- Valoriza
tus fracasos - Recupera
el tiempo perdido - Reconciliándote
contigo mismo - Fortaleciendo tus
convicciones - Enfócate en tus
logros - Disciplínate a
ti mismo - Conociendo tus
debilidades - Asume
tus responsabilidades
Este curso te brindará herramientas
que contribuyan a tu bienestar emocional, sentimental, espiritual
y físico, con el fin de que puedas emprender una mejor
calidad de
vida. Sigue consiguiendo tus metas personales y
cultivándote día a día para que todos tus
retos los veas realizar. Valoriza tus fracasos, regálate
oportunidades, reconcíliate contigo mismo, enfócate
en tus logros. En este curso te daremos unos cuantos consejos que
te ayudarán a encontrar tu bienestar.
Valoriza tus
fracasos
Capítulo siguiente: 2 –
Regálate oportunidades
Los fracasos generalmente tienen una acción
peligrosa, no solamente en el tiempo
presente sino también en el tiempo futuro.
Hay fracasos que nos han marcado duramente toda la vida, a
veces con heridas internas que no se han sanado, otras veces, con
heridas que se han sanado pero que han dejado temores.
Desde niños
experimentamos temor a fracasar, sentimos miedo cuando intentamos
empezar a caminar. Más grandecitos, tenemos miedo a hacer
un dibujo y que
nos salga feo, tenemos temor a reírnos en publico cuando
nos faltan los dientes, crecemos un poco mas y tenemos
miedo a que se burlen de nosotros, a no ser bien recibidos, y a
medida en que vamos creciendo, se van agregando mas temores a
nuestra lista personal de
miedos.
Los miedos más comunes son: Miedo
al rechazo, Miedo al ridículo público, Miedo a
defraudar a alguien, Miedo a no tener amigos, Miedo a muchas
cosas
Pero, cuando somos adultos el miedo que mayormente
experimentamos es el de fracaso, miedo a fracasar como
cónyuges, como padres, como empresarios, como
profesionales, como estudiantes, como persona en
particular.
El asunto del fracaso es precisamente, el desconocimiento.
Muchas veces las causas que nos llevaron a ese fracaso, no
sabemos como pudimos haber evitado que eso nos pasara, pero nos
pasó, y como lo borramos, no podemos borrarlo, ya no hay
modo, pero y que tal si nos vuelve a pasar, y que tal si nunca
jamás descubrimos la raíz del problemas, y
terminamos fracasando toda una vida.
El fracaso en nuestras vidas, se termina convirtiendo en
nuestras vidas, como aquel día en que el sol no
apareció en nuestras vidas y no sabremos si brillara
alguna vez más.
No estamos condicionados a valorar la
lección que nos dejó aquel fracaso para nosotros,
es como si ya jamás podamos repararlo, y es necesario que
entendamos que aunque ya no hay vuelta atrás, ya no lo
puedes borrar, ya no lo puedes olvidar, ya nadie tal vez lo
olvidará, pero tú y nadie más que tú,
necesitas aprender a hacer algo importante con esos fracasos del
pasado, y tienes variables
opciones, - Usarlos para que destruyan de por vida tu
autoestima, y
te castiguen con los sentimientos de culpa que le
corresponde. - Usarlos, para pasar la vida
reprochándole a alguien, el que te haya hecho
fracasar. - Hacer que alguien tenga que pagar por tus
fracasos, tenga o no tenga la culpa. - Hacer que otros se
beneficien de tus fracasos, que aprendan de ti, para que no
sufran lo que sufriste, y que no tengan la oportunidad de errar
en lo que tú erraste.
Sin duda alguna, lo mejor que tu puedes hacer por ti, es
ayudar a los demás, a que se anticipen a los posibles
errores que podrían cometer, los cuales cometiste tu por
ignorancia, y por no contar con esa ayuda.
Cuando tu hayas ayudado a otro, sentirás una
satisfacción tan grande, que hará que tus
sentimientos de tristezas por tu fracaso, sean cada vez menos
importantes, mientras mas beneficies a otros, mas te
estarás autosatisfaciéndote, en relación a
tus consideraciones acerca de tus fracasos.
Regálate
oportunidades
Capítulo anterior: 1 – Valoriza tus
fracasosCapítulo siguiente: 3 – Recupera el tiempo
perdido
No hay cosas más gratificantes que los regalos y las
oportunidades, pero todos estamos acostumbrados a desear los
regalos que nos puedan dar los demás, y a las
oportunidades que nos pudiesen dar los demás.
Pero, podemos irnos despidiendo de esa idea preconcebida, e
irnos relacionando con la idea de que tan agradable es recibir
regalos de nosotros mismos.
No hay regalos más sinceros que los que salen de un
alma que ama,
y después de Dios, no habrá nadie que nos pueda
llegar a amar tanto, como nosotros mismos.
A veces sabemos que sinceras son las personas que nos regalan
tanto obsequios como oportunidades, otras veces nos quedamos con
las dudas si hubo o no intenciones ocultas, en otras situaciones,
llegamos a confiar en la sinceridad de las personas que nos
dieron regalos u oportunidades, y resulta que fue para conseguir
algo de nosotros.
Página siguiente |