El trabajo político ideológico de los docentes en formación en la microuniversidad pedagógica
Resumen.
El presente artículo aborda la forma de realizar
el trabajo
político ideológico que transformen actitudes,
realizando un análisis histórico descriptivo de
momentos cumbres del quehacer revolucionario y del papel que
desempañaron los jóvenes maestros en cada etapa.
Por otra parte, puntualiza la labor política
–ideológica a desarrollar en las Sedes
Universitarias Municipales, en el proceso de
formación de profesionales que la sociedad de
hoy necesita. Se expone el objetivo,
esencia, significado, así como sus principios en la
actualidad, y exigencias principales como vía para la
formación de las nuevas generaciones.
Palabras claves: Trabajo
político –ideológico,
universalización, sistema,
creativo.
En su histórico alegato "La Historia me
Absolverá", Fidel denunció la deplorable
situación de la educación en
Cuba y
proclamó ". un gobierno
revolucionario procedería a la reforma integral de nuestra
enseñanza. [1]Desde
entonces quedó clara la necesidad de que a ella se le
otorgara una de las más altas prioridades en el desarrollo
social.
A partir de 1959 se extienden los procesos
educacionales hasta el último rincón del
país, con la creación de más de 20 000
nuevas aulas en la educación primaria y
10 000 puestos de trabajo a maestros que estaban
desempleados.
Desde febrero de 1960, se comienza a crear condiciones para
dar solución a las necesidades apremiantes de maestros,
sobre todo en las zonas rurales y de montañas. Un momento
histórico para la educación lo constituyen los
maestros voluntarios, cuando no existían en números
suficientes para dar clases en estas zonas, y llamó a la
juventud.
Solicitó jóvenes dispuestos a fundar escuelas y
miles de ellos se presentaron. Voluntarios salidos de las
enseñanzas Secundaria Básica y Preuniversitaria.
Formados en las propias montañas, y así, más
de 1 400 maestros formaron este primer gran contingente, con lo
que quedó cumplido el primer objetivo: lograr que no
quedara ningún niño sin maestro.
Fueron, en su mayoría, estos miles de jóvenes
los que reunidos en la Plaza de la Revolución, terminada la campaña de
Alfabetización, aquel 22 de Diciembre le pidieron a Fidel
"¿Qué otra cosa podemos hacer?"
Los jóvenes, que ya estudiaban carreras
pedagógicas, fueron los que iniciaron este ejército
que nunca ha permitido que las aulas se cierren, y que han
llevado adelante en más de 45 años la
formación de las nuevas generaciones y todo el proceso
docente educativo, no exento de dificultades y de aspectos por
corregir.
La lucha ideológica constituye hoy, más que
nunca, la trinchera de combate por excelencia de los maestros, en
la que se pone a prueba la capacidad y voluntad de los
revolucionarios cubanos.
El trabajo político – ideológico tiene
particularidades específicas a partir de la
decisión del pueblo de construir un socialismo
cualitativamente superior, en medio de un mundo globalizado y en
el que se agudizan aceleradamente las contradicciones entre el
capitalismo
decadente, pero no vencido, y las reales alternativas de sociedades
más justas y humanas.
Para el maestro, el combate de las ideas resulta mucho
más difícil, sutil y complicado, por lo que se
necesita de más firmeza de principio, mayor astucia e
inteligencia,
por tener que educar las nuevas generaciones para tener el
éxito
deseado; para ello es imprescindible una adecuada
preparación y superación sistemática; donde
la confianza en el futuro fundamenta la capacidad del
socialismo.
En esta época en que la
globalización neoliberal fomenta hombres a la imagen y
semejanzas de sus intereses, solo las ideas que fundamentan la
condición estratégica de la Revolución
posibilitarían enfrentar y vencer en esta lucha de
creación de los conceptos y valores
capaces de desenajenar al hombre.
Ante esta compleja realidad, a partir del año 2000, el
Jefe de la Revolución da inicio al proceso por él
identificado como Batalla de Ideas, dirigido al desarrollo
superior, en el orden cualitativo, del socialismo cubano mediante
la conquista por
todos los cubanos de una cultura
general integral, apoyada en profundas transformaciones
educacionales, la educación política y el bienestar
de la población cubana.
Al conmemorarse el 60 aniversario del ingreso de nuestro
Comandante en Jefe a la Universidad, este
expresó: "Cuando los que fueron de los primeros, los
veteranos, vayan desapareciendo y dando lugar a nuevas
generaciones de líderes, ¿Qué hacer o
cómo hacerlo? Si nosotros al fin y al cabo, hemos sido
testigos de muchos errores, y ni cuenta nos dimos. Fue por eso
que dije aquella palabra de que uno de nuestros mayores errores
al principio, y muchas veces a lo largo de la Revolución,
fue creer que alguien sabía cómo se construye el
socialismo. Hoy tenemos ideas, a mi juicio, bastante claras de
cómo construir el socialismo, pero necesitamos muchas
ideas claras y muchas preguntas dirigidas a ustedes, que son los
responsables acerca de cómo se puede preservar o se
preservará en el futuro el
socialismo"[2]
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