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La realidad de nuestra sociedad: El machismo evidente y el que no a primera vista (página 2)




Enviado por una mujer disgustada



Partes: 1, 2

Pero tampoco hay que pensar que esto nos haga sentir a
las mujeres despreciadas, porque no hay que tomar las
raíces del pasado para demostrar que vivimos ahora en una
sociedad
terriblemente machista. Dejando de lado la religión musulmana
con su versión del paraíso con 60 o no se
cuántas vírgenes y la poligamia permitida
sólo para el hombre, y
dejando aparte también el caso de la "inutilidad" que
representan las hijas en una familia de
países como China,
India y
demás, en los que para el trabajo
sólo sirven los hombres, y las mujeres, para dar hijos
varones, dejando estos tipos de sociedad y cultura aparte
y centrándonos en la nuestra, la americana-europea que es
la más desarrollada y con tendencia a progresar, veremos
que aquí es donde también hay machismo, pero un
machismo camuflado que incluso nosotras, las propias mujeres
aceptamos y vemos como "normal". Pues bien, por eso estoy
escribiendo esto, para abriros los ojos.

Digamos que esta sociedad ha evolucionado en el sentido
en que la mujer
oficialmente está al mismo nivel de un hombre, tienen
las mismas leyes, se aplican
las mismas sanciones ante los mismos delitos, hay
igualdad de
oportunidades para encontrar empleo o una
plaza de estudio y todo ese largo etcétera. Pero la
realidad, como siempre, es bien diferente de lo que las leyes
dictan. En un puesto de trabajo como
moza o mozo de almacén
tiene más oportunidad de acceder a él un hombre que
una mujer, de la
misma edad y con el mismo tiempo de
experiencia laboral.
¿Y por qué? nos preguntamos.

La respuesta que damos muchas mujeres en silencio es,
claro, el hombre es más fuerte y tendrá que
levantar cajas o materiales con
mucho peso y es más apto para ese trabajo que una mujer
flacucha. Pues yo me río de esto. El trabajo en el
almacén se hace todo ya con máquinas,
motos que llevan el peso de un lado a otro, toros que los
levantan… Y los pocos que hay que mover a mano son
ridículos y en ningún momento va a hacer falta ser
un culturista machacado para levantar cierto material. En todo
caso se acude al trabajo en equipo
y se levanta el peso entre dos o más. Y para ese trabajo
está igualmente cualificado un hombre que una mujer, de
cualquier estatura y peso. ¿Pero cuál es la
realidad? Cuando vamos a un almacén o a una obra ¿a
quién nos encontramos? ¿A mujeres? No. Por supuesto
que no. A hombres e incluso a hombres enclenques a los que hasta
algunas mujeres de proporción normal superarían en
fuerza.

Y esto es solo un simple ejemplo de miles de casos. Para
la política
es peor aún, hay cientos de hombres, y la
proporción del género
femenino está por debajo de la mitad e incluso me
atrevería decir que debajo del 30%. ¿A
cuántas mujeres vemos dando discursos o
siendo votadas o elegidas como presidentes? Y sin embargo, todo
el trabajo de gestión
de oficinas y de secretaría lo llevan principalmente las
mujeres, lo que viene un poco a decir: el hombre ejerce el
poder, la
mujer se lo facilita, le ayuda y le gestiona.

Claro que acabamos de salir de una época en que
la mujer ni tenía derecho siquiera a trabajar y ahora es
cuando se está alzando y adquiriendo puestos de trabajo
que antes eran además de impensables, imposibles
legalmente que los ejerciera una mujer, como el alistamiento al
ejército, profesiones como policía, bombero, etc.,
en los que uno de los requisitos era ser hombre. Pero la verdad
es que ahí donde veremos más mujeres trabajando
será en las oficinas, en las tiendas y supermercados, en
la dependencia atendiendo al personal, de
limpiadora o niñera, de criada de casa, o mejor
aún, de ama de casa sin ejercer ningún empleo y
encargándose de las tareas domésticas del hogar,
como lo lleva haciendo miles de años.

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Nunca veremos a un hombre ofreciéndose a limpiar
la casa ni será el hombre el que al estar desempleado y
casado con una mujer que esté trabajando, el que se
encargue de mantener la casa limpia, limpiar, colgar y planchar
la ropa durante la ausencia de su mujer, fregar los platos, y
demás tareas domésticas. En todo caso será
la mujer la que, al llegar del trabajo, se ponga a cocinar para
la familia y a
realizar faena. A lo mucho, si la mujer tiene dos dedos de luces
y no le han inculcado mucho que todo ese trabajo ha de hacerlo
ella sola, incitará a su hombre a que la ayude en sus
tareas.

Lo mejor es que esto viene desde pequeños: los
niños
ayudarán al padre cuando éste tenga que instalar
algo en la casa, como sujetar la escalera cuando el padre va a
poner una bombilla o cosas de este tipo, mientras que las hijas
se irán
acostumbrando a ayudar a la madre a fregar el suelo, hacer la
cama, etc. También hay que mencionar que como regalos a
los niños como juguetes se
les suelen ofrecer juguetes como coches con pegatinas o dibujos de
fuego, camiones "blindados", Batman, Spiderman y chismes de este
tipo, que representan en alguna medida el poder y la fuerza, para
hacer sentir a los niños "guays" jugando con
muñecos armados, mientras que a las niñas se las
enfoca para que jueguen con muñecas, barbies, bebés
de muñeco y peluches-mascota a los que tendrán que
simular que cuidan, o en ausencia de esto, cocinitas o mesitas de
té para simular que hacen tareas en la cocina, infundiendo
desde tempranísima edad ya la idea del papel que
representarán en un futuro.

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Más de lo mismo podemos observar en el gran
espectro que abarca la publicidad,
ofreciendo imágenes
de mujeres lavando y cocinando para publicidad de detergentes y
comidas preparadas. Para publicidad de coches, salen siempre
hombres, como figurando que son los que tienen el poder
económico en la casa. Y un largo etcétera que no
quiero pararme a detallar, porque es un aspecto que todos
conocemos ya, y no hace falta profundizar.

Además de estos factores, se incluyen
también pequeños detalles que reflejan la sociedad
machista, detalles como hacer dos tipos de servicios
públicos, uno femenino y otro masculino, pero en el
que el servicio
femenino incluye soporte para personas con discapacidades
físicas.

Mi pregunta es por qué han de ser siempre y
absolutamente siempre los cuartos de baño públicos
femeninos los que incluyan esta ayuda para personas
minusválidas. ¿Acaso es una forma de decir:
"hombres hechos y derechos aquí,
mujeres y demás personas incapacitadas allí"? Una
posible respuesta en defensa a esto sería que los cuartos
de baño de los hombres solo llevan orinal, y no
váter, pero esto es falso, pues casi la totalidad de los
servicios
públicos tienen váter para ambos sexos y sin
embargo, si el local decide instalar una ayuda a personas
minusválidas, escoge el femenino.

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Otro machismo evidente pero disimulado, a los que todos
estamos acostumbrados y vemos como "normal". Otro pequeño
detalle es la publicidad a través de "banners", es decir,
ese recuadrito con publicidad que te aparece a los laterales de
las páginas
web en los que hay que clicar para obtener cierto premio,
normalmente tonos y melodías para el móvil. Pues
bien, se ven muchos banners de tipo: levanta la falda de la chica
y gana, y sale un ventilador al que hay clicar para levantarle la
falda; otros donde salen chicas saltando a la comba en los que se
ve clara y exageradamente como les botan las tetas al saltar, o
el típico radar o escáner
para móvil que desnuda, y siempre sale una mujer en ropa
interior. Y esto para anunciar melodías para móvil,
que vamos, puede estar orientado tanto hacia público
masculino como femenino y sin embargo, la publicidad está
orientada visiblemente hacia los hombres.

Parece ser como si poniendo una imagen de una
mujer en un anzuelo piquen tantos hombres que les sale rentable
poner el anuncio de este modo en vez de enfocado hacia ambos
sexos. Otro elemento más que se suma al machismo vigente
en nuestra civilización. Incluso en la
representación de la humanidad o de la especie humana
podemos presenciar que es el hombre el que la simboliza. Por
ejemplo, a menudo se usa una figura humana masculina en libros de
divulgación, como modelo del
cuerpo humano
o como referencia para comparar el tamaño de un humano con
otros animales u
objetos.

Otra cosa más a señalar es la publicidad
de páginas de encuentros online entre personas, partiendo
del hecho de que para una cita entre heterosexuales ha de haber
una mujer y un hombre, la publicidad debería de estar
orientada hacia ambos para así haber un equilibrio,
pero no, siempre salen tías en bolas o medio en bolas,
todo dirigido 100% al hombre.

Asimismo hay que mencionar lo sexista que es el lenguaje,
al menos el idioma español.
Para empezar casi todos los sustantivos son masculinos, por
ejemplo, los nombres vulgares de los animales, la
denominación de muchos objetos, etc. En segundo lugar lo
referente a las palabrotas y tacos en sí. Cuando algo es
un "coñazo" es algo pesado y aburrido, mientras que si
algo es "cojonudo" cambia la cosa. Lo mismo con expresiones como:
"esto es la polla".

También el hecho de que la misma palabra en
masculino y en femenino cambie de sentido absolutamente es otro
factor determinante del sexismo en el lenguaje:
"zorro", es sinónimo de avispado, listo, y "zorra", de
guarra y sucia, en el sentido sexual; "perro" como adjetivo
significa vago o aburrido, y "perra" tiene un sentido similar al
de "zorra". Algo parecido sucede con las palabras gallo y
gallina. Un "gallito" es una persona
creída y provocadora, y una "gallina", un
cobarde.

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Otro aspecto que hay que mencionar es el evidente
machismo existente en los videojuegos,
películas y otros medios
audiovisuales. Las películas se salvan un poco debido a
que en la mayoría de los casos representan la sociedad, y
dado que la sociedad es machista pues normal que en las
películas se vea reflejado tal hecho, a excepción
de esas películas de cachondeo en donde a la mujer se la
encarna como la tía buenorra y tetuda, pero tontita y con
pocas luces, amén de otras películas de peor
calibre. Pero lo que quiero ahora, no es hacer una
coreografía de cada película porque
películas hay miles y cientos de miles y se ve de
absolutamente todo, sino centrarme más en el aspecto de
los videojuegos, que son creados íntegramente por
personajes ficticios a los que se puede moldear a gusto. Y como
la mayoría de programadores y personas que trabajan en la
producción de los videojuegos son hombres,
el machismo en ellos es más que evidente.

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Empezando por el género de conducción: si
hay personaje, es masculino, por supuesto, y si aparecen chicas,
son las típicas modelos en
bikini que "adornan" el coche en la exposición, o el premio del conductor al
ganar cierta carrera o superar alguna prueba. Aquí, pues
aún lo veo medio aceptable, porque en la realidad cuando
se exponen vehículos caros y generalmente deportivos por
estar orientado hacia un público masculino relativamente
joven, suelen ser tías las que aparecen a los costados del
vehículo, como alegación del coche. Lo que no deja
de ser machista, por supuesto, pero representa, en cierta medida,
algo de realidad.

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Pasando a otro género, el de estrategia por
ejemplo, sí, este en el que vas montando un imperio a
través de las construcción de edificios,
recolección de recursos y
reclutamiento
y posterior mejora del ejército, para invadir y vencer al
rival. Pues en este género es normal que los soldaditos
sean hombres, claro, a las guerras
siempre van los hombres, ya sea a pie, a caballo, en tanque o en
helicóptero. Pero en fin, yo quiero hacer mención
de un juego en
específico: Red Alert 3, en el que a
medida que vas jugando la campaña te salen los
vídeos respectivos que van complementando la historia que estás
jugando, y en esos vídeos aparecen dos chicas
jóvenes con blusas ajustadas que se "alegrarán"
cuando completes cierta misión, y
a lo largo de las partidas tratarán de "ligarte" o
insinuarte, como si fueras un hombre y ellas se estuvieran
dirigiendo hacia ti. Al final, cuando consigues pasarte el juego,
ambas están bien vestiditas y arregladas y se te
declararán y te piden una cita… Esto sinceramente
me parece de lo más machista, está dando por hecho
que quién juega es un hombre y tirando por borda cualquier
posibilidad de que ése juego lo pueda jugar una mujer, es
más, no se ve ningún juego de tipo parecido en el
que suceda al revés, en el que se vean dos tíos
guapetones, con cuerpazos que traten de ligarte y te den
aliciente a continuar la campaña. Cosas como éstas
son pequeños detalles que, sumados, hacen que en los
videojuegos se fomente el machismo de forma
disimulada.

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Pasando a otro género, el de acción
en tercera persona por ejemplo, esto de llevar un personaje que
lo sueles ver de espaldas y va zurrándole a los enemigos
con una espada generalmente o algún otro arma blanca (o
magia en otros casos, pero no quiero profundizar). Pues bien, al
principio eran todos hombres claro, son los que meten ostias, los
que saben luchar y guerrear, y no tengo nada en contra de esto,
perfecto. Cuando se ve al tío, es un hombre musculoso que
lleva su coraza y perneras de protección, a veces casco,
otras veces no, pero en fin, que va con su armadura como un
guerrero ha de ir. Cuando se les ocurrió a los creadores
de videojuegos hacer que el personaje pudiera ser una mujer, ya
se descentraron del tema, porque, en vez de crear una mujer con
armadura y normalita que estuviera protegida antes los impactos
enemigos y capacitada al menos visualmente para enfrentarse a
ellos, como en el prototipo masculino, lo que hicieron fue crear
un modelo semidesnudo, que sinceramente, parece más para
posar en un espectáculo que para luchar realmente contra
un enemigo.

Por ejemplo, en multitud de juegos se
puede ver cómo aparece el personaje femenino con un
intento de armadura que le protege los senos (o el pezón
únicamente en algunos casos), dejando al descubierto todo
su vientre plano, todo su pecho escotado y el cuello, todos sus
brazos y piernas. Tapándose la parte de abajo parece que
lleve más bien una minifalda más que una armadura y
ya sólo les faltó que como zapatos llevara
tacones.

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El mismo prototipo se puede observar en algunos
"shooters", que son parecidos al género mencionado
anteriormente, solo que no ves a tu propio personaje, sólo
tu propia arma y las manos. El caso es que este prototipo de
mujer guerrera semidesnuda se usa en multitud de juegos como
reclamo del jugador masculino, despreciando por completo la
decencia y la integridad de la mujer como tal y dejándola
como una barata que está a disposición del
hombre.

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Todo esto sin mencionar la de juegos que hay en los que
como mínimo aparece una escena con un burdel en donde se
puede dar el jugador el lujo de ver tías semidesnudas
bailando e insinuándose, en tanga y en topless por
supuesto. En muchas carátulas y portadas de juegos podemos
ver imágenes de tías o bien guerreras escasas de
ropa o bien a lo guarrillas, que representarán el juego,
aunque luego en él las mujeres pasen a segundo plano e
incluso ni aparezca la de la carátula durante el desarrollo del
mismo. Es el estímulo perfecto para llamar al jugador
masculino y vender el juego, aunque por ello haya que sacrificar
la imagen de la mujer, para reducirla a un simple atractivo
sexual para el hombre.

He aquí unos cuantos ejemplos de juegos machistas
que reflejan con perfectitud este aspecto: X-Blades, Final
Fantasy (casi todos), World of Warcraft, King's Bounty: Armored
Princess, Dark Messiah, todos los Grand Theft Auto, Sacred 2,
Star Wars Jedi Knight: Jedi Academy, Mafia, The Saboteur, Aion,
Command &Conquer Red Alert 3, Guild Wars, incluso el Heroes
of Might and Magic V…

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Pero no quiero recalcar este aspecto tampoco, que es
mínimo en comparación con lo que está por
venir. De lo que os voy a hablar es del mundo de la pornografía, del erotismo y el simbolismo
que se le da a la mujer como objeto sexual y atracción
para el público masculino no solo en el porno en
sí, ya también en videojuegos y películas
animadas.

Así es que cada mujer ha de descubrir tarde o
temprano que su novio, su prometido o su marido ve porno, y con
relativa frecuencia. Y es así. Habrá mujeres que lo
toleren y no les importe lo más mínimo que su
querido vea a otras mujeres desnudas insinuándosele y no
solo eso, sino que se toque viéndolas y disfrutando de
ello. Una mujer que "respete" esto que no se queje de
absolutamente ningún otro aspecto machista que le pueda
abarcar en cierto momento, porque éste es el punto y el
factor más importante de todos.

Hablando en términos biológicos, es verdad
que la naturaleza de
los animales, específicamente los mamíferos, a los que pertenecemos como
tales, impulsa a los machos a acosar a las hembras para lograr la
reproducción y por ello es que el macho
siempre esté dispuesto a realizar el coito y sea la hembra
la que decida el momento y el lugar adecuado. Pero de igual modo
que podemos decir que es natural que cuando los animales tienen
ganas de defecarse o de orinar lo hacen en el mismo momento,
nosotros, la especie humana, poseemos la razón, la
conciencia,
que nos permite dominar nuestro cuerpo más allá de
nuestros instintos e impulsos naturales. Así, aunque nos
muramos de ganas de orinar, no lo haremos hasta haber encontrado
un servicio, o un árbol para los "hombres".

Lo que quiero llegar a decir es que el humano es capaz,
perfectamente capaz, de controlar sus instintos, actuar con
razón y serenidad, y puede, si así lo quisiera,
dominar también sus instintos reproductores para bien de
la sociedad. Bien que ya nos cubrimos nuestras partes con ropa, y
nos comportamos de cierta manera "decentes" y educados en el
entorno público para evitar el escándalo y el
exhibicionismo, puede de igual modo renunciar o controlar su
tremendo y alto instinto reproductor, para respeto de la
mujer, y de este modo no viciarse a la pornografía desde
los tempranos nueve años de edad, como bien algunos lo
hacen. Aprender a respetar a la mujer, sí, ver fotos e
imágenes y todo lo que se desee, pero no de modo lascivo
con intenciones sexuales obscenas, sino como una
contemplación, como la adoración a la belleza de la
mujer en todo caso. Cuando se dé este caso, entonces
habrá la igualdad de género, pero una igualdad
real, no un ideal creado por leyes que se medio-cumplen entre
violencia de
género y maltrato psicológico que aún, hoy
en día, existen, por la creencia del hombre de ser
superior a la mujer.

Y es que, es triste. Es tremendamente triste escuchar de
bocas de niños de 13 y 14 años atrocidades sexuales
que le harían a cierta mujer, por haber visto y disfrutado
de contenidos sexuales explícitos. Así desde
pequeños aprenden que las mujeres, a excepción
quizá de hermanas y madres, sirven para alimentar el deseo
sexual de su conciencia, de desahogo y elemento vital, no por la
felicidad que pudieran brindar como parte de una pareja, sino por
puro entretenimiento erótico para la
autosatisfacción mediante la
masturbación.

Así es, cuando estos niños crecen y
conciernen sus primeras citas, suelen ser patanes que no saben ni
dar un beso, soban y meten mano, tratando de llegar a eso que ya
empiezan a tener visto en internet, en la tele o en
DVDs. Las niñas, por su parte, inocentes algunas, se dejan
hacer por no saber cómo actuar o por curiosidad, otras,
mal encaminadas, se dejan hacer por lascividad, y luego
habrá otras que no se dejarán tocar por tener
más carácter y no querer dejar que sea el
hombre el que lleve las riendas, las decentes, o las seguras, a
las que luego se les adjudicará el término "cerrada
de piernas". Aún así, en términos generales,
las chicas siempre serán las reservadas, las misteriosas;
y los chicos los "salidos", inmaduros, cuyo tema principal entre
ellos será la pornografía, al principio como
curiosidad y posteriormente como "costumbre", y sobre los 16 o 17
años el tema variará hacia tías a las que se
han ligado tirado y las que tienen previsto tirarse. Lo triste es
que el entorno no ayuda a que piensen y se conciencien sobre
sí mismos y sobre la realidad, sobre lo que todo esto
podría significar a ojos de una mujer.

Después de llevar 4 o 5 años viendo porno,
a cualquier hombre le parece de lo más normal, y no
sólo eso, también es algo estrictamente necesario
para tener una masturbación satisfactoria, pero en un
círculo vicioso de egocentrismo nunca se paran a pensar
sobre el significado de la pornografía fuera de la
masturbación, a lo que la reducen. Nunca se paran a pensar
sobre qué opinaría una mujer sobre la
pornografía o si hay también porno para mujeres
igual que él está haciendo uso de una
pornografía orientada exclusivamente al hombre.

Pero aún sin cuestionarse estas cosas nunca, lo
verá "normal", para un hombre, ver porno con regularidad
es "normal". Y así es cuando, una vez empieza una
relación seria y conoce el amor, por
primera vez se para a reflexionar brevemente cómo
respondería su mujer, novia o pareja al saber que
él mismo se toca viendo porno, pero evidentemente no tiene
respuesta, solo objeciones, y por miedo a la reacción de
su pareja, ni le pregunta su opinión. Pero como por otro
lado no ve nada negativo en la pornografía y como lleva
haciendo uso de ella desde hace años y años,
continuará con sus actos a escondidas, de este modo
resuelve el problema. Sin embargo, no resuelve nada, lo empeora
todo. Así es como se crea el fruto de una sociedad
machista y en la que las mujeres están discriminadas. Y
cuando su novia o mujer lo descubre y ella se da cuenta de que su
novio o marido lleva meses, años, viendo
pornografía y escondiéndoselo con toda la cara del
mundo, es cuando ella exige explicaciones, y…
sinceramente, mujeres, ¿Cuál es la respuesta que
recibimos? "es normal", "no hago daño a
nadie viendo eso", "sólo es cuando me masturbo, ya
está, no hay más", "no tiene absolutamente nada de
malo, es lo más natural"… Y luego escucharemos
cosas como "mujeres… que se le va a hacer", "no hay
quién las entienda".

Esas respuestas, después de saber que hemos sido
engañadas de una forma tan cruel y atroz y durante tanto
tiempo es, en la mayoría de los casos, el dolor y la
confusión más horrible que puede recibir una mujer
por parte de su hombre. Y para algunas incluso, puede significar
un acto peor que una infidelidad ocasional, puede significar la
rotura completa de la relación por sentirse desplazadas,
hundidas, miserablemente utilizadas, por sentirse como un objeto
sexual, avergonzadas y lo peor de todo, dolidas, realmente
dolidas. Un dolor que a muchos les parecerá irracional,
pero a la mujer afectada en sí, le parece de lo más
real.

Y exactamente éste es el punto que un hombre
nunca, y repito, NUNCA, va a comprender, pensará que la
mujer está "exagerando" tremendamente, que se lo toma
demasiado a pecho, demasiado en serio, que le da demasiada
importancia, pero yo os, digo, señores, que sí,
para una mujer, o al menos para una gran mayoría de
mujeres, esto tiene importancia, y mucha.

Nosotras, las mujeres, comprendemos por qué a los
hombres les gusta y les excita la pornografía,
comprendemos, como yo comprendo, el por qué de la
costumbre de ver pornografía, pero los hombres nunca
comprenden ni comprenderán por qué a las mujeres
nos duele tan terriblemente que nuestra pareja vea
pornografía a escondidas. Y es porque tienen mentalizado
que es lo más normal del mundo, que el mundo es
así, que nosotras las mujeres hemos de aceptarlo como
es… es como decir algo así como: que hemos de
ponernos en nuestro lugar y aceptar que el hombre tiene todo el
derecho del mundo a ver pornografía sin que nosotras
podamos mover ni un dedo, hemos de aceptarlo sumisamente, sin
rechistar, sin quejarnos. ¿Es eso lo que queremos,
sí? ¿Aceptar que el hombre domina y puede hacer lo
que le salga en gana y la mujer haya de aceptarlo sin más
sólo porque al hombre le parezca "normal"? Normal, el que
haya miles de mujeres desnudas a su disposición en la
pantalla siempre y cuando lo desee, normal, el que su propia
esposa o novia tenga que aceptarlo sumisamente y dejarle hacer y
ver, normal el que para el hombre haya pornografía y para
la mujer no, normal el que si en una escena aparecen un hombre y
una mujer desnudos realizando el coito, el público al que
se dirija la escena sea un público masculino, si hay una
escena con dos o más mujeres, sea dirigido también
al hombre (no a mujeres homosexuales), y si hay una escena con
dos o más hombres, también es dirigida hacia un
público masculino. Sí, para un hombre eso es
normal, y de puta madre, ¿no? Porque para una mujer eso le
ha de parecer un machismo descomunal.

¿Por qué no hay vídeos
eróticos de tíos buenos que lo hagan suavemente y
con caricias y piropos, que es lo que a la mayoría de
mujeres nos gusta? Siempre sólo se ve a la mujer
despreciada a la que se le está follando un hombre
violentamente con lascividad, obligándola a realizar "su
trabajo"… y es increíble que eso se considere
completamente normal.

Lo que yo consideraría normal sería una
pornografía en la que ambos se traten con respeto y
cariño, una pornografía también dirigida a
la mujer, no exclusiva para el hombre. O en todo caso, como esto
no va a existir porque las mujeres somos decentes y educadas, y
no consumimos pornografía por lo general y porque los
hombres tienen una naturaleza pervertida y depravada con excesivo
deseo sexual y siempre estará por encima la
pornografía para saciarles ese instinto que no saben
controlar, al menos, que el hombre, al formar parte de una
relación seria, o al llegar a cierta edad y madurar y ser
consciente, que se parase a reflexionar y se diera cuenta de que
a una mujer esto le puede sentar muy mal y que está
haciendo uso de un contenido que desprecia por completo a lo que
es una mujer en sí. Eso sería igualdad,
respeto.

Eso sería respetarla y no exigirle ser la mujer
prototipo que se ve en la pornografía, en películas
o en fotos. Porque así es como surgen los complejos en las
mujeres, la anorexia, los
implantes de prótesis de silicona en los pechos, todo para
satisfacer lo que exige un hombre para tener a su
disposición las mujeres "perfectas" de las que tiene idea
según lo que los medios audiovisuales le ofrecen. Y
nosotras, las mujeres, nos sentimos "imperfectas" si no cumplimos
una de las múltiples exigencias de los hombres, y esto
deriva de lo mismo, del machismo abrumador que reina nuestra
sociedad, de la red enorme de pornografía que distribuye
la misma idea de la mujer en todo el mundo.

Por todo esto es que yo pienso que el momento en el que
un hombre respete a una mujer será cuando no mire
pornografía, por saber ver que es atroz y tremendamente
discriminatorio a la mujer, por no verla como un objeto sexual,
como una muñeca hinchable con tres agujeros (y suerte que
sólo son tres) por donde introducir su miembro viril. Ver
a una mujer, como una mujer es en la realidad, no es un objeto,
no es un misterio, no es en exclusivo excitación sexual
para el hombre, ni su saco de boxeo. Una mujer es el individuo
femenino de la especie humana, con los mismos derechos, el mismo
respeto, y las mismas capacidades intelectuales
que el género masculino de la especie humana.

 

 

 

 

 

 

Autor:

23/01/2010

Partes: 1, 2
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