La Industria Farmacéutica cubana. Comercialización y Vigilancia de los productos farmacéuticos
- Desarrollo de la Industria
Farmacéutica - Regulaciones
de la Industria Farmacéutica - Buenas
Prácticas "Productos
Farmacéuticos" - Definiciones
- Conclusiones
- Bibliografía
Introducción
En el mundo actual existen múltiples
industrias que
han asumido el reto de implantar una Gestión
de la Calidad, como
parte de sus estrategias para
la supervivencia en un mercado de
competencia. Al
mismo tiempo
coexisten otro grupo
específico, que han sido compulsadas a lograr y demostrar
una garantía de la calidad, por los controles y
regulaciones que los Estados han impuesto como
protección de las sociedades, ya
que sus producciones pueden constituirse en un peligro para
el hombre.
Este grupo es conocido como industrias reguladas, debido a que
deben funcionar en cumplimiento de una serie de legislaciones.
Dentro de ellas se encuentra la
Médico–Farmacéutica, la Alimentaria, la
Nuclear y la de Aviación Civil (Lauzan, 1996).
La fabricación y distribución de productos
farmacéuticos están regidas por una exigente
política
de calidad que tiene como objetivo
garantizar los intereses del paciente, la sociedad y
el Estado. Las
Buenas Prácticas de Fabricación y
Distribución de Productos Farmacéuticos forman
parte esencial de todo Sistema de
Gestión de la Calidad para obtener y comercializar
medicamentos con la adecuada calidad, seguridad y
eficacia.
(CECMED, 2006a).
Desde el año 1989 en Cuba se
creó el Centro para el Control Estatal
de la Calidad de los Medicamentos (CECMED), Autoridad
Reguladora de Medicamentos en nuestro país (ARM), con el
fin de centralizar las acciones de
control sobre medicamentos y medios de
diagnóstico "in vitro" (diagnosticadores),
así como desarrollarlas. Desde su fundación ha
trabajado por lograr ejecutar las funciones de
regulación y control que establece la
Organización Mundial de la Salud (OMS) para los
medicamentos.
El trabajo tiene
como objetivo exponer el desarrollo y
aplicación de la normativas dentro de la industria
farmacéutica en Cuba, teniendo en cuenta la evolución de esta rama en el mundo, sobre
todo en el proceso de
comercialización y vigilancia, y se
constatan los avances que al respecto se han producido en nuestro
país.
Desarrollo
Desarrollo de la
Industria Farmacéutica
"La industria farmacéutica es un sector
empresarial dedicado a la fabricación y preparación
de productos químicos medicinales para el tratamiento y
también la prevención de las
enfermedades. Algunas empresas del
sector fabrican productos químicos farmacéuticos a
granel (producción primaria), y todas ellas los
preparan para su uso médico mediante métodos
conocidos colectivamente como producción secundaria. Entre
los procesos de
producción secundaria, altamente automatizados, se
encuentran la fabricación de fármacos dosificados,
como pastillas, cápsulas o sobres para administración oral, soluciones
para inyección, óvulos y supositorios" (Wikipedia,
2008).
- Historia de la Industria Farmacéutica
Según Wikipedia (2008), la industria
farmacéutica surgió a partir de una serie de
actividades diversas relacionadas con la obtención de
sustancias utilizadas en medicina. A
principios del
siglo XIX, los boticarios, químicos o los propietarios de
herbolarios obtenían partes secas de diversas plantas,
recogidas localmente o en otros continentes. Éstas
últimas se compraban a los especieros, que
fundamentalmente importaban especias, pero como negocio
secundario también comerciaban con productos utilizados
con fines medicinales, entre ellos el opio de Persia o la
ipecacuana de Suramérica. Los productos químicos
sencillos y los minerales se
adquirían a comerciantes de aceites y gomas.
Los boticarios y químicos fabricaban diversos
preparados con estas sustancias, como extractos, tinturas,
mezclas,
lociones, pomadas o píldoras. Algunos profesionales
elaboraban mayor cantidad de preparados de los que necesitaban
para su propio uso y los vendían a granel a sus
compañeros.
Algunas medicinas, como las preparadas a partir de la quina,
de la belladona, de la digitalina, del centeno cornudo (Claviceps
purpurea) o del opio (látex seco de la adormidera Papaver
somniferum), eran realmente útiles, pero su actividad
presentaba variaciones considerables. En 1820, el químico
francés Joseph Pelleterier preparó el alcaloide
activo de la corteza de la quina y lo llamó quinina.
Después de este éxito
aisló diversos alcaloides más, entre ellos la
atropina (obtenida de la belladona) o la estricnina (obtenida de
la nuez vómica).
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