Sobre la adicción al trabajo-la efectividad-el éxito y la felicidad
- Para
ser un trabajador de gran efectividad, trabaje menos y
diviértase más - Un
nuevo paradigma para el éxito. Cambiando del tener al
ser
"Siempre nos estamos preparando para
vivir,
pero no vivimos nunca"
-Ralph Waldo Emerson
Quiero referirme al tema del título, para mostrar
una perspectiva distinta del trabajo y el éxito. Me he
basado para ello en el famoso libro "El placer de no trabajar" de
Ernie J. Zelinski (Gestión 2000, Barcelona; 1997), el
cual, como él mismo dice, es un libro para estresados,
parados, jubilados o cansados de trabajar y, agrego yo, para
quienes trabajan pero no saben que hacer con su tiempo ni durante
su horario laboral ni cuando están descansando o en
vacaciones.
La frase de Emerson, por otra parte, nos da una idea de
lo que espero transmitirles, toda vez que desde la
Vicerrectoría General he acuñado la consigna de
trabajar, estudiar, vivir, y ser felices, porque
trabajamos mucho, pero no vivimos ni somos felices, y siempre hay
que estudiar, pero sin renunciar a vivir ni a ser felices. Por
supuesto, lo mejor que a uno le puede suceder es estar en un
trabajo que podamos disfrutar y del cual podamos obtener grandes
satisfacciones.
Como bien lo dijo Facundo Cabral en su álbum
"Ferrocabral": "El que trabaja en lo que no ama, aunque trabaje
todo el día, es un desocupado".
Para ser un
trabajador de gran efectividad, trabaje menos y diviértase
más
Este título, de Zelinski, suena paradójico
pero no lo es. Si nos fijamos bien, tiene mucha razón: no
por trabajar más tiempo, se hacen más y mejores
cosas. Lo que hay que buscar es la eficiencia en el uso racional
del tiempo. Trabajar más, con frenesí, casi siempre
conduce al estrés y a todo tipo de enfermedades y
problemas de salud física y mental[1]De
hecho, las personas que normalmente trabajan un exceso de horas,
son adictas al trabajo. La mentalidad de este tipo de adictos
normalmente tiene los siguientes rasgos: perfeccionismo,
compulsión y obsesión y, de contera, dichos
personajes no son trabajadores efectivos; aunque puedan parecer
efectistas y activistas, distan mucho de ser eficientes y
eficaces; en síntesis, no son muy buenos en su trabajo. En
la tabla siguiente, Zelinski nos resalta las diferencias entre
los adictos al trabajo y los trabajadores efectivos. Los invito a
asumir este comparativo como un ejercicio reflexivo para nuestras
propias vidas.
Aquí surge una pregunta: ¿En cuál
de las dos categorías está usted? En cuanto a esto,
digamos que los adictos al trabajo están acostumbrados a
pasarse muchas horas trabajando y a no tener nunca tiempo para
divertirse. Zelinski va más allá y lanza una
expresión lapidaria: "teniendo en cuenta el exceso de
trabajo que los adictos al mismo tiempo deben realizar para
conseguir unos resultados limitados, la mayoría son
virtualmente incompetentes". O sea, que no por mucho trabajar, se
es más efectivo con lo cual la diferencia entre el que
trabaja mucho y el trabajador efectivo salta a la vista. En
últimas, como los trabajadores efectivos disfrutan tanto
del trabajo como del placer, son trabajadores más
eficientes. Para concluir este apartado, tengamos en cuenta esta
frase:
"El trabajo duro es la inversión más
sensata.
Proporciona gran seguridad al próximo marido
de su viuda"
-Anónimo
Un nuevo
paradigma para el éxito. Cambiando del tener al
ser
Continuando con nuestro autor de referencia, se
recomienda que si alguien siempre ha tenido problemas y se ha
sentido culpable al disfrutar de actividades no relacionadas con
el trabajo, deberá adoptar un nuevo paradigma que le
permita organizar y disfrutar el tiempo libre del que puede
disponer bajo cualquiera de estas circunstancias: descanso de fin
de semana, vacaciones, desempleo, cansancio, estrés,
jubilación, entre otras.
Lograr este cambio sólo será posible si se
modifica la percepción que se tiene del mundo y la
concepción misma de la vida, una vida distinta en donde se
puede disfrutar de ese tiempo libre, apelando a cosas simples y
sencillas que nos ofrecen la naturaleza y nuestra existencia, sin
pretensiones de tener posesiones a granel. El problema surge
cuando no se tiene un trabajo y, peor aún, cuando no se
tiene posesiones, entonces somos presa de un alto nivel de
zozobra, incertidumbre y caos porque usualmente no concebimos una
vida sin trabajo y sin tener cosas.
El éxito se asocia generalmente a una
sensación de triunfo que, por lo regular, está
basado en la posesión de cosas materiales o inmateriales,
incluyendo la tenencia de un trabajo. Lo cierto, es que dicha
sensación de triunfo se puede obtener tanto con un trabajo
como sin él, tal como lo afirma Zelinski, y como podemos
comprobarlo en la práctica.
Página siguiente |