La renovación de las estructuras de la mentalidad de los ciudadanos romanos durante la Roma Augustea
La renovación de las estructuras de la mentalidad
de los ciudadanos romanos durante la Roma Augustea –
Monografias.com
La renovación de las
estructuras de la mentalidad de los ciudadanos romanos durante la
Roma Augustea
Palabras claves: Principado Augusteo – Imperium –
Renovación de mentalidad – La Eneida –
Tradición.
En este trabajo intentaremos repensar la
renovación de las estructuras mentales experimentada por
el cuerpo de ciudadanos romanos que permitió la
consolidación del régimen de Augusto. Para ello
detendremos nuestra mirada en algunos pasajes de La
Eneida, considerada el respaldo ideológico que le
permitió a Augusto renovar la mentalidad de los
ciudadanos, la cual consistía en la adecuación de
la realidad mítica a la realidad histórica de Roma.
Parafraseando a Kaplan, La Eneida refleja un pensamiento
dominante que sirve a los proyectos del princeps. (2003:
132).
En este trabajo intentamos mostrar el primer momento de
investigación de un modelo que se propone renovar los
valores de los ciudadanos, su mentalidad, creyendo esta instancia
como fundamental para la comprensión del
periodo.
La Eneida de Virgilio representa la
épica romana que conecta la obra del mecenas con la
política de Augusto. La poesía era considerada la
expresión de los dioses. La mejor herramienta para mostrar
su divinidad era contar con literatura que diera cuenta de ello.
Nos remitimos a Grimal:
"La poesía, en fin, es el lenguaje de los dioses;
posee una naturaleza sobrehumana; su belleza, su ritmo, su
encanto hacen de ella como una revelación de verdades que
de otro modo nos serían inaccesibles. Era natural que el
siglo de Augusto, que vio el retoñar de la religión
nacional, fuese por excelencia el gran siglo de la poesía
inspirada" (1972: 91).
La lectura que se privilegia en estas páginas no
pretende reemplazar otros acercamientos, sino complementarlos y
ofrecer un marco que ayude a entender las formas en las que
Augusto utilizó La Eneida, adecuando la realidad
mítica a la realidad histórica de Roma. Es decir,
que no buscaba en este trabajo presentar un esquema completo del
tema a tratar, sino más bien se busca mostrar el panorama
general, o mejor dicho, exponer las primeras ideas que nos nacen
en cuanto al tema de nuestro interés. A simple vista,
parecería que el mito dota de sentido a una comunidad, la
enlaza socialmente, la cohesiona, y estructura la vida cotidiana
vinculada a la agricultura en el mundo antiguo.
Nuestra presentación tiene por objeto hacer un
análisis de la renovación de la mentalidad
experimentada por los ciudadanos romanos durante el Principado de
Augusto. Veamos para empezar cómo fue el ascenso del
princeps.
Tras la muerte de Julio César en el año 44
a.C., se estableció un Triunvirato para dirigir a las
provincias romanas. Este Triunvirato estaba compuesto por
Octavio, sobrino nieto de Julio César y designado como
heredero, y los generales Marco Antonio y Marco Emilio
Lépido. Poco tiempo perduró el Triunvirato, que
terminó con el enfrentamiento de sus miembros, resultando
vencedor Octavio, en la famosa batalla de Actium; quedando ya
como el único dirigente de Roma. Al poco tiempo, le
sería otorgado por el Senado el título
honorífico de Augusto, el grande.
Como ya ha señalado Bravo (2005), el proyecto
político de Augusto se basó en dos conceptos
claves: "restauración" e "innovación". En palabras
del autor: "recuperación de viejos valores republicanos o
bien implantación de nuevas ideas en la sociedad romana"
(2005: 64). Lo que permitiría contar con elementos para
poder consolidarse en el poder. Augusto necesitaba de un apoyo
ideológico para que los ciudadanos respaldaran el proyecto
político que quería implementar. La
"restauración" y la "innovación" se harían,
principalmente, con los valores morales, con las tradiciones de
los romanos.
Volveremos sobre esta cuestión central más
adelante; pero, por ahora, nos importa señalar que Augusto
renueva las instituciones republicanas manteniendo al Senado y al
orden senatorial, renovando en gran medida sus funciones;
transforma al Senado en un órgano administrativo bajo su
tutela. A la vez que comienza a darles responsabilidades
administrativas a los ecuestres. Su poder se incrementa cuando en
el 13 a.C. Augusto recibe el título de Pontifex
Maximus. Título que le permite fortalecer la
religión romana. Además pudo reforzar la imagen del
culto imperial. En el 2 d.C. recibe el título de Pater
Patriae.
Un dato llamativo, del período estudiado, es que
la conquista militar dejaba espacio a la organización
administrativa de los territorios gobernados por Roma (empresa a
la cual Augusto quería otorgarle mayor importancia de la
que tenía; era uno de los pilares del proyecto del
princeps). Como expone Kaplan:
"El genio de Augusto fue el de comprender que el tiempo
de las conquistas debía acabarse, que si era verdad que la
victoria era un elemento esencial para legitimar el ejercicio del
poder tampoco era el único. Había que entrar en la
era de la gestión" (2003: 76).
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