¿El pasado puede hacerse presente
realmente?
Introducción
El siguiente trabajo,
más que una investigación exhaustiva sobre las obras de
J. J. Benítez (Especialmente aquellas que tienen
relación con el supuesto proyecto "Caballo
de Troya), es un análisis, son reflexiones y
cuestionamientos a las teorías
erróneas que propone como verdades a pesar de que sus
libros son
novelas y no
libros rigurosos sobre ciencia,
historia y
religión,
que son las ramas del saber de las que más se ha valido y
a las que más ha desprestigiado para catapultarse al
éxito
como escritor de "Ciencia Ficción" y no como el riguroso
investigador y periodista que dice ser. Ciertamente hay algo de
investigación en este trabajo, he tenido que hacer algunas
pesquisas, pues para poder hablar
del tema se exige tener un mínimo de conocimientos sobre
el mismo, pero, como es costumbre mía, voy más por
las reflexiones y los cuestionamientos. Si alguien lee este
trabajo y posee información valiosa que pueda ser de ayuda
para sustentar con mayor solidez las ideas aquí expuestas,
no duden en publicarlo y comentarlo para poderlo tomar en
cuenta.
Se hace un análisis de lo que, hasta el momento, hay en
relación con los viajes a
través del tiempo, los
viajes "Transtemporales y los Crononautas", esto porque en la
Obra de J. J. Benítez , así como en muchas otras
obras de Ciencia Ficción, se plantea,
implícitamente, el "Eternalismo", (Teoría
que supone la eternidad y contingencia de todos y cada uno de los
hechos del todo, tanto presentes, pasados y futuros). Los
escritores de Ciencia Ficción, con la teoría en
cuestión, plantean la posibilidad de viajar a otros
tiempos, tanto pasados como futuros, e interactuar con las
personas y con el medio ambiente
temporal. La teoría del "Eternalismo" se difundió
ampliamente y con mayor auge, con la conocida obra "La
Máquina del Tiempo", llevada también a la pantalla
grande, de Herbert George Wells, pero hay antecedentes más
remotos sobre la idea de viajar en el tiempo. Muchos temas y
subtemas se desprenden para desmentir la falsedad de las
aseveraciones de J. J. Benítez, no es el caso de este
artículo exponer y detallar cada uno de ellos, lo que
sí es dar alguna referencia para que el lector pueda
remontarse a ellos y analizarlos con detenimiento, ya que todos
esos subtemas son tan amplios y profundos que se necesita calma
para poder comprenderlos y sacar uno sus propias conclusiones.
Entre esos temas encontramos: "La Teoría de la
Relatividad", "Los agujeros de gusano", "Los Hoyos negros", "El
Tiempo y el Espacio", "Las dimensiones del Universo", "El
Eternalismo", "El Presentismo", "Las paradojas de los viajes en
el tiempo", "La Protección Cronológica", por solo
mencionar algunos de los más importantes. Cada uno de
estos temas, si lo tecleamos en cualquier buscador de internet, nos
desprenderá mucha información valiosa,
además de que los podemos consultar en los enciclopedias y
libros de ciencia que aborden la temática. Veremos que no
es cosa fácil lo de viajar en el tiempo y que aún,
toda esa investigación para poder lograrlo, si se llega a
lograr y resolver los problemas que
presenta, está muy verde, les falta mucho para alcanzar
esa meta.
Desarrollo
Hasta el momento no he dado con ninguna crítica
seria y bien fundamentada acerca de las mentiras que se pregonan
en los distintos libros del señor J. J. Benítez o,
mejor sea nombrado, Juan José Benítez, para echar
por la borda toda esa barahúnda de falsedades que presenta
como verdades irrebatibles. Los artículos que he
leído, hasta el momento, abordan cuestiones nada
sustanciales sobre lo que, de fondo, plantean los libros de dicho
escritor, digamos que se van por la tangente. Pareciera como si
los articulistas no hubieran leído seriamente y con un
análisis profundo los libros de éste señor.
Son cuestiones filosóficas, históricas, religiosas
y, sobre todo, teológicas las que está poniendo en
juego y
echando por tierra. Espero
encontrarme, en mis sucesivas investigaciones y
reflexiones, con material valioso, objetivo y
bien fundamentado, para desenmascarar a este personaje sin
escrúpulos que solo lo ha movido el interés,
el orgullo, la vanidad y no la verdad como se ufana.
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