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José martí y el discurso histórico-literario en la revista venezolana (página 2)




Enviado por MSc. Jorge N Campos R



Partes: 1, 2, 3

Todo hecho histórico está dado por
realidades concretas, donde intervienen los factores existentes
en la sociedad,
quienes nunca nos llegan en estado puro y
en donde el historiador o investigador de lo social para tener
acceso a la comprensión de los mismos necesita de una
imaginación
comprensiva-reflexiva
[6]

que le permita abordar el problema histórico. Sin
olvidar uno de los postulados expuesto por el insigne maestro
Marc Bloch en
su "Apología de la Historia" o
"Introducción de la Historia",
quien acertadamente puntualizaría como legado
teórico-metodológico que "la incomprensión
del presente nace fatalmente de la ignorancia del pasado. Pero no
es, quizás, menos vano esforzarse por comprender el pasado
si no se sabe nada del presente".[7] Lo que da a
entender, que todo estudio social debe ser abordado en la
totalidad de su tiempo,
teniendo el cuidado de no estancarse sólo en el pasado ni
mucho menos quedarse sólo en el presente, estos sin perder
de vista su especialidad concreta y específica.

De igual manera, se consideró lo expuesto por el
historiador mexicano Juan Brom (1982), quien señala, en la
presentación de su obra Para Comprender la
Historia,
que durante el proceso de
investigación "no ha sido ni será
fácil desbrozar el camino para que el hombre
pueda entender científicamente su propio pasado, barriendo
con mitos
cultivados durante siglos".[8] Lo que ha
conllevado a múltiples interpretaciones, tan variada como
el pensamiento
mismo, quizás por la ligereza en que son formulados los
criterios históricos emitidos por el investigador y la
"carencia de espíritu de acoplamiento en la labor
histórica ha sido una de las causas fundamentales del poco
desarrollo de
nuestro espíritu
investigativo"[9].

En otro orden de idea, se puntualiza, en razón de
los señalamientos, antes citados y, con la
intensión de no incurrir en los problemas de
orden metodológico y criteriológico, que el
Problema de Investigación se formuló con la
siguiente interrogante:

¿Cómo se caracteriza el Discurso
Histórico-Literario de José Martí,
expuesto en la Revista
Venezolana?

Centrando con ello, el Objeto de la
Investigación
en El Discurso
Histórico-Literario de José Martí,
y determinando el
Campo de la Investigación en La
Revista Venezolana
, publicada en Venezuela en
1881, durante el gobierno del
autócrata civilizador Antonio Guzmán
Blanco.

Lo que permitió formular como Objetivo de
la investigación
el/lo siguiente:

  • Analizar las Características del
    Discurso Histórico-Literario de José
    Martí expuesto en la Revista
    Venezolana.

Para el desarrollo sistemático de la
investigación se utilizaron las siguientes
preguntas científicas:

  • 1) En qué contexto
    sociohistórico-político se publicó la
    Revista Venezolana.

  • 2) Cómo se vincula el Discurso
    Histórico-literario de José Martí, con
    las corrientes historiográficas presentes en la
    Venezuela del siglo XIX.

  • 3) Cómo se caracteriza el
    Discurso Histórico-literario de José
    Martí, expuesto en la Revista
    Venezolana.

  • 4) Qué sentido y utilidad tiene
    para José Martí el conocimiento y estudio de la
    historia.

De estas preguntas científicas, se efectuaron las
siguientes tareas:

  • 1) Determinación de los aspectos:
    teóricos, metodológicos y
    criteriológicos fundamentales para la
    investigación.

  • 2) Análisis de la
    concepción histórica-historiográfica
    presente en Venezuela para el siglo XIX.

  • 3) Caracterización del contexto
    sociohistórico, político, cultural,
    historiográfico y literario en Venezuela, para el
    momento en que se publicó la Revista
    Venezolana.

  • 4) Caracterización del Discurso
    Histórico-literario de José Martí en la
    Revista Venezolana.

En el aspecto metodológico, la
investigación planteada, se desarrolló bajo los
parámetros o directrices
(técnicos-metodológicos) del método de
investigación dialéctico histórico e
historiográfico. Por ser el método que nos
permitió efectuar la crítica
hermenéutica-historiográfica de la
obra: Periodística e historiográfica-literaria del
apóstol de la revolución
cubana.

En la cual:

a) Se reflejan la concepción histórica de
su pensamiento ideológico, filosófico,
teórico, metodológico,
político-revolucionario, etc., empleado durante el
ejercicio de un "periodismo
distinto" tal como fue definido por Juan Marinello, o como "un
hombre de
tribuna" visto por la chilena Gabriela Mistral,

b) Se podrán captar la transferencia de
pensamientos de generación a generación, pues en
las obras de corte periodístico, histórico o
literario, se reflejan las nociones propias de la sociedad, en
razón de que "en cada época histórica
existe, dentro de un ámbito dado, un sistema de
relaciones inmediatas perceptibles que se despliega en un tiempo
presente y en una dimensión espacial"[10]
determinada, íntimamente relacionadas entre sí, en
la cual José Martí se encuentra inmerso por ser
parte directo o indirecto de ella.

Consciente de ello, compartimos el criterio
teórico-metodológico formulado por el historiador
Británico Edward H Carr (1978), quien advierte a los que
se dedican a la compleja labor del estudio de la
historia
, que cuando es sometida una obra a la
crítica historiográfica "…no
basta mirar el nombre del autor en la cubierta: Hay que ver
también la fecha de publicación en que fue escrita,
porque ello puede resultar aún más
revelador"[11] para el historiógrafo. Esto
debido a que la fecha, como elemento metodológico
cronológico-temporal, se convierte en factor de orden
delimitante, que el investigador no puede dejar a un lado, debido
a que la fecha (tiempo) proporciona datos
referenciales muy puntuales que permiten al crítico
historiógrafo, visualizar en cierta medida la(s)
posible(s) influencias de carácter sociopolítico,
ideofilosófico, cultural, entre otras, presentes en el
discurso sea este de corte historiográfico, literario o
periodístico.

El trabajo
investigativo, como proyección histórica
social, pretende
:

a) Continuar con los estudios de orden
histórico-historiográfico-epistemológico,
etc., que vienen realizando investigadores o estudiosos del
pensamiento martiano, en algunos Centros de Investigaciones,
sean estos en Cuba,
Venezuela, etc. A manera de ejemplo para dar algunos nombres
contamos con investigadores e investigadoras de la talla de los
Doctores y Doctoras: Ramón Losada Aldana, Pedro Pablo
Rodríguez, Alberto Rodríguez Carucci, Salvador
Arias, Carmen Suárez, Ana Sánchez Collazo, entre
otros, quienes desde una perspectiva dialéctica integral
han aportados importantes elementos que permiten aproximarnos al
pensamiento del maestro José Martí.

b) Aportar elementos de orden ideofilosóficos y
políticos que permitan impulsar el proceso de integración de los países de
América, tal como lo visualizaron en su
momento histórico Bolívar y
Martí.

C) Aproximarse al estudio historiográfico del
pensamiento histórico de uno de los más destacados
hombres de los últimos años del siglo XIX como lo
fue José Martí, por considerarlo de vital
importancia para comprender el proceso histórico que se
está gestando hoy día, en el mundo y en lo
particular en el caso venezolano.

Igualmente dentro del orden
académico
, este trabajo pretende facilitar que se
genere un compás de discusión en los distintos
seminarios de estudios de la historiografía y Literatura venezolana y
latinoamericana, en el cual se tome como punto de estudio la
labor periodística, historiográfica, literaria,
entre otras de José Martí. Esta acción
permitiría que se pueda hacer una evaluación
de los estudios históricos de la historiografía y
la Literatura en el país, en el cual se produce una amplia
gama de literatura historiográfica, donde se destaca los
acontecimientos de índole nacional, o que implica entrar
obligatoriamente en el análisis comparativo entre las
características de la historiografía venezolana
para abordar el problema de lo actual y entrar a la interpretación del hecho
histórico-social. Donde la labor investigativa del
historiador se ve afectada como lo apuntara en su debido momento
el maestro Federico Brito Figueroa (1940-2000) de manera
acertada, al considerar que "…el historiador profesional
pisa terreno polémico, porque su labor esclarecedora se
vuelve contra los grupos
sociales, instituciones
y personas económicas y socialmente beneficiados con la
incorporación de Venezuela al mundo regido por los
monopolios internacionales…"[12] hoy
representados e impulsados con/por las nuevas tendencias
económicas que se imponen con la
globalización y liberación
económica.

El Trabajo está estructurado en capítulos
referidos a.

Capitulo I. Se ofrece un acercamiento a la vida y
obra de José Martí, en sus diferentes
facetas.

Capitulo II. Referido al Imaginario
Sociopolítico-cultura de
José Martí, tomando como elemento de estudio
algunas de sus obras.

El Capitulo III. Corresponde al estudio de la
Revista Venezolana. En este capítulo, el
autor somete al análisis crítico los
artículos de José Martí, publicados en la
Revista Venezolana, en sus dos (02) únicos
números.

Por último, durante el Arqueo Preliminar
de Fuentes,
se pudo constatar que en
Venezuela, existen pocos estudios referentes al pensamiento y a
la obra del maestro José Martí. Entre ellos,
podríamos mencionar a manera de ejemplo, los realizados
por el Dr. Ramón Losada Aldana, el Dr. Alberto
Rodríguez Carucci y Mirla Alcibíades. Quienes han
estudiado de manera crítica la presencia de José
Martí en Venezuela y su obra periodística literaria
en la Revista Venezolana.

I PARTE

José
Martí, en diferentes facetas y tiempos históricos
de su vida

Monografias.com

"Breve fue la estancia de Martí en Venezuela,
pero fulminante y de definitiva importancia en su
concepción…" (Fina García Marruz, en la
Nueva Revista Venezolana, 2006, Nº 02,
p.14

CAPÍTULO I

Acercamiento al
pensamiento, vida y obra de José Martí. Aspectos
generales

1.- Contextualización Histórica
Referencial-Biográfica de José
Martí.

2.- Panorámica del Discurso Histórico
Martiano en la Historiografía Venezolana.

1. Contextualización
Histórica Referencial-Biográfica de José
Martí[13]

Consideramos necesario, puntualizar inicialmente en esta
parte del trabajo, que se comparte plenamente el criterio
expuesto por el destacado investigador Cubano, Cintio Vitier
(2006), en su reconocida y clásica obra intitulada
Vida y Obra del Apóstol José
Martí,
en la cual expone lo siguiente

el hombre que vamos a presentar en estas
páginas es de aquéllos que nos obligan a poner en
tensión todas nuestras fuerzas intelectuales
y afectivas. Estas últimas son desde luego las primeras en
acudir, porque la persona de
José Martí, excepcionalmente dotada del don de
conmover y mejorar, se nos entra en el alma mucho
antes de que hayamos podido comprender a cabalidad la
trascendencia de su obra
[14]

Será, a la luz de este
criterio, que nos atrevemos a abordar la figura compleja y
controversial del maestro José Martí, por ello, se
está consciente que Para reconstruir la vida y obra
de José Julián Martí,

necesariamente debemos tratar de "…ubicarla en diferentes
facetas u oficios, en los cuales él, de manera activa y
comprometida desarrolló todo su accionar como ser social,
transformador de la realidad mediata e inmediata en la cual le
tocó participar, de manera individual o colectiva…"
[15]por ser, él parte de un "…
fenómeno social, producto a la
vez que portavoz consciente o inconsciente de la sociedad a que
pertenece, en concepto de tal,
se enfrenta con los hechos (…)
histórico"[16] de la Cuba Colonial, que
comenzó a percibir desde temprana edad.

Hechos que llevan a José Martí, desde su
nacimiento, a enfrentarse a una sociedad, en la cual

la única tradición de gobierno era la
fuerza, la
arbitrariedad y el abuso, ejercido primero sobre los
indígenas hasta exterminarlos, después sobre los
esclavos africanos en cruenta explotación, finalmente
sobre la población criolla, mestiza o no, que en
diversas capas iba formando el
humus[17]social de una nueva
nacionalidad
[18]

Esta realidad, con sus antagonismos sociales,
irían gestando en José Martí, el sentido
sociopolítico-revolucionario, independentista,
caracterizado por todo un arsenal de criticidad, que le
permitiría darse a conocer a la luz pública, con
sus primeros escritos clandestinos, tales como: El soneto
del 10 de Octubre,
el editorial del Diablo
Cojuelo
y el poema dramático
Abdala, en el que, José Martí, nos
presenta "…la prefiguración del conflicto
fundamental (…) con el mundo de la
madre…"[19]

Será en/con estas obras, donde José
Martí, haría publico sus primeras observaciones
contra la represión española del momento, quien con
su participación directa en la agitación habanera
de la década del 68, entraría en la fase de ser
"…un combatiente urbano de la guerra
iniciada por Céspedes"[20] Con lo que, en
palabras de Ramón de Armas,
investigador del Centro de Estudios Martiano, José
Martí, iniciaría su

…largo bregar independentista que lo condujo
de inmediato al presidio político, a los trabajos forzados
de la cárcel, y a un exilio de más de dos
décadas (…) que se extendió, de hecho, hasta
el final mismo de su breve e intensa
vida
[21]

al morir, en una emboscada el 19 de mayo de 1895, a los
42 años de edad, a manos de las tropas españolas,
en Boca de Dos Ríos, al tratar de lograr
la independencia
cubana. Acción con la cual, ha sido bautizado y,
reivindicado por el pueblo antillano como el apóstol de la
independencia cubana.

En su extensa producción
literaria-historiográfica, el apóstol y abnegable
maestro, recoge sus vivencias, que para él serían
de vital importancia, por ser en gran parte el semillero de sus
pensamientos, que nunca fueron abstractos. Será gracias a
sus experiencias, "…las circunstancias vitales, el
contexto histórico y
biográfico…"[22], que permitieron a
Martí interpretar el mundo en su devenir histórico,
con una visión integral, para lo cual toma como punto de
partida el momento histórico, en que se efectúa en
el continente americano el proceso de "Violencia
Cultural", conquista y
colonización
por el imperio español,
quien toma por asalto al territorio[23]Con lo que
se daría inicio a las acciones
más violentas y genocidas, en cada uno de los espacios
originarios.

Este hecho, lo describe José Martí, de la
siguiente manera:

Unos hombres envueltos en túnicas negras
llegaron por la noche y se reunieron en una esmeralda inmensa que
flotaba en el mar.

¡Oro!
¡Oro! ¡Oro! dijeron a un tiempo, y arrojaron las
túnicas, y se reconocieron y se estrecharon las manos
huesosas y movieron saludándose las cadavéricas
cabezas[24]

Esta acción de rapiña, es reseñada,
por José Martí, en las dolorosas y controversiales
páginas de el Presidio Político en
Cuba,
publicado en Madrid en
1871, en las cuales, nos presenta "…el testimonio y la
denuncia que brotan del conocimiento
directo, abismal, de la colonia"[25]
española, vividos en carne propia, durante su
confinamiento en el Presidio Departamental de La Habana, sitio
que marcará de por vida al joven revolucionario, de tan
sólo 16 años de edad. En el que sería objeto
de las más crueles acciones y maltrato alguno, que ser
humano pueda ser sometido. Pero al mismo tiempo, el presidio,
sería para Martí, el espacio que le permitió
madurar a pasos gigantescos y poder
consolidar: a) Una alta formación ideológica, b) Un
amplio sentido de solidaridad, c)
Una gran acción humanista, y d) Su más ferviente
obra de amor, por su
disposición de servicio, a
pesar de las circunstancias más contradictorias y
adversas.

A José Martí, le correspondió
vivir, gran parte de la segunda mitad del Siglo XIX, tiempo
histórico en el cual, fue actor principal, de los hechos
que impulsaron el proceso de independencia cubana, al igual, que
fue testigo de los hechos constitutivos del imperialismo
de los Estados Unidos de
Norte América. Convirtiéndose desde el mismo
momento en su principal adversario, en el orden teórico,
ideológico y militante revolucionario, a favor de los
pueblos de Hispanoamérica.

Para la comprensión lógica
del ideario: Social, Ideofilosófico,
Político-militar, Histórico-literario, entre otros,
del apóstol de la revolución
Cubana, –José Julián
Martí- 
expuesto en cada una de sus obras de
corte histórico-literario y crónica social,
por ahora conocidas– se considera, que una de
las condiciones básicas que debe seguir cualesquiera
investigador que se dedique al análisis de su pensamiento
es la aplicación rigurosa del método
histórico dialéctico
crítico-historiográfico
, con una
visión holística integral, contextualizada en su
tiempo y en su espacio. Debido a que, tal como señalara el
siempre recordado maestro venezolano, Dr. Federico Brito
Figueroa

Ningún fenómeno puede estudiarse sin
conocer su historia completa en una unidad espacio-tiempo, sin
considerar las causas que lo originan y los elementos que
concurren a producirlo como consecuencia de un proceso de
desarrollo interno, de las influencias exógenas y de los
fenómenos que con él
coexisten.
[26]

El método histórico
dialéctico crítico-historiográfico,

como método de investigación
social, permite penetrar –literalmente hablando- en las
zonas intrínsecas del pensamiento del
autor[27]Quien expresa su condición
teórica-metodológica y literaria, etc., en una gran
discursiva historiográfica-literaria en cada una de sus
producciones.

En razón de ello, quien se dedique al estudio
serio y sistemático de cualquier obra de un: Historiador,
escritor, o en nuestro caso particular a la(s) obra(s) de
José Martí, debe poseer como herramienta
metodológica básica, el "criterio de la duda", que
lo lleve a la indagación insaciable. No olvidemos que este
fundamento, es en cierta medida uno de los postulados esenciales
aportado por el historiador francés Marc Bloch, quien en
su clásica y obligatoria obra de consulta
Introducción a la Historia, señala
que "…hace mucho que se está de acuerdo en no
aceptar ciegamente todos los testimonios históricos
(…) no todas las narraciones son verídicas y, a su
vez, las huellas materiales
pueden ser falsificadas"[28] por lo implacable del
tiempo, o por intereses particulares e institucionales del
momento.

Con esto, no es que se quiera decir ni señalar a
José Martí como un falsificador o
falseador de la realidad histórica, que él
observó e impulsó en los diferentes roles, que tuvo
que ejercer, en aquellos espacios en los cuales activó de
manera consciente, directa e indirectamente. Ni mucho menos, se
quiere plantear que alrededor de la figura de Martí se ha
tejido una falsa historia. Todo lo contrario, tan sólo se
quiere advertir a los noveles investigadores que se quieran
acercar a la complejidad del Pensamiento Martiano
a no caer en falsos prejuicios[29]A que
estén claros que el medio científico dominante, ha
creado una falsa y engañosa neutralidad
ética
, al pretender que el investigador de lo
social, se vea ajeno o aislado del hecho, actor(es) y al momento
histórico investigado.

Pero recuérdese siempre, tal como diría
Martí, que "los hombres no pueden ser más perfectos
que el sol. El sol
quema con la misma luz con que calienta. El sol tiene manchas.
Los desgraciados no hablan más que de las manchas. Los
agradecidos hablan de la luz"[30] y esa luz
radiante la encontramos en la obra, y en la acción
revolucionaria de Bolívar, Martí, San
Martín, Hidalgo, El Che, entre otros. Estos por
nombrar tan solo a manera de ejemplo algunos de reconocida
trayectoria, vinculados por los hilos de la historia con un mismo
objetivo,
la libertad y la
Independencia Absoluta de sus pueblos.

2.- Panorámica del Discurso
Histórico Martiano en la Historiografía
Venezolana.

"El discurso histórico, se mantiene en constante
dinamismo, tal como lo evidencian los cambios en el criterio de
la periodización, los temas centrales de
investigación y en las categorías o definiciones
formuladas por los investigadores…"[31] de
las ciencias
sociales e históricas. Ello ocasiona que se realice el
estudio reivindicativo de muchos hombres y mujeres que quedaron
en el anonimato, por una historiografía castradora y
distorsionada de nuestra realidad cotidiana que responde tan solo
a los intereses ideológicos de los grupos de poder
económico y bélicos del momento.

José Martí, acumuló toda una basta
experiencia, en razón de la cotidianidad del momento y de
los días tormentosos y dolorosos que le tocó vivir
en el presidio, lugar en el cual, presenció y
padeció en carne propia los horrores más terribles
que ser humano pueda estar sujeto. Bajo estas condiciones, bajo
las marcas
psicológicas dejadas en él, estaría
–el joven- Martí, fortaleciendo su alma y su
espíritu, donde quedarían huellas imborrables, que
permitirían ir construyendo un discurso
sociohistórico-político, transformador de la
realidad. Estas serían recogidas en un conjunto de
cartas,
relatos, versos y artículos, pero principalmente en
El Presidio Político en Cuba (1871), obra
en la cual nos dice:

Dolor infinito debía ser el único
nombre de estas páginas.

Dolor infinito, porque el dolor del presidio es el
más rudo, el más devastador de los dolores, el que
mata la inteligencia,
y seca el alma, y deja en ella huellas que no se borrarán
jamás[32]

Serán bajo estás circunstancias
"…que Martí descubre o confirma y consagra
(…) el sentido misional de su
vida…"[33] con lo cual pudo comprender, que
él por ser

…hombre de su tiempo, factor histórico
individual de los problemas
sociales de su tiempo y de su sociedad, no puede eludir la
comprensión del presente para penetrar con más
fuerza y certeza en la explicación del pasado. No puede
aislarse de las pugnas sociales de su
tiempo…
[34]

Y es, en esta afirmación de orden teórico,
metodológico e ideológico dada por el maestro
venezolano Dr. Federico Brito Figueroa, donde encontramos, de una
u otra forma reflejado, la visión del pensamiento y
discurso histórico de José Martí, quien sin
ser Historiador profesional, supo, muy bien entender la
importancia del conocimiento histórico como arma de lucha
social que le permitiera impulsar a través de un
Discurso Sociohistórico
Político-Liberador
en su obra
periodística, literaria e historiográfica el
proceso independentista cubano[35]

"La producción historiográfica
tradicional, en sus diferentes espacios, desde sus inicios se ha
utilizado como la vía que justifique la reminiscencia de
un pasado avasallador de la sociedad"[36]. Es por
ello que el discurso historiográfico positivista "se ha
caracterizado por la carencia de articulación entre los
distintos elementos que han intervenido en la conformación
del proceso
histórico…"[37].

En los actuales momentos, esta visión
historiográfica ha sido una de las más
cuestionadas, por una crítica historiográfica
revisionista, disidente y militantes de la historia-ciencia, que
llama a ver a los grupos sociales populares, hombres y mujeres
del "pueblo llano" que permanecían marginados de todo
proceso histórico o en su defecto en el anonimato, nunca
vistos por la historiografía tradicional como seres
hacedores de los hechos histórico, de quienes

Podríamos decir que se trata precisamente de
aquellos de los que siempre se habla, pero que nunca han podido
tomar la palabra y que han sido relegados a causa de su
condición social, su origen étnico, su género, su
edad, su irreverencia ante el
sistema
[38]

de dominio al olvido
histórico, y que hoy más que nunca exigen su
presencia en los espacios que antes les habían sido
negado, al desconocerle su rol protagónico en el quehacer
histórico. En razón de ello, creemos firmemente que
el maestro José Martí, ha sido uno de los que ha
padecido los embates de esa historiografía, falseadora y
distorsionadora de los hechos, en los cuales él tuvo gran
trascendencia, al mantener una continuidad en el Discurso
Histórico por él empleado con visión
unitaria y premonitoria.

II PARTE

Aproximación al imaginario
sociopolítico, cultural de José
Martí

Monografias.com

"Extraña a todo género de prejuicios,
enamorada de todo

mérito verdadero, afligida de toda tarea
inútil, pagada

de toda obra grandiosa, la Revista Venezolana
sale

a la luz." (José Martí,
"Propósitos" en Revista
Venezolana

(Edición
Crítica)
de Ramón Losada Aldana, 1993,
p.33

CAPÍTULO II

IMAGINARIO SOCIO-POLÍTICO CULTURAL
MARTIANO

1.- Visión Panorámica del
Pensamiento Martiano, con Referencias a Sus Obras.

José Martí, es considerado como uno de los
pensadores Americanos más importantes del siglo XIX, por
su legado literario, por sus Ideas de Revolución Social,
su concepción anticolonialista y antiimperialista, que lo
llevaron a peregrinar por gran parte del Continente, por el cual,
llevó consigo, no sólo la preocupación por
los problemas de Cuba, sino al igual que estar preocupado por el
"…destino confuso e incierto que las manifestaciones
imperialista de los Estados Unidos de América amenazaban
imponer a las jóvenes repúblicas
hispanoamericanas"[39] a través de la
aplicación de los principios de la
Doctrina
Monroe, declarada en diciembre de 1823, con la que "los
Estados Unidos quedaban autorizados, (…) para apropiarse
de Tejas, California, Oregón, Cuba, Puerto Rico y
Panamá,
territorios "complementarios" de la gran república
continental de
Norteamérica"[40].

Esta política expansiva,
fue visualizada en su tiempo por Simón Bolívar,
recordemos aquel pensamiento lapidario, expuesto en comunicación enviada a Patrick
Campbell
, encargado de negocios de
Inglaterra en
Bogotá, escrita en Guayaquil, aquel 5 de agosto de 1826 en
la cual expresa: "Los Estados Unidos, (…) parecen
destinados por la Providencia para plagar a la América de
miserias a nombre de la Libertad"[41]. En este
pensamiento, se deja ver claramente la visión
antiimperialista de Bolívar, que "…se mantiene no
nada más en contra de los viejos imperios –enfermos
imperios como el español o el imperio portugués-,
es la lucha por la libertad de un pueblo y por la libertad de los
pueblos"[42]

De la misma manera, que Bolívar, el
apóstol cubano, entiende el proceso histórico que
le tocó vivir, a finales del Siglo XIX, tiempo en el cual,
"… se estaba dando un conjunto de procesos en el
plano de las transformaciones del capitalismo
que lo van llevando a lo que sería bautizado ya en el
siglo XX como "imperialismo""[43]. Recordemos que
para los años de 1889 y 1891, los Estados Unidos de Norte
América, demostraron por sus representantes en la
Conferencia Internacional Americana, en la
Conferencia Panamericana y en la
Comisión Monetaria Internacional
Americana
, sus ansias rapaces, de expansión y
dominio absoluto del Continente,[44] en donde
quedan al descubiertos sus intenciones, al pretender imponer por
la fuerza una unidad monetaria común -de plata-, para ser
utilizada en las transacciones comerciales entre todos los
ciudadanos de los estados hispanos de América.

En razón de tal actitud,
José Martí, quien ejerció como delegado por
el Uruguay,
señaló en informe
presentado el 30 de marzo de 1891, los pormenores de tales
proposiciones[45]Igualmente, con gran claridad y
visión premonitoria, señaló en la
Revista Ilustrada de Nueva York, en mayo de 1891,
lo siguiente:

Quien dice unión económica, dice
unión política. El pueblo que compra, manda. El
pueblo que vende, sirve. Hay que equilibrar el comercio, para
asegurar la libertad. El pueblo que quiere morir, vende a un solo
pueblo, y el que quiere salvarse, vende a más de uno. El
influjo excesivo de un país en el comercio de otro, se
convierte en influjo político. (…) Cuando un pueblo
fuerte da de comer a otro, se hace servir de él. Cuando un
pueblo fuerte quiere dar batalla a otro, compele a la alianza y
al servicio a los que necesitan de él. Lo primero que hace
un pueblo para llegar a dominar a otro, es separarlo de los
demás pueblos.[46]

En razón de ello, Raúl Fornet-Betancourt,
en artículo publicado en la Web,
reseña que José Martí,

… con una claridad política
extraordinaria advirtió a los pueblos hispanos de
América sobre las "razones ocultas" de la
invitación a la unidad formulada por el gobierno de los
USA. Por su contenido, este texto puede
ser considerado como la primera denuncia seria del imperialismo
norteamericano, y como un genial avance de la moderna teoría
de la dependencia.

Estas preocupaciones, -de José Martí-, le
otorgaron ser considerado por los estudiosos de su pensamiento y
obra como el continuador del Ideario "…de Simón
Bolívar y otros próceres de la lucha
hispanoamericana por la independencia"[47], en
contra de potencias extranjeras que se caracterizan por ser,
-como él, las llamó- un "águila
ladrona".

Al acercarnos al pensamiento martiano, llama la atención la concepción de
libertad, patriotismo, autoctonía, dignidad,
ética y
moral
entre otras, que poseía y
practicó José Martí, a lo largo de todo su
accionar. Con la que mantuvo siempre una visión
revolucionaria-militante comprometido con los sectores populares.
Todas estas ideas, están recogidas de manera
ejemplarizantes, en su legado literario, -por ejemplo- en la
Edad de Oro, obra en la cual resalta, en uno de
sus pasajes, intitulado Tres Héroes, que
la "libertad es el derecho que todo hombre tiene a ser honrado, y
a pensar y a hablar sin hipocresía"[48],
quien "… debe ser, por lo menos, tan
decoroso…"[49] Pero "cuando hay muchos
hombres sin decoro, hay siempre otros que tienen en sí el
decoro de muchos hombres"[50]. Estos hombres
(Bolívar, San Martín, Hidalgo), para José
Martí, son sagrados, y a quienes "se les deben perdonar
sus errores, porque el bien que hicieron fue más que sus
faltas"[51]. Con estas ideas,
Martí deja por sentado su visión de ética
política y moral
revolucionaria.

Será, esa misma ética política, esa
moral revolucionaria y ese sentido patriótico, que impulsa
con claridad ideológica a José Martí, a
firmar el 25 de marzo de 1895, junto a
Máximo Gómez, el denominado Manifiesto de
Montecristi[52]una vez que ya habían dado
comienzo las hostilidades contra el poder colonial español
dos días antes (mediante el grito de Baire, origen de la
fase definitiva de las guerras de
Cuba por su independencia).

En este Manifiesto, se recoge una gran carga
ideológica revolucionaria, en el cual, Martí,
presenta todo un tratado sociológico del porque de la
guerra, y en donde señala al pueblo cubano, en sus
últimos párrafos con gran pertinencia y
contextualización del momento histórico, lo
siguiente:

Hoy, al proclamar desde el umbral de la tierra
venerada el espíritu y doctrinas que produjeron y alientan
la guerra entera y humanitaria en que se une aún
más el pueblo de Cuba, invencible e indivisible,
séanos lícito invocar, como guía y ayuda de
nuestro pueblo, a los magnánimos fundadores, cuya labor
renueva el país agradecido, -y al honor, que ha de impedir
a los cubanos herir, de palabra o de obra, a los que mueren por
ellos.[53]

Por tanto, consideramos que el hombre es el actor
principal de la historia, creador, transformador y reproductor de
su modo de vida.

Y sobre ello, José Martí, estuvo siempre
consciente de su accionar revolucionario, esa visión, es
lo que lo lleva en sus últimos años de vida
(1892-1895) a dedicarse por entero a la Revolución Cubana
y a Fundar el Partido Revolucionario Cubano, del que es elegido
dirigente principal, al igual que editar como órgano de
expresión, revolucionaria al periódico
Patria[54]

El historiador Cubano, e investigador del Centro de
Estudios Martiano, Ibrahim Hidalgo Paz, en el ensayo
titulado Patria: Órgano del Patriotismo Virtuoso y
Fundador
publicado en la obra compilada El
Partido Revolucionario Cubano y Patria. Trincheras de
Ideas
[55]nos señala que

… José Martí y sus más
cercanos colaboradores se propusieron dar vida a un medio de
difusión de los fundamentos del aparato político
que se organizaba, un periódico que llevara en sus
páginas el mensaje de aliento y combate para el cual ya no
bastan los discursos y
las cartas; se propusieron levantar una trinchera de ideas, que
en aquellos momentos de gestación era más
importante que trincheras de
piedras
[56]

Con este proyecto de
difusión e información y a la vez medio de
formación ideológica, provoca, que Martí, se
aleje un poco del trabajo literario, y le de mayor importancia a
la lucha revolucionaria al impulsar en las páginas de
Patria la llamada "Guerra Justa y
Necesaria".

De la gran obra literaria, -martiana- legada a la
humanidad, podríamos señalar a manera de ejemplo
las siguientes: a) Nuestra
América
[57]a quien por su
importancia le dedicaremos algunas líneas en
párrafos subsiguientes) publicada por primera vez en la
Revista Ilustrada de Nueva York, el 1º de
enero de 1891 al igual que el 30 de enero del mismo año es
publicada en la ciudad de México, en
El Partido Liberal; b) El Diablo Cojuelo
(1869), La Patria Libre (1869)
(Esta Publicada a los 16
años), Abdala y una amplia
producción periodística, con la que cultivó
y marcó, José Martí, el género de la
Crónica.

Esto, por estar sujeto a esa relación
indisoluble: Sociedad-Individuo-Tiempo-Espacio, ligados en
absoluto, a su concepción de vida revolucionaria,
caracterizada en el hecho de que "Hacer, es la mejor
manera de decir"[58].
Relación que
muy bien José Martí, supo apreciar
y plasmar en cada una de sus obras; sean éstas de corte
historiográfica, literaria, crónicas sociales o
periodismo de opinión[59]En las cuales
demostró, tener una gran capacidad crítica
analítica del hecho-fenómeno histórico a ser
historiado.

El investigador José Antonio Portuondo,
señala que

la gran producción periodística de
Martí se va a producir a partir de 1880, en los Estados
Unidos, recién llegado a Nueva York, después de un
agitado periplo por Guatemala,
Cuba, a donde regresara aprovechando la amnistía dictada
tras la Paz del Zanjón que liquidó la Guerra de los
Diez Años (…) Martí comienza a colaborar en
The Sun, el
periódico de Charles A.
Dana…
[60]

Resalta de la faceta,
periodística-, de José
Martí, la manera como él concibió el oficio,
al mantener una constante visión de alerta y de
análisis crítico, referentes a algunos hechos de la
cotidianidad social, económica, política, cultural,
etc., de los países hispanoamericanos principalmente,
todos, abordados con objetividad y transparencia. En una
época en la cual resaltaba más en el medio lo
subjetivo, y lo fabulado. Sobre la base de este
señalamiento, nos comenta el Dr. Alberto Rodríguez
Carucci, que "con este impulso transformador, el periodismo se
incrementó al mismo tiempo que muchos escritores,
desligados progresivamente de las estructuras de
poder que antes los cobijaban, como el Estado o
las instituciones educativas y eclesiásticas; tuvieron que
iniciar una forzosa profesionalización…"[61]
para lograr con ello una etapa de actualización literaria
tanto en la escritura como
hasta en la manera de leer, lo que conllevaría al inicio
del discurso crítico moderno en Latinoamérica.

José Martí, fue un notable colaborador en
muchos periódicos y revistas en diferentes países
del continente, "era un hombre de una curiosidad
periodística tremenda, y que siempre tuvo un punto de
vista, una perspectiva bien clara…"[62] a
favor siempre "…de los pobres de la tierra y la
del sentido de autoctonía
latinoamericana"[63] recogida ampliamente en su
obra Nuestra
América
[64]Obra que, por su estilo
de lenguaje
metafórico y la manera de describir y analizar las
realidades sociales y culturales que embargan a los pueblos de
América, pueda llegar a deslumbrar "…en exceso las
pupilas poco acostumbradas a esa fusión
típicamente martiana del análisis
político y la expresión
poética"[65]

En Nuestra América, José
Martí, nos ofrece una visión crítica,
dirigida hacia aquellos que aceptan de manera "ingenua" la
visión de dar "…por bueno el orden
universal…"[66], representando por el
"águila ladrona" con tal de que sus
intereses particulares se protejan y alcancen algunos beneficio.
"…sin saber de los gigantes que llevan siete leguas en las
botas, y les pueden poner la bota
encima…"[67], con la única
intención de esclavizarlos. De la misma manera,
José Martí, de manera tajante y crítica,
visualiza al "Aldeano Vanidoso", y lanza un llamado a los pueblos
a conocerse y a abandonar pleitos entre hermanos para poder
luchar juntos, pues "estos tiempos no son para acostarse con el
pañuelo a la cabeza, sino con las armas de
almohada…"[68] para estar prestos al
combate necesario.

Es de resaltar que en estás citas, se percibe a
un Martí, preocupado, con una visión premonitoria
por la amenaza inminente, que asecha a los pueblos de
América, en razón de ello recurre a un conjunto de
imágenes, con la que de manera magistral se
permite alertarnos, del eminente peligro que nos
asecha.

A manera de ejemplo, nos encontramos con la figura
alegórica del tigre, el cual se aleja
cuando es espantado con fuego pero regresa de noche, por ello nos
alerta, diciendo que "cuando la presa despierta, tiene al tigre
encima"[69]. Ese tigre, utilizado
alegóricamente como recurso literario, representa a los
Estados Unidos de Norte América, aunque omite nominarlo de
manera directa. Igualmente lo comparó en otros de sus
ensayos con un
águila ladrona, que espera tan solo, el
momento preciso para apoderarse de los recursos, que no
le pertenecen.

Pero, José Martí, al mismo tiempo nos
presenta una visión optimista al señalar
esperanzadamente que

estos países se salvarán, porque con el
genio de la
moderación que parece imperar, por la armonía
serena de la naturaleza, en
el continente de la luz, y por el influjo de la lectura
crítica que ha sucedido en Europa a la
lectura de
tanteo y falansterio en que se empapó la generación
anterior, _le está naciendo a América, en estos
tiempos reales, el hombre real
[70]

José Martí, a lo largo de su ensayo,
enuncia su posición ideológica y su
convicción de establecer y aseverar la identidad
latinoamericana, pronunciándose claramente a favor de su
autonomía, con lo cual sugiere que esta se extienda a toda
América desde, Río Bravo hasta la tierra de
fuego.

Consideramos, que en "Nuestra
América
", se refleja todo un conjunto de
experiencia acumulada por José Martí, en sus
años de peregrinación, durante sus viajes a
México, Guatemala, Venezuela y Estados Unidos de Norte
América. Por lo cual, Martí, con gran
decisión y compromiso social de servicio, deja ver en su
discurso literario su intención política, por ello,
no se encuentra una simple intención didáctica, ni mucho menos la
pretensión de querer "enseñar Historia", a pesar
que se demuestra, un profundo conocimiento de la realidad
sociocultural de los países latinoamericanos, que le
permitió, entender con claridad, las pretensiones
imperialista de los Estados Unidos.

Por ello, a lo largo del ensayo, José
Martí, enuncia un conjunto de sentencias, lo cual refiere
convicción y valores
ético y de autodeterminación de los pueblos. Pero,
su discurso, es un poco más persuasivo que
demostrativo.

José Martí, dirige su obra, a un lector
americano amenazado por no llegar a ser gobierno de su propio
país, quien se encuentra amenazado por "fuerzas
extranjeras
", amenazado por "por quien no lo
conoce".
Así, se explica el recurso de
imágenes intensas condenando a algunos personajes. Por
ello arremete con fuerza, en contra de los gobiernos incultos,
desinformados y denuncia, a los "…nacidos en
América, que se avergüenzan, porque llevan delantal
indio, de la madre que los crió, y reniegan bribones, de
la madre enferma, y la dejan sola en el lecho de las enfermedades"[71].

En "Nuestra América",
Martí plantea la necesidad de un buen gobierno, en el que
se mantengan "… el equilibrio de
los elementos naturales del país"[72]. Un
gobierno que nace de la propia identidad
nacional, aludiendo de manera particular a los pueblos
Latinoamericanos y denota un patriotismo y nacionalismo
intenso, pero racionales.

Por último, al analizar, el título de la
obra, consideramos, que desde él, Martí, nos deja
ver su posición y lugar ideológico desde el cual
habla: Nuestra América. Esta
posición, americanista la manifestará
reiteradamente, al señalar los peligros que corre
Nuestra América en toda su obra. Por lo
cual, en el texto, exhibe el maestro, un fuerte código
ético, en el que resalta el honor, la virilidad, la
lealtad, el patriotismo y el valor
. Expone la posible
solución a nuestros problemas, a nuestros conflictos de
identidad, al señalar "Conocer es resolver. Conocer
al país y gobernarlo conforme al conocimiento, es el
único modo de liberarlo de
tiranías"[73].

III PARTE

José
Martí y la revista venezolana

Monografias.com

Cuentan que un viajero llegó un
día a Caracas al anochecer,

y sin sacudirse el polvo del camino, no
preguntó dónde se comía

ni se dormía, sino cómo se
iba a donde estaba la estatua de

Bolívar. Y cuentan que el viajero,
solo con los árboles
altos y olorosos

de la plaza, lloraba frente a la estatua
que parecía que se movía,

como un padre cuando se le acerca un hijo"
José Martí, "Los tres Héroes"

en La Edad de Oro (Obras
Completas), Vol. 18,

(Edic.., Digital) Centro de Estudios
Martianos, La Habana

CAPÍTULO III

JOSÉ MARTÍ Y LA REVISTA
VENEZOLANA

1.- José Martí. Un Maestro
Peregrino.-

2.- Acercamiento a la Revista Venezolana, de
José Martí.

1.- José Martí. Un Maestro
Peregrino

Hemos señalado en párrafos anteriores el
constante peregrinar de José Martí. Esta
acción quizás podría ser considerada como
una de sus facetas en su accionar de vida revolucionaria, que
conllevó en él a alcanzar sobre la marcha, -en el
proceso-, la madurez y consistencia necesaria de su pensamiento y
formación ideológica-política al igual que
en su producción literaria.

Nos comenta el investigador cubano, Ramiro Valdés
Galárraga, en ensayo publicado en la Revista de la
Sociedad Cultural José Martí,
Honda, en su Nº 21 del año
2007, intitulado Martí, Viajero
Incansable,
la relación de viajes que dio
José Martí, durante su vida. Pero dejemos en
palabras del autor, que nos reseñe el trayecto recorrido,
por el apóstol, dando inicio a su peregrinar.

Durante su corta vida, nuestro héroe Nacional
realizó 229 viajes, de ellos 65 marítimos y 164
terrestres. Como cuestión significativa, su primer viaje
en 1857, a los cuatro años, en que cruzó el
Atlántico rumbo a Valencia, España,
acompañado de sus padres y de su hermana La Chata y Ana,
cuando visitó la tierra en que vio la luz Mariano
Martí Navarro, fue el más largo, duró
setenta y cinco días; mientras que, el último, el
más corto, que lo condujo en unión de Máximo
Gómez, Paquito Borrero, Ángel Guerra, César
Salas y Marcos del Rosario , desde Gran Inagua, en las Bahamas,
el 11 de abril de 1895 a Playitas de Cajobabo, para incorporarse
a la "guerra necesaria", y entregar posteriormente su vida
combatiendo en Dos Ríos por la libertad de Cuba,
paradójicamente, apenas duró trece
horas
[74]

"Sin duda alguna, todos los viaje de José
Martí, fueron importante, necesarios, a veces ineludibles,
pero, entre ellos, hay algunos que merece especial mención
por las características, emociones y
particularidades que significaron para su
vida"[75], de venir de una vida social
frívola, como la de Nueva York, para compartir en una
sociedad, cálida, cargada de una alta trayectoria
histórica, por ser la cuna del Libertador.

Será en este peregrinar, que encontramos, en la
Venezuela Guzmancista del año 1881, la presencia de
José Martí, quien "…venía de Nueva
York, de donde había salido el 8 de enero, en el vapor
"Felicia", en un viaje que –según escribió
él mismo- duraba doce días, con escala en Curazao
y Puerto Cabello
para llegar a la Guaira"[76] el 20 de
enero.

Se resalta de este viaje, todo el conjunto de
impresiones que Martí pudo captar a su paso, las cuales
fueron recogidas en sus notas de viajes, hechas durante su
travesía desde la ciudad de Nueva York hasta
Caracas.

Tal es el caso, que Martí, una vez que deja
Curazao, y se aproxima a Puerto
Cabello
, describe este último, en sus notas de
viajes como una "pequeña ciudad pobre y casi arruinada que
hace todo el comercio de Valencia, la segunda ciudad del
país…"[77] lo cataloga como un
pueblo animado, lleno de gente trabajadora, "…con su alegre
jardín cargado de platanales, de limoneros, de naranjos,
de guanábanas, de frutas dulces del trópico, y que,
rodeado de su reja de hierro, parece
como una cesta de flores que va en busca de los
forasteros"[78], al pasar a la Guaira, la
describe, como "la ciudad, construida irregularmente a los pies
de una gran montaña, es accidentada, tortuosa, alegre,
como replegada en sí
misma…"[79]

Desde aquí, José Martí, bordeando
precipicios y barrancos, llegó a la ciudad de Caracas,
descrita y comparada como

…la Jerusalén de los Sudamericanos, la
cuna del continente libre, donde Andrés
Bello, un Virgilio, estudió, donde Bolívar, un
Júpiter, nació –donde crecen a la vez el
mirto de los poetas y el laurel de los guerreros, donde se ha
pensado todo lo que es grande, y se ha sufrido todo lo que es
terrible; donde la Libertad- de tanto haber luchado allí,
se envuelve en un manto teñido de su propia sangre,-…[80]

Este momento de llegada a la ciudad capital, a la
patria de Bolívar, José Martí "…nos
lo guardó para contar a los niños
de América, en la revista La Edad de Oro,
ocho años después (…) en su relato titulado
"Tres Héroes""[81].

En este relato José Martí, nos
señala, con gran sentido patriótico lo
siguiente:

Cuentan que un viajero llegó un día a
Caracas al anochecer, y sin sacudirse el polvo del camino, no
preguntó dónde se comía ni se dormía,
sino cómo se iba adonde estaba la estatua de
Bolívar. Y cuentan que el viajero, solo con los
árboles altos y olorosos de la plaza, lloraba frente a la
estatua que parecía que se movía, como un padre
cuando se le acerca un hijo. El viajero hizo bien, porque todos
los americanos deben querer a Bolívar como a un
padre[82]

A manera de ubicación histórica temporal,
consideramos pertinente señalar que la llegada de
Martí a Venezuela, se efectúa durante el
período de gobierno de Antonio Guzmán Blanco (El
Autócrata Civilizador), momento en que se impulsa,
mediante la aplicación del llamado Proyecto
Nacional
la "modernización" infraestructural de
la Venezuela de finales del siglo XIX.

El Dr. Alberto Rodríguez Carucci, nos refiere,
que la estadía de José Martí, "…en
nuestro país ha sido uno de los episodios más
controvertidos (…), porque varios de sus aspectos apenas
se pueden responder a través de conjeturas, a falta de
pruebas
documentales firmes"[83] que permitan a
investigadores venezolanos o cubanos, entre otros, aproximarse a
la comprensión de los hechos que se gestaron durante la
corta estadía de seis meses del maestro.

Pero a pesar de esta corta estadía, cargada de
mucha trascendencia, mucho se ha escrito, tratando de
"…conocer la significación que pudo tener Venezuela
en la formación y la trayectoria del prócer, como
entre los estudiosos venezolanos y de otras nacionalidades, que
han acometido su tarea por otras inquietudes, o con diferentes
objetivos"[84], vinculados todos
por los hilos de la historia transformadora y revolucionaria que
el maestro, bajo sus peculiares características
ayudó a gestar en los diferentes espacios en que se
encontrara durante su peregrinación.

De la misma manera, el citado investigador venezolano,
enfatiza con mirada retrospectiva y prospectiva, que
la

…presencia de José Martí en
Caracas ha sido, durante muchos años, una cuestión
marcada por un fuerte atractivo para los lectores e
investigadores de la vida y obra del Apóstol cubano, lo
cual ha dado como resultado un conjunto considerable de estudios,
ensayos y artículos disperso que iluminan las relaciones
del prócer con nuestro
país
.[85]

Insertándose su figura, en el ideario
sociocultural literario del venezolano del siglo XIX y parte del
siglo XX, el cual, quizás en algunos momentos ha sido
visto y calificado por algunos investigadores, como figura
paralela al Libertador, por ser catalogado como el continuador
del pensamiento bolivariano.

En Venezuela, solo se conoce a José Martí,
por su:

  • Labor periodística realizada en La
    Opinión Nacional,
    quien inicia su
    colaboración con artículos referentes al
    "Centenario de Calderón".

  • Por su Magisterio incansable. Labor docente, que lo
    lleva a impartir clases en el Colegio Santa
    María
    (hoy Casa José Martí), de
    Gramática francesa y Literatura; en el
    Colegio Villegas, de Guillermo Tell Villegas,
    imparte Literatura y Cátedra de
    Oratoria,
    a jóvenes caraqueños que
    conformarían luego la llamada Generación
    del Centenario.
    Con esta labor magisterial, ejercida
    en Venezuela le permite al maestro José
    Martí, "…continuar las tareas
    del magisterio, comenzadas en 1877 en
    Guatemala…"[86] y

  • d) Por sus dotes de editor, dados a conocer en la
    Revista Venezolana publicadas en sus
    últimos días de permanencia en el
    país.

El maestro José Martí, desde su llegada a
Caracas, despertó gran interés y
entusiasmo en los jóvenes caraqueños de la
época, quienes tenían cierto conocimiento de su
labor literaria y revolucionaria, por el simple hecho que el
periódico venezolano La Opinión
Nacional
, ya le habían publicado algunos ensayos
o artículos.

Una vez, ya establecido en Caracas, José
Martí, comenzó a trabajar en la redacción del periódico venezolano
La Opinión Nacional, en el cual, en tan
poco tiempo comienza a dar sus consideraciones sobre algunos
hechos de la cotidianidad social, económica,
política, etc., de la época, acción
ésta que le hizo ganar afectos y detractores por la
acuciosidad demostrada en el oficio del periodismo, con lo que
José Martí rompe con los moldes prefijados, del
oficio periodístico para el momento.

Partes: 1, 2, 3
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