"El principio fundamental de la visión holista es
el "supuesto de totalidad", que percibe que en el universo todo
está conectado con todo lo demás, es una red viva
de relaciones constituida por totalidades/parte, todo está
interconectado forman sistemas y subsistemas. El ser humano es
uno con este universo, su conciencia es la conciencia del
universo. El mundo natural es visto desde el nuevo paradigma como
un mundo vivo que se autorganiza como un organismo más que
como una máquina."
Ramón Gallegos
Nava
Introducción a la Educación
Holista
La obra literaria de Ramón Gallegos, sus libros
son base para este ensayo "Introducción a la
Educación Holista", es de gran enseñanza ya que en
ellos expone de manera magistral una visión genuinamente
integral de la educación, sin precedentes en la historia
de la educación holista, a través de una
perspectiva multinivel-multidimensión y la
diferenciación de la integridad y la calidad, todas las
partes del quehacer educativo se integran, en una totalidad
armoniosa convirtiendo a la educación en un arte
espiritual.
Su trabajo en el área de educación holista
es una guía para el desarrollo de la conciencia humana y
su despertar. Lo importante de su modelo es que considera toda la
gama de pensamiento, aprendizaje y expresión del ser
humano integral. Por lo tanto esta gran contribución de
Ramón Gallegos Nava, hace que la educación, en
todas partes, llegue hacer una aportación al cambio de
paradigma educativo del siglo XXI.
La educación holista es una educación para
la trascendencia, su objetivo es la evolución de la
conciencia humana de un estadio racional egocéntrico a uno
de inteligencia transpersonal. La educación holista
señala que los aspectos intelectuales deben ser cultivados
con amor y respeto para que el estudiante haga un uso responsable
de ellos.
La evolución de la conciencia avanza por
diferenciaciones, integraciones y trascendencias, por ello, la
integridad y la trascendencia son aspectos centrales que deben
ser muy bien comprendidos, la educación holista es una
pedagogía del amor universal, es un llamado a vivir acorde
a nuestra verdadera naturaleza espiritual, su currículo es
la vida en todas sus manifestaciones, se extiende más
allá del salón de clases, nutre lo mejor del ser
humano para que sea un ser creativo, responsable y compasivo. El
camino del educador holista es el camino de la paz, la
fraternidad, la concordia, es la revolución tranquila, la
revolución de la conciencia.
La educación holista significa un cambio de una
educación para el trabajo a una educación para la
vida, la educación para la vida incluye la
educación para el trabajo pero la educación para el
trabajo no incluye la educación para la vida.
Hasta este momento, la educación se ha reducido a
ser un entrenamiento de formación profesional, con la
educación holista, este objetivo pasa a ser solo un
componente de una formación integral más amplia
necesaria para la evolución global y para las condiciones
locales y globales de amenaza a nuestra propia supervivencia que
estamos viviendo.
El corazón de la educación holista es la
formación de seres humanos compasivos, solidarios e
inteligentes que puedan construir y vivir responsablemente en
sociedades sustentables, esto significa que el propósito
esencial de la nueva educación es la emergencia de una
visión del mundo integral, de un nuevo nivel de
conciencia, una conciencia holista de amor universal.
Ramón Gallegos nos dice que el nuevo paso
evolutivo depende en gran parte de un cambio educativo profundo,
este cambio es, en realidad, incomprensible desde el viejo
paradigma mecanicista, los educadores mecanicistas ni siquiera
quieren considerarlo porque no forma parte de su realidad,
quienes vean a la educación holista con los ojos del
mecanicismo les parecerá algo imposible, es necesario
moverse de paradigma para que la visión holista adquiera
toda su coherencia, contundencia y urgencia.
La evolución de la humanidad depende ya no de que
se genere más conocimiento tecnológico, sino, si
como educadores, podemos producir la emergencia de una conciencia
inteligente de amor universal en nosotros y en cada ser
humano.
El cambio de época global que estamos viviendo
tiene profundas implicaciones para la educación, nos
obliga a reconocer que ya no es posible educar seres humanos con
un paradigma científico industrial del siglo
XVII.
Para una sociedad sustentable en el siglo XXI. El mundo
de la ciencia es un elemento necesario pero no suficiente para
construir una nueva cultura y una nueva conciencia de naturaleza
holista. Ya no podemos seguir reduciendo la educación a un
entrenamiento de la racionalidad instrumental para que
actúe dentro de la rutina laboral de procesos
mecánicos tal como la sociedad
científico-industrial lo necesitó en su
tiempo.
En la actualidad, los sistemas educativos, desde
educación básica hasta postgrado, deberán
transformarse radicalmente para convertirse en un puente que
conduzca a los seres humanos a una formación integral, a
una conciencia de interdependencia, cooperación y paz
global.
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