Las habilidades intelectuales, su importancia en los tiempos actuales

Introducción

La educación básica del país (Plan
de estudios, 2009) tiene la tarea encomendada, de brindar, en
todo México, a quienes estén en edad escolar,
oportunidades formales para adquirir, desarrollar y emplear los
conocimientos, las habilidades, las actitudes y los valores
necesarios, no solo para seguir aprendiendo a lo largo de su
vida, sino para enfrentar los retos que impone una sociedad en
permanente cambio, desempeñarse de manera activa y
responsable consigo mismos y con la naturaleza, ser dignos
miembros de su comunidad, de México y del
mundo.

La intención anterior encuentra fuertes barreras
cuando al alumno no se le brindan las condiciones indispensables
para su desarrollo, por lo que se le coloca en un estado
desfavorable para desplegar su potencial humano,
limitándolo a incidir en acciones y transformaciones de
sus procesos educativos que la sociedad en general reclama. Bajo
la carencia de elementos mediadores en sus aprendizajes, a los
niños y niñas se les niega el derecho de
beneficiarse de la acción educativa y por lo tanto de la
apropiación de la cultura.

Se ha comprobado que si a los alumnos se les brinda
espacios con oportunidades para desarrollar sus habilidades
intelectuales pueden lograr niveles óptimos de
razonamiento en el que gradualmente puedan utilizar de manera
creadora sus conocimientos, actitudes y valores.

El desarrollo de las habilidades intelectuales en los
alumnos requiere indispensablemente de la mediación
docente, pues las distintas acciones y operaciones que implican
los procesos de enseñanza y aprendizaje estarán
sujetas a objetivos diseñados y organizados de manera
racional, procurando atender las necesidades de
desarrollo.

Las escuelas mexicanas deben plantearse la tarea de
contribuir al desarrollo de las habilidades intelectuales de sus
alumnos a través de procedimientos bien estudiados.
Algunas habilidades que se plantean son por ejemplo: la
observación, la descripción, clasificación,
definición, ejemplificación, argumentación,
entre otras. Se otorga especial atención a la habilidad de
comparación, pues brinda las posibilidades de identificar
las características tanto externas como internas de dos o
más objetos, fenómenos o procesos, así como
el establecimiento de las relaciones existentes entre ellos, y lo
más importante, esta habilidad permite establecer las
características esenciales; es decir, con ello se puede
explicar por qué un objeto es único, lo que
permitiría lograr la formación de conceptos,
pensamiento teórico o de generalización conceptual
en los alumnos.

En estos tiempos de reforma educativa, en el que se ha
adoptado el modelo por competencias, el desarrollo de las
habilidades se hace una necesidad de primer orden, pues sin
habilidades es imposible formar alumnos competentes.

Las Habilidades
intelectuales, tarea de ayer, hoy y
mañana

El interés por desarrollar las habilidades
intelectuales en los alumnos tiene su base en los resultados que
presentan jóvenes universitarios de diversas instituciones
educativas, la deficiencia para aprender, la dificultad para
resolver problemas, la imposibilidad para tomar decisiones ante
situaciones concretas, entre muchas otras, fueron los
síntomas que atrajeron el interés de los
investigadores estrechamente relacionados con la
educación. Fue hace aproximadamente cuatro décadas
(Consejo Nacional de investigación Educativa, 2003),
cuando para tratar este fenómeno de déficit en el
desempeño intelectual resaltaron nombres de investigadores
como Arons, Whimbey, Lonchhead, Clement, Howard Gardner, entre
otros, quienes introducen ideas innovadoras acerca del
tema.

Estudios recientes evidencian que el desarrollo de
habilidades intelectuales sigue siendo un fuerte problema en
niños y jóvenes que asisten a escuelas de nivel
primario, Santos Palma, Silvestre, Zilberstein (cit. por
Zilberstein, 2000), muestran similitud en sus resultados de
investigación, aprecian en éstos pocas
posibilidades para poder comparar, clasificar, ejemplificar,
valorar, explicar, argumentar, definir, solucionar problemas,
plantear hipótesis, entre otras.

Estas habilidades intelectuales están
estrechamente vinculadas con el pensamiento; Pensar es una
habilidad que puede desarrollarse. Para ello se requiere
diseñar y aplicar procedimientos dirigidos a ampliar y
estimular el uso de la mente, desarrollar estructuras que
faciliten el procesamiento de la información y propiciar
la práctica sistemática, deliberada, consciente y
controlada de los procesos, hasta lograr una actuación
natural, autorregulada y espontánea. (Consejo Nacional de
investigación Educativa, 2003).

Hoy en día el desarrollo de las habilidades
intelectuales es una exigencia ante los retos que plantea una
sociedad encaminada a la búsqueda de formas de convivencia
más justas, libres y democráticas en las que para
su formación los alumnos hoy, desempeñaran en el
futuro un importante papel protagónico poniendo en juego
sus capacidades intelectuales lo que contribuirá al logro
de de una de las aspiraciones de la escuela mexicana.