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Peligros juveniles en el contexto de la postmodernidad y la globalización




Enviado por Josué Gallegos



Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Conceptos y definiciones
  3. Los peligros juveniles a enfrentar
  4. El peligro del emocionalismo
  5. El peligro del individualismo
  6. El peligro de relativismo
  7. El peligro del facilismo religioso
  8. El peligro del pluralismo
  9. El peligro de materialismo
  10. El peligro con el mundo en sus placeres
  11. Pasos para trascender el tiempo en pos de Jesús

Introducción

El estado que Dios a creado al mundo y los que hay en ellas era tan perfectamente a su imagen y semejanza, donde había una relación intima, diálogo intima con Dios; donde no había desgracia, pleitos, iras, rencor, muerte.

Esta armonía terminó con la revelación del hombre en contra de los principios divinos del Altísimo.

De esa manera el hombre a través de los tiempos se presenta en forma básicamente semejante; después de la caída, su naturaleza se corrompió totalmente, no quedando nada en su ser que no estuviera contaminado por el pecado.

Los pecados de hoy no son tan distintos a los siglos de atrás; la corrupción ha existido desde los primeros reyes, el asesinato inició con Caín (Gn 4), se aumentó con Lamec (Gn 11), ya en la escena de Sodoma y Gomorra (Gn 19) se ve evidencia de homosexualismo y se mantiene hasta hoy.

Hoy en día nos estamos extendiendo en una época sumamente similar a los días de Noé, y la iglesia espera el pronto retorno de su Mesías (Mt 24:36-39).

A través de los años el mundo ha avanzado hacia una transformación
en cuanto a servicios, telecomunicaciones, relaciones sociales, ideologías
antiguas en relación con el
hombre. Entonces en la actualidad se vive en un mundo tecnificado y dependiente
de ello, ahora el mejor amigo del Joven,
señorita, niños, adolescentes es la
computadora.

Mediante la tecnología el mundo se convirtió tan pequeño en todas de sus áreas como la economía, el márquetin, la comunicación, y otros.

Básicamente hoy vivimos en diferentes cambios entre dos grandes formas de ver el mundo; la mayoría de las personas adultas pertenecen a la época moderna, y las nuevas generaciones se identifican y desarrollan cada vez más intermediados por los ideales postmodernos. Las cuales están conformadas con los niños, adolescentes y jóvenes. Ellos serán los líderes del mañana. Nuestra responsabilidad trasciende nuestro momento histórico, debemos sembrar esperanza para la nueva generación y trabajar con la visión puesta en la siguiente generación. Dios nos ha llamado a ser luz y sal de este mundo postmoderno en que nos desenvolvemos (Mt 5:13-16).

Conceptos y definiciones

1.2. Postmodernidad.

La postmodernidad exactamente no tiene una definición concisa.

"El término significa posterior o tras el modernismo; en sí abarca una nueva manera de ver el mundo, una cosmovisión que viene a surgir como reacción ante el modernismo. Es una apertura a todo tipo de creencias sin mediar la razón, una tolerancia que rechaza todo tipo de valores absolutos, una indiferencia"[1]

"La postmodernidad es una forma de ateísmo nihilista, que no pretende apropiarse de nada, y por eso mismo representa el rechazo máximo de Dios y la religión. Nos hallamos, parece ser, ante la liquidación más exhaustiva de las raíces de lo sagrado y de la aproximación a Dios"[2]

Para Mc Grant, el Postmodernismo es una sensibilidad cultural sin absolutos, sin certidumbres, ni bases fijas, que se deleita en el pluralismo y la divergencia y que tiene como meta, pensar a través de la situacionalidad radical de todo pensamiento humano.[3]

La postmodernidad abarca una nueva forma de ver el mundo, una cosmovisión que viene a surgir como reacción ante los fracasos de los ideales de la época moderna. Es una época de apertura a todo tipo de creencias sin mediar la razón, una tolerancia que rechaza todo tipo de valores absolutos. Algunos autores mencionan que la postmodernidad se levantó de los escombros caídos de la modernidad, donde el modernismo construyó una vida en la arena y no en la roca. La sabiduría humana al hombre le llevó a un fracaso, y los aportes que daban los modernistas ya no daba efecto por tanto tuvo que nacer otra era para suplir toda esa necesidad. En medio de ello el hombre se ve afectado, confrontado por este apogeo de pensamientos y creencias. No sólo la sociedad sino también la tarea del que hacer misión.

1.3. Globalización. Este abismal desarrollo tecnológico tiene como "punta de lanza" el avance en las ciencias aplicadas a las comunicaciones y al transporte, lo que ha convertido al planeta en un pequeño condominio. Lamentablemente, este acercamiento global no es uniforme. El nacimiento de una súper cultura global, hija de la Posmodernidad, y que viaja en los ultra tecnologizados vehículos de globalización, está produciendo un sentimiento de inestabilidad y superficialidad en las mismas bases de las culturas locales, que ven como se desintegran sus tradiciones, en unos casos, y se fanatizan y se fundamentalizan, en otros. Lo claro es que no hay sociedad que pueda permanecer imperturbable a su paso. Y lo más seguro es que tanto la Globalización como la Posmodernidad vienen para quedarse

1.4. La juventud. La juventud es la etapa mas fascinante y maravillosa donde el vigor y la fuerza son características intrínsecas, no se equivoca la Biblia al decir que la gloria de los jóvenes es su fuerza sin embargo; el proverbista Salomón también nos enseña que la adolescencia y la juventud son vanidad y nos recomienda acordarnos de nuestro creador en los días de nuestra juventud.

Los peligros juveniles a enfrentar

2.1. El peligro del hedonismo.

Ya en tiempos del Nuevo Testamento, se veían trazos del hedonismo en el movimiento filosófico llamado epicureísmo. Este era un sistema filosófico basado en las enseñanzas del filósofo griego Epicuro; para este el summo bonum y meta de la vida no es otra cosa que el placer.

El padre del Hedonismo fue Aristipo de Cirene. El enseñaba que el placer es el objetivo universal y fundamental del esfuerzo. Por placer no solo quería decir el placer sensual sino también las formas más elevadas de gozo, placeres mentales, amor doméstico, amistad, y satisfacción moral. Sus seguidores, sin embargo, redujeron el sistema a una defensa de la auto-complacencia.[4]

Precisamente en la postmodernidad globalizado lo que se da es una actualización de la máxima epicúrea "Comamos y bebamos, que mañana moriremos" (1 Co. 15:32). Esto debido a que frente al fracaso de la modernidad el hombre postmoderno ha sencillamente optado por el disfrute, por el deleite, por el placer; así ha decidido en vez de tratar de cambiar el mundo, el disfrutar del mismo, del momento presente. El fin supremo de la vida es conseguir el placer. O al menos evitar al máximo cualquier tipo de dolor, bien sea este físico, psicológico o moral.[5] Ya la Palabra de Dios nos anticipaba acerca de estos "tiempos peligrosos" donde habrá hombres "amadores de los deleites antes que de Dios" (2ª Tim 3:4).

El Dr. In Sik Hong afirma sobre el individuo postmoderno "Todo lo que le interesa es pasarla bien; a partir de la perdida de la confianza en los proyectos de la transformación de la sociedad, sólo concentra sus esfuerzos en la realización personal"[6].

La filosofía de los jóvenes de hoy es "nada importa, sólo hay que pasarla bien"; "nada me importa, nada me duele, nada me afecta", solo importa que seamos felices. Lo que vale es el "aquí y ahora" que divierte enseguida, prometiendo una sensación positiva. La ropa, el tiempo libre, el coche, el pasarlo bien se gestionan para que todo reciba el sello de la aventura, sea bello y provoque sensaciones agradables. Esto se llama "La sociedad de la aventura".[7]

Basado en este hedonismo la imagen de amor que se vende en los medios de comunicación es la de un amor romántico "rápido", apasionado, pero fácil, intenso y a la vez poco duradero, indisolublemente asociado a la relación genital[8]Es un amor "desechable", el amor de "usar y tirar" con la simple meta del placer. Esto afecta especialmente a los adolescentes, debido al despertar sexual que se da por la pubertad que cada vez es más precoz y que aumenta el período de espera y control de su sexualidad; sumado a la fuerte presión que ejercen los pares en este período se vuelve un elemento muy importante a considerar por aquellos que se desenvuelven en la esfera de la pastoral juvenil.

2.1.1 El hedonismo en la Iglesia.

En la cultura postmoderna la imagen del supermercado self service parece describir muchas de las iglesias del continente. Esta imagen hace del evangelio un producto, convierte la iglesia en un gran supermercado, al ser humano en un consumidor y al pastor en un gerente. Dentro de esta cultura la principal preocupación de la iglesia es como vender ese producto[9]

Se ha expandido el paradigma de iglecrecimiento de la iglesia light, donde los congregantes llegan solamente a escuchar por el placer de escuchar, máxime si el predicador tiene carisma y sus sermones son divertidos. Una iglesia que reduce la acción y participación eclesial al mínimo esfuerzo, a lo absolutamente necesario, tienen el mínimo de cultos para no quitarle el tiempo a las ajetreadas agendas del creyente contemporáneo, una iglesia que predica bonito, lo que la gente quiere escuchar, para que no se vayan de la iglesia. Una iglesia cuya actitud siempre es de recibir de Dios y nunca de dar. Una iglesia cuya liturgia ha sido globalizada, ya que no hay mucha diferencia entre como se desarrolla un culto en una iglesia neopentecostal a una de corte bautista, reformada, que haya entrado en el espíritu de la llamada "renovación de la alabanza"[10]. Por qué las iglesias tienen esta liturgia globalizada, la respuesta es sencilla, es lo que le gusta a la gente. La tendencia es a volver cada vez más espectacular el culto.

2.1.2. Respuestas pastorales

El principal problema del hedonismo está en su misma esencia. El supremo fin del ser humano no debe ser el placer, sino debe ser el agradar a Dios. Nuestro propósito es darle la gloria a Dios en todo (1 Co. 10:31). Está es la razón por la cuál Dios nos creó. Es la razón de ser del cristiano. Toda nuestra vida debe glorificar a Dios, hagamos lo que hagamos. Debemos vivir de una forma distinta demostrándole a todos que no buscamos el propio placer sino el servir a Dios, el vivir de acuerdo a los ideales del Evangelio, el glorificarle en todo aquello que somos y hacemos.

Debemos enseñarles a nuestros jóvenes a redimir el tiempo que Dios les ha dado (Ef 5:16, Col 4:5). La gran verdad es que hay un tiempo para cosa, hay un tiempo para el goce así como también hay tiempo para trabajar (Ec 3:1-8). "No podemos hacer del ocio el sentido de la vida, o del disfrute de lo temporal un estado permanente"[11].

Por tanto: El buscar el placer como bien supremo no es otra cosa que idolatría ya que le roba la gloria a Dios, el verdadero summo bonum del ser humano. Es nuestra responsabilidad desenmascarar esta forma de pensamiento tan común en las personas en nuestra sociedad, y ayudarle a los muchachos y muchachas a reconocer que antes que el vivir en la eterna búsqueda del placer debemos vivir en la eterna búsqueda del agradar a Dios con nuestras vidas.

El peligro del emocionalismo

La emoción (del Lat. emoveo, emotum
= conmovido, perturbado) es un impulso involuntario, originado como respuesta
a los estímulos del ambiente, que induce sentimientos en el ser humano
y en los animales, y que desencadena conductas de reacción automática.
La especie humana es considerada capaz de controlar sus emociones de manera
consciente.

El término emoción significa el impulso que induce la acción. En psicología se define como aquel sentimiento o percepción de los elementos y relaciones de la realidad o la imaginación, que se expresa físicamente mediante alguna función fisiológica como reacciones faciales o pulso cardíaco, e incluye reacciones de conducta como la agresividad, el llanto. Las emociones son materia de estudio de la psicología, las neurociencias, y más recientemente la inteligencia artificial.

René Descartes desía "pienso, luego existo" Pero hoy las cosas han cambiado radicalmente a "siento, luego existo". La razón no trajo la era dorada de prosperidad profetizada por la modernidad, así que lo que importa es la vivencia del momento presente, el sentir en forma plena, inmediato y lo más duradero posible. El mesianismo atribuido a la ciencia moderna ha sido falso, puesto que no ha traído, ni mucho menos, la liberación de la humanidad[12]por ello, estamos viviendo bajo la filosofía "No hay que pensar, solo hay que sentir, no hay que razonar sólo hay que experimentar, pon tu mente en blanco y déjate llevar"[13].

El racionalismo ha llegado a aburrir a la juventud. Los chicos y chicas no quieren detenerse a pensar, quieren vivir. No quieren razonar sino dejar que las cosas sucedan naturalmente. Félix Ortiz nos cuenta acerca de un graffiti en el metro de Madrid que decía así: La sabiduría me persigue, pero yo corro más[14]El desear sentir puede ser motivo del aumento de las relaciones sexuales en los adolescentes, del hecho de que no se usen métodos anticonceptivos y proliferen los embarazos no deseados y las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS). También este emocionalismo explica la preferencia por el uso de drogas naturales como la marihuana que hipersensibiliza a la persona y de drogas sintéticas como el éxtasis que provoca una sensación de calor en el que las utiliza.

3.1. El emocionalismo en la Iglesia

Hoy ya no se habla de religiosidad sino de espiritualidad, y está se traduce como resultado de una búsqueda, de un encuentro de una elaboración personal. La religión se ha privatizado, se ha individualizado y se ha subjetivizado[15]Son famosas las frases "Dios existe, porque yo lo he encontrado", recayendo todo el peso en la propia experiencia y subjetividad del creyente.

Debido al auge del sentimiento la fe se ha vuelto más a la búsqueda de experiencias de éxtasis que a doctrina intelectual. El creyente actual busca experimentar la presencia de Dios dejando de lado la racionalidad y objetividad del cristianismo.

Así, en muchos cultos neopentecostales se buscan experiencias emocionalistas, surgiendo una teología emocional, más basada en la propia experiencia subjetiva que en elementos de orden escritural. Está teología emotivo-experiencial se fundamenta en elementos que surgen de la vivencia personal o colectiva y se desvanecen por su poca profundidad bíblica.

El hecho que sea la "era del Espíritu" como lo afirma una buena parte de la teología neopentecostal, no implica que Dios hable a parte de su Palabra. El afirmar que se ha tenido una u otra experiencia espiritual no debe ser probado por el simple "yo lo viví, por eso lo creo"; sino que debe ser demostrada por argumentos basados en la única verdadera autoridad del creyente: La Palabra de Dios.

Por otra parte, las iglesias se han convertido en comunidades emocionales, donde se pretende intensificar los vínculos afectivos. Donde lo importante son las vivencias personales. Dios se hace presente "para hacerme sentir "bien", para hacerme vibrar de gozo, para provocar en mi las emociones más fuertes, para "llenarme" de paz. La alabanza, que ahora ocupa más de 70% del tiempo del "culto", se convierte en espacio de "psicoterapia espiritual", y la hegemonía de los sentidos se hace presente por medio de cantos cuyos contenidos abundan en expresiones tales como: "sentir", "palpar", "tocar", "ver", "llenar"[16].

3.2. Respuestas pastorales.

Hay que extraer lo precioso de lo vil (Jeremías 15:19); rescatemos el concepto acerca del ser humano presente que reconoce un componente afectivo o sentimental. La afectividad es parte de la Imago Dei que Dios ha puesto en nosotros y que constituye parte esencial de nuestra humanidad. El problema no es ser emocional el problema es ser emocionalista; el problema está en el extremo, lo saludable es el equilibrio. Somos seres afectivos y relacionales de la misma manera que es Nuestro Creador.

Hay que ir contra corriente, somos una contracultura, ante la primacía del sentimiento, que los adolescentes y jóvenes deben pensar. No debemos amoldarnos a la época y cometer suicidio intelectual, debemos esforzarnos en promover el pensamiento crítico basado en los parámetros escriturales (1 Ts 5:21-22); el cristianismo es una fe razonable y objetiva. Por medio de la razón llegamos a la fe; y la fe ilumina la razón. Por medio de la razón podemos comprender la veracidad y singularidad de la fe cristiana y la superioridad de la misma sobre otras creencias que dicen ser la verdad.

La razón no contradice la fe, no debemos caer como los teólogos liberales en negar las cuestiones espirituales desde posturas antisobrenaturalistas. El enfatizar la razón puede llevarnos a tener un cristianismo farisaico o intelectual, donde no siempre el conocimiento y la vivencia tienen verdadera consistencia y congruencia.

Dios nos ha dado la capacidad de sentir, no debemos sobreenfatizarla sino guardarla en equilibrio. Son igualmente importantes en el ser humano tanto su coeficiente intelectual como su coeficiente emocional.

La capacidad de sentir es una bendición de Dios. Mediados por está capacidad de sentir podemos mostrar afecto, sentir gozo, mostrar compasión, hacer misericordia, y muchas cualidades esenciales de la vida cristiana. Por medio del sentir es que podemos cumplir con el mandato "gozaos con los que se gozan, llorad con los que lloran" (Ro. 12:15). Pero sí hacemos de la capacidad de sentir el summo bonum de la humanidad, esto no es otra cosa que simple y llano hedonismo.

Debemos aprender a ejercer una buena mayordomía de nuestros sentimientos y emociones; esto es parte de la Imago Dei del ser humano, nuestro Dios es un Dios emotivo. Dios es un Dios de gozo, dice Sofonías 3:17 que Él "se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos". Es un Dios que se enoja (Jn. 2.13-22), que llora (Jn 11:35), que se compadece (Mt 9:36; 14:14; 15:32) y que en toda la Escritura nos deja ver su amor hacia nosotros, expresado en sumo grado al enviar al Unigénito a morir en la cruz por nosotros (Jn 3:16). Por esa capacidad de sentir podemos sentirnos tristes por el pecado cometido a otros y por el propio y de está manera llegar al arrepentimiento; por está capacidad nos indignamos ante el dolor ajeno y los males sociales como el racismo, la xenofobia, el machismo, etc.

Una buena mayordomía de los sentimientos, incluye el sentir y actuar adecuadamente. Los sentimientos se deben sentir pero sin pecar; si se reprimen los sentimientos podemos enfermarnos o acumularse hasta que explotamos; por ello deben expresarse de manera sana.

La cultura de hoy en día pone mucho énfasis en los sentimientos; nosotros en cambio como cristianos que buscamos obedecer la Biblia debemos pensar en forma diferente. Nosotros creemos que las conductas están ligadas a los sentimientos, y no que los sentimientos producen las conductas. Un buen ejemplo de ello está en Génesis 4:3-7 donde Dios le dice a Caín ¿Si bien hicieres no estarías enaltecido?. Hoy en día una respuesta común sobre por que no se actúa es "Es que no me nace", esto es solamente una excusa, un cristiano debe actuar, conforme al bien y esto producirá sentimientos positivos. Cuando damos consejería a los chicos y chicas debemos enseñar el principio de que el comportamiento determina los sentimientos. No podemos hablar bíblicamente sobre "problemas emocionales"; cuando una persona está deprimida, ansiosa, hostil, etc.; el problema no reside en sus emociones sino en su comportamiento. Las personas se sienten mal a causa de sus malas acciones (Gn 4:6-7; 1 P 3:16).

El peligro del individualismo

La sociedad postmoderna es la época del individualismo, una época donde lo que importa es la propia felicidad, el propio bienestar, el bien de mí mismo, y no el bien común; ya no se busca el bien colectivo, sino el autocomplacerse y el autobeneficio.

La era del "yo-yo", primero yo, después yo y luego yo; donde el individuo se preocupa solamente de sí mismo y se olvida de las otras personas.

Hoy en día, una de las profesiones que se encuentra en busca, es la de la psicología; esto debido a que nadie quiere escuchar los problemas de los demás. La mera verdad es que al ser humano postmoderno el prójimo no le interesa. Su frase preferida al hablar de los problemas de otros es "es su problema, que lo resuelva el mismo". Pero sí quiere que escuchen sus problemas.

la época postmoderna sigue el ideal de Narciso, el hombre que enamorado de sí mismo rechaza el amor de la ninfa Eco, y cuyo castigo divino fue el morir de la angustia de desearse a sí mismo. Cuanta diferencia hay entre ambos ideales. La sociedad posmoderna le ha dado un espejito a cada habitante para que viva su vida preguntándose "espejito, espejito ¿quién es el mas bonito?". Ya no se mira a través del vidrio del amor al prójimo sino que se mira en el espejo del narcisismo. Este afán de presumir ante los demás ha llevado al hombre a sucumbir ante el consumismo y el imperio de la moda.

El culto al cuerpo surge como consecuencia del narcisismo, convirtiéndose en uno de los más altos valores de la época postmoderna. Lo importante hoy no es "ser" sino "parecer". Mostrar un buen look. Es más importante lo de afuera que lo de adentro. Vivimos en la sociedad de la apariencia, en el imperio de lo efímero[17]Hay una obsesión por lo atlético, el maquillaje, la apariencia. Las revistas que leen los adolescentes contienen múltiples consejos sobre como maquillarse, vestirse, alimentarse, etc. Abundan los mensajes publicitarios que nos venden productos "light", "in line", macrobióticos, pastillas, máquinas y un sin número de métodos para adelgazar y "estar en forma".

4.1. Individualismo en la iglesia

"Amarás a tu prójimo como a ti mismo" Mt 22:39 ¿Es posible que esta ola de individualismo este afectando la iglesia?______ En la iglesia contemporánea hay mucha indiferencia ante las necesidades de los otros, es notable la indolencia de las personas por el dolor ajeno.

En cierto la iglesia es individualista por que, estamos cambiando los propósitos de Dios como sifuera nuestro plan. Hoy la iglesia se ha apropiado a Dios y no quiere compartir. Preguntémonos, ¿Estamos realmente intercediendo en nuestras oraciones por los otros, o estamos tan insertos en orar por nuestras propias necesidades que olvidamos las de los otros? ¿Oramos por nuestros hermanos, vecinos, familiares y amigos? ¿Estamos orando por nuestros gobernantes? ¿Oramos por aquellos que son víctimas de desastres naturales, guerras, terrorismo u otras desgracias humanas? ¿O pasamos impasibles ante las necesidades de los otros, y ni siquiera podemos elevar una plegaria al cielo intercediendo por nuestro prójimo?

Prácticamente con todos estos ataques la iglesia a perdido su identidad, su esencia la cual es una comunidad y de ir. Por tanto busquemos la unidad, que la koinonía fluya en medio del cuerpo de Cristo e involucrémonos en la misión de Dios.

4.2. Respuesta pastoral.

El individualismo no es otra cosa que el pecado de egoísmo y la indeferencia. El yo va al encuentro del tú para volver al yo. El individualista no será capaz de decir "nosotros" porque para el sólo existe el yo. El individualismo es la negación del amor – el valor principal del cristianismo y su gran mandamiento (Mt 22:39), el principal fruto del Espíritu (Gá 5:22-23), la esencia de Dios reflejada en la imagen y semejanza de sí mismo que Él nos ha dado (1 Jn 4:7-8)-. Recordemos el texto "Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor" . Si somos cristianos debemos amar a nuestro prójimo, demostrar ese amor ágape que el ha implantado en nuestros corazones, el amor de 1 a los Corintios, capítulo 13.

En el amor ágape el yo va al encuentro del tu para llegar al nosotros. Este amor como capacidad de donación, supone entrega; pensar primero en el otro.

Se debe solidarizarse con los necesitados y sobretodo demostrar un testimonio cristiano real dado que las personas no quieren doctrina quieren hechos, quieren observar personas que realmente vivan el Evangelio. Jesús realmente demostró con sus acciones y su vida la caridad, la compasión y la misericordia que nosotros como creyentes debemos vivir (Mt 6:34; 14:14; 15:32).

Hoy como creyentes debemos fomentar el sentido de bienestar social y enseñar que definitivamente cada uno "es guarda de su hermano" (Gn 4:9), como creyentes debemos preocuparnos por los demás, por aquellos que están en necesidad.

Por otra parte, se debe recuperar la relación vertical del culto eclesial como una unidad tan importante en la época de la Reforma. El culto en la iglesia es un diálogo entre Dios y su iglesia; no entre Dios y cada individuo como se fomenta en las iglesias en la actualidad. La alabanza, adoración, oración y cada actividad litúrgica debe reorientarse en su forma congregacional. Jesús en su oración modelo no dijo: Padre mío, sino, Padre Nuestro.

El peligro de relativismo

Dice el profeta Isaías: La verdad se cae en las calles y no puede ser encontrada (Is 59:14-15). ¿Qué es la verdad? Es la pregunta que Poncio Pilatos le hace a Jesús cuando este es juzgado civilmente (Jn 18:38). Es equivalente a la pregunta que la epistemología se hace al preguntarse ¿Qué conocimiento es verdadero?. Esto nos lleva a preguntar ¿Existe realmente la verdad? ¿Se puede hablar de la verdad como algo único? Para un individuo postmoderno la respuesta a está interrogante, sería un negativo. No hay verdades definitivas, a lo sumo existen verdades parciales. La postmodernidad es la era del relativismo. Para el postmoderno todo es relativo, todo depende del ángulo en que observemos las cosas, todo depende del cristal con que se mire; y no hay un solo lente, como lo fue la Escritura en otros tiempos.

En forma llana para efectos prácticos, podemos definir el relativismo como la creencia de que lo que es cierto para usted tal vez no sea cierto para mí, o lo que fue verdadero entonces, puede que ahora no lo sea. La verdad se vuelve una cuestión relativa respecto al tiempo, el espacio y las personas.

Con ello se pierde la habilidad de discernir entre lo bueno y lo malo. La verdad se ha convertido en cuestión de gusto, la moralidad ha sido reemplazada por la preferencia individual. Los jóvenes de hoy están creciendo en una cultura que refleja la filosofía "si te hace sentir bien, hazlo". Su idea acerca de la diferencia de lo bueno y lo malo es inestable, algo que está sujeto a cambios, algo que es relativo, circunstancial y personal, no permanente o universal. Desde está perspectiva el infanticidio, el adulterio y el homosexualismo podrían ser buenas cosas. El límite entre la diferencia entre lo bueno y malo es casi imperceptible; todo depende de cómo miremos las cosas.

Ahora con el relativismo muchas cosas que se consideraban pecado, se empiezan a observar como "normales". Ha desaparecido el límite entre natural y la patología (estudio investigación). Hay un extraño gusto por lo transexual; el homosexualismo y el trasvestismo se ven como cosas comunes, También otro elemento que está asombrando es la legalización de prácticas como el aborto y la eutanasia. Hoy todo esto es una nueva opción, una forma de vida alternativa.

El relativismo ha afectado el concepto del pecado provocando una ausencia de࠳entimientos de culpabilidad, arrepentimiento, incomodidad, remordimiento y respeto, y más bien, ha incrementado precisamente el llevar a cabo el acto de pecar.

4.1. Relativismo en la Iglesia

El relativismo es una de las corrientes que más difícilmente ha penetrado en la iglesia latinoamericana, que siempre se ha caracterizado por su moral conservadora. A excepción de algunos "cristianos" influenciados por teologías liberales, la gran mayoría de cristianos, son en muchos lugares identificados como el grupo que no fuma, no toma licor, no escucha música secular, etc.

Muchos jóvenes hoy en día cometen el mismo error que los jóvenes no creyentes, los pecados sexuales como pornógrafa, erotismo, son normales, el escuchar música secular es normal, el hablar palabras sandeces, lo cual no debería ser así.

4.2. Respuesta pastoral

Dios es la Verdad Absoluta y esa Verdad es reflejada por medio de su Palabra revelada a través de las Sagradas Escrituras. Ante los interrogantes de los jóvenes creyentes podemos afirmar que sí existe la verdad absoluta; esta supone dos cosas: que lo verdadero en un tiempo y lugar es verdad en todo tiempo y lugar, y que lo verdadero para una persona es verdad para todas las personas. Hay una verdad absoluta que depende del único ser al que podemos llamar el Absoluto, es decir, la verdad absoluta depende exclusivamente de Dios. Jesucristo afirmó en Juan 14:6: "Yo soy la Verdad". Dios es la Verdad Absoluta Máxima y quién define las verdades absolutas.

Ahora, debemos aclarar que existen cuestiones que son relativas – especialmente, algunas culturales – pero, no todo es relativo, existen los absolutos; debemos enseñarles a las chicas y chicos que hay relativos, y enseñarles a ser críticos para que estos puedan discernir las cuestiones relativas de las absolutas. Dice el profeta Isaías "!!Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo! (Isaías 5:20)." La Palabra nos exhorta a seguir lo bueno y desechar lo malo (Ro 12:9; 3 Juan 1:11; 1 Ts 5:16-17).

Por tanto. No todo es negro o blanco, existen los grises; pero aún así sigue existiendo el negro y el blanco. Existen los absolutos pero también existen los relativos. Los absolutos los define Dios, los relativos el ser humano dependiendo de su propio contexto y cultura. No debemos caer en el extremo de absolutizar todo pero también no debemos caer en el extremo de relativisar todo. Tengamos esto muy claro como lìderes de jóvenes que muchas veces queremos absolutizar lo que creemos casi elevandolo a la revelatio dei, sin reconocer que hay cuestiones relativas. Por otro lado, enseñemos a los chicos a reconocer en su vida al Absoluto, el Gran Alfa y Omega, y principio de todas las cosas.

El peligro del facilismo religioso

El facilismo religioso está en la sociedad donde vivimos, esta en las iglesias en donde hay mucho facilismo. El postmodernismo en el ámbito de la iglesia, oferta una fe cómoda donde se cambio al Dios de la Biblia por uno poco exigente.

"hoy se habla de la fe cómoda, pues el hombre mismo ha creado a su dios a su manera, y que no le demanda un comportamiento ético concreto o un estilo de vida determinado."[18]

El creyente de hoy se convirtió facilista y religioso. Religioso por que el compromiso que hizo con Dios lo dejó, sirve a Dios ya no por convicción, sino por costumbre. Son pocos cristianos que tienen y van al templo con convicción. "Este tipo de fe cómoda termina por caricaturizar al Dios de la biblia transformándole en un ser poco exigente que siempre esta dispuesto a dar pero nunca pide, en un Dios al servicio de los caprichos humanos."[19]

En esta época desde la aparición o evolución cibernética el cristiano recibe la prédica en su casa a través de la televisión, internet y la practica de servicio a Dios en comunidad ha perdido. El cristiano y la sociedad de hoy no saben usar o aprovechar estos apogeos cibernéticos. Por otro lado fue una ayuda para encontrar a Jesús a través de ello.

Otras características del facilismo se puede observar que la juventud hasta los adultos cristianos, la biblia lo tienen en pm3, celular y no llevan al templo.

Entonces, atenta que su fe sea débil y superficial.

Hablando de facilismo, en la sociedad hoy está lleno de marketing donde te ofrece al instante y rápido.

La misión en medio de estas características facilistas se encuentra en dos sentidos: perdida de sentido de la misión. Por que, la misión encomendada por Dios es ser parte del plan de la salvación anunciando a Jesús y difundir su reino. Esto según las escrituras se debe hacerse yendo, andando, como dice Mat.28:19; Mar.16:15. El cristiano facilista hoy comparte el mensaje de Jesús por medio de comunicación cibernética y se queda como ya cumplió su tarea.

El sentido de la misión que crece cada día por diferentes medios como: literaturas, testimonios, por medio de comunicación y otros. Dios Utilizó muchas formas de llegar a la vida del hombre.

Nuestra tarea de hoy es hacer alcanzar a un Dios que pide santidad compromiso verdadero, obediencia y un culto racional con nuestras vidas.

5.1. El facilismo en la iglesia.

Hoy por hoy los cristianos que pertenecen a la iglesia buscan lo fácil, lo fácil de salvarse, buscan un dios menos exigente.

Que los creyentes ya no tienen esa convicción de escuchar la palabra de Dios en el templo, sino quieren que se les lleve a su casa.

Menos compromiso con Dios y más compromiso con el pastor.

Que el servicio a Dios hoy ya no es por esfuerzo sino pesimista y deficiente.

5.2. Respuesta Pastoral.

El Dios de la biblia no es facilista, sino es, un Dios que demanda esfuerzo, santidad.

Lc 14:27; Mat 16:24-25. No busque el facilismo sino tome su cruz y sígala.

El peligro del pluralismo

Mientras en la modernidad el racionalismo negaba lo sobrenatural cayendo en el ateísmo, el postmoderno tiende a dos extremos. El primero, es ser agnóstico y nihilista. El agnóstico nos dice que es imposible saber si Dios existe, así que mejor hablemos de otra cosa; el nihilismo es la negación de cualquier creencia. El agnosticismo nos viene a cuestionar todos los esquemas tradicionales, se cuestiona la existencia del cielo, el infierno, Dios, Satanas, el bien y el mal, entre muchos otros.

El segundo extremo es el pluralismo, el creer en un gran abanico de posibilidades aunque estás no tengan mucho sentido. Antonio Cruz nos dice "en la cultura del gran vacío sigue permaneciendo la nostalgia de lo religioso"[20] El escritor británico Chesterton decía: Desde que los hombres han dejado de creer en Dios, no es que no crean en nada. Ahora creen en cualquier cosa[21]Hoy no existen los ateos, se reconoce que los mismos científicos que no son creyentes tienen fe en la ciencia. Por otro lado, el adolescente cree en cualquier cosa: duendes, fantasmas, horóscopos, numerología, extraterrestres, demonios que mueven objetos, reencarnación, estigmas, etc.

Hoy la juventud es bombardiada por multiplicidad de creencias, como el crecimiento de las iglesias satánicas, sectas y otras. Es la época de la revitalización religiosa. La gente joven se vuelve más religiosa en su búsqueda de los trascendente, pero no necesariamente en las formas tradicionales. Un mundo donde coexisten la diversidad de ideas y comportamiento, donde el monopolio de la verdad no le pertenece a nadie. Donde el máximo valor es la tolerancia al otro, el respeto a la opinión y conducta ajena.

Este pluralismo el movimiento de la Nueva Era cobra gran importancia, así como sus filosofías. Se puede observar un resurgimiento del monismo como corriente de pensamiento y otras filosofías orientales. Se ha eliminado la distinción entre Creador y criatura.

Por otro lado, Jesús es simplemente un personaje más dentro de la serie de iluminados en el mundo. Jesús es visto como un hombre que evolucionó hasta convertirse en uno de los "maestros ascendidos". Incluso se hace una diferencia entre Jesús y Cristo, siendo este último un espíritu o una fuerza impersonal enviado para descansar sobre el ser humano de Jesús, auque también ha descansado sobre otros iluminados y puede descansar hoy en día sobre otros seres humanos. Otros nos dicen que Jesús viajo a la India, China y el Tibet donde aprende sus conocimientos morales y curativos, e incluso hay quienes dicen que Jesús fue un extraterrestre.

6.1. El pluralismo en la iglesia.

El pluralismo y la postmodernidad hacen un llamado a derrumbar los viejos esquemas de pensamiento, entre ellos se encuentra, el cristianismo, especialmente el de corte protestante, el cuál nació precisamente al lado de la modernidad. Y muchos hablan del mismo como algo más que fracasó en el proyecto moderno.

Son muchos los errores que se le señalan a la iglesia cristiana: las divisiones de la iglesia, la inquisición (no sola la católica española, sino la protestante, pensemos en la quema de personas acusadas por brujería en Salem), El cristianismo se ve como una religión que es consistente entre la proclamación de sus ideas de amor al prójimo y sus acciones a lo largo de la historia.

En la era postmoderna cada persona decide por sí mismo lo que quiere creer. Puedes ser sincrético y ecléctico, combinar lo que te gusta de cada religión. Convertir la religión a la medida que tu quieres. Por ejemplo, se puede mezclar reencarnación y cristianismo, algunos buscando conciliarlas y otros sin ello, no habiendo ningún problema en que se contradigan. En la cultura de la postmodernidad uno cambia de opinión con más frecuencia que de camisa. Además uno puede sostener ideas contradictorias y eso no producirle la más mínima tensión.[22] Hace unos años me di cuenta que en una universidad cristiana en mi país había un estudiante que era un pastor presbiteriano y al mismo tiempo sacerdote maya.

La iglesia se está entregando a un megaecumenismo, Son muchos los movimientos megaecumenicos donde hay representación protestante: las Religiones Unidas, el Parlamento de las Religiones Mundiales, el movimiento Interfe, entre varios. Nos dice Peter Jones al hablar sobre este megaecumenismo: "Todas las religiones comparten una experiencia mística en común, y los verdaderos creyentes en una religión llegarán a una misma unio mystica (unión mística con Dios en la cual nos hacemos divinos). No importa si eres cristiano, judío, hindú o bruja; eres parte del mismo todo, el cuál es Dios. Puedes encontrar la unión con ese todo, y el camino a tal unión es la experiencia. ¡Sólo come el pastel!"[23].

Hoy en día ante el surgimiento de este ecumenismo debemos preguntarnos ¿Es cristiano un católico? ¿Tiene sentido evangelizar a un católico? ¿Son creyentes que tienen algunas falsas doctrinas o son herejes?. ¿En un eclecticismo cristiano donde caben otras cosas más contradictorias, hay algún problemas con María, los Santos, etc.? ¿De que depende la salvación, de la gracia o de la doctrina? Todas ellas interrogantes muy importantes en nuestro contexto latinoamericano. Muchas de las preguntas que nos harán nuestros jóvenes tendrán que ver con está situación. Ellos querrán saber si salir con un católico es salir en yugo desigual (2 Co. 6:14).

6.2. Respuestas pastorales.

Aunque muchas veces en el ámbito evangélico reaccionamos negativamente, la verdad es que el ser humano es un ser religioso; este siempre estará abierto a la trascendencia, busca lo trascendente, lo divino. No hay pueblo sobre la tierra que sea ateo. Podrá ser ateo práctico o filosófico; pero terminará divinizando algo: el sexo, el poder, el dinero, el placer u otra cosa. El ser humano es creado a imagen de Dios y sus acciones tienen un fondo religioso. El ser humano como ser religioso posee el deseo de adorar algo, busca un centro para su vida que le de sentido. Cada acción del hombre es una respuesta al hecho de ser creado a la imagen de Dios, no hay acciones neutrales – toda nuestra vida es adoración -, o traemos gloria a Dios o practicamos idolatría.

Es importante referirse al sincretismo y ecumenismo de la sociedad postmoderna. El sincretismo es herejía, no se puede mezclar la verdad con la mentira. La Biblia enseña que sólo hay una religión verdadera, todas las demás han sido creadas por el hombre. El pueblo de Dios en el Antiguo Testamento fue advertido de no relacionarse con los paganos ni experimentar su religión. Eran prohibidos los matrimonios con los paganos al igual que hoy se nos exhorta a no unirnos en yugo desigual con los incrédulos. No debemos mezclar paganismo y cristianismo, porque él resultado será una mentira disfrazada de verdad. No se puede amalgamar elementos heterogéneos según la Palabra de Dios (Lv 10:1-2, 10; Ez 22:26). Sólo hay un camino y ese es Jesucristo (Juan 14:6), aunque otros caminos nos pueden parecer derechos (Pr 14:12).

Son muchos los retos que nos presenta la religiosidad postmoderna. El pluralismo, el agnosticismo, el nihilismo y el ecumenismo son cuestiones que nos demandan una respuesta. Los chicos tienen muchas dudas e inquietudes en esas áreas por ello debemos tener una posición clara al respecto. Demostremos la veracidad y superioridad del único camino que tenemos al Padre, Jesucristo; el es el camino, la verdad y la vida (Juan 14:6).

El peligro de materialismo

Otra cosa es el materialismo, otro peligro para la juventud actual. La cultura del tener. La cultura del poseer. Quiero tener cosas, ahora una moto, ahora ropa, un coche. Es otro engaño, otra seducción, otra idolatría del mundo moderno que atenaza a los jóvenes. Todo esto como veis, unos por las drogas, otros por el rock no sé qué, otros por el sexo, otros por el materialismo; poco a poco, o por otra clase de vicios, incluido el juego, la velocidad, el deporte, a veces, tomado como objetivo único, no ya como una distracción, ni siquiera como una competición en el caso de los profesionales sino como algo que absorbe tan totalmente, pues va apartando a unos por un lado a otros por otro. Ahora los ordenadores, los jueguecitos, las maquinitas, ¡cuántas cosas están amenazando a la juventud! La juventud camina por un campo de minas, por un campo minado y por eso dice Cristo en el Evangelio que estrecha es la puerta de la salvación y pocos los que por ella pasan. Verdaderamente, en el campo de la vida, minado de peligros, el joven para poder avanzar necesita la guía y el cuidado de sus mayores, de consejeros expertos, de buena educación y de buenas compañías; si no es muy difícil que alguna de esas minas no le alcance y le haga un daño más o menos grave.

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