Construcción y gestión del horizonte institucional de un proyecto educativo
Aproximaciones
conceptuales y epistemológicas
Enfrentamos nuevos contextos sociales,
culturales, políticos y económicos, como producto
de diversas transformaciones en las prácticas de vida del
ser humano, de los avances tecnológicos, de la
globalización, de la mezcla de culturas y de los estilos
de vida. Es sólo a partir del reconocimiento profundo de
estos contextos o realidades que se puede superar la
visión sectorial y parcializada de lo educativo que
promueve la descentralización.
La sociedad se transforma, al igual que sus demandas
frente a la escuela. Si bien, ante un escenario de
globalización y descentralización se han planteado
cambios que permitan incorporar las tecnologías y el
conocimiento en los procesos educativos, gestionar
estándares educativos y modelos de evaluación de la
gestión y empoderar los centros educativos con el fin de
mejorar la calidad del servicio; la construcción
localizada de propuestas educativas no ha sido en todos los casos
efectiva a los propósitos de responder ante las nuevas
realidades y contextos y a su forma de operarlas o
gestionarlas.
La sociedad visualiza hoy en el contexto
institucionalizado de la escuela, la solución a las
dificultades que no pueden resolver con sus jóvenes,
niños y familia; por lo cual reclama, propuestas
educativas que aborden de manera integral componentes
pedagógicos, metodológicos, tecnológicos y
humanos, con el desarrollo de soluciones flexibles, creativas y
de alto impacto en la construcción de tejido
social[1]No obstante lo anterior, se comprende que
la escuela no es la única que educa, también lo
hacen los medios de comunicación, los amigos, los pares y
la familia, entre otros.
Para lograr una visión sistémica en lo
educativo, es necesario trascender los espacios institucionales y
analizar los escenarios regionales, nacionales y globales,
localizando un contexto específico ante el cual actuar,
como respuesta a situaciones y necesidades de la
comunidad.
Es el Proyecto Educativo Institucional (PEI), el que
permite dar respuesta a estos escenarios, ante los cambios
sociales, culturales y políticos, en tanto se edifica a
partir de las contribuciones de toda la comunidad educativa,
conformada ella por los estudiantes, los docentes, los
directivos, los padres de familia y el sector
productivo.
En el marco del PEI, el componente denominado horizonte
institucional es el que responde, en forma genérica, a
determinar la función de la escuela en estos nuevos
contextos, con preguntas tales como: ¿cuál es el
concepto de individuo y de sociedad que esperamos construir?,
¿cuál es el modelo educativo que seguirá la
institución educativa?, ¿cuál será el
enfoque pedagógico y las metodologías?,
¿qué población se va a atender?,
¿qué relación se tendrá con el
entorno? y ¿qué proyectos se desarrollarán
para la comunidad beneficiaria?.
El horizonte institucional indica cómo se
"sueña" la institución en un contexto y en un
período determinado por parte de la comunidad educativa,
tomando en consideración las políticas globales,
nacionales, distritales y locales. Nos facilita la
construcción de las diferentes dimensiones que definen el
deber ser institucional, bajo una visión integral
y con proyección de futuro.
Es a través de la definición del horizonte
institucional y de su puesta en práctica y
evaluación, que se puede identificar la brecha entre las
demandas de la sociedad y la respuesta que brinda una
institución educativa, su relación con lo
curricular y, en particular para su operación, con la
micropolítica de la escuela[2]
En este sentido es la gerencia educativa la que nos
permite gestionar dentro de un consenso de necesidades y
problemáticas de la comunidad educativa, la visión,
metas y objetivos definidos para el proyecto educativo, esto es,
su horizonte institucional. Los procesos de gerencia educativa
orientan las acciones de la escuela hacia una comunidad, con
todos sus recursos y materiales, con el fin de contribuir al
logro de la calidad académica y a la formación de
ciudadanos con sentido de pertenencia social. Es bajo una
concepción de gerencia que trasciende lo netamente
administrativo, inherente a cualquier organización y que
se resuelve necesariamente en una organización
educativa.
La principal dificultad para disminuir las brechas que
se pueden presentar entre las demandas de la sociedad y las
respuestas institucionales de la escuela, está en la
identificación de necesidades comunes a todos y la forma
de satisfacerlas, con una propuesta educativa por parte de la
misma comunidad.
Si bien, existen mecanismos
seudo-participativos[3]que pueden ser utilizados
para recoger información de la comunidad, así como
métodos para analizarla, no se han identificado en la
diversa literatura consultada modelos únicos de
construcción y gestión del PEI, ni representativos
del horizonte institucional que superen la elaboración de
manuales o guías con los principales pasos a seguir, la
identificación de dificultades que se pueden enfrentar
durante su proceso de construcción y que den respuesta
concreta a la participación de las comunidades en la toma
de decisiones.
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