- Que trata de otros
tranvías con tracción a sangre que corrieron en
Lima y el Callao - Que trata del personal de la
compañía de tranways, la fundación de la
compañía del ferrocarril urbano de lima y del
paso de la tracción de sangre a la tracción
eléctrica
Que trata de
otros tranvías con tracción a sangre que corrieron
en Lima y el Callao
En Lima no solo corrieron los tranvías halados a
caballo que hemos relatado anteriormente, existieron
otros.
Aunque parezca increíble el Perú tuvo
tranvías antes que Alemania,
Austria y Bélgica (1869), Italia y España
(1871); merito del tranvía Callao-La Punta en 1864.
([1])
Este tranvía chalaco, corría desde el
Callao hasta la Punta, fue construido en 1864 por Sociedad de
Beneficencia Publica el Callao y se le dio en concesión al
ciudadano Federico Pérez. El tranvía a sangre de La
Punta opero por 30 años hasta 1894 siendo reemplazado por
un ferrocarril a vapor desde 1895 administrado por la
compañía The Lima Railway Co. en una vía que
tenía 2.700 km de longitud.
Otro viejo tranvía de Lima es el que
corría comunicando los balnearios de Barranco y
Chorrillos, el cual describe Pedro Paz Soldán (1839-1895),
en su obra La línea de Chorrillos.
([2])
En Magdalena vieja, hoy Pueblo Libre, la tracción
a sangre cubrió los periodos en que tanto, el tren a vapor
como el eléctrico dejaron de servir por falta de pasajeros
o por que el número de estos no cubría el costo de su
operación. En 1900, los estudiantes de la Escuela de
Agricultura
que quedaba en Santa Beatriz se trasladaban en un pequeño
tranvía a tracción de sangre, similar al que
circulaba desde la Hacienda Villa (hoy Universidad San
Juan Bautista) usando los rieles de un trencito a vapor de trocha
angosta que llevaba caña de la Hacienda al Pueblo de
Chorrillos. Actualmente en dicha casa de estudios, aun se
conserva un carrito de ese tranvía similar al que
conducía a la Escuela de Agricultura.
VII
Que trata del
personal de la compañía de tranways, la
fundación de la compañía del ferrocarril
urbano de lima y del paso de la tracción de sangre a la
tracción eléctrica
De la Guía de Lima de 1887, rescatamos la nomina
del personal que
laboraba en la Empresa de
Tranways de Lima y que nos da una idea de la complejidad de la
operación.
ADMINISTRACIÓN.
Gerente.- Señor D. Mariano Antonio
Borda.
Jefe de Estación.- Señor D. José
Vicente Borda.
Tenedor de Libros.-
Señor D. Guillermo Veras Revenzo.
Contador.- Señor D. Juan Manuel
Valdeavellano.
Auxiliar.- Señor D. Juan Méndez
Valdeavellano.
Auxiliar.- Señor D. Eugenio Galindo.
Guarda Almacén.-
Señor D. Manuel Palacios.
SECCION TRAFICO.
En 1890, la situación del tranvía era la
que nos muestra el cuadro
Nº 2 siguiente:
CUADRO Nº 2
Líneas Conduct. Cocheros Inspec. Caballos |
3 32 34 6 400 40 24-30 |
Fuente: Historia de los
Ferrocarriles de Lima, Regal Matienzo, Alberto
(*) Diariamente operaban 26 coches; el resto se
encontraban en mantenimiento
o de retén.
A pesar de lo anteriormente relatado, el tranvía
de Lima no fue todo lo exitoso que pudiéramos imaginar. No
es exagerado decir que los caballos eran casi unos esqueletos
andantes, frecuentemente maltratados, además, por el
látigo del conductor. De los cuatrocientos caballos
mencionados por lo menos cien eran poco menos que
inútiles. Su alimentación se
componía de uno que otro yerbajo, algo de afrecho, hojas
de los diarios de la época y algunos cartones. Comparando
el servicio de
transporte de
Lima con el de otras ciudades latinoamericanas, veremos que, en
1894, en Lima se trasladó a un millón y medio de
pasajeros frente a los 11, 623,986 de Valparaíso en Chile
y a los 90, 114,804 del de Buenos Aires;
tomando en cuenta, además, que la población de la citada ciudad chilena era
la mitad de la de Lima, y la de la capital
argentina sólo 6 veces numéricamente superior.
([3]) La empresa "The
Trainways", que seguía siendo gerenciada por su fundador,
don Mariano Antonio Borda, en 1898 llegó a disminuir el
número de unidades de transporte, situación que le
obligó a vender sus activos y
privilegios, el 1 de diciembre de ese mismo año, a la
"Compañía del Ferrocarril Urbano de Lima",
constituida para tal fin, que explotó el servicio con
mejores resultados. El directorio de la Nueva
Compañía se hace cargo el 2 de enero de 1899,
cesando en dicha fecha el señor Borda y, tomando el cargo
en su reemplazo Luis Rey.
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