Sobrevida y causas de mortalidad en los pacientes con enfermedad vascular cerebral en el Hospital Belén de Trujillo 1992 – 1996
Introducción
Bajo la denominación de enfermedad vascular
cerebral (EVC) se incluye a aquellas afecciones consecutivas a
una lesión de los vasos cerebrales, de inicio generalmente
brusco y de evolución progresiva hacia síndromes
neurológicos más o menos graves, cuya
regresión es posible (1-3).
La EVC puede dividirse en dos grandes grupos en
razón a la naturaleza de
la lesión: EVC hemorrágico e isquémico,
estos se pueden clasificar a su vez de acuerdo al mecanismo de
lesión en hemorragia intracerebral y hemorragia
subaracnoidea para el EVC hemorrágico, y en EVC
trombótico y embólico para los isquémicos
(4,5).
La incidencia de EVC depende de la raza, sexo, si
presenta: cardiopatía, hipertensión arterial (HTA), diabetes
mellitus, consumo de
tabaco, alcohol,
obesidad (6).
Según estudios realizados en varios países, la
incidencia de EVC fluctúa entre 500 a 600 casos por 100000
habitantes/año (3), se acepta como cifra media una
incidencia de 200 casos por 100 000 habitantes/año de
acuerdo a un estudio realizado por la O.M.S. en varios
países (7) y una mortalidad que sólo en EE.UU.
Fluctúa entre 50-100 x 100000 habitantes/año
(3).
La proporción de EVC
hemorrágico/isquémico varía entre 1/10 a 1/2
0, dependiendo del lugar de donde proceden los estudios (7). El
reparto proporcional de estos diferentes tipos de EVC
varía mucho según la procedencia de las estadísticas (6,7), pero varios estudios de
campo realizados en los últimos años en ciudades
diferentes han permitido precisarlos con ciertos detalle: los
ataques isquémicos transitorios representan un 15 a 20%,
los infartos un 60-70%, las hemorragias intracerebrales alrededor
del 10%, la hemorragia subaranacnoidea entre 1 a 12%, y entre un
10 a 20%, son de naturaleza no precisada (4), cifras similares
han sido reportadas por diferentes países en Latinoamérica (8-10) .
En los últimos veinte años se han
publicado estadísticas en la cual la mortalidad por EVC
parece declinar. En el estudio de Oxford, realizado entre los
años 1981-1986 sobre 675 pacientes, 129 habían
fallecido a los 30 días y su reparto según el tipo
de EVC fue el siguiente: Infartos: 10% (57 de 545), hemorragia
intracerebral (HIC): 51% (34 de 66), hemorragia subaracnoidea
(HSA): 45% (15 de 33) y de naturaleza incierta: 74% (23 de 31)
(4).
La mortalidad sigue generalmente una curva bimodal, en
la primera semana las causas de muerte son
sobre todo neurológicas y al final de la segunda semana
existe otro tipo de mortalidad a las cuales se les puede agrupar
bajo la denominación de complicaciones médicas, y
comprende a los factores de riesgo: HTA,
cardiopatía, diabetes mellitus entre los principales, y a
las complicaciones del déficit funcional: infecciones
respiratorias y de vías urinarias. La edad y presencia
de deterioro del nivel del conciencia son
los predictores generales más importantes de la mortalidad
inicial y los factores determinantes de mortalidad a largo plazo
son: sexo masculino, edad avanzada, nivel de inmovilidad al alta
hospitalaria, antecedente de EVC previas, presencia de enfermedad
cardiaca, hipertensión arterial, consumo de alcohol,
tabaco, hiperlipidemia, infecciones, entre las principales
(11-24).
Dada la relativa frecuencia de las EVC (3, 4, 6) y no
habiendo estudios a nivel nacional y regional en lo referente a
la sobrevida y mortalidad en estos pacientes es lo que motiva la
realización del presente trabajo, en el
que estudiamos en forma retrospectiva las historias
clínicas de los pacientes hospitalizados con diagnóstico de EVC en el Hospital
Belén de Trujillo durante los años comprendidos
entre 1992 – 1996, con la finalidad de señalar:
¿Cuál es el tiempo de
sobrevida y cuáles son las causas que determinaron la
mortalidad en los pacientes con EVC de tipo hemorrágico e
isquémico? tipo de mortalidad a las cuales se les puede
agrupar bajo la denominación de complicaciones
médicas, y comprende a los factores de riesgo: HTA,
cardiopatía, diabetes mellitus entre los principales, y a
las complicaciones del déficit funcional: infecciones
respiratorias y de vías urinarias. La edad y presencia de
deterioro del nivel del conciencia son los predictores generales
más importantes de la mortalidad inicial y los factores
determinantes de mortalidad a largo plazo son: sexo masculino,
edad avanzada, nivel de inmovilidad al alta hospitalaria,
antecedente de EVC previas, presencia de enfermedad cardiaca,
hipertensión arterial, consumo de alcohol, tabaco,
hiperlipidemia, infecciones, entre las principales
(11-24).
Dada la relativa frecuencia de las EVC (3, 4, 6) y no
habiendo estudios a nivel nacional y regional en lo referente a
la sobrevida y mortalidad en estos pacientes es lo que motiva la
realización del presente trabajo, en el que estudiamos en
forma retrospectiva las historias clínicas de los
pacientes hospitalizados con diagnóstico de EVC en el
Hospital Belén de Trujillo durante los años
comprendidos entre 1992 – 1996, con la finalidad de
señalar:
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