El Alfabeto de los Druidas: el Alfabeto Celta –
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Nuestros jardines y bosques, nuestros
valles y montañas, son morada de árboles sagrados
que han sido venerados durante siglos. En sus ramas, los
más bellos mitos y leyendas permanecen callados. Hay que
tratar de escuchar con unos oídos más
poéticos, hay que tratar de mirar con unos ojos más
sabios para poder entender la magia de sus susurros.En la cultura
druida céltica las letras eran nombradas por el nombre de
un árbol con su misma inicial. Por ejemplo, "duir",
nuestro roble, era también la letra "D" y "saille",
nuestro sauce, era la letra "S". Los druidas tenían un
alfabeto de cinco vocales y 13 consonantes. Estas últimas
formaban un calendario mágico estacional basado en los
árboles y "La Madre Naturaleza" y lo usaron en secreto
durante siglos, incluso después de la irrupción
cristiana.No es tan sorprendente. Las letras en el moderno
alfabeto irlandés o gaélico son todavía
conocidas con el nombre de un árbol y todo el folclore
europeo nos habla, una y otra vez, de tradiciones similares.En la
antigüedad, los nombres sagrados eran secretos (es razonable
si entendemos que creían que debían esconder sus
palabras y conjuros mágicos de sus enemigos para prevenir
sus posibles manipulaciones y ataques). Por tanto, las palabras
tenían poderes y las letras y los árboles eran
venerados. Esta creencia continuará con las
politeístas religiones griega y romana.Estudiaremos estos
sagrados árboles que llenan de belleza nuestros campos y
entornos siguiendo el orden del alfabeto
druídico.
Primer árbol y
letraNuestro abedul se llamaba "Beth" y representaba a
la letra "B". Es el árbol del comienzo, y para los celtas
y para todos los campesinos del norte de Europa, el brote de sus
hojas era la señal para empezar a sembrar los campos.Los
abedules estaban consagrados a la Luna ya que la Luna era "La
Diosa Blanca" o "Madre Naturaleza", la primera y más
importante de todas las divinidades en la culturas
neolíticas y porque tenían un calendario
lunar.Ellos protegían a las mujeres embarazadas y los
griegos, romanos, e incluso medievales, usaban su sabia para
aliviar los dolores menstruales.La "B" dominaba los conjuros y
las celebraciones celtas desde el 24 de diciembre hasta el 20 de
enero.
Segundo árbol y
letraEs el fresno salvaje, también conocido como
fresno de las montañas y… "ÁRBOL DE LA
VIDA". ¿Por qué? Las leyendas en torno a su poder
sanador son abundantes. Por ejemplo, las bayas mágicas de
fresno del romance irlandés de Fraoth
–guardadas por un dragón- curaban a los heridos y
alargaban un año la vida de todo el que las comía.
También eran bayas de fresno salvaje, junto con manzanas y
nueces rojas la comida del dios de la legenda de Diarmuid and
Grainne. En la cultura griega antigua, la comida roja estaba
prohibida excepto en el día de las ánimas y siglos
después, el emperador Nerón, aún gobernaba
siguiendo ideas semejantes.Sin embargo, el "Árbol de la
Vida" puede usarse en sentido contrario. En "La Saga de
Cuchulaín" sólo una rama de fresno salvaje
podía matar a su perro sagrado, igual que en la antigua
Irlanda un alma en pena sólo podía ser derrotada
clavando una rama de fresno salvaje en su cadáver.El
nombre de este árbol era "Luis" y representaba a la letra
"L". Dominaba las celebraciones druídicas desde el 21 de
enero hasta el 17 de febrero. En medio de este mes lunar
–el 2 de febrero- se situaba la importantísima
fiesta celta de las Candelas: en la Edad Media, era el día
en que se reunían las brujas de las islas
británicas y más tarde, el día del fuego. En
muchos pueblos de España, aún se celebra este
día en que las mujeres toman simbólicamente el
poder con diferentes rituales y bailes donde se trastocan los
papeles y se vuelve a los tiempos matriarcales en que la
divinidad era la Diosa.La relación entre las Candelas, la
mujer que engendra, y el fuego que destruye es poética,
mítica y ha servido de inspiración ancestral a todo
el que ha entendido que vivir y morir forman parte de un mismo
ánimo: el aliento del infinito.
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