¿Colombia cuna de una nueva forma de fascismo?

"Asumí un compromiso solemne: ser el primer soldado de la Patria"

Álvaro Uribe Vélez

El país de las guerras, de las bases estadunidenses, del caudillismo y el cesarismo. Un estado claramente polarizado donde el "terrorismo" es una excusa para la detención de profesores y estudiantes, donde la constitución es tratada como un papel borrador que se puede cambiar cada vez que se quiera según los intereses de unos cuantos, ignorando así años de tradición y de construcción de un estado.

Un país en constante crisis, y en donde la violencia se reproduce a sí misma, y se convierte en su único objetivo[1]es un terreno propicio para la cultivación y la germinación del fascismo. Comparable la situación con la Alemania pre-nazi y la Italia de Mussolini en donde sus regímenes políticos y económicos lograron una "precaria" unidad nacional y un desarrollo capitalista retardado. Estos países tuvieron en el fascismo este instrumento de reorganización nacional para la expansión de su área de colonización y su mercado.

Así pues ¿es Colombia un país cuna de una nueva forma de fascismo? Es curioso ver como en el internet o en otros espacios de libre difusión de documentos y pensamientos muchas personas intentan responder afirmativamente a esta pregunta[2]Yo en esta breve explicación del fascismo, sus manifestaciones y métodos de control, pretendo llegar a responder esta pregunta centrándome en varias tesis que analizan la situación actual colombiana, su historia y que también pretenden explicar el fenómeno fascista y neo-fascista en el mundo.

Para llegar a la construcción de una conclusión que permita responder el cuestionamiento antes planteado, voy a establecer ciertos elementos que analizan la actual situación colombiana permitiéndome comparar elementos fascistas con elementos propios del gobierno y el estado colombiano:

Su carismático caudillo

El mesianismo es propio de nuestra cultura, siempre en búsqueda de formas salvadoras y a la espera de un redentor, y busca en figuras redentoras una salida a una crisis permanente en la que ha estado sumida nuestra nación. En el fascismo el caudillo quería llevar a su pueblo a un reino superior de la política, que experimentaría el sentido de pertenecía a una raza consciente de su identidad, de su poder y la emoción del dominio. El caudillo era un redentor, un salvador que iba a sacar a su pueblo de su miseria y de la crisis. También es esencial entender que para el fascismo es una necesidad que haya una autoridad de dirigentes naturales, quienes son los únicos capaces de encarnar el destino del grupo.

Colombia siempre ha sufrido de ese mal cesarista que busca un salvador permanente que cargue con la cruz de violencia e historia de descomposición de nuestro país. En nuestro caso contamos con un líder carismático y "providencial" con su grupo de intelectuales, esencialmente pequeño burgueses[3]"Si no es él entonces ¿quién?" Preguntan frecuentemente las masas en la búsqueda de un nuevo líder que los salve de sus problemas. La propaganda que se ejerce en pro de este mesías es reiterativa, claramente subjetiva y selectiva sumergiendo así a las masas en una idea única de un líder salvador. Colombia tiene a su propio líder carismático, que gobierna junto a un cuartel de subordinados dispuestos a seguir adelante con sus ideas.

Remontándonos a una situación actual en donde nuestro presidente ha sido reelegido una vez y se perfila para un nuevo periodo, que se fundamenta para muchos de sus seguidores en este mal mesiánico que pretende hacernos creer que es nuestro salvador y que al no haber otra alternativa, y a un claro fallo del estado en sus funciones, este mesías es el único que puede llevar al país por el correcto camino sin importar las implicaciones que esto conlleve. Así mismo el periodo de nuestro presidente tiene salvaguardadas todas las posibilidades, pues ya se postulan varios de sus seguidores que pretenden al igual que el fascismo seguir en el poder bajo el nombre de otro, pero con la misma doctrina.

La militarización del país. Priorización de la guerra y el paramilitarismo

Las S.A. fue el órgano militar paralelo al partido nazi de Hitler. En Italia las Camisas Negras de Mussolini también implementaron la violencia como método de control. En Colombia también contamos con milicias bárbaras fuertemente vinculados al periodo de gobierno actual, la parapolítica es un escandaloso fenómeno que vincula la derecha conservadora con el surgimiento de grupos militares, antisubversivos y anticomunistas, financiados por el narcotráfico y las elites del país.

Para el fascismo la violencia siempre fue la forma predilecta de control, la implantación del miedo y el terror en su sociedad. Esta violencia es selectiva contra enemigos "antinacionales" y ayudo a Hitler a decir que estaba trabajando para llegar al poder por medios legales, cabe recordar que los nazis nunca abandonaron la violencia selectiva, que era un elemento básico del atractivo del partido, ni a insinuar objetivos más amplios después de que llegase al poder. [4]