La consolidación de las estructuras urbano-arquitectónicas en Cuba durante el período de 1900-1930
- Resumen
- El
proceso de modernización de la ciudad de La
Habana - El
plan de J.N.L. Forestier y la imagen de La Habana
metrópolis del Caribe - Principales
edificaciones monumentales de este
período - Estilos
predominantes de este período - Conclusiones
- Bibliografía
Resumen
El siglo XIX constituye una etapa importante en el
ámbito constructivo cubano marcado por un indeleble matiz
neoclásico, destacándose el uso de grandes
pórticos, soportes alquitrabados y la disminución
de las impresionantes dimensiones de los elementos funcionales y
compositivos, debido a los cambios vertiginosos de las
funcionalidades. En este siglo se observa un verdadero avance en
el desarrollo del
comercio con
el auge de la Industria
Azucarera, que si adquiere un importante puesto en el contexto
arquitectónico de la época, conjuntamente con esto
la fundación de otras villas en el interior del
país, lo que tuvo una gran repercusión en la
aparición de las primeras líneas férreas y
desarrollo de caminos, estas mensajeras de la
civilización, influyeron directamente en el contexto
urbanístico y arquitectónico de las ciudades que se
formaron en los primeros años. En el ámbito
político de los gobernantes promovieron en La Habana
numerosas construcciones, redes de paseo que
influyeron positivamente en la arquitectura de
la época. Así cierra el siglo XIX con una filosofía arquitectónica diferente a
la de los demás siglos, pero constituyó un aporte
significativo en los albores del XX, que aprovechó toda
esta corriente neoclásica satisfactoriamente
combinándola con los estilos que le depararía el
futuro a la arquitectura cubana, consolidándose las
estructuras
urbano arquitectónica en el período de 1900-1930
donde se lleva a cabo un fuerte movimiento
constructivo, fundamentalmente en La Habana. Será un
período de grandes obras públicas, reflejo de la
megalomanía de Machado, que pretende convertir a la
capital en la
París "tropical".
Introducción
En Cuba de forma
similar al resto de los países latinoamericanos se
comienza a desarrollar la configuración del contexto
urbano representativo de la burguesía republicana, que
asume el poder
político a comienzos de siglo. Las cuantiosas riquezas
acumuladas del período de las "vacas gordas" se invierten
en la construcción de lujosos palacetes; por su
parte el Estado
comienza a sustituir la modesta trama de la estructura
urbana colonial por lujosos edificios eclécticos
monumentales.
Para la nueva reforma urbanística de la ciudad de
La Habana, Machado hace llamar al urbanista francés J. N.
L. Forestier y le encarga el Plan Director,
tiene como objetivo
primordial homogeneizar la ciudad a partir de los códigos
Beaux Arts.; establecer ciertas directrices para las
nuevas zonas de desarrollo, definir los focos funcionales y
monumentales básicos y crear un sistema verde a
escala
metropolitana, este proceso
urbanístico se diseña de manera tal que existiera
un límite entre La Habana Colonial y la Nueva Habana, en
este plan se localizaban grandes construcciones monumentales como
el Capitolio, esta construcción que constituye el primer
edificio monumental de la
República, uno de los seis palacios más
importantes del mundo y también uno de los primeros en su
clase.
Incluido entre las treinta y ocho obras arquitectónicas
consideradas Patrimonio
Monumental del Caribe, resulta asombroso pensar que el terreno
donde se encuentra asentado actualmente fuera una gran
ciénaga donde sus moradores vertían a diario los
desperdicios de la ciudad, en esta área también se
construyeron Edificios Públicos, etc. y se localizaba el
Ring de La Habana, Machado con todo este movimiento
arquitectónico y urbanístico pretendía hacer
de La Habana "La Metrópolis del Caribe".
Con toda esta renovación manifestada en este
período la unidad de los códigos eclécticos,
mantenidos hasta finales de la década del 20 comienza a
resquebrajarse debido a los movimientos de vanguardia en
Europa. A
mediados de esta década se produce la aparición del
Art- Decó donde se destaca como máximo exponente el
Edificio Bacardí catalogado por los expertos joya del
Art-Decó cubano, este estilo arquitectónico
constituyó el elemento de transición hacia
manifestaciones más actuales y auténticas, en la
búsqueda de una nueva utilización de los
componentes coloniales, el monumental – moderno aplicado a las
obras del Estado,
viviendas y edificios públicos. En esta etapa se realiza
la construcción de una obra de Ingeniería
Civil de gran envergadura, por su importancia en el
desarrollo de la urbanización del país y en
la
comunicación del resto de las provincias del interior
con la capital, esta obra es la Carretera Central, una
construcción que posibilitó el desarrollo
urbanístico de muchos pueblos y ciudades del
país.
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