Sistema de actividades para el fortalecimiento del valor patriotismo en los atletas de baloncesto (página 2)

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Asimismo no descartamos otros valores tan importantes para nuestro pueblo como son la honestidad, la responsabilidad, la solidaridad, en la construcción de una sociedad socialista. En nuestro país hablar de valores es necesariamente hablar de historia, de héroes, de ideales, de sufrimiento y dolor, de convicciones, de sacrificio y de una inquebrantable disposición de lucha y fe en el hombre. En estos aspectos y en muchos otros está la génesis de los valores éticos de nuestros hombres y mujeres. La escuela da gran importancia al fortalecimiento de valores; a lo que la Doctora Esther Báxter agregó que a esta "堬e corresponde desempeñar un papel determinante en la formación de valores; para ello es necesario efectuar transformaciones en el trabajo educativo; por lo que resulta fundamental que este se oriente de forma tal que permita desarrollar en cada estudiante, aquellos aspectos que le permitan conocer de una manera más significativa, el momento histórico que vive".

Por otra parte dentro de los objetivos formativos generales de nuestro sistema educacional se trata de que los alumnos puedan:

Demostrar su patriotismo, expresado en el rechazo al capitalismo, al hegemonismo del imperialismo yanqui y en la adopción consciente de la opción socialista cubana, el amor y respeto a los símbolos nacionales, a los héroes y los mártires de la Patria, a los combatientes de la Revolución y a los ideales y ejemplos de Martí, el Che y Fidel, como paradigmas del pensamiento revolucionario cubano y su consecuente acción.
Asumir sus compromisos jurídicos a partir del dominio de los deberes y los derechos constitucionales, el conocimiento de otros cuerpos legales y valorar su importancia para el desarrollo armónico de la sociedad y su consecuente protección y seguridad; cumpliendo responsablemente con los postulados de la Organización de Pioneros José Martí (OPJM) como expresión del deber social, en particular los referidos al estudio y al trabajo y su preparación por ingresar en la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC).

"En esta labor resulta necesario que el maestro, con su ejemplo personal y su conducta diaria, se convierta en un modelo a imitar, sobre todo en las primeras edades, donde posee el privilegio de una aceptación total y positiva por parte de sus alumnos". (García Batista, Gilberto, 2002)

Es necesario llevar a la par los componentes cognoscitivo y afectivo, siendo este último el que abarca las relaciones personales con el valor, que los alumnos, por sí solos, lleguen a sentirlo útil, importante y agradable, que resulta lo que hacen y para qué lo hacen.

Antecedentes del valor patriotismo en nuestro país

La necesidad actual del desarrollo de valores en las nuevas generaciones, hace que se eleve la importancia de tan relevante tarea pedagógica encaminada desde la escuela, haciéndose extensiva a la familia, comunidad y sociedad.

Los hombres y mujeres que vivieron en nuestro país, que iniciaron y dirigieron la Revolución cubana, pensaron, actuaron con respecto a la Patria y según la educación que recibieron. Por eso el desarrollo del valor patriotismo es un componente esencial y constituye la dirección principal de la labor educacional de la nación cubana, de sus escuelas y sus maestros; teniendo su fuente principal en la tradiciones pedagógicas relacionadas a la formación de nuestra nacionalidad desde la época de la colonia y que se ha ido desarrollando e inculcando este sentimiento en los educandos. Por tanto, si queremos formar un ciudadano para el cual la fidelidad a la Patria sea uno de sus valores fundamentales, tenemos que crear condiciones y situaciones que lo lleven a la formación paulatina de este valor y para eso debemos tener en cuenta la historia que nos legaron nuestros antepasados.

No nos estamos refiriendo a la formación de un especialista en Historia, sino a la Historia como parte imprescindible del conocimiento de todos y cada uno de los que asuman la responsabilidad de educar. Martí decía en 1881: "De amar las glorias pasadas se sacan fuerzas para adquirir las glorias nuevas". Un año después advertía: "Corre peligro de perder fuerzas para actos heroicos nuevos aquel que pierde, o no guarda bastante la memoria de los actos heroicos antiguos". La educación patriótica en las escuelas debe inculcar en los jóvenes el amor a la naturaleza, a los bienes creados por el hombre, para bienestar y disfrute de los demás; debe inculcar la protección, el cuidado y enriquecimiento de las tradiciones nacionales progresistas, la disposición de defender la Patria y de contribuir a ampliar la riqueza social.

Por lo anteriormente expuesto podemos apoyarnos en el Programa Director de valores procurado por el Comité Central del PCC, donde expone modos de actuación asociados a cada uno de los principales valores esenciales en los cuales se debe trabajar. Estos modos de actuación son válidos a la hora de medir el estado de un valor en un individuo. Exponemos a continuación los propios del valor patriotismo:

Tener disposición a asumir las prioridades de la Revolución, al precio de cualquier sacrificio.
Ser un fiel defensor de la obra de la Revolución socialista en cualquier parte del mundo.
Actuar siempre en correspondencia con las raíces históricas, enalteciendo sus mejores tradiciones revolucionarias: el independentismo, el antiimperialismo y el internacionalismo, en el espíritu de la Protesta de Baraguá.
Poseer sentido de independencia nacional y de orgullo de su identidad.
Tener conciencia de la importancia de su labor y ponerla en función del desarrollo económico y social del país.
Participar activamente en las tareas de la defensa de la Revolución.
Fortalecer la unidad del pueblo en torno al Partido.

El fortalecimiento del valor patriotismo en la esuela requiere de un conjunto de elementos a tener en cuenta:

Conocimiento del entorno familiar en que se desenvuelve el estudiante (potencialidades, debilidades, actitudes, aspiraciones, etc.)
Trabajo cooperado entre: familia-escuela-comunidad.
Empleo de métodos educativos compatibles al fortalecimiento de este valor.
Participación y modos de actuación, así como manifestaciones en relación con actividades de carácter patriótico.

Para trabajar los valores en la educación cubana actual es necesario la contribución de las diferentes asignaturas a su ejecución, ya que a la escuela le corresponde desempeñar una función determinante en el fortalecimiento de estos, siendo el maestro, el máximo responsable de la educación de sus alumnos, ofreciendo en las clases y otras tareas que se realizan en la escuela, múltiples alternativas y posibilidades para lograrlo.

El taller como vía para fortalecer el valor patriotismo

Múltiples alternativas se pueden emplear en la escuela para contribuir al fortalecimiento de los valores. El taller, a pesar de no ser el más utilizado en este sentido, contribuye a la reflexión colectiva sobre una polémica y la proyección de alternativas de solución a dichos problemas desde la experiencia o inexperiencia de los participantes. Se afirma, cuando se habla de taller, que es "una modalidad de capacitación caracterizada por el trabajo en grupo; donde se asume como tarea principal la reflexión sistemática de la propia práctica de los participantes" (Calzado Lahera, Deysi, 1998).

Uno de sus elementos más importantes es la organización de las tareas del grupo, que tiene como objetivo central: Aprender en el grupo, del grupo y para el grupo, pues para lograrlo es necesario el trabajo colectivo, existiendo un alto nivel de participación de los alumnos. Es por ello que se propone a los talleres como otro elemento del sistema de formas de organización, por su función integradora de conocimientos, tomando como punto de partida las vivencias que se van teniendo en la práctica, la reflexión y transformación colectiva de los problemas que en ellos se presentan.

Dentro de las características que presentan los talleres se pudiera mencionar que es una forma organizativa profesional, que no se encierra solamente en el aula, donde debe crearse un equipo de trabajo que aborde el problema de forma colectiva; constituyendo también una forma de organización para la sistematización e integración de conocimientos, habilidades, valoraciones y experiencias, desde la integración grupal.

Para su realización, se requiere de un conjunto de métodos, procedimientos y técnicas de trabajo grupal que posibiliten la producción colectiva, por lo que, para su estructuración, es necesario tener en cuenta primeramente una fase de diagnóstico, constituyendo el punto de partida para todo el proceso de desarrollo del Taller. En este se diagnostica el dominio que tienen los participantes sobre los temas a tratar y sus vivencias en relación con el tema, siendo necesaria la atención a las particularidades del grupo. Es importante también la autopreparación del profesor al seleccionar o elaborar las preguntas que va a ir introduciendo en casos necesarios, y en función de los objetivos que se propone.

Al realizar un taller, es necesario considerar varios requisitos, como son:

Poseer un sistema de objetivos claros y representativos de la realidad.
Integrar, de manera dinámica y dialéctica, los problemas.
Tener en cuenta el contexto histórico.
Caracterizar y resumir el producto del proceso del trabajo del grupo.
Utilizar el tiempo necesario para concluir las tareas de cada Taller.

Por ende, "el taller, al igual que cualquiera de las formas de organización que se emplean en la escuela, no admiten pasos formales de desarrollo metodológico, sino tener un enfoque personal, crítico y de consenso grupal, con proyecciones que permitan la transformación del problema, siendo una alternativa efectiva para el desarrollo de valores, en las nuevas generaciones". (Calzado Lahera, Deysi. 1998)

Los Talleres desarrollan un conjunto de objetivos que tienen que cumplirse en el marco de su aplicación; estos son:

Ocupar el tiempo libre de los alumnos, mediante un conjunto de actividades recreativas que le aporten una cultura general integral y el desarrollo de los valores, fundamentalmente el patriotismo.
Orientar a los alumnos, mediante el descubrimiento de sus afinidades, hacia una conducta positiva de acuerdo a la situación en que se encuentre.
Contribuir a que los alumnos indaguen, interpreten y se cultiven sobre temas de interés.

Para el desarrollo del taller se debe tener presente un conjunto de indicaciones, dentro de la cuales prevalecen:

Se deben explicar a los participantes desde un comienzo en qué consistirá el taller.
Los integrantes del taller pertenecerán a un mismo grupo.
Tendrá un número de miembros, de acuerdo con el contenido y la cantidad de alumnos que determine el profesor que guiará la actividad.
Todos los alumnos del grupo deben estar implicados en la actividad.
Debe tener un miembro responsable, o un profesor tutor.
En cada taller, el profesor proyectará un conjunto de actividades mensualmente, para desarrollar con sus alumnos con el fin de alcanzar uno o varios objetivos formativos.
El profesor controlará la correspondencia de los y el conjunto de actividades a desarrollar con los alumnos.
Mensualmente, en la asamblea, se evaluará el funcionamiento del taller y su resultado se tendrá en cuenta en la emulación.
Se realizarán exposiciones mensuales, durante el curso escolar, sobre los resultados obtenidos mediante el Taller.

De redundar es mencionar que los talleres contribuyen al desarrollo de valores en sus participantes, ya que presenta un enfoque participativo, reflexivo, donde se desarrollan el nivel cognoscitivo y a su vez se modifica su conducta, la cual se demuestra mediante sus manifestaciones y modos de actuar. Los talleres son una forma de agrupar y de organizar al educando, teniendo en cuenta sus motivaciones, gustos e intereses.

Bibliografía

GARCÍA BATISTA, GILBERTO. "Compendio de Pedagogía" Editorial Pueblo y Educación, La Habana, 2002.

BÁXTER PÉREZ, ESTHER. "¿Cuándo y cómo educar en valores?". Instituto de Ciencias Pedagógicas. MINED. Ciudad de la Habana, Cuba, 2002.

MARTÍ PÉREZ, JOSÉ JULIÁN. "Obras Completas", tomo 9, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1975.

CALZADO LAHERA, DEYSI. "El taller: una alternativa de forma de organización del proceso pedagógico en la preparación profesional del educador". Tesis de Maestría. Instituto Superior pedagógico "Enrique José Varona". La Habana, 1998.

CHACÓN ARTEAGA, N L. "Dimensión ética de la educación cubana". Editorial

Pueblo y Educación. La Habana, 2002.

COLECTIVO DE AUTORES. "Educación Cívica" Noveno Grado. Editorial Pueblo y Educación. La Habana, 1994.

Comité Central del PCC. "Programa Director para el fortalecimiento
de valores fundamentales en la sociedad cubana actual".

Autor:

Lic. Ana Ivis Esquivel Barrizonte

Profesor Instructor.

Centro de trabajo: ESPA Provincial Ormani Arenado LLonch de Pinar del Río.

Coautor:

Lic. Isbel Barrera Cabrera

Profesor Instructor.

Centro de trabajo: Universidad de Ciencias Pedagógicas "Rafael María de Mendive" de Pinar del Río.