- Un
dramaturgo valenciano - El amor
constante - La
loa - Los tres
actos - La
intervención de los personajes - La
instrumentalización del texto: espacio y
tiempo - Organización
narrativa - Dinámica
de la narración - Aproximación
a la Ideología - Final
- Bibliografía
Preliminar
El teatro prelopista
que da origen a la comedia barroca se sustenta, como se ha dicho
ya en repetidas ocasiones (Froldi, Weiger, Oleza, García
Lorenzo, Sirera.) en torno a tres
prácticas dramatúrgicas de orígenes y
determinaciones perfectamente diferenciados. Sin embargo, en
algún momento estas tres tradiciones se aúnan para,
desde la obra de Lope de Vega, originar el fructífero
momento de la comedia barroca.
El primero de estos tres ejes vertebradores que funcionan en
la transición entre la Edad Media y
el Renacimiento
es la práctica de un teatro escrito para ser representado
en los salones palaciegos, teatro para uso y disfrute exclusivo
de la clase
aristocrática. Frente a este teatro de corte y con origen
en la actividad de los juglares y en las representaciones
religiosas y litúrgicas del siglo XV, un teatro popular en
el que comienzan a darse a conocer diversas
compañías de actores que a la vez son los autores
de los textos. Y, finalmente, un tercer eje alejado tanto de las
actividades palaciegas, cuanto de los espectáculos
callejeros, integrado por autores cultos, de formación y
convicciones clasicistas que intenta oponer a las dos primeras
prácticas, su forma humanista de entender la
dramaturgia.
En todo este compendio de prácticas dramáticas
destaca la actividad que desarrolla desde finales del siglo XVI y
comienzos del XVII la corriente de los autores dramáticos
valencianos que anticiparon con su obra la del genial Lope de
Vega.
Un dramaturgo
valenciano
Entre esos dramaturgos de lo que se puede llamar "escuela
valenciana" destaca Guillén de Castro por la importancia,
el interés
y el peso de su obra (veintiséis comedias se pueden
considerar escritas de su mano, y otras tres se le atribuyen con
bastante certeza) frente a la producción mucho más exigua del
resto de autores del grupo: el
coronel Cristóbal de Virués, el canónigo
Francisco Tárrega o Gaspar de Aguilar, entre algún
otro.
Guillén de Castro y Bellvís procedía por
parte de padre de una familia integrada
en la nobleza en fecha reciente, puesto que su abuelo
había recibido nobleza por parte del Rey Carlos I el 9 de
octubre de 1542. Este personaje, don Francisco Beltrán de
Castro, afincado en Valencia casó con doña Juana
Palafox y tuvo tres hijos. El varón de los cuales,
también llamado Francisco, matrimonió con
doña Castellana Bellvís, hija de una noble y, esta
sí, antigua familia valenciana; unión de la cual
fue primogénito nuestro autor: Guillén de Castro y
Bellvís.
No hay noticias sobre
la vida de Guillén hasta que, cumplidos ya 21 años,
aparece su nombre como participante en algunas justas cortesanas
y como miembro activo de la tertulia literaria "Academia de los
Nocturnos" que tanta importancia tuvo, según se ha dicho
más arriba, en el proceso de
formación de las nuevas formas dramáticas.
Otro aspecto interesante a señalar, en la
relación de su biografía literaria,
es su participación en las fiestas, celebraciones y
espectáculos de todo tipo que se llevaron a cabo en la
ciudad de Valencia en 1599 con motivo del recibimiento de
doña Margarita de Austria, por parte de Felipe III, quien
sería su futuro esposo, y con él una gran cantidad
de personajes de la villa y corte. Guillén de Castro
escribió una comedia La verdad averiguada y
engañoso casamiento con temática e intriga
contextualizados en este suceso cortesano y popular.
Algo más tarde, ya en 1608, su nombradía y fama
como autor dramático de éxito,
es decir, aclamado por el gusto popular, le lleva a ser recogido
con dos obras en el volumen
común Doze comedias famosas de quatro poetas naturales
de la antigua y coronada ciudad de Valencia.
Posteriormente, ya cuando su producción tiene una
cierta entidad, publica la Primera parte de sus comedias
y se traslada a Madrid.
Allí, al servicio del
Duque de Osuna, encuentra refugio económico, pues no es el
único noble valenciano arruinado por la situación
financiera de la época. Además está en
contacto directo allí con el centro de la
producción teatral del momento; junto a Lope de Vega y las
compañías de comedias de mayor actividad y
lustre.
Página siguiente |