre soberano y súbdito, porque
tendía a oscurecer la distinción entre derechos
privados y deberes públicos. Aunque la propiedad feudal
típica era de tierras, no lo era necesariamente. Cualquier
objeto de valor -el derecho a hacer funcionar un molino, a cobrar
un impuesto o a
desempeñar un cargo público- podía ser
poseído de la misma forma. Todo el sistema de administración
pública tendía a seguir la forma predominante
de posesión de tierras y los cargos públicos
tendían a convertirse, como la tierra, en una
posesión hereditaria. De este modo los cargos vinieron a
quedar investidos a perpetuidad en un hombre y sus herederos. El
derecho del vasallo a su propiedad implicaba un servicio
público de algún tipo especificado, pero, por otra
parte, la obligación de prestar un servicio público
era consecuencia del derecho de posesión. Esto condujo al
resultado de que quien ocupaba un cargo público no lo
hacía como agente del rey, sino porque tenía un
derecho respaldado por la proscripción, a ocuparlo. Su
autoridad no era delegada, sino poseída.

  • 5. Tipo de Estado feudal

En época del feudalismo no había clases sociales
sino estamentos, es decir no había movilidad social y el
que nacía pobre moría pobre. Estos tres estamentos
eran los Caballeros, los que luchaban, los Sacerdotes, los que
rezaban y los Campesinos, los que trabajaban. Los campesinos eran
el sostén económico de los sacerdotes y los
caballeros. Este orden se suponía que era divino y que
Dios lo había querido así, por lo que el que se
oponía a este orden "se oponía a Dios".

La práctica generalizada del contrato feudal dio lugar
a una verdadera jerarquía feudal con el rey a la cabeza.
Bajo el rey estaban los vasallos inmediatos o grandes vasallos,
propietarios de los feudos más grandes y cuyo grupo estaba
formado por los nobles y eclesiásticos (duques, marqueses,
condes, obispos, abades, etc.); les seguían los vasallos
poseedores de los feudos más pequeños (barones,
vizcondes, etc.); los últimos eran los caballeros,
propietarios sólo de su caballo, que servían
militarmente a un señor feudal a cambio de tierras o
dinero.

La sociedad feudal estaba formada por la nobleza feudal (las
citadas clases de los nobles y eclesiásticos), y el
pueblo, compuesto por los villanos o colonos y los siervos. Los
villanos o colonos eran campesinos que cultivaban pequeñas
parcelas de tierra cedidas por el señor feudal a cambio de
determinadas rentas y servicios personales; tenían
libertad para disponer de los bienes, contraer matrimonio
(abonando una tasa) y abandonar la residencia (aunque
debían solicitar el permiso del señor).

Por su parte, los siervos eran una clase inferior,
jurídicamente y en la práctica eran el equivalente
a esclavos, pues su situación de servidumbre del
señor, al que pertenecían como una propiedad, se
trasmitía junto con la tierra. La institución de
esta servidumbre, compuesta por los llamados siervos de la
gleba
(en relación con la tierra que estaban
obligados a cultivar) fue muy importante entre los siglos XI y
XIII, y estaba nutrida de hombres libres o esclavos emancipados,
los cuales, con objeto de asegurarse su propio sustento,
adquirían ese pacto con el señor para toda la vida.
En ese pacto se obligaba el siervo a la entrega de una parte de
los frutos cultivados, prestación de servicios personales
y algunas otras formas de limitación de su propia libertad
y de los miembros de su propia familia; un ejemplo llamativo es
el denominado Derecho de Pernada, por la cual algunos
señores feudales se atribuían el derecho de entrar
al lecho de la mujer
desposada antes que su propio marido, y que podía ser
rescatado mediante el pago de una suma de dinero. La
condición de los siervos de la gleba evolucionó en
Europa occidental, primero en calidad de censatarios y más
tarde ya como propietarios libres, que alcanzó a otras
regiones con la expansión de los reinos
cristianos.

La nobleza feudal inglesa impuso al impopular rey Juan sin
Tierra la firma de la Carta Magna en 1215. Este documento
constituía una limitación del poder real, ya que
exigía que el rey estuviera sujeto a las leyes
territoriales y otorgaba a los barones la facultad de tomar parte
en las decisiones reales a través de un Gran Consejo. La
redacción de la Carta Magna dio lugar a
importantes interpretaciones siglos más tarde, entre ellas
el concepto de "no hay impuestos sin representación". Los
barones tomaron el poder en 1264 en respuesta a la
pretensión de un rey de ignorar la Carta Magna, gobernando
temporalmente mediante el ya consolidado Gran Consejo, que
pasó a llamarse Parlamento. El nuevo Parlamento no
sólo incluía a los barones y a los altos cargos
eclesiásticos, sino también a los representantes de
grandes ciudades.

Aunque este gobierno parlamentario fue de corta
duración (15 meses), ya no se pudo ni callar ni ignorar al
Parlamento. Desde entonces, sólo el Parlamento
tenía el poder de revocar las leyes que eran aprobadas; no
se podían imponer impuestos sin su aprobación, y
cuando los reyes necesitaban dinero rápido (por ejemplo,
durante la guerra de los Cien Años), el Parlamento les
obligaba a menudo a ceder poder a cambio del consentimiento.
Independientemente de la habilidad del rey de turno y de algunas
revueltas ocasionales de la nobleza, el Parlamento y la
administración pública siguieron creciendo en
importancia y demostraron su capacidad para gobernar el
país.

Mientras el rey, la administración pública y el
Parlamento reducían desde arriba el poder de los barones,
una tendencia en el mismo sentido surgía desde la base de
la jerarquía feudal. Diversos factores hicieron que los
siervos se liberaran de sus contratos con los
señores feudales, entre ellos el aumento de la
población de las ciudades, el cese de las incursiones
bárbaras y una terrible plaga que asoló Europa en
el siglo XIV.

En el feudalismo se desarrollo un sistema económico
basado en la agricultura y la ganadería. También se
estableció un poder basado en jerarquías, en donde
el personaje con más poder dominaba al resto. Desde la
escala del rey
hacia abajo se podía apreciar como disminuía el
poder de las personas, hasta llegar a los siervos calificados
como esclavos.

  • 6. Características

Mucha gente se preguntara qué es y cuáles son
las características del feudalismo. El feudalismo o
régimen feudal es el tipo de sociedad que predominó
en Europa occidental en el siglo X, se expandió durante el
siglo XI y alcanzó su apogeo a finales del siglo XII y
durante todo el siglo XIII. En estos siglos el feudalismo se dio
predominantemente en Francia, Alemania y
buena parte de Italia. También hubo feudalismo en
Inglaterra, ciertos reinos cristianos de España y los
estados latinos del cercano Oriente.

Una de sus grandes características fue que era un
sistema natural cerrado, es decir, se producía solo para
consumo
propio, casi no se desarrollaba el comercio. Constaba de una
pirámide en la cual se organizaba la sociedad como
jerarquía, la cual en su base partía con los
soldados, campesinos y ciervos, siguiéndolos estaban los
caballeros, obispos, señores y abades, poco más
arriba se encontraban los duques, condes y altos prelados, y por
último en su cúspide se encontraba el rey.

El feudalismo surgió como un conjunto de complejas
relaciones personales en un contexto donde primaba la inseguridad:
invasiones, violencia, la
decadencia del comercio y la industria y la
escasez de moneda
permitieron que poblaciones enteras buscaran refugio entre
aquellos de tenían más poder económico y
bélico.

En cuanto al ámbito económico, el feudalismo
llevó a la práctica una economía de
subsistencia, basada en la agricultura y la ganadería. De
tipo rural, esta economía tenía una mínima
división del trabajo y escasos intercambios comerciales.
Su centro era el feudo, que correspondía a grandes y
autosuficientes propiedades de nobles o eclesiásticos.

Sin embargo, en el siglo XII, producto de las Cruzadas,
aumentó el intercambio comercial entre Europa y Cercano
Oriente, lo que se tradujo en la instalación de un nuevo
tipo de relación económica muy distinta, el
feudalismo era el eje entre el capitalista, el comerciante y el
mercader.

Debido a la escasez y lo rudimentario de las comunicaciones
en la época feudal, la base de la economía era la
producción y el consumo local. A si mismo existían
muchos obstáculos que impedían un desarrollo del
comercio entre feudos, entre ellos podemos nombrar la
anarquía monetaria, diferentes sistemas de pesos y medidas
etc.

La economía feudal en su evolución hacia el
mercantilismo
pasó por varias etapas, la primera denominada
política de depósitos: se caracteriza porque al
comercio solo se le veía su lado lucrativo y se basaba en
comprar barato y vender caro para dar ganancia a la ciudad. En la
segunda etapa se practicó la llamada política de
abastos en la cual se orientó el interés del
consumidor, su
principal objetivo era el de importar y no el exportar puesto que
el propósito era el de tener tanta mercancía como
fuera posible. En la tercera etapa, la nación
era considerada como un centro de producción, es decir que
la mercancía era elaborada con fines de exportación y consecuentemente con fines de
lucro, solo existía el temor de producir mercancías
que no se vendieran.

El mercantilismo se basaba en los metales preciosos y para los
mercantilistas su principal objetivo era la creación de un
estado rico tanto económicamente como políticamente
poderoso. Los mercantilistas invirtieron el modo de antes
respecto a las importaciones y
exportaciones
partiendo de la idea de que la actividad económica era un
medio para fortalecer al Estado y no para satisfacer necesidades.
Gracias a la expansión del comercio
internacional, se intensifico el uso de la moneda, el
desarrollo de transportes y una gran producción
industrial. Dentro del pensamiento
mercantilista hubo diferencias debido a que algunos de ellos eran
comerciantes y exponían sus ideas con el fin de satisfacer
intereses propios.

Algunos factores que contribuyeron al desarrollo del
mercantilismo fueron: el crecimiento de la burguesía
mercantil, un mayor interés por la riqueza y la actividad
económica, reformas religiosas, el invento de la imprenta y el
descubrimiento de América.

IV UNIDAD

EVOLUCIÓN DEL
ESTADO Y EL DERECHO EN NICARAGUA

  • El Estado y el Derecho precolombino

Se da el nombre de época precolombina en la historia de
Nicaragua al tiempo transcurrido entre la llegada de los primeros
pobladores a nuestro territorio y la entrada de los
españoles por el sur de Rivas, en 1523 (Antes del
descubrimiento por Cristóbal Colón).

No se sabe cuando llegaron los primeros pobladores a
América, pero se supone que posiblemente ocurrió
hace unos 50000 años. Todos vivían de la caza y la
pesca, sin preocuparse por conservar la naturaleza ni cultivar la
tierra. Con el paso del tiempo, algunos grupos aprendieron a
cultivar ciertas plantas.

Este cambio tuvo consecuencias importantísimas. El
hombre se quedó a vivir en un solo lugar en forma
permanente. Es decir, que se volvió sedentario.
Aprendió a cultivar otras plantas. Al haber más
producción, aparecieron las primeras organizaciones
políticas.

  • Núcleos poblacionales en Nicaragua

Los diferentes grupos que se establecieron a vivir en el
Pacífico venían del norte. Algunos de ellos
habían salido huyendo de la opresión en que los
mantenían sus jefes. Los dos grupos más importantes
fueron los chorotegas y los nicaraguas. Estos fueron los
últimos en llegar.

La situación del territorio nicaragüense convierte
a este en un lugar de tránsito entre los dos
subcontinentes americanos. Los testimonios de asentamientos
humanos más lejanos en el tiempo los dan los hallazgos
arqueológicos del promontorio de Monkey Point cerca de
Punta Gorda en el departamento de Zelaya (región ahora con
estatuto de Regiones Autónomas desde 1987) que se remontan
a hace unos 7.000 años. El yacimiento de Acahualinca, en
Managua, proporciona evidencias de
asentamientos con hasta 6000 años de antigüedad,
siendo más recientes los restos de ceramica
hallados en la isla Zapatera y en Nindiri.

Las primeras migraciones, que pertenecían a familias
lingüísticas del norte de América (Hokan-Siux,
Oto-Mangue y Uto-Azteca), se asentaron en el bosque seco tropical
del Pacífico y en las llanuras cercanas a los lagos
organizando asentamientos culturalmente afines a los pueblos que
habitaban el actual México,
relacionados con los Tlapanecas de Oaxaca, y oriundos del
territorio correspondiente al Estado de Guerrero. Con una
economía basada en la agricultura y con un interesante
comercio de trueque su organización socio política
estaba basada en gobiernos teocáticos dirigidos por
consejos de viejos (llamados güegües)
y caciques, los teytes. Estos pueblos fueron los
Maribios o Sutiavas, Mangues o Chorotegas, y Nahuas, Nicaraguas o
Niquiranos.

Cuando los conquistadores españoles llegaron al
territorio que actualmente ocupa Nicaragua encontraron varios
pueblos autóctonos: en los terrenos de la actual Rivas y
Ometepe estaban establecidos los Niquirano; entre el Lago
Cocibolca (lago de Nicaragua) y el de Lago Xolotlán (lago
de Managua), los Dirianes; en León y Chinandega, los
Nagrandanos; en la península de Cosigüinalos, los
Chorotegas; en Matagalpa, Jinotega y Nueva Segovia, los
Matagalpas; en Chontales, los Chontales o Caribíes; en
Zelaya Norte, los Sumos; en Cabo Gracias a Dios y áreas
costeras hasta la Laguna de Perlas, los Miskitos y Zelaya Sur y
río San Juan, los Ramas.

Se estima que la población indígena era de unos
600.000 habitantes y que debido a la conquista fue reducida a
24.000 en el plazo de 40 años no en vano el conquistador y
gobernador de Nicaragua en los primeros años fue Pedrarias
Dávila que se distinguió por su crueldad contra los
indígenas.

  • Características de su organización social
    y derecho

Los primeros pobladores de Nicaragua vinieron de diferentes
lugares de América; la vida de los primeros
aborígenes fué nómada, se alimentaban de la
caza, la pesca y la recolección de frutas silvestres. Las
huellas de Acahualinca son las más antiguas rastros
humanos de Nicaragua. Los pobladores del Pacifico estaban
divididos en tribus y las principales fueron: Los Chorotegas y
los Nicaraguas. La Agricultura les permitió vivir en un
lugar fijo; sus cultivos principales eran: maiz, frijol,
cacao, algodón
y tabaco.

Entre sus actividades estaba la alfarería, el hilado y
el tejido de algodón. Alcanzaron gran desarrollo en el
arte de la escultura y la cerámica.

Tenían diferentes clases sociales:

  • a) Jefes militares y Religiosos.

  • b) Agricultores, artesanos y comerciantes.

  • c) Sirvientes y esclavos.

Los Chorotegas eran gobernados por el Jefe guerrero llamado
TEYTE quien era asistido por un consejo de ancianos y los
Nicaraguas fueron gobernados por Caciques.

La situación del territorio nicaragüense convierte
a este en un lugar de tránsito entre los dos
subcontinentes americanos. Los testimonios de asentamientos
humanos más lejanos en el tiempo los dan los hallazgos
arqueológicos del promontorio de Monkey Point cerca de
Punta Gorda en el departamento de Zelaya oriundos del territorio
correspondiente al Estado de Guerrero. Con una economía
basada en la agricultura y con un interesante comercio de trueque
su organización socio política estaba basada en
gobiernos teocáticos dirigidos por consejos de
(región ahora con estatuto de Regiones Autónomas
desde 1987) que se remontan a hace unos 7.000 años. El
yacimiento de Acahualinca, en Managua, proporciona evidencias de
asentamientos con hasta 6000 años de antigüedad,
siendo más recientes los restos de ceramica hallados en la
isla Zapatera y en Nindiri.

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