Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Perder para ganar (página 2)



Partes: 1, 2

Capítulo anterior: 1 – Relaciones
padres e hijosCapítulo siguiente: 3 – El orgullo
propio

La amistad, es un
hermoso regalo de la vida, sin embargo nuestra necesidad de tener
amigos, no puede ser mayor que la necesidad de desarrollarnos
como personas, de buscar las personas más idóneas
para alcanzar nuestros sueños, y de buscar las personas
más adecuadas para que podamos vivir más sanamente,
crecer, madurar, alcanzar metas, planificar nuestras vidas, y
cumplir ese plan a cabalidad,
hasta llegar a nuestro propósito de vida.

A veces hay que sacrificar amistades, es fuerte, Es
difícil, se siente soledad, la costumbre es fuerte, a
veces somos dependientes de otros, pero hay que perder amistades
a veces, si sabemos que no son útiles en nuestras vidas,
si quieres ganar tus sueños, un propósito en la
vida, quieres crecer como persona,
necesitas sacrificar relaciones de amistad que no te sirven para
ello, no se trata de dejarlas de tratar, no se trata de odiarlas,
no se trata de desecharlas, sino de invertir tiempo en
cosas más útiles, y disminuir el tiempo, las
actividades, los hábitos, y todas las cosas que te atan a
personas que no te ayudan, sino que tú mismo sabes que te
hunden, de a poquito, pero te hunden y no te dejan llegar
más lejos, tarde o temprano, te harán perder y
sentirte un frustrado y un fracasado, si de verdad quieres
perder, debes aprender a sacrificar ese tipo de relaciones, por
más que te duela, por más que tu las ames, pero
debes amarte a ti mismo, y a tus sueños, ya que nadie te
amara mas a ti que tú mismo, y nadie querrá que
alcances tus sueños más que tú mismo,
aprende a seleccionar amistades que te impulsen, y no amistades
que te derriban, comienza desde ahora a analizar a tus amistades,
que te sirve y que no te ayuda, en quien puedes invertir
más tiempo, para poder crecer,
y en quien necesitas, limitar el tiempo que pasan juntos, las
cosas que hacen juntos, y los hábitos que has
aprendido  a hacerlo juntos.

El orgullo
propio

Capítulo anterior: 2 – Relaciones
de amistad Capítulo siguiente: 4 – En un
conflicto

El orgullo es una de las cosas que no sabemos perder tan
fácilmente, y a veces podemos perder lo que sea, pero
nuestro orgullo nadie no los quita, pero a veces las personas, no
saben distinguir entre lo que es amor propio, y
lo que es egocentrismo, y parte de este orgullo propio, puede ser
parte de un amor propio, o de un egocentrismo verdadero, es por
ello, que  a veces, debemos estar dispuesto a poner de vez
en cuando nuestro orgullo al lado, sobretodo, cuando se trata de
conservar relaciones, tanto de amistad, familiares, de pareja,
laborales, académicas, y de cualquier índole.

Las personas mas orgullosas, terminan solas, porque por
orgullo. No se permiten ser corregidas, ser enseñadas,
recibir consejos, ayudas, criticas constructivas, y hasta
exhortaciones fuertes, pero a veces esas cosas son necesarias
porque nos ayudan a crecer como personas, y si no aprendemos a
ser corregidos, a admitir nuestros errores, a ser a veces
criticados, no vamos a crecer, ni madurar, ni desarrollarnos como
personas, porque mas bien, nuestro propio orgullo y arrogancia,
nos va a hacer creer cada día, de que somos nosotros los
que tenemos la razón, y siempre nos vamos a quedar
estancados, al margen de la realidad, y viviendo en nuestro
propio mundo, ignorando la realidad de la vida, y sin comprender
de que todos los seres humanos nos necesitamos, nos debemos amar,
comprender, y dejar enseñar y corregir por otros, para
poder crecer en la vida, el orgullo, a veces no nos deja ver la
vida como realmente es, sino nos hace hundirnos y sumergirnos en
nuestros propios conceptos, paradigmas, y
puntos de vistas, muchas veces errados.

Si quieres crecer como persona, aprender a poner de vez en
cuando el orgullo de lado, y aunque parezca que pierdes, te
darás cuenta de que ganas!

En un
conflicto

Capítulo anterior: 3 – El orgullo
propioCapítulo siguiente: 5 – Lo material

Los conflictos son
partes de la vida donde vamos o donde estemos, no podemos evitar
de que se presenten conflictos, pero si podemos evitar, de que
los conflictos se vuelvan un caos, mucha de la crisis de
odio, violencia,
amargura y tantas cosas desastrosas que amenazan a la sociedad, es
precisamente, porque la gente no sabe manejar conflictos, debemos
aprender a manejar los conflictos, y no será siempre
tratando de vencer y de tener la razón, no será
siempre salir victorioso ganando y venciendo sobre nuestro
contrincante.

La vida no es una eterna lucha de poder de tratar día
tras día lograr crecer y avanzar atropellando a quien
salga por delante, a veces hay que perder, para ganar en un
conflicto, si
a veces somos pacientes, tolerantes, comprensivos, amigables, y
hasta un poco permisivo, hasta cierto punto, con tal de que todos
ganen, y nadie pierda, haríamos que las cosas marchen
mejor.

Estamos en sistemas
sociales, en donde cada quien lucha por el poder, por el control, por el
dominio, por
ver quién destruye a quien, pero cuando demostramos, que
no estamos bajo ese propósito, no tenemos enemigos, si
andamos luchando por poder dominio, y control, siempre tendremos
contrincante, pero si aprendemos de vez en cuando a deponer
nuestras armas, y a sacar
la banderita de pido la paz para esta guerra, te
aseguro que muchos enemigos, también bajaran las
armas.

Si vamos poco a poco aprendiendo esta arma de guerra para la
paz, iremos logrando crear conciencia en
nuestro alrededor, enseñaríamos a nuestros hijos a
ser vencedores, y no porque hayan perdedores, no que hayan
vencidos y derrotados, solo personas, sanas, tranquilas,
controladas, y quietas, y le estaremos dando aporte a nuestras
familias, amigos, vecinos, compañeros de trabajo,
estudio, y a las próximas generaciones.

Lo
material

Capítulo anterior: 4 – En un
conflictoCapítulo siguiente: 6 – Disfrutes
momentáneos

Lamentablemente, vivimos en una generación
egoísta,  insensible, y extremadamente materialista,
nada vale más que el oro, que los
lujos, que las fortunas, y las herencias, nada vale más,
incluyendo la misma existencia humana, cualquier persona, puede
ser asesinada por alguien que quiere lo material que ella posee,
así es este sistema, sin
embargo, no todos los seres humanos somos así de crueles,
de pretender si es posible matar, por lograr algo material, pero
si se han cometido muchos errores tristes en la historia de la humanidad,
por problemas
netamente materiales, y
muchas personas, han sido heridas, desmoralizadas, ofendidas,
castigadas e incluso maltratadas, por algo material.

Lo material es valioso, pues de ello, adquirimos lo necesario
para poder lograr cosas, beneficiarnos de ciertos privilegios, y
alcanzamos muchos logros con lo material, pero no lo es todo.

Lo espiritual, muchas veces aunque no se ve, pareciese que no
se siente, y da la impresión de no tener importancia
alguna, lo espiritual, es eterno, es esencial en nuestro ser
interior, es elemental en la parte de nuestro ser que no podemos
ver, ni palpar, pero que sabemos que hay una vida dentro de
nuestro cuerpo material al que vemos, a veces la gente se
preocupa más por lo material, que por aquello, que no se
puede ver pero que existe, y muchas veces, el hombre
quiere llenarse de todo lo que ve, pero carece de todo lo que no
puede ver, pero que por eso no quiere decir que no existe, y es
por ello, que vemos en la humanidad, una carencia tan grande de
valor, de
sentido de la vida, de una carencia de propósito y de
destino, una infelicidad insaciable, que nada la llena, y que
nada la detiene, Dios lo llena todo y en todo, puedes tener todo
pero sin Dios, tu ser esta vacío, hueco, sin vida, sin
propósito, sin destino, sin sentido.

Sin embargo, el hombre
prefiere vivir sin esa parte espiritual que es vital en el
hombre, para no perder su autonomía, su propio dominio, su
propio yo, tomando el control de su vida, pero a veces hay
que  perder para ganar, aunque parezca, que reconociendo que
hay un ser superior te hace perder tu verdadero valor,
permítete vivir esa experiencia, para que compruebes que
no pierdes sino que ganas.

Disfrutes
momentáneos

Capítulo anterior: 5 – Lo
materialCapítulo siguiente: 7 – La personalidad

La vida hay que gozarla, la vida es una sola, tengo derecho de
hacer con mi vida lo que desee, es una de las cosas que mas dice
la gente que carece de sentido de propósito en la
vida.  Pero la misma historia, nos confirma de muchos
hombres en la vida, que sacrificaron muchas cosas para lograr
grandes cosas, y son los hombres que la historia nos presenta
como grandes inventores, grandes héroes, grandes artistas,
en fin grandes hombres.

Los disfrutes momentáneos, muchas veces nos presentan
nada más que eso, disfrutes momentáneos, pero los
sacrificios a ciertos disfrutes, para lograr metas claras, y
maravillosas, nos traen grandes victorias, tanto en la vida
familiar, social, económica, académica, laboral, etc.

No desaproveches el tiempo que tienes, porque no vuelve, pero
lo que siembras recoges, si siembras en buenas bases
sólidas para tu futuro, recogerás gran futuro por
delante, pero si desperdicias e, tiempo, en todo lo que no
aprovecha para nada, eso tendrás en el futuro nada.

La
personalidad

Capítulo anterior: 6 – Disfrutes
momentáneosCapítulo siguiente: 8 – Cultura de
vida

La Personalidad
es parte de nuestras propias vidas, al parecer, cuidamos nuestra
propia personalidad según nosotros, incluso nuestro
carácter, nuestros hábitos, nuestro
estilo de vida
los aplicamos a ser parte de nuestra personalidad, y hasta un sin
número de veces, mal utilizamos la mal gastada frase "es
que yo soy así, pero lamentablemente, muchas veces estamos
bajo ignorancia, alimentando, malas conductas, aprendizajes que
heredamos de nuestros padres y demás allegados, sin darnos
cuenta de el grave error en el que nos criamos.

La Ira, la soberbia, la agresividad, el orgullo, las
malacrianzas, la rebeldía, la arrogancia, y muchas otras
formas erradas de actuar, a veces las atribuimos a parte de
nuestra personalidad, pero resulta que no es así, estas
son actitudes, y
formas erradas de actuar ante ciertas situaciones, que
aprendimos, adaptamos y posteriormente las adoptamos como parte
de nuestra vida.

Debemos aprender a diferenciar entre emociones, que
podemos sentir como todos los seres humanos, y como aprendemos a
manejar esas emociones correctamente. Cuando aprendemos que de la
manera como desarrollamos nuestras actitudes, son sanas o no, nos
daremos cuenta, de que no son parte de nuestra personalidad, sino
que son hábitos, costumbres, y creencias, y estilo de vida
que adoptamos, y no nos hemos tomado el tiempo necesario, para
analizarlas, y desechar parte de esas fortalezas mentales, que
han bloqueado nuestra mente, y han fijado patrones de conductas,
que son errados, pero que pueden ser  cambiadas, si no los
proponemos y conscientemente, y constantemente trabajamos en
ellas.

Cultura de
vida

Capítulo anterior: 7 – La
personalidadCapítulo siguiente: 9 – La
razón

Además, de nuestra personalidad, hay muchas otras cosas
que hacemos sin darnos cuenta de que están erradas, 
pero las adoptamos, no creyendo que sea parte de nuestra
personalidad, sino creyendo que es parte de nuestra cultura.

Debemos comprender que no todo lo que hace la mayoría
quiere decir que es lo correcto, y vivimos en un mundo en el que
el que tiene la razón, pareciera que debería hacer
lo que todos hacen solo porque todos los hacen, sea bueno o sea
malo, la cultura es lo que prevalece, pero estas son creencias
erradas.

El vivir, en contra de la corriente, a veces nos hace sentir
de que somos perdedores y de que estamos perdiendo, pero a veces
el desafiar a la mayoría, y seguir las cosas, en las que
sabemos, que son las correctas, nos ayudara a marcar el camino,
para formar nuevos destinos.

Las grandes revoluciones de la historia de la humanidad, se
crearon en ambientes, donde todos los desafíos estaban
dados, y los grandes revolucionarios, iban caminando hacia el
contrario de la mayoría, pero vencieron, eran pocos pero
lucharon por sus principios, por
la verdad, por la razón, por lo correcto, por lo justo, y
se impusieron y ganaron, y hoy día, nosotros estamos
disfrutando de muchas de estas vencidas a esos grandes
desafíos que experimentaron estos grandes hombres,
nosotros podemos hacer lo mismo, y desafiar a esta sociedad, que
nos quiere imponer como cultura muchas cosas que nos
dañan, que nos destruyen como individuo,
culturas de violencia, cultura de vanidad, cultura de ser
insensible con el dolor humano, y muchas falsas culturas
ideológicas, que si no luchamos contra ellas, se nos
impondrá y mataran nuestros sueños, pero que si nos
imponemos a todas estas falsas ideologías, estaremos
haciendo historia

La
razón

Capítulo anterior: 8 – Cultura de
vidaCapítulo siguiente: 10 – Perdiendo

¿Quién tiene la razón? Es una de las
preguntas mas elementales en todos los conflictos, situaciones, y
oportunidades de tomar decisiones, que se nos presenten en la
vida, pero para ser un ganador en la vida, no es necesario,
siempre tener la razón, ni imponer nuestra propia
razón por encima de los demás.

No siempre debemos luchas por mantener el titulo, de el que
tiene la razón, muchas veces parecerá que no la
tendremos, aunque la tengamos, otras veces parecerá que la
tenemos y no es cierto, pero lo importante no es tener siempre la
razón,, sino ser personas correctas, que hacen siempre lo
correcto, en el momento correcto, bajo unos lineamientos
correctos, bajo un sistema de justicia
verdadera, y bajo necesidad de hacer lo correcto, y no bajo la
falsa necesidad de tener siempre la razón.

Cuando cambiamos la necesidad de tener siempre la
razón, por la necesidad de hacer lo correcto, crecemos
como personas, somos justos, somos leales a la verdad, y aunque
nadie lo admita, por dentro nuestra conciencia nos gritara
siempre que tenemos la razón. Al contrario cuando siempre
luchamos por tener la razón, por encima de todos, y contra
todos, muchas veces nuestra propia conciencia nos acusara de que
no tenemos la razón, aunque todos nos la hayan dado,
¿y que es mas poderoso para juzgarnos, después de
Dios, que nuestra conciencia? A veces para ganar hay que perder,
aunque sientas que a veces pierdes la oportunidad de tener la
razón, considera que ganas a oportunidad, de estar
realmente en paz contigo mismo, cuando haces lo correcto.

Perdiendo

Capítulo anterior: 9 – La razón

Ganar, no necesariamente es ganar las batallas, ganar las
luchas, ganar las guerras, ganar
significa conquistar, y a veces para conquistar algo, a veces en
el camino hay que perder algunas luchas, algunas guerras, algunas
batallas, pero trabaja siempre por conquistar tus
propósitos, tus sueños tus metas, y adquirir tus
logros personales, siempre y cuando sea de la manera correcta,
que des cada paso, al final ganaras, no importa cuántas
batallas pareciese hayas perdido, cuantas luchas, pareciese hayas
perdido, preocúpate por poner un plan de acción
en perder muchas de estas cosas que te hemos propuesto  a
perder en este curso, y de verdad veras, que tu vida va a ir
alcanzando propósito y destino, y cuando conquistes esos
propósitos y destinos, ¡serás un ganador!

 

 

 

 

Autor:

Maria de los A. Pérez

Fecha de publicación: 26/06/08

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter