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La filosofía del renacimiento (página 2)




Enviado por MARICARMEN NOLIVOS R



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Renacimiento

En los últimos años del siglo XV y a lo largo de
la totalidad del XVI se desencadenó un conjunto de
procesos de todo orden que ha recibido el nombre de Renacimiento.
Desde la perspectiva del hombre contemporáneo, este
período se caracteriza por un cambio en la visión
del mundo y en los sentimientos que en muchos sentidos puede ser
interpretado como una anticipación inmediata de lo que hoy
es el ser humano. Por primera vez se nos presenta la posibilidad
de conocer con una cierta profundidad el aspecto físico y
el medio de vida de los hombres de un tiempo pasado: las
técnicas realistas en la pintura y en la
escritúranos han hecho llegar descripciones pormenorizadas
de rostros, casas y ciudades. Por lo demás la
correspondencia personal, la costumbre de escribir
autobiografías y la invención de la imprenta han
facilitado también la investigación posterior.

Esta época se caracteriza, en otro sentido, por una
ampliación de los horizontes históricos y
geográficos. Renacimiento quiere decir ante todo,
resurrección de las antiguas civilizaciones de Grecia y de
Roma. La lengua griega hacía tiempo que era
enseñada en Italia y parecía como si la curiosidad
y el espíritu de libre investigación que
había caracterizado a la cultura ateniense resurgieran con
el estudio del idioma.

El influjo de la cultura romana, por su parte, se hizo sentir
también de una manera especial en Italia, el núcleo
geográfico en el que la revolución cultural
renacentista se haría sentir más fuerte. A este
hecho no eran ajenos fenómenos como la preponderancia del
derecho romano, la utilización del latín por parte
de alguno grupos sociales y la conservación de un gran
número de edificios antiguos.

Pero también el horizonte geográfico del hombre
renacentista se había visto ensanchado: aventureros,
comerciantes y misioneros habían descubierto tierras hasta
entonces desconocidas, alcanzando al tiempo las costas orientales
de Asia tras circunnavegar el continente africano.

El desarrollo de los conocimientos científicos
había puesto en duda verdades que antaño se
consideraban tan importantes como la forma de la Tierra o el
lugar del hombre en el universo.

En este mismo contexto se produjeron importantes cambios
en lo que a la vida se refiere. El principal de ellos fue
provocado por la reforma protestante.

Un viaje a la
historia

A fines del siglo XV y en la primera mitad del siglo XVI se
produjo en Europa un extraordinario y completo desarrollo de las
ciencias, las artes y las letras. Este fenómeno es
conocido como el Renacimiento.

Este es uno de los momentos más brillantes y más
importantes de la historia: de los brillantes, porque los
artistas crearon entonces obras maestras, difícilmente
superadas después, y de los más importantes,
porque, así como los descubrimientos marítimos de
Cristóbal Colón y otros ensancharon el campo de la
actividad material, el Renacimiento ensanchó el campo del
pensamiento y de la actividad intelectual.

Este período adoptó una visión nueva del
mundo, que trajo consigo derivaciones y resultados fecundos en el
siglo XVI. Emerge una cultura y una visión del mundo
centrada en el hombre. Esta se orienta hacia los valores de la
naturaleza y, así, indirectamente se fomenta el
espíritu aventurero que había de fructífera
en los descubrimientos. Se abandonan los sistemas
filosóficos de la Edad media, reducidos en gran parte a
comentarios de la obra del filósofo griego
Aristóteles, y las ciencias avanzan por el camino de la
experimentación, dejando de buscar su
justificación, más que en la investigación,
en lo que afirmaban los pensadores de la antigüedad:
Ptolomeo, Platón y otros.

La literatura, como las artes plásticas, se ve invadida
por el espíritu laico, dejando de estar bajo la tutela de
la Iglesia. En el plano religioso, se abandonan formas de piedad
externas y superficiales, retornando, a través de la
lectura de los textos bíblicos (cosa que hizo posible la
invención de la imprenta), a formas de pureza
evangélica.

Individualismo
renacentista

Quizás la transición más espectacular del
hombre europeo en este período es el auge del
individualismo. En el siglo XV triunfa la concepción
individualista en todos los planos de la vida, en reemplazo de la
concepción medieval, que hacía depender la
seguridad del ser humano de su pertenencia a un grupo
determinado: el gremio, la nobleza, la burguesía, el
clero, etc.

Ante el empuje del individualismo, comerciantes de los Burgos
o ciudades medievales, no solo sucumbieron los señores
feudales, sino que también se derrumbó la familia
medieval. Entre los medievales, la familia había sido una
propiedad de exclusiva del padre. La patria potestad, o poder del
padre sobre los hijos, había sido absoluta y abusiva en la
mayoría de los casos. En el siglo XIII, en las ciudades,
el padre perdió el derecho de castigo, aunque en los
campos y feudos agrícolas se siguió practicando
durante mucho tiempo.

La Europa del
Renacimiento

Durante el Renacimiento, Europa Occidental
adquirió aproximadamente la configuración
política que tiene hoy. Francia, España, Portugal e
Inglaterra definen sus fronteras, mas no así los
países que son, precisamente, los núcleos
fundamentales del Renacimiento. Italia, Flandes, la Alemania del
Sacro Imperio, son un conjunto de pequeños dominios que
cambian continuamente sus fronteras y los amos de que dependen.
La vida de los pequeños principados que componen estas
regiones está presidida por un factor común: la
guerra.

  • Situación de Italia:

El divisionismo italiano es fomentado por el papado, que
no desea el desarrollo de un poder fuerte cerca de las fronteras
de los estados pontificios. Los partidarios del poder papal
recibieron el nombre de güelfos, y los partidarios del poder
de los emperadores, el de gibelinos. La historia italiana de este
período está teñida por la sangreque ambos
bandos vertieron en sus luchas enconadas. Pero pese a la
debilidad que supone esta situación, es de Italia de donde
salen las formas de pensamiento revolucionario que caracterizan
la época, y que son acogidas ávidamente por las
restantes cortes europeas.

Durante el siglo XIV, Florencia fue gobernada por una
serie de brillantes cancilleres que, si bien no respetaban la
vida ni la hacienda de ningún ciudadano, establecieron una
gran libertad de pensamiento, convirtiéndola en la ciudad
en que se podían desarrollar, con una inmunidad relativa,
los estudios humanísticos.

El gobierno de Florencia quedó en manos de la
familia Médici, primero Cosme de Médici,
luego Piero y más tarde, Lorenzo, llamado el
Magnífico. Este ha quedado como modelo del hombre del
Renacimiento. Hábil, mecenas y político, buen
poeta, pero mucho menos hábil banquero, la banca
Médici estaba al borde de la bancarrota en 1494- siempre
dijo de sí que no era más que un ciudadano
particular. Sin embargo, era el verdadero amo de Florencia. El
interés y la protección de Lorenzo se centraron
fundamentalmente en los hombres de letras.

Los Papas de la
época

A pesar del brillo de Florencia, Roma se convierte,
desde mediados del siglo XV, en el verdadero centro cultural de
Italia. En el papado se sucede una serie de grandes
pontífices, en general consumados y ambiciosos
políticos, además de hombres extraordinariamente
cultos. La serie se inicia con Nicolás V (1447-1455) y se
prolonga hasta Pablo III (1534-1549)

Nicolás V fue el fundador de la Biblioteca
Vaticana. Pío II era un humanista que recibió tarde
las órdenes sagradas. Continuó la tarea iniciada
por Nicolás V, de reconstruir y fortalecer Roma. Su
pontificado se critica por que se preocupó
fundamentalmente de engrandecer a su familia, ejemplo que van a
seguir otros papas renacentistas, en especial Sixto IV
(1471-1484), Alejandro VI (1492- 1503) de la familia de los
Borgia, padre de César y Lucrecia Borgia y los papas
Médici: León X (1513-1521) y Clemente VII
(1523-1534). Durante el pontificado de Sixto IV llegaron a Roma
los más notables artistas de Italia: Boticelli, Perugino,
Ghirlandaio, Signorelli, Pinturicchio. Pero frente al
florecimiento cultural y artístico, se acentúa la
relajación moral y política, especialmente entre el
alto clero, y ello va a dar ocasión para las grandes
crisis religiosas del siglo XVI y para que Roma sufra diversas
invasiones, que culminarán con su saqueo.

Filosofía

Durante la Edad Media, la idea de cristiandad
pesó sobre toda la cultura. Pero con el declinar de
ésta, el hombre y sus creaciones pasaron a ser el centro.
Con ello se produjo un cambio importante en el modo de pensar, de
vivir y de ver el mundo. Se iniciaba una etapa nueva en la vida
de los europeos, que recibió el nombre de
humanismo.

El ser humano se revaloriza: se destaca su inteligencia,
su creación artística, su libertad, inspirada en la
civilización clásica, el mundo adquiere una
fisonomía distinta y todo tiende a humanizarse.

  • Orígenes del humanismo:

El humanismo nació en Italia en el siglo XIV y
los que le dieron vida fueron dos florentinos, ambos escritores,
Petrarca y Boccaccio, que por esta razón se constituyeron
en los precursores del Renacimiento. Ambos se dedicaron con
entusiasmo al estudio de las obras de la antigüedad
clásica. Obras olvidadas y desconocidas de esa
época las dieron a conocer y resucitaron gran parte del
pasado de la literatura grecorromana; pero esta pasión por
lo antiguo no sólo se limitó a lo literario, sino
que también abarcó a las artes plásticas, y
a la forma de vida humana, en general.

Francisco Petrarca fue calificado como el padre del humanismo
por el impulso que dio al redescubrimiento de las letras
clásicas y fue, a la vez, un filólogo (estudioso de
los idiomas y obras literarias, especialmente en su parte
gramatical), que inició la búsqueda de los
manuscritos clásicos descubriendo, entre otras cosas, las
cartas de Cicerón, que hasta esa fecha eran desconocidas.
También estudió las obras de Horacio y de Virgilio
y escribió en un latín perfecto numerosos poemas y
epístolas, en los que ensalzó a los literatos de la
antigüedad.

Tanto los papas como los principales monarcas de la
época admiraron la labor cultural de este hombre, por lo
que el Senado de la República de Venecia lo nombró
Ciudadano de Honor y tanto la ciudad de Roma como la Universidad
de París lo premiaron con el estímulo máximo
de ese entonces, la corona de laurel.

Juan Boccaccio, fue contemporáneo de Petrarca y
también escribió numerosas obras en latín,
idioma que dominaba a la perfección, pero no pudo
incursionar en las obras de la antigüedad griega por
desconocer el idioma heleno. Su obra más famosa es el
Decamerón, colección de cien cuentos, en los que
relata los vicios e inmoralidad de esa época. Esta obra se
caracteriza por su estilo, que es la prosa clásica.

  • Influencia griega:

En el siglo XV, el humanismo adquiere real relevancia
con la caída de Constantinopla, el último baluarte
imperial. Luego del ataque de los turcos y la consiguiente
destrucción del imperio bizantino, los eruditos
helénicos abandonaron Constantinopla y buscaron refugio en
las tierras occidentales, especialmente en Italia, país
con el que habían mantenido cordiales relaciones durante
toda la Edad Media. En este lugar dieron a conocer textos
helénicos desconocidos hasta entonces y enseñaron
el idioma griego, ignorado por completo en occidente.

Este paso es considerado como esencial en el desarrollo
y penetración de la cultura bizantina en Italia. Se
crearon escuelas de estudios griegos y una de la más
importantes fue la de Miguel Crisoloras, quien junto con
enseñar el idioma explicó diversas obras
clásicas, poniendo especial énfasis en Homero.
También sobresalió Basilio, dirigente de la Iglesia
Ortodoxa, y que luego de radicarse en Roma abrazó la
religión católica. Trajo desde Constantinopla
más de 800 códices (manuscritos antiguos) griegos y
latinos, que contenían obras de Tácito, de
Sófocles y de Tito Livio. Todos querían leer estos
textos y tener acceso al saber. Y exactamente en este mismo
período, con la invención de la imprenta, se logra
la difusión masiva de la cultura, con textos a bajo
costo.

  • Maquiavelo:

Dentro de los grandes escritores del Renacimiento
italiano, hay uno en especial que es imposible dejar de mencionar
por la trascendencia de su obra. Es Nicolás Maquiavelo
quien desempeñó importantes cargos en su ciudad
natal de Florencia, siendo enviado a la vez en misiones
diplomáticas a Francia, ante el Papa y el Emperador.
Cuando se retiró de la vida activa escribió sus
grandes obras. La más sobresaliente y que conserva su
importancia hasta el día de hoy, es El Príncipe,
libro que es un símbolo de la política sin
escrúpulos. Maquiavelo tomó como modelo para
escribir su obra a Cesar Borgia, quien según él
hizo todo lo que un hombre listo y prudente ha de hacer para
asentar sus estados.

En El Príncipe efectuó un minucioso
análisis de los procedimientos del gobierno. El tratado
mismo, que ha sido considerado como polémico, no es ni
moral ni inmoral, sino un primer análisis objetivo y
científico de los métodos que contribuyen a lograr
y mantener el poder político. El detalle minucioso de
estos métodos da al libro cierto aire de cinismo, pero
contribuye también a hacerlo grande. Las tendencias
personales de Maquiavelo, según da a entender en su obra,
se inclinan hacia la forma de gobierno republicano.

Las expresiones maquiavelismo o maquiavélico que
usamos hoy en día vienen precisamente de Maquiavelo, y se
deben a los consejos que da a los gobernantes para dirigir sus
países. Señala que no deben reparar en principios
morales de ninguna especie, ni tienen por qué distinguir
entre el bien y el mal o entre lo justo e injusto, porque todo
cede frente al provecho del gobierno. Y precisamente de esto,
nació el maquiavelismo.

Ciencia y
tecnología

  • Los primeros pasos:

No existe una fecha precisa para determinar el inicio
del Renacimiento. Sin embargo, ya a comienzos del siglo XV
encontramos hombres como Fillippo Brunellschi, arquitecto que
construyó la cúpula de la catedral de Florencia y
la iglesia de San Lorenzo, en la misma ciudad. Lorenzo Ghiberti,
por su parte, pasó a la historia, ya que realizó
magníficos bajorrelieves en bronce en las puertas del
baptisterio de Florencia. Su obra maestra fue bautizada por el
propio Miguel Angel como la Puerta del Paraíso. Uno de los
ayudantes de Ghiberti más tarde llegó a ser
considerado también como un maestro de la escultura. Se
trata de Donato Bardi, más conocido como Donatello. Este
artista, también florentino, fue uno de los primeros en
utilizar modelos vivos para sus esculturas, con lo que
logró darles un gran realismo.

Es el arquetipo por excelencia del hombre integral del
Renacimiento. Considerado como el genio más completo de
todos los tiempos, su obra abarca no sólo el campo de las
artes, sino también el de las ciencias físicas y
naturales y el de la filosofía. Leonardo fue un personaje
del futuro. Hace casi cinco siglos que murió, pero estuvo
más despierto que la mayoría de los hombres y
mujeres que hoy están a punto de cruzar la frontera del
tercer milenio.

Científico y artista, supo combinar como nadie la
razón con la intuición y la seriedad más
rigurosa con el espíritu lúdico. Su figura no cabe
en ningún molde ni admite etiquetas, porque con la misma
pasión y maestría fue pintor, escritor, cocinero,
ingeniero, biólogo, creador de acertijos y juegosde
palabras, escultor, inventor, artesano, humorista,
botánico, filósofo, arquitecto, físico… e
investigador de los secretos últimos de la realidad. En
él, los opuestos se integran y las paradojas se
reconcilian. Leonardo da Vinci fue un hombre que despertó
cuando todos los demás seguían durmiendo, como
escribió Dimitri Merejovski. Aunque no muy conocida,
existe en él una dimensión esotérica que
emana de su figura e impregna toda su vida y su obra. El
conocimientoque Leonardo tenía sobre lo oculto se trasluce
en su pintura y, sobre todo, en sus abundantes escritos, plagados
de pensamientos y observaciones que revelan su profundo saber
sobre los enigmas de la existencia. Todo su monumental corpus de
trabajo está teñido por este contacto con lo que
está más allá de los niveles ordinarios de
percepción.

Leonardo nació en Vinci, población
cercana a Florencia el 15 de abril de 1452. Hombre singular,
genio indiscutible, personaje del Renacimiento Italiano,
escultor, ingeniero, inventor, dibujante y pintor.

Fue hijo ilegítimo, pero hasta los 24
años, único del notario ser Piero y de una
campesina muy joven Caterina (su padre tuvo luego otros once
hijos en terceras y cuartas nupcias). Por ese motivo así
como por las costumbres de la burguesía toscana de la
época, el joven Leonardo recibió una
educación buena y heterogénea en el seno de la
familia paterna. Pudo dedicarse sin trabas en los más
distintos campos: en rudimentos literarios, pero sobre todo en la
músicay en las artes figurativas. Esto hizo que a los
quince años su padre lo colocara en el taller de Andrea de
Verrocchio, cuyas enseñanzas compartió con Sandro
Botiticelli y a los veinte pudiese inscribirse en la
corporación de San Lucas. Estas breves noticiasya nos dan
una idea y perfilan algunos de los trazos esenciales de la
elevada y compleja talla universal de Leonardo y de su
posición respecto a la civilización del
Renacimiento de aquel entonces en uno de los centros clave: la
Toscana florentina y de los Médicis.

Su vida artística se puede dividir en cuatro
períodos: florentino (1452-82), milanés (1489-99),
período de vida errante (1500-16) y el último que
abarca tres años, el de su exilio voluntario en Francia,
en la corte de Francisco I.

De su estancia en la corporación de
San Lucas se tienen pocas noticias, pero "La Anunciación"
(Ufizi) para San Bartolomé de Monteoliveto, donde la
fusión de la luz y la sombra anuncia el "sfumato"
leonardesco, tan encontrados en su obra pictórica
más representativa. Como pintor, Leonardo sobresale por
ser:

  • Un maestro del claroscuro, capaz de
    modelar con sutileza cualquier forma gracias a los juegos de
    luz y sombra.

  • Un especialista de la composición
    "clásica": logra simetría, triángulo y
    solidez sin cansar.

  • Un refinado colorista, escoge cuidadosamente los
    colores en gamas y matices que contribuyen a la
    creación de una atmósfera que da unidad al
    cuadro.

  • Un perfecto dibujante: no se le escapa ningun
    detalle y el escorzo de la mano de la Virgen de las Rocas es
    digno de Mantegna.

  • Un cuidadoso analista de las expresiones del rostro,
    en particular un maravilloso intérprete de la dulzura
    femenina.

  • El creador de la misteriosa sonrisa de
    la Gioconda: este aspecto es parte de lo anterior. La sonrisa
    de la mujer nace en la comisura de sus labios y se encuentra
    en la mayoría de sus rostros femeninos, hasta
    inclusive en su San Juan.

En 1481 los monjes de San Donato de Scopeto,
cerca de Florencia, le encargan la "Adoración de los Reyes
Magos" y un "San Jerónimo" (1482 Pinacoteca Vaticana), en
el que en un ambienteclaroscuro asocia la figura al ambiente de
la caverna, anticipo del de la "Virgen de las Rocas". En este
período la mentalidad de Leonardo se desarrolla en
contacto con la cultura humanística florentina. Mientras
se dedicaba a otros trabajos que emprendía, como fueron:
hidráulica, ingeniería y escultura, pintó
dos grandes obras: la "Virgen de las Rocas" (1483-93, Louvre), lo
suave ambiguo de los tipos y la fusión pictórica
entre la figura y el ambiente hacen de ellas una muestra de la
poesíafigurativa de Leonardo. La segunda gran obra de su
período milanés es la "Santa Cena" o "Ultima Cena"
como también suele llamarse (1499, refectorio de Santa
María delle Grazie), en la que abandona el esquema
geométrico, supliéndolo por un nuevo ritmo, en una
perspectiva arquitectónica casi maciza.

Permaneció en Milán hasta 1500, después
se trasladó primero a Mantua, donde retrató a
"Isabel de Este" (Louvre), más tarde a Venecia y
finalmente volvió a Florencia. En la capitaltoscana,
también dedicado a su búsqueda científica,
inicia una nueva era y pinta dos obras capitales, "Santa Ana"
(1501, Londres Royal Academy) y "La Gioconda" (1503, Louvre),
acaso retrato de Mona Lisa, es el único de los realizados
por LEONARDO cuya paternidad no ha sido discutida. Siempre fue
considerada como la cima del arte del retrato de todos los
tiempos. En ella alcanza perfección extraordinaria el
"sfumato", del que ya anteriormente hemos hablado. No solo ha
sido copiada infinidad de veces, sino además objeto de
deformaciones y manipulaciones. Por su universalismo y
naturalismo, Leonardo transforma el orden gótico. A la
perspectiva lineal añade la perspectiva
atmosférica. En sus escritos elaboró teorías
científicas de la perspectiva, de la anatomía, del
color y de las sombras.La obra científica de Leonardo, en
especial sus originales contribuciones a la mecánica de
los sólidos y de los fluidos, sus invenciones,
quedó casi desconocida de sus contemporáneos. A
Leonardo no le interesaba la gloria, ni las riquezas, ni el
reconocimiento de sus contemporáneos. Dos años
antes de morir, se instaló en el castillo de Cloux, cerca
de Amboise, en el valle del Loira. Ocupó su tiempo en
poner en orden sus manuscritos, en dibujar visiones
cósmicas y en recrear amorosamente, pincelada a pincelada,
su cuadro más amado: el retrato de la dama misteriosa que
conocemos como La Gioconda. Junto con la inquietante figura de
San Juan, fueron los dos únicos cuadros que
conservó a su lado hasta el último momento.

En su testamento dejó una pequeña viña,
un vestido, algunos ducados para sus sirvientes, y sus
manuscritos, que legó a su fiel Menzi. Vivió como
un "infiltrado" en la sociedad de su época, pero su
cordura y su sentido común le ayudaron a sobrevivir sin
crearse demasiados problemas. Tenía que ganarse la vida y
fue cuidadoso con sus protectores.

Hasta cierto punto la iglesia fue su primer cliente, pero no
resistió la tentación de cuajar sus pinturas
religiosas de simbolismos heréticos. Murió en
soledad y trabajando. Para muchos, su legado es el patrimonio
artístico de valorincalculable que dejaba para la
Humanidad. Para algunos pocos, su verdadero legado va más
allá. Lo más importante de su herencia puede que
haya estado protegido por un sistemade apertura retardada, que
ahora mismo está a punto de activarse y desvelarnos su
contenido. Justo en estos momentos de cambio global y de profunda
transformación, es cuando se hace necesario ampliar las
fronteras mentales para internarnos en otras dimensiones de la
realidad. Algo en lo que Leonardo, sin duda, también fue
un maestro.

A continuación nombraré y
describiré características del artista que se
relacionan directamente con su obra.

La Mirada del
Niño

Leonardo fue un maestro en combinar la mirada del
niño con la experiencia del adulto. Una de las claves de
su genialidad reside en su forma de percibir la realidad,
directamente relacionada con la activación de sus
capacidades cerebrales. Ya se ha convertido en un tópico
la afirmación de que los seres humanos sólo
utilizan menos de un diez por ciento de su poder mental. Leonardo
es un ejemplo de lo que puede conseguir una persona cuando se
activa en ella parte de ese potencial dormido.

Su habilidad para integrar el pensamientoracional (que
separa para comprender) con el pensamiento analógico (que
une y relaciona cosas aparentemente diferentes) fue tan magistral
que excede, con mucho, el marco histórico y cultural en el
que vivió. Su luzinterna se proyecta hasta nuestros
días, iluminando el camino de aquellos que comienzan a
desarrollar sus potencialidades latentes. De hecho, es ahora
cuando comienzan a revelarse las facetas ocultas de Leonardo,
quizá porque hasta ahora el mundo no estaba preparado para
comprenderlas.

Pionero de todo

Leonardo fue precursor de Bacon y de Galileo; antes de
Copérnico escribió que "il sole no si mouve";
anticipó la teoría de la gravedad doscientos
años antes de que se formulara y descubrió
también lo que Newtonllamaría más tarde "el
espectro solar". Pero en este caso, como en tantos otros,
Leonardo no especula ni se pierde en divagaciones
teóricas; simplemente aplica lo que descubre, y así
plasma en los reflejos de una gota de agualos efectos de la
descomposición de la luz por refracción en un
prisma. No es de extrañar que la contemplación de
sus obras subyugue e inspire de un modo tan intenso.

El pensamiento de Da Vinci revela también que su
conciencia dio un salto cuántico. "La pittura è una
cosa mentale" anotó. Esta cita resuena en la misma
frecuencia que la afirmación de Eddington acerca de que la
materia del Universoes materia mental. Ciertamente, como explica
la nueva física, el Universo comienza a parecerse
más a un gran pensamiento que a otra cosa. Para Leonardo,
los límitesde la realidad los pone uno mismo. Las
fronteras no están fuera, sino dentro de la propia mente,
y por eso afirma que "todos nuestros conocimientos tienen su
origen en nuestras percepciones".

Los trucos del
Genio

Da Vinci trabajó activamente sobre su propia persona.
Su primer campo de experimentación fue él mismo, su
cuerpo y su mente. Y en sus manuscritos nos dejó
información más que suficiente para saber
cómo lo hacía. Veamos algunas de las
técnicas personales que empleaba:

Equilibrio de los dos hemisferios cerebrales. El de la
conciencia está ligado con los procesos bioquímicos
del cerebro. Nuestro mundo está organizado de manera que
el hemisferio izquierdo (lineal, ordenado, analítico,
objetivo, lógico) tiene más actividad que el
derecho (espacial, aleatorio, intuitivo, y creativo).

Una de las formas en que ambos tipos de ondas cerebrales
pueden armonizarse es utilizando las dos manos y practicando la
acción opuesta a la que se está acostumbrado. Es
bien sabido que Leonardo utilizaba la escrituraespecular, que
sólo puede leerse con la ayuda de un espejo. Siempre se ha
dicho que lo hacía para ocultar el contenido de sus notas.
Una explicación tanto más absurda cuanto que se
sabe que Da Vinci preparaba sus cuadernos para que fueran
publicados, y además muchos de ellos están escritos
dirigiéndose de forma personalizada al lector. Resulta
mucho más coherente con la personalidad de Leonardo pensar
que su escritura especular era una de sus técnicas
personales.Visualización y trabajo con
imágenesinteriores. Leonardo afirma "mirar en su memoria"
y recomienda practicarlo cuando se está tendido en la
cama"Volver con la imaginación a lo que me interesa es un
notable ejercicio", dice. Detallista y minucioso en sus
descripciones, matiza que para él hay dos formas de
trabajar con la imaginación conscientemente dirigida:
"recrear internamente las cosas que ya han pasado, o imaginar las
cosas que pasarán".

Leonardo Da Vinci – de " El Tratado de la
Pintura":

Reglas del pintor "Aquel que no ama, en igual manera, todas
las cosas que están contenidas en la pintura, no
será universal; como uno al cual no le gustan los
paisajes; y considera que son cosas de breve y simple
investigación. Como dijo nuestro Boticelli, que este
estudio era inútil, porque es suficiente lanzar una
esponja, llena de diversos colores, en un muro, para dejar en
él una mancha donde se puede ver un bello paisaje. Si bien
es cierto, que en esta mancha se ven varias invenciones, de
aquello que el hombrequiere buscar en ella, es decir, cabezas de
hombres, animalesdiversos, batallas, escollos, mares, nubes,
bosques y otras cosas similares; y hace como el sónido de
las campanas, en los cuales, se puede entender lo que tú
quieres. Pero, aunque estas manchas te dan invenciones, ellas te
enseñan que no terminan en ningún particular. Y
este pintor hizo paisajes muy tristes…"

Modo de aumentar y despertar el ingenio a varias
invenciones

"No dejaré de colocar entre estas reglas, una nueva
invención de investigación para el conocimiento, la
cual, aunque parezca pequeña, es casi digna de risa, sin
embargo, es de gran utilidad, para despertar el ingenio a varias
invenciones. Esta es si tú vuelves a mirar en algunos
muros sucios de varias manchas o en piedras de varios tipos. Si
tendrás que inventar algunos lugares, podrás ver
allí de diversas maneras, semejanzas entre diversos
paisajes, adornados por montañas, ríos, piedras,
árboles, grandes llanuras, valles y colinas; aún
Uds. podrán ver diversas batallas y accionespreparadas de
figuras extrañas, aires de rostros y vestimentas e
infinitas cosas, las cuales, podrás transformar en una
forma completa y buena; que interviene en muros y piedras
similares, como del sónido de las campanas, que en los
repiques de ellas, tú escucharás cada nombre y
vocablo que tú te imaginarás. No menospreciar este
parecer mío, el cual te recuerda que no sea demasiado
esfuerzo, detenerte algunas veces a ver, en las manchas de los
muros o en las cenizas del fuego, o nubes, o fangos, o en otros
lugares parecidos, en los cuales, si estarán bien
considerados por ti, encontrarás invenciones maravillosas,
que despiertan el ingenio del pintor a nuevas invenciones como
composiciones de batallas, de animales y de hombres, como de
varios composiciones de paisajes y de cosas monstruosas, como
diablos y cosas parecidas, porque te harán honor, porque
el ingenio se despierta con las cosas confusas. Pero, antes debes
saber bien hacer todos los miembros de aquellas cosas que deseas
representar, o sea, los miembros de los animales, así
como, los miembros de países, es decir, piedras, plantas y
cosas similares …".

En este fragmento se observa uno de los escritos de Leonardo,
en el cual el da consejos y técnicas a los jóvenes
pintores o recién iniciados.

Este gran maestro, nacido en Vinci (Italia) el año
1452, se interesó en prácticamente todo lo que
podía abarcar sus ojos y su mente. Y logró
sobresalir en todas la áreas a las que se dedicó.
Las ciencias, por ejemplo, le deben grandes estudios. Pero
dejemos eso para más adelante. Por ahora, no referimos
principalmente a su genio artístico.

Para Leonardo, la misión del artista era explorar el
mundo visible con la mayor rigurosidad. En 1469 se
trasladó a Florencia, y fue aprendiz del pintor y escultor
Andrea del Verrocchio. Con miles de ideas dándole vueltas
continuamente en la cabeza, no es de extrañar que este
hombre múltiple nos legara muchas obras pictóricas
acabadas. Se dice que el maestro no quería que cualquiera
pensara que podía ir a encargarle un cuadro, sin
más. Incluso muchas veces dejó en el aire a sus
clientes, sin cumplir sus encargos.

Pero en arte, como en muchas otras cosas, lo importante no es
la cantidad, sino la calidad. Y en este aspecto, da Vinci fue un
ejemplo para sus contemporáneos y para los creadores
posteriores. Uno de los cuadros más famosos de este
maestro es, sin duda, la Mona Lisa o, dicho en castellano,
Señora Lisa. Es más, muchos consideran que este es
el cuadro más famoso del mundo. Y, en realidad, el rostro
de esta dama florentina ha recorrido la tierra entera en cientos
de afiches, tarjetas postales e incluso anuncios
publicitarios.

Mucho se ha hablado de la enigmática expresión
de este rostro, que a veces parece sonreír y otras refleja
cierta amargura. En realidad, da Vinci dejó un campo a la
imaginación de los espectadores. Él utilizó
brillantemente la técnica de esfumar y suavizar los
colores, quitando rigidez a los contornos. Y este es el secreto
de la Mona Lisa, cuyos ojos y comisuras de los labios, fundidos
con suaves sombras, adquieren nuevos matices cada vez que los
miramos.

Otra de las grandes creaciones de Leonardo es la Ultima Cena
que, lamentablemente, sufrió Gran deterioro con el paso de
los años. La armonía de esta obra y la profundidad
de la escena fueron producto de un arduo trabajo. Según se
cuenta, en ocasiones Leonardo pasaba todo un día meditando
con el pincel en la mano, sin decidirse a dar un trazo. Y es que,
aparte de la excelencia técnica, el espíritu
plasmado es el que da grandeza a las obras cumbres del arte.

Para Aristóteles había diversidad de ciencias, y
cada una de ellas se diferenciaba de las demás por un
objeto formal propio y un método específico; esto
originaba distintos géneros del saber que, según
Aristóteles eran incomunicables. Por ejemplo: la
aritmética y la geometría; la primera tiene por
objeto formal propio lo discontinuo; y la segunda, lo continuo;
ambas eran incomunicables.

Sin embargo, Descartes rechaza tal principio de
incomunicabilidad de los géneros, por considerar que el
saber humano no se diversifica por la distinción de
objetos formales, pues siendo la razón una, el saber del
hombre es uno sin admitir límites interiores. En el caso
de la aritmética y la geometría, la
comunicación que genialmente estableció Descartes,
por medio de la geometría analítica, hizo posible
la liberación de la matemática del sometimiento a
los sentidos motivado por los planteamientos intuicionistas de
Aristóteles.

La comunicación de todos los saberes, fundamentados
todos en los mismos principios, supuso el surgir de toda una
forma nueva de hacer ciencia, la ciencia moderna, y de un
método único.

Además, la comunicación de los saberes
permitió que algunos ámbitos del saber estancados
por su sometimiento al método de observación
sensorial (como la física), fuesen fecundados por
procedimientos más exactos y rigurosos. Así, la
geometría analítica sustituye una concepción
empírica del espacio, por una concepción
algebraica, es decir, meramente intelectual, que propicia la
liberación del pensamiento de su vinculación con lo
concreto y particular. Esta es la esencia del racionalismo
cartesiano, el pensamiento separado e independiente de lo
corpóreo. Para Aristóteles hubiera sido absurdo
hablar de un espacio real no observable por los sentidos, o, al
menos, no imaginable.

Una de las premisas del pensamiento de Descartes es la
sumisión a un método cuidadosamente elegido, aunque
esto no es original, pues ya en Platón hay una gran
preocupación por los asuntos de método. En
Descartes nos encontramos con 3 momentos del
método:

El método como camino de búsqueda de la
verdad: la duda metódica.

En primer lugar hemos de decir que Descartes no es un
escéptico, no considera la duda como un estadodefinitivo
sino como una situación transitoria para alcanzar la
verdad: es una duda metódica y constructiva, es decir,
como instrumento para superar la duda misma. Naturalmente no se
propone dudar de cada una de las ideas, algo imposible, sino que
cuestiona cada uno de los fundamentos de estas ideas.

Para Descartes solamente podremos llegar a la verdad
cuando se llegue a una realidad de la que no podamos dudar, algo
de lo que tengamos absoluta certeza.

  • Descartes comienza dudando de los sentidos, por un
    hecho patente: éstos me engañan alguna vez,
    luego he de pensar que pueden engañarme
    siempre.

  • Cuando sueño siento la existencia de las
    cosas igual que en la vigilia y, sin embargo, no existen. La
    dificultad para distinguir el sueño de la vigilia
    presta la posibilidad de dudar también de la
    existencia de las cosas. Sin embargo es cierto que,
    aún fuera del estado de vigilia, hay verdades que
    prevalecen, las matemáticas: "Pues, duerma yo o
    esté despierto, dos más tres serán
    siempre cinco, y el cuadrado no tendrá más que
    cuatro lados".

  • Descartes introduce un nuevo motivo de duda: la
    hipótesis de que puede que Dios haya puesto en mi
    mente estas ideas con la intención de
    engañarme. Pero existiría una posible
    objeción a esta hipó tesis: podría
    repugnar a la voluntad divina el querer engañarme.
    Para evitar equívocos con la fe, Descartes sustituye
    la denominación de Dios engañador por Genio
    maligno, un ser todopoderoso que tiene la voluntad de
    engañarme en todo lo que pienso. Con esta
    hipótesis ahora parece que no puedo tener nada por
    cierto sin correr el riesgo de ser engañado; incluso
    con las verdades matemáticas puede ocurrir que "haya
    querido que me engañe cuantas veces sumo dos
    más tres, o cuando enumero los lados de un
    cuadrado".

Con todo este proceso de duda , desarrollado en la
1ª Meditación Metafísica, Descartes persigue,
como hemos dicho, llegar a una verdad absoluta, eliminando los
prejuicios (algo parecido a la ironía
socrática).

Llegado a este punto, en la 2ª Meditación
Metafísica, Descartes aplica la duda a la propia duda. Y
es entonces cuando encuentra un elemento que prevalece a la duda.
Si dudo es indudable que sigo dudando. El hecho de dudar, aunque
me esté engañando, siempre puedo tener la certeza
de que estoy dudando. Y dudar o engañarse implica
necesariamente que estoy pensando; y si estoy pensando es
indudable que estoy existiendo. Por tanto estamos ante la primera
verdad indubitable, la de mi propia existencia como verdad
pensante, a partir de la cual va a construir todo el
conocimiento:

Pienso, luego existo
(Cogito, ergo sum)

Ya en su tiempo Descartes recibió la
objeción de que el cogito era la conclusión de un
silogismo -a los que precisamente Descartes quiere evitar en su
intento de ruptura con la filosofía medieval- cuya premisa
mayor (sobreentendida) sería "todo lo que piensa existe",
la premisa menor "yo pienso", y la conclusión "yo existo".
Pero Descartes no aceptó este planteamiento, ya que,
según él, "cuando alguien dice pienso, luego
existo, no infiere su existencia del pensamiento como si fuese la
conclusión de un silogismo, sino como algo notorio por
sí mismo, contemplado por simple inspección de
espíritu. Ello es evidente, pues, si la dedujese mediante
un silogismo, tendría que haber establecido antes esta
premisa mayor: todo lo que piensa es o existe. Y, muy al
contrario, a esto último llega por sentir él mismo
en su interior que es imposible que piense si no existe."
Conviene resaltar como aquí Descartes señala que la
idea de existencia es verdadera porque se le manifiesta al
espíritu "como algo notorio por sí mismo". Este va
a ser, como veremos en el siguiente apartado, el criterio de
verdad defendido por Descartes.

  • El método como criterio de verdad: la
    evidencia (claridad y distinción)

Es en la 2ª parte del discurso del método
donde Descartes establece su criterio de certeza.

Una vez establecida una verdad indubitable, a partir de
la cual va a construir todo el conocimiento, Descartes realiza
una profunda meditación analítica del
cógito: por él la duda desemboca en la evidencia de
la realidad del pensamiento. El contenido inmediato del
cógito es la realidad existencial del sujeto pensante: la
duda puede afectar a todos los contenidos del pensamiento, pero
no puede afectar al yo donde estos contenidos están.
Intuimos la existencia de un yo cuya esencia es ser pensamiento.
En esto precisamente consiste intuir, en percibir conexiones
necesarias, evidentes. Para poder intuir conexiones necesarias
entre ideas, es preciso que éstas sean simples, pues
sólo la relación entre ideas simples puede ser
también simple. Y sólo de lo simple hay verdadera
intuición. El resto del conocimiento es
deducción.

Por tanto, se tiene certeza de toda verdad que se
obtenga por medio de una intuición clara y, además,
distinta.

Precisemos las nociones de claro y distinto para
Descartes:

  • Una idea clara es aquella que se
    presenta de forma manifiesta a un espíritu
    atento.

  • Una idea distinta es aquella tan
    precisa y diferente a todas la demás que sólo
    comprende lo que manifiestamente aparece al que la considera
    como es debido.

Nos encontramos con que Descartes realiza
la siguiente división de las ideas:

  • Según su complejidad: – Simples:
    claras y distintas

– Compuestas: deducción a partir de
varias ideas simples.

  • Según su origen: – Adventicias:
    provienen del exterior

– Facticias: provienen como resultado de otras
ideas

– Innatas: pertenecen propiamente a la mente
humana.

Para Descartes las ideas constituyen los elementos
básicos del conocimiento: no conocemos sino ideas. Y al
considerarlas como dotadas de realidad, puede plantearse la
cuestión de la causa de tal realidad, planteamiento que
permitirá, como veremos resolver la cuestión de la
existencia de Dios.

  • El método como crecimiento orgánico de
    la verdad: reglas de crecimiento de la
    razón.

Las reglas del método de crecimiento de la
razón las compendia Descartes en sus famosos cuatro
preceptos del correcto pensar, expuestos en el Discurso del
Método. El primero expresa la necesidad de
precaución, de decir, partir de intuiciones claras y
distintas para efectuar las posteriores deducciones, para
garantizar así la fiabilidad del conocimiento. El segundo
y el cuarto representan lo más genuino del método
matemático, pues indican la necesidad de proceder por
análisis y síntesis; para tener garantía de
la verdad de nuestras síntesis, hemos de asegurarnos que
la unión de una naturaleza simple con otra sea necesaria.
El tercer precepto es una apelación a la necesidad de
proceder ordenadamente, un orden desde lo simple a lo
compuesto.

La novedad de Descartes y su época está en
la entronización del método matemático. No
es que la filosofía extrapole para sí el
método matemático, sino que la metafísica
tiene el derecho a hacer propio el método más apto
para el conocimiento humano. Y este método es,
precisamente, el matemático. Pero entendiendo la
matemática no reducida a meros problemas
matemáticos, sino la matemática como
aplicación a la razón (Mathesis Universalis, como
dijo Descartes) y no al revés. Pero, ¿en qué
estriba la superioridad del método matemático? La
superioridad proviene de la simplicidad de su objeto, dado que
para Descartes el fundamento de evidencia y certeza, está,
en que el conocimiento intuitivo es absoluto -pues de lo simple,
que es conocido por sí en su totalidad, no puede obtenerse
falsedad alguna, pues el error proviene de la composición,
es decir, del juicio-.

A partir de la intuición de lo simple, se
induce-deduce todo lo demás. Está patente pues la
renuncia de Descartes a la lógica clásica
(silogismos aristotélicos), por considerarla como
meramente explicativa de lo sabido, no
inventiva.

Estructura de la realidad. Teoría de las 3
sustancias

Descartes comparte la misma definición de
sustancia de otros racionalistas: la sustancia es aquello que
existe por sí mismo y no necesita de otra realidad para
existir.

Para él existen 3 tipos de sustancias:

  • Sustancia pensante -Res Cogitam-: YO

  • Sustancia infinita -Res Infinita-: DIOS

  • Sustancia extensa -Res Extensa-: CUERPO

1.- Sustancia Pensante

El mecanismo de demostración de la sustancia
pensante lo hemos visto ya con el análisis del cogito.
Todas las características que podamos atribuir al yo
(cuerpo, alma, …) sólo nos queda, después de la
duda, el pensamiento: el yo es res cogitam, sustancia
pensante.

"…hallo que el pensamiento es un atributo que me
pertenece, siendo el único que no puede separarse de
mí. Yo soy, yo existo; eso es cierto, pero
¿cuánto tiempo? Todo el tiempo que estoy pensando:
pues quizá ocurriese que, si yo cesara de pensar,
cesaría al mismo tiempo de existir. No admito ahora nada
que no sea necesariamente verdadero: así, pues, hablando
con precisión, no soy más que una cosa que
piensa."

2.- Sustancia Infinita

La demostración de la existencia de Dios la
realiza Descartes en su 3ª Meditación
Metafísica. Descartes recurre a Dios como garantía
de verdad, puesto que hasta ahora su filosofía se
había quedado circunscrita a la idea del cogito, sin
posibilidad de avance.

Descartes utiliza dos pruebaspara demostrar la
existencia de Dios:

  • Prueba de la casualidad aplicada a la idea de Dios o
    infinito. Todos tenemos en nuestra mente la idea de infinito,
    o Dios, que para él es innata. Esta idea no la puede
    haber generado el propio hombre puesto que es un ser finito,
    imperfecto. Por tanto, debe existir una causa que sea
    proporcional a la naturaleza de la idea: Dios.

A continuación, Descartes se anticipa a posibles
objeciones hacia este argumento y les pasa revista ofreciendo su
refutación.

La primera objeción vendría a sostener que
la idea de infinito se podría formar a partir de la
negación de la de finito. Pero para Descartes esto no es
válido, puesto que la idea de infinito es mucho más
perfecta que la idea de finito, al ser clara, distinta e
innata.

Una segunda objeción podría ser que la
idea de Dios podría ser materialmente falsa, entendiendo
por materialmente falsas a aquellas ideas que representan como
siendo, algo que no es realmente. Descartes rechaza esta
objeción aduciendo que la idea de Dios es clara y
distinta, y por tanto, verdadera.

La tercera objeción considerada por Descartes
sostiene que la idea de infinito se podría formar
partiendo de una progresión infinita de la idea de finito.
La respuesta de Descartes es clara: la idea que
formaríamos de ese modo sería la de un infinito en
potencia, pues cualquiera que fuese el grado de conocimiento que
consideráramos siempre se podría pensar un grado
más alto; pero la idea de Dios designa un infinito en
acto, sin que pueda añadirse nada a su perfección;
En cuarto lugar, Descartes se plantea, como posible
objeción, la posibilidad de que mi propia existencia, que
es evidente por el cogito, no implique otra existencia divina,
como parece exigir la idea de infinito. Habrá, entonces,
que preguntarse ¿de donde proviene mi existencia?. Sin
recurrir a la divinidad caben 3 posibilidades: 1) de mí
mismo; 2) de mis padres, 3) de otra cosas menos perfectas que la
divinidad. De mí mismo no podría ser pues, entonces
me habría otorgado todas las perfecciones que conozco, es
decir, sería Dios. De mis padres tampoco podría
ser, porque en tal caso habría que preguntarse de nuevo de
donde toman estos la idea de infinito, si a su vez de sus padres,
y así infinitamente, lo que para Descartes no es
lícito ("..no puede procederse al infinito, pues no se
trata tanto de la causa que en otro tiempo me produjo, como de la
que en el presente me conserva"). Desechados el yo y los padres
como posible causa de mi idea de infinito y de mi yo mismo, queda
por analizar si podría ser una concurrencia de causas, de
manera que cada una de las perfecciones que se atribuyen a Dios
fuese representada en mí por una causa distinta, y de la
confluencia de todas esas causas distintas yo formaría la
idea de Dios. Descartes declara imposible esta opción
porque lo principal que concibo en Dios es su unidad y su
simplicidad, noción que no puedo formar a partir de la
pluralidad.

  • Argumento ontológico. Realizada ya
    anteriormente por S. Anselmo, es retomada por Descartes en su
    5ª Meditación Metafísica. La idea de Dios
    es la de un ser perfecto, es decir, de un ser mayor del cual
    no puede ser concebido otro. La existencia es una cualidad de
    la perfección; por tanto, si Dios es perfecto tiene
    que existir.

Recordemos que Descartes decía que las verdades
matemáticas eran siempre ciertas independientemente de que
estemos en estado onírico o no, al menos de que existiera
un Genio Maligno que las hubiese puesto en nuestra mente con la
intención de confundirnos. Logrado demostrar la existencia
de un Dios Omnipotente, queda eliminada la hipótesis del
Genio Maligno, por contradictoria con la existencia un Dios
Omnipotente. Del mismo modo, tal Dios no podría
engañar al hombre, puesto que el engaño, el error,
son un defecto, un no-ser, que no pueden ser el resultado de la
acción de un ser Omnipotente.

Por tanto, si Dios va a ser garantía de verdad,
toda idea matemática, clara, simple, innata o evidente es
verdadera.

  • Sustancia extensa.

La demostración de la existencia de la res
extensa la realiza Descartes en la 6ª meditación
metafísica. Su demostración es más
difícil porque la información de éstas nos
proviene de los sentidos y ya vimos como Descartes destaca en
éstos su facultad de engañar.

Partimos de que ya se ha demostrado la existencia de
Dios y que cualquier idea clara y distinta es
verdadera.

Descartes realiza los siguientes pasos para llegar a la
demostración de la sustancia extensa:

  • Bastaría concebir clara y distintamente una
    cosa sin otra para estar seguros de que la una es diferente a
    la otra.

  • Yo sé que mi esencia es ser una sustancia
    pensante

  • Pero yo tengo una idea clara y distinta de mí
    mismo como una sustancia pensante que no incluye la
    extensión; y por otra parte tengo una idea distinta
    del cuerpo, ya que éste es sólo una cosa
    extensa y no pensante. Por tanto, mi alma (espíritu)
    es distinta a mi cuerpo y puede existir si
    él.

  • Sin embargo, encuentro en mí mismo ciertas
    facultades como las de sentir e imaginar sin las cuales puedo
    concebirme clara y distintamente pero ellas no pueden
    concebirse sin mí.

  • Pero estas facultades (sentir, imaginar, …) que no
    tienen su origen o causa en mí deben estar en una
    sustancia corpórea o extensa y no en una sustancia
    pensante, ya que cuando imagino algo me refiero al cuerpo y
    considero éste por sí mismo o bien a una idea
    que he percibido por los sentidos, pero yo solamente soy una
    sustancia que piensa: el origen de esta facultad no puede
    estar en mí.

  • Su causa de origen ha de estar en una existencia
    distinta de mí mismo porque las ideas que produce la
    imaginación, la sensación se me presenta en
    ocasiones sin que intervenga mi voluntad. Por lo tanto, esta
    sustancia será o un cuerpo o Dios.

Pero como ya hemos demostrado que Dios no puede
engañar y Dios ha puesto en mi mente como idea clara y
distinta que la causa de las ideas que provienen de la
imaginación y la sensación son enviadas por las
cosas corpóreas, queda demostrado que existen cuerpos
extensos o corpóreos

  • Un Ángel artista Miguel Ángel
    Buonarotti:

"Nada puede el artista concebir, ni puede con la mente
imaginar, que en un mármol no pueda inscribir, la mano que
obedece a mi pensar…", son palabras atribuidas a Miguel
Ángel Buonarotti, una de las figuras cumbres del
Renacimiento italiano.

Nacido por el año 1475 en Caprese (Toscana),
Miguel Angel quiso desde muy joven dedicarse a la creación
artística. De nada valieron los discursos, enojos y hasta
golpes que le propinaron para hacerle cambiar de opinión,
él había decidido su camino. Con un carácter
nada angelical y mucha determinación, se salió con
la suya. Su maestría llamó la atención de
los Médici, que lo acogieron en su palacio, donde pudo
desarrollar su talento y descubrió su pasión por la
escultura.

Se cuenta que su nombre se cubrió de fama en
Roma, debido a un episodio bastante particular: aplicando toda su
maestría, imitó una figura de un Cupido dormido y
se la entregó a Baldasare Milanesso. Este señor
cayó en la tentación de hacer una tremenda
pillería. Enterró la figura durante un tiempo y
luego la vendió como si fuera una pieza antigua, a un
precio exorbitante. Claro que, al poco tiempo, el fraudese
descubrió y, aunque suponemos que al burlado comprador no
le hizo ninguna gracia, toda la gente quedó admirada de la
perfección con que la obra había sido
realizada.

Miguel Angel llegó a Roma en 1496. De inmediato
puso manos a la obra, con un vigor impresionante. Fruto de esta
época es el hermoso David que, para muchos, es el
máximo de la perfección. Con algo más de 5
metros de altura (incluyendo la base), este joven de
mármol es el mejor himno de admiración a la belleza
del ser humano. Por ese mismo tiempo, dio forma a La Piedad,
escultura que representa a la Virgen con el cuerpo de
Jesús en sus brazos.

El artista, a esas alturas, ya era sumamente famoso en
Italia. Naturalmente no tardó en convertirse en el
favorito de los papas. Pero, junto a los aplausos también
recibió un peso que muchas veces lo sacó de sus
cabales: encargos y más encargos. El Papa Julio II, le
encomendó realizar una tumba monumental en la
Basílica de San Pedro, que por aquel entonces estaba
remodelando el arquitecto Bramante. Aunque el artista estaba de
lo más entusiasmado, la obra se fue postergando una y otra
vez. Dicen que en esto tuvo que ver el propio arquitecto que,
molesto por la admiración que el papa sentía hacia
Miguel Angel, convenció al pontífice que
construirse una tumba en vida era como tentar al destino. El caso
es que Julio II, le encargó entonces decorar la
bóveda de la Capilla Sixtina, del Vaticano. Esta vez, la
idea no le pareció nada genial a Buonarotti. Él
quería seguir dedicado a la escultura y no le tentaba para
nada ponerse a pintar… y menos en las incómodas
condiciones que imponía la tarea de pintar frescos en el
cielo de una bóveda, sobre un andamio. Esta vez, el papa
fue más testarudo que el propio Miguel Ángel, quien
tuvo que aceptar. A pesar de haber emprendido la tarea a
regañadientes, el resultado fue prodigioso.

Una vez finalizada la obra, el artista volvió a
trabajar en las esculturas para la tumba del pontífice.
Por esas cosas del destino, sólo una de ellas ocupó
el lugar para el que fue concebida. Se trata de la solemne
estatua de Moisés, famosa por la expresión de su
rostro.

Entre 1536 y 1531, encontramos a Miguel Angel trabajando
nuevamente en la Capilla Sixtina. Esta vez le tocó hacer
un imponente fresco en la pared tras el altar mayor, en el cual
representó magistralmente El Juicio Final. La expresividad
y el estudio de los cuerpos, patentes en esta obra, han
maravillado a la gente por siglos. Sin embargo, los desnudos que
primitivamente había en la pintura, causaron
polémica entre algunos puritanos. Se relata que un maestro
de ceremonias que visitó la capilla se escandalizó
mucho. En respuesta, Miguel Angel no encontró nada mejor
que incluir a este personaje en la parte dedicada al
infierno.

Miguel Ángel, pintor y arquitecto, pero ante todo
escultor apasionado, murió en 1564 legando "su alma a
Dios, su cuerpo a la tierra y su ropa a los parientes más
próximos".

  • El Divino Rafael Sanzio:

Por la misma época en que Leonardo y Miguel Angel
competían en fama y maestría en Florencia, un joven
pintor, llamado Rafael Sanzio comenzaba a dar que hablar en la
región de Umbría (al centro de Italia). Desde joven
llamó la atención como un artista promisorio en el
taller del maestro Pietro Perugino. Más tarde se
trasladó a Florencia, donde no era nada fácil
triunfar, ya que había que conquistar un lugar en el campo
donde reinaban dos gigantes del arte. De hecho muchos artistas
jóvenes se descorazonaban de entrada, sabiendo que sus
obras serían comparadas con las del gran Leonardo. Pero
aunque Rafael no poseía los hondos conocimientos de
éste, ni la fuerza de Miguel Angel, llevaba en la manga su
propio as de triunfo: la dulzura de su carácter, tan
diferente a la personalidad temperamental de los grandes, le hizo
ganar la simpatía de mucha gente… y también la de
los mecenas.

Sus grandes obras son tan dulces y apacibles, que
parecen haber sido pintadas sin ningún esfuerzo. Pero la
aparente sencillez es fruto de un pensamiento profundo y gran
esmero. Ejemplo de esto son sus famosas madonas, muy
admiradas.

Tras su estadía en Florencia, Rafael fue llamado
a Roma, por la misma época en que Miguel Ángel
trabajaba en la Capilla Sixtina. Julio II encontró de
inmediato una tarea para el joven Rafael, y lo puso a decorar las
paredes de varias salas del Vaticano. Entre los frescos de estas
estancias figura, por ejemplo, la Escuela de Atenas, que resume
la escuela de la filosofía magistralmente.

Fue tal la admiración que despertó Rafael
con sus obras, que recibió el apodo de El Divino. Bajo el
papado de León X llegó a ser el verdadero director
de artes en la corte del Vaticano. Pero esta idea llena de
bellezas y triunfos fue bastante breve. En la primavera de 1520,
los 37 años de edad, Rafael murió. El cardenal
Bembo, un erudito de la época, inscribió en su
epitafio el sentir de sus admiradores. "Esta es la tumba de
Rafael, en cuya vida la Madre Naturaleza temió ser vencida
por él y a, cuya muerte, ella también
murió".

Con Rafael queda completo el trío de los mayores
exponentes del Renacimiento italiano. Pero eso no significa que
hayan sido los únicos artistas realmente talentosos que
han dejado importantes herencias a la humanidad. En Italia, y
también en otros lugares de Europa, el auge renacentista
hizo florecer tal cantidad de inspirados creadores, que es
prácticamente imposible mencionarlos a todos. Como
botón de muestra diremos que, entre los pintores
flamencos, merece un sitial de honor Pedro Pablo Rubens. El
holandés Rembrandt van Rijn fue, por su parte, un genio el
dominio de la luz, cuyos efectos manejó a su antojo en sus
pinturas.

En España, finalmente, surgió la
magnífica figura de Domingo Theotocopuli. Aunque este
nombre no diga mucho para algunos, la cosa cambia al mencionar su
seudónimo de El Greco. Este pintor, inconfundible por sus
expresivas figuras alargadas, nació en Creta pero
desarrolló su obra en suelo español. Fue
también en esa tierra donde el pincel de Diego de
Velázquez dio vida a muchas obras que siguen maravillando
al mundo. Este pintor, aparte de manejar extraordinariamente las
luces y el color, tuvo el mérito de dar cabida a los
rasgos "feos" de los seres humanos en sus pinturas. Es así
como en sus retratos prima la sinceridad y el realismo… y queda
demostrado que un rostro poco agraciado no quita belleza a una
obra de arte.

  • La ciencia moderna:

La ciencia moderna como hoy la conocemos produjo sus
primeras manifestaciones en la Italia del Renacimiento. Era un
mundo práctico en el cual financieros, mercaderes y
artesanos tenían gran influencia. Entonces no
existían grandes diferencias entre el artista y el
artesano y los problemas técnicos que se presentaban eran
de interés para todos. El artista estudiaba
anatomíay discutía con el médico en su mismo
nivel, esta manera inteligente de afrontar las limitaciones
humanas era un buen camino para vencer las dificultades. La
ciencia aplicada a fines útiles y la fabricación de
aparatos por artesanos bien adiestrados iniciaron la
revolución cultural.

Las universidades italianas se desarrollaron mucho, y a
ella acudían jóvenes de toda Europa,
Copérnico vino del área del Báltico, Harvey
de Inglaterray Vesalio de Bélgica. De estos tres hombres,
Copérnico varió la mentalidad de la edad Mediaal
establecer que al Tierra gira alrededor del Sol; la Tierra no era
pues el centro del universo.

  • Una nueva cosmología:

Poco antes de su muerte, Copérnico publicó su
gran obra En tornoa la revolución de las esferas celestes,
no solo descubrió que la posición del Sol y de la
Tierra eran totalmente opuestas a lo que se pensaba, sino hizo
hincapié en que las estrellas fijas están a gran
distancia. De repente el universo apareció inmenso y el
hombre y su viejo mundo quedaron muy pequeños. Ahora el
antiguo mundo de la Astrología y de la fe ciega estaban
condenados. Después del invento holandés del
telescopio, los astrónomos que siguieron, continuaron el
trabajode observación hasta que se llegó a una
conclusión con Newton.

Tanto Leonardo como Miguel Angel llevaron a cabo disecciones
para estudiar más a fondo la anatomía humana. El
resultado de estos estudios puede verse en los dibujoshechos con
gran exactitud en los cuadernos de Leonardo. Más tarde
apareció un trabajo médico escrito por André
Vesalio, ilustrado con bellos dibujos que ofrecían
testimonio del funcionamiento del cuerpo, y se llamo La textura
del cuerpo humano. Este libro desterró a Galeno como
autoridad absoluta y preparó el camino del trabajo
posterior de Harvey sobre la circulación de la sangre.

Harvey reunió todo lo que sabía de la
circulación sanguínea, y se dio cuenta de que el
corazón era semejante a una bomba; la sangre salía
del corazón por las arterias y volvía a él a
través de las venas. Aunque sin la ayuda de un microscopio
este sistemano podía observarse. Harvey inyectó
colorante en la circulación para descubrir su sentido. Su
libro En torno al movimientodel corazón fue la base del
progreso futuro en este terreno.

Arquitectura

La arquitectura renacentista brotó del mismo
movimiento que llevó a los estudioso, especialmente
florentinos, a buscar por doquier escritos de antiguos griegos y
romanos.

En Italia nunca se aceptó con entusiasmo el estilo de
construccióngótico. Se adoptó, sin duda, el
arco punteado y los métodosestructurales góticos,
pero los constructores italianos seguían fieles a los
ideales del viejo clásico. Por consiguiente Italia no
tardó en abandonar el gótico e introducir de nuevo
el ideal y forma clásicos en le arte
arquitectónico.

Entre los escritos antiguos que descubrieron y publicaron en
este periodo se hallaban los de un arquitecto romano que
vivió en el siglo I d. C. Vitruvio era su nombre,
había escrito un manual De architectura en el que
defendía la necesidad de proporción ideal.
Creyó que la perfección se podía conseguir y
enseñar, y creó reglas para guiar a los arquitectos
y a los artistas en esta búsqueda. Vitruvio
enseñó que el círculo y el cuadrado eran dos
formas perfectas que habían de servir de base a todo
diseño aceptable. Por lo tanto los arquitectos
renacentistas adoptaron la cúpula, símbolo
además del orden universal, y recuperaron elementos como
los órdenes griegos clásicos y el
frontón.

Las edificaciones del Renacimiento se caracterizan por
construir un conjunto racional, cuyos elementos se hallan
dispuestos según rigurosas normas de proporción. En
lo referente a las iglesias los elementos formales
característicos son la construcción circular
coronada por una cúpula, las ventanas pequeñas
rematadas a veces por un tímpano o rodeadas de
pequeñas pilastras y la división armónica de
la superficie de los muros.

Estos nuevos elementos se encontraron reunidos por
primera vez en las obras de Brunelleschi, autor de la primera
gran cúpula del Renacimiento (catedral de Florencia). En
Florencia hizo también su aparición por vez primera
el palazzo, vivienda particular de un rico burgués, que
expresaba de manera impresionante el orgullo y la fuerza interior
del hombre renacentista.

  • Brunelleschi:

Uno de los primeros y más notables arquitectos
renacentistas fue Filippo Brunelleschi, (1377-1446). Tras un
período de estudio en Roma, retorno Florencia,
adoptó las viejas formas clásicas y con ellas
expresó el nuevo espíritu del Renacimiento.
Otorgó nueva vida y carácter de serena simplicidad
a las formas de la antigua arquitectura romana.

Aunque no llegó a establecer un sistema
teórico, su obra fue motivo de inspiración para
todos los arquitectos posteriores. Entre sus mayores logros se
encuentran las iglesias de Santa María de la Flores y la
del Santo Espíritu, ambas en Florencia.

  • Albertí:

León bautista Albertí (1404- 1472)
llevó cabo una labor inteligente tanto en el campo
arquitectónico como en el teórico. Su obra magna,
la iglesia de San Andrés de Matua, fue un modelo para la
arquitectura religiosa posterior.

Un discípulo de Labertí, Giuliano de
Sangallo, significa, con la construcción de Santa
María de las Cárceles, un momento de
transición hacía el Alto Renacimiento. Ese mismo
arquitecto es el autor de la Villa de los Médici, ejemplo
clásico de villa renacentista, sobria belleza y
conjunción en el paisaje.

  • Escuela Manierista:

La característica principal del manierismo, que
se desarrolla a finales del siglo, es la introducción de
la tensión dramática en las, y la
supeditación de la medida a al liberta creativa del
autor.

El principal representante de esta etapa es sin duda el
propio Miguel Ángel, aunque su obra escapa a al
clasificación. La capilla Sixtina, muestra la diversidad
de su genio.

Entre los arquitectos de esta época destaca
también la llamada escuela de Venecia, cuyos
representantes son Giacomo Della Porta y Andrea Palladio. El
estilo de Palladio escapa el manierismo y supone una elegante
combinación de formas clásicas y elementos
decorativos.

Aparte de su obra propia, la importancia de Palladio
radica en su influencia en Europa a través de su obra
Cuatro libos de arquitectura, que dio origen a un estilo llamado
Palladiano.

Arquitectura
renacentista europea

Francia es el país que antes recibe la influencia
del Renacimiento italiano, y el único que crea un estilo
propio sin injerencias góticas, caracterizado por su
manierismo de formas suaves. El más conocido de los
arquitectos es Philibert Delorme constructor de la s
Tullerias.

En Alemaniae Inglaterra la supervivencia del
gótico hace difícil que se acepte la arquitectura
italiana; la mayor influencia se revela en los edificios civiles
y en los elemento decorativos. En los países bajos, pese
al desarrollo de su pintura, la arquitectura mantiene
también durante largo tiempo las reminiscencias
góticas.

  • Escultura:

Florencia fue también parte de la nueva escultura
renacentista, en la que se funden el estilo naturalista
gótico y las normas estrictas del clasicismo. Los modelos
grecolatinos proporcionan también un interés por
los motivos majestuosos, y favorecen la vuelta a la
valoración al desnudo. El primer gran escultor de esta
época es Lorenzo Ghiberti, autor de las puertas del
Baptisterio de Florencia, que pese a todo no llega a superar por
completo las convenciones del gótico.

  • Donatello:

La verdadera ruptura del período medieval con el
Renacimientose produjo a principio del siglo XV, y se debe al
escultor Donatello y al pintor Masaccio. Donatello fue uno de los
más grandes artistas de todos los tiempos, su obra, de
múltiples aspectos y su vigor y entusiasmo tan inmensos,
le hicieron penetrar en nuevos terrenos artísticos. En su
David de bronce fue el primero, desde los tiempos
clásicos, en elegir un desnudo para expresar un profundo
significado intelectual. Su escultura ecuestre el Gattamelata,
constituye un triunfo del bronce fundido. La importancia de
Donattello no solo radica en sus solucionestécnicas, sino
en la naturalidad de que dotó a sus modelos. En sus
últimas obras se trasluce una velada
melancolía.

  • Pintura del Renacimiento en Alemania y los
    Países Bajos:

Mientras ocurrían grandes cambios del
Renacimiento, centrados en Florencia y Roma, el noroeste de
Europa no había permanecido inactivo. Su centro más
importante fue Flandes (Bélgica actual). Al igual que
Florencia en el sur, las ciudades de Gante y Brujas eran
importantes centros comerciales, en que se reunían
mercaderes y los artistas con mente en los negocios estaban
dispuestos a sacar provecho de los ricos que, como suele suceder
en el Sur, eran los mejores postores.

Los hermanos Van Eyck, Hubert y Jan representaron en
Flandes el mismo papel que Masaccio en Italia. Su obra más
importante fue un retablo, cuyo tema central se basa en la
adoración del cordero místico, en que el cordero es
símbolo de Jesús. Existen datos de que Hubert
empezó la pintura y a su muerte Jan la
terminó.

Quizá el más sorprendente y famoso pintor
del norte fue Hyeronimus Bosch, llamado el Bosco cuya
fantasía repleta de las más delirantes e
inverosímiles imágenes se adelantó a las
pinturas surrealistas de nuestros tiempos. De intención
inminentemente moralista, la obra de este creador se halla
poblada de seres oníricos cuya interpretación
simbólica ha sido muy discutida. Un ejemplo
característico es el tríptico de El jardín
de as delicias.

Pieter Brueghel fue otro pintor flamenco capaz de
inventar las fantasías más grotescas y aterradoras,
aunque en sus mejores cuadros plasma a las gentes de su tiempo en
el trabajo o divirtiéndose. Registró la tosca
crudeza de su vida con tal mezcla de sátira y
compasión, de un modo tan poderosos, que las escenas
más cotidianas se hacen extrañamente
memorables.

El pintor alemán más destacado de este
período y también el mejor grabador de madera fue
Albrecht Durero. Se le ha llamado El Leonardo del Norte ya que al
igual que Leonardo estudió todas las técnicas
más representativas.

Conclusión

El Renacimiento, es la consecuencia de un interés
por el pasado grecorromano, con el cual se buscaba volver a dar
vida a los ideales que habían inspirado a aquellos
pueblos. De este movimiento surgieron las grandes
figuras.

Es el tiempo de Leonardo de Vinci, el de la
multifacética musa; de Cristóbal Colón y
Magallanes. Es la victoria de Copérnico y de su mirada
sobre la naturaleza. Cimabue, Giotto, Dante, Petrarca, Rafael,
Miguel Angel, Bruneleschi, Jan Van Eyck, Bramante, Giordano Bruno
y Galileo, Telesio, Pomponazzi, Campanella, Paracelso, Jacob
Boehme, Francis Bacon, Kepler, Newton, Grocio, Bodino y
Hobbes.

Es la manifestación ideológica y literaria
del Renacimiento. Los hombres del Renacimiento trabajaron con
mucho entusiasmo en estudiar metódicamente las obras de la
antigüedad, explorando ruinas, exhumando manuscritos y
salvando de su destrucción valiosos documentos. Para ello
recibieron la protección de príncipes y
Pontífices, que les estimularon en sus
investigaciones.

Primeramente se sintió interés tan solo
por los autores y el arte latina, pero pronto se llego a su
fuente, o sea al arte y la cultura griega. Así se
desarrollo una mentalidad erudita, critica y apasionada por las
ciencias y las artes, que se centro en el hombre y sobrestimo los
valores humanos, de ahí el nombre de Humanismo.

La conquista del mundo, de la naturaleza, realiza
rápidos progresos, la vida presente apasiona a los
hombres. (Ortega y Gasset, al hablar de la reconquista
española contra los moros y describir los templos
almenados que edificaban los hombres de Fernando e Isabel,
comenta: " querían ganar el cielo sin perder la Tierra"),
el más allá palidece y esto ocasiona una
inversión de valores. Bloch concluye:

la filosofía del Renacimiento ha servido, con
frecuencia, como simple introducción al capítulo
principal (de la filosofía burguesa) consagrado a
Descartes, cuyo cogito ergo sum era presentado como la primera
piedra de una filosofía nueva. Esta manera de ver las
cosas es, empero, completamente falsa. Descartes tuvo
predecesores que fueron mucha más que
predecesores.

Bibliografía

· Historia de las civilizaciones y
del arte. Occidente. A. Fernández, M. Llorens, R. Ortega,
J. Roig. Ed. Vicens-Vives. Barcelona 1995.

· Historia del Arte. Bachillerato
2º curso. Martínez Buenaga, Martínez Prades,
Martínez Verón. Ed. Ecir. Valencia 1999.

· Diccionario
universal del Arte. Pierre Cabanne. Ed. Argos-Vergara. Barcelona
1981.

· Historia universal del Arte: El
Renacimiento. Isabel Mateo, Mª Concepción
García, Joan Sureda. Ed. Espasa-Calpe.

· Historia
universal del Arte: Renacimiento (I). José Milicra,
dirigida por. Ed. Planeta.

· Diccionario enciclopédico
Salvat. Ed. Salvat. Barcelona 1964.

· Clásicos del Arte: La obra
pictórica de Botticelli. Carlo Bo, Gabriele Mandel. Ed.
Planeta. Barcelona 1988.

· Genios de la pintura. Ed Dolmen.
1999.

· Enciclopedia
MicrosoftEncarta 98. Ed. Microsoft Corporation.
1993-1997.

Resumen: Alberti, el gran arquitecto.
Ghiberti, el espléndido escultor.Botticelli, el genial
pintor. Tres genios del Renacimiento italiano. Sumundo. Los
artistas. Sus obras.

DEDICATORIA

Dedicado a mi profesor por abrirme los ojos, porque
gracias a él y a sus extensos conocimientos, se por
qué me está tocando vivir este
momento…………..porque si quieres saber
tu presente, debes conocer tú historia!.

y por supuesto…….. Gracias a "MIS PADRES"
por bendecirme con la comprensión y la razón puesta
en mi, ya que la necesito para darme cuenta que la vida no tiene
principio ni fin, porque son el principio y el final.

 

 

Autor:

María Carmen Nolivos Retamozo

Partes: 1, 2
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