La cuestión de los Derechos Humanos en personas con
discapacidades – Monografias.com
La cuestión de los Derechos
Humanos en personas con discapacidades
Yésica Ivonne Luque
Un abordaje filosófico al problema
de la falta de concientización.
En este trabajo intentaremos desarrollar
las particularidades de una persona con discapacidades, y
propondremos una mirada filosófica acerca de cómo
actuar frente al Otro, es decir la persona que se halla frente a
mí. Partimos de pensar que este Otro nos llama a ser
responsables de él, más allá de su
discapacidad. Bajo la lectura de la obra Ética e
infinito, de Emmanuel Lèvinas, pretendemos concebir
la concientización acerca de los derechos de las personas
discapacitadas, de una manera ética, que no intente
convencer u obligar a actuar de una manera específica a
los individuos. Por otro lado, haremos una breve
caracterización de las normas y de la importancia de su
conocimiento. Estas normas, si bien son complementadoras, muchas
veces se las desconoce. De acuerdo con el trabajo de Carlos
María Cárcova (2006), existe una opacidad en el
derecho, lo cual lleva a pensar que en algunos casos se lo
desconoce, no se lo comprende o es en sí mismo
confuso.
Dicho autor advierte distintas causas para la
aparición de esta oscuridad en el derecho, las cuales, a
grandes rasgos, se dan en torno a la anomia o pluralidad, la
marginalidad, las relaciones de poder, la complejidad en las
interacciones humanas. Con todo, lo que nos interesa destacar
aquí es que no podemos reclamar algo sin saber
cuáles son nuestros derechos y a través de
qué medios podemos hacer algo. En este caso, lo que
preocupa es saber de qué manera podemos hacer algo para
mejorar la situación de aquellas personas con
discapacidades.
Pero antes de considerar estas cuestiones, cabe
mencionar a quiénes se considera discapacitados,
cuáles son sus derechos y cuáles son las falencias
en el cumplimiento de las normas; a su vez, es importante conocer
cuáles son los logros obtenidos, no sin recordar que los
derechos humanos no son dádivas, ni concesiones de los
poderosos sino el producto de la lucha y la resistencia contra
los abusos y la opresión.
Para comenzar, es importante mencionar que cuando
hablamos de discapacitados lo hacemos, siempre, de personas, que,
como cualquier ciudadano, poseen derechos innatos, sacros e
inviolables. De acuerdo a la clasificación de la
Organización Mundial de la Salud (OMS), organismo de la
Organización de las Naciones Unidas (ONU) especializado en
gestionar políticas de prevención, promoción
e intervención en salud a nivel mundial, se podría
hablar de una discapacidad cuando la persona tiene capacidades
disminuidas con respecto al resto, y no se trata de capacidades
diferentes. En el caso de que se tratara de una persona que tiene
una enfermedad esto solo le afecta a él, pero cuando esta
enfermedad lo deja en desventaja respecto de la población,
el entorno inmediato comienza a hablar de
discapacidad.
Las diferentes discapacidades pueden ser motoras
(paralítico cerebral, del aparato locomotor, hemiparesias,
hemiplejías, paraplejías, etc.), sensoriales
(ciegos, ambliopes, sordos, hipoacúsicos) mentales
(disminución intelectual, bordeline-retardo mental, RM
leve, RM moderado, RM severo, RM profundo).
En ese marco, uno de los mayores retos que se enfrentan
es la inclusión de la persona con discapacidad en el
ámbito laboral. Si tenemos presente la pirámide
propuesta por Abraham Maslow, la cual se compone por una base que
parte del cumplimiento de las necesidades básicas,
aumentando en grado hacía la posibilidad de
realización de las necesidades psicológicas,
sociales y, por último, fundamentalmente, las de
autorrealización, dicho autor plantea que a medida que se
van cubriendo las necesidades de autosubsistencia, el sujeto
encuentra lugar para el autoconocimiento, la motivación, y
va buscando más. En ese sentido es que entendemos que el
trabajo podría permitir la
autorrealización.
Cabe aclarar, que trabajo y empleo no serán
entendidos como sinónimos. Por un lado, el empleo es una
"forma" de trabajo caracterizada por conformar un sistema de
relación de dependencia asalariada y contractual, el
trabajo, en cambio, es concebido como una categoría
antropológica, como una actividad fundamental en el ser
humano, fuente de autorrealización, vínculo social
y de subsistencia. El problema ocurre cuando las personas
discapacitadas no pueden acceder a un trabajo. El trabajo es un
derecho humano fundamental y la persona con discapacidad logra su
integración social mediante el mismo, pero nuestra
sociedad presenta grandes dificultades para incluir a una persona
con discapacidad en el ámbito laboral.
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