Panorama de la eclesiología de Monseñor Romero en su segunda carta pastoral "La Iglesia Cuerpo de Cristo en la historia"
- Monseñor Romero y el
contexto histórico, social, económico y eclesial
de El Salvador en la década de los
setenta - Planteamiento
y análisis de la eclesiología de Monseñor
Oscar Arnulfo Romero en su Carta Pastoral "La Iglesia, Cuerpo
de Cristo en la Historia" - Análisis
de la eclesiología de Monseñor Romero en su
segunda carta pastoral "La Iglesia, cuerpo de Cristo en la
Historia" - Aportes
eclesiológicos de Monseñor Romero en su carta "La
Iglesia Cuerpo de Cristo en la historia" a la vida pastoral de
la arquidiócesis de San Salvador - Conclusión
- Bibliografía
Capítulo I:
Monseñor
Romero y el contexto histórico, social, económico y
eclesial de El Salvador en la década de los
setenta
1. El
Salvador.
Para ver justamente a El Salvador en
la década de los setenta hay que ir por etapas. Una que es
introductoria, es decir que nos describa a grandes rasgos el
panorama histórico de nuestro país, una segunda
etapa consistiría en enmarcar a El Salvador ya en el
contexto mundial y continental después de la mitad del
siglo XX, y una tercera, proporcionar una perspectiva más
especifica sobre sus situaciones concretas a nivel social,
económico, político y eclesial de la década
de setenta. Todo ello es de vital importancia para comprender en
sí los escritos de Monseñor Romero; pero
está claro que no es un análisis científico en sentido
propio, sino un bosquejo general, evitando en la medida
de lo posible anacronismos distorsionadores de la verdad.
Además, el objeto de la presente investigación radica en lo aportes
eclesiológicos que Monseñor Romero hace en su
segunda carta pastoral
como arzobispo de San Salvador "la Iglesia,
Cuerpo de Cristo en la historia" a la vida pastoral
de nuestra arquidiócesis de San Salvador.
Panorama general de la historia de El
Salvador.
El Salvador es el país más pequeño
del continente americano; sin embargo, goza de una historia muy
densa, la cual se puede ver desde distintos puntos de vista, unos
más creíbles que otros. Cuando analizamos nuestra
memoria
histórica debemos hacerlo con suma delicadeza para llegar
a la verdad de los hechos y no emitir un juicio con ideas
preconcebidas, ya que una actitud
apresurada distorsiona gravemente nuestro pasado, posibilitando
así que los errores del ayer se cometan de nuevo, o en el
peor de los casos, mantener errores que no se han podido superar,
debido a intereses muy particulares. Todos sabemos que la
historia de El Salvador no empezó el 12 de octubre de
1492, cuando los europeos descubrieron América. En realidad nosotros gozamos
de una pre-historia, la que no ha sido escrita en propiedad, mas
los vestigios arqueológicos y los testimonios
post-descubrimiento nos hace caer en cuenta de la
civilización que entonces poblaba estas tierras
cuscatlecas. Después del descubrimiento de
América, los españoles tocaron tierras
salvadoreñas hasta 1524. De allí empezó la
colonización de los europeos, hasta la independencia
de Centroamérica del reinado de España el
15 de septiembre de 1821; de aquí seguirán
años llenos de contradicciones con respecto a lo que nos
pintan del espíritu de la independencia, sobre todo la
desigualdad
social, la pobreza, la
tenencia injusta de la tierra y
del capital.
También le podemos sumar años de dictaduras
militares, golpes de estado,
revoluciones campesinas; por otro lado el sistema feudal y
oligárquico que se negaba a desaparecer, la presencia del
imperio norteamericano y del comunismo como
opción popular:
Época de la conquista y
colononización.
El Salvador fue visto por primera vez en 1522 por
Andrés Niño el cual entró por el
océano pacífico y llegó al Golfo de Fonseca,
pero será hasta el año 1524 que empezará la
conquista,
comandada por Hernán Cortés y don Pedro de
Alvarado. Ante la presencia de los españoles hubo resistencia de
parte de los grupos
étnicos de Cuscatlan, lo cual provocó el
desencadenamiento violento de los conquistadores
europeos[1]pero ese primer intento fracasó.
Un segundo intento fue en el año 1525 esta vez fue el
comandante Gonzalo el que en nombre del rey y de su Dios quiso
dominar las tierras cuscatlecas, fundando la villa de San
Salvador, nombrando como primer alcalde al señor Diego de
Holguín, pero también por la violencia de
los pobladores impidió las pretensiones de los
conquistadores. Pero a pesar de todo no quisieron ceder e
intentaron por tercera vez, en esta ocasión el que
refundó la ciudad de San Salvador fue Diego de Alvarado,
en el año 1528, cerca de Suchitoto. En el año 1529
se registra un sangriento encuentro entre los pipiles y
españoles, comandados por Diego Rojas, pero el
sometimiento definitivo al servicio de
los españoles se logró en el año
1539[2]
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