- Más allá del
río Zadorra: Abetxuko - El Parke, una experiencia
comunitaria desde 1985 - La Casa:
creando espacios para la transformación social desde el
barrio de Villa Arriba (La Orotava,
Canarias) - ¿Enredando
y desenredando en nuestro barrio? - De barrios
en lucha a barrios a combatir: breve repaso a algunas
cuestiones a tener en cuenta sobre barrios
periféricos - Conclusiones
Experiencias de intervención en
barrios periféricos
Gentes de Baladre
Manolo Sáez y David
Muñoz
Las gentes de Baladre surgen de las asambleas de
personas sin empleo en el
inicio de los ochenta, a las que se van uniendo diversos
colectivos con la idea de fomentar el apoyo mutuo en la lucha
contra la precariedad, el empobrecimiento y la exclusión
social.
Parten de una posición anticapitalista para
actuar como grupo en
barrios periféricos, con el fin de crear
condiciones que conduzcan a procesos de
lucha liberadores.
El libro pretende
darlas a conocer a través del análisis de cinco realidades diferentes que
muestran su manera de actuar, apostando por el APOYO MUTUO Y LA
ACCIÓN
SOCIAL TRANSFORMADORA.
Más
allá del río Zadorra: Abetxuko
(MESABA Y LUÏS, vecinas de Abetxuko y miembros de
Baladre)
A finales de los años cincuenta, nacía una
nueva comunidad no
reconocida administrativamente, a tres km del Ayuntamiento de
Gasteid, compuesta por emigrantes de Castilla, Extremadura,
Galicia y Andalucía, carentes de recursos y en
busca de un empleo.
Se trataba de un espacio extramuros, pasar el río
Zadorra era un símbolo de exclusión y de
lejanía, a pesar de lo cual estaba surgiendo un pueblo que
disponía de elementos para desarrollar una fuerte identidad.
Se construyó una iglesia que
apostó por los desfavorecidos, pero desde una
visión asistencialista; los pisos de Abetxuco, que debido
a la mala calidad
movilizaron a la población, creando la Asociación de
Vecinas que convirtió la lucha por la solución de
sus viviendas en el eje de su actuación (finales de los
años sesenta); posteriormente alrededor de la parroquia
surgió una comunidad cristiana de base, comprometida con
los intereses populares, adoptando iniciativas sociales como la
recuperación del eusquera (primero recuperación y
luego normalización); van generándose los
Blusas de Abetxuco, que al tiempo que
dinamizaban el ambiente
festivo del pueblo, servían para sacar adelante proyectos
sociales (debido a los locales que utilizaban y la gestión
de los mismos, a través del Presidente de la
Asociación de los Cabezas de Familia-de
estructura
franquista- surgieron dos posturas diferenciadas y de contenido
socio-político, entre quienes preferían la
autogestión y quienes prefería pedirlo con el fin
de disfrutar de las fiestas); la comisión de salud consolidó la
práctica de la medicina
comunitaria, mediante campañas divulgativas de mejora de
la salud de los vecinos y todo tipo de iniciativas de medicina
preventiva; se puso en marcha la escuela de
educación
de las personas adultas y actividades musicales y de danza.
Iniciativas, todas ellas, a través de los vecinos
y el marco asociativo de los mismos.
Después de tres años de ayuntamientos
democráticos, los partidos
políticos iniciaron la desmovilización de la
sociedad
mediante el discurso de la
delegación política y social,
especialmente a través del partido mayoritario, el Partido
Socialista Obrero Español
(PSOE).
Eran, entonces, más visibles las tensiones entre
dos maneras de entender la acción social: la dirección de las asociaciones de vecinos
era partidaria de mediar con el ayuntamiento y resto de instituciones;
frente a ella, otra postura era partidaria de movilizar al
máximo al pueblo con el fin de transformar la realidad,
mediante su propia conciencia de las
necesidades.
Tomó cuerpo esta última posición
debido al tejido social que había ido construyendo este
espacio extramuros, posibilitando superar dicha
desmovilización tras el referéndum de la OTAN, cuyo
resultado aquí, fue un no rotundo.
Ello fue posible por entender el desarrollo de
la acción social desde la búsqueda de la
horizontalidad (entre iguales), basada en los intereses del
conjunto de la población y apostando por la
desprofesionalización del trabajo social,
realizando la acción social transformadora las vecinas o
personas que intercambiaban habilidades y conocimientos en plano
de igualdad.
El Parke, una
experiencia comunitaria desde 1985
(TONI VALERO, de la Coordinadora de Colectivos del
Parke)
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