Consideraciones acerca de la docencia en la Educación Superior

En Cuba se proyecta la Universidad con una nueva
dimensión que responde a la universalización del
conocimiento y a la concepción de pleno acceso,
requiriendo de medidas pedagógicas y dialéctica que
permitan vínculos de calidad en la
formación.

Atendiendo a esto, se fortalecen los modelos de
enseñanza que combinan lo presencial con lo virtual,
consolidándose la formación semipresencial donde a
su vez requiere un replanteamiento didáctico, o sea, una
concepción científica que permita argumentar los
fundamentos del currículo en su diseño,
ejecución y validación para lograr un proceso de
enseñanza-aprendizaje o de orientación-aprendizaje
eficiente.

En tratamiento práctico de esta
problemática se ha visto obstaculizado porque los que
dirigen y ejecutan este proceso, en ocasiones no poseen la
preparación didáctica general y particular para
trabajar esta modalidad ,observándose enseñanzas
trasmisionista e informativa.

Ante este fenómeno se han diseñado a nivel
central diferentes modalidades de superación como son
postgrado, diplomados, maestrías, etc.; que impulsan el
desarrollo del conocimiento y la práctica en la
universalización.

El presente trabajo integrador es el resultado de la
preparación recibida y autogestionada a través del
autoestudio en el módulo de docencia de la
Educación Superior recibida en la Universidad Central de
las Villas: Marta Abreu y persigue como objetivo: Valorar de
manera integradora los contenidos recibidos en el modulo de
docencia de la Educación Superior a través del
análisis crítico del programa de una asignatura en
la universalización.

La didáctica constituye un fundamento
teórico y práctico del currículo, al
brindarnos los principios, las teorías y componentes de
los procesos formativos de carácter sistémico y
curricular.

En fin, el sujeto que aprende y el desarrollo integral
de su personalidad son el centro del proceso formativo en la
enseñanza semipresencial, por el gran cúmulo de
recursos que se utilizan y que complementan la presencia del
docente y la comunicación grupal en la relación
entre la atención a las diferencias individuales y el
trabajo del colectivo, se requiere de mayor
concientización del aprendizaje, de su papel en los
procesos de autoformación, se precisa una
fundamentación del proceso de
enseñanza-asimilación más profundo; y por
tanto mayor solidez en la fundamentación didáctica
del proceso curricular.

El proceso de
formación de un currículo hoy se hace una pregunta
¿diseño o transformación?

En la bibliografía relacionada con este tema es
común observar que varios autores utilizan el
término de diseño curricular para hablar del
proceso que tiene lugar en las universidades. Realmente, aunque
la amplia generalización de esta denominación
permite comprender su contenido, el vigor del currículo y
su diseño es solo una etapa de un proceso donde su
aplicación, preparación y evaluación
constituyen otras etapas en el continuo perfeccionamiento de la
Educación Superior.

La preparación del currículo es una etapa
previa al diseño y lleva la objetiva intención de
preparar en las universidades a quienes van a elaborar los
currículos, en las ideas, conceptos y principios que los
sustentan. Esto permite el respeto a la subordinación a un
sistema de orden mayor, que determinaron su papel y lugar en el
proceso de formación. Esta preparación no debe
reducirse solo a quienes elaboran los currículos sino
también debe llegar a los profesores que los
aplicarán.

En cada profesor universitario reside como resultado de
su labor académica, un currículo oculto que lo
guía y lo conduce a hacer las cosas en correspondencia con
sus experiencias anteriores. Por tanto, el problema de la
preparación de los claustros para aplicar una verdadera
formación curricular es de la mayor importancia.
Generalizando. Si los profesores no han sido preparados en los
fundamentos del currículo, poco serán capaces de
hacer, aunque estén presentes las mejores
intenciones.

La segunda etapa es el diseño en la que se
materializa la preparación recibida. Ese diseño
curricular que tiene lugar en el plano teórico y es donde
se desarrolla el modelo pedagógico de la enseñanza
–aprendizaje, contextualizando la necesidad de aprendizaje
en una parte concreta de la realidad podemos hacer que el
objetivo sea verdaderamente de aprendizaje cuando refleja una
habilidad funcional que a su vez refleja la máxima
actividad cognitiva del estudiante, con una sola intensión
pedagógica (la más general), centrando bien el
objetivo de conocimiento y reflejando además la estrategia
metodológica, el nivel de profundidad y desarrollo de la
habilidad y las actitudes que se potencian en el orden
axiológico.

De esta forma, el objetivo es concreto y orientador
metodológico del proceso de aprendizaje y siendo
único en cada nivel curricular permite una adecuada
desviación e integración en los distintos
subsistemas del currículo.