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La prostitución y sus valores (página 2)



Partes: 1, 2

Antecedentes
históricos sobre la
prostitución y su
control

El presente escrito tiene la finalidad de efectuar una
exposición de tipo histórico que permita comprender
cuáles fueron las características de la
prostitución o mejor dicho Trabajo Sexual Comercial (TSC)
en los diferentes períodos históricos y sociales de
la humanidad.

Para este fin, se tomará en cuenta diferentes
ópticas históricas, que por la complejidad del
tema, permitirá dar una consistencia aceptable y razonable
que permitan consolidar los argumentos teóricos dentro el
área social.

El análisis histórico está, por lo
tanto, relacionado con los valores y la moral. De esta manera, se
analizará las siguientes etapas que marcan trascendencia
en la evolución histórica de la prostitución
o TSC.

La
prostitución en la Edad Antigua

En primer momento, la prostitución no
podía ser identificada como tal, ya que, como hace notar
F. Engels en su estudio denominado El Origen de la familia, de la
propiedad privada y del Estado, basado en las investigaciones de
Lewis Morgan sobre los pueblos primitivos, el sexo era practicado
indiscriminadamente por todos los miembros de la tribu, sin que
existiese diferenciación de familias entre sus miembros,
"reconstituyendo de esta suerte de historia de la familia, Morgan
llega a estar de acuerdo con la mayor parte de sus colegas acerca
de un primitivo estado de cosas según el cual, en el seno
de una tribu imperaba el trato sexual sin obstáculos, de
tal suerte que cada mujer pertenecía igualmente a todos
los hombres y cada hombre a todas las mujeres".

La prostitución fue al principio un acto
religioso; que se practicaba en el templo de la diosa del amor y
primitivamente el dinero ingresaba en las arcas del templo. Las
hieródulas de Amaitis en Armenia, de Afrodita en Corinto,
lo mismo que las bailarinas religiosas agregadas a los templos de
la India, que se conocen con el nombre de bayaderas (la palabra
es una corrupción del portugués bailadeira), fueron
las primeras prostitutas.

La prostitución, deber de todas las mujeres en un
principio, no fue ejercida más tarde sino por estas
sacerdotisas, en reemplazo de todas las demás. En otros
pueblos, el hetairismo proviene de la libertad sexual concedida a
las jóvenes antes del matrimonio; así, pues, es
también un resto del matrimonio por grupos, pero que ha
llegado hasta nosotros por otro camino.

Luego, a este tipo de servicio sexual sucedió el
servicio sexual religioso. Este servicio fue la primera modalidad
de prostitución, ya que para tener acceso carnal con una
mujer en los templos dedicados a tal efecto el varón
debía pagar determinada suma antes o después del
contacto.

En Babilonia es donde se desarrolla este primer tipo de
comercio sexual. La consolidación de la familia
monogámica significa, en los hechos, el primer
obstáculo definitivo al comercio sexual sin trabas.
Anteriormente a toda mujer nacida en Babilonia estaba obligada,
una vez en su vida, a ir al templo de Ishtar, la diosa
babilónica del amor, para entregarse en ese lugar a un
extranjero. Cuando una de las asistentes tomaba asiento en el
lugar sagrado, no podía volver a su casa sin que un
extranjero le haya arrojado dinero en el regazo y sin que haya
tenido comercio con ella fuera del templo. Como podemos ver,
surge de esta forma la prostitución sagrada, que se
complementa y termina con la hospitalidad sexual.

En Egipto, las leyes morales cumplieron su primer
objetivo: descubrir las diferencias entre el bien y el mal. Los
egipcios saben a qué limitarse, y parece no existir las
condiciones para que se desarrolle la prostitución
hospitalaria y sagrada. Pero queda la tercera: la del comercio
carnal. La mujer egipcia se entrega en los primeros tiempos por
pura y simple codicia. No puede seguir la costumbre hospitalaria,
ya que el egipcio es en ese momento, por naturaleza, un ser que
odia al desconocido, a quien por nada del mundo deja entrar en su
casa ni le ofrece avíos o alimentos, creyendo sin duda que
de esta mínima relación pueden sobrevenir contagios
de pestes o enfermedades infecciosas.

Así, se puede observar que en Egipto
existió la prostitución desde las épocas
más remotas, pero al cabo de poco tiempo perdió su
carácter religioso. Los egipcios fueron los primeros en
prohibir las relaciones carnales con las mujeres nativas o
peregrinas domiciliadas en los templos y demás lugares
sagrados de la época. Al romperse el vínculo entre
prostitución y religión, la primera continuó
practicándose en forma independiente y alcanzó
contornos extraordinarios.

La
prostitución en la Edad Media

La Edad Media no rompió con las tradiciones de la
antigüedad en lo referente a la prostitución,
adoptando, por el contrario, muchos de sus puntos de
vista.

En general, la prostitución en las ciudades
medievales y especialmente las del norte, adoptó la forma
cerrada de los prostíbulos, aunque no faltaban casos de la
ambulante en forma de danzarinas o tañedoras de arpa y
cítara. Entre los árabes se encontraban tales
artistas con el nombre de mumisa, voz derivada del griego mimas,
siendo muy celebradas en las poesías árabes como el
Diván de Mutalami. Los judíos habían
mantenido las prohibiciones seculares de los libros sagrados con
respecto a la prostitución, aunque la influencia griega se
había traducido en una tolerancia muy extensa en la
práctica

En general, las prostitutas de la Edad Media
ejercían su comercio como gremio reconocido, figurando en
las entradas solemnes de príncipes en las poblaciones
festejándoles con ofrendas de flores. No era infrecuente
tampoco que las visitasen entonces grandes dignatarios, que por
otra parte las obsequiaban con regalos para bailes y festejos.
Tal ocurrió en Viena durante el reinado del emperador
Segismundo en 1435 y en Praga en el del emperador Alberto II. Las
ordenaciones acerca del comercio de las prostitutas eran tan
comunes como minuciosas, negándoseles, sin embargo, el
derecho de ciudadanía a partir del siglo xv. Se las
obligaba a usar trajes especiales, separándolas de las
mujeres honradas, incluso en las tumbas, reservándoselas
lugar aparte en las iglesias. Tampoco debe olvidarse que la
escasa población y menor riqueza de las ciudades
medievales impidieron el lujo y esplendor que
acompañó al desarrollo de la prostitución en
Grecia y Roma.

Las fuentes documentales consultadas coinciden en
afirmar que la prohibición, la reglamentación y la
prohibición de la prostitución se sucedieron a lo
largo de los siglos, con resultados diferentes. En 1561, bajo el
reinado de Carlos IX, se reeditó la ordenanza, con el
propósito de combatir los estragos que el "mal de
Nápoles" o sífilis hacía entre la
población. En Génova y Venecia, la
prostitución estuvo reglamentada administrativamente bajo
la dirección de una mujer a quien llamaban "reina", que se
encargaba de hacer respetar en forma estricta los reglamentos
policiales.

En España ocurrió lo mismo, ya que la
prostitución reglamentada tuvo una evolución
análoga a la de los demás países en la
época. En el siglo XV, las mujeres se agrupaban en
mancebías enormes, cercadas por murallas, en las que su
número llegaba a centenares. Estos establecimientos fueron
reglamentados por Felipe II, suprimidos por Felipe IV,
reimplantados por Carlos II, y legalizados, definitivamente, en
1865.

En América, la mancebía más
importante fue la que se denominó Casa de Recogidas,
fundada en La Habana en 1776. En Inglaterra había una
cadena de burdeles cerca del puente de Londres, que en un
principio obtenía su licencia del Obispo de Winchester y
luego del Parlamento. En 1611 bajo el reinado de Enrique II, se
dictó una serie de ordenanzas, con las que se trató
de evitar la propagación de las enfermedades
venéreas. Por las mismas se prohibía a los
dueños de los establecimientos que tuvieran mujeres
atacadas por esas enfermedades, como también la
admisión de hombres que sufrieran "males
nefandos".

La
prostitución en la Edad Moderna

La prostitución reglamentada se impuso a lo largo
de la Edad Moderna. Desde principios del siglo XIX. Esta
institución se generalizó en todas partes, y fue
considerada por los distintos Estados como una necesidad
desagradable a la que era necesario reglamentar y de la que era
conveniente sacar beneficios pecuniarios. Estaba encuadrada
dentro del aparato estatal, regido por normas de carácter
policial e higiénico y, aunque rechazada por un
cúmulo de conceptos morales y éticos, no
podía negarse su existencia tanto real como legal. En la
actualidad, la mayor parte de los países civilizados
sustentan un criterio abolicionista, que rechaza la
intervención gubernamental en el problema, o la reduce a
un mínimo.

Las leyes no disponen la abolición de la
prostitución, sino la abolición de la
reglamentación correspondiente, eliminan su
carácter oficial.

La
prostitución en la Edad Contemporánea

Despierta la preocupación de científicos,
médicos, etc., quienes plantean la problemática
desde diversos ángulos. Formulan soluciones que van desde
el castigo y el libre albedrío "hasta razonamientos como
los de Schopenhauer, para quien la monogamia es una de las causas
de la prostitución".

La prostitución reglamentada se impuso a lo largo
de lo que podríamos considerar, época moderna,
desde principios del siglo XX, esta institución se
generalizó en todas partes y fue considerada por los
distintos Estados como una necesidad desagradable a la que era
necesario reglamentar y conveniente sacar beneficios pecuniarios.
Estaba encuadrada dentro del aparato estatal, regido por normas
de carácter policial e higiénico, y aunque
rechazada por un cúmulo de conceptos morales y
éticos, no podría dudarse de su existencia, tanto
real como legal.

Definiciones
doctrinales y conceptuales

Es posible iniciar esta sección considerando que
en la actualidad la multiplicidad de competencias y
órganos legislativos provoca que al interior de los
países coexistan tanto sistemas abolicionistas como
reglamentarios, por lo que aquellas clasificaciones en las que
aparecen los países ordenados conforme al sistema que
adoptan para tratar esta problemática suelen ser
imprecisas. Esto es un fenómeno que sucede en los
diferentes ámbitos de la vida social. En el caso del
T.S.C. la situación se repite. Los gobiernos suscriben
instrumentos internacionales de corte abolicionista como una
medida política, por lo que en sus legislaciones penales,
federales o nacionales, la prostitución no aparece
tipificada como delito. Sin embargo, en los niveles locales
persiste el prohibicionismo, tanto en disposiciones municipales y
en reglamentos administrativos como en las disposiciones sobre
policía y buen gobierno.

En lo que difieren los tres sistemas es en el
tratamiento legal que otorgan a las personas involucradas. En
estos sistemas todo gira alrededor de la prostituta. Se le
considera, según sea el caso, como delincuente,
víctima o un mal necesario. Para el Estado moderno,
fundado en la democracia, en las libertades individuales, en los
Derechos Humanos y en el respeto por la diversidad, ninguno de
los tres sistemas da respuesta a los reclamos por lograr que los
derechos de los(as) trabajadores(as) sexuales sean respetados.
Además, no consigue un combate eficaz en contra de la
explotación sexual de niñas, niños, varones
y mujeres adultos.

Por su parte, el Dr. Huáscar Cajías K.,
señala sobre el particular (Ob. Cit.: 1): "Cada vez menos
en los países civilizados en que las disposiciones
jurídicas se limitan a prescindir de la
prostitución sin tomarla en cuenta, existen dos
posiciones: la que la declara como delito o, al menos, como
falta, y la que admite su legalidad, pero dentro de una
reglamentación".

Concepto de la
prostitución

Pro-sto, pro-stare, significa estar delante,
estar expuesto, ponerse a la vista, y de ahí estar
expuesto para la venta, estar en venta. Sto, stare,
statum
significa estar parado, estar quieto, estar fijo.
Pro significa delante, a la vista. Prostare es
un verbo de situación. Su correlativo de acción es
pro-stituo, pro-stituere, pro-stitutum y significa
colocar delante, exponer, poner a la vista, poner a la venta. La
diferencia entre stare y statuere es, pues, que
en el primer verbo se describe una situación y en el
segundo una acción. De este se han formado multitud de
derivados: estatua, establecer, institución,
constitución, estatuto, restituir, sustituir,
prostituir… en los que tenemos el valor del prefijo, más
el de poner, colocar. La palabra prostitución se ha
formado no a partir de stare (estar), sino a partir de
statuere (colocar), lo que determina que hay alguien que
la prostituta es un sujeto paciente, es decir que hay tras ella
un agente, alguien que la expone, que la pone a la venta, alguien
que trafica con ella.

Digamos que prostituir no es directamente vender, sino
más bien exponer para vender, poner a la venta.

"Para que exista prostitución se requiere las
siguientes condiciones:

1) Que haya relaciones sexuales, normales o anormales
(homosexuales). Pollitz considera que sólo puede hablarse
de prostitución cuando una mujer ejerce su comercio con
varones. Sin embargo, creemos que no debe excluirse el caso de la
homosexualidad, en vista de que existe desde hace tiempo una
verdadera profesionalización de este tipo, sobre todo en
las grandes ciudades.

2) Que el acto se realice por una remuneración;
no se debe tener en cuenta sólo el pago en dinero, sino
también el que se hace por cualquier otro medio que
implique una recompensa traducida en ventajas
materiales.

3) Que los actos sexuales sean frecuentes;

4) que exista como elemento característico un
cierto número de personas con las cuales el acto se
realiza.

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud
(OMS) define la prostitución o TSC como toda "actividad en
la que una persona intercambia servicios sexuales a cambio de
dinero o cualquier otro bien" (OMS 1989, citada en CONAPO 1994:
761). Esta definición sintetiza los puntos de vista de
Cajías, sin contraponerse a ellos.

La
prostitución y la religión

Prostitución, también conocida con el
nombre de meretricio es la prestación habitual de una
persona a prestaciones sexuales a cambio de un pago. La
prostitución era antes un acto religioso, se practicaba en
el templo de la diosa del amor y primitivamente el dinero
ingresaba en la arcas del templo. Inicialmente se hace una
referencia al ejercicio de la prostitución en el Cercano
Oriente, partiendo de Mesopotamia. Los primitivos
mesopotámicos ofrecen los rastros de la
prostitución que marcó a todas las demás
civilizaciones de la humanidad. En un primer momento el servicio
sexual era hospitalario, es decir, algo más de lo que
podía disponer un viajero cansado de la casa del
huésped, sin que tuviera que pagar por esto.

En el término prostitución junto con la
religión conllevan ciertas características que en
el enfoque histórico se ha mencionado y además
recalcando nuevamente. En donde se puede decir que este acto se
realizo con el objetivo de practicar sacrificios a sus dioses. En
la actualidad con la religión esto es un pecado en donde
normalmente la iglesia está en total desacuerdo que exista
este tipo de acto en la sociedad.

Los grandes problemas
del siglo XXI

Los habitantes de cada país han
enfrentado graves problemas en su desarrollo cultural,
económico, político, social y entre otros,
espiritual, la mayoría de ellos para el logro de sus fines
se ha enfrentado a guerras y grandes luchas.Hoy en día,
mucha gente sigue peleando por un nivel de vida mejor, y lo hacen
a costa de lo que sea para alcanzar sus objetivos, por
ejemplo:

– Para obtener el oro negro
(petróleo), destruyen y arrasan con naciones enteras.-
Otros pelean por territorios, como en el Medio Oriente,
palestinos e israelitas, se han matado entre sí por un
pedazo de tierra.

– Los que tienen, pelean y matan por tener más y
viceversa.

Hablar de los grandes problemas del siglo XXI implica
abarcar muchos terrenos en la vida del ser humano, en este caso,
se puede decir que vivir es una continua lucha en diferentes
formas y con diferentes adversarios, sin embargo en la actualidad
mucha gente en el siglo XXI no pelea contra enemigos sino en
contra de sus mismos familiares. En consecuencia de estos casos
existen tantos problemas en la sociedad y dentro de estos lo que
es la prostitución.

Sistema
reglamentario

Bajo el sistema reglamentario, en donde el Estado es
quien asume el control de la actividad. Vigila los espacios
públicos y privados, sus horarios y
características. Identifica y registra la oferta, a
través de licencias o de credenciales, y a partir del
reconocimiento del riesgo de contagio de infecciones de
transmisión sexual (ITS). Ejerce un sistema de control
médico obligatorio, estableciendo los mecanismos de
supervisión, además de identificar los lugares
clandestinos de comercio sexual.

La prostitución, bajo esta postura, es un mal
necesario que se debe controlar cuidando la higiene de la
población. Con esta visión se llega a equiparar a
los TSC como transmisores de enfermedades. Se dice, incluso, que
la reglamentación en el plano ideológico
está orientada a garantizar al cliente el acceso a los
servicios sexuales en condiciones de supuesta higiene,
protegiendo con esto sus intereses, y dejando de lado los del
TSC. Además, la posición reglamentaria, como indica
Huáscar Cajías (Ob. Cit: 150), es típica de
los países latinos, habiéndose iniciado en Francia,
a lo cual añade la consideración de que "la
prostitución es un mal menor y necesario".

Así, puede destacarse la función
pública que cumple la prostitución. En espacial el
TSC femenino actúa como válvula de escape a una
sexualidad masculina no canalizable por otras vías.
Actúa como compañía y alivio a la soledad
del hombre y es, en última instancia, un mecanismo de
prevención de la violación y el abuso sexual a
otras mujeres y otras poblaciones vulnerables (niños,
niñas, ancianos).

En la actualidad, producto de la ausencia de un
Reglamento que norme esta actividad, permitiendo identificar
derechos y obligaciones de las y los TSC, como también de
los dueños de locales, clientes y autoridades civiles y
policiales en relación a esta actividad, se sucede una
serie de violaciones a los derechos fundamentales de las
personas, lo cual promueve una espiral de violencia que muchas
veces es ocultada, favoreciendo así la continuidad de una
situación intolerable en un Estado de Derecho.

Además siendo el gobierno quien permite este tipo
de actos que para muchas personas de la sociedad es de plena
vergüenza. Por todo lo que está sucediendo en calle u
otros tipos de lugares, las familias hoy en día viven
inseguras por todas estas causas por lo que no puede salir en la
calle porque ya las violan o sufren algún otro
daño. Pero la ideología de las demás
personas y de cien a uno que no concuerda con los pensamientos es
que este tipo de acto ya no se ejerza porque además de que
sea un ejercicio que atribuya algo favorable para la sociedad
perjudica en todo.

Sistema
Prohibicionista

La represión penal es la característica
principal que define a este sistema. Los países que lo
practican tienen como política el tomar acciones
policíacas ante cualquier oferta sexual, pública o
privada que implique una retribución monetaria. Se
pretende eliminar tanto la reglamentación como el
ejercicio de la prostitución. Para el Estado, en este
sistema, la persona que practica el TSC es un delincuente y
deberá responder ante la justicia por su conducta o en el
mejor de los casos se le enviará a un establecimiento de
re-educación o de reincorporación social hasta que
se logre el objetivo de eliminar el TSC.

Los bienes jurídicos tutelados son la moral
pública y las buenas costumbres, argumento que deja de
lado el libre acuerdo de personas que no afectan a terceros
persiguiendo, incluso, los servicios que se otorgan en lugares
privados. En un amplio sector de la doctrina jurídica
prevaleció esta corriente que, siguiendo a César
Lombroso, establece una equivalencia entre TSC y delincuente: "La
prostitución es a las mujeres lo que el delito a los
hombres, porque las prostitutas tienen los mismos caracteres
físicos y morales que los delincuentes". En el extremo de
este sistema, el cliente es visto no como sujeto activo del hecho
antisocial, sino más bien como víctima de la
"invitación escandalosa" de la prostituta.

Derechos
Humanos

"Los Derechos Humanos son literalmente los derechos que
una persona posee por el simple hecho de que es un ser humano"
(DONNELLY 1994: 23). Es decir, todos tenemos derechos humanos sin
distinción de ningún tipo, sea de raza, sexo,
actividad laboral, edad, condición social,
religión, adhesión ideológica,
etc.

Podemos observar que los derechos humanos suponen el
imperio del derecho y la existencia. De una democracia
constitucional en la cual los principios de legalidad y
legitimidad sean reconocidos. Fuera de esto, el respeto de los
derechos supone necesariamente un sistema de protección,
siendo el más deseable el jurisdiccional. Algunos han
propuesto la Corte Internacional de los Derechos Humanos, el Alto
Comisionado para protección de Derechos Humanos, y
actualmente existen algunos mecanismos, como la Comisión
Europea de Derechos Humanos, la Comisión y la Corte
Interamericanas de Derechos Humanos (de que trata la
Convención Americana de Derechos Humanos), el
Comité y la Comisión de Naciones Unidas,
etc.

Crisis social de esta
anomalía

Existen varios tipos de prostitución, las que
ejercen en forma abierta en calles y avenidas,
prostíbulos, hoteles, bares restaurantes, etc. Las que se
escudan tras un empleo, chicas telefónicas (call girls),
La prostitución ocasional, que trabajan en diversos
empleos o son estudiantes que lo hacen generalmente para ganar
algún dinero y completar sus ingresos. Entre todas ellas
casi siempre existe un proxeneta que las explota a cambio de
permitirles el ejercicio y brindarles
"protección".

La prostitución masculina un producto de las
grandes ciudades, en estos casos buscan sus clientes vestidos de
mujer (trasvestis) pero antes especifican el sexo para llegar a
un arreglo. O vestidos de hombre, en algunos casos son bisexuales
casados que sienten bloqueada su parte homosexual por represiones
sociales o familiares, que encuentran en la prostitución
una forma segura de satisfacción sexual.

La prostitución infantil, la más grave de
todas, por tratarse de un niño o niña indefensa y
sometida a los peores engaños humanos, tiene índice
de crecimiento muy elevado, que comienza con la
pornografía y la drogadicción, la influencia de
Internet con páginas especializadas en cualquier tipo de
prostitución incluyendo la infantil, sin que hasta ahora
se haya prohibido definitivamente tales publicaciones. Las causas
más importantes son la violencia intrafamiliar, escasos
recursos económicos, falta de protección por parte
del gobierno y la sociedad, explotación familiar,
obtención de dinero fácil, marginalidad social,
embarazos tempranos, adicción y abandono, ausencia de
valores inculcados, bajo nivel educativo, desintegración
familiar.

Algunas de las formas
de cómo existe la prostitución

COPETINERA

Muchas mujeres fueron iniciadas en el TSC por el
proxeneta, primero como meseras, quienes después de cierto
tiempo y con el afán de conseguir más ingresos se
convierten en copetineras, quienes ocasionalmente ofrecen sus
servicios sexuales, llegando al final a ser prostitutas,
meretrices o trabajadoras sexuales comerciales (TSC) en los
términos más puros. Entonces, una definición
de copetinera consistiría en identificar a la mujer que
realiza la actividad de acompañante placentera de uno o
varios clientes, obteniendo remuneración monetaria,
regalos y otros tipos de favores de dos fuentes: una del mismo
local, que tiene la denominación de Whiskería o
Night Club por consumir y hacer consumir bebidas
alcohólicas, y otra explícitamente del cliente que
corresponde por ofertar ocasionalmente sus servicios
sexuales.

BAILARINA

Bailarina es toda mujer que brinda espectáculos
musicales en centros de diversión nocturna. Por la
naturaleza del baile, estas mujeres buscan excitar sexualmente a
los potenciales clientes, con los que luego mantienen relaciones
sexuales a cambio de dinero. En nuestro medio se las puede
encontrar tanto en clubes nocturnos como en whiskerías y
discotecas.

PATINADORA

Las patinadoras no tienen un local donde desarrollar sus
actividades. Son TSC que dentro de la problemática de la
prostitución en la ciudad de La Paz trabajan por cuenta
propia y en la calle. Estas personas buscan a sus clientes en la
calle, y los llevan a un alojamiento que conocen ellas por los
alrededores para prestar sus servicios sexuales. Este grupo de
TSC posee matrícula y se someten al control sanitario
respectivo. Algunas de ellas comenzaron trabajando en
algún local, mientras otras realizan sus actividades
directamente en la calle.

El aspecto de estas TSC muchas veces no se distingue de
otras mujeres que transitan por el lugar. La remuneración
que obtienen por vender sus servicios es comparable o a veces
inferior al que perciben las meretrices, y no ofrecen un trato
afectivo disimulado hacia sus clientes como
éstas.

Este grupo de TSC es bastante estable, se conocen unas a
otras y se apoyan mutuamente. En algunas ocasiones sufren la
competencia de otras mujeres que se presentan por el lugar o la
zona por la eventual clausura de algún local cuando tienen
necesidad de dinero en tiempos de marcada crisis
económica.

MASAJISTA

Es la TSC que brinda sus servicios sexuales en los
denominados salones de masajes. El masaje, como se sabe, aplicado
en las zonas erógenas puede producir sensaciones de placer
y estimular la actividad sexual, situación que es
explotada hábilmente en dichos salones.

PROSTITUTO

Cuando se habla de prostitución masculina,
ésta se asocia inmediatamente con hombres homosexuales
travestís, tal vez porque este tipo de prostitución
es más conocido en la actualidad. Sin embargo, puede
observarse que prostituto es todo varón que vende sus
servicios sexuales a un grupo mayoritariamente conformado por
varones maduros homosexuales. En menor cantidad, según la
señalada autora, lo hacen con clientes mujeres. El
prostituto recibe diferentes denominativos, como ser
rufián, por el cual lo identifican sus clientes y se
identifican ellos mismos.

PROSTITUTO HOMOSEXUAL Y/O BISEXUAL

En el primer caso, es el varón travesti que se
prostituye ofreciendo sus servicios sexuales exclusivamente a
hombres.

Estos asumen ambos roles: activo y pasivo. Los segundos
son aquellos varones que ofrecen sus servicios sexuales tanto a
varones como a mujeres, y en el primer caso ejecutan el servicio
como sujeto activo tanto como pasivo.

CLIENTE

El cliente es una categoría de sumo
interés para el presente estudio, tomando en cuenta que
éste es el alma y la razón de la existencia del
TSC. En la temática del TSC existe una relación en
la que interactúan dos fuerzas: la oferta, constituida por
el o la TSC, que ofrece sus servicios, a uno o varios clientes a
cambio de una remuneración o compensación no
siempre económica por una parte, y, por otra, la demanda,
constituida por los clientes, quienes desean satisfacción
sexual y pagan por conseguirla. En su generalidad, el cliente es
anónimo. Tiene derecho al respeto y jamás se le
inquieta. Sin embargo, uno debe preguntarse quién hace
vivir a los proxenetas y a las prostitutas, y necesariamente
llegará a la conclusión de que es el cliente, quien
se constituye en otro de los actores principales que promueve y
fomenta el TSC. Uno puede interrogarse sobre las motivaciones de
los clientes, quienes acceden a este tipo de servicios. Pero las
respuestas son pocas, ya que los mudos de la historia son los
clientes. Sin embargo, se puede afirmar que en líneas
generales los clientes al recurrir al TSC femenino buscan remedio
a dos clases de trastornos: los problemas relacionales (timidez,
impedimento anímico y carencia de afecto), así como
problemas psicológicos (impotencia, perversiones,
eyaculación precoz). En lo referente al TSC masculino, se
puede advertir que los clientes varones desean satisfacer sus
impulsos homosexuales con estos servidores sexuales, en tanto que
se puede presumir que las clientes mujeres manifiestan una
insatisfacción sexual con su pareja formal, o bien por
qué buscan una aventura informal sin complicaciones de
otro tipo.

Prostitución
infantil

La Prostitución infantil y juvenil es otro gran
problema, ya que atenta contra un grupo altamente vulnerable y
desprotegido. Ésta generalmente se debe a problemas de
pobreza, la cual se ve agudizada debido al régimen
económico en actual vigencia. La oficina Católica
de la Infancia, BICE (1991: 7-8) identifica las siguientes
características sobre la prostitución infantil y
juvenil en América Latina:

La deuda externa, que tiene como efecto
íntimamente relacionado la agudización de los
países pobres y la profundización de la dependencia
de éstos hacia los países desarrollados.

La prostitución como estrategia de supervivencia
de los sectores más empobrecidos no puede ser considerada
una opción de vida, sino una forma de
esclavitud

La Policía en muchos casos, lejos de resguardar
los derechos ciudadanos, establece redes de complicidad con
quienes detentan el poder económico ligado a la
explotación sexual. Estas redes tienen distintos niveles
de visibilidad en los países.

Los servicios de salud no están preparados y no
posibilitan el acceso a un grupo importante de los sectores
excluidos y menos aún a niñas en situación
de prostitución, lo que implica que éstos
estén mucho más desprotegidos que los adultos
prostituidos y por lo tanto más expuestos a enfermedades
venéreas y el SIDA.

Sobre este punto en particular, el Código
Niño, Niña y Adolescente toma en cuenta los
siguientes aspectos:

El artículo 1 determina el objeto del
Código, señalando que el mismo "establece y regula
el régimen de prevención, protección y
atención integral que el Estado y la sociedad deben
garantizar a todo niño, niña o adolescente, con el
fin de asegurarles un desarrollo físico, mental, moral,
espiritual, emocional y social en condiciones de libertad,
respeto, dignidad, equidad y justicia". Es decir, determina las
finalidades de este cuerpo legal, priorizando los deberes del
Estado y la sociedad para con los niños, niñas y
adolescentes.

Por su parte, el artículo 3 define la
aplicación del Código, cuyo alcance implica a todos
los niños, niñas y adolescentes nacidos y
habitantes en el territorio nacional.

El artículo 100 identifica, entre otros, el
derecho a la libertad, al respeto y a la dignidad como persona de
los niños, niñas y adolescentes. Remarca
también el reconocimiento de sus derechos civiles,
políticos, económicos, sociales y culturales
garantizados por la Constitución, las leyes, la
Convención Internacional sobre los derechos del
niño, etc.

Con relación a los trabajos peligrosos e
insalubres, el artículo 134, numeral 17 señala que
están prohibidas en general "las actividades que crean
riesgo para la vida, salud, integridad física y
mental".

El artículo 135 identifica como sitios
atentatorios para la salud e integridad física y moral de
niños, niñas y adolescentes "1) Salas o sitios de
espectáculos obscenos, talleres donde se graban, imprimen,
fotografían, filman o venden material pornográfico;
2) locales de diversión para adultos como cantinas,
chicherías, tabernas, salas de juego y otras similares; y,
3) propagandas, películas y videos que atenten contra la
dignidad.

Los problemas no terminan con el hecho de que un
niño, niña o adolescente se prostituya. La sociedad
en general ingresa en un período de franca
descomposición, lo cual implica un deterioro general en
las condiciones de vida, una pérdida de valores y una
agudización de la anomia. También es importante
considerar que un niño o niña no puede, debido a su
edad y todo lo que ello implica, discernir entre salud y
enfermedad, prevención y cómo realizarla. Por ello
está más expuesto a enfermedades,
drogadicción y embarazos.

Además, se debe considerar que en muchos hogares
cuya cabeza es una mujer que ejerza la prostitución existe
una criatura que recibe pautas que facilitarán su ingreso
a la prostitución. Por otra parte, está el hecho de
que el aumento en el número de mujeres infectadas
generará mayor demanda de prostitutas "seguras",
suponiendo que aquellas de menor edad han tenido menos
oportunidades de contagio.

Dignidad de la
persona

La consideración de la dignidad de la persona
pasa por reconocer lo que se entenderá tanto por dignidad
como por persona. Su tratamiento implica el reconocimiento de la
individualidad del hombre, sus potencialidades, así como
sus limitaciones. Quizá la concepción que
más se aproxime a estos postulados sea la de Luis
Recaséns, quien señala: "El pensamiento de la
dignidad consiste en reconocer que el hombre es un ser que tiene
fines propios suyos que cumplir por sí mismo, o, lo que es
igual, diciendo en una expresión negativa, la cual tal vez
resulta más clara, el hombre no debe ser un mero medio
para fines extraños o ajenos a los suyos propios" (Luis
Recaséns S., citado por MONROY, Marco 1980:
13).

La humanidad, al reconocerse superior a los demás
seres vivos y al sentirse sus miembros poseedores todos ellos,
sin excepción, del atributo del raciocinio y la
inteligencia, establecieron las condiciones de su igualdad, sobre
la que reposa la dignidad, que es la valorización exacta y
el respeto de la condición del hombre. En el caso de las y
los TSC, como en muchos otros, estos principios de validez
universal son muchas veces pasados por alto, y unas personas se
sienten con potestad de juzgar y condenar a otras, por el simple
hecho de subsistir por medios distintos, tachándolas de
"pecadoras", "promiscuas" y otras cosas, olvidando, muchas veces,
"la viga que llevan en el ojo propio".

Consecuencias

Las consecuencias más desfavorables de toda
aquella persona que practican el acto en este caso que es la
prostitución, son todos los problemas personales y
familiares en donde sufre:

Aislamiento total o parcial de la familia, baja
autoestima, agresividad, no existe un proyecto de vida,
desconfianza autodestructiva, depresión, objeto comercial
y de explotación. Enfermedades venéreas
(Sífilis, VPH, Herpes genital, Blenorragia, Sida). Pierden
a sus hijos los rechaza la sociedad, echándolas de menos
tanto a las mujeres como los hombres que en cierta forma existen
practicando este servicio que para la sociedad es de mucha
vergüenza como se podrá decir.

Respecto a esta última enfermedad, cabe aclarar
que el SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida) "es
causado por el VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana), el virus
que ataca al sistema inmunológico del organismo […]
Aunque el término de SIDA es ampliamente usado para fines
médicos, ha sido sustituido por clasificación que
describe etapa por etapa la infección por el VIH. El SIDA
se refiere sólo a los últimos estadios de la
supresión del sistema inmunológico".

Delincuencia
juvenil

¿Qué es la delincuencia
juvenil?

Es el quebrantamiento de leyes y normas
jurídicas, por actos de niños o jóvenes con
una conducta antisocial que interfiere con los derechos de
otros.En nuestros días millones de niños,
adolescentes y jóvenes están viviendo en hogares
donde sufren la ausencia de uno o ambos padres, el resultado de
esto es reflejado en su conducta rebelde, desconfiada e
incierta.

Por lo tanto estos jóvenes viven en
la desolación y en la desorganización familiar; es
obvio que no hay quién se encargue de inculcar valores
éticos, morales y espirituales, mismos que los
harían personas maduras y consientes.Muchos delincuentes
juveniles no son malos porque les guste la maldad sino que se
volvieron así accidentalmente. Los orígenes de la
delincuencia se derivan de muchas causas, como las que han sido
expuestas con anterioridad (ambiente del hogar, padres separados,
mala influencia de amigos, etc.), la delincuencia juvenil no
sólo se ve en personas de escasos recursos, también
alcanza a personas que tienen una posición
económica desahogada. ¿Qué provoca que se
conviertan en delincuentes? En muchas ocasiones se cae en esto
porque sufren un fracaso, reciben una mala orientación,
sufren descuido o simplemente se relacionaron con malas personas
y éstas aprovechan su inocencia y los hacen caer en la
prostitución.

Por qué existe
la prostitución?

La prostitución se presenta en las mujeres de
estratos socioeconómicos altos, mujeres con suficientes
posibilidades económicas como para poder salir a adelante
sin hacer ningún sacrificio.

En este tipo de prostitución estas mujeres
generalmente de estratos altos hacen práctica de un uso
particular de la sexualidad, donde el dinero no es la
justificación para prostituirse, unas son reconocidas como
profesionales en el modelaje y la actuación, y otras por
su belleza y voluptuosidad, pero lo preocupante para todos los
casos es la elección por la prostitución. Estas
jóvenes están realizando un oficio que lleva lo
intimo a lo público sin restricción, que les otorga
ganancias económicas, y daños a su salud
física y mental, además el llevar esta doble vida
afecta su integridad, su relación familiar e
interpersonal.Este problema parece hacerse invisible en la
sociedad por la forma como funciona, las jóvenes
universitarias que se prostituyen reclutan a sus amigas o
compañeras con el acuerdo de guardar silencio, de no
dejarse reconocer. De igual modo operan sus proxenetas, estos
reclutan nuevos clientes, a través de los antiguos tratan
de mantener exclusividad.

Para saber de esta problemática
hasta con recurrir a los medios publicitarios donde las
jóvenes presentan su negocio. Ellas publican en Internet,
en los periódicos, en folletos y tarjetas de
presentación de reconocidos hoteles, bares, agencias de
modelos, discotecas, entre otros la descripción personal,
que incluye el nivel académico, descripción de la
personalidad y del físico, las cualidades en el trabajo,
la aceptación de consumo de drogas, de sadomasoquismo con
sus clientes y demás practicas no convencionales que se
establezcan previamente con el proxeneta, y por supuesto su
costo, horario y teléfono celular donde las puedan
localizar luego del acuerdo verbal con el cliente.Socialmente
muestran dos caras: una en el ambiente universitario y familiar,
y la otra, la más enigmática, en la
prostitución, esta última parece indicar una
desconexión entre su estructura de personalidad y el negar
el acto de prostituirse.

Algunos factores psico-sociales (la
familia, la educación, entorno social, la sexualidad,
entre otros) en los que se desarrolla la mujer en las etapas
tempranas de la vida, pueden determinar algunos rasgos en la
adopción de la conducta de la prostitución, y de
igual forma la desintegración familiar, el consumismo, la
publicidad, el nivel socio-cultural y económico de nuestra
sociedad actual son otros factores determinantes para el
incremento de este fenómeno.

Prostitución y moral sexual alternativa

Al hacer referencia a la prostitución no es
conveniente hacerlo como sinónimo de esclavitud sexual, ya
que al hacerlo victimizamos a la prostituta a la vez que
perpetuamos el concepto patriarcal de que las mujeres somos seres
débiles e indefensos.

A la hora de hablar sobre las prostitutas, debemos
hacerlo reivindicando que éstas ejerzan como actoras
sociales válidas teniendo en cuenta que la labor de estas
trabajadoras consiste en el contrato de sus servicios sexuales y
no en la venta de sí mismas ni de sus partes sexuales.
Este contrato de servicios corresponde con el convenio que el
resto de las trabajadoras efectúan al iniciar un empleo.
Este es uno de los motivos que nos ha llevado a muchas feministas
a defender la regularización de la prostitución, ya
que las políticas abolicionistas y prohibicionistas no
hacen sino aumentar el estigma y la marginación a la que
las prostitutas han sido condenadas.

Esta estigmatización se asienta como una
estrategia patriarcal que nos bipolariza a las mujeres en buenas
(madres, esposas, hijas) y malas (mujeres desvinculadas de un
varón que las legitime). Dicha división supone un
control social y sexual sobre las mujeres donde el estigma se
impone como un signo de sumisión y esclavitud. Si la
sociedad patriarcal teme y desprecia a las putas es porque
éstas son percibidas como transgresoras de la norma,
cuestionando así el orden establecido y los roles de
género asignado. La exclusión a la que son
sometidas se traduce en la carencia de lazos sociales y de los
servicios del Estado.

Los estudios hasta ahora realizados acerca de la
prostitución no siempre han estado del todo carentes de
valoraciones morales y se han caracterizado así mismo por
su focalización en la trabajadora, dejando de lado el
papel del cliente, elemento que suele permanecer en el más
absoluto anonimato.

El resultado de trasladar la sexualidad al ámbito
público, es decir, más allá de lo meramente
privado, se nos presenta como una característica positiva
de la prostitución, ya que esta traslación
constituye una manera de normalizar la sexualidad y sacarla del
tabú haciéndola así socialmente más
visible.

El problema de esta "socialización" de lo sexual
se halla en el tipo de sexualidad que actualmente se ejerce en la
vida pública y que corresponde a la heterosexualidad como
modelo dominante junto a una serie de prácticas
representativas de la jerarquización de
géneros.

El sexo se ha de tratar como derecho puesto que reviste
un cariz político. El patriarcado configura mediante la
ordenación de la sexualidad una construcción
política, el género, atravesada por relaciones de
poder y dominación.

Desde este punto de vista el análisis de la
prostitución no puede circunscribirse únicamente a
un debate sobre las proclamas sociales y sanitarias de las
prostitutas. Hay que ir más allá para plantear
aquello que la prostitución manifiesta respecto a la norma
sexual patriarcal.

Prostitución
como problema social

La prostitución es una anomalía social que
ocasiona efectos y consecuencias negativas dentro de la sociedad
y su impacto social cada día construye una mayor
preocupación.

En 1990 se realizó una investigación entre
914 prostitutas de la Ciudad de México y se
encontró que el 46.4% tenían de 16 a 24 años
y el 40.5% del 25 a 34 años; su promedio de escolaridad
era de 5 años. Aunque el 8% eran profesionistas y el 2%
contaba con postgrado; el 61.7% era soltera; el 77% tenían
hijos; el 51.9% pertenecía al nivel socioeconómico
bajo, el 27% al medio y el 21.1% al medio alto; predominaban las
que tenían de 3 a 4 dependientes económicos (32.1%)
y dos dependientes económicos (27.3%).

Entre 1992 y 1993 se realizó un estudio en la
Ciudad de México a 2641 prostitutas, de las cuales el 80%
inició relaciones sexuales entre los 12 y 18 años;
el 68.23% cobró por primera vez entre los 15 y 24
años, el número de clientes por día fue de 1
a 5 en el 83.9%; trabajaba en la calle el 47.6% en bares y clubes
en 40.2%, en hoteles el 6%, en burdeles el 0.7% y las "call
girls" constituían el 1%. En cuanto a los clientes el
48.6% eran de 21 a 40 años y el 60% eran
casados.

La prostitución se da por varias razones: falta
de recursos económicos, ausencia de valores inculcados y
la moral, bajo nivel educativo, desintegración familiar,
sentimientos de abandono e inferioridad, incapacidad de
establecer relaciones satisfactorias y heterosexuales,
deficiencia moral, entre otras.

Esto trae como consecuencia: enfermedades
venéreas (SIDA, Herpes vaginal, Gonorrea, etc.), conllevan
a adicciones como drogadicción y alcoholismo, precipita la
debilidad mental, rechazo social, infracción a la ley,
embarazos no deseados, familias desintegradas.

En la actualidad 13 estados de la República
reglamentan la prostitución: Aguascalientes, Baja
California Sur, Coahuila, Colima, Chiapas, Durango, Guerrero,
Hidalgo, Michoacán, Nuevo León, Querétaro,
Sinaloa y Zacatecas.

La pobreza es en gran parte de los casos, el punto de
partida para que una persona llegue a la condición de Tasa
de Desempleos Cesantes. El mayor número de menores,
adolescentes y jóvenes prostituidos proviene de los
estragos bajos de la sociedad. La violación y otras formas
de abusos sexual son una de las causas comunes para que las
personas opten por el camino a la prostitución y de
ésta no están libres varones ni mujeres. Son
frecuentes los casos en que los niños se ven sometidos
además de las agresiones, a los abusos sexuales por parte
de su padre, el padrastro, familiares cercanos o desconocidos. Lo
anterior implica a muchos niños verse expuestos a una
iniciación sexual precoz, a relaciones incestuosas, a los
riesgos de una maternidad temprana y a la incorporación a
la prostitución, lo que ocasiona su discriminación
social y marginación. Para las mujeres prostituidas, la
maternidad supone una responsabilidad enorme y a la vez una
razón de vivir. En ocasiones la ninfomanía lleva a
la prostitución. Sus causas son muy diversas: la falta de
cariño paterno en la infancia, neurosis, trastornos
hormonales, debilidad mental, etc.

Debido a su actividad, la prostituta generalmente es
rechazada por la sociedad. Su ocupación no es reconocida
como trabajo y no goza de las prestaciones, derechos y
obligaciones que la sociedad ha creado para las distintas
actividades económicas. Se le señala como persona
transgresora de las normas sociales. En consecuencia, se le
margina socialmente. A causa de la posición que adopta la
sociedad ante la prostituta, ésta puede ser considerada
como desviada social, y su estudio puede ser realizado bajo el
enfoque de la sociología de la
desviación.

La
prostitución y sus valores

Conocido es que casi el cien por cien de las mujeres que
ejercen la prostitución lo hacen desde la miseria
económica.

En el caso de la prostitución, son capaces de
enfrentarse a experiencias tan fuertes como salir de su tierra,
de su entorno familiar y social, enfrentarse con las dificultades
de la lengua, la exigencia de "papeles", los peligros de buscarse
la vida en soledad…, Es la búsqueda de diferentes formas
de salir de la miseria a la que les aboca este modelo de
organización social patriarcal.

Al ejercicio de la prostitución llegan
también muchas mujeres desde las adicciones, ansiedades o
diferentes presiones familiares y sociales. Y esto pone de
relieve una vez más, la dependencia económica de
las mujeres respecto a los hombres y a las fuentes de
economía creadas por ellos.

La baja autoestima y autovaloración que las
mujeres expresan en su práctica de prostituirse por
dinero, como reflejo del desprestigio y estigmatización
con que la sociedad las mira y piensa en ellas, acentúa y
confirma el rol asignado a todas las mujeres. Habitualmente, la
frase de que la "prostitución es un trabajo como otro
cualquiera" la dicen quienes están fuera de la
práctica organizada de la prostitución, sobre todo
los hombres. Un escasísimo número de quienes la
practican pueden pronunciar esta frase porque para la
mayoría no es un trabajo del que presumen sino una
práctica obligada que ocultan.

Diez razones para no
legalizar la prostitución

Teniendo en cuenta que algunos países
están considerando legalizar y despenalizar la industria
del sexo, creemos importante que reflexiones sobre las razones
por las cuales la legitimación de la prostitución
como un trabajo no supone un mayor poder de las mujeres que
están en la prostitución, sino que supone un
fortalecimiento de la industria del sexo.

  • La legalización / despenalización de
    la prostitución es un regalo para los proxenetas, los
    traficantes y la industria del sexo.

  • La legalización / despenalización de
    la prostitución y de la industria del sexo promueve el
    tráfico sexual.

  • La legalización / despenalización de
    la prostitución no supone un control de la industria
    del sexo. La expande.

  • La legalización / despenalización de
    la prostitución aumenta la prostitución
    clandestina, ilegal y la prostitución de la
    calle.

  • La legalización de la prostitución y
    la despenalización de la industria del sexo promueve
    la prostitución infantil.

  • La legalización / despenalización de
    la prostitución no protege a las mujeres que
    están en la prostitución.

  • La legalización / despenalización de
    la prostitución aumenta la demanda de la
    prostitución. Incentiva a los hombres a comprar a las
    mujeres por sexo en un entorno social más permisible y
    de mayor aceptabilidad.

  • La legalización / despenalización de
    la prostitución no promueve una mejora de la salud de
    las mujeres.

  • La legalización / despenalización de
    la prostitución no aumenta las posibilidades de
    elección de las mujeres.

  • Las mujeres que están dentro de la
    prostitución no quieren que se legalice o despenalice
    la industria del sexo.

Conclusión

Para concluir quiero dar a conocer que la
prostitución afecta a toda la sociedad, se debe recordar
que ésta se presenta en las mejores familias, lo cual
muestra que ninguno de nosotros estamos exentos de que toque
nuestra puerta, por esta razón debemos preocuparnos, e
involucrarnos en el problema creando vínculos de confianza
en nuestras hogares, dando buenas bases a nuestros hijos y
compañeros las cuales les permitan salir ilesos al verse
sumergidos en situaciones parecidas.

No nos debemos dejar llevar por lo que digan los
demás, debemos sentirnos bien con las cosas que tenemos y
hemos logrado conseguir con esfuerzo, porque son las cosas que
más se saben apreciar. Las cosas materiales no son lo
más importante son tan solo una parte pequeña de
nuestra vida, pero no logran llenar vacíos como falta de
amor y cariño. Y sobre todo también no dejarnos
manipular por todas estas personas negativas que aparte de
echarnos a perder nuestras vidas, perdemos nuestro valor y
nuestra dignidad como personas que somos, por eso es necesario
que nosotros seamos los que tomemos nuestras propias decisiones y
no otro las va a tomar de nuestra parte.

En éste momento la sociedad está a la
espera de un cambio que haga valiosa y respete la existencia de
las mujeres, pero éste cambio debe empezar por que el
gobierno se involucre en este proceso y conozca acerca de la
realidad de muchas mujeres que se ven frustradas por situaciones
inhumanas que hacen que hasta la mujer más fuerte se vea
desarmada ante tantas dificultades. No más personas con la
vista gorda que solo actúan como si estos problemas fueran
ajenos a nosotros, todos podemos lograr un cambio pero es
necesario que primero se de ésta conciencia.

Es importante destacar que la prostitución es una
anomalía social que ocasiona efectos y consecuencias
negativas dentro de la sociedad y su impacto social día a
día constituye mayor preocupación. Uno de los
mayores éxitos que se ha logrado en la historia social
dedicada a estudiar la prostitución ha sido definir este
fenómeno como un hecho social.

Por eso es importante conocer cuáles son los
principales problemas que se presentan actualmente y sobre todo
saber que existe tanto rechazo de la sociedad ante todas estas
persona que suelen dotar este acto pero, tanto la sociedad y
ninguna otra persona se puede interferir ya que todo esto ha
venido sucediendo de cada persona y nosotros simplemente debemos
de tener la ética y tomar nuestras propias decisiones de
que es lo que queremos ser y como nos queremos ver ante la
sociedad.

FIN…

Bibliografía

  • Zaqueo Mestas V., director del
    Centro Integral Familiar Huixquilucan, A.C.

  • Janice G. Raymond. Coalición
    Internacional Contra el Tráfico de
    Mujeres,(CICTM/CATW)08/01/2004.

  • Ricardo Alterio. Manual de
    Sociología Jurídica. Universidad de
    Carabobo.

  • www.catwinternational.org

 

 

Autor:

Amado Montaño
Gutiérrez

LIC. ECONOMÍA AGRÍOLA Y
AGRONEGOCIOS.

UAAAN

11/05/2010

Materia: Valores Socioculturales

Cátedra: Susana Cepeda
Islas

Partes: 1, 2
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