El presente ensayo esta dirigido a analizar uno de los
tantos casos de "justicia tomada por sus propias
manos".
Me llama la atención este caso por la gravedad
que implica, tanto para la sociedad como para las autoridades que
imparten justicia en nuestro país, sobre todo en las zonas
mas lejanas en donde la voz de la gente casi no se escucha en los
gobiernos y se ha hecho costumbre hacer justicia propia en base a
razonamientos arcaicos, que no podrían concebirse por el
simple hecho de ser costumbre, por que si bien es cierto que la
costumbre es fuente de derecho, bien es cierto también que
los derechos fundamentales de las personas son superiores incluso
al estado y por nada del mundo debe vulnerarse su naturaleza como
tal.
El análisis del caso lo he realizado
dándole un enfoque en lo estrictamente social,
analizaremos las conductas de los sujetos y concluiremos si se
trato de un ajusticiamiento u homicidio.
RELATO DE LOS
HECHOS
a. El día 22 de agosto (2007) fueron
asesinados a golpes los hermanos Benigno (61) y Remigio (52)
Yucra Incahuanaco, en manos "de una banda de adolescentes que
estaban sembrando terror en los alrededores del rio Ramis.
Sus cadáveres fueron encontrados congelados y molidos
a palos en un paraje cerca de la comunidad de Patascashi. Los
delincuentes robaron a los Yucra los dos únicos toros
que tenían."[1]b. Al día siguiente (23-09-07) del
asesinato fue encontrado en la feria de Taraco un joven de 15
años tratando de vender los toros robados, fue
capturado por lo comuneros y sometido a un duro
interrogatorio, que produjo la captura del joven de 17
años Gary Parisuaña.
"Un grupo de pastores había atrapado a los
abigeos dos días antes del juicio: interrogados por los
líderes de las comunidades, los adolescentes confesaron
sus crímenes; aceptaron que ellos y otros dos
jóvenes integrantes de su banda asesinaron a 7 campesinos
para robarles sus alpacas, sus llamas, sus vacas y el poco dinero
que los campesinos llevaban
consigo."[2]
c. El día 27 de agosto el joven Gary
Parisuaña fue ahorcado por los comuneros y al parecer
su padre fue obligado también a participar del crimen,
bajo amenaza de muerte para el y su familia.
Las autoridades del pueblo se vieron impedidas de actuar
en el hecho ya que la turba de gente (entre 3000 y 5000) lo
impedía. Lo que produjo mas indignación fue el
hecho de que el joven asesinado ya había sido puesto a
disposición de las autoridades policiales en ocasiones
anteriores por el delito de robo y estaba siendo investigado por
el delito de asesinato. Las autoridades lo dejaron libre y para
la población esto era imperdonable.
El joven cómplice de 15 años pudo ser
salvado por las autoridades, pero estas no pudieron impedir que
también se les castigara físicamente.
La familia de Gary Parisuaña fue obligada a
presenciar el hecho y aceptar el sumarísimo proceso, mas
aun, el padre fue obligado por la multitud a matar a su hijo
ahorcándolo, el padre actuó bajo amenaza de muerte
para el y su familia.
En efecto podemos decir que si se cometió un
homicidio, un delito por un menor de edad, que obviamente debe
ser castigado, pero ¿Cómo castigar cuando no
hay justicia?
Tal vez esta ha sido la interrogante que se han
planteado durante años los pobladores de las provincias y
poblados mas lejanos de nuestro país, en donde hablar de
justicia es hablar precisamente de linchamientos, turbas llenas
de ira, padres que aceptan castigos sociales, sin la presencia de
un debido proceso, en donde la Ley de Talión se ha
convertido en un principio rector de nuestro país,
allá donde los jueces y autoridades no saben que se ha
suplantado la ley por la costumbre.
Y no es que la costumbre sea "mala", es más, la
costumbre es fuente de derecho, sin embargo como ya o mencione
antes, más que la costumbre, las leyes, la
jurisprudencia… que se pueda tener, están sobre
todo, los Derechos Fundamentales y es aquí en donde entra
a tallar la problemática.
Si aceptáramos esta practica social como fuente
de derecho estaríamos aceptando que en nuestro país
hay normas por cada región, provincia o ciudad.
Considero que nuestras normas, todo el ordenamiento
jurídico, ha sido creado para regular la convivencia
social pacifica de todos los pobladores de nuestro país,
sin embargo la lentitud de un proceso y la ineficacia de nuestro
poder judicial hace que se tomen medidas que pueden parecer
inconstitucionales por su naturaleza, pero ¿Qué
hacer?
Juana Pacco:[3]
"en Huancané todas las personas viven en
demasiada pobreza, la gente vive de los animales y chacras, y
cuando les roban, uno se siente mal y menos". "Lo que más
daño hace a nosotros, son los ladrones". En aimara, abigeo
se dice "lunthata", en quechua "uywa suwa".
[4]
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