El modelo interno activo como estrategia para identificar el origen de los conflictos de violencia e indisciplina
Planteamiento y formulación del
problema
Justificación
Objetivos
Marco referencial
Marco teórico
Marco conceptual
Seguridad y apego en la primera infancia. Nacimiento y
evolución de los vínculos
afectivos
El desarrollo social en el contexto familiar: la respuesta
familiar a las necesidades infantiles
Relaciones en el interior de la familia
Metodología
Etapas de la investigación
El modelo interno
activo como estrategia para
identificar el origen de los conflictos de
violencia e
indisciplina entre los estudiantes de tercer grado jornada
matinal del Centro Educativo Leña 5
Introducción
La comprensión de la dimensión
socio-afectiva hace evidente la importancia que tiene la socialización y la afectividad en el
desarrollo
armónico e integral en la vida de las personas. Este juega
un papel fundamental en el afianzamiento de su personalidad,
auto-imagen,
autoconcepto y autonomía, esenciales para la
consolidación de su subjetividad, como también en
las relaciones que establece con los padres, hermanos, docentes,
niños y
adultos cercanos a él, de esta forma va logrando crear su
manera personal de
vivir, sentir y expresar emociones y
sentimientos frente a los objetos, animales y
personas del mundo, la manera de actuar, disentir y juzgar sus
propias actuaciones y las de los demás, al igual que la
manera de tomar sus propias determinaciones.
El niño va logrando su desarrollo afectivo a
través de esta emotividad y sus diferentes
manifestaciones, de la misma forma como las otras personas,
(especialmente los más cercanos y significativos para
él, como docentes, adultos, amigos, familiares) las asumen
y le ayudan a vivirlas. Una relación positiva con ellos es
estimulante y eficaz, así como una negativa malogra los
esfuerzos de los niños y crea riesgo de
desarrollar cualquier tipo de conductas frustradas o sentimientos
de fracaso.
En este sentido, la familia es
el contexto de socialización inicial del ser humano y es
un entorno constante en la vida de las personas, a lo largo del
ciclo vital se irá adaptando con otros entornos: escuela, amigos,
barrio, etc. Es en el marco familiar donde se establecen las
primeras interrelaciones y los primeros cambios comunicativos,
por lo cual, el niño internalizará las primeras
normas del
comportamiento
social y esto será reflejado en su comportamiento en
ambientes diferentes.
El segundo contexto de socialización es la
escuela. En la escuela el niño va a permanecer de forma
continuada durante muchos años en contacto con otros
niños diferentes a la familia. Las
relaciones en la escuela tienen un carácter diferente que las relaciones
familiares. Entre ambos contextos debe darse una transferencia
para facilitar el desarrollo emocional.
Por otro lado, es de público conocimiento
que el deterioro de estas relaciones entre los tres estamentos
básicos de las instituciones
educativas: estudiantes-padres/madres de familia-docentes, ha
llegado a tal grado, que ha producido el divorcio casi
total por parte de un significativo número de
padres/madres de familias de las responsabilidades como padres en
el proceso de
formación de sus hijos y de las reuniones que programan
periódicamente las instituciones para tratar aspectos
relacionados con el comportamiento académico y disciplinar
de los estudiantes; Además, se ha observado en la
situación antes mencionada, que muchas veces estos
encuentros entra padres y docentes trascienden a los insultos,
agresiones verbales y físicas por parte de padres y
estudiantes hacia los educadores, lo que agrava y profundiza la
brecha existente entre ellos.
La violencia, cualquiera que sea su
manifestación, y las recurrentes agresiones entre
éstos, son aspectos de mucha trascendencia que requieren
de una adecuada intervención, con políticas
claras y contundentes por parte de los involucrados. Y cabe
anotar, que son situaciones que se presentan de manera cotidiana
en las escuelas, y se agrava a medida que disminuye el nivel
socio cultural de los implicados.
Lo que diferencia a este método de
otros enfoques, es que no se trata de informar de las injusticias
al resto del mundo. Se trata más bien de identificar
situaciones de injusticia en un aula, en un grupo de
mujeres, en un grupo de hombres, un grupo mixto, donde sea. Y
apropiarse de las situaciones para el beneficio de los
involucrados.
Como se observa en este esquema metodológico, lo
que se pretende es crear condiciones de seguridad grupal
y vivenciar personalmente algo antes de intentar entenderlo y
teorizar sobre ello, así se provocará la
posibilidad de poder generar
empatía con las situaciones, lo cual nos coloca en un
plano mejor para potenciar el cambio de
actitudes y de
valores que
están en la base de las cuestiones relacionadas con la
convivencia.
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