- Presentación
- Miremos al futuro con
esperanza - Visión: Lo que queremos
ser - Misión: Nuestra razón de
ser - Análisis situacional
- Objetivos: Qué hacer
- Estrategias: Como hacer
- Acciones: La inspiración a la
acción - A la
Juventud: Fuerza y esperanza de Cajamarca - Circulo virtuoso
- Bibliografía
"La Cajacha" – Escultura de Humberto Hoyos
Guevara
Presentación
La región de Cajamarca presenta una
geografía con grandes contrastes y, a la vez, posee una
diversidad muy grande de recursos naturales, principalmente
minerales, hídricos, y biológicos. Tiene valles
profundos que están ubicados en sus zonas alto andinas y
zonas de ceja de selva. En su seno se han forjado civilizaciones,
que nos han legado manifestaciones históricas y culturales
notables. Sin embargo, el recurso más valioso que tiene
Cajamarca es su gente. La valía de su población
sale a relucir en las diversas actividades que emprende, tanto en
la vida cotidiana, cuanto en el ámbito de los quehaceres
económicos propios del mundo empresarial, agrícola,
comunal y profesional.
Resulta inspirador ver trabajar con ahínco y
perseverancia a la mujer cajamarquina, en especial a la del
campo. Es motivador observar cómo el cajamarquino lucha y
trabaja para forjarse un futuro mejor, para él y su
familia. Tanto o más esperanzador es ver cómo el
joven cajamarquino se preocupa por estudiar y progresar. Es sobre
la fuerza de esta base social que proponemos la
formulación de un plan de desarrollo regional, cuyas
propuestas surjan desde las raíces más profundas de
la colectividad cajamarquina, con la suficiente sensibilidad como
para catalizar el reconocido civismo de este pueblo, a
través del trabajo en equipo, concertado, transparente y
despojado de cualquier rémora discriminatoria. Le decimos
no a la indiferencia y apelamos a la fuerza del pensamiento
emprendedor del cajamarquino al que sabemos capaz forjar una
sociedad cuyos enemigos declarados sean el hambre, la pobreza, la
miseria y la corrupción.
No es simple retórica referirse a las fuerzas
telúricas de nuestras montañas, a la frescura
vivificante de las lluvias en nuestros campos de labor, al
torrente de los ríos y la espesura de nuestros bosques,
que forjan el espíritu guerrero que distingue a los
cajamarquinos. Es esa convicción la que nos permite
caminar con fe y entusiasmo hacia el mañana prometedor,
profundamente imbuidos de una conciencia democrática.
Así pues, me permito poner en vuestras manos este
documento, esperando que cumpla con su objetivo: Poner nuestro
grano de arena en el esfuerzo común por plasmar el
desarrollo de Cajamarca.
I.- Miremos al futuro
con esperanza
La tierra se cultiva con amor, se la abona y se la riega
con aguas que generosamente nos dan los ríos, los pozos y
las lluvias. Lo que hacen nuestros hermanos y hermanas en
Uña de Gato (Shumba- Jaén), no es la
excepción. Allí se siembra maíz, yuca,
plátanos y uno que otro papayo. Crece el pasto en la
inverna para alimentar al ganado. Al frente está el
aeropuerto de Shumba, cuya pista permanece a la espera de que en
ella aterricen los aviones comerciales. Allí, la carencia
de agua es dramática, los propietarios están a
merced de las lluvias. El éxito de la siembra depende de
las aguas que provienen del cielo.
En su oportunidad, la comunidad se reunió de
manera voluntaria para planificar el esfuerzo de conducir el agua
a través de unas tuberías, que se reparten hacia
los predios de todos los propietarios empeñados en calmar
la sed de sus tierras y la de sus animales. Pero esta medida no
resultó suficiente. Para intentar encontrar la
solución al problema que referimos, don Panchito
López, un viejo y sabio vecino, convocó a la
comunidad para tener una reunión de trabajo, la misma que
se llevaría a cabo al final de la jornada
diaria.
El punto de encuentro, es el patio de su casa. Su patio
es un pampillo de cemento, en el que, para la ocasión, se
ha puesto pequeños troncos de madera, que serán
utilizados como asientos. Como en el lugar no hay energía
eléctrica, varios mecheros ubicados en los extremos del
pampillo han sido encendidos. De los mecheros, junto a sus llamas
se desprende humo negro, que misteriosamente se pierde en el
cielo.
La noche se va imponiendo, un manto negro cubre el
ambiente, envolviéndolo en la oscuridad. Los invitados uno
a uno van llegando, entre ellos están don Gilberto
muñoz, Juan Delgado, Ernesto Soto, Genaro Pérez.
Genaro es el más joven de todos los presentes, él,
ha ido en representación de don Isaías
Pérez, su padre. Genaro para orgullo de su familia y en
especial de su padre, se acaba de graduar como ingeniero
agrónomo, según dicen, es el primer profesional de
su familia.
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